Capítulo 2

 

Como siempre, la empresa era un lugar de mierda. Una vez más el jefe comenzó a criticar a Ha-jun, estaba decidido a deshacerse de él por ser un idiota, y como no era cercano a ninguno de sus compañeros, no tenía con quién maldecirlo. Para ser honesto, era toda una hazaña que le hayan permitido llegar tan lejos. Ha-jun no trabajaba y eso no ayudaba a la moral de los empleados. Una empresa no debía infringir la individualidad de un individuo, pero eso no significa que el individuo pueda romper la disciplina de la empresa.

Varias veces al día, su jefe se metía con él. La mayoría de las veces era porque no hacía su trabajo a tiempo o porque se quedaba dormido y no estaba en condiciones para decir una excusa. Sin embargo, una persona normal, sentiría pena o reflexionaría sobre ello, pero no Ha-jun. Mientras su jefe lo reprendía, Ha-jun desvió la mirada y se secó los ojos. A los otros empleados no parecía importarles que lo estén regañando, por lo que no muchos les prestaban atención.

Aun así, había algunos empleados que los miraban de vez en cuando porque los gritos eran fuertes y las quejas del jefe no daban señales de terminar, y en medio de ellos estaba el recién llegado con quien había hecho contacto visual la última vez.

—... Quiero decir, Sr. Ha-jun. ¿Me estás escuchando?

—¡Sí! Lo estoy escuchando.

La forma en que lo dijo, con una pronunciación que sonaba más a “tener” que a “son”, fue suficiente para enojar a su jefe. Ha-jun, que veía como su cabeza medio calva, se ponía roja y pensó: Ah, ¿debería renunciar? En ese momento, el nuevo empleado, que había mantenido contacto visual con Ha-jun, se acercó a su jefe y le tendió un paquete de documentos.

—Director. Esta es la aprobación que el Gerente Kim dijo que era urgente.

—... Ja.

Normalmente, no interrumpirían al jefe cuando está enojado, pero obviamente eran documentos urgentes porque respiró hondo, suspiró y agarro los documentos que le entrego, su cuero cabelludo estaba tan rojo que parecía que el resto de su cabello se iba a caer. Por eso siguió mirándolos. Buscaba el momento adecuado para interrumpir. Fue una suerte para Ha-jun. A este ritmo, podría haber pensado que lo quería matar. Por supuesto, no a muchas personas en la empresa les agradaba, sin importar cuánto le disgustara el novato.

—De todos modos. Sr. Han. Hágalo directamente.

—Sí.

Se podía decir que la actitud de Ha-jun al inclinar la cabeza y responder que sí fue inquietante, pero el jefe se giró fríamente y se alejó, como si no quisiera gastar más energía. El novato que lo seguía mirando lo miro fijamente y luego se alejó nuevamente con sus largas piernas. No podía entender por qué lo seguía mirando así.

—Disculpa, Su-yeon.

—¿Qué?

—¿Cómo se llama el chico nuevo?

—Quién... Oh. ¿El señor Ji-ho? Se llama Yang Ji-ho. El director dijo que estaba feliz con él, porque es bueno en su trabajo.    

Ha-jun nunca antes había hablado correctamente con nadie, así que cuando comenzó a hablar con Su-yeon, él parecía estar visiblemente incómodo, pero aun así le dijo el nombre del nuevo. Yang Ji-ho, el hombre alto. El nuevo empleado, que según el director era bueno en su trabajo, me seguía mirando notando que a pesar de que soy bonito, el jefe me odia. ¿Por eso ahora estaba presumiendo? En el mejor de los casos, era solo un lindo perro mascota, Ha-jun sonrió y borró la mirada sombría de Ji-ho.

Ha pasado una semana desde que empezó a tocarse el trasero, pero Ha-jun no sentía nada desde entonces. No me duele, pero no sé si eso sea algo bueno. Sabía cómo los hombres podían sentir placer con el trasero después de buscarlo en Internet. Aun así, no pude encontrar placer porque no sabía dónde estaba la próstata, y no pude encontrarla ni siquiera después de hurgarme hasta el fondo. Simplemente, fingía que me gustaba y fingía los gemidos. A pesar de eso, la gente parecía estar satisfecha y donaba tantas monedas como antes. Por esa cantidad de dinero, me podía doler un poco el trasero.

Al observar a Ha-jun que a pesar de que dijo que tenía experiencia, pero no podía meterse un anero más grueso, fácilmente se dieron cuenta de que aún era virgen. Pensaron que era ridículo que un virgen pretendiera ser una puta y hablara sucio, pero eso los entusiasmo más, y al ver las reacciones de Ha-jun la sala de chat estuvo llena de malas palabras.  

Unos dijeron que se follarían su coño si lo encontraban en la calle, otros se ofrecían a frotarle el coño, y otros a follarlo como un perro. Ha-jun se emocionó al ver esas palabras, lo deseaban. Un día, mientras se masturbaba, no puso un vídeo porno, sino que se frotó el pene leyendo una copia de sus registros de chat.

El crudo deseo de las personas que me decían cosas sucias era estimulante y aunque pensé que me convertiría en un verdadero pervertido si continuaba así, también me pregunte cómo sería volverme un poco pervertido mientras acumulaba mucho dinero. Además, también pensé que estaría bien porque no me comportaba como un loco pervertido y no me arrestaban por masturbarme en la calle.

Para la transmisión de hoy, iba a usar algo llamado consolador de monedas. Aunque era un consolador, era del largo de un dedo y era un poco más grueso. Pero lo compré porque dijeron que el consolador estimula el perineo, por lo que incluso las personas que no sentían placer con la próstata podían sentirlo fácilmente.

En particular, era lo mejor para este tipo de transmisiones porque vibraba solamente cuando la gente enviaba monedas. Había un claro mensaje de que debías pagar si querías ver escenas sexis, pero los espectadores crédulos abrirían sus bolsillos con la ilusión de que tienen el control de su estimulación. Después de una semana de acostumbrarse a ensanchar su trasero, Ha-jun se quitó toda la ropa y se puso un par de calcetas Nike blancas hasta las rodillas.

Fue fácil encontrar la talla adecuada porque era muy delgado. Me subí los calcetines hasta las rodillas y apliqué un ligero brillo rojo en mis pezones. Mis pezones ya estaban sonrosados, pero me habían dicho que era una buena idea porque me hacía parecer más cachondo. En realidad, ni siquiera me gustaban los hombres, pero fingía que me gustaban por dinero. Aun así, no me sentía culpable. No tenía por qué preocuparme por engañar a idiotas y que me pagaran por ello. Hoy tenía pensado mostrarles todo desde el principio. He recibido muchas solicitudes para que muestre como me dilato el agujero, así que les mostraré e incluiré el consolador de monedas, creo que así conseguiré más donaciones, ¿verdad?

Con eso en mente, Ha-jun colocó la cámara de manera que su cama pudiera verse correctamente. Como tenía que mostrar toda la cama, no pude evitar que se viera un poco de la estantería y la cocina, pero eso no me importaba. Hay más de una casa igual a esta en Corea del Sur y nadie lo descubriría jamás, ya que no mostraba mi rostro. Algunas veces soñé que alguien me reconocía, pero no era más que una terrible pesadilla. Además, llevo más de un año transmitiendo y nadie lo sabe y no me van a pillar.

Ha-jun encendió la cámara, se sentó en el borde de la cama y se puso la máscara. La máscara de conejo, ahora le resultaba tan familiar como su rostro, encendió la transmisión y, como si lo hubieran estado esperando, la gente empezó a conectarse.

—Bienvenidos. Veo que muchos de ustedes también vinieron hoy.

Con una risa falsa, Ha-jun se recostó en la cama y miró la cámara. En la pantalla podía ver su cuerpo desnudo con solo unos calcetines, tirado en la cama. Se había quitado la ropa interior, dejando al descubierto su pene fláccido. Lucía bastante erótico con solamente el par de calcetines cubriendo sus piernas. La gente también pensaba lo mismo, y en el chat, que se llenó rápidamente, se llevaban a cabo conversaciones sucias sobre lo que le harían a su cuerpo.

—Hoy les mostraré cómo abro mi agujero... y luego usaré esto.

Ha-jun levantó un consolador de color rosa brillante que le lastimaba los ojos y lo mostró en la pantalla. Los patéticos clientes que observaban a hombres masturbarse todo el día reconocieron inmediatamente lo que era, mientras que otros no tenían ni idea de lo que era.

—Este es un consolador que vibra cuando me mandan monedas. Sí. Exactamente… eso es.

Explique levantando el consolador del tamaño de mi palma, pero alguien dijo que era más rápido mostrar lo que hacía, así que envió una moneda. Ha-jun asintió mientras observaba el consolador rosa vibrar en la palma de su mano.

—Así que necesito que me ayuden. Hoy quiero llegar al final con esto, ¿de acuerdo?  

Mientras susurraba con el dedo índice sobre los labios como si estuviera contando un secreto, la gente en el chat se volvió loca ofreciendo su ayuda. ¿Por qué sigo trabajando en la empresa cuando es tan fácil quedarse con el dinero de otras personas? Cuando pensé en mi calvo jefe, casi me enojé, pero era un BJ profesional, así que no lo demostró.

Primero, Ha-jun se acostó en la cama y levantó su trasero. Cuando vieron el agujero rosado entre sus carnosas nalgas, pudo escuchar a la gente volviéndose loca. Sonriendo mientras observaba cómo el consolador de monedas seguía vibrando, estiró la mano hacia atrás y apretó el lubricante sobre su trasero lo más alto que pudo. La pantalla se llenó con la erótica escena, del líquido pegajoso fluyendo por su trasero metiéndose entre sus nalgas.

Ha-jun miró hacia atrás mientras sacudía suavemente su cadera y lentamente pasó los dedos, desde sus muslos mojados hasta sus nalgas, el consolador de monedas vibro sin parar. Riendo y sonriendo, Ha-jun lentamente paso la mano por su culo, luego bajó la mano pasándola entre sus nalgas, y deslizó los dedos desde el perineo hasta su agujero.

—Ah, ja...

Fue un pequeño gemido, parecido a un suspiro, pero sabía que a sus suscriptores les gustaba más ese sonido. Soltando gemidos que no se habría atrevido a hacer por su cuenta, se cernió sobre el agujero empapado de lubricante.

—Eh... Ani, siento un hormigueo... Ah... quiero ponerlo...

Mientras se cernía sobre el agujero, casi listo para meter el dedo, la sala de chat se volvió loca y la gente pregunto si se iba a poner más caliente. Ha-jun temió no poder leer la sala del chat por estar volteado, así que accedió al chat usando su teléfono celular, reía y reía leyendo los comentarios en el chat donde le pedían que se diera prisa.

—¿Quieren verme meterlo? Hmmmm...  Metan su polla dentro de mí...

Riéndose con voz lánguida de los mensajes de los hombres que se ofrecían a metérselo, Ha-jun rápidamente empujó su dedo, que había estado flotando su agujero, firmemente dentro de él. Su agujero, ya acostumbrado a tragarse sus dedos, gorgoteó y lo mordió.

—Hmmmm... Caliente...

Moví la cadera débilmente, al igual que mi dedo dentro de mi agujero, y se escuchó un sonido chapoteante y húmedo. Comentarios iban y venían frenéticamente en la sala del chat, desde los que querían comerme el coño hasta los que decían que ya se habían corrido. No me estaba excitando porque me estuviera hurgando el agujero, sino por los comentarios lascivos en el chat. Mi pene se estaba endureciendo.  Las personas que no sabían el motivo simplemente decían que era porque mi cuerpo era muy sensible y que mi coño no era diferente del de una puta.

—Uf... Ayer, eh... Soñé que era una puta… y que me metían su polla por el culo... Me puse cachondo...

Lo sabía, de alguna manera lo sabía, mientras seguía leyendo los sucios comentarios acerca de mi coño palpitante que se había puesto enorme todo porque quería una polla, metí un dedo más dentro de mí. La gente hizo un escándalo viendo como movía los dos dedos, mientras el sacudía suavemente su pene.

Haciendo semicírculos dentro del agujero, las paredes internas calientes mordían y se contraían contra sus dedos, parecía sentirse bien al mostrar como su cuerpo temblaba y se contraía así que lo hizo un poco más, pensé que me sentiría mejor si pudiera llegar a ese punto. Vamos un poco más, pero no conseguía sentir ningún placer en absoluto.

Sería más fácil para él transmitir si sintiera verdadero placer haciendo esto. Ahora que transmitía su cuerpo entero se había convertido en un trabajo de tiempo completo, Ha-jun no tenía idea en qué clase de pervertido se estaba convirtiendo, y solo podía sentir pena por sí mismo. Sentí una ligera presión cuando comencé a hacer tijeras dentro de mi agujero con los dedos, estirando las paredes internas. No era una sensación dolorosa, solamente extraña, era como un tirón en el estómago. Pero eso tampoco fue una sensación de expectativa o placer. Probablemente, había algo que pudiera hacer para hacerlo más excitante, pero no sabía cómo, así que simplemente dejó escapar un falso gemido y movió los dedos un poco más bruscamente frotando la pared interior.

—Haa... Ja... Un poco más... Mmm...

Mientras movía los dedos empapados en lubricante en su interior, le pidieron que metiera ya el consolador de monedas. Solo había metido dos dedos, y podría dolerle meter el consolador de monedas. Después de un momento de vacilación, Ha-jun retiró los dedos del interior de su agujero. Al sacar los dedos empapados en lubricante de su agujero, derramaron gel, y se escuchó el tintineo de las monedas que le donaron.

—Mmmm... Voy a meterlo ahora. Me ayudarán debidamente, ¿verdad?

Se rio nervioso y apretó el lubricante sobre el consolador de monedas tan fuerte como pudo. Era tan grueso como tres dedos, empapado en gel y reluciente. Aunque no era tan grueso ni tan largo como otros consoladores, era el consolador más grande que Ha-jun se había metido. Tragando con fuerza, frotó suavemente el consolador sobre su agujero, luego lentamente comenzó a empujarlo dentro aplicando fuerza con la mano que lo sostenía.

—Oh, Dios mío... ¡Ahh!

La sensación de abrir a la fuerza mi agujero, donde hasta ahora había sido fácil meter los dedos o aneros, no me resulto familiar. Además, definitivamente estaba sintiendo dolor. Pero no podía parar, así que lo empujé con la mano temblorosa llenando mi interior.

—Uf... hmm...

¿Era solo la mitad? La punta era la parte más gruesa del consolador de monedas. Las paredes interiores seguían tratando de sacarlo ante la sensación del objeto extraño, abriéndose paso dentro, pero también una parte de mí estaba demasiado avergonzado como para detenerme.

Era obvio que si no podía meterlo después de actuar como una puta, la cantidad de suscriptores disminuiría notablemente. Menos suscriptores significan menos ingresos. En el peor de los casos, sería una pérdida de dinero detenerme a la mitad. Ha-jun se estremecíablanco, como una sábana debajo de su máscara, y empujó el consolador hasta el fondo.

—Grande... Duro... Todo... Haah... Todo dentro, eh...

Podía sentir el consolador firmemente sujetado por las paredes internas, extendiéndolas más de lo que podía con mis dedos. Cuando metía los dedos podía sentir cómo se movían mis entrañas, pero cuando metí el consolador, eso fue imposible. Se sintió diferente que cuando metí el anero o los huevos, antes de que pudiera recuperar el aliento, las monedas comenzaron a llegar. 

—¡Ah, uh...! ¡Duro...! ¡Uf...!

El consolador vibró salvajemente dentro de mí y se sentía como si estuviera agarrando y sacudiendo mis órganos internos. Enterré la cabeza en la cama y me estremecí, aturdido, mientras mi adolorido agujero se tensaba con el consolador que vibraba. Ha-jun enterró más la cabeza en la cama mientras negaba y temblaba.

El tintineo continuó, como si la gente pensara que lo estaba disfrutando enormemente. Ha-jun no tuvo tiempo siquiera de mirar la sala de chat, solo se aferró a las sábanas poniendo los nudillos blancos. Pensé que tenía que correrme rápidamente, así que agarro su pene con la mano temblorosa y comenzó a sacudirlo dolorosamente.

—¡Hmph, hmph...! Tsk... ¡Ah, ah...!

Era difícil fingir ser amable cuando sentía tanto dolor. Pero pude soportarlo pensando que era por dinero. Mientras movía la mano de arriba abajo sosteniendo su pene, Ha-jun se sintió un poco mejor. Finalmente, levanto un poco la cabeza, y leyó rápidamente la sala de chat. Le alegró ver que la gente estaba respondiendo bien.

—Ah, ja... Sí... Más, más, por favor...

Al sentir que las vibraciones cesaban, frotó la cabeza contra las sábanas y suplicó, peroya no podía soportarlo. Hubo un intercambio de opiniones para que donaran más monedas, pero el consolador vibró débilmente, ya que solamente fue una pequeña cantidad. Avaros. En el mejor de los casos se ponen a celebrar por hacer un evento como este, pero hasta ahora se preocupan por gastar de más. Estaba acariciando mi pene mientras movía las caderas cuando una fuerte vibración movió por completo su interior junto con un tintineo.

—¡Hmph, ah...! ¡Aaahhh, duro...! ¡KKKK...!

La vibración continuó sin parar. El dolor y el placer se extendían alternativamente al ser las vibraciones más fuertes que antes, presionando el consolador con fuerza contra mi perineo, volviéndome loco. Cuando su visión se puso borrosa y luego oscura, se estremeció, incapaz de evitar sacudir su coño contra las violentas vibraciones.

Ha-jun temblaba y ni siquiera pensó en seguir sacudiendo su pene debido a las fuertes sensaciones. La sala de chat se activó rápidamente, mientras tanto, siguió apareciendo el mismo mensaje junto con 100.000 monedas. Fue una suerte que siguiera consiente para leerlo.

[Nos vemos mañana en la sala de reuniones, Subgerente. Te dejaré chuparme la polla]

El mensaje de patrocinio que mantuvo vibrando el consolador de monedas era el mismo.

—¡Oh mi...!

En la sala de chat, había un alboroto, todos preguntaban si de verdad habían descubierto la identidad del BJ. Quería detenerlos, pero era difícil mover un dedo debido a la vibración que sacudía mi agujero trasero. Sacudió la cabeza con incredulidad, preguntándome si realmente me habían descubierto "subgerente"  Su mente se estaba poniendo en blanco, pero no sabía cómo mover su cuerpo.

—¡No, ah, ah...! Yo… no… ¡uf...! ¡Ugh...!

Para detener esto tengo que sacar el consolador de monedas primero, pero para sacarlo tengo que eyacular. También existía la opción de solo sacarlo, pero ante el dolor y el placer que estaba experimentando, no pudo darse el lujo de pensar tan lejos, así que simplemente se desplomó y froto su cuerpo contra las sábanas.

Mientras frotaba suavemente el pene sobre la sábana, este respondió a la estimulación, y se vino fluyendo un chorro de semen al aire. Aquellos que lo veían balanceando las caderas, buscando más placer a pesar del mensaje donde parecía que habían descubierto su identidad, estaban ocupados riéndose de él.

En el momento en que vi las palabras: —Esa perra es un marica que le gusta que lo follen, así que seguirá follando incluso después de haber sido atrapado—, me puse rígido ante el segundo clímax que se estaba extendiendo e inmediatamente me volví a correr.

—¡Hmph...! ¡Ja,ja...! ¡Duro...!

Las vibraciones del consolador de monedas finalmente se detuvieron cuando se desplomó y disparó su semen sobre la cama. Sin tener tiempo siquiera para sumergirse en el resplandor del clímax, Ha-jun tomó su teléfono y revisó rápidamente quién había enviado ese mensaje. Pet Rabbit. Era la misma persona que lo había estado mirando y donando desde el principio. ¿Sabe realmente quién soy?

—Oh… eso es todo por hoy… me detendré aquí.

Ha-jun terminó la transmisión apresuradamente sin la oportunidad de ver lo que decía la gente, se quitó bruscamente la máscara y se sacó el consolador que tenía dentro. Tirando el consolador al suelo molesto por la extraña sensación de tener el agujero abierto, leyó el mensaje en la pantalla de su teléfono varias veces.

[Nos vemos en la sala de reuniones, subgerente] Subgerente de ninguna manera. Era imposible. Ha-jun paso la noche en vela, mordiéndose las uñas.

Al día siguiente Ha-jun no tuvo el coraje para ir a la sala de reuniones, así que se tomó toda la mañana para hacer su trabajo, lo cual fue raro. ¿Sabe realmente quién soy? Tal vez solamente lo dijo por decir o porque pudo haber estimado su edad basándose en su cuerpo. Era imposible que en una empresa no tuvieran una sala de reuniones, por lo que solo pretendió conocerlo, así que fue por eso que dijo que lo vería en la sala de reuniones.

Si piensa de esa manera, no tenía por qué estar tan nervioso. Pero no podía relajarme pensando que alguien pudo realmente haberme reconocido.  

Su jefe, que había entrado con la intención de hacerle trabajar, se sorprendió al ver que lo que pidió ya estaba terminado y tomó los documentos. De lo que no se había dado cuenta es que la sala de chat de la oficina estaba alborotada, Ha-jun seguía mirando el monitor con ojeras en los ojos y se sentía incómodo. Estaba ocupado tratando de descubrir quién podría haber enviado ese mensaje por el rabillo del ojo.

¿Quién diablos podría ser? Pensó que no podía ser una mujer quien estuviera mirando su transmisión. Porque era una transmisión dirigida a un pequeño número de hombres con gustos extraños. Además, considerando que tal vez no sea de esta empresa, probablemente era ridículo estar tan molesto y preocupado.

Si Pet Rabbit era realmente alguien de la empresa que había descubierto su identidad, Ha-jun solo tenía una forma de averiguarlo yendo a la sala de reuniones. De esta manera, podría estar seguro de que alguien realmente conocía su identidad y lo estaba amenazando, o si estaba mintiendo.

—Ah… ohfgfh.

Realmente me sentía frustrado. Pet Rabbit era un subscritor leal que había estado mirando y patrocinando las transmisiones de Ha-jun desde el principio. Hubo momentos en que usó palabras vulgares, pero nunca la provocó así. En más de un año de transmisiones, esto nunca antes le había sucedido. Había oído hablar de otros Bj que los acosaban de vez en cuando, pero no esperaba que le pasara a él y se sentía avergonzado.

Tenía que ir a la sala de reuniones, aunque solamente fuera para acusar a Pet Rabbit de ser un mentiroso. De todos modos no habría nadie allí. Dado lo grande que es Corea del Sur, no hay forma de que alguno de los pocos pervertidos que lo siguen trabaje en la misma empresa que él.

De ninguna manera. Ha-jun se dirigió con calma a la sala de reuniones durante el corto período en el que la gente salía de la oficina para almorzar. De hecho, sabía que no tenía sentido ir a comprobar a la sala de reuniones durante la hora del almuerzo por qué no habría nadie allí.

Sin embargo, así como era importante no encontrarme con la otra persona, también era importante que la otra persona no me reconociera. De esa forma, la otra persona aceptaría que se ha equivocado. Por lo mismo, elegí la hora del almuerzo a propósito. Puede que sea un cobarde al ir ahora, pero elegí este instante al estar seguro de que no me encontraría con Pet Rabbit, en caso de que en realidad trabajemos en la misma empresa.

Ha-jun, que miró a su alrededor y se dirigió con cautela a la sala de reuniones, echó un vistazo rápido antes de abrir la puerta. La oficina estaba desierta, no había nadie a la vista. Estoy seguro de que no hay nadie en la sala de reuniones. Sintiéndose un poco más tranquilo, agarró la manija de la puerta. Abriré la puerta y, si no hay nadie allí, les diré que Pet Rabbit se equivocó.

No sé si la gente me creerá, pero ¿qué puedo hacer si no lo vi? Sintiéndose un poco más tranquilo, abrió la puerta de la sala de reuniones y asomó la cabeza para mirar dentro.

—Estás aquí.

La voz baja hizo añicos mis expectativas. No solamente era que estuviera en la sala de reuniones que creía vacía; sino por la forma en que me hablo, fue como si me hubiera estado esperando, como si supiera que vendría.

—... Tú...

Aunque no había nadie en la oficina, Ha-jun entró rápidamente a la sala de reuniones y cerró la puerta detrás de él, solo por si acaso. El hombre era muy alto,incluso cuando estaba sentado. De aspecto sombrío con el flequillo suelto en lugar de hacia atrás. Era el nuevo empleado a quien favorecía el director.

—Lo he estado esperando,

—Q-qué... yo... ¿a mí?

Las palabras salieron de su boca cuando se dio cuenta de que si no se le ocurría algún tipo de excusa, estaría admitiendo que él era el Sr. Conejo. ¿Pensé que estaba vacía la sala de reuniones? ¿Vine aquí a descansar?

Intentó pensar en algo en mi mente confusa, pero ya era demasiado tarde y sabía que cualquier cosa que dijera sonaría como una excusa. Al final, Ha-jun se mordió el labio reseco y miró al hombre.

—... Sr. Yang Ji-ho.

—Es bueno que no hayas dicho excusas, de todos modos tengo pruebas.

Ji-ho sonrió y colocó varias fotos sobre el escritorio. Las fotos frente a Ha-jun eran de un hombre que llevaba una máscara de conejo, acariciando su trasero y agitando su pene desnudo, masturbándose. Definitivamente, era Ha-jun. Era el único que podía decir con seguridad que era él porque llevaba una máscara de conejo, pero Ji-ho parecía estar convencido de que era Ha-jun.

—Si ni siquiera puedes ver... mi... cara, ¿cómo podría alguien creerte?

—Tu cara. Bueno, si es importante que se vea tu cara.

Sonriendo, Ji-ho puso algunas fotos más, como si supiera qué Ha-jun diría eso. Eran fotos del mismo hombre quitándose la máscara de conejo, y luego en otra foto de forma perspicaz se veía el rostro de Ha-jun detrás de la máscara. Ji-ho resopló y se rio al ver el rostro de Ha-jun palidecer, ya que nunca lo había visto así en sus transmisiones.  

—Es fácil hackear estos días, Sr. Han. Estoy seguro de que no soy el único que ha visto tu cara. Debería haber sido más cuidadoso.

No estaba dispuesto a escuchar los comentarios irónicos de Ji-ho quien chasqueó la lengua como si realmente lo lamentara, Ha-jun rápidamente recogió las fotos y las rompió. Si alguien más me viera así, sería mi fin. Si él pudo ver su cara, no podía imaginar quién más lo había hecho.

—La verdad es que al principio no me di cuenta. Escuché que tienes historia con las mujeres.

Ji-ho se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia Ha-jun. Aunque retrocedió pensando que el gran hombre estaba a punto de abrumarlo, no tenía adónde correr porque la puerta estaba cerrada. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Ji-ho se paró, encerrándolo con ambos brazos, mirándolo como si lo hubiera atrapado. Los ojos negros detrás del flequillo, que me parecían sombríos, brillaban como los de una fiera salvaje.

—No creo que hayas estado nunca con un hombre, ¿verdad?

—No es asunto tuyo.

—Solo tengo curiosidad, como fan.

No pudo evitar notar la sonrisa en su rostro. Ha-jun frunció el ceño ante la tranquila sonrisa del ganador y miró hacia otro lado. No había manera de que fuera normal ser fanático de una transmisión tan pervertida.

—Estoy haciendo esto para ganar dinero, no me interesan los hombres y debes dejar de amenazarme antes de que vaya y te denuncie con la policía.

Aparto el brazo de Ji-ho del costado de su cabeza, pero Ji-ho lo agarró de la mandíbula y Ha-jun se tensó rápidamente porque tuvo que hacer contacto visual con él. Mentiría si dijera que no tenía miedo. De repente, Ha-jun se arrepintió de lo que había estado haciendo durante más de un año.

Nunca me había avergonzado que varios extraños me vieran masturbándome, pero tan pronto me di cuenta de que había un rostro familiar entre esas personas no especificadas, el calor se apoderó de mi cara.

—¿Cuánto dinero crees que puedes ganar siguiendo así? Todo el mundo sabe que eres virgen. Y también que no puedes excitarte con tu trasero.

—Quítate de encima.

—Si quieres ganar más dinero, ¿al menos deberías tener sexo con un hombre? Hay muchos chicos que son más jóvenes y más bonitos que tú, y hay muchos que se sienten mejor que tú, así que al menos deberías diferenciarte.

Aparté su mano de mi barbilla y él solo sonrió, como si estuviera haciendo algo ridículo. Definitivamente era ridículo. Ji-ho parecía medir más de 1.90, pero Ha-jun solo media alrededor de 1.75. No importa lo ridículo que pareciera, no podía actuar como un idiota.

—¡Y qué! Voy a parar ahora. ¿Crees que un acosador pervertido como tú podría salirse con la suya?

—Entonces, ¿quién crees que eres subgerente? Eres alguien que le muestra a un acosador pervertido escenas con qué masturbarse ¿Cómo un vulgar prostituto?

Incluso su baja risa me puso la piel de gallina. No tenía idea de lo que quería este pervertido, pero tenía una teoría. Suponiendo que "eso" es lo que quiere una persona que ve sus videos, lo más probable era que sea "eso". Aunque lo sabía, Ha-jun no tenía intención de hacer lo que Ji-ho quería.

—No seas ridículo. ¿Crees que un pervertido como tú va a conseguir lo que quiere?

—¿Qué crees que quiero? ¿Una noche?

—¿Entonces qué? No es como si te fuera a dar dinero, ¿verdad?

Ha-jun respondió fríamente porque no quería parecer cobarde. Mi corazón latía con fuerza y ​​mi estómago estaba tan tenso que me dolía, pero tenía que actuar con calma. Solamente porque es bonito y bajito, Ha-jun ha sido atormentado por tipos como él toda su vida.

Sabía cómo tratar con ellos.

—Estás equivocado si crees que solo quiero una aventura de una noche.

Con eso, Ji-ho se dejó caer en la silla del escritorio y tiró de la muñeca de Ha-jun quien no tuvo más remedio que sentarse en su regazo, porque no tuvo forma de sostenerse. Se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo y trató de levantarse, pero los brazos de Ji-ho descansaban alrededor de su cintura. No solo tenían una gran diferencia de altura, sino también de fuerza porque a pesar de que sus brazos apenas lo rodeaban, no podía moverse.

—Sigue transmitiendo. Yo crearé el contenido por ti.

—... ¿qué?

—¿Qué vas a decir cuando vayas a la policía? Trabajo para una empresa y hago transmisiones para adultos, alguien de la empresa me reconoció y ahora me está amenazando ¿Crees que la policía procederá ante algo así?

El rostro de Ha-jun se puso rojo brillante ante su voz que susurraba en su oído. Por supuesto que lo sabía. La amenaza de Ji-ho no le había hecho ningún daño y no había manera de que la policía tomara en serio la palabra de un hombre que estaba transmitiendo contenido para adultos.

—Así que será mejor que hagas lo que digo, te haré ganar más dinero y me aseguraré de que nadie descubra quién eres.

—... ¿Y si me niego?

—Incluso si yo no lo hago, alguien más podría informar a la empresa sobre lo que haces por las noches Sr. Han. Ya te lo dije, es muy fácil hackear.

Incluso un niño de tres años podría darse cuenta de que ese alguien sería Ji-ho. Al final, no era diferente de una amenaza, si no acepto su oferta le informaría a la empresa quién era, ¿Tenía miedo de que lo descubrieran? Por supuesto que sí. El CEO de la empresa era amigo de mi padre, y si se enteraba, solo sería cuestión de tiempo para que mi padre se enterara.

Era obvio que si se enteraban de que había estado transmitiendo contenido para adultos. Le cortarían todo apoyo financiero y lo echarían de su casa. Ha-jun no tuvo otra opción. Fue una trampa que comenzó desde el momento en que comenzó a transmitir.

—... ¿Qué es lo que quieres?

—Te dije. Necesitas diferente contenido que te diferencie de los demás. Por ejemplo… chuparle la polla a otro hombre.

Ji-ho acercó un poco más a Ha-jun a su cuerpo con el brazo que sostenía su cintura, y frotó sutilmente la polla contra el muslo de Ha-jun. Aunque solo era un falo de carne flácido era realmente enorme. No hacía falta mirarlo para darme cuenta de lo grueso que era, y el rostro de Ha-jun se puso pálido.  

—… Tu polla… ¿Quieres que te chupe la polla?

—¿Por qué no practicamos un poco antes de hacerlo frente a la cámara? ¿Sabes? Tu padre podría estar mirando ¿No deberías mostrar que eres bueno en algo?

Hablando con naturalidad, Ji-ho tomó la mano de Ha-jun y la colocó sobre su muslo. La cosa en mi mano era aún más grande que lo que sentí contra mi muslo. Era lo suficientemente grueso, que parecía difícil de sostener con una mano, pero también era lo suficientemente largo que parecía que le llegaba hasta sus rodillas.

Ji-ho, que era muy alto, tiene un pene que le llegaba hasta las rodillas. ¿Cómo podía llamar a eso pene? Con esa longitud y grosor, lo apropiado sería llamarlo serpiente.

—Yo… no puedo hacer eso…

—Puedes hacerlo ¿verdad? Aunque eres heterosexual, te masturbaste con el trasero, no tengas miedo—, Ji-ho sonrió tranquilamente y acarició la mano de Ha-jun que descansaba sobre su muslo. Su polla caliente estaba contra la mano delgada, pero de ninguna manera pequeña de Ha-jun.  

No había forma de que Ha-jun no obedeciera a Ji-ho, considerando que no se trataba de ganar dinero nada más, sino de que sus padres no se enteraran. Tendría que hacer lo que me diga, Ha-jun era un snob. No podía imaginar una vida sin mucho dinero, viviendo solamente con el insignificante sueldo de la empresa.  

Sí, puede chuparle la polla a un hombre solo una vez, eso no significa que vaya a pasar nada grabe. Puede que hacer esto no sea el final, pero ese era un problema para más adelante, no era algo de lo que Ha-jun deba preocuparse por ahora. Lo único de lo que tenía que preocuparse era que tendría que chupar un pene demasiado grande con la boca, podía sentirlo con las manos. En el cerebro de Ha-jun, donde todo era simple, no había lugar para preocuparse por el futuro.

—¿Aquí…?

—Si no te das prisa, la gente podría regresar.

Ji-ho sonreía mientras miraba su reloj, ahora que lo veo, ya no tenía la mirada hosca que tenía antes. Fue más bien una insidiosa. Pensé que siempre tenía una expresión hosca en el trabajo, pero resultó ser fingida. Esa mirada debería ser vista por otros, Ha-jun mordisqueó su labio reseco mientras se arrodillaba frente a Ji-ho. Incluso arrodillarse frente a él era humillante.

—Ya que dijiste que era tu primera vez, yo me encargaré de bajármelo.

Ha-jun lo miró sin decir palabra, escuchando la risa de Ji-ho mientras se bajaba la cremallera como si le estuviera haciendo un favor. Por qué no simplemente siguió suscrito mirando tranquilamente sus transmisiones y donando dinero como los otros pervertidos, no podía creer que lo estuviera amenazando. Era una pena, porque si no fuera un hombre tan grande, ya lo habría golpeado.

Por un momento, Ha-jun se quedó sin palabras ante la enormidad de lo que se había deslizado por la cremallera abierta de Ji-ho. Sabía que era enorme porque lo tocó, pero verlo con sus propios ojos era abrumador. ¿Esto de verdad es un pene humano? Dicen que es bueno tener un pene grande, pero con este tamaño no creo que sea fácil masturbarse y mucho menos tener relaciones sexuales. Cuando otros hablaban de botellas de agua de 500 ml, sentí que tenía que compararlo con una botella de agua de 1,5 litros, lo cual era anormal.

—... ¿Quieres que chupe esto...?

—Puedes hacerlo. Si usas la garganta, podrás hacerlo hasta el final.

Dijo tan casualmente, y la vista del pene de Ji-ho, medio erecto, balanceándose lentamente, hizo que Ha-jun se asustara. Meter algo así en su boca desgarraría sus labios, e incluso entonces, apenas sería capaz de tragar el glande, pero ¿meterlo hasta su garganta? Eso era imposible.

—Vamos. Oh, claro. ¿Prefieres que alguien te vea, subgerente? ¿Quieres que traiga al jefe?

Riéndose en voz baja, Ji-ho frotó la punta de su polla sobre los labios de Ha-jun. Mencionar al jefe finalmente no era diferente a decir que se lo contaría a mi familia. Mordiéndose el labio, Ha-jun abrió lentamente la boca y lamió el enorme glande con la punta de la lengua.

—Eso es lindo.

La actitud de Ji-ho fue relajada mientras miraba a Ha-jun, quien chupaba y lamía el glande. No tenía tiempo para sentirme disgustado. Sentía náuseas por la renuencia a lamer, un pene grueso y caliente. Esto es solo un trozo de carne, soloun trozo de carne adherida a un cuerpo, como un brazo o una pierna. No importa cuánto intenté pensar lo contrario, no pude evitar sentirme disgustado.

Mientras lamía con movimientos circulares alrededor de la uretra, escurrió líquido pre seminal y sentí un sabor desagradable como ha pescado en la punta de la lengua. Luchando por contener las náuseas, Ha-jun movió la lengua hacia el pilar y comenzó a lamerlo. Al menos si lamia aquí, no tendría que sentir el mal sabor.   

—Mueve tu mano también, ¿cuándo vas a terminar de esa manera?

Deseaba no haber venido a la sala de reuniones, ni haber venido durante el almuerzo, y movió las manos, maldiciendo a Ji-ho. El pene, que apenas podía agarrar con las manos, estaba tan caliente que parecía que le quemaría las palmas.  Lamió el pene de Ji-ho durante tanto tiempo que su lengua se secó, pero la polla de Ji-ho no mostraba signos de correrse, realmente no tenía otra opción ahora.

Mientras dudaba, su mano acariciaba perezosamente su polla, Ha-jun miró el reloj en una de las paredes y abrió mucho la boca, como si no tuviera otra opción. No faltaba mucho para que la gente regresara y no podía permitirse el lujo de mostrarse de esta manera.

—Tienes una boca pequeña, pero crecerá si lo chupas con frecuencia.

A pesar del siniestro comentario, Ha-jun no dudó en tragarse el glande. Sintiendo como si tuviera el puño de un niño dentro de la boca, Ha-jun frunció el ceño y succiono el falo de carne. El líquido pre seminal se acumuló en su boca y sabía mal, pero no había manera de que pudiera escupirlo ahora. Si no chupaba esto ahora, perderé mi dinero.

—Eup... Eup... chup

—Haa... Tal vez sea porque tienes la boca pequeña, pero la tensión es buena.

Ji-ho echó la cabeza hacia atrás, saboreando el placer de estar dentro de la boca de Ha-jun. Para un hombre que nunca había tenido sexo con otro y, sin embargo, era el mismo hombre, Ha-jun sabía cómo darle placer. Sintiendo la tensión húmeda y caliente en la punta del pene, moviéndose dentro de la boca abierta, Ji-ho movió ligeramente su cintura, empujando su polla más profundamente hacia adentro.

—¡Um...! ¡Kmp... Suck, suck!

—Sé que puedes hacerlo, tienes que terminar rápido. Te estoy ayudando.

Sabía que no era verdad, pero no pude resistirme. Con lágrimas corriendo por su rostro, trató desesperadamente de aceptar la enorme polla que presionaba hasta su úvula, a pesar de que sus labios estaban desgarrados y doloridos. Pero no tenía suficiente espacio para morder, y la cosa se había estado moviendo lentamente.

Moviendo la cabeza atrás y adelante, provocando el interior de su boca, acosándola se movió cada vez más rápido. Ji-ho agarró la parte posterior de su cabeza y la presiono hacia abajo, Ha-jun no tuvo más remedio que tragarse el enorme pene a pesar de que se estaba ahogando mientras lloraba. Había ascendido hasta la úvula y, a medida que aumentaba la velocidad, se hundía cada vez más dentro de su garganta.

—¡Eh, Eup...! ¡Uf...!

—Ja... esto es muy bueno, kwak... eh... es un nivel superior.

Ji-ho murmuró, agarrando el cabello de Ha-jun moviendo su cabeza. Manchando sus pantalones con las lágrimas y la saliva de Ha-jun mientras estaba de rodillas, pero era suficiente para secarse. Ji-ho jadeó ante el placer que sentía en la parte baja de su espalda mientras tomaba una fotografía del rostro de Ha-jun chupando su polla con la cámara de su teléfono celular mientras Ha-jun no se daba cuenta.

—Esto es mucha agua, ¿tu agujero trasero se moja tanto como tu boca?

Con un objeto extraño dentro de mi boca, era natural que mi saliva fluyera, pero Ji-ho hablo como si estuviera salivando con intención sexual. Aunque sabía en su cabeza que no era más que un fenómeno fisiológico, escuchar las palabras de Ji-ho hizo que el rostro de Ha-jun se pusiera rojo brillante por la humillación.

—¡Ew, ew...! ¡Uf...!

—Haa... Acéptalo.

Dejándolo sin aliento tan pronto como saco el enorme pene, que había penetrado tan profundamente su garganta. Frente a sus ojos, cubiertos de lágrimas y saliva, había un enorme pene brillante empapado de baba. Incluso mirándolo así, no podía creer que ese enorme pene acabara de juguetear dentro de su boca hundiéndose hasta el fondo de su garganta, por lo que jadeó y rompió a llorar.

Ha-jun estaba tan ocupado jadeando por aire que ni siquiera se dio cuenta de que Ji-ho estaba fotografiando su rostro. Quizás Ha-jun, quien normalmente no estaba interesado en su entorno, no había notado la cámara incluso si estuviera consiente.

—Eh… Tu cara es bonita. Quería quitarte la máscara y ver el dolor.

—Tos...

Riendo con la voz ronca por el placer sexual, Ji-ho pronto roció su semen por toda la cara de Ha-jun. Ha-jun, que no entendía completamente la situación mientras el líquido tibio y pegajoso era rociado sobre su rostro empapado de lágrimas, y miró fijamente a Ji-ho. Notando la cámara en la mano de Ji-ho quien seguía tomando fotografías de su rostro.

—¡Q-qué…qué…!

—Salió bien. ¿Te gustaría verla?

La pantalla del teléfono celular de Ji-ho mostraba su rostro manchado de semen. La cara de Ha-jun se puso roja brillante cuando se dio cuenta de que acababa de rociar su semen sobre toda la cara.

—Por favor, límpiate adecuadamente antes de salir. ¿Qué pasaría si alguien ve tu cara cubierta de semen en la sala de reuniones?

Ha-jun no respondió, no sabía si debía quitarle el teléfono o enojarse porque lo había rociado con su semen, Ji-ho se acomodó los pantalones casualmente y salió de la sala de reuniones. Mientras Ha-jun parpadeaba aturdido, el semen que se había adherido a sus pestañas goteó y cayó al suelo.


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