Capitulo 3 y 4

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El aeropuerto estaba lleno de turistas. Quizás sea mejor porque es julio. Sin embargo, era agotador hacer cola frente a inmigración y seguir contando a las personas que no mostraban signos de disminuir.

—¡Dense prisa y trabajen, muchachos!

Estaba lleno de ira, pero todo lo que podía hacer era mirar la interminable línea.

Me tomó mucho tiempo y estaba exhausto cuando apenas pasé el control de inmigración. Pero negué con la cabeza tan fuerte como pude y traté de convencerme.

«No, esto es solo el comienzo. Tienes que ser fuerte»

Cuando salí después de respirar profundamente, esta vez tuve que esperar por mi equipaje. Esperé interminablemente otra vez hasta que finalmente, agarré mi gran maleta a la vista y me di la vuelta, finalmente me sentí aliviado al pensar que podía ir al hotel.

Fue cuando estaba sacando mi gran maleta y rebuscando en el mapa para llegar al hotel. No muy lejos, pude ver salir corriendo un grupo de hombres con trajes negros.

«¿Puede ser una celebridad?»

Era la primera vez que veía a un grupo de hombres moverse así de un vistazo me di cuenta que eran guardaespaldas, así que parpadeé desconcertado. Era una mujer que salió del aeropuerto después de ser rodeada por los tipos grandes, pero eso era todo lo que sabía.

En un instante, la limusina desapareció de su vista, tardé en recuperar el sentido y miré el papel que tenía en la mano. El mapa, que no indicaba ningún autobús o transporte público, sólo contenía instrucciones para conducir en automóvil o utilizar el servicio de alquiler. Me quedé allí y sonreí impotente en un estado de ánimo abatido.

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—Debería haber tomado un taxi.

Miré el largo e interminable camino con el rostro pálido. Cuando le mostré el mapa al personal del aeropuerto y le pedí direcciones, ahora podía entender por qué me miraban como si estuviera loco.

Estoy loco. ¿Por qué elegí este lugar?

El hotel resort que se dice que fue construido por un diseñador famoso estaba literalmente escondido en un pueblo remoto. No sé si todos los complejos turísticos son así, pero, de todos modos, ya se han tirado los dados. Ya no tuve elección, ya pagué la reserva. Caminé jadeando por la larga carretera nunca pensé que caminaría tanto. Aun así, me preguntaba cómo podía subir y bajar usando el transporte público, pero eso fue solo una ilusión.

«¡¡Ni siquiera puedo conseguir un taxi en un lugar como este, debería haber cogido uno en el aeropuerto... !!»

—¡Aquí, Aquí!

Grité, agitando las manos salvajemente. Hacer autostop después de llegar hasta Australia fue inesperado, pero no era el momento para que dudara. Sintiéndome desesperado y pidiendo ayuda, me di cuenta de que la limusina que se aproximaba no disminuía la velocidad en absoluto. Tiene intención de ignorarme y marcharse. 

¡No hay problema!

Eso es todo lo que pude imaginar, la limusina no disminuyó la velocidad. No, ni siquiera se detuvo. La limusina aumentó gradualmente su velocidad como si se estuviera burlando de mí y dibujó suavemente un semicírculo a mí alrededor, que agitaba frenéticamente mis brazos.

«Se escapó a uh, esto no es...»

Me quedé allí un momento, con los brazos abiertos de par en par y los puños cerrados.

«Pero los ricos son...»

Caminé y caminé con los dientes rechinando. ¿Dejar a una persona en la carretera y simplemente irse? Que se jodan. Resoplando arrastro su gran maleta mientras caminaba. Su cuerpo ya estaba cubierto de sudor y polvo, y la maleta llena de cosas era solo una bolsa de equipaje y soporté querer tirarla varias veces.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que la limusina se fue sin ningún remordimiento? No había ni la sombra de un automóvil, sino la sombra del automóvil que corría débilmente más allá de la interminable carretera. Oh, sí, es el carril opuesto. Docenas de autos al otro lado de la calle son la guinda del pastel.

Sobresaltado, dejó de caminar. Estaba parpadeando ante la situación inesperada, y la limusina que corría hacia mí con un tranquilo sonido de motor pronto se detuvo frente a mí. La ventanilla del asiento tintado de color oscuro se deslizó hacia abajo y un hombre con gafas de sol negras me miró.

—¿Te gustaría subirte?

Sentí como si mis oídos se abrieran de golpe. ¡Mi amuleto de la suerte!

Por supuesto, no dudé en asentir al fuerte acento del inglés británico.

—¡Si, gracias!

Ante sus palabras, salió el conductor, levantó ligeramente mi gran maleta, la metió en el maletero y abrió la puerta del coche.

«¿Eres un ángel?»

«Si hubiera preferido vivir en una limusina...»

—¿Te gustaría tomar algo? Agua o...

—¡Agua, agua fría!

Grité con destellos en los ojos, me di cuenta un poco tarde de que lo había interrumpido. Sin embargo, él solo asintió levemente como si no le hubiera dado importancia, y luego abrió el refrigerador.

El hombre que había revisado hábilmente el interior y puesto un par de hielos de la nevera en un vaso me miró y preguntó.

—Tengo Evian y Volvic, ¿cuál te gusta?

—Evian, Evian.

¿Qué rayos es Volvik? Quería gritar Samdasoo si fuera posible, pero Evian era el único que conocía entre los que tenía, así que grité apresuradamente.

Mientras espero que sirva Evian en el vaso, como si estuviera esperando que lloviera en el desierto, me sentí desesperado.

—Aquí tienes.

Finalmente, como si le hubiera arrebatado el vaso que me había entregado, bebí el agua en voz alta como si solo la vertiera. ¡Ah, creo que voy a vivir...! Volví a mis sentidos sólo después de decir "¡Kya!" y gritando exclamaciones. Cuando miré a mi lado, vi el rostro del hombre con una mano en la barbilla mirándome.

—Traté de detenerme antes, pero no pude reducir la velocidad. Pensé que tomaría otro auto, pero el conductor me informó que muy pocos autos pasan por esta dirección.

Desde un traje hecho a la medida de alta calidad, anteojos de sol de una línea exclusiva, hasta zapatos recién lustrados sin una mota de polvo, que son obvios para mí a pesar de que es un extraño. El hombre simplemente estaba vestido todo su cuerpo con artículos de lujo.

Sin duda, este hombre era puramente rico. Era diferente a un plebeyo estafador como yo. Además, su excelente pronunciación y entonación le dio más validez a mi anterior juicio.

Para mí, que escuché y practiqué innumerables pronunciaciones en la academia y oyendo las noticias, no pude evitar admirarlo: «¿Es esta la pronunciación de la clase alta del continente real?»

Estaba escuchando el sofisticado lenguaje del hombre, entendí tardíamente lo que me dijo y le pregunté apresuradamente.

—¿Entonces volviste? ¿Por mí?

Fue entonces cuando me di cuenta de que la limusina, que se había dado a la fuga antes, era esta limusina. Era imposible que pasara una limusina cada media hora. Lamento haberte maldecido para que te arruinaras, por favor prospera.

Disculpandose desde el fondo de su corazón, busco hacer la expresión más respetuosa para responderle, y asintió brevemente.

«No fue un ángel».

Junté mis manos y lloré, mirándolo con mis ojos brillantes.

—¡Al Hotel Versace, no muy lejos de aquí!

Mis últimas palabras, por supuesto, son mentira. Ni siquiera podía adivinar qué tan lejos estaba. Sin embargo, no pude evitar sentirme desesperado porque me ayudará de esa manera. El hombre me miró por encima de sus gafas de sol oscuras y dijo lentamente.

—Ese es... al mismo lugar al que voy.

—¿En serio? ¡Eso es un alivio!

—Entonces, ¿por qué estabas caminando? Creo que vienes desde el aeropuerto.

En un momento, una fuerte sirena resonó en su cabeza vacía, y el hecho de que fuera al mismo hotel que este hombre se volvió una maldición para él.

Si no respondes bien, ¡todo lo que has hecho para poder venir hasta aquí será en vano!

Intenté responderle fingiendo estar bien girando violentamente la cabeza durante 0,2 segundos para dejar salir el humo.

—Bueno, no pude conseguir un taxi.

—Ojalá hubiera podido utilizar el servicio superior.

¿Por qué estás fisgoneando de esa manera? ¡Si tuviera el dinero, no habría venido hasta aquí! Sonreí con dificultad, reprimiendo el impulso de sujetar la corbata de seda del hombre y estrangularlo con fuerza.

—Ni siquiera lo había pensado. Por cierto, no sabes cuánto lo lamenté. Pensé en intentar hacer autostop como la gente común, pero no fue fácil.

Lo dije deliberadamente con arrogancia y agregué una sonrisa confiada. Luego, el hombre me miró por un momento, luego sonrió levemente en las comisuras de su boca.

—No es fácil vivir como la gente común.

Gracias a Dios, parecía que si logre engañarlo. Llevándome el vaso a la boca con un suspiro de alivio, sentí hasta la última gota del agua fluyendo junto con el hielo, con mi lengua lo detuve. El hombre que me miraba extendió la mano.

—Dámelo.

El hombre rápidamente tomó el vaso, le puso más hielo y vertió el resto del agua embotellada. Esta vez, deliberadamente me tomé mi tiempo y bebí poco a poco. Volvió la cabeza y fingí no darme cuenta, pero el hombre tenía los ojos fijos en mí y permaneció en silencio.

Je, no sé cuánto tiempo pasó si hubiera sabido que estábamos muy lejos no hubiera girado obstinadamente y fingiendo beber el agua entumecido me así. Después de una hora y media de viaje desde el aeropuerto, vi el complejo a lo lejos. Me di cuenta de lo imprudente que fui al pensar en caminar por esta larga e interminable carretera y dejé de respirar con mi tez pálida, dijo el hombre.

—Finalmente estamos aquí.

—Sí.

Cansado y aliviado, dejé el vaso vacío. En lugar de estar construido a lo largo como un edificio, estaba construido en la suave forma de un abanico, la limusina se detuvo frente al hotel, que no era muy alto.

Sin querer, estaba abriendo la puerta y me detuve al ver al hombre esperando, sentado con sus largas piernas cruzadas. Rápidamente, el conductor dio la vuelta a la larga limusina y abrió la puerta del automóvil del lado del hombre, sólo entonces el hombre salió tranquilamente.

Casi cometo otro error. Mientras lo seguía con un suspiro de alivio, el botones, quien salió corriendo mientras tanto, estaba sacando el equipaje con el conductor. Fue la primera vez que supe lo ignorante que era y también lo grande que era mi maleta cubierta de polvo. Me detuve en ver mi gran maleta como un maníaco, agachándome melancólicamente, y me gire para mirar al hombre. Entonces el hombre dijo con rostro indiferente.

—Es por este lado.

—Está bien.

El botones apiló rápidamente el equipaje del hombre. Al ver mi ignorancia con mi maleta colocada al último en el carro grande, me apresuré a darle las gracias, fingiendo que no pasaba nada.

—Gracias por el aventón.

—De nada, me alegra que fuera el mismo hotel.

—Todavía no sabes mi nombre. Soy Rupert Blake. ¿Y tú?

—Soy Jeong Daehee. Mi apellido es Jeong y mi nombre es Daehee.

A diferencia de su cabello, sus ojos son de color azul oscuro.

Rupert se quitó las gafas de sol por primera vez y sonrió cuando le respondí casualmente, creo que se está preguntando cómo decir mi nombre. «mm no son Negros» A diferencia de su cabello, sus ojos son de color azul oscuro. Esperaba que fuera así, pero me sorprendió su apariencia fue más pulcra de lo que esperaba.

—Fue un placer conocerte, Daehee.

—Fue un placer conocerlo, Sr. Blake.

Después de despedirnos cortésmente, di la vuelta primero y entré al hotel. Podía sentirlo siguiéndome con paso relajado, pero traté de ignorarlo.

«Oh mí. Por eso el mundo es tan injusto. ¿Cómo puede un hombre que debe ser increíblemente rico ser a primera vista tan guapo? Que se joda, si me pareciera a él, no me haría falta ir a ningún lado y haría Pilates»

Fui directamente a la recepción, de mala gana, y le tendí el cupón impreso, pero el personal ni siquiera me miró. Tan pronto como entró Rupert, la atención de todos se centró en él.

—Bienvenido, Sr. Blake. Es un honor tenerlo aquí.

—Hice una reservación.

—Ah, sí.

Me dio una respuesta seca arrebatándome el cupón, lo miró y luego comenzó a trabajar correctamente. El botones, que estaba esperando con su carrito, se acercó sigilosamente y le susurró algo. Luego, el recepcionista me miró perplejo.

«¿Qué diablos, por qué eres tan irrespetuoso?»

Mirándome con los ojos abiertos, me preguntó con una sonrisa incómoda.

—¿Estás con el Sr. Blake? Bueno, entonces tendrá que registrarse en la sala VIP...

No pude contener mi irritación y me enojé. Luego, el empleado frunció el ceño avergonzado y silenciosamente escribió en el teclado para asignarme una habitación. Le dio una tarjeta con una breve guía y añadió una sonrisa cortés, diciendo a regañadientes: "Gracias".

«¿Qué diablos, su trato fue discriminatorio? Je, incluso si ustedes son así, ¡justo por esto lo hice!»

Ardiendo su deseo de elevar su estatus, el botones lo dirigió a su habitación. ¡Tarde o temprano, me tratarán en esa sala VIP!

—Que tenga un lindo día.

Finalmente me quedé solo después de despedir al botones, quien se fue después de recibir su propina. La habitación es bastante espaciosa. También me gusta la cabina de ducha separada de la bañera. Estaba cansado hasta los huesos, abrí la ventana, salí al balcón y respiré hondo.

—Es sólo el comienzo.

Mientras contemplaba la puesta de sol que teñía el mar de rojo en la distancia, tomé la firme determinación.

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