La inmoralidad de la tonta princesa.- Capítulo 3

 

<<<>>>

En la habitación donde entraba el sol, la ropa del hombre y la mujer estaba esparcida por el suelo como si estuvieran contando el asunto de la noche anterior. Marilyn aún no se había despertado y estaba entre los brazos de Xavier, él ya se había despertado y la miraba con ojos cariñosos mientras la veía dormir profundamente. 

Pasó entre sus dedos su largo cabello rubio, tocó suavemente sus hermosas mejillas, labios y la besó. La abrazó toda la noche, pero extrañamente le faltaba. Solo mirándola así, hizo que mi pene se pusiera de nuevo de pie. No sabía cómo había aguantado todos estos años. Solo caminé sin mirar atrás para traerla a este territorio.

Su hermano mayor, Owen, quien fue el anterior emperador, lamentablemente tenia mala salud y era débil. Aunque era ingenioso, su corazón era naturalmente débil, e incluso cuando se convirtió en el príncipe heredero, estuvo en boca de la gente innumerables veces. Incluso cuando le dijeron a su padre que era razonable que criara a su segundo hijo como el príncipe heredero, su padre finalmente colocó a su hermano mayor como el príncipe heredero.

En cierto modo, eso fue un alivio. Si se hubiera convertido en el príncipe heredero y después en emperador, no habría podido proteger a Marilyn de esta manera. La posición del emperador era la posición de poder que todos envidiaban, pero había muchas cosas que no podían hacer. Era poco probable que pudiera casarse con una princesa que se volvió tonta debido a una herida en la cabeza.

Y habría sido imposible que se le permitiera que fuera mi gobierno y cuanto más intentara protegerla, menos podría. Marilyn se volvió una tonta tratando de salvarlo. Cuando recuperó la conciencia y no lo reconoció, nunca había vivido un día tan infernal. La cabeza de Marilyn estaba tan alterada que ni siquiera pudo hablar correctamente.

La familia Careé la amaba, pero la escondieron en la cámara interior de la familia, y no querían mostrarla al mundo, y a él le pasaba lo mismo.

—UH Huh.

Marilyn se apretó más contra él mientras dormía, Xavier la abrazó más fuerte de buena gana. Fue solo después de la muerte del emperador que pudo deshacerse de su posición como miembro de la familia imperial. En esta pequeña finca que obtuvo tras ceder el trono a su joven sobrino, pasará el resto de su vida felizmente junto a Marilyn. Tiene derecho a una indemnización y su mismo sobrino lo compensara, nadie podría deshonrar a su ángel.

—Saviel...

Ella se despertó.

—¿Te despertaste?

—Ajá, tengo sed…

Debe haber estado sedienta después de gemir toda la noche. Cogió la tetera de la mesa y vertió agua en el vaso.

—Oh…

Él la detuvo suavemente cuando ella trató de aceptar el vaso de agua. Luego se la llevo a la boca y bebió el agua. Entonces Marilyn puso una expresión de puchero, porque pensó que se estaba burlando de ella. Pero pronto se dio cuenta de que tenía otras intenciones. Marilyn pareció un poco sorprendida por que el la beso vertiendo en su boca el agua que bebió, pero pronto se adaptó y trago el agua mientras lo besaba, luego se dio cuenta de que no era el final.

—Ajá, Saviel…

—Estaba esperando a que te despertaras.

—ah...

—¿No dijiste que querías tener a nuestro bebé?

Marilyn acaba de despertarse y quería dormir más. Pero asintió con la cabeza, —Quiero tener un bebé.

—Es voluntad del cielo darnos un bebé, pero también requiere un esfuerzo humano, Mariel.

—Bebé...

—Espero que nuestro bebé se parezca a ti, Mariel.

—Creo que preferiría un bebé que se parezca a Saviel...

—Entonces, ¿tendremos dos hijos, uno que se parezcan a ti y otro a mí?

Al contrario de su voz amistosa, la forma en que la acarició fue traviesa. Él pellizcó y tiró de sus pezones erectos, sensibilizando de nuevo los sentidos de Marilyn.

El vientre de Marilyn se contrajo por sí solo. Su respiración comenzó a acelerarse nuevamente, y el capullo, que tuvo que contener su semen innumerables veces, despertó nuevamente con un rocío claro.

—Huang…

—Ah, ¿cómo puede tus sollozos ser tan hermosos?

Xavier también estaba excitado por sus gemidos. Frotó su pene horriblemente erecto entre sus pétalos y besó su delicado cuerpo, que temblaba de anticipación. Era un cuerpo en el que ya había grabado innumerables rastros de sí mismo. Sin embargo, no fue suficiente.

—Ay, Mariel...

—Saviel, Saviel…

Marilyn decía su nombre cada vez que él la llamaba. Mi esposo cariñoso, mi ángel que me susurra amor sin cesar y me trata con amabilidad.

—Aaaaaah.

Marilyn esperaba que el amor que recibía de él durara para siempre. No quiero que nadie me lo quite. No me  menosprecia por ser estúpida, y ni siquiera se burla de mí. No tenía que actuar inocente ni ser ridícula. Estaba bien mostrarle todo de sí misma.

—Está bien, ahí... ah.

—¿aquí? ¿Quieres decir aquí?

—¡Ahh! ¡Eww!

Marilyn temblaba de placer mientras excavaba y frotaba intensamente justo en ese punto dentro de ella. Eso me hizo sentir bien. Mas, mas…  Quería que lo hiciera más.

—Saviel, ahí. Uh-huh, más… Ajá. ¡Más...!

—Haa… Mariel…

La pared interior caliente se contrajo frenéticamente. Saviel se ocupaba de seguir clavándole su pene en un frenesí que parecía a punto de estallar con el espasmo de los pétalos succionando como si fueran a cortarle el pene. Mas, mas… Fue agradable tener una emoción más grande dentro de ella.

—¡Ah...!

Marilyn estaba muy despeinada. Su largo cabello estaba esparcido sobre sus pechos. Tensó los muslos y las nalgas, moviendo la cadera sin dudar derramando su semen dentro de ella.

—Oh mi...

—Esta es la semilla para un bebé.

—Mmm…

—Tendrás que tragarte todo para tener a nuestro bebé, Mariel.

Entonces Marilyn bajó la mano y medio tapo la abertura de su capullo como si quisiera tragarse todo el semen desbordado.

—Muy... Mariel...

—Bebé, nuestro bebé…

La tierna acción de Mariel hizo que su pene, que había estado muerto por un momento, se hinchara.

—Puaj…

Marilyn lo sintió y arqueo la espalda sorprendida.

—No te preocupes. Nuestro bebé definitivamente nos visitará.

—Ah…

—Mariel, mi ángel... me estoy volviendo loco porque eres tan linda.

—No…

Lo tonta era suficiente de sí misma. Marilyn sacudió la cabeza sorprendida por su analogía. Xavier realmente se estaba volviendo loco porque incluso su expresión de sorpresa era linda.

—No hay nada en ti que no sea bonito, eres...

—Oh mi…

Levantó una de sus delgadas piernas. Entonces se abrió la estrecha entrada. Mientras penetraban más profundo, Marilyn agarró el edredón y sollozó.

—Oh, no.

Besó la esbelta pierna de Marilyn sin descanso y golpeo chocando su carne, ajustando el ritmo.

—¡Uf, ups!

Marilyn se distrajo con su gesto cada vez que entraba y salía de golpe. Aunque el sol estaba en el cielo, Xavier no la dejo levantarse de la cama. Incluso la comida fue llevada a la cama. Así como sus labios inferiores tomaban su semen, sus finos labios superiores aceptaban la comida que él le daba sin quejarse.

—Sí…

Luego, a pesar de que a menudo la besaba con impaciencia, Marilyn solo lo apartó débilmente.

Traté diligentemente de traerla a esta finca lo antes posible, pero ahora debía esforzarme para no romper su cuerpo. Ahora que finalmente estoy haciendo algo tan bueno, al pensar que es una compensación parece seguir funcionando.

Al final, abrazó a Marilyn hasta agotar sus fuerzas físicas. Sentí pena por ella que había estado postrada en cama, pero Xavier sintió que su alma seca se había renovado.

—Mi ángel. Realmente debes ser mi ángel.

Marilyn, a quien le habían recetado medicamentos para los dolores corporales, estaba profundamente dormida. Sentía pena cada vez que gruñía, pero estaba feliz de que ella fuera completamente mía ahora.

—Mi Señor.

Jeremy lo llamó en voz baja. Lo vio arrodillado frente a la cama mirando a Marilyn con una suave sonrisa. Cambió su expresión  en el instante que escucho su llamado.

—Ha llegado una carta de Su Majestad.

Después de salir del dormitorio, entró en la oficina y leyó la carta del emperador.

[Querido tío Xavier…

No sé si el matrimonio que querías salió bien. Todavía me cuesta entenderlo, pero no pude detenerte porque sabía que lo querías al haber preparado tu plan durante mucho tiempo, y porque mi difunto padre también te permitió hacerlo, pero querido tío por mucho que la princesa de la familia Careé se volviera tonta en un accidente por salvarte, quiero que te retractes de tu decisión de no tener un gobierno, incluso si has renunciado a todo como miembro de la familia imperial, sigues siendo del linaje de Lewis.]

—No parece cansarse de esto.

Esta no era una carta de mi sobrino. Habría sido una carta escrita con las palabras del Conde Bogman. No ignoraba la intención de la emperatriz de emparejar a su hija con él de alguna manera, incluso como una ocurrencia tardía. Después de quemar la carta con la flama de una vela, chasqueó la lengua y se puso de pie.

—Aunque rechacé el puesto de emperador, ¿por qué no pueden simplemente dejarme en paz, Jeremy?

—...El emperador actual también tiene un cuerpo muy débil como Su Majestad el anterior emperador.

—¿Está mi madre realmente tan desesperada?

Jeremy no tuvo más remedio que asentir.

El emperador actual no solo era joven, sino que también tenía un cuerpo débil como el emperador anterior. Aun así, no fue otro si no Xavier quien lo hizo emperador.

—Guau.

Como era un emperador que no podía darles un heredero, todos sus súbditos se opusieron, pero él retrocedió alegando su legitimidad. Sin embargo, la emperatriz todavía tenía sentimientos persistentes sobre su decisión. ¿No es suficiente para ella poder disfrutar de la gloria en una posición que equivale a ostentar el poder del emperador?

—Que me rebele sería algo difícil para él, así que sigue tratando de apaciguarme. Pero prefiero rebelarme.

Incluso siendo el emperador por débil que fuera, Xavier podría rebelarse, sabía bien que sería algo sencillo debido a su sólido poder militar. Así subió a su sobrino al puesto de emperador. La rebelión sería algo difícil, pero estoy en condiciones de engatusar al débil emperador y hacer lo que quiera.

Por mucho que Xavier renunciara a sus derechos y posición como miembro de la familia Imperial y actuara como el Lord de un pequeño territorio, seguía siendo un príncipe miembro de la familia Imperial y jamás podría ser ignorado. Por lo tanto, la emperatriz tenía la intención de poner a Xavier en el trono de alguna manera y enviar a su hija para que se empapara con su semilla real.

Era gracioso porque era muy obvio. No soy una persona que no sepa que la belleza no es un premio que funcione, pero parecía estar perdiendo los estribos cada vez más debido a su codicia.

—Es un gran hombre que hará cualquier cosa por Su Majestad. Asegúrate de conservarlo.

—Sí.

No tenía la intención de ser emperador como quería la emperatriz. Solo quería que mi joven Majestad tuviera buena salud.

—¿Cómo está?

—¿Qué? ¿Está hablando de la princesa?

—Sí.

Aria, era la tercera en la línea de sucesión llevaba un tiempo desaparecida y logró encontrarla.

—Creo que volverá pronto a Khalid.

Fue entonces cuando Xavier se sintió aliviado al saber que ella regresaría pronto.

—Espero que vuelva pronto y salve a Khalid.

***

Marilyn no pudo levantarse de la cama por un tiempo. Le dolía todo el cuerpo como si la  hubieran golpeado y, sobre todo, su entrepierna palpitaba cada vez que se movía.

Cuando la Sirenita se convirtió en persona, pensó: —¿Se sentiría así?, y por primera vez sintió rencor por Xavier por haberla dejado así. Si iba a ser tan difícil, lo habría pensado un poco. Caminó lentamente hacia la ventana gimiendo de dolor, quería disfrutar del cálido sol.

—Señora.

En ese momento, Charlotte entró en su dormitorio.

—Te traje comida. Ven aquí.

—¿No puedo comer más tarde? Apenas logré llegar hasta aquí...

Pero Charlotte se mantuvo firme.

—Deberías comer antes de que se enfríe.

—Eh.

Era muy difícil convencer a la decidida Charlotte. Marilyn había renunciado a intentar convencerla y estaba a punto de moverse lentamente.

—Marilyn.

—¡Saviel!

Xavier se acercó a ella con una sonrisa.

—No te preocupes. Yo te llevaré hasta que te sientas mejor.

—Mi señor, si aceptas todo así...

—Está bien, vete

Charlotte no pudo decir más. Finalmente, salió silenciosamente de su habitación y a Marilyn la sentó en su regazo y comió lo que le dio.

—Me siento como un bebé. Marilyn sabía que esto no estaba bien. Pero estaba bien que la tratara preciosamente.

—Si no te gusta, te dejaré en la silla.

—Uf, no lo odio.

Marilyn se aferró a sus palabras.

—Está bien. Me gusta que mi esposa coma lo que le doy.

—Saviel...

—¿Qué?

—¿Te gusta hacerme un bebé?

Él sonrió ante su pregunta.

—Ningún bebé tiene una mamá tan apetecible.

—Sí.

Marilyn, sin fallar, respondió con un audaz empujón mientras él tomaba sus senos con ambas manos. Fue frustrante cuando sus manos grandes y calientes frotaron sus pechos sobre su ropa.

—Ay, Saviel…

Me sentí húmeda de nuevo, pero incluso la más mínima presion en su cuerpo hacía que sus músculos palpitaran.

—Lo sé, todavía no puedes hacerlo. Pero quise tocarte desde el momento en que entré en la habitación.

Una vez más, esa mirada en sus ojos Marilyn se mordió el labio ante su irresistible mirada.

—Seré gentil, lo haré suavemente.

—Saviel no es un ángel…

Murmuró Marilyn.

—Demonio, demonio…

—¿Qué...?

—Sigues seduciéndome, aunque sé que es peligroso… ...y sigues para que caiga en la trampa... jaja.

—ah....

Aun así, ella no lo rechazó, solo tembló débilmente ante su toque.

—Si soy un demonio... si soy un demonio, ¿no te gusta?

Tal vez Marilyn tenía razón. Fue puramente por su codicia que la arrastró al estrecho mundo que él había creado.

—Incluso si eres un demonio… Está bien.

Marilyn le susurró al oído.

—Incluso si Saviel es el verdadero diablo... Está bien, no me importa...

—Aaaaaah.

Eso me hacía querer morderla una y otra vez. Xavier inclinó la cabeza y la besó las lenguas entrelazadas mientras compartían su cálido aliento no ocultaban su indulgencia entre sí. A Marilyn le gustaba que sus besos fueran igual a cuando perforaba su capullo.

—UH Huh.

Xavier, que había estado jugueteando con su boca mezclando sus salivas, finalmente sacó sus voluptuosos pechos y los amaso con las manos.

Quería seguir tocando y amasando sus ricos pechos porque era muy sensibles. Además, cada vez que pellizcaba las astutas puntas que me volvían loco con los dedos y los frotaba entre ellos, el cuerpo de Marilyn rebotaba como leña ardiendo.

—Malo, Saviel, no más…

Significaba que ya no podía seguir sentada en su regazo. Xavier la acostó en la blanda cama a su ángel que lloraba lastimosamente.

—Aang…

La besó de nuevo con cuidado por todo su cuerpo. El cuerpo de Marilyn ya estaba lleno de marcas que dejo Xavier hasta el punto de que ya no había lugar para que floreciera otra marca caliente, pero aun así volvió a marcar su cuerpo superponiendo y regrabándolo.

—¡dios mío! Saviel...!

Marilyn se quedó desconcertada cuando él le mordisqueó los dedos de los pies. Lamió entres sus dedos y chupo uno por uno, besando el empeine y las plantas de sus pies, luego siguió besando y lamiendo hasta sus pantorrillas. Marilyn se estremeció y dejó escapar un pequeño sollozo. Descendió lentamente, dejando marcas hasta el interior de sus rodillas.

—Aang, no…

Marilyn sabía lo que iba a hacer. Su capullo había estado ocupado recibiéndolo por horas anoche y estaba muy hinchado. Tener relaciones en este instante sería muy difícil por lo que solo la estimuló con la lengua no con su pene. El largo cabello de Xavier se esparció al azar sobre su cintura y pechos.

—Ay dios mío.

Temblando con un ligero dolor, agarró la sábana y dobló los dedos de los pies, estirando las piernas sobre su regazo. Su estimulación siempre tensaba todo su cuerpo. Los dedos de sus pies se contrajeron, sus piernas se abrieron flojamente y todo su cuerpo se quejó de dolor, pero no pudo alejarlo. Las sensaciones eran lo suficientemente adictivas como para dejar atrás el dolor.

—Uf, ah…

—Estás muy hinchada...

Es natural la estuvo follando toda la noche. Aun así, Marilyn nunca dijo que le dolía, ni una sola vez.

—Si duele, dime que te duele Marilyn. Si no me frenas, al final no sabré.

—Pero… todavía me gusta, así que…

—ha…

Quería meter su polla dentro de ella ahora mismo, pero si lo hacía, no quedaría nada de ella. Sacó un ungüento que guardaba en el cajón de su cómoda. Sabiendo lo que era, Marilyn negó con la cabeza.

—Oh, no...

—Debería hacerte sentir mejor.

—Hmm, pero pica...

—Lo untare suavemente para que no te pique.

Tomo un paño suave y limpio el agua que goteaba del capullo, tomó un poco de ungüento y lo aplicó cuidadosamente alrededor de sus pétalos.

—Awww…

Le dolió, pero la sensibilidad de Marilyn por su calidez y suave toque la hizo retorcerse.

—Mi mi…

—Por favor, quédate quieta, Mariel.

—Pero…

—De verdad, es un placer verte responder a mi toque, pero... no en este momento.

—Hmph.

No había nada que Marilyn pudiera hacer al respecto; le gustó su toque mientras aplicaba la medicina.

—Te odio, eres quien me hizo de esta manera, y eres quien…

—Sí, es por eso que me estoy volviendo un poco patético. No quise meterme así con Mariel…

—He…

—La próxima vez, si te sientes cansada o con dolor, por favor dímelo Mariel.

Ella asintió ante sus palabras, pero Marilyn no estaba muy segura. Lentamente juntó sus piernas y la besó de nuevo.

—Me temo que tendremos que permanecer célibes por el momento.

—Ah…

La dejo así de caliente... Cuando se dio la vuelta para irse, Marilyn lo agarró.

—No aún no...

—Pero...

—Estoy bien... sólo una vez…

Xavier se quedó momentáneamente sin palabras cuando Marilyn tomó su mano e hizo que tocara sus pechos como una hechicera.

—Mariel, eres como un ángel caído.

—Tócalos, están calientes…

No pudo evitarlo; era él quien la puso caliente.

—Te estoy haciendo sufrir de nuevo.

—Ay, Saviel. Por favor...

Quería que el calor se fuera.

Sosteniendo a Mariel, que lo abrazo, metió cuidadosamente su dedo entre sus piernas dentro de sus húmedos pétalos.

—Hm, ahh...

—No será suficiente, pero al menos lo hare superficial.

—Puaj…

Marilyn abrazó su cuello con más fuerza mientras él rascaba suavemente la pared interior.

—Aang. ¡Ahí, ahí...!

Anoche había descubierto dónde lo sentía más Marilyn y ahora sus largos dedos no tuvieron problemas para encontrar el lugar exacto en la estrecha pared interior.

—¡Ah! Es demasiado rápido. ¡Mmmm...!

El implacable placer vino una y otra vez, dejándola sin aliento con sus esbeltas piernas envueltas alrededor de su cintura, abrazándolo con fuerza. Los gemidos exaltados de Marilyn continuaron estallando. Podía sentir la humedad de su enorme pene contra sus muslos.

Quería que eso entrara ya.

—Hugh, Saviel. Por favor...

—No, no más...

—Por favor, entra... No me importa si está mal…

Pero Xavier conocía la condición de Marilyn mejor que nadie y no estaba bien. Incapaz de contenerse, la acostó y deslizó su polla entre sus piernas.

—Mmmm…

—Por favor, espero estés satisfecha con esto. Tu hermoso capullo ha trabajado en exceso por mi culpa.

—Ah…

El clítoris excitado de Marilyn asomó la cabeza entre sus pétalos. El pene caliente tocó y frotó lentamente entre sus pétalos flotando también el oculto clítoris. Marilyn sintió que iba a perder la cabeza. El mero movimiento de la erección entre sus piernas fue suficiente para que su clítoris se pusiera rígido de emoción.

—¡Ah, ahhhh!

Cuando aceleró las embestidas, los escalofríos le recorrieron la columna tan vívidamente como si él estuviera realmente dentro de ella. Mi visión se nubló. Sentí que mi conciencia se desvanecía. Marilyn no podía creer que estuviera tan excitada como si de verdad estuviera dentro de ella, aunque no lo estaba. Tampoco se corrió dentro de mí, pero gimió de placer y se vino sobre su estómago.

—No…

Debería haber rociado eso dentro de mí... Fue un desperdicio. Había perdido la oportunidad de tener un bebé.

—Está bien, te he estado llenando con muchas semillas para bebés, así que puedo derramarme así al menos una vez. Ahora descansa, Mariel.

Antes de que pudiera terminar, Marilyn ya estaba profundamente dormida.

Pasarían dos días más antes de que Marilyn pudiera salir de su habitación, ella nunca buscó a su familia, jugaba en los jardines que él había creado y en el estanque que ligeramente la aterro. Pero su familia es su familia, pase lo que pase.

Pensé que nos habíamos quedado dormidos al mismo tiempo después de una ardiente sesión de hacer el amor, pero cuando se despertó encontró a Marilyn sollozando.

—Mariel, ¿qué te pasa?

—Hump, Xavier, en mis sueños, en mis sueños, Paul apareció y estaba muy herido, y también Aarón, y Arnold, y estaban cubiertos de sangre, y me estaban llamando, y no pude evitarlo, fue tan claro, que todavía tengo miedo, y mira, mis manos están temblando.

Ante sus palabras, Xavier tomó sus manos.

—Está bien. Fue solo un sueño, ¿no? ¿De qué tienes miedo cuando fue solo un sueño? Enviare un telegrama tan pronto como salga el sol.

—Sí mándalo.

—Está bien, hare eso.

Marilyn vino a sus brazos.

—Debes haber estado muy asustada.

 —Sí. Le tengo miedo a la sangre.

Xavier no podía preguntar por qué le tenía miedo.

—Tengo miedo... Ni siquiera me gusta el olor. Tengo miedo…

—Oooh…

Él la abrazó con fuerza.

—Nadie va a salir lastimado, así que no te preocupes, mi Mariel.

Xavier sabía por qué odiaba la sangre, pero también había perdido la memoria puede ser que el horror de haber visto su sangre haya quedado impreso en su cerebro.

La conoció por primera vez cuando tenía diez años. Su hermano mayor con quien tenía una gran diferencia de edad estaba demasiado cansado para cuidarlo debido al peso de ser el príncipe heredero, y su madre la Emperatriz sufría náuseas matutinas graves debido a su embarazo y estaba en reposo.

En el vasto palacio, todos estaban más interesados ​​en el sexo del futuro hijo del emperador y en el príncipe heredero que en él, como el segundo heredero en la línea de sucesión al trono. Por alguna razón, las concubinas del emperador no podían concebir, por lo que los únicos descendientes de la familia Imperial eran el príncipe heredero Owen, el segundo en la línea de sucesión, Xavier, y el bebé en el vientre de la emperatriz.

Incluso hubo un rumor de que el emperador no quería tener hijos con sus concubinas si no solo con la emperatriz, por lo que ponía hierbas para prevenir el embarazo en el té y hacia que sus concubinas lo bebieran. De todos modos, fue una época en la que estaba pasando los días más libres y solitarios de mi vida.

Su madre estaba embarazada, pero nunca había sentido ningún afecto por ella, sino que era más cercano a la concubina de su padre, Olivia. Ella siempre lo cuidó como si fuera su propio hijo y, a diferencia de su estricta madre, ella era una mujer gentil. Xavier la siguió de cerca y, aunque a su madre no le gustó lo dejó, solo porque estaba pasando por un momento difícil con su embarazo por las náuseas matutinas.

—Ella es Marilyn Careé, Su Alteza y es mi sobrina.

—¿Qué edad tienes?

Parecía mayor que él a juzgar por su altura.

—Oh, cumplo catorce años este año su alteza.

—Caramba. Preferiría que tuvieras mi edad o menos, me siento incómodo.

Si no hubiera sido mayor, no me habría quejado. Xavier se había enamorado de Marilyn desde el primer momento en que la vio. Incluso a una edad temprana, no quería revelar sus sentimientos primero por la dignidad de la familia real, así que me quejé sin razón.

Me pregunto si es porque se parece a Olivia, pero Marilyn respondió con una sonrisa.

—Estás muy por encima de mí en rango, así que puede sentirse cómodo conmigo.

—¿De verdad?

Xavier sonrió y miró a Marilyn como si hubiera estado esperando esa respuesta. Con Marilyn a cuestas, Xavier la obligó a montar a caballo, quemar madera y la atormento de otras formas. Pero Marilyn no lloró ni una sola vez e hizo ansiosamente lo que él quería, tratando de parecerse lo más posible a él.

Era una pena que pareciera estar tratando de verse bien porque era un príncipe. Vino a verlo varios días e hizo lo que dijo sin decir nada, y al final fue Xavier el que estalló primero.

—¿Estás haciendo esto porque soy un príncipe?

—Por supuesto… mi tía me dijo que fuera buena con Su Alteza, pero sobre todo, me estoy divirtiendo y estoy haciendo todas las cosas que nunca puedo hacer en casa debido a que tú me lo ordenas, y puedo dejar de lado las advertencias de mi madre acerca de ser siempre cuidadosa y estar siempre callada.

Al darse cuenta de que Marilyn no estaba tratando de impresionarlo, sino que ella realmente deseaba jugar con él, jugo con Marilyn sin falta.

Su pariente, la tía Olivia, quería que viniera seguido porque no tenía hijos, por lo que Marilyn entraba y salía del castillo como si estuviera en casa.

—Pronto será el cumpleaños de nuestro príncipe, así que me preocupa qué tipo de regalo debería darle para hacerlo feliz.

Marilyn estaba un poco feliz de tomar el té a solas con Olivia sin Xavier por primera vez en mucho tiempo. Sin embargo, Olivia estaba ocupada cuidando de Xavier. La ausencia de Xavier hoy se debió a un resfriado febril, no a otra cosa. A Olivia le preocupaba su ausencia, pero también se preocupaba por el cumpleaños de Xavier, que estaba a la vuelta de la esquina.

—Ah, ¿pronto será el cumpleaños del príncipe? Bueno dado que ha crecido siendo mimado, esta vez también deberá recibir muchos regalos preciosos.

Olivia frunció el ceño y agito su taza de té.

—Eso piensas Marilyn ¿Después de haber estado tan cerca de Su Majestad durante tanto tiempo, no has llegado a conocerlo ni un poco?

—Bueno, no sé…

Los ojos de Olivia brillaron e inmediatamente se entristecieron ante el comportamiento de Marilyn.

—Bueno, he cuidado al príncipe desde que nació, y ha sido difícil saber qué es lo que piensa a medida que crece, bueno solo has estado aquí durante unos meses.

Olivia dijo mientras metía una galleta en su boca que partió con la fuerza de sus dedos.

—Espero que seas lo suficientemente buena para que el príncipe te acepte  y vengas a vivir conmigo en este sofocante castillo.

—Tía... Soy cuatro años mayor que él, y él realmente piensa en mí como si fuera su hermana…

No, estaba segura él siempre está tratando de gastarle bromas y nunca había sido muy amable con ella. Además, como era más joven que yo, él parecía verla más que como una hermana.

Marilyn todavía pensaba en él como en su hermano menor, lo que la hacía sentir aún más insegura. Era una hermana que era buena con su hermano y jugaba con él, pero eso era todo.

—No tienes que preocuparte por tu edad, Marilyn. La actual Emperatriz es mayor que el Emperador, ¿y no deberías querer que la familia Careé se convierta en una familia noble del imperio, en lugar de una familia vasalla?

—...No sé mucho sobre eso todavía, pero lo intentaré, tía.

Marilyn solo podía responder de esa manera. Porque sabía que su madre y su padre sentían lo mismo que Olivia.

—Sí, deberías mi hermosa sobrina, Mariel.

Marilyn trató de sonreír mientras observaba a Olivia decir su apodo. Olivia no era diferente a cualquiera de las otras concubinas del Emperador, fue favorecida por él, después se embarazo, pero al final aborto y fue olvidada.

Estaba tan devastada por la pérdida de su hijo que se rumoreo que había perdido la cabeza, pero se recuperó. Ella logró hacerlo bien, y ahora solo se preocupaba por Xavier. Amaba al segundo hijo de la Emperatriz, Xavier, como si fuera su propio hijo.

Dado que Xavier era el segundo hijo creció en la sombra de su hermano mayor, el príncipe heredero. Además, con el segundo embarazo de la emperatriz este año, Xavier naturalmente no tuvo más remedio que alejarse más de la atención de la gente.

En tales circunstancias, la atención de Olivia fue como una dulce lluvia para Xavier. Inevitablemente, su relación con Olivia, su segunda madre, fue más fuerte que con su madre biológica, la Emperatriz. La Emperatriz no estaba complacida con su comportamiento.

—Debería hornearle al príncipe algunas de sus galletas favoritas.

—Te ayudaré con eso, tía.

—Sí, claro.

Olivia horneó galletas de chocolate a cuadros y fue con Marilyn a buscarlo. Pero alguien encontró a Xavier antes que ella. Cuando Olivia se dio cuenta de que era la emperatriz Isabelle, su rostro se arrugó en una mueca. Marilyn se sorprendió, pero Olivia no pudo ocultarlo. Hasta ese momento, no le había prestado atención a Xavier, por lo que no podía estar contenta con su presencia.

Además, la voz de Xavier la afectó fatalmente.

—Olivia solo me cuida porque soy el sustituto de su hijo muerto, no te preocupes por eso. Sé lo suficiente como para saber que Olivia no es mi verdadera madre.

Marilyn estaba muy avergonzada en medio de todo, Olivia pudo oír claramente lo siguiente que dijo la emperatriz.

—Sí. ¿No puede simplemente amar al hijo que otra madre dio a luz con dolor? Xavier, hijo mío. Ven aquí. Has crecido mucho.

Xavier entró obedientemente entre sus brazos abiertos. Marilyn comprobó el estado de ánimo de Olivia. Eventualmente, Olivia se derrumbó.

Marilyn, quien la siguió a toda prisa, se sorprendió por su comportamiento violento la miro tirar las galletas y tirar todo lo que había en la habitación, sin poder decir nada. Mi tía, que siempre fue elegante y noble, no se encontraba por ninguna parte.

—Tía…

—¡Perdí a mi hijo por culpa de quién, por culpa de quién...!

El niño que crecía en su vientre había muerto en un día. Fue después de beber el té que el emperador le sirvió personalmente. En ese momento, la inocente Olivia, una mujer noble que había sido entrenada para ser una buena esposa en su familia, acababa recibir el favor del emperador.

Ella no estaba al tanto del escándalo que se arremolinaba alrededor del castillo y bebió el té, sin sospechar que la atención del emperador todavía estaba en ella. No fue hasta más tarde que me di cuenta de que el té contenía drogas que hicieron que abortara el feto. El emperador le había servido el té a propósito.

Fue por el pensamiento egoísta del emperador que no quería que nacieran bebés que no fueran de la emperatriz. Fue porque el propio emperador tenía un complejo al haber nacido de una concubina y haber usurpado el trono.

El Imperio Khalid había sido sucedido pacíficamente por el primer y segundo príncipe que eran familiares de la actual Emperatriz, pero fue el actual Emperador, Philip Lewis, quien lo intentó y logró usurpar el trono.

El derramamiento de sangre que infligió a sus hermanos en el proceso fue tanto que dejo una gran mancha y un error en su vida. No habría sido el Emperador si no hubiera tomado esa decisión, pero se sintió obligado a asegurarse de que la historia no se repitiera con una usurpación por la resurrección de una causa perdida.

Y así fue como su determinación se vio sacudida por la noticia de que Olivia estaba embarazada de su hijo, a pesar de que él la había estado alimentando con tés y alimentos para evitar que concibiera.

A pesar de toda esa interferencia, Olivia no tuvo más remedio que pensar por un tiempo en hacerle lo mismo que le hicieron a ella, tomo esa decisión tan pronto como escuchó la noticia de que la emperatriz estaba embarazada. Hasta que un día, cuando vio al príncipe heredero caminando por el pasillo de la mano de su niñera, cambió de opinión.

¿Qué pasaría si, en lugar de la emperatriz, que solo se preocupa por el príncipe heredero, ella actuara como la madre del príncipe y mantuviera una relación más cercana que su madre biológica?

Quería ver el rostro de la emperatriz desmoronarse cuando viera al príncipe amarla más que a ella su propia madre. Quería crear una situación en la que su hijo biológico la apuñalara en el corazón y el niño biológico dejara de ser su niño. A partir de entonces, Olivia se dedicó al príncipe.

Lejos de la mirada de la Emperatriz, aprovechando los momentos en que la atención de la Emperatriz se centraba en el príncipe heredero y menos en el príncipe, Olivia no tenía dudas de que con los años había ampliado gradualmente su lugar en el corazón del príncipe. Pero todo fue en vano.

Nunca pensé que Xavier, en quien confiaba, la apuñalaría por la espalda.

—Y pensar que es el hijo del Emperador…

La ira de Olivia hacia el hombre que se había aprovechado de ella era incontrolable. Marilyn observó de cerca la ira de Olivia desde un costado.

—¿Crees que me voy a quedar quieta?

—Tía…

Olivia estaba decidida a hacer lo que no había hecho en el pasado.

—¡Espera y verás, espera y verás...!

<<<>>>

 

 


Comentarios