Capitulo 5 y 6

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Un delicioso pollo frito corría a lo lejos. Un pollo entero desnudo, que corría lentamente por la playa en cámara lenta con el mar negruzco de fondo, miró hacia atrás y gritó con una brillante sonrisa.

—¡Atrápame!

En ese momento grité.

—¡Detente ahí, mi pollo!

Salté con un grito, me senté allí por un momento, parpadeando desconcertado. Era la primera vez que veía ese paisaje, poco a poco mi visión se iba aclarando. Todo tipo de decoraciones, muebles coloridos y lujosos que estaban grabados con patrones familiares y medusas.

Estaba claro que estaba en el hotel, pero definitivamente no era mi habitación. La cama también era diferente. Era la primera vez que veía una cama con dosel. Estaba sentado sin entender la situación, de repente escuché la voz de un hombre.

—Ahora estás despierto.

Girando mi cabeza hacia la voz, miré el familiar rostro de un hombre sentado en una lujosa silla a poca distancia de la cama y parpadeé de nuevo. Era Rupert Blake.

—Límpiate la saliva alrededor de la boca.

En ese momento se dio cuenta del hecho de que se le había hecho agua la boca y estaba salivando. Con él, le vino a la mente su último recuerdo y despertó por completo.

—¿Qué, qué, qué pasó?

Rápidamente froté las comisuras de mi boca, pero la cantidad de saliva era tanta que mis mangas se empaparon. Rupert se rio chasqueo la lengua ligeramente y dijo con el ceño fruncido.

—"¿Qué te pasó?" Alice vino corriendo contemplando que se había desmayado de repente.

Cuando dijo eso, le respondí sin ocultar mi desagrado.

—No tiene nada que ver contigo y no hay ninguna razón para que yo esté aquí.

Cuando estaba a punto de levantarme de la cama, Rupert dijo asombrado.

Ante sus palabras sarcásticas mi rostro se enrojeció.

—Entonces aquí...

—No puedes dejar que un hombre entre en la habitación de una mujer.

Eso hizo darme cuenta de que esta era la habitación de Rupert. «Entonces, ¿la cama en la que estaba acostado?»

Rupert volvió a decirme sarcástico, mientras fruncía el ceño sin darse cuenta.

—Ahora, puedes darme las gracias.

Pero esa no era mi principal preocupación.

—¿Me arrastraste todo el camino hasta aquí? ¿Tú solo?

—Sí, para ser precisos, te cargue en brazos. Para mi asombro— agregó rápidamente.

Tal vez porque no lo aprecio. Era el por qué no quería agradecerle incluso si me rasgaba la boca. Apreté los dientes y lo miré.

—¿Por qué vino a pedir tu ayuda? Podría habérsela pedido al personal del hotel.

Rupert torció los labios y sonrió.

—Alice siempre acude a mi primero cuando tiene un problema. No es nada especial.

—Ahora, ¿ya puedes darme las gracias?

Ya que me miraba, exclamé y aparté la mirada. Quería decirle algo grosero, pero no se me ocurrió nada.

Tan pronto como recupere la conciencia, agote toda mi fuerza que me quedaba al hablar con este arrogante hombre. No podía creer que hubiera hecho una cosa tan tonta. Rupert me miraba sarcásticamente, mientras yo sentía como las estrellas se movían frente a mí.

—¿Qué espectáculo vas a hacer esta vez?

Quería responderle ferozmente, pero ya había llegado a mi límite. Si volvía a perder el conocimiento, era posible que no pudiera volver a abrir los ojos. Esta era una gran oportunidad para devolver el azúcar que necesitaba mi sangre.

—¿Eh? ¿Qué dijiste?

Rupert frunció el ceño ante su murmullo y volvió a preguntar. Sin embargo, no le quedaba ya energía como para gritarle lo suficiente fuerte para que Rupert lo escuchara.

—...Tengo hambre.

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Rupert cansado me miró con un dilema, mientras pedía el servicio a la habitación.

—¿Hay algo que quieras comer?

A su pregunta, le grité: —¡Pollo, pollo! ¡Pollo frito!

Mi grito fue tan desesperado que cuando Rupert descubrió que no tenían pollo frito en el menú le pidió al chef del hotel que lo preparara.

No me pude aguantar mientras traían el pollo, así que busqué en su elegante bar, que ni siquiera se comparaba con el mini bar de mi habitación y me comí tres barras de chocolate, una cubeta de Pringles y me tome un sprite.

—Te dije que te limpiaras la saliva.

Cogí rápido una servilleta y me limpié la boca, abrí la tapa y agarré una pierna de pollo antes de que el empleado se fuera. Rupert cerró la puerta después de que le dio su propina al empleado. Frunciendo el ceño con el rostro pálido lo vio mientras comía como un loco con una pierna de pollo en cada mano.

—¡Ay, pollo! ¡Pollo! ¡Pollo frito!

Después de comer en un estado de excitación, tardíamente sentí su mirada sobre mí y giré la cabeza. Rupert me miraba con el rostro pálido. Medio me distraje por su apariencia, y dije con dignidad.

—Yo pagaré la comida.

Rupert se encogió de hombros.

—A su conveniencia.

Rupert se sentó con las piernas cruzadas con la mano sosteniendo su barbilla y lo miro, mientras él comía.

Después de comer por un rato, me sentí lleno hasta cierto punto, así que comí más despacio. Me di cuenta de que estaba en una situación embarazosa cuando bebía mi coca cola, termine la ensalada y me limpie el aceite de las manos.

—MO, ¿quieres un poco?

—¿Por qué lo recomendaste?

Inmediatamente lamenté las repentinas palabras, pero ya era agua derramada. Como era de esperar, Rupert negó con la cabeza ligeramente.

—No—, respondió.

—Oye.

Levanté la vista al escuchar que me llamaba, Rupert aun sostenía su barbilla con una mano y con la otra le hizo una seña. «¿Qué? ¿Me estás pidiendo que me acerque?» Cuando me acerqué sin pensarlo, Rupert estiró su largo brazo y rozó suavemente mis labios.

«Vaya, parece que tenía migas en la boca» Pero no puedo hacer nada al respecto. Mi rostro solo se sonrojo ante la triste situación, era como si una mujer rica que pasaba por allí se detuviera para limpiar el rostro manchado de un pobre niño huérfano.

—Estoy bien—, le dije Rupert y estaba a punto de quitar su mano, pero de repente Rupert entrecerró los ojos y se acercó más. Agarrando mi cara con su gran mano.

—¿Eh? ¿Qué es?

«Qué hace este bastardo, agarrando mi cara sin permiso, sin decir nada» Soporté querer quitarme su mano y esperé en silencio a ver que hacía, preguntándome por qué diablos este tipo está haciendo esto, pero Rupert solo se quedó en silencio un largo tiempo. De repente apartó mi rostro. Por su fuerza caí sobre la mesa haciendo un extraño grito «ouch»

—Si has terminado, vete.

Rupert, me hablo de forma brusca como siempre, esquivándome se fue a su cuarto y cerró la puerta con un fuerte golpe. Sorprendido por la serie de eventos inesperados, me quede acostado sobre la mesa parpadeando y al mismo tiempo muy enojado.

Grité y sacudí la cabeza, haciendo una rabieta mientras caminaba hacia el dormitorio. Fue un día de mala suerte. No, ese tipo es el motivo de toda su mala suerte.

Corrí a mi habitación, con la esperanza de no volver a verlo nunca más en mi vida, y sostuve lo que quedaba del pollo en mis manos con una servilleta bien envuelta alrededor.

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—¿Estás bien, Daehee?

Le sonreí torpemente a Alice que vino a mi habitación al día siguiente y me preguntó preocupada. En otra ocasión, la habría recibido con una sonrisa, pero no podía simplemente sonreírle porque ayer me había visto con un vergonzoso aspecto.

—Sí, lamento haberte preocupado.

Mientras me sonrojaba por la vergüenza, me hablo aún preocupada.

—No, no, estoy bien, estoy realmente bien.

Mirándome sacudiendo la cabeza y negándolo varias veces, Alice no pudo ocultar su preocupación, pero suavizó su tono y continuó.

—Eso es un alivio. ¿Cómo se comportó Lu? No te dijo nada malo, ¿verdad?

—Lu' probablemente se esté refiriendo a Rupert.

No es normal llamar a un hombre así por un apodo. Estaba nervioso y asentí con cuidado.

—Sí, bueno...

—Creo que Lou es a veces despiadado, pero es amable con los débiles.

Primero supe que 'amable' era una palabra que se usaba para eso. Estudié inglés en vano. Soy un dulce

—¿Rupert no te dijo nada?

Si le hubiera contado a Alice lo que paso ayer del por qué se desmayó ya que no comió, de cómo devoro como si estuviera poseído unas piernas de pollo frito con ambas manos, mi alma literalmente volaría por los aires y se desvanecería. Con el corazón desbocado y sudando frío, dije.

—Bueno, nada más.

—¿Sí, en serio?

Sin darme cuenta, abrí mucho los ojos y pregunté.

—¿Qué le sucedió?

Pensé que me masticaría mucho después de esto. Cuando grité por la sorpresa, Alice solo asintió perpleja.

—Sí. ¿Qué te pasa? ¿Paso algo?

Esta vez, Alice preguntó con curiosidad. Agité mi mano rápidamente y lo negué.

—No, no, nada, nada en absoluto.

—Oh, vaya. ¿No quieres un té? Solo tengo bolsitas de té.

Cuando le pregunte si quería tomar un té, Alice negó con la cabeza.

—Estoy bien, tu habitación es muy pequeña, ¿no es frustrante?

«Es natural ya que no me hospedo en una suite como tú, sino en una habitación común y corriente» A juzgar por las palabras de Rupert, Alice no parecía estar compartiendo la habitación con él.

Sin embargo, no era difícil adivinar que Alice, igual que Rupert, se hospedaría en una suite. Aun así, « ¿no era de mala educación que le haya dicho eso?»

Mientras miro como parpadea con una mirada inocente, pensé «Por eso dicen que la ignorancia es un pecado»

—Es factible aunque puede ser extremadamente pequeña en comparación con una suite.

—Lo siento, no lo pensé.

—No, está bien. Realmente no importa.

Podía sonreír cómodamente porque sabía que ella no lo había hecho con malicia. Cuando la vi sonrojarse y no saber qué hacer, dije ya que estaba avergonzado.

—Está realmente bien. Si no quieres tomar un té, ¿deberíamos ir al café del vestíbulo? O tomar el té de la tarde o algo así.

—Quiero ir... pero tengo que irme tengo una cita para ir a cenar más tarde, lo siento.

Después de disculparse sinceramente, se apresuró a decir.

—En cambio, la próxima vez, tomemos el té de la tarde juntos lo prometo.

—Si por su puesto.

—Bueno, entonces tengo que prepararme para mi cita.

—Te acompañaré a tu habitación.

Ella no se negó esta vez. Era la primera vez que me sentía tan feliz por el interminable pasillo hasta el ascensor. Caminando tuvimos la conversación más coloquial de la historia.

Sentí a la vez que estaba compensando mis repetidos fracasos. Llegamos al ascensor y apreté el botón, esperamos a que llegara mientras fingía estar relajado. Cuando llego se subieron al ascensor con una sonrisa.

—Entonces, que tengas un viaje seguro.

«¡Lo estás haciendo genial! ¡Lo estás haciendo genial! ¡Creo que soy demasiado genial! Mi sofisticación, elegancia! ¡¡Nadie se dará cuenta de mi verdadera naturaleza!!» Mirándola con
admiración y emoción, Alice respondió con una sonrisa.

Entró en su habitación con un ligero saludo. Parpadeé un par de veces, miré la puerta cerrada y me di la vuelta tranquilamente, fingiendo que no pasó nada. Lo que Alice nunca sabrá es que mi rostro se distorsionó hasta el punto de tuve que contener una carcajada cuando me di la vuelta.

Naturalmente, incluso me enteré de cuál era su habitación. Es demasiado pronto para que me invite a entrar, pero definitivamente me invitara la próxima vez. «¡De alguna manera me las arreglare para que tenga el estado de ánimo correcto!»

No podía creerlo camine despacio hacia el ascensor, con una gran sonrisa y apreté el botón del ascensor. Mientras esperaba que llegara, me paré frente al ascensor. Cuando llego con una notificación clara, la puerta de inmediato se abrió.

—...usted.

Lo mismo ocurrió con Rupert, que frunció el ceño. Él y yo nos enfrentamos con unos segundos de diferencia, y esa breve vacilación fue un error para mí. Cuando vi que la puerta del ascensor se cerraba, me sobresalté y presioné el botón para que volviera a subir, pero ya era demasiado tarde. Golpeé la puerta con los puños, pero por ahora, todo lo que podía hacer era esperar a que volviera a subir el ascensor. Aceptando el hecho de que no había otra manera.

Con los hombros caidos, presioné el botón nuevamente y deliberadamente le di la espalda a Rupert, esperando que se fuera. Pero inesperadamente, se quedó quieto, sin moverse en absoluto. Con los brazos cruzados, todavía con el ceño fruncido. Esta vez Rupert estaba solo. «¿Dónde estaba la mujer?»

—¿Qué? ¡Si tienes algo que decir, dilo!

Mientras gritaba con ira, Rupert inclinó la cabeza usando su altura y dijo mirándome.

—Realmente no.

—¡Entonces, ni siquiera me mires!

—¿Cuándo te vi?

Era un juego de palabras infantil, pero también era cierto que me dejó sin palabras. Sentí que mi cara se sonrojaba y me di la vuelta. «¿Está roto este ascensor? ¿Por qué no viene cuando lo necesito?» Rupert, que había estado en silencio durante un rato, me habló mientras presionaba el botón una y otra vez.

—¿Has comido? ¿a qué hora normalmente te mueres de hambre?

—¿Que estas haciendo aquí?

—Depende de mí.

—¿Alquilaste todas las suites?

Ya que respondí reflexivamente, Rupert borró su sonrisa y cerró la boca frunciendo de nuevo el ceño. Sentí que cometí un error inesperado, así que rápidamente giré la cabeza y miré la puerta del ascensor cerrada.

«¿Por qué no viene cuando lo necesito?» Estaba nervioso, mirando la puerta y la placa del ascensor. Rupert, que estuvo en silencio durante mucho tiempo, dijo lentamente:

—¿Viste a Alice?

—¿Por qué no respondes? Es obvio que viniste a su suite. Por qué ¿no viniste a verme, verdad?

—¡No, por supuesto! ¿Eso no tiene sentido?

Rupert me miró con los ojos entrecerrados y haciendo una mueca como si quisiera decirme algo. Sorprendido por su mirada aterradora, dejé de agitar las manos.

—No, no es eso. No vine a ver a Alice.

—Entonces, ¿por qué estás aquí? Deja de mentir, crees que volveré a caer en tus mentiras.

—Si...

—¿Si, tú lo piensas?

—No voy a dejar que tú y Alice estén solos.

—Oye, ¿qué quieres decir?

Preguntándome apresuradamente por sus inesperadas palabras, Rupert me miró como si fuera natural.

—Por supuesto. No perdono a los que no obedecen mis órdenes. Alice no es una excepción.

Una fuerte alarma sonó en mi cabeza. Una corazonada de que la situación se estaba poniendo seria envolvió mi cuerpo. «Este hombre no es la clase de hombre que amenace con palabras vacías» Pude ver claramente que el si era sincero. No soy el único. Me entró el pánico por el hecho de que «Alice está en peligro. Si no hago nada... ¡Tengo que superar esta crisis! ¿Pero cómo? ¿Qué digo? ¿Cómo puedo engañarlo?»

—¡Vine a verte!

Le respondí gritando después de pensarlo, Rupert frunció el ceño.

—¡Oh, eso fue un error! ¡Es cierto que vine a verte!

Estruje mi cerebro con todas mis fuerzas para hacer frente a esta situación. Por supuesto, Rupert no parecía creerme.

«Claro ¿Ningún idiota en este mundo podría creerlo? Al menos no Rupert» Rupert todavía me miraba con el ceño fruncido, así que me apresuré a buscar mi billetera y saqué dinero.

—¡Esto, es por el servicio de habitación que comí ese día!

Fue la primera vez que me di cuenta de que era muy ingenioso. «¿Cómo se me pudo ocurrir tan rápido que decir en esta situación?»

«¡Bien, bien!» Mientras seguía admirado por su ingenio, Rupert entrecerró los ojos y permaneció en silencio por un rato.

Todavía escuche que dudaba en su voz baja, pero la suerte estaba tirada. Sin dudarlo, asentí y le ofrecí el dinero.

—Te dije que te lo devolvería. Nos vimos justo a tiempo. ¿Es esto suficiente?

Rupert bajó la mirada a los billetes que le entregó en sus manos sin decir una palabra, y sin contarlos, los guardó en el bolsillo interior de su traje.

—Dame el cambio después.

—¿Por qué viniste sin avisar? ¿No pensaste que no estaría aquí?

Rupert lo dijo, aunque con retraso, con el rostro pálido.

—¿Eh?

Hice una pausa por su pregunta y respondí rápido.

—Ah, ya sabes, pensé que si tú no estabas esa mujer estaría.

—¿Mujer?

— La mujer con quien estabas esa vez cuando subimos en el elevador.

Sólo entonces Rupert entrecerró los ojos, ya convencido.

—Ah, ese era tu objetivo. Ahora lo sé.

Fue solo después de que me relaje y suspire de alivio que me di cuenta de que había un matiz extraño en sus palabras. Rupert continuó con el ridículo desdén de la otra vez.

—Tu siguiente objetivo después de Alice era ella. Tienes muy buen ojo. Es una mujer casada con una considerable fortuna.

—¿Qué?

Parpadeé perplejo ante sus palabras, Rupert se rio de mí y dijo.

—Creíste que podías utilizar esta oportunidad con esta pequeña cantidad de dinero, pero desafortunadamente, te equivocaste de objetivo. Gina odia a los pobres.

«Qué... » Solo entonces entendí lo que dijo. Así que malinterpretó que vine hasta aquí para seducirla...

Rupert solo sonrió cuando negó rotundamente el absurdo malentendido.

—¿Ahora quieres que crea eso? De todos modos viniste a este lugar con esa intención desde el principio. No es nada raro que cambies de objetivo. ¿Por qué no mejor tu objetivo es la anciana rica? Sería mucho más probable.

Era cierto que había venido con ese propósito en primer lugar. Pero no hay absolutamente ninguna razón para que deba escuchar esos comentarios tan sarcásticos. Y mucho menos de Rupert Blake.

—Basta, tampoco estás en posición de criticar a otros.

Por mi comentario, Rupert preguntó con curiosidad.

—¿Por qué?

Estoy cavando mi propia tumba. Lo enfrenté como si lo esperara.

—Gina y yo tenemos una relación de negocios.

—A la carajo, Fuck boy.

Mientras resoplaba, Rupert borró su sonrisa sarcástica y preguntó en cambio con expresión dura.

—¿Qué?

—Entonces, rompiste la familia de esa mujer. ¿No eres un mal hombre?

Como si lo hubiera esperado, Rupert no retrocedió y le respondió rápidamente.

—¿Cuándo rompí su familia?

—Si no se divorcia, entonces estarás durmiendo con la mujer de otro hombre, ¡y eso es muy ruin!

—¿A quién le estas diciendo ruin cuando tú también estas engañando a las mujeres?

—Aun así yo no apunto a mujeres casadas. Los hombres que hacen llorar a otro hombre lágrimas de sangre merecen sufrir y vivir un infierno.

Resopló una vez más con fuerza, luego subí rápidamente al ascensor. Tan pronto como presioné el botón de cerrar al mismo tiempo que Rupert intentó agarrarme y no pudo, se le quedó mirando mientras la puerta se cerraba, apretando los dientes, lleno de ira. Podía verlo mirándome. «Mi congestión de 10 años se ha ido»

—Oh, oh, eso fue muy divertido. ¡Oh, estoy emocionado!

Apreté mis manos con fuerza y ​​salté en el ascensor. Era la primera vez que venía a Australia y ha sido muy estimulante. Como era de esperar, Dios no me ha abandonado. «¡Toda la humillación que había sufrido hasta ahora fue para lograr este poderoso disparo!»

—¡Gracias! ¡Sabía que este día llegaría!

Capítulo 6

—Come, come mucho.

Sonreí brillantemente y repetidamente le ofrecí comida al amable joven quien lo miraba perplejo y parecía avergonzado. Aunque solo se trataba de hamburguesas, papas fritas y panecillos, el chico había salido de su turno con una cara 100% cansado y no pude solo verlo y seguir comiendo. No pudo seguir negándose y finalmente tomo una hamburguesa.

—Entonces solo esta vez...

—Sí, sí. Está bien.

Sonreí ampliamente y le di un golpecito en el hombro. El joven se llama, Tim Charles, y es un recién graduado de la universidad y actualmente trabaja como portero en el hotel donde me hospedo. Por supuesto, era imposible que un empleado de un hotel de lujo tuviera una reunión tan personal con un huésped y comieran juntos, pero hay excepciones en todas partes.

Si solo se saludan y se dicen algunas palabras, naturalmente se convertirán en amigos. Comimos juntos, además de eso, hablamos más, y recordé su feliz sonrisa por mi gran maniobra. También esta era la primera vez que lo invitaba a comer.

También entro a trabajar en la mejor época para los hoteles ya que era la época de vacaciones, y todo tipo de palabras lo atrajeron y lo arrastraron hasta aquí.

Les fue sencillo entretener a un huésped que a pesar de estar hospedado en un hotel de lujo solo comía comida rápida, lo cual era sencillo para los del servicio del hotel, y eso los hizo aún más atentos.

Por supuesto, él tenía sus razones prácticas, ya que no tenía mucho dinero. Después de todo Tim también era una persona común. Era el nuevo portero por lo tanto sus ingresos no son muy buenos. Lo mejor era el hecho

de que Tim aún era joven. Así que no se quejaría porque le invitara a comer comida rápida.

—Hay todo tipo de huéspedes. La última vez uno trajo 15 maletas, así que me preguntaba por qué había traído tantas maletas, pero cinco de ellas eran artículos para su perro. El baúl más grande estaba lleno de ropa para el perro.

—El perro incluso tenía un abrigo de invierno.

Tim, que me saco la lengua le dije: —¿Cuál es el caso?

Marque el ritmo, apuntando al momento adecuado.

—Por cierto, Tim, ¿hay alguien que se destaque entre los invitados? No que actúen así de raro, sino que sean famosos.

Dio un mordisco rápido y Tim dijo de inmediato:

—Hay un montón. ¿De quién quieres saber?

—Bueno, no estoy seguro. ¿A quién recuerdas que se destaque?— Preguntar por Alice de inmediato parecía un truco, así que le di la vuelta por ahora y pregunté. Tim se llevó un puñado de papas fritas a la boca y dijo:

—Las suites están llenas de gente así. Hay un presidente de una compañía siderúrgica, hay un hombre con minas de oro... La última vez, se quedó un famoso cantante de pop británico.

—¿Entre los que se quedan ahora? ¿Hay alguien en particular que se destaque?

—Bueno... por qué, ¿en quién estás interesado?

Ante su directa pregunta, Tim me miró con curiosidad. Estaba avergonzado, pero volví a estar tranquilo. En esta situación, no podía perder el tiempo preguntando por quienes salen en los periódicos.

Mejor dicho, esta es una oportunidad de oro. Aún mejor, Tim fue quien habló primero. Me decidí y traté de sonreír.

—¿Oh, Rupert Blake? Es un huésped VIP.

Justo cuando estaba a punto de decir el nombre de Alice, Tim me interrumpió, me quede consternado sin poder decir nada y el solo continuó.

—Es un hombre asombroso. Es increíble que subiera hasta donde está a su edad. Debe haber tenido suerte o haber convocado a un demonio— Sin darme cuenta fruncí el ceño ante los comentarios exagerados de Tim.

—Tal vez él es el diablo.

—Eso también puede ser cierto.

Tim se echó a reír a carcajadas, «¿Qué fue lo gracioso?» Reprimí mi impaciencia y traté de cambiar el tema.

—Oye, es suficiente. La persona de la que quiero saber...

—¿No es increíble? ¿Cómo puede alguien con tan solo tocarlo ganar dinero? Eso también es un talento.

—¿Qué dices que hace esa persona? ¿Cómo dices que hizo tanto dinero?

Al final, decidí esperar en preguntarle sobre Alice, y expresé abiertamente mi curiosidad por Rupert. Tim respondió agarrando un puñado de papas fritas y llevándoselas a la boca.

—No sabes sobre Rupert Blake, supongo que Corea es un país muy pequeño.

—Es solo que no estaba interesado.

Después de señalarlo con una expresión hosca, Tim dijo: —Estoy bromeando, estoy bromeando— Se rio e inmediatamente sacó a relucir el punto principal.

—¿Cien veces en 10 años?

No pude evitar gritar por la sorpresa. Tim asintió y siguió hablando.

—Cuando compro una acción, el precio de esta aumento inmediatamente, y cuando compro un edificio, obtuvo varias veces más ganancias, e incluso salió oro de la granja que dijo que compro por diversión. En cuanto al mito del hombre, es realmente interminable. Es seguro que digan que tal don vino del cielo. No se trata solo porque es ingenioso, sino que también es un tipo muy afortunado.

Como si él también estuviera de acuerdo, dijo: —Oh, sí—, y le preguntó a Tim, quien asintió de nuevo, parpadeando sin comprender con expresión de sorpresa.

—Entonces ¡diablos!, ¿Cuánto vale ese hombre? Si es tan rico.

Sentí que mi alma había sido drenada y miré a Tim con incredulidad. Las 50 personas más ricas del mundo. Qué demonios es eso. «¿Cuánto dinero necesitas tener para llegar a los 50?» Me sentí como si me hubieran arrojado a través de la galaxia. Torpemente me volví a sentar y solo escuché a Tim. «Solo, solo en la galaxia, contando las estrellas»

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Fue ya después de regresar a mi habitación cuando me di cuenta que no le había preguntado sobre Alice.

—Que me importa si es un rico de entre los 50 o tiene 50 años.

—Tonto, tonto— me golpee repetidamente la cabeza, cuando el autobús se había marchado.

Incluso si tampoco lo sabía Tim, habría sabido otras cosas. Por su trabajo como portero habrá visto o escuchado algo más.

—¿Cómo pude perder esta oportunidad de oro para obtener información importante, como cuál es el sendero al que Alice suele ir o quienes son las personas que frecuenta a menudo? Ese hombre compró un terreno solo por diversión y obtuvo lingotes de oro, ¿por qué estoy viviendo así?

Me golpee la cabeza en la cama por ser tan tonto, dejé de golpearme solo después de sentir que mi cabeza daba vueltas. Es demasiado pronto para que me rinda. Recién he comenzado, no, ni siquiera he comenzado.

Sí, no hay necesidad de desenterrar nuevos detalles ahora. Puedo preguntarle directamente sobre su relación con Rupert. Poco a poco puedo descubrir otras cosas como averigüe su número de habitación. «¿Qué excusa podría usar para visitarla?» Después de pensarlo, rápidamente se me ocurrió una idea.

—La invitare a tomar el té de la tarde. Esa es una buena idea. Además, ¿no lo sugirió ella? Cuando me dijo bebamos el té de la tarde juntos. Bien entonces.

Me levanté de nuevo e inmediatamente me detuve. «¿Qué pasa si voy a su habitación y ese hombre está ahí?» Incluso si en el peor de los casos eso no sucede, tengo la duda porque ya tenía un precedente al encontrarnos frente al ascensor esa vez.

—¿Quién es?

Me acerqué y abrí la puerta una mucama estaba parada afuera de mi puerta. Me entregó una nota con una sonrisa la tome y se fue. Cerré la puerta y volví dentro desdoblando la nota me quede perplejo. Era una invitación por parte del hotel.

[Querido huésped. El hotel realizará una fiesta especial a bordo mañana para darles la bienvenida a los huéspedes VIP. La invitación es para todos los huéspedes, y pueden asistir a partir de las 6 p.m. Esperamos que venga y nos honre con su presencia]

Ante la última línea abrí mucho los ojos y parpadeé varias veces. «¿Fiesta a bordo? ¿La fiesta será en un barco?» Era la primera vez que oía hablar de una fiesta en un barco. «¿Qué diablos se supone que debo usar? ¿Qué tipo de personas estarán reunidas? ¿Significa esto que todos los invitados del hotel van a asistir? ¡Entonces Alicia también ira!»

Grité con alegría. Todavía había una manera. Cada vez que pensaba que era un camino sin salida, podía volver a respirar por el camino que aparecía de repente. Paso lo mismo esta vez. Me puse muy contento.

—Podré ver naturalmente a Alice allí. Además, una fiesta es el escenario perfecto para coquetear. Y es una fiesta a bordo. Pase lo que pase, no será extraño. Si se hace correctamente, ¡Cuando se hace bien, es natural después de todo!

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Incluso si llega una oportunidad, es inútil si no la aprovechas. Y para aprovechar esta oportunidad, tenía que invertir una gran cantidad de dinero nuevamente.

Temblando, entré a la boutique dentro del hotel, donde solo había pasado y nunca me había atrevido a entrar.

Al igual que cuando vi por primera vez el interior del hotel, contuve la respiración al ver el interior de la lujosa boutique. Con elegantes cojines adornando las paredes. Su apariencia era aterradora y cerré los ojos ya que me era muy difícil siquiera preguntar los precios.

Apenas podía creer que este hotel extendido horizontalmente pudiera ser tan condenadamente estrecho. «Por qué tengo que encontrármelo. ¿Por qué está hospedado en este hotel cuando tiene mucho dinero?» Tengo que salir de aquí. Maldije a Rupert por dentro y decidí salir en silencio. Si camino sin hacer ruido y salgo cerrando la puerta con cuidado, ni siquiera sabrá que entre.

—Huésped, ¿tiene alguna pregunta?

Al escuchar la fuerte voz de la mujer, me quedé helado. «¡Por qué, en este momento, quería irme en silencio...!» Volvió a hablarme mientras, miraba vagamente mi mano que se había detenido en el aire sin tocar la puerta.

—Si tiene algo que esté buscando, mírelo hoy, Mañana es nuestro día de feriado regular en la boutique. Si no es urgente, entonces...

Fue en ese momento en el que sentí mi cuerpo endurecerse y agrietarse. «¡Ah, espero convertirme en polvo!» Pero tal milagro no sucedió.

—¿Huésped? ¿Huésped?

La suave voz que le hablaba era para él como un grito demoníaco.

Cuando Rupert me miró a los ojos, trague saliva, inexpresivo dijo:

—Siéntate.

Dijo eso mientras señalaba el sofá en donde estaba sentado. «¿Dónde se supone que debo sentarme si él está sentado en medio del gran sofá? Y tema aparte no quiero estar sentado al lado de él»

Pero también sería ridículo negarme, así que no tuve más remedio que murmurar insatisfecho.

—..... Bueno, entonces, disculpa.

«¡Por qué, por qué, por qué! ¡Quería saborear el momento de mi victoria por más tiempo!» el último golpe que le di aún permanecía en mis oídos. «¿Rupert siquiera recordaría lo que le dije?»

«Bueno, lo recuerda. No, no había forma de que ese hombre pudiera olvidarlo. Si lo olvidaba, sería un imbécil...» Me alejé de él en contemplación y recé fervientemente, para poder terminar rápidamente mi negocio y salir rápido de la boutique para poder alejarme de Rupert. Quizás mis oraciones funcionarían, Rupert dijo con voz relajada.

—Quiero observar de a poco, porque hay muchas cosas

«...Después de todo, este hombre es un demonio» Me puse rígido con el rostro pálido y no pude decir nada.

—Este es nuestro nuevo producto de esta temporada, por supuesto, todo está hecho a mano y es 100% seda. Si mira de este lado...

En primer lugar, la diferencia en el físico con estas personas era un problema. Fue la primera vez que me di cuenta de que sería difícil encontrar ropa de mi talla. «Bueno, ¿cuándo podría comprar ropa como esta?»

Los empleados estaban avergonzados, ya que su apariencia era como si tuviera que usar zancos sin importar que se probara. Si fuera un bolso o unos zapatos, solo tendría que combinarlos con la ropa, pero la ropa no fue nada fácil, la camisa no estaba mal, pero ya tenía una. El problema era el esmoquin que llevaría en la fiesta.

—En el caso del esmoquin, no tenemos variedad de tallas. Si lo alquila en el hotel en su lugar...

No pretendo engañar el hecho de que soy pobre. Pero no tengo la necesidad de estar orgulloso de eso. Rupert, que me observaba en silencio mientras distorsionaba mi rostro, habló por primera vez.

—Muchos hombres alquilan el esmoquin. A menudo hay hombres que ni siquiera traen su esmoquin, menos cuando la fiesta es repentina.

Siguiendo su consejo de salvación, lentamente miré hacia atrás.

—¿De verdad?

—Sí. De lo contrario, no habría ninguna razón para que el hotel brinde dicho servicio.

—Gracias.

Pareció sorprendido al principio y luego le dio una leve sonrisa.

—De nada.

De repente pensé que su suave voz era muy agradable de escuchar. Sería genial ver siempre su cara sonriente, si pudiera sonreír más. Es un desperdicio que un hombre tan guapo no sonría.

Sin pensar gire la cabeza con asombro. «En qué estoy pensando, qué me importa si ese cabrón sonríe o no, y espero que no se ría de mí» No sabía que tan pronto como giré la cabeza, el leve rastro de sonrisa en el rostro de Rupert desapareció, también como me miraba con los ojos entrecerrados.

—... ¿Hablabas en serio sobre lo que me dijiste la última vez?

Cuando sentí que había pasado bastante tiempo, Rupert preguntó abruptamente. No tuve más remedio que girar la cabeza y mirarlo.

—¿De qué estás hablando?

—Las mujeres casadas no son tu objetivo.

Parpadeé desconcertado ante el repentino tema. Pero Rupert esperaba ansiosamente mi respuesta muy serio.

—Por supuesto... Eso es obvio.

—¿Por qué no?

—Cambia de posición y piénsalo. ¿Qué pasaría si tú fueras el esposo y fuera tú esposa quien se acuesta con otro hombre cuando tú ya le diste tu corazón?

—Presentaría una demanda de divorcio sin pensión alimenticia.

Me sentí cansado por su respuesta que me dijo sin dudarlo. Rupert estaba siendo sincero. Así que por eso me asuste.

—No, no es ese tipo de problema... Piénsalo, si te casaste, debe haber sido porque tenías sentimientos por la otra persona, ¿verdad? Pero si te engaña significa que te traicionó. Es como si pisoteara tu precioso corazón. ¿No te dolería?

—¿Qué importa eso?

De nuevo, no lo entendió. Grité con ira.

—El objetivo ya está establecido, ¿verdad? Si es así, haré lo mejor que pueda.

—Los métodos son tan importantes como el propósito, y no todos los medios están justificados para lograr el propósito.

Fruncí el ceño y respondí. Rupert me miró a la cara y luego sonrió sarcástico como antes.

—Eres demasiado blando.

Sus palabras me hicieron enojar tanto como el sarcasmo en su rostro. Sin embargo, como era un lugar público, respondí sin perder la calma.

—Debido a que tenemos diferentes valores, no hay razón para que yo te escuche.

—¿Cuántas mujeres ricas con cara bonita crees que siguen solteras?

Abrí mucho los ojos ante la provocativa pregunta y volví a mirarlo. Pero no pude enojarme. Rupert me miraba con una expresión muy inesperada, así que estaba perplejo. Entrecerró los ojos y soltó una risa grave.

—Sí, debí haberte tomado una foto cuando comías. Me pregunto qué mujer se casaría contigo después de ver eso. Es realmente una pena que solo yo te haya visto así, porque fue un verdadero espectáculo el haberte visto como si fueras un hombre primitivo sentado en una cueva en un día lluvioso comiendo mamuts...

—Un hombre primitivo sentado en una cueva en un día lluvioso comiendo mamuts

Continuó riéndose e inclinó la parte superior de su cuerpo sacudiendo los hombros. No era el único que lo miraba desde lejos. El personal también lo miraban perplejos. Después de verlo reír por un rato, dije.

—Disculpa.

Ante la cautelosa llamada, dijo: "¿Eh?" y sacudió la cabeza. Las lágrimas brotaron de las esquinas de sus ojos. Parpadeé un par de veces y pregunté seriamente.

—¿Es eso una broma?

—...¿Sí?

Rupert preguntó como un tonto. Dije con cuidado, pero serio.

—Nadie se está riendo. ¿Por qué te ríes?

Eso era cierto. El personal lo miró avergonzado, pero nadie se rio. Incluso yo solo miré su rostro con una expresión seria.

Por un momento, solo hubo silencio en la boutique. Nadie dijo nada. Mientras Rupert no dijera algo, habrían estado en silencio para siempre.

«Di algo. Me estoy sofocando» No podía esperar, y justo cuando estaba a punto de explotar, Rupert finalmente habló.

—Todo.

—¿Qué?

Cuando el empleado sorprendido volvió a preguntarle, Rupert gritó.

—¡Todo, voy a comprar todo lo que han traído!

Sus fuertes gritos hicieron que el empleado cerrara los ojos y se encogiera de hombros. Yo también estaba sorprendido.

Rupert, que me había estado mirando fijamente durante un rato, de repente levantó la mano. «¿Cómo te atreves a usar la violencia de repente?» Trate de esquivarlo rápidamente, pero Rupert era ridículamente rápido.

—¡Ay, ay, ay!

Los dedos largos y gruesos de Rupert inmediatamente agarraron mi pequeña nariz y la sacudieron salvajemente. Grité por la conmoción y el dolor, pero ninguno de los miembros del personal, que estaba ocupado empaquetando, me ayudó. Rupert agarró mi nariz y la sacudió a voluntad, me empujó como si me arrojara y se dio la vuelta.

—Anda tú.

De la nada, «¿qué hago con el cojín? ¿Estás tratando de golpearme la nariz después de haberla apretado y soltado a voluntad?»

Ignorándome con los ojos muy abiertos, Rupert se inclinó, levantó el cojín y me lo dio. Rupert sonrió y me dijo, luciendo muy cauteloso y a la vez sospechoso.

—Hay muchos de ustedes aquí. Hombre de las cavernas.

—¡qué!

—¿No te quedas? ¡Todavía estoy en el negocio...!

—Oh.

Ignorando mis gritos exasperados, Rupert se detuvo y miró hacia atrás.

—No comas hamburguesas.

—¿Qué?

Después de un momento de desconcierto, se alejó tranquilamente. Cuando volví a mis sentidos, todo lo que quedaba era la montaña de artículos que Rupert había comprado, y yo parado allí estúpidamente estupefacto sosteniendo el ridículo cojín.

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