Una mano
grande presionó su pecho y lo empujó hacia el barro, Hyun-woo no podía
respirar, así que luchó con sus brazos. Sin embargo, su cuerpo se hundía cada
vez más y le entró lodo por la boca y la nariz, por lo que Hyun-woo no pudo siquiera
gemir de dolor.
Fue
cuando una mano familiar se hundió en el barro lo agarró de la cara y lo saco.
Entonces pude respirar. Hyun-woo respiró hondo y abrió los ojos.
—Eh…
—Hyun-woo,
¿despertaste? Hermana, Hyun-woo despertó.
—Tranquilízate.
Yoon-hee
tocó la cara hinchada de su pequeño hermano y sonrió entre lágrimas.
—Mi
hermano, ¿despertaste?
Hyun-woo
miró alrededor lentamente. No sabía dónde estaba. No era mi habitación, ni la
casa de Kang-wook.
—¿Dónde
estoy...?
Mi voz se
quebró y no parecía que fuera mía.
—En un
hospital.
—ah...
Fue
entonces cuando recordé que había ido a la guarida de Beom-jin. También
recordó el hecho de que perdió la
conciencia por culpa del hombre que le inyectó un anestésico cuando se
descuidó. Hyun-woo trató de recordar parpadeando sintiendo los ojos rígidos.
Cuando
estaba tirado en el suelo y no podía mover un dedo, recuerdo haber visto a Kang
wook acercándose a mi gritando. Agarró el cuchillo que sacó Beom-jin mientras lo
miraba, sin fuerza cerró los ojos y se desvaneció. Hyun-woo abrió los ojos de
par en par y se levantó.
—¡Jun-woo!
¿Jun-woo? ¿Qué pasó con Jun-woo?
—Está
bien. Eso me dijo el hombre que te trajo aquí. Era el secretario de Jun-woo. Él
dijo que estaba bien. Idiota, si algo así sucedía debiste habérmelo dicho soy
tu hermana. ¿Por qué fuiste solo?
—¿Secretario?
Hyun-woo
apretó los puños por la decepción que se apoderó de su corazón. Le desesperó saber
que fue Guk-hee el hombre que pensó era Kang-wook. Incluso en este momento,
Hyun-woo extrañaba mucho a Kang-wook.
—Maldita
sea, pero tú…, si él no te hubiera inyectado la anestesia lo habrías convertido
en puré. El secretario Chen dijo que lo dejaste casi en coma. Pero no te
preocupes, no tendrás cargos por agresión ni nada por el estilo.
—¿Por qué
dices esas tonterías?
Yoon-hee
miró a Ji-seok, que hablaba como loro, y volvió a mirar a Hyun-woo.
—Solo
piensa en recuperarte. Quiero que te olvides de todo y que no te sobre
esfuerces, solo haz lo que quieras, ¿de acuerdo?
—Hermana...
Yoon-hee
se secó las lágrimas y le sonrió a Hyun-woo.
—Te darán
de alta del hospital en unos días, así que vayámonos de vacaciones. En momentos
como este lo mejor es tirar el trabajo y comer, beber y jugar.
—Sí,
hermana.
Como era
de esperar, Yoon-hee piensa diferente.
—Hyun-woo,
haré un gran plan de viaje.
Hyun-woo
no podía decir que no estaba de humor, así que sonrió débilmente y asintió.
—Ji-seok,
lleva a mi hermana a cenar. Necesito dormir.
—¿Eh? Sí,
duerme. Estaremos callados
Hyun-woo había
dormido todo el día. Cuando se despertó Ji-seok se puso feliz, quería quedarse
junto a él en la habitación del hospital. Sin embargo, Yoon-hee, se dio cuenta de
que quería estar solo y tiró del brazo de Ji-seok.
—Está
bien. Saldremos por una taza de café, así que duerme.
—¿Por
qué, hermana? Quedémonos. Él también nos tiene…
—Vámonos,
Ji-seok.
Cuando
Yoon-hee lo fulminó con la mirada, Ji-seok cerró la boca y lo sacó de la
habitación de la mano. Hyun-woo se subió la sábana hasta la cabeza y derramó
las lágrimas que había estado conteniendo.
—Lloraré
ahora y nunca más volveré a llorar por ti. No volveré a pensar en ti...
Hyun-woo
no sabía que Kang wook estaba parado afuera de la puerta, sufriendo de dolor
por los sollozos.
***
Tae-gun
respiró hondo antes de entrar en la oficina del presidente. En estos días,
incluso el aire picaba al estar junto a Kang-wook, por lo que también era
difícil respirar. Había pasado una semana desde que Hyun-woo fue dado de alta
del hospital.
Desde
entonces Kang-wook no había dormido y aún estaba resolviendo el problema de
Alex y Beom-jin, quienes le tendieron una trampa a Jun-woo. No comía casi nada
y solo tomaba agua. Todavía no dormía en su habitación si no en la habitación
de invitados.
Tae-gun
sabía muy bien por qué no dormía en su habitación. Esta mañana le dio la orden
de redecorar el interior de su habitación. Quizás tenía la intención de borrar
todo rastro de Hyun-woo.
—Suspiro... algo realmente va a pasar.
Sacudiendo
la cabeza, Tae-gun llamó a la puerta traía el informe que Kang-wook había
pedido.
Guk-hee
estuvo a punto de derretirse y desaparecer. Al ver a Jun-woo, que estaba
acostado boca abajo en la habitación, mirando al cachorro. Jun-woo volvió a
casa porque él mismo lo ordenó, pero Jun-woo no quiso ver a Kang-wook. Jun-woo
no fue a ver a su padre a pesar de que no lo había visto en muchos días.
—Guau
guau.
Jun-woo
estaba hablando con el perro que había traído de la casa de la Sra. Choi, movió
los dedos y jugueteó con la cabeza del perro. Entonces el cachorro se despertó
se arrastró a los brazos de Jun-woo se sentó y volvió a dormirse.
—¿Jun-woo
es tu mamá?
Besando
al cachorro en sus brazos, Jun-woo miró a Guk-hee.
—Tal vez
piensa que eres su hermano mayor.
—¿En
serio?
—Claro.
Por favor, ponle un nombre a tu perro. Tienes que ponerle un nombre para que le
haga una etiqueta con él.
—Um... no
quiero.
Jun-woo,
hizo un puchero, se tumbó boca abajo y sollozo sobre el dorso de su mano.
—Oh,
vamos, Joven maestro.
—Dile que
vuelva, Sip. Le pondré un nombre con mi hermano.
Guk-hee
quería cocerse la boca. Se puso inquieto al ver que hizo llorar de nuevo a
Jun-woo al decir algo inútil. Realmente no parecía que fuera a volver la niñera.
Kang wook era importante pero para Guk Hee no había nadie más importante que
Jun woo. Decidió jalar del gatillo a pesar de su feroz mirada.
—Joven
maestro, traigamos de vuelta a la niñera Seo.
—¿Eh?
Hermano, ¿va a volver?
Jun-woo
se levantó, se frotó las pestañas mojadas y miró a Guk-hee.
—Joven
maestro puede volver a contratarlo como su niñera. Originalmente la entrevista la
hizo el joven maestro, así que puede volver a tenerla.
—¿en
serio? ¿Quiero hacerlo? Niño bueno. Ven, hermano.
Ante las
palabras de Guk-hee, Jun-woo abrazó al cachorro dormido y le dio vueltas, vitoreando.
—Está
bien, no te preocupes hermana. Lo bordaré y lo tendré en la tarde. Te dije que voy
a comer. Sí, asegúrate de almorzar tú también nos vemos en la noche.
Hyun-woo
terminó la llamada con Yoon-hee y suspiró sintiéndose patético. A su edad, no
podía seguir deprimido ya que hacía que Yoon-hee se preocupara. Hyun-woo
renunció a la idea de obligarse a olvidar.
No, me
encerrare en mi habitación como un idiota patético y llorare. Lo pensé y pensé
mientras trabajaba, lloraría cuando pensara en él y bebería si quisiera verlo
en sueños. Entonces, llegará el día en el que naturalmente me reiré al recordar
lo sucedido.
—Jun-woo
tu hermano lo soportará con valentía. Mi Jun-woo come bien... y sonríe mucho.
El secretario Chen también es una persona divertida si lo miras de cerca.
La voz de
Hyun-woo tembló, pero no se contuvo. Se levantó y recogió el peluche que pidió
Yoon-hee. En ese momento sonó su celular era la melodía que anunciaba una video
llamada. El peluche cayó al suelo con un sonido sordo.
Ji-seok
era el único que lo llamaba haciendo una video llamada pero no podía ser él ya
que está trabajando. Las manos de Hyun-woo temblaron y lentamente volvió a
mirar su teléfono celular que había tirado sobre la cama. Era el número de Guk.hee.
Hyun-woo levantó el teléfono como un rayo.
—¡Hermano!
¡Hermano!
Tan
pronto como presioné el botón de llamada, vi a Jun-woo sosteniendo un cachorro
Shih Tzu. Lo saludaba y agitaba la mano, pero hacia un puchero y parecía que
estaba a punto de llorar. Tenía que decir algo, pero pensé que si lo hacía
comenzaría a llorar frente Jun-woo, así que Hyun-woo solo agitó la mano.
—Hermano,
ven a entrevista.
Hyun-woo sintió
que lo habían golpeado en la cabeza por la palabra “entrevista”. Como si
tuviera una gran epifanía, recordé el día cuando tuve mi primera entrevista
para ser su niñera.
—Jun-woo,
¿cómo estás?
Hyun-woo
logró saludar a Jun-woo. Entonces Jun-woo se echó a llorar en voz alta. Jun-woo
no dejó de llorar a pesar de que el cachorro asustado se escapó de sus brazos.
Jun-woo le expresó su pena mientras tanto, pudo ver toda su úvula temblorosa.
Jun-woo, había estado conteniendo su anhelo por Hyun-woo, quien de repente
desapareció. Sentía rencor hacia Kang-wook,
se echó a llorar al escuchar la voz de Hyun-woo.
—Jun-woo,
no llores.
Mientras
lloraba, Hyun-woo tocó su teléfono celular y calmó a Jun-woo.
—No. ven rápido
hermano echa un vistazo mira a la niñera de Jun-woo.
—Está
bien, iré ahora. Iré a la entrevista para ser de nuevo la niñera de Jun-woo. No
llores. ¿Está ahí el secretario Chen? Si esta, por favor dale el teléfono.
—Hola,
niñera Seo.
Guk-hee,
cuyos ojos estaban rojos, apareció en la pantalla.
—Voy a ir
ahora, voy a la entrevista para ser de nuevo la niñera de Jun-woo.
—Ven
rápido. Está todo listo para la entrevista. Eres la única niñera para nuestro
joven maestro niñera Seo. No te preocupes por el presidente. Haré todo lo
posible para detenerlo.
Guk-hee,
apretando los puños, parecía que ya había tenido una pelea con Kang-wook.
—Ya no le
tengo miedo. Soy la niñera de Jun-woo. No la del presidente. Estaré allí en una
hora.
—Si sales
ahora el coche te está esperando. Bienvenido. Entonces, mi pobre joven
maestro...
Hyun-woo cortó
la llamada y salió corriendo antes de que Guk-hee terminará de hablar. Estoy enojado
por mi estupidez por qué no pensé en esto hasta ahora. Quien lo entrevistó fue Jun-woo. Entonces, si Jun-woo lo entrevista de
nuevo, no habrá problema. Incluso si Kang-wook se enoja y lo echa, solo
necesitará decir que quien lo entrevisto nuevamente fue Jun-woo y así podía
permanecer como su niñera.
El dolor
que sentía como si me estuviera muriendo se calmó y aire fresco llenó mis
pulmones. Respiro tranquilamente, Hyun-woo bajó corriendo las escaleras como un
loco, derramando mitad lágrimas y mitad risas. Sin embargo, Jun-woo no estaba
solo en la mente de Hyun-woo. Si Kang-wook lo seducía otra vez, lo iba a atar
para que nunca más pudiera alejarse de él.
—Jun-woo,
tu hermano ya va. Choi Kang-wook, esta vez no te será tan fácil.
* * * *
—Joven
maestro, necesita comer un poco más.
—No, ya
casi llega mi hermano.
Al ver que
Jun-woo ya quería salir al estacionamiento rodando los pies, Guk-hee se sentía
preocupado y estaba inquieto pero también estaba feliz y no sabía qué hacer.
Cuando le dije que no podría jugar con Hyun-woo si no tenía energía, Jun-woo puso
el arroz en su sopa y vacío el tazón. Guk-hee se conmovió al ver a Jun-woo
comer, y comenzó a llorar porque era la primera vez en casi un mes.
Además
Guk-hee, que pensó que perdería la vida al traer de nuevo a Hyun-woo, se
tranquilizó cuando Tae-gun y sus hermanos estuvieron de acuerdo y participaron.
No importa cuán aterrador sea Kang wook, si Jun-woo y los otros están parados
justo en frente de Hyun-woo, no podrá hacerle nada.
—Oh,
Maestro, deje al cachorro en paz y espere. No lo cargue es pesado.
—No es
pesado. Le voy a poner un nombre con mi hermano.
—Sí, sí.
Haga lo que quiera. En fin le daré mi vida.
—¡Está
aquí!
—¿Está
aquí?
Jun-woo
de repente arrojó al cachorro a los brazos de Guk-hee y agitó ambas manos
cuando el auto entró al estacionamiento. Antes de que el auto pudiera detenerse,
la puerta se abrió y Hyun-woo salió corriendo.
—¡Jun-woo!
Tan
pronto como Hyun-woo vio a Jun-woo saludando en la entrada del estacionamiento,
abrió la puerta del auto y salió corriendo. Ni siquiera esperó que el coche se
detuviera, se bajó y corrió hacia Jun-woo, que acababa de saltar y lo sostuvo
en sus brazos. Como un cachorro que le da la bienvenida a su dueño, Jun-woo lo
sostuvo en sus brazos y no supo qué hacer. Abrazó su cuello, tocó su rostro y lo
enterró en su pecho nuevamente.
—¡Hermano,
hermano!
—¡Jun-woo,
realmente te extrañé!
—Jun-woo
comió mucho. Quiero jugar con mi hermano.
—¿En
serio? Veamos Junwoo. ¿Por qué tu cara esta tan pequeña?
Hyun-woo
sabía con qué añoranza debió haberlo estado esperando como para salir a
recibirlo. Hyun-woo se levantó sosteniendo a Jun-woo e inclinó la cabeza
mientras observaba a Guk-hee, que estaba llorando. No podría haber vuelto sin
sus esfuerzos.
—Bienvenido,
niñera Seo.
—Gracias,
secretario Chen.
—Hermano,
Jun-woo es un cachorro. Dale un nombre.
El cachorro
que solo movía la cola sin mirar a Hyun-woo era tan lindo como un peluche
viviente.
—¿Aún no le
has puesto uno?
—No,
quiero que lo escojamos juntos.
—Entonces
tenemos que pensar en uno.
—Sí.
—Entren y
piensen en uno. Joven maestro, por favor baje ahora.
—¡No!
—¡no!
Cuando
los dos gritaron al mismo tiempo, Guk-hee se calló y asintió, pensando —Está
bien—. Con una gran sonrisa Guk-hee se giró y entró en la mansión. Pensó
que fue un crimen el mantenerlos alejados.
Las apuestas aumentarán.
Parecía
una buena apuesta sobre si se convertiría en un desalmado o si Kang-wook
admitiría sus sentimientos y se apoderaría de su primer amor, Hyun-woo.
Kang-wook
observo fijamente a Tae-gun, quien estaba repasando su horario de la tarde,
golpeó el escritorio con un bolígrafo. Por un momento el corazón de Tae-gun se
oprimió pero aclaró la voz y fingió no notarlo.
—Creo que
debemos ir a Minokjeong ahora, ya que son las siete y debe cenar con el
presidente Noh
—Espera
un momento.
Hipo
Man-jun,
que está parado detrás de mí, se tapó la boca e inclinó la cabeza, contuvo la
respiración y dijo:
—Lo
siento, hipo...
Detuvo el
hipo de nuevo. Cuando Kang-wook dijo
—espera un momento—, Man-jun se sorprendió y perdió el control de su
respiración. Jun-woo les había dicho que entrevistaría de nuevo a Hyun-woo,
pensó que era una locura pero felizmente se unió a ellos. Honestamente, Man-jun
pensó más en Kang wook que en Jun-woo.
No
importa cómo lo mirara, Kang-wook no podía olvidar a Hyun-woo. La lesión de
Kang Wook fue tan grave que tuvo que someterse a una cirugía debido a la rotura
de un tendón. Incluso ahora, un fisioterapeuta estaba cuidando a Kang-wook
mientras viajaba por trabajo mientras él
usaba un yeso.
Kang-wook
no era la clase de hombre que protegería a alguien a excepción de Jun-woo.
Además cuando Kang-wook venció a Beom-jin no parecía ser un ser humano.
Necesitaba a Hyun-woo tanto como a Jun-woo.
En estos
días, Kang Wook parecía tener puños saliendo de sus ojos. Cuando sus ojos me miraban,
me dolía como si me hubiera hecho un moretón en el lugar. Kang-wook frunció el
ceño y miro a Man-jun, movió su dedo lesionado y se volvió hacia Tae-gun.
—¿Por qué
la cena con el Sr. Noh es hoy? ¿No era mañana?
—Bueno...
el Sr. Noh dijo que tendrá una reunión familiar mañana por la noche.
Kang-wook
entrecerró los ojos, se recostó en su sillón y miró a los tres hombres
lentamente.
—¿Por qué
ajustaste el horario de esta manera?
—¿Qué?
¡Hipo!
—Lo
siento, llevaré a Man-jun a que beba un poco de agua.
Yoon-taek
no podía seguir de pie ya que sentía las piernas flácidas, lo sentía por Tae-gun,
pero trató de huir usando a Man-jun como excusa.
—Me voy a
casa. Como han ajustado el horario de la tarde les toca hacerlo.
Kang-wook
se levantó de su silla y se puso la chaqueta.
—Presidente.
Entonces, la cena con el Sr. Noh
Kang-wook
parecía sospechar de ellos al ver a Tae-gun tartamudear con pánico. Hasta
ahora, incluso Kang-wook nunca había visto a Tae-gun así.
—¿El Sr.
Noh tendrá una reunión familiar que es lo suficientemente importante como para
mover su agenda? No hace mucho tú mismo me dijiste que el Sr. Noh dejó a su
familia y se fue a vivir a la casa de su novia.
Tae-gun
quería morderse la lengua y morir. Nunca antes había cometido un error tan
tonto, pero Hyun-woo ahora estaba en casa. Y no sabía que se pondría tan
nervioso.
—Yoon-taek,
¿qué estás esperando? Ve por el auto.
—Ah...
sí, señor.
Kang-wook pensó que la razón por la que estaban
confabulado, retrasándolo y tratando de engañarlo debía estar en casa, así que
desistió de pasar por el bar para tomar una copa. En ese momento, Kang-wook
nunca imaginó que Hyun-woo estaría en casa.
Aunque
Jun-woo y Hyun-woo se turnaban para torturarlo las 24 horas del día, no tenía
intención de volver con Hyun-woo. Tenerlo a su lado era la imagen que más
deseaba en la vida pero no tenía la intención de tener a alguien más que
pudiera destruirlo además de Jun-woo.
Lo mejor
era que siguiera viviendo como hasta ahora acostándose con quien quisiera solo
por lujuria. El amor solo es un sentimiento inútil para el éxito.
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