No sé ni cómo puede entrar más gente.
Shi-woo estaba siendo tan apretado contra la puerta
que apenas podía mover los dedos. Había
visto un video en Internet el otro día de gelatina siendo presionada con un compresor
convirtiéndola en espagueti, y tenía miedo de terminar así en cualquier momento.
Mmm, bueno, ya que me están aplastado así,
¿tal vez me conviertan en comida para ratas o algo así?
Shi-woo, se
imaginó como un trozo de queso con un olor delicioso, se rio un poco incluso en
esta situación, pero pronto se echó a llorar por que se sentía sofocado.
Viajar en
el metro para ir a la escuela era una locura. Durante los últimos dos años,
había tenido suerte. Siempre había podido inscribirme primero a mis clases, y
gracias a eso, mis clases fueron siempre por la tarde. Pero este año se jodio
mi primer semestre. No solo me perdí mis clases principales, sino que las
clases que quería tomar debido a mi GPA se cerraron antes de que pudiera hacer
clic en ellas.
Como
nunca había tenido dificultades para registrarse en su curso, Shi-woo jamás se
había sentido tan abrumado. Así que pensó que estaría bien si tomaba la misma
clase a las 9:00 de la mañana.
¿No me desperté temprano para ir a la escuela
durante toda la primaria, secundaria y preparatoria?
Después
de la universidad, si conseguía un trabajo en alguna empresa, también tendría
que levantarme temprano por la mañana.
Sin
embargo, después de exactamente dos clases, Shi-woo no tuvo más remedio que admitir que estaba
equivocado. Era terrible despertarse por la mañana. Shi-woo dormía mucho y a
menudo le gustaba despertar acogedoramente rodeado de su manta y quería dormir
un poco más, pero ahora que vivía solo, sin sus padres para despertarlo,
termina saliendo tambaleándose de la casa tarde cuando se suponía que debía salir
temprano.
Además, viajar
en el metro era peor que despertarse por la mañana. Cuando consiga un trabajo más tarde, me aseguraré de que esté cerca de
mi casa. Con ese pensamiento, Shi-woo se aferró aún más a la puerta y trató de
dibujar una carita sonriente en la ventana que se estaba empañando con su aliento.
La otra puerta es la que seguirá abriéndose hasta que llegue a la escuela. Gracias
a eso, tuve la suerte de no tener que estar en un área donde las personas subirían
y bajarían sin cesar, pero el problema era que era difícil que el aire fresco
llegara hasta aquí.
Lo que
respiraba era aire estancado de la estación de metro, pero era mejor que el
aire contaminado por el aliento de la gente. Sería bueno si la ventana de la
puerta se pudiera abrir, cada vez que llegara a la estación, abriría la ventana
por un momento y así podría respirar mejor.
Shi-woo,
quien una vez más verificó la estación de llegada que aún estaba lejos, suspiró
y apoyó la frente contra la puerta.
Oh,
quiero seguir dormido en casa. Sería agradable simplemente estar acostado en mi
suave cama con mi colcha mullida, especialmente abrazando a mi oveja de peluche
que compré como almohada esta vez.
Decían
que era un peluche para bebés, pero nunca había abrazado a un peluche con un
pelaje tan suave. Podía quedarme dormido con solo sostenerlo.
Fue
entonces cuando Shi-woo, quien sonreía pensando en el suave peluche de oveja
blanco que lo hacía sentir bien con solo pensar en él, sintió algo extraño. No
era extraño tener el cuerpo de otra persona presionando contra el tuyo; en un
metro abarrotado, era natural que todos se apretaran unos contra otros. Sin
embargo, Shi-woo sintió algo duro e incómodo presionando contra su trasero.
No
importa que Shi-woo fuera llamado
ingenuo o estúpido por sus amigos, y aunque estaba en la posición del hermano
pequeño de todos, sabía que en ese sentido no estaba tan mal, era un hombre
adulto. Si algo duro lo toca en esta ubicación exacta, fácilmente podría
imaginar lo que sería.
Shi-woo se
retorció de dolor al sentir el pene erecto de otro hombre entre sus nalgas, su
cara enrojeció de color rojo brillante. Era obvio que el hombre detrás de él
también debía estar muy avergonzado ahora.
Siendo él
mismo un hombre, sabía que las erecciones a veces ocurrían espontáneamente.
Incluso Shi-woo, que no estaba particularmente interesada en el sexo, lo había
experimentado una o dos veces.
Lo
entendí, pero entenderlo y sentirse incómodo eran dos cosas diferentes.
—Mmmm….
No
importaba cuánto lo intentara, no podía alejarse del pene que presionaba contra
su trasero, pero el hombre detrás de él tampoco se movió. Más bien, parecía acercarse
más. Cuanto más se retorcía y movía Shi-woo, más cerca se apretaba el pene del
hombre contra sus nalgas.
Tal vez sea mejor no decir nada. Con ese
pensamiento en mente, Shi-woo decidió
fingir no darse cuenta. No importa lo que dijera, no había forma de que el
hombre pudiera evitarlo, y solo haría la situación más incómoda.
Tenía aun
que recorrer un largo camino para que la puerta de su lado se abriera. No sé
cuándo bajará el hombre detrás de mí, pero viendo que está parado aquí, parece
que va a bajar al mismo tiempo. Pensé que tendría que ir así de incómodo
durante algunas estaciones.
Con el
objeto duro pinchando su trasero con cada traqueteo del metro, Shi-woo miro en
silencio al frente con el rostro enrojecido, incapaz de hacer nada al respecto.
No podía esperar a que la puerta se abriera para poder salir de esta situación
incómoda, el calor del duro pene rozando su trasero sutilmente regordete lo
estaba matando de vergüenza.
—¿Ah...?
En ese
momento, algo más que un pene comenzó a frotar mi trasero. Definitivamente era
una mano. Ruborizándose hasta las orejas por el descarado acoso, Shi-woo se
quedó sin aliento cuando una gran mano agarro y apretó su trasero.
¿Qué debo hacer? No sé cómo el hombre puede mover las manos, cuando
no puedo mover ni un músculo.
Incluso
entonces, Shi-woo no pensó en decirle “Acosador” al hombre detrás de él, quizás
paso esto porque el hombre no podía moverse y se había visto obligado a tocarme
porque había demasiada gente. Pero lo tocaba con demasiada libertad para que
fuera eso.
Mi mente
se quedó en blanco cuando me di cuenta de lo que estaba experimentando por
primera vez en mi vida. ¿Qué debo hacer?
Debería decirle: “Disculpe, ¿qué está haciendo? Pero, ¿y si el hombre finge? ¿Qué pasaría si el hombre lo acusa de ser el
pervertido, diciendo que de ninguna manera molestaría a un chico? Estaba
aterrado.
Mientras
estaba demasiado asustado para hacer algo, el hombre detrás de mí se había
adelantado y me empezó a desabrochar los pantalones. Su risita me puso la piel
de gallina.
—¿Qué...
qué, qué estás haciendo... qué estás haciendo...?
Su susurro,
casi se amortiguo por el estruendo del metro, pero el hombre a mi lado debio
haberlo escuchado. La mano del hombre se metió a través de sus pantalones
desabrochados, y vibró ligeramente con la risa.
—¿Qué
crees que estoy haciendo?
—Ja......
No....
—Ah. No,
no, ¿no? Debes haber recibido algún premio de niño bueno cuando eras chico.
El rostro
de Shi-woo se sonrojó ante el sarcasmo
del hombre. Fue porque estaba diciendo algo que, en su opinión, aparecería en
un libro de moralidad de la escuela primaria. A pesar de que el hombre lo
estaba acosando abiertamente, estaba tan asustado y avergonzado que ni siquiera
pudo resistirse.
—Eres
lindo... ¿Tienes alguna experiencia?
—¡No,
qué…… Hick…!
Sentí la
mano del hombre agarrando mi pene sobre mi ropa interior. Para Shi-woo, que se
avergonzaba demasiado incluso para masturbarse, era la primera vez que alguien
tocaba su pene.
La
frustración se apoderó de mí, junto con la vergüenza, la humillación y la ira.
El vagón estaba lleno de gente, y al hombre no parecía importarle que alguien
pudiera verlos. Shi-woo que sentía la
mano del hombre dentro de sus pantalones, se quedó sin palabras.
—Eso es…
¿Para…?
—¿Qué
debo hacer al respecto? Hay mucha gente, por lo que será difícil quitar mi
mano.
—Oh...
Dijo el
hombre y movió la mano. Agarró su pene sobre su ropa interior y lo sacudió
suavemente, y Shi-woo se estremeció,
sonrojándose hasta la punta de las orejas. Se sintió avergonzado de que alguien
estuviera acariciando su pene y que sintiera un poco de placer por su toque.
Solo esperaba que el hombre no se diera cuenta de que estaba excitado.
—No,
eh...
—¿No? Eso
no es posible.
—¡Ah....!
El duro
pene se movía por encima de su trasero como si lo estuviera penetrando
descaradamente, y su mano se movía al unísono mientras flotaba su pene, era como
si estuvieran teniendo relaciones sexuales en el metro, donde todo el mundo podría
verlos. De alguna manera, maniobrando su brazo, que no podía casi mover por el
espacio, pudo agarrar el brazo del hombre, Shi-woo negó con la cabeza.
—¡Detente…..
Hmph…!
—Te
pusiste duro, esto te gusta.
—¡...!
El hombre
lamio su nuca con la lengua. Su lengua caliente y pegajosa le envió escalofríos
por la espalda a Shi-woo, y agarro con más fuerza el brazo del hombre. Pero el
hombre siguio moviéndose como si la fuerza de Shi-woo no fuera nada en
comparación con la suya. Mientras el hombre hábilmente apretaba y soltaba el
falo de carne, el pene de Shi-woo comenzó a erguirse lentamente en su mano.
—Hmph,
chúpalo... él, solo... Mmmm...
—Si no has
usado lo del frente, tu orificio trasero también debe ser virgen.
Era obvio
cuál era el agujero trasero del que hablaba el hombre. Él se estaba moviendo
detrás de mí como si me estuviera haciendo un masaje en la espalda. No importa
cuán ingenuo fuera, no podía no saber lo que estaba insinuando.
—Por
favor....No te denunciare…, jeje, no lo haré, de....
—Jaja, no
vas a denunciarme, eso es bueno.
El hombre
interpretó las súplicas de Shi-woo a su
favor y metió la mano un poco más adentro. La mano que había estado acariciando
el glande se adentró aún más y comenzó a frotar el perineo. Sentí como se me
nublaba la vista cuando vi como la mano se movía de un lado a otro, mientras lo
sujetaba con fuerza.
—¡No, no,
hmmm, sí...! ¡Uf, detente…!
—Shh…
Creo que si sigues gimiendo tan fuerte, nos notarán… Claro no evitare que los
demás nos vean, si eso es lo que prefieres.
El hombre
se acercó y dejó escapar un profundo suspiro que sonó más como un gruñido.
Sentí que estaba a punto de ser devorado por una gran bestia. Shi-woo se mordió el labio con fuerza, temeroso de que
alguien los viera como dijo el hombre.
—Buen
chico, eres un buen chico.
Las
lágrimas brotaron de sus ojos mientras hablaba, como si estuviera obedeciendo al
hombre porque quería hacer esto. Lo que no quería era hacer ningún ruido,
porque se dio cuenta de que si lo hacía, podrían descubrirlos. Después de
ahogar sus sollozos, Shi-woo se
estremeció ante los dedos del hombre que tocaba su perineo.
—No he probado
a un virgen en mucho tiempo.
—¡Oye...!
¡Ja... no lo hagas...!
La mano
del hombre, que había estado flotando su perineo, subió y comenzó a frotar
entre sus nalgas. No entendía cómo él podía moverse tan fácilmente cuando él no
podía mover ni un dedo.
El dedo,
que estaba frotando entre sus nalgas ahora estaba presionando su lugar secreto.
Era casi lamentable ver su rostro enrojecido palidecer hasta convertirse en un
fantasma, pero el hombre pareció disfrutarlo más. Uno de los dedos del hombre,
riendo, se clavó a la fuerza en su agujero.
—Si haces
algún ruido fuerte, sabré que quieres que te folle aquí.
Shi-woo no emitió ningún sonido, y el dedo que había
entrado floto suavemente la pared interior hundiéndose más profundamente. No
dolía, pero era una sensación desconocida para mí. Enfoqué toda mi atención en
la sensación incómoda, desconocida y extraña dentro de mí. Un escalofrío me recorrió la espalda era una
sensación que quería ignorar, pero no podía, mientras frotaba mis paredes
internas.
—Uf, ay...
ay...
—¿No te
duele? Aquí no puede ser virgen.
Las
palabras del hombre sembraron dudas en Shi-woo. Tal vez soy raro al tener un
dedo moviéndose en un lugar en el que no debería estar y no me duele. Mientras el
dedo frotaba suavemente mis paredes internas, sentí como si miles de hormigas
caminaran por todo mi cuerpo.
—Cuando
bajes del metro esta vez, no mires atrás y ve directamente al baño.
—Señor...
no me gusta...
—Escúchame,
Shi-woo
Shi-woo se puso rígido ante el tono amable del hombre.
¿Cómo sabe este hombre mi nombre? ¿Por casualidad me conoce? Todo tipo de
pensamientos pasaron por mi mente.
—Ni
siquiera lo pienses, solo compórtate, no quieres que en la escuela empiece el
rumor de que eres “una perra loca por las pollas”.
El tono
del hombre era tranquilo, a diferencia de sus palabras que sonaron como una
amenaza.
****
La
preocupación ahora pesaba más que la vergüenza. Más que el miedo de lo que él
podría hacerle, tenía miedo de quién era este hombre. No podía reconocer la voz
del hombre, pero él sabía su nombre. Tal
vez era alguien de la escuela con quien no era muy cercano. Todo tipo de
cosas malas pasaron por mi mente.
¿Y si corría el rumor en la escuela de que un
hombre había abusado de él?
Yo no
quería eso. Ningún hombre querría eso. Así que Shi-woo hizo lo que el hombre le pidió y se dirigió al
baño tan pronto como se bajó del tren.
No tuve
el coraje para mirar atrás. Estaba seguro al escuchar los pasos detrás de mí que
el hombre lo seguía. No había gente en el baño. No podía soportar la idea de
entrar y dude justo en frente de la entrada, cuando una mano me rozó la
espalda.
—Ve al
compartimento del fondo.
Shi-woo se armó de valor en el último momento,
mordiéndose el labio con su voz tranquila resonando en mis oídos. No podía
desobedecer al hombre, pero tampoco podía obedecerlo sin más. No, no sabía qué
pasaría si entraba en ese baño. No quería entrar porque no sabía.
—Por
favor... bueno, me equivoqué…
Ni
siquiera sé qué hice mal, pero esas palabras salieron de mi boca. Pero si
suplicar así podía lograr que el hombre no hiciera lo que estaba a punto de
hacer, yo podía suplicar cien veces más. Pero el hombre que se reía suavemente
no parecía dispuesto a perdonar, fuera lo que fuera.
—Entra.
El tono
del hombre sonaba amistoso, pero para Shi-woo no era diferente a la de un fantasma.
Sintiéndose como si hubiera sido sentenciado a muerte, Shi-woo hizo un esfuerzo
por mover sus temblorosos pies hacia el compartimento del fondo.
¿Qué me pasara allí? No lo sabía, pero tampoco quería saberlo. El
ordinario baño público ahora parecía ser el infierno.
De
repente, escuché que la puerta se cerraba detrás de mí. Sentí que mi corazón
iba a estallar. Mis manos y pies, helados por el miedo, temblaban ligeramente.
Por más
que lo intenté, no pude recordar al hombre por su voz, aunque le sonaba
vagamente familiar. ¿Quién eres, quién
eres? ¿Por qué me estás haciendo esto? Podría preguntarle cien veces pero
nunca respondería.
—No te
muevas. Si te resistes, te abriré el agujero y me iré.
—Eh, no... Te escucharé… por favor…
—Siempre
has sido un buen chico que sabe escuchar, Shi-woo
—Oh.
La risa
baja del hombre sonaba cariñosa, pero para Shi-woo, era espeluznante y le puso
la piel de gallina. Podía sentir el aliento del hombre justo detrás de mí, y
parecía ser bastante alto.
En la
imaginación de Shi-woo, el físico del hombre, al que no había visto, era como
el de un gigante de unos dos metros de alto. Ni siquiera podía atreverme a
pensar en saltar sobre él.
Shi-woo ni
siquiera pudo protestar cuando el cuerpo del hombre se presionó contra el mío
como en el vagón del metro, sus grandes manos se extendieron hacia el frente,
hacia sus pantalones y desabrocho la hebilla de su pantalón.
Me bajo
los pantalones y la ropa interior a la vez, dejando al descubierto mi trasero
desnudo. Estaba avergonzado de mí mismo por no poder decirle “no” al hombre que
miraba mi trasero desnudo.
—Es
blanco y bonito. Y parece suave.
Bonch... El hombre agarro una de
sus nalgas con la mano y la apretó. Su toque insensible me hizo sentir como si
me hubiera convertido en un objeto. Era como si estuviera viendo que la
mercancía estuviera bien, asegurándose que no tuviera ningún rasguño.
Las
torpes manos amasaron su trasero moviendo sus nalgas de un lado a otro. Shi-woo
se mordió el labio con fuerza, con la nuca teñida de rojo sabía muy bien que
estaba mirando el hombre.
Sintió que
iba a gritar pero, ¿qué pasaría si lo hacía? Era claro que si gritaba aquí y
ahora, el hombre se iría y entonces alguien sabría que casi había sido violado
por un hombre. Además, el hombre sabía quién era.
No puedo si lo hiciera, no sería capaz de
mostrar mi rostro.
—¡dios
mío....!
—Comes tan
bien. ¿Tienes experiencia?
Uno de
los dedos del hombre volvió a clavarlo en mi trasero. No me dolió, pero una
terrible sensación vergonzosa subió desde mis tobillos. No tenía idea de qué
diablos estaba pasando, solo sabía que iba camino a la escuela.
Sentí que
estaba viviendo una sucia pesadilla. Estoy en un baño del metro con los dedos
de un extraño dentro de mi ano, incapaz de defenderme y temblando.
Mi
impotencia fue más humillante cuando el hombre hizo el comentario riéndose, preguntando
si tenía alguna experiencia.
—Bueno,
también eres famoso en la escuela. Pareces virgen, pero tu trasero es el de una
puta.
—Eehee, puta...
¡Hmph...!
—De Ella,
también se dice que hace de todo, siempre y cuando la dejes tragar tu semen.
A pesar
del hombre riéndose por lo bajo, Shi-woo no pudo decir nada. El dedo del hombre dentro
de su agujero se convirtió en un instante en dos antes de darse cuenta.
El rostro
de Shi-woo se puso rojo brillante y no
pudo decir una palabra, solo se estremecía por la presión de los dos dedos. Si
un dedo se sentía extraño cuando lo insertaba, ahora que entraron dos, me
costaba respirar debido a la presión.
—Uf,
uf... ja...
—Esto no
puede dolerte, los estás tragando muy bien.
Mientras
su suave voz parecía calmar a Si-woo, quien estaba a punto de llorar, pero los
dedos dentro de él frotaban la pared interior sin intención de detenerse,
tijereteando como si trataran de ensanchar el estrecho agujero. Cuando penetro
la pared interior estrecha mientras los doblaba, sintió que eso dolía.
No podía
entender dónde y de quién diablos había oído eso el hombre y por qué diablos me
estaba haciendo esto.
—Yo,
no...... ¡Hmph......! No me gusta... ¡Detente, no, ahhhhh!
—¿No?
¿Qué no? Oh, entonces ¿te gusta que te violen?
Ante sus
palabras con una risa lánguida, Shi-woo negó con la cabeza, con lágrimas en los ojos. ¿Qué me gusta que me violen? El hombre
parecía querer hacerle creer que de alguna manera estaba acostumbrado a hacer esto.
—¡Ah, lo
siento...! ¡No, no, no...! ¡Detente...!
—¿Por qué
gritas tan fuerte, Shi-woo? ¿Quieres que otros chicos entren y sean amables
contigo?
Ante las
palabras del hombre, que hizo nada menos que recordarle que se callara antes de
que otros pudieran escucharlo, Shi-woo apretó los dientes mientras las lágrimas
corrían por su rostro.
Mis
piernas temblaban por el dolor que era demasiado para soportar y apenas podía
mantenerme de pie.
—¿Quieres
que le escupa? Eso sería justo lo que necesita tu agujero.
—Oye...
ah... ugh...
Podía
sentir tres dedos retorciéndose dentro de mí. El hombre no parecía tener
ninguna intención de detenerse. El interior de mi ano, que no estaba nada
húmedo, se sentía como si fuera a desgarrarse y sangrar en cualquier momento.
Con la
saliva del violador podría ser un poco mejor. Obviamente, esa sería una
decisión racional, pero sus lágrimas no cesaron ante la terrible humillación.
Al final, el hombre que besó la nuca de Shi-woo, que asintió, se rio.
—Tienes
que pedirlo lindamente, Shi-woo. “Por
favor moja el agujero de Shi-woo con tu
saliva”, anda hazlo.
Realmente
lo odiaba. El hombre que me estaba haciendo esto, que estaba abriendo su
agujero porque no podía escapar de él. Incluso lágrimas de vergüenza rodaban
por mis mejillas y me mordía el labio.
Los
dedos, que estimulaban su agujero, hurgaron dentro mí sin piedad. Sus jadeos de
dolor resonaron por todo el baño.
—¿No te
gusta? Necesito mojarlo para que el pene de tu hermano mayor no se desgarre
cuando lo muerdas. Oh, cierto. He oído que a los chicos a quienes les gusta que
los violen también les gusta que los desgarren... pero aun así no quiero que a Shi-woo
le duela.
Me
estremecí ante la hipocresía del hombre quien lo había arrastrado aquí en
contra de su voluntad para hacer esta mierda, y luego fingía ser dulce al
respecto. Lo supe desde el momento en que metió su dedo, iba a meter su pene dentro
de mi agujero, no otra cosa.
Si tres dedos dolían tanto, ¿qué tan doloroso
seria cuando el hombre meta su pene dentro de mí? Solo
pensar en eso hizo que mi cara se pusiera pálida del miedo. No había nada que
pudiera hacer para evitar desmayarme.
—Chi....
escupe, por, pene...! Shi... Siu, ah, ugh...! Bo....
No pude
encontrar las palabras. No podía decir si las lágrimas provenían por el dolor
que provocaban sus dedos forzando a que mis paredes internas ensancharse o si
las lágrimas provenían de la desesperación. Habría dado cualquier cosa por no
sentir dolor, pero no me atrevía a decir lo que me pidió.
—Shi-woo,
¿vas a romper el corazón de tu hermano mayor? ¿Quieres que te desgarre el ano y
hacerlo sangrar?
Odiaba la
forma en que me hablaba, como si fuera un niño haciendo un berrinche. La forma
en como lo decía, como si se preocupara por mí era igual de horrible. ¿Por qué, por qué diablos me está pasando
esto a mí? Shi-woo, que jadeaba por aire con el rostro lleno de lágrimas,
finalmente habló.
—Xie... Shi-woo
Bo.... bo....jie....... Chi, escupe....
Hmph...
Las
lágrimas rodaron por mis mejillas antes de que pudiera terminar la oración, mi
mente era un desastre de vergüenza y humillación.
Cuando
escuché un chasquido y un escupitajo detrás de mí mientras me limpiaba las
lágrimas. Sentí como el interior de mi agujero lo abría un poco más fácilmente.
—¿Eres tímido?
Sin embargo, buen trabajo, mi pequeño Shi-woo. Buen chico.
—....
Hmph...
Los dedos
del hombre se clavaron en las entrañas de Shi-woo unas cuantas veces más mientras besaba su
coronilla como si fuera un perro bien educado. Aunque pensé que preferiría
morir, me maldije por sentirme aliviado al sentir menos dolor que antes.
—¡Hmph,
ugh......! ugh....
—Mi pene
es más grande que esto, así que tendrás que meter tus dedos aquí todos los días
para ensancharlo. ¿De acuerdo? Así no te lastimarás.
Shi-woo sollozó
y asintió ante las cariñosas palabras que parecían más un regaño, deseando nada
más que el hombre estuviera satisfecho y lo dejara ir, porque ahora todo era
posible.
—¿Respuesta?
—¡Ah,
hmph...! ¡Sí, sí, sí...., ugh...!
—Tu hermano
mayor lo comprobará.
Cuando
asintió y dijo: —Está bien, aparentemente satisfecho, el hombre desaceleró sus
frenéticos movimientos de dedos y besó la cabeza de Shi-woo en todas partes. El
llanto de Shi-woo no era tanto por el miedo que estaba sintiendo si no por
pensar que será penetrado.
—Ugh,
ugh.... Por favor, por favor..... Di.... Escuché bien....
—Se un
buen chico Shi-woo escucha a tu hermano mayor. Abre las piernas.
Su voz
seguía siendo amistosa, pero fue como una orden. Temiendo que podría hacer algo
más si no obedecía, Shi-woo se vio obligado a abrir las piernas, un poco
vacilante. Mientras abría las piernas pude sentir más vívidamente los tres
dedos del hombre hurgando dentro de su agujero.
Mientras
inhalaba profundamente, sentí algo duro y caliente rozando el interior de mi
muslo. El respiró hondo y se estremeció al sentir el objeto desconocido.
—¿Estás
deseando que haga esto?
La risa
baja del hombre sonó como si yo estuviera esperando a que me metiera el pene.
Mordiendo la oreja enrojecida de Shi-woo, el hombre extendió la mano y guio a
Shi-woo para que apretara sus muslos nuevamente. Movió su pene caliente
suavemente hacia adelante y hacia atrás entre sus piernas, casi como si estuvieran
teniendo sexo.
—Entiendo
que quieras que te folle tu hermano mayor, pero hoy tendrás que contenerte,
eres demasiado cachondo para ser virgen, y más en un lugar como este.
—Jajaja...
Llah...
Cada vez
que el hombre movía la cintura, sus dedos se juntaban y se movían por dentro.
Incluso tuve la ilusión de que le estaba dando mi trasero por gusto a este
hombre. Me sentí miserable ante la idea de que me estaba cogiendo con los dedos
a la fuerza, pero estaba agradecido de que en
realidad no me estuviera cogiendo con su pene.
—Mmm,
duele... Awww...
—Shi-woo necesitas trabajar más en tus gemidos. Ja…
Aprieta más las piernas. Así…
El hombre
estaba palpando cada centímetro de mi cuerpo. Una mano apretaba y masturbaba mi
pene flácido, la otra ensanchaba mi agujero trasero. Su pene se movía entre mis
muslos como si estuviera dando una voltereta hacia atrás, y ni siquiera pude
decir que no.
—¡Ah,
eh...! Lo siento lo siento...
—No puedo
esperar para follar el hoyo de Shi-woo, ja, ja… Haa... Se ve delicioso.
—Uf,
hmmm...
Cada vez
que movía la cintura, los dedos se movían juntos y cavaban profundamente, era
terrible, por lo que Shi-woo se mordió el labio y rezó para que esto terminara
pronto. Cada vez que el pene caliente y grueso rozaba su piel desnuda, emitía
un sonido húmedo.
La punta
del pene presionaba firmemente contra su perineo, y cada vez que se movía, su
cuerpo se estremecía y apretaba su agujero, lo que solo hacía que los dedos
dentro de él se sintieran más vívidamente. Sin siquiera darse cuenta de que lo
estaba haciendo, Shi-woo no entendía por qué sus dedos se sentían cada vez más
gruesos.
—Hmph,
ríete... fuera...
—Eso es
bueno. Ponte de pie, así.
Fue como
dijo el hombre. Mi pene que sostenía en su mano, se contraía y crecía en
tamaño. Sentí como si hubiera perdido la cabeza porque tenía semi erecto el
pene, mientras me metía los dedos un hombre en el agujero y me follaba entre
las piernas.
—Supongo
que tienes un don para esto. Lo reconocí desde el momento en que estabas
sacudiendo tu trasero.
—No,
hombre... ¡Ay, ay...! ¡Oh, Dios mío...!
—No, ya
eres bueno para esto.
—¡Hmph....!
El hombre
metió los dedos hasta mi estómago e inmediatamente me puse pálido. Incapaz de
comprender lo que acababa de suceder, Shi-woo jadeó, con los ojos muy abiertos,
y la risa del hombre se escuchó detrás de él.
—Ahí
tienes. Te gusta esto
—Ah,
niiii... ¡Eh, shhhh...! ¡No, no...! ¡Ah, hmmmm...!
Cuanto
más sacudía la cabeza y trataba de sofocar mis gemidos, más rápido empujaba y
empujaba en algún lugar dentro de mí, y con cada golpe, sentía más y más placer
dentro de mi apretado agujero. Shi-woo se estremeció y se tapó la boca, sin
entender por qué sentía placer sexual en este lugar.
No podía
entender por qué los dedos del hombre lo penetraban profundamente, por qué el
placer lo quemaba como fuegos artificiales, por qué hacía ruidos tan extraños,
por qué su pene dolorosamente erecto estaba goteando líquido preseminal en un
instante: esto no podía ser real.
—¡Hmph,
sí...! Ugh... no, uhhh... ¡Haah...!
—Parece
que te gusta demasiado para alguien que dice que lo odia, ¿no crees?
Al
escuchar la risa del hombre, Shi-woo negó con la cabeza y lloró sin poder decir que
no correctamente. Algo estaba saliendo mal. No creo que me hubiera sorprendido
tanto el hecho de sentir placer en mi agujero si fuera una situación diferente.
Pero ahora estaba siendo forzado, y la idea de sentir placer en tal situación
era insoportable.
—Shhh...
Todos los demás te escucharán.
—¡Ah,
je...! ¡Je, no, uhhh...! ¡Para, ah, eso, no, je...!
A pesar
de mis súplicas para que se detuviera, Shi-woo continuó apretándolo. Cada vez que movía los
dedos, me dolía el estómago y no podía soportarlo. Si antes quería que se
detuviera porque sentía dolor, ahora quería que se detuviera porque quería
ignorar el hecho de que estaba disfrutando de esta inusual situación.
—¡No,
eh... uhhhh...! ¡Je, para, odio, je, sí...!
—Debe ser
bueno. Esto ya sabe masticar y tragar así, debes ser una zorra natural después
de todo.
—¡Ah,
Nya, eh…! ¡No, no…!
Shi-woo negó
con la cabeza, miserable por las palabras del hombre que se reía. No podría ser
verdad. No podía ser tan raro. Lo que estaba sintiendo ahora no podía ser
placer.
Tratando
de ignorar el placer que llenaba su estómago, Shi-woo mordió sus dedos. Estaba aterrorizado de que
mi cuerpo se hubiera vuelto loco.
—¡Ah, ahhh...!
¡Hmm, no, mmm, ahhhh...! ¡Hmph...!
Algo debe
estar mal. Tenía más miedo de que mi propio cuerpo estuviera sintiendo más
placer que el hombre que estaba detrás de mí, apretándose más contra mí cuerpo.
Este hombre debe de haberme hecho algo.
No podría
haber hecho esto yo mismo. No había manera de que se hubiera excitado con esto,
no había manera de que hubiera eyaculado. Shi-woo negó con la cabeza
salvajemente, las lágrimas corrían por su rostro. Él no quería creerlo.
—¡No,
no...! ¡Eh...!
Pero no
podía apartarme de los hechos. Los dedos del hombre se movieron y frotaron
dentro del agujero como si fueran serpientes, mientras su agarre en el pene solo
aumentaba en velocidad.
No
importa cuánto luchó Shi-woo, no había forma de escapar del agarre del gran
hombre que había cubierto completamente su pequeño cuerpo. Apretó los dedos y
se estremeció, tratando de contenerse de eyacular lo mejor que pudo.
—Ensuciaste
la mano de tu hermano, eres un chico malo.
El hombre
dijo en un tono travieso, y los ojos de Shi-woo se llenaron de lágrimas. La mano grande que el
hombre me mostró goteaba un líquido blanco turbio.
—Vaya...
Creo que tu hermano mayor también será barato, Shi-woo.
—Ew,
hmph...
Mientras
tocaba los muslos y el cuerpo de Shi-woo quien lloraba, el hombre movió la
cintura como si realmente estuvieran teniendo sexo. Cada vez que el hombre se
movía, sus nalgas chocaban contra su pene y sus lágrimas caían. El calor del
falo duro y pegajoso entre sus muslos era peor que el leve cosquilleo de placer
que aún palpitaba dentro de su agujero.
—Guau...
El semen
del hombre goteo por la pared del baño y sobre los muslos de Shi-woo. El
líquido pegajoso y repugnante lo sentía como si nunca fuera a borrársele.
—No
olvides lo que dijo tu hermano.
Ni
siquiera recordaba lo que dijo el hombre ni nada por el estilo. Después de lo
que pareció una eternidad, el hombre le palmeó el trasero con la misma mano con
que lo follo y oyó que abrió la puerta del baño.
Aun así, Shi-woo
no pudo moverse durante mucho tiempo y
se vio obligado a sentarse en el baño durante mucho tiempo. Sentía como si el
hombre le hubiera quitado algo, para siempre. Algo que nunca volvería a tener.
Wow! Que intenso. Muchas gracias.
ResponderEliminar