Capitulo 2.- Daiki y Minjun

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Después de que Daiki fuera a trabajar, solo Kenta se quedó junto a Touma y Minjun. El calvo y los otros miembros de la banda siguieron a Daiki a su trabajo dejándolo con Touma su tan precioso hijo, a Minjun no le interesaba saber si Kenta era el único con ellos en esa gran mansión. Por el contrario, le era mejor estar solo con Kenta que tener delante a los temibles Yakuza.

Kenta parecía estar a cargo de la educación de Touma. Después del desayuno, le dio a Touma un poco de tiempo libre para después cambiarle de ropa por una sudadera blanca. En un momento de confusión, Touma quien ya había sido vestido por Kenta, se acercó de nuevo a Minjun, se quitó la ropa y le pidió que se la pusiera.

Minjun tocó suavemente el cabello de Touma, que se le había enredado en el cuello de la sudadera tras quedar atascado al jalarlo con fuerza para sacárselo con tal de que Minjun fuera quien se la pusiera, Minjun recibió la sudadera y se la volvió a poner.

Los ojos de Kenta estaban ligeramente fruncidos, pero fingió no haberlo visto ya que él no era Daiki y no quería volver a ser amenazado con aquellos dardos afilados.

Minjun se dio cuenta que el lugar desde donde se veía la habitación de Touma estaba conectado al pasillo principal, sin embargo, las habitaciones se conectaban entre sí y no por el pasillo.

Pasando por un vestidor y una habitación sin puertas, se encontraba el lugar donde Touma estudiaba todos los días. Al mirar el escritorio y la pequeña silla hechos a medida de la altura del niño, me sentí como un gigante en un país pequeño. Había una pequeña pizarra frente al escritorio y una silla muy, muy pequeña, al su lado.

Al parecer, no era la silla de Touma. Minjun miró fijamente hacia el trasero de Kenta, quien lideraba el camino hacia la habitación y volviendo a fijar su mirada en la mini silla, Minjun se echó a reír al imaginar a Kenta sentado en aquella pequeña silla mentiras enseña a Touma con seriedad.

—¿Eh? Por qué, mamá. ¿de qué te ríes?

—Lo siento...mamá de repente se imaginó en algo muy gracioso. Poof... ¿qué me pasa?

—¿Qué pasa, mamá?

Touma tiró del brazo de Minjun rogándole que le dijera, Minjun no tuvo más remedio que soltar la mano de Touma y colocar su trasero encima de la pequeña silla sentándose. Él no era muy grande pero aun así estaba incómodo porque solo podía sentarse en medio de la silla dejando dos mitades de ambas nalgas al aire.

—Es... es tan gracioso pensar que estoy sentado así... ¿Qué hago, Touma? Mamá, no puede dejar de reír. ¿No es gracioso?

—Sí, es gracioso, el trasero de Kenta se encoje cuando se sienta y se queja, pero a Toma le divierte

Touma sentó su lindo trasero imitando a Kenta sentado para reírse suavemente junto a Minjun. Al ver a Touma comprender completamente las palabras tácitas de Minjun, Kenta no pudo evitar asombrarse por dentro. Incluso el inteligente Kenta dudó si en realidad solo hubiere pasado un día desde que se conocieron.

Touma, quien sacudió sus caderas y agarró su estómago, era tan lindo que Minjun abrazó al niño y lo cargo para juagar al avión sin ver que los músculos faciales de Kenta se endurecían rápidamente.

—Touma, eres tan lindo, mamá jugara contigo al avión.

Minjun giró a Touma hacia un lado y se lo puso en la cintura, recordando el juego del avión que solía jugar con su abuelo cuando era joven. Minjun y el cuerpo de Touma formaban una cruz perfecta. Cuando Kenta se sorprendió y corrió hacia ellos, Minjun ya estaba animándolo mientras llevaba a Touma horizontalmente.

—Wow, es divertido. Es divertido, mamá. Vamos... Toma es un avión.

El viento se levantó de repente por lo rápido que estábamos girando.

—No puedes hacer esto.

—¿Qué piensas? ¿ves? A Touma realmente le gusta. Jeje...Oh, es difícil.

—Acaba de desayunar si le das vueltas así...

—Ugh

Minjun se detuvo de repente al escuchar el sonido de las náuseas, pero su cuerpo dio una vuelta y tropezó mientras mantenía abrazado a Toma. Kenta impidió que Minjun cayera y, afortunadamente, los dos terminaron sentados en el suelo sobre Kenta quien se tragó un grito de dolor al sostener el peso de dos personas.

—Touma, ¿estás bien? ¿Te sientes mal? Espera no vomites

Minjun miró a su alrededor para ver si había una bolsa o un cuenco. Pero solo había libros en la sala de estudio. Minjun jura para sus adentros porque hay tantos libros en la habitación de un niño de tres años, Minjun curvó las palmas de las manos como un cuenco y las puso enfrente de Touma.

—Está bien, puedes vomitar en las manos de mamá.

La cara de Touma se puso blanca y se tapó la boca con su pequeña mano negando con la cabeza. Minjun pensó que era porque le apenaba vomitar en sus manos así que le dijo que estaba bien con ojos tristes.

Luego acercó su mano a la boca de Touma. De hecho, Minjun era de estómago débil, al ver a alguien vomitar, siempre agarraba su estómago y vomitaba también. Él iba a la escuela de enfermería, pero cuando veía sangre, se mareaba y desmayaba.

Sin embargo, extrañamente, los sentimientos por Touma eran algo diferentes. ¿Realmente había llegado a sentirse como su madre solo porque el encantador niño lo llamó —mamá—? Minjun apenas tenía un día de haberlo conocido, pero sentía tanto cariño por el niño como si llevara mucho tiempo conociéndolo.

—Touma, mamá se encargará de esto, así que vomita rápido.

—Bueno, Minjun, si te pones de pie un momento yo...

—Espera por favor. Para que pueda vomitar

Touma parpadeó con los ojos redondos y miró a Minjun mientras bajaba la mano que cubría su boca y luego masticó algo en su boca como un ternero rumiando.

—¿Touma...?

—Mamá, no voy a hacer Toma Uek. Mira, mira, arriba.

Toma devolvió lo que había estado a punto de vomitar a su lugar original y mostró con orgullo el interior de su boca a Minjun. Este elevo la comisura de la boca y sonrió tan suavemente como pudo. La adrenalina de haber querido tomar el vómito había desaparecido y de repente se sintió enfermo, pero aun así agarró a Touma con suavidad levantándose del cuerpo de Kenta.

—Vamos a cepillarnos los dientes una vez más.

—Sí mamá.

Cuando las dos personas que lo habían estado usando como cojín se levantaron y retiraron, Kenta finalmente pudo incorporarse y calmar sus articulaciones adoloridas. Inicialmente Kenta sintió miedo de Minjun, quien probablemente traerá un gran tsunami que marcaría un gran punto de inflexión en su vida. Algo que nunca había experimentado antes. En pocas palabras, había encontrado a un «fuerte enemigo».

• * *

Daiki entro a casa hablando con Ren sobre la expansión del centro comercial, mientras caminaba por el pasillo y lo recibían los miembros habituales de su grupo, no pudo ver a Touma quien normalmente salía corriendo apenas llegaba. Daiki miró el reloj y tampoco era hora de que Touma durmiera.

Era inevitable todas las veces en las que llegaba tarde pero cuando eran pasadas las 7 en punto como hoy, Touma era quien siempre salía primero a darle la bienvenida. Miró a Kenta, cuyo rostro había sido gravemente dañado por el arduo trabajo de día y medio.

—¿Qué hay de Touma?

—Ya viene.

—¿Por qué saliste primero?

—Eso...

Antes de que Kenta pudiera terminar, escuchó un extraño sonido en alguna parte. Daiki miró al final del pasillo que tenía más de 20 metros de largo.

—Rana.

Croak, Croak.

—Rana.

Croak, Croak.

—Nuestro Touma está bien. Solo es una rana de nuevo.

—Touma, croak, croak... Es Papa

Daiki miró alternativamente a Touma, que estaba saltando de cuatro patas como una rana mientras cantaba y le decía Papa, y a Minjun, que caminaba a su lado, gritando rana. Las cejas de Daiki se movieron por un momento, ya que nunca había imaginado que escucharía a ranas cantar en su propia casa.

—Kenta, explícame.

—Cuando Minjun dice «pato», Touma dice cuac» y camina como un pato y cuando dice «pollito», camina como uno, diciendo «pio pio». Al parecer en todos los jardines de infancia coreanos lo hacen.

—¿Es lo que sabes?

—A Touma le encanta. Pero es la primera vez que actúa como una rana, así que le da vergüenza.

—Papá, es Toma croak, no me llames Toma croak, llámame croak, ¿está bien?

Fue solo cuando Touma alcanzó los dedos de los pies de Daiki que se levantó y aferró a él. Los ojos de Daiki miraron a Minjun ferozmente mientras abrazó a Touma, quien sonreía brillantemente. Minjun, que tenía una sonrisa brillante comparable a la de Touma, cerró la boca y evitando mirar los ojos brillantes de Daiki.

—Espera un segundo

—Papá, ¿viste a Toma?

Touma agarró la cara de Daiki, quien miraba a Minjun con fiereza, y le hizo mirarlo.

—Papá, croak, inténtalo

—Touma, espera...

Touma, que tiene largas pestañas y ojos grandes para un niño, puso los ojos en blanco y miró a Daiki. ante los ojos angelicales de su pequeño hijo el hombre apenas pudo evitar sonreír. El sudor goteaba de las sienes de los Yakuza que se alineaban junto a Daiki.

No importa cuánto lo pidiera Touma, no pensaron que la palabra —Rana— saldría de la boca de Daiki. Pero...

—Rana

Con una voz profunda y pesada, Daiki dijo que era una rana y los yakuza inclinaron la cabeza con sudor frío en las manos. No se atrevían a escuchar.

—¡Croak, croak!

Toma, canto emocionado mientras sacudía su trasero en los brazos de Daiki. Escuché una risa reprimida escapando de sus labios en algún lugar. Los yakuzas, que inclinaron la cabeza, todos levantaron los ojos y miraron ferozmente a Minjun, que sonreía sin aliento.

—Kenta.

—Si jefe

—Sostenlo.

Kenta aceptó a Touma ante el comentario de Daiki y se alejó. Entonces Minjun asustado se agarró del dobladillo en ropa de Touma.

—To...Touma tiene que ir con mamá.

Minjun sintió una atmósfera inquietante como si hubiera entrado en un refrigerador y se aferró a Touma.

—Sí, Toma irá con mamá.

Cuando Touma extendió las manos de los brazos de Kenta a Minjun, rápidamente puso su mano hacia el costado del niño, pero Touma no pudo llegar a los brazos de Minjun. Antes de que el trasero de Touma se levantara del antebrazo de Kenta, la voz apagada de Daiki hizo que su hijo volviera a sentarse.

—Touma, ve con Kenta.

—Si. Mamá, nos vemos luego.

—To... Touma ... tienes que llevar a mamá contigo también.

Minjun no pudo volver la cabeza hacia Daiki hasta que Touma dio la vuelta al pasillo y desapareció. No creía haber hecho nada particularmente malo, pero simplemente tenía miedo, Además, era tan atractivo que su cuerpo se retorcía y el corazón latía con fuerza como si fuera a escapársele del pecho, aunque eso fue antes de que Daiki lo llamara enojado.

—Necesito hablar contigo un minuto.

—¿En el estudio?

Minjun, que estaba sorprendido como un gato ahora estaba aterrorizado, le vino el recuerdo el tablero de dardos pegado en medio de la pared y sacudió la cabeza.

• * *

Minjun se hizo a un lado del plato de dardos detrás de él, mirando a los ojos de Daiki, mientras que este último se paró de espaldas a la ventana viendo fijamente a Minjun por largo tiempo. Esa fría mirada era suficiente para alcanzar temperaturas bajo cero, pero sin saber porque tenía la sensación de que podría incendiarse en cualquier momento.

—No quiero que mi hijo vuelva a imitar a una bestia.

—No es una bestia, es un animal lindo.

Reprocho Minjun con toda seriedad al notar que no veía a Touma correctamente y que tampoco le prestaba la atención adecuada.

—Cuando digo bestia, es bestia.

Y el sonido del viento fue suficiente para tranquilizar rápidamente a Minjun. La aguja del dardo lanzado por Daiki se dobló con un sonido metálico, entrando rápidamente en el campo de visión de Minjun y clavándose directamente al centro del tablero. Una bola rápida lanzada por un pitcher de Grandes Ligas del baseball no sería tan precisa.

Después de revisar la aguja clavada, Min-jun dirigió su mirada a Daiki, el rústico sonido de engranajes de más de 100 años salió de su cuello.

—Lo siento, Touma ama tanto hacer de ranita.

—A un niño le gusta todo cuando es divertido. Todavía es joven. ¿Qué sabes?

—No, sin importar lo joven que sea, lo sé.

Minjun, que había estado gritando unas octavas más alto sin darse cuenta, miró al yakuza parado a su lado ante el sonido de huesos crujientes. El calvo, el que parecía un ladrón de montaña y el peludo como un oso de peluche apretaron los puños observando a Minjun, quien le gritó a su jefe. Pero sus miradas eran un poco extrañas.

Es una mirada de simpatía que le aconsejaba no responder sino afirmar que no lo sabe. Minjun sintió una extraña humanidad en ellos y se dejó caer frente a su asiento. Mientras rogaba frotando las manos.

—Está bien, nunca volveré a enseñarle el juego de los animales.

Daiki se arrodilló y miró a Minjun, que estaba cerrando los ojos con fuerza, Daiki tenía una fina arruga en medio de la frente, no estaba seguro si le resultaba agradable o no.

—Levántate.

Minjun saltó como un resorte. Por alguna razón, escuché una pequeña risa en alguna parte, pero luego negué con la cabeza. ¿Quién puede reírse en el estudio de Daiki, donde abundan los dardos?

—Vete.

—Sí, señor.

Minjun dijo en voz alta como el nuevo recluta que acababa de unirse al ejército parándose y buscando salir del estudio rápidamente.

—Espera un minuto.

Minjun no giró su cuerpo, sino que levantó un pie en el aire y se quedó inmóvil.

—Si vuelves a arrodillarte una vez más, me encargare de ti ¿Entiendes?

—Si.

«Pero todo eso fue culpa tuya, solo mi madre y yo somos los únicos que nos arrodillamos»

En cuanto su boca y cuerpo gritaron diferentes respuestas, Minjun rápidamente se cubrió la boca con las manos por miedo a que sus pensamientos escaparan inútilmente. Minjun asintió de nuevo y salió corriendo del estudio en caso de que alguien tratara de agarrarlo.

• * *

Minjun estaba distraído, mirando una montaña distante mientras que Touma se retorcía en su regazo. Había pasado una semana desde que Minjun llego. Durante una semana, Minjun vivió con ellos llegando a interpretar el mundo de los Yakuza como las capas de la cebolla. Eran los hombres más extraños del mundo, que según él eran ambas cosas, modernos pero estrictos que se adherían a sus propias reglas únicas.

Pero lo más resaltante era que no siempre daban miedo, Minjun había juzgado mal a los Yakuza. Pensé que cualquier día aparecería como un cadáver flotando, pero sorprendentemente, hubo días normales muy similares al de la gente común. La yakuza aquí siempre trataban a Minjun con cortesía como si pensara en él como la mamá de Touma. Yuuki, quien está a cargo de la limpieza del segundo piso, es un joven rural que nunca revela su edad, pero parecía que no podía matar una mosca. Así que me preocupaba que le pasara algo si salía a pelear y lo apuñalaban.

Todos habían tenido trabajos glamorosos incluidos chefs, cocineros, tenderos de verduras, instructores de piano, peluqueros e incluso médicos. No podía creerlo, pero cuando me enteré que el calvo Ren era un especialista en cirugías de la columna vertebral con licencia médica, grite de la sorpresa frente a Daiki. Luego, casi me voy directamente al infierno cuando trataron de meter una manguera de jardín por mi boca. Pero estas cosas no fueron tan sorprendentes para Minjun. Lo realmente sorprendente era que todas las mañanas, Minjun seguía recibiendo un beso matutino de Daiki después de Touma. Por supuesto, también estaba el papel de su hijo de tres años, Touma, que, en el corazón de Minjun, ya se había convertido en su verdadero hijo.

Pero si no le gustara, ¿podría besar los labios de un hombre todos los días por el bien de tu hijo? Se preguntaba si Daiki estaba interesado en él, pero inmediatamente concluyó que no lo estaba en absoluto. Minjun únicamente escuchaba el sonido del viento que se cortaba al ser atravesado por la aguja del dardo. No hay hombre en el mundo que le haga esto a alguien que le gusta. El problema era él mismo. Cuando se le acercaba exudaba una gran cantidad de feromonas masculinas, y beso sus labios y Touma aplaudía, le gustaba y las llamas ardieron en su cuerpo.

—Si no fuera por los dardos... A este paso las agujas del dado me convertirán en brochetas antes de que me dé cuenta.

Cuando Minjun murmuró en coreano, Touma se llevó la mano a la boca y dijo.

—¿Ah, ¿sí?

—Mamá, ¿papá está aquí?

Toma respondió extrañamente al coreano de Minjun.

—Papá. Papá está en el trabajo.

—No, no. Papá está navegando en el mar.

Touma abrazó el cuello de Minjun con fuerza. Como si nunca hubiera recibido el amor de su madre, Touma siempre quería ser abrazado por Minjun. Sintiendo lástima por Touma de esa manera, Minjun solo lo miró tiernamente, dejando que el niño hiciera lo que estaba haciendo.

—Touma, ¿pintamos y jugamos?

—¿Qué tal hacer un dibujo de Touma? Vamos a hacerlo.

Ahora que lo pienso, creo que el dibujó algo en su cuaderno hace un tiempo. Minjun miró a su alrededor y encontró el cuaderno de bocetos dibujado por Touma. Esperando a ver los coloridos dibujos de Touma sobre las hojas blancas, Minjun sorprendido se arrodilló con Toma en brazos y ojeo el cuaderno de bocetos pintado. Touma, que colgaba como un koala, aplaudió desde el regazo de Minjun.

—Touma, ¿esto que es? ¿E... es de noche?

—No, es la ropa de Toma

—¿El armario...? ¿Dónde está esto?

—Mira, mira. La ropa de Toma es negra.

Ahora que lo pienso, Kenta traía la ropa de Minjun y la de Toma todas las mañanas, así que nunca había mirado su vestidor. Había un pequeño vestidor cerca del baño, así que cambiaba mi pijama y ropa interior allí. Minjun miró su ropa y la casaca que llevaba Toma.

Como ayer, vestía una camisa blanca y pantalón negro. Touma no era diferente. Lo único que no llevaba Minjun, pero si Touma, era que a veces tenía unos bonitos dibujos, pero el color de su ropa era mayormente blanco, gris o negro. Minjun llevó a Touma al vestidor y abrió la puerta del armario. Luego, conteniendo sus gritos llamó a Kenta.

—Señor Kenta, Señor Kenta.

—Kenta, Kentaaa

Cuando Minjun gritó por Kenta, Touma también lo imito y llamó a Kenta esperando que así descansara la garganta. Su rostro se puso rojo por lo fuerte que gritaba. De repente, la puerta se abrió de golpe y Kenta entró corriendo con el cinturón desabrochado, tal vez estaba en el baño. Poco después, se escuchó el sonido de varios pasos bajando las escaleras. Era el sonido de otros miembros de la organización que se acercaban.

—¿Que está pasando?

—¿Qué diablos es todo esto?

Minjun estallo contra Kenta, señalando la ropa de Touma y rociando el aire con saliva. ¿Qué culpa tenía él? Si alguien en esta casa ordenó esto, estaba claro que sería Daiki, el jefe de la facción Ueyama, él era el responsable. Pero Minjun, que no tenía el valor de gritarle, arrojó toda la culpa sobre Kenta.

—¿Hay algún problema con el armario de Touma?

—¿Por qué toda su ropa es negra? No hay nada colorido. Es simplemente acromático por todas partes. ¿Dónde está el cuaderno de bocetos?

—Mamá, aquí.

Cuando lo trajo, Touma le mostró una imagen del guardarropa que había dibujado.

—Toma, eso es amable de tu parte. Vamos a mostrárselo a Kenta.

—Si, mamá. Kenta, esta es la ropa de Touma. Mira, mira ¿es un buen dibujo?

Thomas se puso el cuaderno de bocetos en su cabeza y miró a Kenta. Kenta, que estaba mirando un cuaderno de bocetos negro que no tenía forma ni sensación, se abrochó el cinturón en silencio mirando a los miembros de la pandilla que esperaban en el pasillo. Escuché el sonido de pasos que subían y bajaban de manera ordenada.

—Minjun. No se puede usar nada más que blanco y negro en esta casa. Afortunadamente, para Touma agregaron el gris.

—¿Y por qué?

—Es orden del Maestro Daiki.

—Caraj, eup. No, Toma, es un ca...un elemento llamado carbono, no es una maldición.

Cuando Minjun escupió malas palabras en coreano, Touma miró hacia atrás, abriendo los ojos. Cuando Minjun se avergonzó y le envió una mirada de ayuda a Kenta, un hombre japonés, de alguna manera dijo carbono con gestos de su boca.

—Sabes, mmm, Touma ya lo sabes.

—Gracias, Kenta. No, no realmente agradezco tu ayuda, pero ¿Qué piensas de Touma, que solo ha estado en el mundo durante tres años y solamente está dibujando con negro de entre todos los colores?

—Eso...

—Esto no puede ser, incluso la caca tiene color, pero el guardarropa de mi hijo ahora es como el de una funeraria. Corríjalo para que Touma pueda ver la variedad de colores que hay.

—Minjun, lo que el Maestro Daiki ordenó una vez es una ley inquebrantable aquí.

Kenta no mostró signos de retroceder. No es que no esté preocupado cuando piensa en Touma, pero Kenta, que sabe lo que estaba haciendo Daiki con esta orden, no tenía más opción que obedecer.

—Entonces, Kenta está de acuerdo que cuando nuestro Touma crezca sus amigos le preguntaran, «¿Qué color te gusta?» y dirá «¿Me gusta el negro?» Hay un problema con que le guste el negro. Y yo que me preguntaba por qué estaba tan deprimido y era porque vivía en una casa de colores acromáticos.

Kenta, que estaba escuchando a Min-jun sin cambiar de expresión, estuvo a punto de preguntar: «¿Dónde?» cuando escucho que estaba deprimido. Sin embargo, no podía negar que sus palabras tenían sentido. Después de que Kenta dudó por un momento, Min-jun rompió el silencio sin detenerse.

—Entonces, deja que lo vista alguna vez cuando Daiki no esté. Quiero mostrarle a Touma la belleza del color. El es niño tan lindo.

Minjun envolvió el rostro de Toma y lo empujó hacia Kenta. Toma también arqueó las cejas, abrió los ojos y puso una linda cara. Un gemido de admiración salió de la boca de Kenta.

—¿Quieres que crezca como un niño no conoce otra cosa que el negro?

—Shi, Toma sólo conoce el negro.

—Si es después de que el Maestro Daiki se vaya a trabajar...

—¿De verdad?

—Sí.

—¿Vamos de compras?

—¿Compras?

—Vamos a ir de compras, Touma.

—No puedes hacer eso. Vamos a comprar en línea. El Maestro Daiki tiene un centro comercial en Shinjuku. Si compra allí, organizaran la entrega de inmediato.

—¿En el distrito Shinjuku? Wah. ahí es donde extorsionan dinero... No, quiero decir, ¿estás recibiendo una paga?

Minjun pensó que debido a que eran Yakuza, por supuesto, estaban extorsionando al distrito. Por supuesto, si miras a Daiki, no parece alguien que amenace a otros o extorsione por dinero.

—Minjun.

—¿Sí?

—Creo que estás malinterpretando algo, así que lo diré claramente esta vez. El maestro Daiki no hace cosas así. El grupo Ueyama no solo protege los distritos comerciales y los comerciantes alrededor de Tokio, sino que también evita que los yakuza de otras ciudades ataquen...

—Hey, ¿haces todo eso gratis? No lo obtendrían por unos pocos centavos. No hay forma de que una casa tan magnífica caiga del cielo.

Kenta comprendió su estupidez al tratar de corregir los prejuicios de Minjun sobre los Yakuza y se calló. Mientras salía a traer su Tablet.

Minjun abrazó a Touma y dio vueltas vitoreando, Minjun, quien originalmente estaba interesado en la moda, pensó que podía comprar sin límite por primera vez en mucho tiempo, su corazón deprimido parecía haberse aliviado gracias a Daiki.

Minjun pensaba comprar en grandes cantidades. No estaba seguro de que hubiera una oportunidad de usarlo, pero sería divertido cambiar a ropa en pareja con Touma, tres o cuatro veces al día.

Cuando a Minjun le gustaba, Touma sacudía su trasero gritando. Toma movió mucho su trasero, especialmente cuando estaba de buen humor o no podía ocultar su emoción.

• * *

Los artículos que me divertí comprando con Touma empezaron a ser entregados uno a uno por la tarde, la mayoría eran prendas como sudaderas y jeans que combinaba con las de Touma, y también compré un juego de cama adecuado para la habitación del niño.

Tan pronto como llegó la ropa, le puse una sudadera amarilla a Touma. Touma corrió a la sala de estudio gritando —Creon— y sacó una bolsa llena de crayones.

—Es Creong. Toma es el Creong Machi amarillo, mamá.

—Entonces también a mamá la pintaras con el crayon amarillo.

Minjun se quitó la camisa y puso una sudadera del mismo color que Touma. Cuando vestía la sudadera con el mismo color que él, Touma saltó y frotó su rostro contra Minjun por que le gustó. Touma, que era la primera vez que veía ropa colorida, se sorprendió y a Minju le complació al verse dibujado con los crayones a ambos del mismo color. Minjun estaba preocupado de que pudiera haber hecho algo peligroso, pero pensé que era suficiente porque a Touma le gustaba.

—Touma, ¿quieres ir a cenar con el mismo atuendo que mamá?

—Sí, togata, ropa amarilla.

Minjun, quien le dio un fuerte abrazo a Touma, quien sonreía alegremente, se puso unos jeans con las rodillas rasgadas y se dirigió a la mesa.

• * *

La risa no abandonó la mesa durante de mucho tiempo. Touma estaba tan feliz que pateó y tomó las guarniciones que Minjun le había llevado a la boca. Touma cantaba diciendo crayones todo el tiempo y se divirtió. Su figura era tan hermosa que Minjun incluso siguió el ritmo y canto también crayones.

Me sentí intimidado hoy cuando Hakuto, un sapo que estaba trabajando en casa en lugar de seguir a Daiki, se acercó a Kenta que estaba cenando con él y le susurró al oído. Cortó la hamburguesa en trozos pequeños en el plato de Thomas y miró a Kenta. y pregunto.

—¿Qué ocurre? ¿Que está pasando?

—Oye, creo que será mejor que te vayas y te cambies ahora.

—¿Por qué?

—El jefe está en casa ahora...

—... para ser exactos, está en el primer piso.

Por un momento, se sintió como si la hamburguesa que acababan de masticar se convirtiera en una vaca y estaba a punto de salirse de mi estómago. Mi corazón latía con fuerza y ​​la comida rodaba por dentro. Minjun miró a Touma, que todavía estaba disfrutando de su comida/cena. No podría decirle a Touma que se cambiara de ropa.

—No me va a matar solo porque llevamos una camiseta amarilla.

Min-jun le dijo a Kenta resueltamente, haciendo un conopial que nunca antes había hecho.

—Solo comeré. Ya casi terminamos de comer, así que después podrá matarme.

—¿Quién va a matar a quién?

Aunque Minjun fue valiente, momentáneamente apretó su estómago con la voz áspera que venía detrás de él. Si no hubiera sido así, la ropa no sería el problema, podrían haber sucedido más. Un error fatal. Caminando lentamente hacia adelante pasando a Minjun, Daiki miró de cerca a los dos. 

Sus ojos se volvieron gradualmente hacia abajo, y bajó un poco la cabeza para mirar debajo de la mesa, y sus hermosas cejas se movieron una vez mientras miraba los jeans que estaban a punto de romperse en dos. También identificó las delicadas rodillas que aleteaban desde la silla de la mesa. Las rodillas de Toma se mostraban a través de los jeans rotos. Daiki levantó la cabeza y miró a Minjun, que temblaba de miedo.

—¿Qué le has hecho a mi hijo?

—Eso, eso, eso, eso es lo que los niños... ¿qué tienen esta edad en la cual se desarrolla la identificación de colores, pero tú, demasiado blanco...?

—¿Estas tartamudeando? No puedes hablar correctamente.

Daiki levantó un poco la voz, quizás molesto por el sonido del tartamudeo automático de Minjun. No se atrevió a gritar por culpa de Touma.

—Lo usé para que Touma conociera la variedad de colores que hay. Y a Touma le gustó mucho.

—Eh, te quiero mucho, papá, Toma es Creong. Amarillo Creong. No más Toma, llámame Creong fLog, ¿sabes?

Los ojos de Daiki se convirtieron inmediatamente en una aguja de dardo y se engancharon a Minjun. No sé si es solo mi sentimiento, pero sentí un dolor agudo como una aguja clavada en el lugar donde se quedaron los ojos de Daiki.


—¿Escuche mal? ¿Ahora mi hijo se llama a sí mismo un crayón?

—No, eso pasa por que es un niño, es cuando son más expresivo. Pensé que era un lápiz hasta los cinco años. Ya que mi cabello es todo negro...

—Cámbiate de inmediato.

Cuando Daiki no pudo soportar la asombrosa respuesta de Minjun, gritó y Touma rompió a llorar.

—No le grites a mamá, odio a papá.

Minjun secó las lágrimas de Touma y lo abrazó.

—Está bien, mamá y mamá está decidida a superarlo todo por ti, así que probablemente papá ya se esté arrepintiendo.

—Kenta llévate a Touma a su habitación.

—Daiki. Minjun no es...

—Hablaré contigo más tarde. Llévatelo

Kenta pensó que tenía la culpa por no detener a Minjun hasta el final y tenía la intención de cargar con todo, pero Daiki le impidió decir una palabra.

—¿Porque porque? — No hagas esto. ¡Sin violencia familiar! ¿No me digas que intentas pegarme después de enviar a Toma? No puedes.

Minjun abrazó a Touma como un salvavidas y puso los ojos en blanco, fingiendo ser un soldado rodeado de enemigos por todas partes, pero abrazó a Toma solo cuando se dio cuenta de que no podía detenerlo de Daiki, Kenta, Itsuki y Hakuto. Touma, que dejó de llorar, le dio una palmada en la espalda a Minjun.

• * *

Minjun se paró justo en frente de la puerta para mantener la distancia de él tanto como fuera posible, enfrentándolo en el estudio a Daiki, jugando con la sudadera amarilla y mirándolo.

—Maldita sea, cuando miro a Daiki, puedo ver cosas que no vi ni siquiera cuando está en casa. Prefiero no ver lo guapo que es. Ese rostro y esa personalidad no están en contra de la ley.

Daiki giró la caja de oro un par de veces con las manos y la dejó sobre el escritorio. Volvió los ojos hacia Minjun, que sostenía el pomo de la puerta, como si fuera a huir.

—Si tienes algo que decir, dilo.

—Uh, nada.

Minjun, que todavía tiene tartamudeo, se tocó la boca y la golpeó con la mano.

¿De qué diablos está el preguntando? Por qué no creo que pueda quedarme despierto todo el día.

—Qué, ¿qué acabas de hacer?

Daiki frunció el ceño cuando Minjun de repente se golpeó en su boca con la palma de su mano.

—Seguía tartamudeando así que apagué el interruptor.

—¡¿Decir ah?!

Daiki negó con la cabeza mientras miraba a Minjun con una mirada diferente. El corazón de Minjun latía con fuerza mientras negaba con la cabeza y se veía ridículo, incluso cuando Daiki, quien estaba perfectamente arreglado de la cabeza a los pies. Él es tan sexy Incluso en medio de esto, Minjun no podía pensar bien debido a la atmósfera sexual que era difícil de acercar a él. Mientras tanto Daiki se quedó en silencio por un momento y, no queriendo fumar un cigarrillo, metió la mano en el bolsillo de sus pantalones en lugar de alcanzar la caja de oro.

—Esto es suficiente para Touma. No profundices demasiado.

Ante las inesperadas palabras de Daiki, el corazón de Minjun se hundió. Es un ser humano con emociones no un robot y no le será tan fácil. Para Minjun, esas palabras sonaron como si solo le estuviera diciendo que jugara con Touma mientras él lo siguiera llamando mamá.

Minjun no pudo contener su angustia y no es el rival adecuado para ganar en una pelea. Lo sabía con la cabeza, pero su boca ya estaba contestándole a Daiki.

—Entonces, cuando Touma me llame Mamó, ¿tan solo respondo y juego con él?

—¿Qué?

—Sabes, creo que es un niño lindo. Puedo tocar un gusano por Touma. No puedo tocar insectos sin pelo o animales. Una vez toqué un gusano y me desmayé durante un día y medio. Pero puedo tocar un gusano por Touma.

Minjun continuó hablando, con el corazón a mil por hora.

—¿Pero me estás pidiendo que solo juegue con el? ¿Soy un juguete? ¿Él es un robot? Cuando estás con un niño, puedes sentir e influir en el. Daiki cree que Toma es de su propiedad, ¿no es así?

Su boca escupía las palabras que quería decir una y tras otra, como un disparo rápido, pero, por el contrario, su mente sintió un miedo extremo y su visión se volvió amarilla. Cuando comenzó a sentirse mareado, Minjun rápidamente se cubrió la boca con ambas manos. Daiki se para de su asiento detrás del escritorio y movió sus largas piernas hacia Minjun, quien estaba de pie con la boca tapada. Minjun miró hacia atrás, no tenía a dónde ir. 

Si Daiki agita el puño, abriría la puerta y huiría, pero sus piernas temblaron cuando se dio cuenta de que no había nadie que lo detuviera a hacerlo excepto Touma. Antes de que me diera cuenta, Daiki estaba mirando hacia abajo como si estuviera cubriendo el cuerpo de Minjun. Minjun estaba aterrorizado por Daiki, pero no pudo actuar debido al sutil aroma a bergamota que emanaba. Solo quería fingir que estaba loco y abrazarlo.

Cuando estaba en este delirio anormal, Daiki puso su mano en la pared y encerró a Minjun entre la puerta y él mismo. Cuando sintió la temperatura de su cuerpo frente a su nariz, Minjun gritó y se deslizó hacia abajo. Minjun oró por su vida con las manos.

—Lo siento, lo siento mucho. No puedo evitarlo. No creo que sea mi voluntad. ¿Podrías hacer una excepción en este caso? Debo estar loco.

Sorprendentemente, Daiki se arrodillo flexionando solo una rodilla frente a un suplicante Minjun. Agarró la cara de Minjun con los dedos. El con el rostro rojo cubierto de lágrimas miró a Daiki haciendo un gemido.

—¿Me tienes miedo?

Min-jun no pudo hablar y asintió con la cabeza sobre los dedos de Daiki. Miró a Minjun así durante mucho tiempo, luego tomó una respiración corta que era casi invisible y dijo.

—El azul está permitido.

—Sí...?

—Quiero decir, te dejaré usar el color azul en la ropa.

Como si aún estuviera insatisfecho con lo que dijo, Daiki sacudió la cara de Minjun, se levantó y caminó hacia el escritorio.

—¿Solo un...? ¿Qué hay del amarillo?

—Solo el azul. Sal de aquí.

—Ni siquiera es un pitufo, solo azul. Lo comprare todo azul.

Minjun, que no sabía lo difícil que era para Daiki decir solo azul, murmuró en coreano para que no pudiera entender. De repente, Minjun, quien vio a Daiki sosteniendo la aguja de un dardo en su escritorio, abrió la puerta y salió corriendo al mismo tiempo que su mano se movía.

Tan pronto como cerré la puerta, se escuchó el sonido de una aguja al ser insertada.

• * *

Minjun, que no tiene un hábito de dormir en particular, pero duerme tan profundamente que parece un muerto ya que nada ni nadie lo puede despertar una vez que duerme, ha estado preocupado por las señales del niño desde que se duerme con Touma. Curiosamente, abre los ojos de par en par con solo oír a Touma murmurar algo mientras duerme. Toma, que rodaba en la cama por la mañana, a veces pateaba la cara de Minjun, pero cuando lo hacía, ni siquiera se movía y dormía bien. Solo era sensible a la voz de Touma.

Cuando se escuchó el llanto de un niño en algún lugar, Minjun abrió los ojos como si alguien lo estuviera tirando de la mano. Debido a Thomas, que no puede dormir en la oscuridad, una luz suave en la mesita de noche brillaba sobre la cama. Min-jun se levantó y se sentó en la cama se movió y giro para ver a Touma durmiendo. Parecía que estaba durmiendo bien como de costumbre, así que Minjun volvió a recostarse en la cama.

Entonces otra vez escuché el sonido de 'Ugh, da miedo'. Minjun se sobresaltó y se acercó a Touma. Su rostro estaba frunciendo el ceño. Algo brilló en el rostro de Toma reflejado en la luz. Minjun tocó suavemente la piel suave. Se sintió húmedo. Cuando miré de nuevo, sus pestañas largas y rizadas estaban mojadas. Touma está llorando. Touma movió los brazos como si estuviera teniendo una pesadilla y dijo —Lo siento. Uf, vete —susurró.

Minjun sacudió a Toma gentilmente, no sorprendiéndolo, pensando que debería despertarlo.

—Touma. Tommy, es un sueño. Estas bien, ¿Puedes abrir los ojos?

—Ugh, ummmy ...

—Touma. No tendrás miedo cuando abras los ojos. Mamá los regañará a todos.

—Mamá...

Los grandes ojos se abrieron lentamente. Los ojos de Touma estaban llenos de miedo como si todavía estuviera dormido. Minjun abrazó a Touma y lo consoló amablemente.

—Está bien. Estas bien ahora. Touma, no tengas miedo.

Un pequeño brazo abrazó el cuello de Minjun con fuerza. Qué sueño tan aterrador fue, el poder de apriete no era como el de un niño pequeño. Minjun se levantó con Touma y acaricio la espalda mojada del niño. Cuando era joven, Minjun también tenía pesadillas de vez en cuando. Incluso de adulto, ese sueño visitaba ocasionalmente a Min-jun. No tanto como cuando era niño, pero las pesadillas seguían siendo aterradoras y repugnantes. Min-jun no quería que Touma tuviera pesadillas.

—Mamá ... . ¿Cómo está el estado de ánimo? ...

—¿Lo hiciste? Te han silenciado. Mamá te castigará.

Aunque no se exactamente qué significa Eummae, Minjun dijo que lo castigará totalmente. No se puede decir que Toomas lo odia tanto y lo ama a él hasta el punto de llorar.

—Bien. Regáñame, Mani.

A Minjun le dolía el corazón mientras consolaba a Touma, que seguía llorando. Cuando veía a Touma, lo veía bonito, lindo y adorable, pero fue la primera vez que me dolió el corazón cuando vi las lágrimas de Touma. Minjun abrazó a Touma, que se ajusta perfectamente a su pecho, como si fueran un solo cuerpo, y le acarició la cabeza y la espalda sin descanso. Touma, que se fue estabilizando poco a poco, señaló la habitación de Daiki.

—Mamá, voy a ver a papá.

—Sí, ve con papá... ... ¿Qué? a papá? Es temprano en la mañana y todavía está durmiendo—.

—Bien... Me voy a ir.

—Sí, no llores. Vamos. Espero que llevando a su hijo no me eche

Minjun tragó saliva mientras pensaba que podía ver a Daiki durmiendo. Luego, Touma, que descansaba la cabeza sobre su pecho, tocó la garganta de Min-jun con su dedo.

—Mamá, ¿cómo estás?

—¿Eh? Sí, ¿qué va mal? Entonces, ¿vamos a ver al papá de Touma?

—Eh.

—No puedes dejar a mamá pase lo que pase, eres mi ángel de la guarda.

—Llegaré a él cuando papá se ponga a trabajar.

Minjun estaba asombrado y encantado que Touma lo entendiera sin tener que explicarle nada. Pensé que así era estar en la misma sintonía. Minjun abrazó a Tomo y abrió la puerta de Daiki. Minjun, que vaciló en la entrada del dormitorio por un momento, cerró los ojos con fuerza y ​​entró. Una luz suave brilló en el dormitorio. 

Primero, el pecho desnudo de Daiki captó los ojos de Minjun. Incluso en la oscuridad, los fuertes músculos de su pecho quedaron expuestos. El cuerpo que sostenía a Touma tembló. He visto el cuerpo desnudo de Daiki antes, pero la imagen de él durmiendo indefenso golpeó el corazón de Minjun más profundamente que eso. Cuando su respiración se volvió áspera, Toma cubrió las fosas nasales de Minjun.

—¿Cómo estás mamá?

—ね. Tommy, dame tu mano.

Cuando Touma tomo su mano, Minjun respiró. En ese momento, su cuerpo se agachó hacia adelante y casi dejó caer a Toma sobre la cama.

—Qué vas a...Touma?

—Papá, soy Toma, si estás enojado con Mama Hangte, eres un chico malo.

—¿Que está pasando?

—Te lo explicaré, por favor suelta mi mano.

Minjun fue jalado con tanta fuerza que estaba acostado sobre el pecho de Daiki, sosteniendo a Touma. Daiki soltó su antebrazo y abrazó a Touma. Touma, aferrándose al pecho desnudo de Daiki, movió sus dedos hacia Minjun.

Vamos, mamá también.

—¿Qué pasó?

Minjun puso los ojos en blanco y dijo, mientras la sábana que caía sobre su cuerpo desnudo apenas cubría la parte principal de su sólida cadera.

—Touma debe haber tenido una pesadilla. Le pedí a papá que fuera... ...No te pedí que fueras. Es real.

—No dije nada.

El cabello que siempre estaba bien arreglado, cubría naturalmente la frente, exudando una fuerte belleza masculina. El corazón de Minjun volvió a latir con fuerza. En este punto, sentí que mi corazón no podía soportarlo antes de que Daiki me golpeara.

—Sube.

—No. No creo que deba subir ahora.

La cama de la habitación de Touma es bastante grande. La cama de Daiki era más grande que eso, a pesar de que Touma, que una vez durmió completamente estirado, él sentía como si fuera el espacio del patio de recreo. Parecía que no sabría si se había subido a la cama y se había quedado quieto en un rincón, pero Min-jun temía que su cuerpo reaccionara cuando también estuviera al lado de Touma.

—¿No puedes ver? Toma sigue diciéndote que subas.

Ahora que lo pienso, Touma, que estaba apoyando su rostro contra el pecho de Daiki, seguía levantando su mano hacia Minjun. Minjun se apresuró a ir a la cama y se sentó frente a Daiki.

—Touma, ¿ya no tienes miedo?

—¿Que soñaste?

—No sé.

—¿No le preguntaste?

—Touma lloró. Así que no quería recordárselo. Creo que lo sé más o menos.

—¿Acerca de?

—Porque lo que murmuraba al estar dormido. En el camino, conocí a mamá, y me encontré con ella mientras lloraba, así que debe haber sido un sueño en el que Touma se escapó y lloro, así que lo entendí más o menos.

Daiki a menudo no podía entender lo que estaba diciendo Minjun. Es como escuchar un predicado sin sujeto. Pero, extrañamente, Thomas entendió las palabras de Min-jun. Incluso ahora, asintió ante las palabras de Minjun. Daiki miró a Minjun, quien sonrió tímidamente mientras tocaba la mejilla de Toma, con emociones encontradas.

Su cabello fino y suave, como el de un gato, estaba desordenado y pegado por toda su cara. Eso debe haber significado que Touma estaba loco. Kenta le dijo eso una vez parecía como si Touma y Minjun se conocían desde hace mucho tiempo, ya que están en la misma sintonía. En ese momento, pensé que Kenta se estaba volviendo emocional mientras criaba a su hijo. Pero ahora Daiki parecía capaz de entenderlo. Minjun tiene una mirada seductora en su rostro de gato, pero ahora sabe que es solo cuando está quieto.

Cuando vi lo que dijo o hizo, estaba tan asombrado que incluso Daiki que veía debajo de todo el mundo a veces se quedaba sin palabras. Aun así, no hay duda de su interés en Touma. Como si estar con los dos se calmara, Touma de repente se puso de pie y sentó a Minjun junto a Daiki. Cuando sus hombros desnudos se tocaron, Minjun volvió a morder los labios. Incluso si no quisiera, salió como un reflejo automático, así que no pude evitarlo. Daiki, quien fijó su mirada en Touma, movió la boca y dijo.

—No me siento bien, así que detente.

—Lo siento. Yo lo siento.

Tal vez escuchó el sonido de cuándo trague saliva, y cuando Daiki dijo con frialdad y Minjun se sintió herido. No se siente muy agradable ver que un hombre trague saliva mientras lo mira, pero pensar que debo expresarlo con palabras me deprimió.

—Sueño Toma.

—¿Cuál es tu sueño?

Cuando Daiki preguntó, Touma miró a Minjun, lo que significaba que ambos le preguntaban. Minjun apartó su estado de ánimo deprimido y abrió mucho los ojos. Luego reaccionó tanto como pudo y le dijo a Touma.

—¿En serio? ¿Qué tipo de sueño es?

Solo entonces Touma se dio la vuelta con los brazos en alto y habló de sus sueños.

—¿Qué tipo de música sale después?

—¿mugir?

—Es un ternero.

Minjun tradujo inmediatamente lo que Daiki no pudo entender.

—Sí, pero Thomas se ha ido y está temblando.

Touma fingió caminar sobre la cama. Luego saltó y corrió.

—El sonido siguió y Touma simplemente se escapó.

—Ya veo. Por eso sudaba.

—Maja. Vaya, el tono es genial.

—¿Como esto?

Touma movió la mano como si estuviera golpeando los platillos con ambas manos. En esta parte, Minjun pensó profundamente durante unos 10 segundos, luego asintió y le dijo a Daiki.

—Quiere decir, que de repente se convirtió en una hamburguesa.

—¿Qué?

La expresión de Daiki, que siempre había sido profunda como el mar, cambió de una luz desconcertada a una poderosa y miró a Minjun.

—Ajusta tus pensamientos al nivel del niño.

Minjun miró el rostro sorprendido de Daiki y le habló a Touma.

—Así que Touma se escapó.

—Sí, hagámoslo porque es genial.

—Oh, Dios mío, qué aterrador debe haber sido. Es aterrador que un ternero tan grande apareciera de repente, pero se convirtió en una hamburguesa y fue tras él. ¿Qué tan aterrador debe haber sido? Ven aquí, Touma. Te daré un abrazo.

Touma gimió y le dio a Minjun un fuerte abrazo. Daiki no podía creerlo. Todo lo que escuchó fue —mamá— y —me gusta—, pero Minjun inventó un simple cuento de hadas. Y Touma estuvo de acuerdo. Cuando Daiki lo miró con una cara aterradora, Minjun mencionó en silencio una historia sobre Jeolla-do, Corea del Sur.

—En Jeolla-do, Corea. Comienza con una polla y termina con una polla. Entonces, incluso si dijera: —Solía ​​tener una polla, pero vino una polla y yo obtuve una polla, así que realmente voy a tener una polla—, pero toda esa gente lo entendió. Bueno, ¿lo llamarías así? Daiki también necesita trabajar duro para criar a un niño.

—No puedo seguir el ritmo de ti, un niño en edad mental durante 22 años.

Minjun lo miró sin miedo ante lo que dijo Daiki. Minjun no pudo decirle la verdad que Touma rompió a llorar y tuvo la pesadilla fue porque Daiki le gritó mientras se comía la hamburguesa. Sentí que me iba a tirar de la cama si se lo gritaba. Touma bostezó en los brazos de Minjun y se frotó la cara. Parecía somnoliento.

—Oye, Touma Kohal. Rómpelo y gírelo bien.

—¿Oh? ¿Podrías? Bien, vamos a dormir aquí. ¿Estás bien?

—Dámelo. Lo sé.

—Sí. No, mamá también es Kohae aquí. Papá, quiero que hagas Thomas Pal Ike.

Touma agarró el brazo de Daiki y se lo puso en la cabeza. Quizás pidió una el brazo para que fuera su almohada. Estaba perdido. No importa cuánto preguntó Toma, dormir en la misma cama con Daiki era tan peligroso para Minjun como sentarse desnudo y mirarse el uno al otro. Incluso ahora, sentarme cerca de él me ponía nervioso y no podía respirar correctamente. 

Si me acuesto junto a Daiki, es un ataque al corazón o una eutanasia. Bueno, la muerte es lo mismo. Pero lo supiera o no, Daiki se acostó con su brazo como almohada para Touma, y ​​luego miró a Minjun, como si fuera a acostarse hasta que Touma se durmiera. Minjun se acercó al borde de la cama y se recostó un poco, pero Touma gimió y tiró del brazo de Minjun.

—No. Mamá también duerme aquí.

Luego señaló el brazo restante de Daiki.

—Oh, no, eso es... Mamá tiene la cabeza pesada y un poco de nervios...

—¿Cuánto tiempo vas a murmurar en voz alta? ¿No vas a poner a dormir a Touma?

—Esa es

—Vamos, Tomma Kohal.

Mientras Touma murmuraba, Minjun voló y apoyó la cabeza en los abultados tendones de Daiki. Parecía que la parte que tocaba se convertía en fuego y se quemaba. No sabía si podría dormir inmediatamente después del beso matutino, además de la opción poco convencional de usar su brazo como almohada.

Minjun cerró los ojos con fuerza, calmando su cuerpo que estaba hirviendo lentamente. Cuando cerré los ojos, no podia ver a Daiki, así que traté de pensar que era solo un trozo de madera. Sin embargo, Minjun, quien fue herido por el siguiente comentario de Daiki, enterró su rostro en la espalda de Touma y gimió.

—¿Cuánto pesas? Tu cabeza es de piedra.

Min-jun, que había escuchado las palabras —cabeza de piedra— en innumerables ocasiones, no podía dejarlo pasar tranquilamente. La gente parece olvidar a veces que Minjun es un estudiante de la Universidad de Tokio.

• * *

—Teniendo en cuenta el cambio de población de la estación de Chiba, vale la pena hacerse cargo del centro comercial Seikou.

Itsuki siguió mirando al escritorio mientras informaba a Daiki sobre su investigación. El abogado Kazuma, que estaba presente con él, también parecía estar preocupado por algo, así que siguió subiendo las gafas en el puente de la nariz.

—Pero...

G-ing, g-ing.

Mientras el teléfono celular en el escritorio de Daiki seguía sonando, todos miraron a Daiki.

—¿Qué estás haciendo? Continúa.

Daiki, que había estado sentado con los ojos cerrados y la frente apoyada en sus pulgares, abrió rápidamente los ojos cuando la voz de Itsuki se cortó durante la sesión informativa.

—Lo siento, pero el territorio estaba ilegalmente dominado por los Sousképas, así que creo que debemos arreglarlo antes de tomar el control.

—¿Cómo está la legalidad?

—No hay problema...

Antes de que Kazuma pudiera terminar de hablar, el teléfono volvió a vibrar.

Jiying, Jiying.

—Está bien, entonces, agárrame y arrójame.

Cuando el celular volvió a sonar, esta vez, Daiki también estaba preocupado, por lo que le lanzó una mirada a Ren, que estaba grabando la reunión.

—¿Qué es?

—Creo que es una videollamada de Touma.

—Dámelo.

Daiki, quien tomó el teléfono, estaba a punto de presionar cancelar porque estaba en una reunión, pero de repente su dedo estaba presionando el botón de conexión. Cuando se conectó la llamada, Toma, que estaba emocionado mientras jugueteaba con su cabello, llamó a Daiki con un rostro brillante. Daiki no pudo evitarlo ya que sus labios estaban a punto de sonreír.

- Papá, ¿qué tal si soy papá?

- No, es una permanente.

El rostro de Minjun no era visible mientras se así la videollamada, solo se escuchó su voz en el teléfono.

- ¿Qué tal una permanente? es toma bonito?

—Sí, pero Touma, estoy en el...

- Papá, mamá también está feliz. Muéstrale Mamá, vamos.

Cuando Toma tiró de la ropa de Minjun con su pequeña mano, la mano que sostenía el teléfono celular se deslizó hacia arriba. Minjun entró en la pantalla con una gran sonrisa. En ese momento, Daiki sintió como si le hubieran golpeado en la nuca. 

En comparación con Touma, que se parece a Touma, parecida a una muñeca que se riza como un repollo, la ola que fluye naturalmente hacia la parte posterior de su cuello se veía bien en Minjun. Daiki prefería mantener la boca cerrada. Si no fuera un hombre, probablemente lo tendría a su lado. No tiene intención de amar a nadie. Pero si a Touma le gustaba y seguía ese camino, podría haberlo dejado vivir como su mujer, contento con ello. Daiki rápidamente levantó su cuerpo contra el sofá para colgar.

—¿Qué piensas? ¿Me veo bien? ¿No parece un sombrero? ¿Me pongo una falda?

Mientras decía eso, los labios de Daiki se movieron hacia un lado mientras veía a Minjun rascándose la cabeza como si estuviera avergonzado. Una sonrisa apareció en el rostro de Daiki por un momento, luego desapareció como un rayo. Las personas en la sala de conferencias se sorprendieron, como si no pudieran creer lo que veían, y evitaron la mirada de Daiki.

—Estoy en una reunión ahora mismo.

¿Ah, de verdad? Pensé que iba a la oficina todos los días y simplemente charlarías. Ups, lo siento. Toma quería mostrarle a papá su permanente de inmediato.

Minjun, que se estaba poniendo el cabello detrás de la oreja por qué estaba avergonzado, me miró y le frotó la cara a Touma para que viera lo lindo que era, y ​​hubo un tumulto. Daiki pensó que no era aburrido de ver. Era la hora de la reunión, así que habría colgado sin decir una palabra normalmente, pero no me habría conectado en absoluto, pero hoy no pude.

—Touma, papá está trabajando. Va a ganar mucho dinero, colguemos.

—Papá, gana mucho dinero.

—Tienes que hacer Chuu.

—Mamá hace. Mamá hace.

— No puedo...

—Rápido, rápido.

Cuando sus labios de repente llenaron la pantalla, Daiki instintivamente se dio cuenta de que estaba levantando la pantalla y presionó el botón de finalización a toda prisa.

• * *

—No me gusta Toma.

—¿Por qué dices eso, Touma? Tú crecerás más alto. Como ma... como papá.

Minjun rápidamente cambió sus palabras cuando se dio cuenta de que era más bajo que la altura estándar mientras trataba de decir —como mamá—. Hoy, Touma, que se quejó de no poder dormir a pesar de que se estaba cayendo de sueño con los ojos cerrados. Minjun y Kenta estaban perplejos porque Daiki llegaba tarde.

—¿Por qué estás haciendo esto? Tienes que irte a dormir para poder levantarte a las seis

—Nunca habías hecho esto antes, pero no sé por qué lo estás haciendo ahora.

Ya son casi las 9 en punto. Minjun, quien pensó que los niños tenían que dormir bien durante 10 horas, se despertó cargando a Touma, que estaba colgando de su cuerpo.

—Te voy a llevar a acostar para que duermas. Tampoco me iba a dormía temprano cuando era niño, así que mi madre me dijo que me llevaba a acostar todos los días.

—Debe ser difícil para ti. Yo lo llevaré.

Cuando Kenta dijo que lo llevaría, Toma enterró su rostro en el cuello de Minjun y negó con la cabeza. Min-jun sonrió disculpándose con Kenta, se levantó de la cama y caminó por la habitación.

—Touma, mamá te cargara, así que si quieres roncar sigue durmiendo, ¿estas durmiendo?

—Eh. Bien.

Minjun enterró a Touma, quien abrazó su cuello con fuerza, en la mini manta que trajo Kenta.

—Kenta, por favor vete a descansar.

—No. Daiki-sama aún no ha llegado. Estaré a tu lado hasta que ambos se vayan a la cama.

—No tienes que hacer eso.... Pero...

Minjun se estaba volviendo loco preguntándose por qué Daiki llegaba tarde. De hecho, Minjun no podía dormir porque le preocupaba si estaba peleando en algún lugar o si estaba atrapado en una pelea por el rango que aparece mucho en las películas y no podía volver a casa.

—¿Hay algo que me quieras preguntar?

—No. Bueno, no tengo mucha curiosidad. Me preguntaba por qué Daiki hoy llega tarde. No tengo curiosidad, pero creo que Touma sí tiene curiosidad.

Minjun cargó a Touma y se acercó a la ventana. Su rostro estaba ardiendo, por lo que evitó la mirada de Kenta por un tiempo. Minjun pensó simplemente que Kenta, que no sabía mentir, le diría la verdad. Pero fue su voz fría la que volvió.

—Solo tienes que preocuparte por Touma.

Minjun momentáneamente le dio fuerza a la mano que rodeaba a Toma. Sus ojos que miraban por la ventana temblaron enormemente. Minjun se dio cuenta del hecho más importante que había olvidado. El hecho de que solo está contratado como la mamá de Touma y que son Yakuza. Mientras tanto, lo había olvidado por poco tiempo ya que habían estado viviendo como una familia.

Minjun sacudió su cuerpo gentilmente cargando a Touma y se mordió los labios cuando estaba a punto de llorar. Sentí que tenía que decir algo, pero no podía abrir la boca. No podía apartar la cabeza de Kenta, pero una luz brillante brillaba hacia la puerta principal vista desde la ventana.

Se alinearon dos o tres coches. Finalmente, Daiki estaba de regreso. Aunque Minjun se sintió aliviado, quería decirle lo triste que se sentía por Kenta. Sabía bien que Daiki no lo consolaría, pero no pudo evitar el impulso.

—Lo siento.

Minjun apenas le habló a Kenta y miró fijamente el auto estacionado. Sentí que tenía que ver bajar a Daiki. Los autos se detuvieron y los hombres corrieron y abrieron la puerta del auto. Por un momento, Minjun dudó de lo que vio. Naturalmente, pensé que era Daiki quien se bajó, pero era una mujer quien salió del auto con su pelo largo suelto. En ese momento, Kenta bloqueó a Min-jun al frente y corrió la cortina con brusquedad.

—Parece que Touma está durmiendo.

Minjun miró a Kenta sin comprender. Estaba completamente inexpresivo, pero Kenta no pudo ocultar todas sus expresiones. Al ver a Kenta en una situación difícil, Minjun dijo en voz baja.

—¿Le importaría hacerse a un lado?

—No puedo hacer eso.

—¿No puedo mirar por la ventana?

—Minjun, tienes que fingir que no la has visto en esta casa.

—No soy Yakuza. Ustedes pueden hacer eso. En la casa con Touma.... Aquí está Touma...

Minjun corrió por el pasillo cargando a Touma. Y caminé rápidamente hacia la ventana al final del pasillo donde podía ver mejor la puerta principal. Daiki y una mujer caminaban uno al lado del otro a un anexo construido fuera de la mansión. No importa qué tan oscuro estuviera, los pasos de Daiki eran reconocibles desde la distancia. Minjun sintió como si Daiki le hubiera lanzado la aguja de dardo directamente a su corazón. La conmoción también fue impactante, pero estaba temblando de celos que sacudían mi cuerpo.

—Eres raro. ¿Crees que realmente eres algo cercano a Daiki porque Touma te llama mamá?— Para nada. Creen que le gustas a Daiki porque te besa todas las mañanas. Despierta. Mira, en la casa con Touma... en mi casa... ...Trajiste a una mujer.

Minjun se tapó la boca y contuvo las lágrimas. Pero en el momento en que las lágrimas que había estado conteniendo cayeron sobre sus mejillas, Minjun dejó de respirar. Daiki, que se dirigía al anexo, dejó de caminar abruptamente y miró a Minjun. No por la gran ventana, sino por la pequeña ventana en el pasillo, la mirada de Daiki se centró en Minjun.

Minjun se apartó apresuradamente de la ventana. Empujó a Kenta dentro de la habitación, colocó a Touma con cuidado en la cama con manos temblorosas y ​​se acostó con una manta sobre su cabeza.

Minjun agarró la mano sobre la de Touma que estaba debajo de la manta y luchó por calmar su nerviosa mente. No sabía por qué Daiki miró hacia el pasillo en ese momento, coincidencia, o si se desencadenó algo extraño que una persona normal no tenía y el si como jefe de Yakuza. Pero lo que está claro es que Daiki lo vio a llorar. Y Minjun pudo ver la expresión sutilmente distorsionada de Daiki.

• * *

Mientras se escondía debajo de la manta, el cuerpo de Touma se movía poco a poco y sostenía un pie en lugar de sus manos regordetas. Solo entonces supo que el tiempo había pasado. Minjun todavía se frotaba los párpados secos con el dorso de la mano y mostraba la cara fuera de la manta. En lugar de decir que a Daiki le gustaría por error, porque lo besaba a él y a Touma por la mañana, pero Minjun estaba equivocado.

¿Por qué pensaste que tenías una relación especial con él? es un tonto. Un idiota es también un gran idiota. Minjun se dio cuenta de que Daiki nunca se enamoraría de él. Después de pensarlo, la mitad de su corazón estaba vacío. Minjun se dio la vuelta a las tres en punto y tiró de Touma, que estaba dormido, y lo abrazó en su pecho.

—Mamá...

Mientras Touma, hablaba dormido, Minjun derramó lágrimas que apenas pudo soportar. De repente, estalló una ira incontrolable hacia Daiki.

«¿Cómo te atreves a traer a una mujer a la casa con Touma? Daiki, ¿sigues siendo padre? I... ... No te perdonaré.»

Minjun no quería pensar en nada más, así que oró ansiosamente para se durmiera antes de que regresara Daiki. Fue cuando. Los oídos de Minjun, que ya se habían vuelto sensibles, escucharon a Daiki caminar por el pasillo. Min-joon se metió debajo de la manta y enrolló su cuerpo debido a que su corazón latía tanto que le dolía.

—Date prisa y pasa. Por favor, desaparece directamente a tu habitación.

La puerta se abrió y el sonido de pasos entrando en la habitación se dirigió directamente a la cama. Minjun vio a Touma que estaba dormido y quería que Daiki se fuera a su habitación lo antes posible.

Sin embargo, los pies detenidos de Daiki no se volvieron a mover. Probablemente fue a ver a Touma durmiendo.

—Chico malo, no toques a nuestro Touma con tus manos que tocaron a esa mujer. Piérdete ahora mismo.

Minjun maldijo a Daiki y tembló ante los celos que brotaban de su corazón. En ese momento, la manta de repente la retiraron y Minjun le gritó a la mano que agarraba su cabello. La cabeza de Minjun se levantó lo suficiente como para tocar el rostro de Daiki. Daiki dijo lentamente, mirando a Minjun, quien lo estaba mirando con un tono pálido.

—¿Por qué estás llorando?

El refrescante aroma a menta estimuló el sentido del olfato de Minjun. El cabello de Daiki estaba mojado, como si se hubiera duchado.

—¿Quién llora?— Déjame ir. No me toques.

—Cuando termine.

—No, vete.

Los ojos negros de Daiki siguieron tenazmente a Minjun, quien desvió la mirada. Minjun agarró su gruesa muñeca para sacar la cabeza de su agarre, pensando que sus ojos lo devorarían más profundamente que las profundidades del mar.

—Déjame ir déjame ir.

—Dije, cuando terminé.

—¿Qué diablos tienes que hacer?

—... ¡Oh!

Antes de que pudiera terminar de hablar, los labios de Daiki besaron a Minjun. El primer pensamiento que me vino a la mente fue —Puedo comerlo—. Daiki entró implacablemente y agarró la lengua de Minjun y chupó con fuerza. Daiki fijó la pequeña cabeza de Min-jun, que estaba a punto de huir, con una mano, como una pelota de baloncesto. Y movió los labios con crueldad, como si su boca estuviera chupando hasta la raíz de su lengua. Agarró el aliento de Minjun y no dejó de besarlo durante mucho tiempo.

Minjun sintió como si todos sus órganos fueran absorbidos por la boca de Daiki. No tuvo tiempo de sentir el placer lentamente. Desde el momento en que Daiki se acercó, MinJun perdió la cabeza como si hubiera alcanzado el clímax más de diez veces. Apenas respiraba y respiraba con dificultad.

Solo el sonido de las lenguas húmedas entrelazadas llenó la habitación. Su lengua aterradora escapó de la boca de Minjun. Pero eso también fue poco tiempo. Mientras Minjun respiraba con dificultad, Daiki, que volvió a entrar, le mordió el suave labio inferior con los colmillos.

—Uh... duele.

—Te mordí para que te doliera.

La voz baja y susurrante de Daiki se sintió intensamente como un afrodisíaco para Minjun. La ropa interior de Min-jun estaba húmeda por el pene ya erecto. Min-jun parecía volverse loco por miedo a ser atrapado, pero su cabeza estaba confundida y no podía pensar correctamente.

No entendía por qué Daiki de repente me besó como si estuviera a punto de comerme, y por qué hizo esto justo después de venir con una mujer. Sobre todo, Minjun no podía perdonarlo. ¿De dónde obtuvo Minjun el coraje? Minjun empujó la cara de Daiki con su mano.

—No me toques y vete, bastardo.

—No me ordenes salir de mi casa. Antes de que te rompa la boca. Y no maldigas, Minjun. Finalmente, no estás en posición de preocuparte por lo que hago en mi casa.

—Eres el padre de Touma...

Min-joon no pudo soportarlo porque pensó que estaba enojado. Para Daiki, este beso no fue nada. Es solo una especie de advertencia. Cualquier cosa que haga en casa, depende de mí.

El rostro de Minjun se levantó de nuevo. Cuando me mordí el labio para evitar llorar, el labio mordido por Daiki dolió tanto que hizo un sonido. Daiki susurró en su característico tono bajo y lo volvió a besar

—¿Qué es eso?

Daiki le lamió el labio inferior ensangrentado con la lengua y comenzó el segundo beso. Minjun, incapaz de empujar a Daiki esta vez, cerró los ojos con fuerza y ​​aceptó su beso.

• * *

—Mama, ¿vamos a comer así?

Toma, que estaba mirando a mi alrededor, miró a Min-jun como si fuera un poco extraño incluso pensarlo él mismo.

—Por supuesto, esto está bien. Papá dijo que puedo vestirte de azul.

—¿Dijiste que puedo usar todos estos?

—Así es. Hay un amigo que se ve bien así.

—¿Jinda?

Touma, que abrió los ojos de par en par, puso los puños cerrados en ambas mejillas. Le enseñé una vez, diciendo que era un —acto bonito—, y él hizo un —acto bonito— para convertir el corazón de Minjun en un pudín.

Sin llegar a Kenta, Min-jun dio medio paso hacia atrás, tirando hacia atrás. Esto se debió a que el rostro de Kenta era más oscuro que su ropa.

—Kenta, ¿dónde te duele, te sientes incomodo?

—Tu cara está realmente azul.

—No es.

—Eso es un alivio. Por favor, déjame tu teléfono celular.

Kenta agarró el borde del teléfono y rápidamente lo dejó caer sobre la palma de su mano, como si fuera a morir si tocaba a Minjun.

—¿qué?

—no.

Min-jun miró a Kenta por un momento, luego buscó algo en su teléfono celular y se lo mostró a Touma. Touma miró la pantalla del teléfono y dijo.

—¿Verdad? Es lo mismo, ¿verdad?

—Mamá, ¿qué es esto?

—Pitufo

—¿Smapoo?

—Sí. Vamos a ser pitufos esta mañana. ¿De acuerdo? Touma pitufo.

—¿Eh?

Anoche, entró a su habitación como si fuera a morir, pero esta mañana, Kenta no pudo evitar que Min-jun trabajara con una cara de mal humor. La herida en sus labios le dio una idea aproximada de lo que sucedió. Miré las zapatillas de los dos que iban delante, pensando que no podrán comer tranquilamente.

—Si tan solo la ropa fuera blanca.

La intención de Daiki era desayunar a las 6:30, una vez al día con Toma, pero era una locura pensar que comería a esta hora. En particular, al ver a Daiki bebiendo café como si nada después de besarlo así anoche, Minjun sintió un malestar en el estómago.

Un breve estallido de rebelión le provocó una ligera pérdida de control y salió a borbotones. Lo que convirtió a Minjun en un pitufo junto con Touma con un conjunto completo en azul como una expresión de rebelión contra Daiki. Se sentó cara a cara, de arriba abajo, incluso con los calcetines y las zapatillas de un azul intenso.

—¿Qué piensas? Esta técnica de los Pitufos. Solo mirarme me hará sentir como si fuera a morir, ¿verdad?

Sin embargo, los sentimientos de Minjun no se vieron aliviados por la pequeña rebelión. Además, debido a que me mordió el labio inferior con sus colmillos, y sus gruesos labios se hincharon de manera desagradable. Era como publicidad para la gente que miraba: —Me comieron mientras me besaba. Cuando la sopa de miso tocó la parte herida, se volvió amarga.

—Uf, duele.

Cuando Minjun gritó en voz baja, Toma movió sus manos parecidas a helechos y le indicó que se acercara.

—Toma lo hará por ti. Ven aquí, mamá.

Touma miró a Daiki y besó los labios de Minjun. El corazón de Min-jun se conmovió cuando pensó que era lindo pero que era el único que se preocupaba por él.

«No puedo creer que este jovencito esté leyendo mi mente. ¿Por qué no haces eso? Sigues siendo un papá Tirano.»

Minjun miró a Daiki con la mandíbula inferior hacia afuera de una manera rebelde. Daiki y sus ojos se encontraron cuando giró el periódico, pero Minjun no lo evitó y apartó los ojos con un bufido que todos pudieron escuchar.

—Mamá, ¿te picó un insecto?

Touma fingió ser un insecto, besándole los ojos y la boca a la vez. Minjun se conmovió por sus acciones.

—Sí, un gran bicho me picó.

—¿Ay?

—Duele mucho.

Touma se estremeció y arrugó su linda frente. Luego miró los labios hinchados de Minjun y gritó con voz enojada.

—¿Palmada? Tienes que dársela a los bichos, como este.

Luego, golpeó la mesa con la palma. En ese momento, Minjun, sintió un escalofrío recorrerle en la columna, sintió la mirada de Daiki como si quisiera matarlo y consoló a Touma para que terminara de comer.

—Está bien Touma, volvamos a comer.

—Sí.

Le dijo eso a Touma, pero Minjun no pudo comer ni una cucharada, así que solo partió la ensalada.

—Oye. ¿Cuánto tiempo vas a comer eso?

Daiki, que finalmente no pudo dejar de verlo, dejó el periódico y le dijo a Minjun.

—Déjame en paz. Por lo general, soy un comedor lento. Desayuno hasta el almuerzo, almuerzo hasta la cena y ceno hasta la mañana siguiente. Es un estilo lento.

Daiki, que sólo entrecerró los ojos y miró a Minjun ya que ni siquiera valía la pena responder a sus palabras no tan divertidas, se levantó de su asiento y escupió una palabra.

—Un insecto.

Minjun, quien no podía decir, «¿Qué? Todo esto es por tu culpa», abrazó a Touma y lo cargo sacándolo de la silla de bebé con cara de mal humor. Touma, quien bajó de sus brazos, corrió hacia Daiki y lo abrazó.

—Papá, hoy Tomma es Sumafu. Sarah en el pueblo de los hongos. Cómpralo en el pueblo de los hongos. Mamá también vale la pena. ¿Papá también es Smapu?

—Touma, besa a papá.

—Sí, Chuu.

Daiki, quien reemplazó la pregunta de Touma con un beso, dejó a su hijo y se acercó a Minjun. El corazón de Minjun comenzó a latir como loco de nuevo sin cansarse. Obviamente no era normal. Estaba pensando que debería ir al hospital pronto, pero Daiki se me acercó y me agarró la barbilla.

Está pensando en darme el beso matutino Ayer, estaba loco debido a la conmoción, pero el Minjun de hoy estaba lleno de odio y celos por Daiki.. Prometiendo no seguir su ritmo, Minjun apartó la cabeza de sus labios que se acercaban.

Los dedos de Daiki sosteniendo su barbilla estaban tensos. A este paso, estaba muy asustado de que lo golpeara, pero Daiki soltó inesperadamente el rostro de Minjun y se dio la vuelta.

«okey. Bien hecho, Minjun . Puedes hacerlo también Cualquier otra mujer o hombre que vuelva a sostener le daré una patada»

Minjun acarició la cabeza de Touma, que estaba estrechando su mano, consolándose a sí mismo, pero cuando se acercaba a la puerta, Daiki de repente se volvió y caminó hacia Minjun. Daiki tiró de Minjun, quien se encogió de hombros, por como lo agarro. Minjun, quien estaba sostenido en su duro pecho, miró a Daiki con sorpresa. Chupó el labio inferior hinchado de Minjun tan fuerte como pudo, haciéndolo sangrar de regreso al lugar donde apenas sanó, y rápidamente cayó.

—Si vuelves a vestirte así una vez más. No te dejaré comer durante tres días.

En pocas palabras, Daiki, fue quien amenazó a Minjun, guio a sus seguidores y salió de la habitación.

• * *

Ha pasado un tiempo desde que puso a dormir a Touma, pero Min-jun no pudo dormir en absoluto. A medida que pasaba el tiempo, su mente se volvía cada vez más caótica.

—¿Qué me pasa? Yo me dormía al mismo tiempo en el que me acostaba. ¿Qué le pasa al que dormiría en un campo de batalla?

Solo había una causa, debido a Daiki. Después de todo, Daiki no hizo mucho mal porque le gustaba estar solo y bebía que se acostara con una mujer no significa nada. ¿Cuál es el problema? Él es un Yakuza. Sin embargo, por qué regresó con una mujer ese día y lo besó así, la mente de Minjun no pudo encontrar una respuesta.

A pesar de que Minjun estaba tan enojado con Daiki ese día, terminó llegando al clímax con solo un beso. Incluso pensando en eso ahora, quería morir. Pensando en lo que hizo, que había gemido mientras sostenía el dobladillo de Daiki, este le agarro del cabello y el gimió como loco. Entonces, Minjun de repente se levantó de la cama.

—No puedo. ¿Y si vuelvo a pasar? ¡Sí, alcohol! Necesito soju Tomemos dos copas y regresemos a la cama.

Minjun lamentó dejar a Touma solo, pero no pudo resistirse a la idea de beber una copa. Besó sus regordetas mejillas y salió. Decidió ir a la cocina rápidamente y beber solo dos vasos de soju coreano que a Hakuto le gusta beber.

De hecho, Minjun no era un buen bebedor, pero mientras no bebiera la botella de soju completa, estará bien. Si bebe toda la botella... ... Minjun pensó en eso y negó con la cabeza.

Eso nunca sucederá, pero si Minjun se emborracha, se convertirá en un chico erótico. No puedo recordar nada, pero MinJun, que exuda su poder demoníaco justo antes de acercarse a su presa, ha tenido la experiencia de matar a algunas personas en Corea de esa manera. Después de eso, nunca bebí más de dos vasos de soju.

En la cocina, Shinba, el gerente de cocina, estaba revisando los ingredientes para cocinar en la mañana. Cuando Minjun entró en la cocina, Shinba inclinó la cabeza con sorpresa.

—Oye, ¿puedo tomar un vaso de soju? Escuché que Hakuto solo bebe soju.

—Por supuesto. Por favor, siéntese un segundo.

Shinba amistoso pronto apareció con un vaso de soju coreano.

«¿Qué es esto? Es qué, es una tapa roja, solo puedo beber fresca. Tendré que decirle al sapo Hakuto que compre fresca»

—¿Esto estará bien para ti? Iré rápido a buscar algunos bocadillos.

—No, voy a subir después de dos tragos, no puedo dormir.

Cuando Minjun agarró la muñeca de Shinba, que se dirigía a la cocina, su rostro se puso rojo y corrió hacia la cocina inclinando la cabeza.

«No, ¿por qué la cara de todos se pone roja cuando los toco? ¿Es porque tienen miedo de que los contagie con la bacteria Homo? No los infectare, punks»

Sin ninguna razón, Min-jun enojado se sirvió un vaso de soju y se lo bebió de inmediato. El alcohol que bajó por mi garganta fue más dulce de lo que pensaba. Shinba, que había huido a la cocina, volvió con una bandeja llena de dulces Ajigonomi.

—Oye, come estos bocadillos. Luego, cuando termine de beber deje todo allí, yo lo limpiaré mañana.

Shinba salió de la cocina esta vez con un cortés saludo Yakuza.

• * *

El final del largo pasillo seguía sinuoso, y cada vez que caminaba, chocaba contra la pared.

—Señor. La casa debió ser construida sobre un terreno plano, ¿por qué está tan torcida? Oh, ahora a la pendiente. Daiki, bastardo. Rico bastardo construye una casa en las montañas y hace un escándalo. Voy camino a mi habitación y tendré que escalar una montaña—.

Min-jun caminó en diagonal a través del pasillo recto que mantenía una línea paralela perfecta y caminó hacia la habitación de Daiki, no la habitación de Toma. En su mano sostenía una botella de soju casi vacía.

—Bastardo, solo espera. Pensé que iba a echar un polvo, pero no iba a hacerlo. Puede hacerlo. ¿No es así? Espera, Daiki. El labio que me mordiste todavía me duele.

Min-jun, quien estaba borracho y lleno de rubor en su rostro, estaba de diferentes matices de color rojo mientras sus ojos estaban húmedos. Minjun se desabrochó el pijama botón por botón mientras se acercaba a la habitación de Daiki. El delgado escote quedó al descubierto y la luz de la luna que brillaba a través de la ventana se había quedado en su pecho, sus pezones ya estaban duros como si alguien los hubiera chupado con fuerza. Minjun, que había estado bebiendo alcohol, estaba tan sensible que incluso el más mínimo toque de una pluma podía hacerlo gritar.

Minjun abrió la puerta de Daiki sin llamar. Daiki estaba leyendo un libro, apoyado en la cabecera de la cama con solo la lámpara encendida sobre la mesa. A Daiki no le sorprendió ver a Minjun tambaleándose con su pijama a medio desabrochar. Su mirada se dirigió a la botella de soju que sostenía Minjun.

—Vuelve a tu habitación.

Ante las frías palabras de Daiki, Minjun entró en la habitación y cerró la puerta con fuerza.

—Oye.

—No soy oye. Tengo un nombre maravilloso, es Minjun Lee. ¿Quieres que te mire y te llame 'hey'? No importa. Tengo algo que ver contigo hoy, eso es todo.

Minjun se acercó a Daiki sin caminar correctamente y golpeó la esquina del sofá. Minjun se sentó en el sofá, gritando y saltando.

—Daiki, ¿por qué construiste tu casa en este sinuoso lugar?— ¿Sabes lo mucho que choqué y me lastimé en el camino hacia aquí? Oh, mi pie.

Minjun tiró la botella de soju y se intentó levantar del sofá, pero sus muñecas continuaron doblándose y colapsó porque no tenía fuerzas. Cuando Daiki, que estaba mirando, se puso de pie en la cama, Min-jun gritó.

—No te muevas. Iré hacia ti. No te muevas... Señor. Lee, ¿por qué te duermes sin ropa? ¿Por qué tienes un tatuaje en la pierna, es para molestar a la gente? Es realmente injusto.

Min-jun se levantó y se tambaleó hacia Daiki. Y se subió a la cama como si estuviera escalando una montaña. Minjun, quien captó la mirada de Daiki, quien lo miraba sin moverse con una expresión arrogante, se sentó sobre su cuerpo.

Min-jun miró a Daiki, levantó la comisura de la boca de forma traviesa, se rió y se quitó la parte superior del pijama. Su pecho liso era erótico bajo la luz de la lámpara.

—Estaba pensando, hay una manera de subirme en ti en lugar de esperar a que caiga. ¿Por qué, no lo sabías?

—Oye.

—Oye no, dije Minjun, Minjun.

Min-jun, que incluso derramo lágrimas, y gritó violentamente moviendo las caderas para rozar al miembro de Daiki que palpaba a través de la delgada sábana.

—¿Dónde estás borracho?

Daiki agarró la cintura de Minjun con su mano, pero solo susurró en voz baja para asegurarse de que no quería quitárselo. No empujó la cara de Min-jun cuando se acercó a él. Minjun lamió el pecho desnudo de Daiki con su lengua y movió la cadera para estimular su pene.

—Chico malo... ¿Dónde estás?... tráelo. Ni siquiera soy carne, pero me mordiste los labios...

Para Minjun, quien sollozó y frotó su rostro contra su cuello, Daiki dijo en voz baja.

—Basta. Hueles a alcohol.

—Ruidoso. Por supuesto que sí porque he estado bebiendo. Bebí una botella de soju por tu culpa, y de tapón rojo... Por favor, regaña a Hakuto más tarde. No bebo tapón rojo...

—Está bien. Deja levantarme y lavarte. ¿Vas a acostarte con Touma así?

—No, dormiré contigo. Cuanto más lo pienso, más caliente me pongo... Es injusto. Es realmente injusto...

Minjun golpeó a Daiki en el pecho con su puño y rompió a llorar.

—¿Seguiste haciendo eso aun estando Touma?— Ese día, ¿verdad? Trajiste a una chica, ¿verdad? mal bastardo...

—Ten cuidado mide lo que dices

Daiki agarró la cara de Minjun y la levantó.

—Me duele. Oye, ¿mi cabeza es un balón de baloncesto? La agarras siempre que puedes. Sr. Lee, mal... joven. Nuestro Touma será criado por mí... voy a...

Gradualmente, el sonido de sus palabras se desvaneció, y Minjun se quedó dormido como si se derrumbara sobre el pecho de Daiki. Se quedó dormido sin hacer nada, logrando solo su gran sueño de montar en Daiki. Daiki murmuró en un tono bastante pesado, mirando a Minjun, quien ya se había quedado dormido con un tono frío.

—¿Qué demonios eres?

—¿Qué demonios eres?

<<< 👀 >>>


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