Capitulo 6.- En el zoológico.

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Daiki dejó la taza que sostenía y observó la hermosa escena, tanto fue su encanto que quiso filmarla con su teléfono celular. Anoche, le hizo el amor a Minjun toda la noche, lo lavó y lo llevó a la habitación de Toma, quien durmió solo hasta después del amanecer, estaba dispuesto a retrasar el desayuno unos 30 minutos si Minjun se lo pedía, pero tenía que pedírselo primero ya que él no le diría nada.

Sin embargo, se levantó normal viendo como la mano que sostenía la cuchara de Minjun rara vez llegaba a su boca. Daiki lo vio maravillado, no podía creer cómo una persona podía quedarse dormida así, pero lo que lo asombró aún más fue que Touma se estaba quedando dormido, sacudiendo la cabeza como una muñeca de resorte, sosteniendo una cuchara. 

No tenía idea de que Touma trataba de no dormir persistentemente para que Minjun no se fuera a la habitación de Papá, pensaba que si se dormía se iría por lo que trató de no irse a dormir. Daiki miraba a Touma y Minjun alternativamente.

Daiki hizo una pequeña bola enrollando firmemente la servilleta junto a él, cuando Minjun cabeceo y se enderezó, Daiki le lanzó la bola con sus dedos, la bola era lo suficientemente dura golpeando con precisión en la frente de Minjun y cayó al suelo.

Minjun pensó por un momento que una bala le atravesó la frente, agarró su cabeza e incapaz de respirar por el dolor que sentía como si su frente fuera a partirse, extendió la mano y le pidió ayuda a Daiki.

—Uf, Daiki. Una bala en mi frente... Creo nos están atacando, alguien me disparó...

—No te quedes dormido mientras comes, si te quedas dormido la próxima vez, puede ser una bala real, ¿De acuerdo?

—¡Sí!

Minjun se calló rápidamente para luego responderle en voz alta, sabía que fue Daiki quien lo golpeó mientras dormía, pero no sabía con qué ya que seguía medio dormido hasta que vio la bola hecha con una servilleta. Solo frotó su enrojecida frente hinchada con el dorso de la mano, mirando el rostro de Daiki.

Touma, se despertó con los gritos de Daiki, vio que regañaba a su mamá y se apresuró a comer el arroz con la cuchara. La cuchara se movía sin parar, pero Touma, que aún estaba medio dormido, estaba tan ocupado que no se dio cuenta que los granos de arroz se le metían en la boca y en la nariz.

• * *

—¿Te vas a llevar toda la cocina?

—¿Por qué?

—¿Por qué no pones el frigorífico en el bolso? Ya está empaquetado casi todo ahí.

Minjun lo observó pacientemente hasta que puso una lonchera del tamaño de Touma en el bolso. Anoche se adueñó de la cocina e hizo ansiosamente algunas filas de kimbap y bocadillos para Touma. Sin embargo, Shaw, quien solo lo estaba escuchando asintió ya que lo sabía, hizo sushi de los camarones que capturó ayer y sashimi, Kenta empaqueto todo el solo, en el momento en que vio la caja del bento le recordaba a la comida Osechi que se come el día de Año Nuevo en Japón, Minjun al ver todo sólo se mareo. Minjun, que estaba pateando con ira, viendo como cuidadosamente metía la lonchera en el bolso y miró a Kenta, quien no solo estaba poniendo las tazas en el bolso con cuidado, ya había guardado el té verde, así como el juego de té.

—¿Me estás escuchando?

—Kenta, ¿estás chando?

Touma, quien imitaba las palabras de Minjun, estaba emocionado incluso haciendo una sonrisa lo seguía imitando. Ambos se sonreían, pero el mayor de los dos volvió a mirar a Kenta, quien terminó de poner todo en la gran bolsa en silencio. Minjun, no lleva nada más que su billetera y su teléfono celular cuando sale a divertirse, realmente no los entendía.

—Pero es un juego de té.

Mientras Minjun continuaba murmurando sin darse por vencido hasta el final, Kenta, quien terminó de empacar, le dijo con una cara seria.

—Cuando el jefe sale, no toma ni un sorbo de agua afuera.

—¿Por qué? ¿Alguien podría envenenarlo?

La mirada de Kenta se puso seria. Minjun negó ante la aterradora actitud seria de Kenta cuando le hablaba molesto.

—No digas nada aterrador tan serio Kenta, suena muy real.

—Porque en realidad paso Jintaro, el quinto jefe de Ueyama...

—Detente. No voy a escuchar nada. Hoy es un buen día para divertirnos, así que no pensaré en nada excepto en disfrutarlo. Entonces, Kenta, por favor disfrútalo también. ¿De acuerdo? Protegeré bien a tu jefe.

En ese momento, Kenta di un grito silencioso, 'Quien está protegiendo a quien, no tengas un accidente'. Sentía la mirada persistente de Kenta, pero Minjun fingió no notarlo y chocó los cinco mientras miraba a Touma.

—Mamá, aquí está bom bom.

Hoy también vistió a Touma con un look en pareja en el cual se veía fantástico, vestía una sudadera y jeans con lunares azules sobre un fondo blanco. Minjun vestía una sudadera con pequeños lunares y jeans que estaban demasiado rotos y ligeramente cosidos. Además, los dos pidieron y vistieron una popular chaqueta acolchada de animales con un koala colgando de sus hombros. Cuando Minjun se la puso a Touma, parecía que Kenta estaba mirando la puerta del inframundo, pero lo ignoró.

Touma puso su mano sobre su pecho y miró a Minjun.

—¿Estás enfermo?

—No, solo hace bom bom aquí.

Tal vez sea porque estaban nerviosos, pero su mirada era hermosa, por otro lado, a Minjun le rompió el corazón al verlo así. ¿Cómo tiene que ser la vida de un niño de tres años? ¿No es suficiente con que coma, jugué, vaya al preescolar, vuelva a comer y jugué con sus amigos? Pero Touma ni siquiera tiene a los típicos amigos que se hacen en la sala de juegos. Minjun se arrodilló frente a Touma y lo abrazó con fuerza.

—Estas bien es un frijol que aparece cuando estás feliz. Mamá también tiene uno mira siéntelo.

Minjun tomó la pequeña mano de Touma y la llevó a su pecho, ante su corazón que estaba latiendo con fuerza, por el placer de pensar que pasaría un día con Daiki.

—¡Guau! Cococokong.

Cuando Touma expresó sus latidos al correr muy rápido como "Coco Coco Kong", Minjun se echó a reír. Touma también abrazó el cuello de Min-jun y se rio. La conmovedora escena, que tocó su corazón, se hizo añicos en el momento en que vio a Hakuto e Itsuki con trajes blancos y zapatos blancos. Minjun, quien puso un rostro aterrador, ya que sus ojos se elevaron y sus colmillos rasgando sus labios, los miró fijamente.

Al principio, solo iban a ir ellos tres: Daiki, Touma y Minjun. Sin embargo, ambos dijeron que nunca dejarían que saliera solo el jefe, incluso adoptaron la actitud de hanbok. No podía dejar a Kenta, que protestaba en silencio, como si se estuviera preparando para su muerte, así que decidieron ir todos juntos. En este momento, Minjun solo tenía una condición, les pidió que los siguieran como si no fueran un yakuza, pero ahora estaba echando espuma por la boca cuando los vio en trajes blancos como locos gánsteres.

—¿Qué clase de locos matones son ustedes? Les daré exactamente 10 minutos, ya sea que lo consigan o lo roben, vayan a cambiarse de inmediato. Pónganse unos jeans, una camiseta y una chaqueta. ¿De acuerdo? Solo 10 minutos. Tan pronto como Daiki salga de su habitación y diga vamos los quiero ya aquí.

Después de pasar tres meses con el jefe de la yakuza, las órdenes de Minjun también debían ser obedecidas por la yakuza. Hakuto e Itsuki salieron corriendo tan pronto como terminó Minjun de hablar, ya está empezando a cansarse a pesar de que ni siquiera han salido de casa y mucho menos llegado cerca del zoológico.

Miro hacia la puerta impotente del cuarto de Daiki, la puerta cerrada se abrió. Daiki, quien siempre vestía con un lujoso traje, caminaba vigorosamente con un refrescante atuendo casual por primera vez. Por un momento, a pesar de que era principios de invierno, Minjun sintió el suave viento primaveral soplar y agitar su cabello. Minjun, sin saberlo, lo saludó aplaudiendo.

—Vámonos. ¿Qué hay de Hakuto e Itsuki?

Tan pronto como las palabras de Daiki cayeron, Minjun agarró la mano de Touma y dijo de inmediato.

—Aparecieron vestidos como unos matones, así que les pedí que se cambiaran. Los esperaremos en el estacionamiento.

En ese momento, Daiki volvió la mirada y miró a Minjun lentamente de pies a cabeza. Poco después miró a Touma, que sostenía la mano de Minjun junto a él e hizo una expresión increíble en su rostro. Daiki se quedó mirando a los dos de pie con un koala colgando uno al lado del otro en la chaqueta acolchada en azul que llevaban en look de pareja.

—¿Qué?

—¿Qué? ¿Qué es?

Minjun se encogió de hombros con expresión de que no tenía idea de lo que estaba hablando y sonrió alegremente.

—La ropa.

Le preguntó Daiki con una firme expresión, señalando al koala que colgaba sobre sus hombros.

—Oh, ¿la chaqueta acolchada? Es es un artículo de moda en estos días, pero no podía cómpralo porque no tenía hijos. Es un abrigo acolchado para que haga pareja niños y padres, pero no hay nada sin pandas, leones o ratones. Correcto. No hay leopardo. Es una lástima, ¿verdad? Touma

—Eh

—Aún así, solo podemos vestirnos de azul, así que ni siquiera podemos comprarlo. ¿Pero por qué? ¿Odias a los koalas?

Ante la rápida explicación de Minjun, Daiki cerró los ojos y los volvió a abrió lentamente como si tuviera dolor de cabeza. Daiki, sin querer decir nada más, dijo con un tono de voz como si fuera una espada caminando hacia la salida.

—Aléjate un par de pasos.

Hoy, afortunadamente, no era un Mercedes Benz negro, sino un automóvil doméstico ordinario. Minjun sentó a Touma en el auto con la silla de bebé arreglada y agarró el brazo de Daiki cuando estaba a punto de ir al auto de enfrente.

—Vayamos hoy con Touma, ya que es su primer picnic familiar.

Daiki miró a MinJun, quien se sonrojó avergonzado, con una mirada inexpresiva para luego silenciosamente retirar su mano que sostenía la suya.

—Touma y yo no viajamos en el mismo auto. Touma lo sabe.

Ante las palabras de Daiki, Minjun se sorprendió hasta el punto en que su corazón se estremeció. Al escuchar que Touma también lo sabía, se apresuró a girar la cabeza y miró a Touma, quien movía su cuerpo de manera agradable. Lo despidió con la mano, nada impresionado, mientras se subía Daiki al otro coche. Minjun estaba desconsolado por ver como Touma lo aceptaba naturalmente sin saber por qué, pero negó rápidamente. No quería perder ni un segundo de su día pensando en algo melancólico. Minjun se apresuró a entrar en el coche y se sentó junto a Touma.

—Touma, ¿cantamos una canción?

—¿Cantas? ¿Tomma Hal también?

—Entonces, mamá cantará primero, para que Touma pueda seguirlo. Comenzamos.

—OK. Toma listo.

—Bebé tiburón doo doo doo doo doo doo doo.

—Bebé taneo tu lu u tu.

Minjun, que se echó a reír con la pronunciación de Toma, continuó cantando la siguiente canción.

—Lindo doo doo doo doo doo doo doo.

—Lindo doo doo doo doo doo.

—¡En las profundidades del mar, el tiburón bebé!

—Puerta bebé, doo doo doo doo doo doo doo doo". Es divertido.

Itsuki, quien conducía el auto, tarareaba con la clara risa del bebé que reía mientras aplaudía. La voz de Kenta se escuchaba ligeramente, pero Minjun simplemente fingió no escucharlo. Se lo pasaron en grande cantando la canción del tiburón hasta que llegaron al zoológico.

• * *

El famoso zoológico de Tokio estaba lleno de gente a pesar de que era un día laborable, quizás se hizo más popular debido a los lindos pandas que puedes encontrar ahí. Aunque ha pasado el otoño y ha entrado el invierno, Touma y Minjun estaban emocionados porque había mucha gente. Por otro lado, la expresión de Daiki se endureció rápidamente y se volvió brutal. A excepción de Itsuki, el resto de las personas no le prestaron atención ni por un solo momento mientras montaban guardia. Minjun abrazó a Touma, que estaba tratando de correr hacia adelante como un jabalí emocionado, se acercó a Daiki.

—Daiki, ¿sabes que tienes una cara muy aterradora en este momento?

—¿Por qué me pediste que viniéramos a este lugar?

Daiki bajó la voz mientras abrazaba a Toma. Si hubiera visto su expresión en casa, Minjun se habría asustado y no se habría movido de detrás de la espalda de Touma. Sin embargo, era su primera cita, por lo que no estaba asustado sin importar lo enojado que estuviera. Más bien, la mirada de las mujeres que lo miraban era aún peor, por lo que se acercó a él.

—Una promesa es una promesa, así que no pongas esa cara y diviértete. Bueno, no creo que sea malo que mires de esa manera con esa expresión de vez en cuando. Puedo sentir a las hienas con los ojos encendidos.

—¿De qué estás hablando?

Minjun dejó de caminar y puso ligeramente su mano en su brazo, mirando a las mujeres que miraban fijamente a Daiki.

—Mama, ¿estamos viendo a Bbiak?

—Podemos encontrarnos con Bbiak cuando haga calor. En cambio, vayamos a ver a los pandas. Mamá te los mostró ayer, ¿verdad?

—Oh, mira algo. ¿Oso Bamtaengsi?

—Ah ... es solo un panda...

Cuando las palabras que dijo como un código, los ojos de Daiki estaban fijos en Minjun. La respuesta que dijo Touma fue en coreano. Ayer, cuando Touma le preguntó qué es un panda, Minjun le respondió sin pensar "Es un oso que parece que no ha dormido", pero se sorprendió y se corrigió. Sin embargo, parecía que las palabras en coreano de Minjun ya se habían grabado en la cabeza de Touma.

Minjun jugueteó con la parte delantera de la chaqueta acolchada de Touma para evitar los ojos de Daiki. Daiki no quiso decir nada, colocó a Touma en sus brazos, emocionado por querer ir a ver al panda, solo dijo "Vámonos a su casa a verlo". Ya que Daiki no se enojó, Minjun exhaló un suspiro de alivio y le advirtió a Touma.

—Touma, no vayas solo a ningún lado".

—Sé."

—Papá, mamá, Itsuki, Hakuto ...

—Si no es Kenta, no seguiré a Toma.

—Sí. Nunca.

—Sí. Pero Toma va a caminar hasta casha.

Touma sacudió su cuerpo con sus lindas piernas regordetas, queriendo bajar de los brazos de Daiki.

—¿Puedes caminar bien?

Daiki miró a Touma, quien quería bajar con una mirada preocupada.

—Puedo ir. No es Toma.

—¿No puedes simplemente correr?

Minjun dijo mientras pretendía correr hacia Touma. Le preocupaba que la multitud lo arrastrara y se lastimara. Touma tenía la costumbre de correr cuando estaba emocionado. Daiki lo dejó por un momento, pero agarró la mano de Touma cuando estaba a punto de salir corriendo. Cuando Minjun veía a Daiki caminando hacia la casa de los pandas sosteniendo la mano de Touma, la punta de su nariz goteo. Incluso era sorprendente ver a Daiki junto a Touma fuera de la casa. 

Minjun se sorbió la nariz con su corazón feliz, cuando escuchó el sonido como de un hipopótamo sonándose la nariz de la nada. Cuando giro la cabeza, vi a Itsuki mordiéndose los labios mientras contenía las lágrimas. Debe haberse sentido de la misma manera que Minjun. Como de costumbre, Itsuki se reía mucho, pero también era un llorón. Aunque sabía cómo esa persona era un Yakuza, aún no lo creía. Incluso fue Minjun, quien estaba un poco preocupado por la seguridad de Daiki porque se decía que era el líder de acción.

—Deja de llorar porque estás cuidando al jefe.

—Sí... ... . Estoy tan feliz... ... . Soy un poco delicado.

—Deja de llorar eres un Yakuza no te creo. No llores Es demasiado confuso. Todos están confundidos, excepto nuestro Daiki y Touma.

—Mamá, ¿están todos en casa?

—No, es un Panda

—¿Por qué sigues haciendo eso?

—... No lo sé.

Cuando Touma, que estaba adelante, se aferra a Daiki mirando a Minjun y le pregunta, Itsuki, que había estado conteniendo las lágrimas hasta entonces, se echó a llorar. Minjun lo miró y corrió hacia Touma.

—Touma, es un panda.

—¿Vas a seguir enseñándole a Touma palabras extrañas?

—Ay, no te enojes conmigo. Simplemente se me salió de la nada. Los pandas tienen ojos oscuros. Es porque Daiki no sabe coreano ... Así que ese es prácticamente el lenguaje estándar. Mis ojos son negros ...

—Es ridículo porque no tiene sentido.

—Entonces no hables apurémonos vamos.

—Toma, ¿nos vamos volando con Mamá?

Minjun temía que Daiki estuviera más enojado, por lo que rápidamente agarró a Touma y abordó el avión, esperando en la fila para entrar. Era demasiado poco realista ver al jefe de la Yakuza que domina Tokio esperando en la fila, por lo que Minjun siguió mirando a Daiki.

—¿Por qué me estás mirando?

—¿Qué? ¿Lo hice yo?

—¿Por qué lo haces? ¿Me tienes tanto miedo?

El tono tranquilo de Daiki se sintió algo solitario, por lo que Minjun no cambió sus palabras y dijo la verdad.

—No, porque eres tan genial.

Daiki miró a Minjun con los ojos abiertos ante sus palabras. Minjun no podía adivinar en absoluto lo que estaba tratando de decir o lo que estaba pensando. Sin embargo, algo era seguro que Daiki poco a poco se estaba dando cuenta de su existencia, eso solo hacía a Minjun tan feliz. Si Touma no hubiera tirado de su brazo, había tocado el rostro de Daiki a pesar de que la gente los estaba mirando. Minjun se volvió hacia Touma con sorpresa.

—Mamá, casi estás ahí.

Cuando recobro el sentido, la primera fila se había reducido considerablemente, se sonrojó y siguió a las personas que estaban enfrente. Minjun, caminaba mientras miraba al suelo avergonzado, se topó con un hombre que salió corriendo de la nada y tropezó. Incluso cuando Minjun estaba a punto de caer, abrazó a Touma tan fuerte como pudo para protegerlo, pensó que Touma no saldría lastimado si caía sobre su cuerpo. Sin embargo, no cayó, el brazo de Daiki se envolvió alrededor de su cintura y lo atrajo hacia su pecho. Afortunadamente, Minjun cayó en los brazos de Daiki junto con Touma.

—Oh lo siento. Es que tengo prisa por ir al baño.

—Ten cuidado.

Completamente asustado por la voz grave de Daiki, el hombre miró hacia abajo y desapareció entre la multitud.

—¿No tienes un Tomas Quadant?

—Así es. Es tan bueno tener a papá. ¿Verdad?

—Bien. Papá es un rugido. Mamá, ¿cuándo verás nuestra BBOMB?

—Vamos a ver a los pandas.

—Uh, está bien.

Minjun consoló a Touma y se apartó de los brazos de Daiki. Cuando fue abrazado en su firme pecho, el recuerdo de cuando lo hicieron hace unos días le vino a la mente y el cuerpo de Minjun se puso caliente y fue incómodo. Minjun, incapaz de mirar a Daiki, entró rápidamente al salón de los pandas junto con Touma.

Touma que conoció a un Panda por primera vez en su vida, abrió mucho los ojos y se llevó los puños a la boca y pudo ver cómo se sentía también pude ver cómo él no sabía qué hacer. Kenta estaba ocupado filmando a Touma así. Touma miró a Minjun, señaló con la mano al panda y redondeó los labios. Y se tapó un ojo con el puño.

—¿Panda tiene los ojos abiertos?

—No tienes que mirarlos de cerca. Mira sus ojos parpadean son tan lindos como joyas.

—¿donde?

Touma tenía curiosidad, pero estaba asustado y no se acercó mucho a la jaula de los pandas. El panda estaba sentado en el árbol y miraba a su alrededor lentamente, masticando algo con la boca. Cuando Minjun abrazó a Touma e intentó acercarse al panda, Daiki sostuvo a Touma primero y se acercó al panda.

—Vaya, lo veo. Papá, los ojos de panda se abren, ¿verdad?

—Sí.

Fue una respuesta corta y contundente, pero incluso eso fue demasiado genial para Touma, abrazó el cuello de Daiki y llamó a Minjun.

—Mamá, mira. Abre sus ojos.

—Son tan hermosos como unas joyas. Touma.

—Bien. Pero, ¿qué ta comendo? Toma no. ¿Por qué Panda?

—Touma, ¿tienes hambre?

Minjun estaba emocionado y le preguntó a Touma, ya que solo había desayunado un poco más de lo habitual, si tenía hambre.

—No. No hambre, Tomas.

Quizás tenía curiosidad por saber que era lo que estaba comiendo el panda, así que preguntó. Touma habló con el panda, que se había quedado dormido desde entonces, y lo observó durante mucho tiempo. Más tarde, salieron corriendo de la casa del panda porque incluso le habló de cómo le picó ahí una vez por culpa de un insecto

—¿Cuándo le pasó eso a Touma?

Era la primera vez que escuchaba esto, así que Minjun le preguntó a Daiki.

—Le picó un mosquito mientras dormía en la casa del abuelo en el verano.

—¿Por qué no usaba pañales?

—Porque el abuelo odiaba cambiar los pañales. Ha pasado un tiempo, pero no sabía que lo recordaría.

—Oh, Dios mío, cómo pica. Una vez me pico uno en el trasero...

—Minjun.

Minjun cerró la boca y miró a Daiki ante su tono de voz enojado.

—No digas eso afuera, cuando estemos en casa, hazlo más tarde.

—Oh si.

—Solo digo que me rascaba y sangraba porque me picaba. No creo que deba decirlo hasta estar en casa.

Minjun susurró para sí mismo lo que no pudo expresar en voz alta y se dirigió a la jaula del leopardo que Touma había estado deseando ver. Tan pronto como entró en la jaula, Touma rompió a llorar cuando escuchó el gruñido del leopardo. Cuando Touma lloró, Itsuki intentó apuntar con una pistola al leopardo, por lo que Kenta y Hakuto lucharon por detenerlo. No sé cómo trajo la pistola, pero Minjun calmó a Touma y le gritó a Itsuki.

—¿Qué te pasa, Itsuki?

—No, quiero que Touma llore.

—Me estoy volviendo loco por culpa de Itsuki. ¿Cuándo trajiste eso? ¿Qué pasa si alguien lo ve?

—Minjun, me ocuparé de Itsuki, así que no te preocupes. Touma está llorando, así que salgan de aquí.

—Por favor, te lo ruego.

—Sí. Está bien.

Minjun trató de sacar a Touma, pero su rostro se puso azul y lloró, se negó a salir. Touma se aferró a Minjun y le pidió que fueran hacia el leopardo, temblando señaló al leopardo con la mano.

—Papá... Y vuelve.

Touma señaló alternativamente la pierna del leopardo y la pierna de Daiki, derramando lágrimas.
Su apariencia era tan hermosa que Minjun abrazó a Touma y le besó en la mejilla varias veces. Daiki también le secó las lágrimas y sostuvo a Touma en sus brazos por ver lo lindo que era. Minjun le gritó a Daiki, quien abrazó a Toma.

—Daiki, te tomaré una foto. ¿Puedes subirte los pantalones? Creo que sería genial si lo tomo junto al leopardo.

Si hubiera un dardo allí, no lo habría lanzado al cabello de Minjun esta vez. Minjun se giró para evitar mirar a Daiki, ante sus brutales ojos e hipo.

• * *

Touma rompía a llorar cada vez que veía a una bestia salvaje, pero a pesar de que lloraba, no abandonaba la jaula y saludaba a las bestias salvajes. Cuando llegó al salón de las serpientes, Daiki lo levantó mientras se acurrucaba y trataba de tumbarse en el suelo. La mirada de Daiki una vez más se convirtió en un dardo y cayó sobre Minjun, quien fingía no verlo mirando solo a Touma. Touma, que imitó haciendo ondas en los brazos de Daiki, hizo reír a la gente que pasaba.

Después de ver la sala de las serpientes, ya era la hora del almuerzo. A pesar de que era principios de invierno, la temperatura subió mucho por la tarde por lo que hacía buen tiempo. Sin embargo, era imposible que comieran afuera con Touma. Creo que sería mejor que comieran en el interior, pero estaba preocupado porque ya había mucha gente ocupando los asientos en el área de descanso interior. Entonces, Hakuto recibió una llamada telefónica.

—Oh, jefe es Itsuki.

—Hakuto apartó la cara del teléfono y miró a Daiki. Mirando hacia atrás, no pude ver la figura de Itsuki.

—Si, ya veo. Gran trabajo.

Hakuto dijo algunas palabras más y simplemente terminó la llamada.

—Tiene un lugar en el salón de allí.

Cuando miré al lugar que Hakuto estaba señalando, estaba en la parte trasera del salón, por lo que era un lugar que podría usarse como una habitación privada si tenías un buen lugar.

—Ese es un lugar muy popular.

Minjun miró a Hakuto con una expresión facial preguntando si era cierto.

—Itsuki es rápido en cosas como esta. Hermano, dame el bolso.

Hakuto se acercó a Kenta, quien nunca había dejado el bolso.

—No. Yo lo cargo.

—Está bien.

"Debe ser pesado, así que ¿por qué harías eso?" Pensó, pero al ver a Kenta sosteniendo la bolsa con un rostro solemne, Minjun cerró la boca y se dirigió al salón junto a Hakuto. Minjun se congeló en el acto cuando vio a Itsuki dándoles la bienvenida con una linda sonrisa en su rostro de oso. Me pregunté cómo consiguió los lugares, pero la respuesta estaba justo frente a él.

Le había pedido que no fuera yakuza en el mejor de los casos, pero unos diez hombres fuertes vestidos de negro miraron a Daiki y se pusieron de pie al unísono para mostrar sus respetos. Cuando la boca de Minjun se abrió de mala manera y se detuvo un momento, Touma la puso su dedo en su boca jugándole una broma.

—Tan pronto como se abrió la puerta de la sala, les ordenó que entraran y tomará los lugares. Ya pueden ustedes irse ahora.

Minjun miró a Itsuki, quien habló con orgullo y asintió con la cabeza a los hombres.

—¿Qué estás haciendo la gente se nos queda mirando?

—Por lo menos, vinimos aquí como personas normales.

—La gente también usa traje. Minjun. No discutas, siéntate.

—Daiki, por favor díselo.

—siéntate. Buen trabajo. Itsuki.

— ... soy el único que es raro.

Cuando Daiki, quien pensó le diría algo, felicito a Itsuki. Minjun mostró su desaprobación con los labios extendidos hasta el límite, llevó a Touma a su asiento a regañadientes y refunfuñó. Después de un rato, Kenta llevó a Touma al baño para lavarle las manos, y ​​Hakuto e Itsuki lo siguieron al baño. Parecía que Touma tenía prioridad sobre Daiki.

—Come.

—Siempre felicitas a Itsuki.

—¿De qué tonterías estás hablando?

—Así es. Le acabas de decir a Itsuki que hizo un buen trabajo.

—Es porque hizo un buen trabajo. ¿Crees que les fue fácil llegar aquí temprano en la mañana y tan solo quedarse?

—Aun así, todos dijeron que yo era Yakuza.

—Eso es correcto son Yakuza. ¿Crees que puedes cambiarlos de la noche a la mañana? Se sienten más cómodos en trajes que con ropa casual.

Minjun de repente no tiene nada que decir. Volví a la realidad al escucharlo decir que se sentían más cómodos con los trajes. Ahora le parece una persona completamente diferente, pero pensó que Daiki podría sentirse cómodo usando su traje. Daiki, es el jefe Yakuza, era el jefe de la Yakuza cuando lo vio por primera vez y todavía es un Yakuza. Mejor dicho, Minjun no conoce a Daiki, ni a la Yakuza, ignorar que de alguna manera pertenece a ese mundo era una tontería desde el principio. Minjun miró a Daiki inexpresivo, y se disculpó sinceramente.

—Lo lamento.

La sorpresa cruzó por el rostro inexpresivo de Daiki. Arqueó las cejas y miró a Minjun.

—¿Qué sucede contigo?

—¿Qué? Me disculpo sinceramente.

—Entonces, ¿por qué te disculpas de repente? solo haz lo que sueles hacer porque me pone nervioso.

—Eso es injusto. Me culpas por disculparme.

Hablaba en serio, pero cuando Daiki lo dijo con una expresión seria, Minjun se sintió decepcionado. Incluso si a veces hace cosas estúpidas, no pensaba que hubiera sido egoísta hasta el punto que él le diga que se pone nervioso por su disculpa, por lo que los ojos de Minjun se enrojecieron. Su cara inclinada fue levantada por la mano de Daiki. 

Al contrario de su rostro frío, los ojos de Daiki estaban calientes como si fueran a arder, a pesar de que eran solo sus ojos, Minjun quería darle todo lo que tenía, en algún momento, Daiki ocupó la mayor parte de su corazón. Minjun le era difícil de soportar la mirada de Daiki mientras él le agarró su muñeca mirándolo con lujuria.

—Por favor suéltame. La gente nos ve.

—¿Qué hay de malo en eso? Hace un rato, no te gustaba que las mujeres me miraran, así que estabas pegado a mí.

La cara de Minjun rápidamente se puso roja como un tomate, estaba avergonzado y confundido. Nunca pensó que Daiki se hubiera dado cuenta de eso.

—Me quejé de algo.

—Ahhh.

Involuntariamente el sonido sofocante salió de su boca. Minjun los miró y les escupió feas palabras en coreano sin dudarlo. "Te le quitas los ojos de encima" o "Estás babeando". Pero, sobre todo, Minjun se sorprendió por las palabras de Daiki en la medida en que su pelea se llevó a cabo debido a sus palabras gruñidas con doble sentido ante sus ojos.

«Deja de hacer eso, Daiki es mío. No lo mires, lo vas a secar. Estás celosa, ¿verdad? Estas celosa. Lo has adivinado, pero te mata más de noche. Así que límpiate la saliva y sigue estando celosa»

—¿En qué estás pensando tienes la cara muy roja?

—Bueno, no lo sé. ¿Es porque hace calor?...

Minjun incluso tartamudeó y abanicó sus manos. Daiki se acercó lentamente a Minjun con una sutil sonrisa.

—¿Por qué, por qué te acercas a mí?... No debería hacer eso...

—¿Qué?

—Qué es eso...

Minjun cerró los ojos, olvidando dónde estaba.

—Papá, las manos de Touma están frías.

—¡Ay!

Escuche a lo lejos la voz de Touma, Minjun gritó ya que su frente le dolía lo suficiente como si le hubieran prendido fuego con los ojos cerrados. El dolor fue tal que hasta las lágrimas se formaron en sus ojos y sentía que su cabeza estaba a punto de partirse. Entonces, de repente, se reclinó y escuchó la increíble voz de Daiki.

—¿Tu cabeza es de piedra? ¿Qué es tan dura?

—¿Estás bien?

La voz avergonzada de Kenta zumbó en sus oídos.

—¿No deberías llamar a una ambulancia? Hermano.

—Lo sé, solía ser así la cabeza de Minjun.

Entonces se escucharon las voces de Hakuto e Itsuki.

—Cállense todos.

—Papá, mamá, ¿vives allí?

—No estoy muerto, simplemente me golpee la cabeza con papá.

Cuando los dos estaban cerca de la cara del otro, fue cuando Touma corrió y empujó a Daiki y las dos personas desprotegidas se golpearon la cabeza.

Minjun estaba muy triste porque nadie se preocupó por él a pesar de que estaba herido. Sin embargo, cuando la mano de Daiki toco su rostro y su frente en la marca en rojo, su tristeza desapareció de inmediato como la nieve derretida.

—¿No te lastimaste?

—Tengo cabeza de piedra.

—No te enfades por eso.

—¿Puede una cabeza de piedra ponerse de mal humor?

—¿Vas a seguir haciendo eso?

—Sí, todo el mundo está preocupado por Daiki.

—¿Que importa eso?" Yo estoy preocupado por ti.

Minjun, cuyo rostro estaba más rojo que la marca roja en su frente, no pudo evitar formar una sonrisa en sus labios. Touma se acercó a Minjun y se sentó en su regazo.

—Mamá, Toma pado, Joa, no se queda

—También es mi hijo. Itsuki, Hakuto y Kenta fueron fotografiados por mí como grupo.

Minjun abrazó a Touma y los miró, pero Minjun, que sonreía ampliamente, no estaba asustado en absoluto.

Después de que pasó toda la conmoción, sacó la lonchera que Shaw había preparado y la colocó sobre la mesa. Todos vitoreaban cada vez que abría una tapa. Por supuesto que había sushi, y no faltaba nada, desde las bolas de arroz con pollo favoritas de Touma hasta los camarones fritos.

Más tarde, bebí un sorbo de té verde que sirvió Kenta porque incluso Daiki al que le dijo que lo había traído de casa, elogiándolo no como un cumplido, dijo: "Esto fue demasiado".Minjun, ya lo había regañado por estar loco cuando salieron de la casa, también alimentó a Touma y se comió la comida preparada como si ocultara su mirada. Casi vaciaron todas las loncheras y salieron del salón para visitar las salas de los animales que aún no habían visto.

Touma le hacía varias preguntas sobre los animales que veía por primera vez, pero Minjun, no sabía mucho acerca de ello así que le pasó el puesto a Kenta y se situó junto a Daiki. Daiki no dijo nada y mantuvo a Minjun a su lado. Pero cuando Daiki vio a Minjun agarrarse la nariz frente a la jaula del elefante mientras le enseñaba a Touma a jugar al elefante, dio un par de pasos hacia atrás y miró hacia otro lado. Solo Itsuki aplaudía y gritaba apoyándolo a su lado.

El sol ya estaba cayendo cuando dimos la vuelta después del almuerzo. Toma, que recorrió el zoológico con entusiasmo, saltando con una una diadema de orejas de conejo. Minjun llevaba la diadema de leopardo que compró porque insistió en comprarla incluso si moría. Mientras caminaban hacia el estacionamiento, Daiki miró a Minjun cantando una extraña canción con Touma.

—Creo que es la primera vez que veo a Toumas así de feliz.

Kenta se acercó y le dijo en voz baja.

—Sí. Me alegro de que haya venido.

Mientras hablaba, Daiki le entregó a Kenta la diadema de leopardo que tenía en la mano.

—Quémalo y deshazte de él.

Minjun no solo compró el suyo, sino que también le compró a Daiki una diadema de leopardo.

Incluso hizo que Touma le pidiera que lo comprara, pero al final, le dijeron que Touma estaba llorando, así que aceptó llevarlo mientras sostenía su mano y así lo tuvo hasta ahora. Mientras los dos miraban hacia otro lado, Daiki fue el primero en deshacerse de la diadema.

Ya en el auto de regreso a casa, MinJun acariciaba el cabello de Touma, quien asentía con la cabeza mientras se quedaba dormido. El corazón de Minjun se calentó al recordar la sonrisa de Touma, quien había estado feliz todo el día disfrutando. Cuando lo pienso, Daiki siguió la espalda de Touma y se aseguró de ser un buen papá.

No sé cuándo volverán a pasar un momento tan feliz, pero el nerviosismo de Minjun continuó ya que el día que Daiki prometió aún no había terminado. Anticipándose a que podría volver a pasar la noche con Daiki, Minjun presionó suavemente su corazón palpitante.

• * *

—Hemos llegado.

—Tan pronto como lleguemos... bañare a Touma y lo acostaré ...

—¿Sí?

—¡Minjun!

Minjun, quien saltó de su asiento ante la repentina voz de Kenta, se golpeó la cabeza contra el techo. Se agarró la cabeza porque parecía que dijo algo extraño mientras dormitaba, Minjun solo le sonrió a Kenta como si nada hubiera pasado.

—Debes haber matado muchas neuronas el día de hoy

—Bueno, está bien porque soy muy inteligente.

—Sí... Bueno no dejaré que cargues a Touma.

Kenta miró a Minjun a los ojos preguntándose si su cabeza estaba bien aunque ya era extraño, no fue por completo por los golpes, rápidamente abrazó a Touma. Daiki salió del auto primero y estaba hablando con Ren, quien estaba vigilando hoy la casa vacía. No sé qué está pasando, pero el rostro de Daiki, que se había relajado un poco, volvió a tener una rígida expresión.

Minjun, incapaz de preguntarles qué estaba pasando, siguió a Kenta quien sostenía a Touma y entró a la casa primero. Touma, que no lloró ni siquiera después de despertarse, probablemente porque jugó feliz todo el día, le cepillo los dientes, le lavó la cara y se durmió profundamente tan pronto como lo acostaron en la cama. Minjun masajeó los pies de Touma, ya que había corrido todo el día. En ese momento, Daiki salió de su habitación en traje. Minjun se levantó de la cama y siguió a Daiki con la mirada. El día no había terminado, así que Daiki seguía siendo de Minjun. Sin embargo, no tuvo el valor de quejarse ante el comportamiento arbitrario de Daiki.

Sintiendo la mirada de Minjun, Daiki envió al grupo de Ren afuera y se acercó a él en silencio. Daiki era tan genial que no quería mostrárselo a nadie. Daiki en atuendo casual se veía genial, pero en traje se veía sexy. Si pudiera, quería tocar su grueso escote que salía de su camisa. Los ojos de Daiki miraron a Toma dormido y pronto miraron a Minjun.

—El día aún no ha terminado, pero lo siento.

—¿No eres el tipo de persona que no puede vivir con una deuda? Págame de vuelta, dame cada segundo del tiempo que me ibas a dar hoy, tan pronto como regreses.

Solo un lado de los labios de Daiki se curvó hacia arriba.

—No sé si me tengas miedo o no. Aun así eres la primera persona que se burla de mí así. Acepto esas palabras y me ire.

—¿Adónde vas?

Minjun tenía tanta curiosidad que sintió que se estaba volviendo loco, así que terminó diciéndole a Daiki las palabras que solo quedaban en su boca.

—Osaka. Hay algo que necesito resolver. Por favor, cuida de Touma.

Cuando escuchó a Osaka, el corazón de Minjun cayó al suelo. Osaka es el hogar de Souske quien mató a la madre biológica de Touma. Minjun escondió desesperadamente la ansiedad que estaba tratando de revelar en su rostro debido a que Daiki no sabía que él conocía este hecho.

—¿Por qué? ¿Le doy tus saludos a Taichi?

—Ese imbécil, no es de mi incumbencia.

—¿bueno? dijiste que era de tu gusto.

—¿De qué estás hablando? Yo nunca dije eso.

Minjun giró la cabeza hacia un lado porque sintió que estaba a punto de llorar. Estaba tan preocupado por con quién se iba a encontrar Daiki, si incluso estaba peleando con la facción de Sousuke, se estaba volviendo loco. Las manos de Daiki se envolvieron alrededor del rostro de Minjun, haciéndolo mirarlo.

—¿Por qué estás llorando?

—Oh, no estoy llorando.

—Es mentira. Tus ojos están llenos de lágrimas. ¿No estás enojado porque no pudiste comerme esta noche?

—No.

Ante las significativas palabras de Daiki, la cara de Minjun ardió como carbón caliente en un instante. Daiki soltó un breve bufido y trató de bajar la mano, Minjun inconscientemente tomó su mano de nuevo.

—¿Cuándo volverás? Estarás bien, ¿verdad?

Como si tratara de averiguar algo, sus ojos profundos miraron a Minjun, normalmente volvía la cabeza porque tenía miedo de su mirada, pero esta vez lo miró sin parpadear.

—Será pasado mañana. Hay un problema, pero no es peligroso, así que no pongas esa cara.

Si Daiki dice que estará bien, estará bien.

Minjun, se sintió tranquilo por sus palabras, exhaló de alivio y sonrió. La mirada de Daiki, que estaba observando su sonrisa, tembló por un momento, agarró su pequeño rostro con ambas manos y lo beso con rudeza. La lengua inquieta de Daiki reaccionó violentamente y la introdujo en la boca de Minjun enrollando la lengua de este, y chupó con fuerza. Fue doloroso que no le soltara la lengua, pero MinJun envolvió sus brazos alrededor de su cuello y respondió frenéticamente.

—Uh, Ugh.

Mientras mordía su suave labio inferior, las piernas de MinJun se relajaron por el placer que estaba cerca del dolor. Daiki abrazó a Minjun, le dio un beso que pareció paralizar su mente y con una expresión triste en su rostro, soltó sus labios.

—Volveré pronto.

Daiki salió de la habitación sin mirar atrás, hablando brevemente con voz bloqueada sacudiéndose su arrepentimiento. Minjun se derrumbó en la cama y se tocó los labios. Los labios de Daiki todavía ardían como si aún estuvieran allí.

• * *

Minjun tomó todos los bloques, se sentó y miró a Touma quien los apiló como una pared. Touma conectó los bloques e hizo algo parecido a una jaula con sus pequeñas manos, agachándose dentro de ella, luego salió de nuevo, hizo una jaula cuadrada un poco más grande, asintió y exhaló un largo suspiro. Touma inclinó la cabeza y pensó en algo, luego quitó el bloque de una pared y completó un bloque en forma de "C". Luego aplaudió y corrió hacia Minjun y este lo sostuvo en sus brazos. Estaba orgulloso de sí mismo por lo que había hecho y sonreía.

—Touma, ¿qué hiciste?

—Hash una casa.

—¿Casa?

—Chi. ¿Pero no casa de Toma? Es la casa de Kkobul, Ppoppum y animalesh.

—Oh ya veo... Espera, pero ¿por qué le dejaste un hueco asi a la pared? Así se saldrán todos los animales.

—Los animalesh también quieren salir de casa. Es Tomahangte. Quiero ir al bar así.

Minjun se tapó la boca con la mano y se mordió el labio para contener sus lágrimas que estaban a punto de salir. Era tan hermoso ver como Touma tenía un corazón tan bondadoso que cuando vio a los animales en jaulas él quería verlos libres, Minjun llamó a Kenta con voz temblorosa. Touma, era un niño tan bondadoso y sensible, le pareció que debería tener una educación adecuada acorde a ello.

—Kenta. ¿Dónde está Kenta?

Al escuchar la urgencia en la voz de Minjun, Kenta corrió veloz hacia la habitación dando un salto realmente largo de unos tres pasos.

—¿Qué pasó?

—Kenta. Creo que nuestro Touma se convertirá en un autor de best-sellers. Echa un vistazo aquí.

Minjun sostuvo a Touma contra su pecho y caminó de rodillas hacia el frente del bloque en forma de "C" de inmediato.

—Bueno, Touma apiló los bloques así, así que le pregunté qué era. Y él dijo que esto era una jaula de animales. Entonces le dije," Si dejas un hueco en la pared, todos los animales saldrán". ¿Sabes lo que respondio Touma?

Minjun miró a Kenta parpadeando.

—Los animales también quieren salir de casa... ... ¿Cómo se le ocurrió eso? La sensibilidad de nuestro Touma parece ser única, así que por favor no le enseñes extrañas historias y críalo como un niño literario.

Los ojos de Kenta destellaban, que parecían estar más enojados que nunca, arreglando su despeinado flequillo ya que se despeinó cuando corrió, diciendo en un susurro para calmarse: '¡Es la Mamá de Touma, no lo mates!', Kenta, quien casi corrió con su pistola en la mano porque pensó que algo había pasado, le dijo en voz baja.

—Lo pensaré. Shaw está haciendo batatas en el jardín. ¿Les gustaría salir?

—¿Batatas? Por supuesto que saldremos. Touma, ¿nos vestimos y salimos? Vamos a comer batatas.

—Sí. Batatas, batatas.

—Entonces vamos a vestirnos.

Minjun lo sostuvo del pecho a Touma y lo abrazó como un avión, luego desaparecieron en el closet con un estruendo. Fue entonces cuando Kenta revisó el mensaje que acababa de llegar a su teléfono celular.

[La primera negociación se rompió. Jefe, volviendo a intentar]

Era un mensaje de Hakuto que fue a Osaka junto al jefe. En este caso, Daiki y el grupo, que tenían que regresar a casa hoy como estaba programado, no podrían regresar y no sabían cuándo regresaría a casa. Minjun, quien ya estaba deprimido porque no pudo ver al jefe por un día, aunque sonriera estando con Toma ya mostraba signos de inestabilidad emocional ya que estaba preocupado. Un profundo suspiro escapó de la boca de Kenta.

• * *

Fue la consideración de Shaw realizar una fiesta de barbacoa inoportuna quien reunió ramas secas y carbón para asar unas batatas en este feroz clima. Era una fiesta para Minjun y Touma ya que dejaron casi todo el desayuno y el almuerzo, ya que no tenía apetito sin Daiki, como siempre.

—Mamá, caliente, caliente.

—¿Por qué no escuchaste a mamá, te dije que lo estaba enfriando? Dámelo. Oh, caliente.

Minjun rápidamente tomó la batata de las manos de Touma, quien gemía mientras sostenía la batata en su mano que aún no se había enfriado. Sin embargo, debido a su piel sensible que ni siquiera puede atrapar el hoppan si estaba caliente, el paso de una mano a otras mientras la hacía girar como si fuera una pelota a la batata. Incapaz de seguir viéndolo, Kenta tomó la batata y la puso sobre la mesa.

—¿Por qué no se sientan ustedes dos un rato?

—Déjalo. Estamos felices de verlo así.

Shaw volteando la carne detuvo a Kenta, Minjun se levantó de un salto y levantó la voz con ambas mejillas encendidas.

—¿Estás diciendo el tío Shaw que solo va a mirarme a pesar de que mis manos están ardiendo?

—Oh, vaya. Mi señora se ha enojado. Solo lo decía para ser gracioso.

—No soy una señora. Soy un hombre con todo en su lugar. ¿Quieres que te lo demuestre?

—No, No quiero morir a causa del jefe.

—Oye, todos los hombres tenemos uno..., ¿por qué mencionaste a Daiki? Eres gracioso tio Shaw. Touma, sentémonos y comamos bonitos... Vaya, Touma, ¿qué estás haciendo?

Minjun, cuyo rostro estaba tan rojo como un trozo de carbón, se asustó cuando vio a Touma. Touma se estaba quitando los pantalones e incluso la ropa interior. Minjun, se apresuró a detenerlo y le subió los pantalones de nuevo, con los ojos muy abiertos le preguntó a Touma.

—¿Qué ocurre? ¿Quieres orinar?

—Toma bien es un hombre. Mío está colgando.

—Por supuesto, Touma también tiene uno... ... No, eso no. Mamá te ha dicho que no debes bajarte los pantalones de forma imprudente. Nunca debes mostrarte desnudo delante de los hombres de aquí, especialmente frente al Sr. Shaw.

—Oye, ¿no estás exagerando? Después de todo, soy el padrino del jefe.

—Hmph, no sé nada de eso.

—Espera, Touma no sabe que su mamá es un hombre, y ¿por qué lo es?

Con media vida siendo un yakuza, Shaw, tomó la carne con las pinzas y la llevó a la mesa tomó un trozo de carne y se lo llevó a la boca, inclinando la cabeza Minjun observó que su sensibilidad era la misma que la de un salvaje.

—Ahora que lo escucho, es verdad. Siempre me baño con Touma.

Solo entonces Minjun inclinó también la cabeza ante Shaw ya que noto que en verdad era extraño.

—¿Por qué soy mamá, Touma?

Touma, que estaba pensando en algo con la boca abierta ante la pregunta de Minjun, corrió hacia Kenta y le tendió la mano.

—Kenta, hefono favo.

—¿Su teléfono? Touma está en la habitación. ¿Te lo traigo?

—No. Bája Kenta.

—¿El mío?

Kenta sacó el teléfono de su bolsillo, lo desbloqueó y se la entregó a Touma. Touma comenzó a hojear la pantalla y entro al álbum de fotos de Kenta y empezó a buscar. Puede ser porque era obra de un niño, pero como es el próximo jefe de la familia Ueyama, todos se reunieron alrededor de Toma mirándolo sorprendidos. Touma, había estado hojeando las fotos durante un tiempo, levantó el teléfono celular y gritó.

—Aparece aquí. Aparece aquí. Mira.

Minjun miró la pantalla del teléfono que Touma le tendió y casi lo dejó caer al suelo por la sorpresa. En el teléfono celular, había una foto de él usando un traje de mucama en el festival de otoño de su escuela ya que promociono a su club en la puerta principal de la escuela. Aunque estaba un poco borrosa, definitivamente era él. Minjun miró la foto una vez más. Como era de esperar, era él. Minjun de repente miró a Kenta con ojos de hacha.

—Kenta, ¿qué significa esto? ¿Eras un acosador?

—¿De qué estás hablando?

Cuando escuchó que le dijo acosador, no pudo ocultar enojo y le arrebató su teléfono celular de la mano a Minjun.

—Esto es... yo no tomé esto. Fue en un atasco, le di a Touma mi celular para que jugara. Creo que fue entonces cuando la tomó.

—¿Crees que tiene sentido? fue hace tres años....

—toma veltas, mama veltas.

Touma cantó una canción, gritando que la había tomado mientras daba vueltas y vueltas por lo que era divertido. Quizás a partir de entonces, Minjun se había asentado en la mente de Touma como su mamá.

—¿Mamá-machi? Toma veltas.

Minjun, mirando a Touma, mientras sonreía ampliamente sosteniendo su brazo, se sintió conmovido por el hecho de que había existido en su mente durante mucho tiempo. Minjun abrazó a Touma con fuerza y ​​rompió a llorar.

—Touma. Mamá te quiere mucho.

—Ugh. Toma te quiere mucho también. Yo también amo a papá.

Cuando la palabra "papá" salió de la boca de Touma, las preocupaciones que habían estado conteniendo por un tiempo se desbordaron como olas, y Minjun se sentó en el suelo y lloró en voz alta. Mientras lloraba, Minjun pensó que estaba descalificado como mamá. Sintio vergüenza ante Touma, por ser una fea Mama que ni siquiera podía controlar sus emociones. Minjun no podía dejar de llorar incluso cuando trató de contenerse. Sin embargo, los pensamientos de los miembros sobre Minjun fueron un poco diferentes.

"Si fue conmovedor, pero no es hasta el punto de soltarse a llorar y volverse loco...

Se miraron el uno al otro, mirando con tristeza la carne mientras se enfriaba.

• * *

Ha pasado menos de un minuto desde que puso a Touma en la cama y leyó su cuento de hadas favorito. Minjun acarició el rostro de Touma ya que se quedó dormido y se levantó de la cama. Originalmente, Daiki tendría que haber vuelto hoy. Sin embargo, todavía no había noticias, así que Minjun iba a preguntarle a Kenta. Debe haber algún contacto con Kenta. Cuando abrio la puerta y salió al pasillo, apareció Kenta como si lo hubiera esperado. En ese momento, las manos y los pies de Minjun temblaron como si algo le hubiera pasado a Daiki.

—¿Qué ha pasado?

—Nada, el horario se ha extendido, así que volverá mañana por la noche.

—Kenta. No está Daiki herido o algo así ¿verdad? Por favor, no me lo ocultes.

—El jefe está bien. No te preocupes demasiado y vete a dormir.

Kenta solo inclinó levemente la cabeza, sin saber qué decir, se dio la vuelta. Pero luego, lentamente, miró a Minjun de nuevo. Sus ojos estaban vacilantes, pero su voz parecía haber tomado una decisión.

—Si quieres volver, le preguntaré al jefe.

—¿Qué quieres decir con volver? ¿Qué significa eso?

—Minjun no puedes soportar este tipo de vida. Por favor, déjalo vuelve a tu propia vida.

Min-jun se quedó en shock ante las palabras de Kenta. Volvió rápidamente a sus sentidos y se enojó mirándolo con fiereza apretando los puños con fuerza.

—¿No eres demasiado injusto? Trajiste a la fuerza a alguien que no te agrada y lo convertiste en la mamá de Touma. ¿Me estás diciendo que vuelva ahora a mi vida? ¿No crees que cuentan también mis emociones? Touma es tan adorable... . Que me hayas traído dependió de ti, pero el irme dependerá de mí. Al menos hasta que ya no quiera quedarme aquí. Depende de mí sí me preocupo o no por lo que suceda. Kenta probablemente dijo esto porque está pensando en mí, así que fingiré que no escuché nada de lo que dijiste.

—Lo siento. Crucé la línea.

Kenta, que siempre lo había visto asustado o juguetón, miró fijamente a Minjun, quien lo miraba con enojo a los ojos y tenía una expresión muy seria. Pudo ver que sus palabras no eran falsas. Kenta se dio cuenta de que había cometido un gran error y se disculpó cortésmente, se dio la vuelta con dificultad, dejando a Minjun apoyado en la puerta.

Cuando Kenta desapareció, Minjun se quedó mirando el suelo del pasillo durante mucho tiempo, conteniendo las lágrimas que estaban a punto de brotar. Cuando volvió a la habitación tal como estaba y vio la cara de Touma, sentí que iba a estallar en llanto. Escuchó cosas odiosas de sus padres cada vez sobre cuántas veces puede llorar un hombre, pero hoy estaba enojado consigo mismo.

Cuando Kenta dijo que sería mejor que regresara a su antigua vida, sintió que se asfixiaba como si lo hubiera devuelto a la realidad. Se sintió como si me hubiera arrojado a la tierra porque se convirtió en un pez que solo podía vivir en el agua. Algún día, llegaría el día en que tenía que dejar a Touma, pero quería pensar en ello hasta entonces. Minjun negó con fuerza y ​​se frotó las lágrimas con rudeza con el dorso de la mano.

Cuando entró en la habitación, el sonido de la respiración de Touma calmó un poco la mente perturbada de Minjun, fue directamente a la cama sentándose a lado de Touma en lugar de acostarse, mirando a Touma. En ese momento, el teléfono celular de Touma colocado en la mesita de noche se iluminó.

—¿Quién era a esta hora?

Minjun tomó el teléfono celular y miró la pantalla. La frase en la pantalla era Papa heung. Minjun miró a Touma en ese momento. Tendría que despertar a Touma, que ya estaba dormido, pero dudó un momento ya que confirmé que eran más de las 9 en punto. Pensé que Daiki conocía la hora de dormir de Touma, no llamaría deliberadamente a esta hora. Minjun tragó saliva seca y apretó el botón de llamada.

—Hola.

—¿Por qué tardaste en contestar?

Escuchó la voz de Daiki, que estaba irritado. Después de escuchar su voz, el bulto negro que se sacudía y lastimaba a Minjun desapareció sin dejar rastro.

—Estaba en silencio.

—La lámpara debe haber parpadeado.

—¿Me llamaste para pelear conmigo?"

—¿Qué? Touma ya está dormido.

—Si. Entonces... ¿por qué llamaste?

Pensando que Daiki, podría ofenderse por sus palabras y colgar el teléfono, aun así Minjun no pudo soportar no preguntarle. Hubo silencio por un rato, luego escuchó la característica voz baja de Daiki.

—¿Qué estabas haciendo?

—Estaba pensando en cómo tomar lo que me debes.

Para su sorpresa, escuché la risa de Daiki. La emoción se extendió suavemente desde su oído tocando el teléfono.

—Eres persistente. ¿Quieres decir que quieres estar conmigo todo el tiempo que tenga libre?

—¿Me darás más si te lo pido?

—Bueno, entonces volveré mañana.

—Espera un minuto."

Lo llamó sin querer porque pensó que Daiki terminaría la llamada, pero a Minjun no se le ocurría nada que decir.

— ¿Que pasa?

—Te extraño, dijo Touma.

Le dijo que lo extrañaba, el corazón de Minjun comenzó a latir con fuerza hasta el punto de que no podía soportarlo. Incluso si termina la llamada tal como está, Minjun lo dejaría colgar agradecido.

—Yo también te extraño... díselo a Touma.

Y no había sonido en el teléfono. Daiki colgó. Minjun se detuvo durante unos 3 segundos, luego saltó a la cama, abrazando el teléfono comenzó a rodar.

«Quiero verte. Llamaste al teléfono de Touma, pero está claro que me estabas hablando. Quiero verte Daiki, vuelve rápido»

—Mamá, ¿qué te pasa?

Touma, que se medió despertó, murmuró somnoliento mientras Minjun se reía emocionado como un loco en la cama.

—Lo siento. ¿Te despertaste por culpa de Mamá? Démonos prisa y durmamos. Para que llegue el mañana, ya que mañana volverá papá. Ya que también Touma lo extraña, ¿verdad?

—Yo también quiero ver a papá.

Acariciando a Touma, quien se volvió a dormir, Minjun también lo abrazó con su corazón feliz y se durmió.

• * *

Fue una negociación difícil. Cuando había negociaciones o problemas con la facción Souske, Shinpei no quería que Daiki se presentará personalmente. No podía ir él ya que era solo un anciano en la trastienda que ha bajado de la línea del frente, aun así negociaban con Taichi. Sin embargo, esta vez, el jefe del grupo Sousuke se presentó en persona, por lo que el jefe del grupo Ueyama también tenía que hacerlo.

El Grupo Souskepa era la organización donde estaba involucrado el culpable que asesinó a la madre biológica de Touma, Miu, hace tres años. Aunque la facción Sousuke afirmó que el único involucrado fue el líder excomulgado, la facción Ueyama no les creyó. Sin embargo, no había una razón clara para que la familia Sousuke, que por lo general eran amigos cercanos, estuvieran preparados para morir por matar a la esposa del actual jefe.

Se pudieron evitar los asesinatos gracias a Taichi, quien impidió que Daiki apretara el gatillo de la rata que fue atrapada en la escena. Pero después de eso vivió una vida inestable, dejando a Touma en su casa.

Daiki miró al cielo. Las gotas de lluvia, que habían ido cayendo poco a poco desde que entraron al hotel, el lugar de la negociación, empezaron a caer con considerable fuerza. La manecilla de la hora del reloj de pulsera pasaba de las 8 en punto. Son más de 6 horas en automóvil de Osaka a Tokio, e incluso si parten ahora, no podrá cumplir su promesa a Minjun de que llegaría el día de hoy. Daiki se dirigió al coche sin dudarlo.

—jefe, ¿volverá al hotel?

Ren, que estaba al lado de Daiki, preguntó con su voz tranquila habitual.

—Me voy a casa.

—¿Está hablando de Tokio?

—¿Por qué? No puedes manejar, ¿debería hacerlo yo?

—Oh no. Partiremos de inmediato.

No había necesidad de preguntarle por qué volvían de inmediato a Tokio ya que Minjun era la razón por la que el jefe dijo que se iría a casa, aunque él tuviera que conducir. Ren no pudo evitar sorprenderse por la impaciencia de Daiki. Era una expresión que nunca había visto antes en Daiki.

Daiki pensó en Minjun en el coche en marcha, normalmente, habría tenido tiempo para organizar sus pensamientos sin reducir la velocidad. De vez en cuando, pensaba en Touma, cuando lo hacía le dolía el pecho, se obligaba a apartar sus pensamientos y adormecer su mente. No sabía que estaría tan ansioso por volver a casa lo antes posible con solo pensar en Minjun. Casi le dijo a Ren que se dirigiera al aeropuerto.

¿Qué diablos me pasa? No es amor. En otras palabras, sería deseo.

Lo siente por Touma, pero Daiki no tenía la intención de darle una mamá o tener a alguien a su alrededor mientras él estuviera vivo. En ese sentido, Minjun era un ser muy conveniente tanto para Touma como para él. Pero su sangre hervía y estaba emocionado sintiendo burbujas como las que se producen cuando el agua hierve. Daiki, que apartó los ojos de la ventana lluviosa, mirando el reloj de pulsera. Todavía quedaban cuatro horas para llegar a Tokio.

• * *

Minjun no estaba en paz incluso aun cuando escuchaba la respiración tranquila de Touma. Tan pronto como miró por la ventana, vi un destello de luz, seguido de un débil sonido de trueno. Un látigo como una llama golpeó el cielo como si cortara el oscuro cielo nocturno.

Minjun miró hacia la ventana donde una muñeca fantasmal hecha sólo de una cabeza de tela colgaba como gotas de agua. La hicieron junto con Kenta, quien también dijo que no le gustaba después de cenar, era un Teru Teru bozu (una muñeca que cuelgas cuando pides que cese la lluvia) eso fue hace más de dos horas, la colgó en el alféizar de la ventana. Sin embargo, el deseo de Minjun no se hizo realidad.

Ya habían pasado dos horas, de la hora que le prometió Daiki que llegaría.

—¿Está bien que un Yakuza rompa su promesa? Si espero, me convertiré en un fantasma... . ¿Y si está manejando mientras llueve? No puedo dormir porque estoy preocupado.

Cuando colocó el Teru Terubozu en la ventana, Kenta recibió un mensaje de texto. Era un mensaje corto que decía que ya iban de camino a Tokio, pero Minjun estaba más feliz y más extasiado que cualquier otra oración larga. Pero en ese instante, se preocupó ya que Daiki venía en coche en esta fuerte lluvia con truenos y relámpagos, Minjun apoyó la cabeza contra la ventana, estaba lloviendo tanto hasta el punto de que se sentía como si estuviera bajo el agua.

En ese momento, una luz brilló por la ventana. Al principio pensé que era un rayo, pero era diferente a la luz que desaparecía rápidamente. Además, era una luz brillante desde el fondo, no desde el cielo. Minjun puso su mano en la ventana y acercó su rostro viendo hacia fuera. El auto de Daiki estaba llegando. Él estaba de regreso.

El corazón de Minjun latía con tanta fuerza que le dolía el estómago. Dolió tanto que Minjun presionó su estómago hacia abajo y no pudo enderezar su cuerpo, pero una sonrisa mezclada con lágrimas floreció en su rostro. Minjun se apresuró a ir a la cama y se acostó junto a Touma. No quería que Daiki descubriera que lo había esperado sin poder dormir hasta pasadas las dos de la mañana. Resultó que había regresado sano y salvo.

Pero no pudo quedarse dormido de inmediato. No podía dormir fácilmente sin ver la espalda de Daiki, quien pronto pasaría y entraría a su habitación. No lo había visto en tres días. Minjun lo extraño tanto. Daiki quería abrir la puerta de la habitación de Touma aun sabiendo que estaban dormidos, a pesar de que no podía entrar. Al contrario de lo que pensaba, Minjun, que había estado fingiendo dormir, se despertó instintivamente tan pronto como se abrió la puerta.

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