Capitulo 1

Dentro del quirófano, estaba operando la succión y revisando los signos vitales. Debido a que esta cirugía requiere un alto nivel de habilidad en comparación con otras cirugías, todos en el quirófano guardaron silencio y se concentraron únicamente en las manos del operador, la profesora Park Miju, y el monitor. En ese momento, de repente percibí un olor a acre.

—Profesor, algo pasa.

Tan pronto como dije eso, el nivel de feromonas omega que se mostraba en el monitor aumentó drásticamente. Las manos de la profesora Park se pusieron ocupadas. Como su asistente, rápidamente le entregué la máquina de electro cauterización. Junto al sonido de la máquina en funcionamiento, el nivel de feromonas omega comenzó a bajar lentamente. Cuando el paciente se estabilizó hasta cierto punto, pude sentir nuevamente el frescor en el quirófano. Afortunadamente, esta cirugía de des emparejamiento se completó con éxito.

—Me alegro de que Seon-jae haya desempeñado muy bien su papel.

Después de cinco horas de cirugía, la profesora Park se quitó el gorro de cirujano. Aunque tenía el orgullo de trabajar con la médico de des emparejamiento más prestigiosa del país, mi función seguía siendo el de detectar cualquier golpe de celo inesperado durante la cirugía de des emparejamiento. Era algo que había estado haciendo desde mi tercer año como residente.

Aunque obtuve el título de especialista, aún no he podido realizar una cirugía de des emparejamiento solo. Todavía había cierta resistencia a la idea de que un alfa realizara una cirugía de des emparejamiento porque el paciente a operar es omega, pero cuando les comunique que era alérgico a las feromonas omega (nombre científico oficial: Feromona Omega-rutógena, también llamada Feromona Omega o Feromona de Calor) en lugar de sentir excitación sexual al olerlas, le provocaban dolores de cabeza y, en casos graves, dificultades respiratorias, pero aún así se mostraban reacios.

No necesitaban que como el operador colapsara durante la cirugía. Cuando salí del quirófano, recibí un mensaje de texto de Choi Tae-ho, mi colega a cargo del departamento de urgencias. Me pidió que llevara a la sala de urgencias un artículo sobre la hemorragia cerebral publicado recientemente por el departamento de neurología si estaba libre y me pregunté cuál era el sentido de utilizar la palabra —libre—.

Cuando entré a urgencias con el artículo, Jin-sang, un borracho, estaba herido. Este borracho, no solo protestaba, sino gritaba al personal médico, preguntándoles por qué no lo atendían. Pasé silenciosamente, tratando de no involucrarme, y de repente pude oler el mismo olor a acre que había olido antes en el quirófano y comencé a tener un ligero dolor de cabeza.

Este no era momento para que lidiara con el tipo que estaba bloqueando mi camino. Tiré el artículo que había traído conmigo sobre el escritorio. Entre el personal médico, los pacientes y las familias de los pacientes en la sala de emergencias, había un gran número de alfas, y ya estaban poniendo los ojos en blanco. Un escalofrío recorrió mi espalda mientras rebuscaba rápidamente en el botiquín.

No puede ser demasiado tarde. ¿Qué pasa si ocurre un golpe de calor en un lugar con tanta gente? Pero yo no quería dirigirme allí. No quería acercarme a ese lugar con el olor a acre. No quería ir a ese lugar donde el olor a humo, dulzura y sudor se mezclaban. A diferencia de un típico Alfa, mi diafragma, no mi ingle, estaba tenso, pero sabía que si esperaba, las cosas podrían empeorar. Rápidamente tomé una inyección y corrí hacia el lugar de donde venía el olor. En un rincón, un paciente yacía en una cama, acurrucado.

Quizás porque aún no le habían quitado la ropa, la única área expuesta era su cara, así que no tuve más remedio que inyectarle rápidamente el supresor sobre sus jeans. Afortunadamente, los jeans no eran demasiado gruesos y la inyección paso. A excepción de algunos miembros del personal médico que estaban a su lado, no tuvieron la fuerza para esconder a la bestia entre sus piernas ya erectas. En cualquier caso, probablemente era la máxima paciencia que podían demostrar los animales en celo.

Bip bip bip bip bip.

Justo cuando me sentí aliviado al sentir que el olor a acre se disipaba, el monitor cardíaco conectado al paciente comenzó a emitir un pitido fuerte. Cuando empujé el hombro encogido del paciente, descubrí que su estómago estaba completamente distendido debido a una hemorragia interna. Mi primer instinto fue colocar mis manos sobre su pecho para realizarle RCP. Pero antes de que pudiera apoyar mi peso sobre él, sentí unas manos presionando debajo de mi pecho.

Bip.

Aprecié que el personal médico recobro el sentido ante el sonido del monitor y ello me alejaron mientras observaba el monitor. La cama de acero vibró cuando me agarrón y me sacaron fuera de la sala de urgencias y al mirar al mayor que me había empujado. Lo supe cuando vi sus ojos. Había matado a un hombre.

—Lee Seon-jae, ¿estás bien?

Estaba temblando escondido en la sala de guardia del cuarto piso cuando Tae-ho vino a visitarme. Lo que acaba de pasar sucedió mientras fui a entregarle un artículo de neurología que el me pidió. Cuando fui a ver a Tae-ho, le inyecté a un paciente un supresor debido a las feromonas que estaba propagando en un lugar concurrido.

La mayoría del personal médico, especialmente los médicos, no pudieron responder rápidamente porque eran alfas, y algunos de los pacientes corrieron hacia el paciente debido a que reaccionaron ante su celo. Como resultado, los pacientes desarrollaron una erección aguda, pero sólo una persona murió. Fue el paciente al que le había inyectado el supresor.

—Ve a ver a un psiquiatra y obtén asesoramiento. Le dijo,—fue un accidente inevitable.

—No es diferente a matar a un hombre con mis propias manos, soy médico.

—Aun así, si no lo hubieras inyectado, podría haber sido peor. Casi hubo una violación y homicidio en la sala de urgencias, incluso junto a una parálisis médica.

—Choi Tae-ho.

Cuando lo llamé, Tae-ho dejó de decir excusas ridículas y se quedó en silencio. En ese momento, alguien llamó a la puerta de la sala de guardia. Era uno de los pasantes.

—La profesora Park te está buscando.

Ja. Esto se iba a poner feo.

—Seon-jae, sé que eres un niño capaz.

La profesora Park Miju, que se había jactado de su buen instinto después de salir del quirófano, lo llamó a su consultorio y le habló como si lo estuviera amonestando. Lo sé. Sé que debería haberme mantenido al margen como neurocirujano pero en lugar de eso fui a urgencias sin ningún motivo, reconocí por error las feromonas del paciente y le inyecté un supresor cuando no debería haberlo hecho.

Y el supresor interactuó junto con un agente hemostático que ya se le había administrado, matando al paciente. Era de conocimiento común que no se debían utilizar hemostáticos y supresores juntos. Lo recalca el libro La Introducción a Alfa y omega.

—Dijiste que te quedarías con nosotros después de obtener tu especialidad, así que, por supuesto, pensé que te iría bien después de eso.

Fingí escuchar, pensando que de todos modos era parte del repertorio de ser regañado. Centré mi atención en la pequeña figura en el escritorio de la profesora. No tenía el lujo de tener una vida para coleccionar cosas así, pensé.

—Lee Seon-jae, ¿me estás escuchando?

—Sí, profesora Park.

—Además, me alegré mucho cuando solicitaste neurología, a pesar de que elegiste la especialidad de neurocirugía terminaste tratando a un paciente en la sala de urgencias que ni siquiera era un paciente de nuestro departamento.

La profesora Park permaneció en silencio durante un largo rato. Aparté mirar la pequeña figura en el escritorio también miré la carpeta que la profesora había dejado. A primera vista, parecía que había surgido una demanda médica sobre el asunto.

—Ya sabes. Hoy en día, si un omega muere debido a problemas médicos, es un dolor de cabeza.

—Sí.

—Claro, la sala de urgencias es un lugar abarrotado y tuviste que hacer lo que tenías que hacer, pero eso se considera una intervención médica.

—Si lo sé.

—El hospital quiere disciplinarte, al menos formalmente.

—Sí.

Esperaba que me fuera mejor ahora que finalmente tenía el salario de un especialista... Intenté estimar cuánto me descontarían. No me hice médico para ganar dinero, pero me sentía mal porque no me pagaran por mi trabajo. Pero entonces escuché algo que nunca había considerado.

—Ve a la sala VIP y aguanta tres meses.

—¿Sala VIP?

La sala VIP estaba en el último piso del hospital. Era la única área del hospital que generaba dinero y que tenía fines de lucro. Aparentemente eran habitaciones de uso individual a largo plazo, pero en realidad la sala VIP era costosa. Y los pacientes allí eran tratados como personas VIP en la sociedad, el problema era...

—Sí, lo sé, eres alfa, pero no entras en celo.

—Esa es mi constitución especial, profesora.

—Lo sé. Tienes alergia a las feromonas omega. Se han reportado pocos casos como el tuyo en el mundo académico.

Por eso la profesora Park me aceptó en el departamento de neurología. El omega-rutógeno, una de las hormonas relacionadas con los omega, es una hormona que controla la excitación sexual periódica, la maduración de las células germinales y la implantación del peritoneo en los omegas.

Su función externa es principalmente producir feromonas que exciten a los alfa por el cuello; el nombre científico completo es Feromona omega-rutógena. Se le conoce comúnmente como feromona de celo o feromona omega. La profesora Park convenció al departamento de neurología de que podría escribir un artículo si se estudiaba mi alergia a las feromonas omega-rutógenas.

Sin embargo mi valor de utilidad desapareció debido a la ley que prohibía los experimentos biológicos en Alfas y Omegas que entró en vigor más tarde.

—Por eso eres capaz. Aunque eres un alfa, no tienes los problemas que tienen los alfa. Sólo aguanta ahí durante tres meses.

—¿Me estás enviando aun sabiendo qué tipo de pacientes se tratan ahí?

—Aún eres alérgico. Y sé que pacientes se tratan ahí.

—Si.

—En la sala VIP se tratan pacientes crónicos.

Los VIP de la sociedad a menudo eran hospitalizados. Pero los VIP más frecuentes eran los omegas, los amantes, sobre todo porque la mayoría de los pacientes padecían celo crónico. En particular, la mayoría de los pacientes eran pacientes crónicos. Un paciente crónico es un omega que entra periódicamente en celo sin previo aviso.

Esto se debe principalmente a los efectos secundarios del viagra para omegas (el nombre correcto es Omega-rutógeno compuesto, pero generalmente se le llama así). Por lo tanto, la sala VIP estaba atendida principalmente por mujeres que no se veían afectadas por el celo y personal médico beta y omega.

Sin embargo, dado que el ingreso de Betas y Omegas en la escuela de medicina era bajo, había más personal médico femenino que Betas y Omegas. Además, los médicos Alfas eran físicamente incapaces de soportar a los pacientes afectados crónicamente.

Si solo iban y venían por un tiempo, podían usar una mascarilla, pero si permanecían allí por mucho tiempo, tendrían que usar un traje protector de cuerpo completo. Como podía imaginar, no sería fácil permanecer vestido con un traje protector cubierto de pies a cabeza todo el día. Mientras empacaba mis cosas, la gente que pasaba hacía comentarios. La mayoría de la gente dijo que lo mejor sería que renunciara. Entre ellos, Tae-ho se disculpó y me dio un consejo:

—Ten cuidado.

—¿De quién?

—Del mayor Kwak Ha-eon.

Me devané los sesos y recordé quién era Kwak Ha-eon. Era un estudiante de último año que estaba un grado más arriba de mí. ¿Dijeron que postulo para el Departamento de pediatría y no fue aceptado y volvió a postular pero esta vez para el departamento de medicina familiar y fue aceptado en la sala VIP por ser un beta? Parecía que ya había atraído la atención desde que estaba en la escuela de medicina por ser un beta, por lo que se mantuvo en silencio a propósito.

Sin embargo, a diferencia de mis días tranquilos como estudiante, cuando era pasante en el Departamento de Medicina Familiar, hubo un incidente en el que apareció con el rostro golpeado y sorprendió a sus compañeros. Y después de eso lo ignoraron claramente.

—Sí, no sé, sé que eres alguien a quien realmente no le importa los demás, pero hay rumores.

—¿Cuáles rumores?

—Que es un omega y que solo pretende ser un Beta.

¿Es eso posible? De todos modos, ¿Cómo pudo suceder eso en la facultad de medicina, en un hospital  donde se realizan estudios de genero?

—Muchas personas dicen que la razón por la que permanece en la sala VIP incluso después de haber terminado su residencia es porque quiere convertirse en un VIP y vivir cómodamente.

—¿Qué debo hacer?

—Tú, apenas te convertiste en un especialista, lo pasaras mal. Asegúrate de usar bien la mascarilla.

Luego Tae-ho se fue a la sala de urgencias. No sé si intentaba ayudar o si simplemente quería aumentar mi ansiedad. Subí al ascensor con mis cosas, deslicé mi tarjeta y presioné el botón del último piso. Mi tarjeta ahora tenía acceso de nivel superior. Era la primera vez que subía al último piso, un lugar en el que nunca había estado ni siquiera cuando era pasante.

Aparte, el personal médico de la sala VIP se gestionaba por separado del personal médico general. Porque esta era una zona con mayor nivel de seguridad. Todos se bajaron en el medio y yo llegué solo al último piso. Cuando se abrieron las puertas del ascensor, vi un mostrador de inspección como en un aeropuerto y un guardia de seguridad parado allí. Puse mi equipaje en la banda y pasé por el control.

Al pasar por el puesto de control, pude ver mi equipaje en el monitor y los artículos en mi equipaje, los objetos de mi equipaje fueron inspeccionados una vez más por culpa de una pluma estilográfica de metal. Y cuando estaba a punto de cruzar la puerta nuevamente, había alguien frente a la puerta.

—¡Hola, Seon-jae!

—Hola.

Era el mayor Kwak Ha-eon, el estudiante de último año con su cabello castaño desordenado y ojos verdosos. Quizás porque para empezar no tenía mucho pigmento, su apariencia cansada se reflejaba en sus ojos de color verde brillante del mayor que se inclinó hacia adelante. En ellos, pude ver mi cabello oscuro y mis ojos oscuros, que si miraba de cerca podría ver que tenían ligeramente un toque de azul marino.

El cabello del mayor Kwak Ha-eon sobresalía de una manera muy cómica. Parecía haberse despojado de su actitud extraña que había mostrado durante la escuela de medicina y ahora sonreía alegremente, con unos hoyuelos apareciendo en su rostro.

El hoyuelo de la derecha es más profundo. Pensé para mí mismo y miré a Kwak Ha-en.

—Vaya, estás llenando la vacante de la sala VIP. Además, ¿el élite Lee Seon-jae? Me alegro mucho de que estés aquí.

¿No escucho que sólo es por tres meses, no es un puesto de tiempo completo?

Cuando Kwak Ha-eon marcó en el tablero con un ligero movimiento, la puerta se abrió.

—La sala VIP tiene un sistema de ventilación por separado. Por lo tanto, no está esterilizada, por eso está este espacio de esterilización para evitar que el aire se mezcle, por lo que debes entrar esperando unos 30 segundos antes de que se abra la puerta del otro lado, entra.

—¿Voy a entrar solo?

—¿Quieres entrar conmigo?

Realmente no quise decir eso. Incluso si fingía, no era mi intención que los dos entremos en un espacio que era más pequeño que un ascensor, pero Kwak Ha-eon pareció pensar que sí y entró primero. Lo seguí y Ha-eon confirmó que había entrado e hizo que su tarjeta fuera reconocida nuevamente en la sala de aire.

Entonces el viento salió del suelo y fue absorbido por el techo. No es de extrañar porque el cabello de Kwak Ha-eon estaba desordenado. El sonido del viento continuó y lo observé, era más bajo que yo, hasta que el viento cesó.

Su cabello era un desastre en comparación con su elegante bata, la punta de su nariz era pequeña y redonda, y su rostro también era redondo, por lo que parecía más joven que su edad, lo que lo hacía parecer similar en edad a los regulares o pasantes, no a los especialistas. Era un mayor, pero era incómodo llamarlo mayor, aun así, parecía que se había alejado de su apariencia anterior. Aunque todavía estaba muy flaco.

Debió haber notado mi mirada, porque levantó la vista hacia mí. Nuestros ojos se encontraron y aparté la mirada por un momento. Justo cuando pensé que había hecho algo mal, se abrió la puerta del otro lado. Lo que percibí en el momento en que se abrió la puerta fue que, sorprendentemente, no olía a acre.

—¡Bienvenido a la sala VIP!

En la puerta de enfrente había dos enfermeras y una mujer con bata de laboratorio. Las tres eran mujeres, pero una de las enfermeras era casi tan alta como Kwak y sus hombros eran aún más anchos. Resulta que ella solía hacer ejercicio. La otra era inusualmente pequeña y el contraste era marcado.

La de la bata era una obstetra/ginecóloga y era la jefa de la sala VIP. Aprendí los nombres de las tres mujeres gracias a la presentación casual de Ha-eon fueron Hee-jin Yoo, Bae Hye-rin y Jeong Soo-young. La Dra. Jeong me tocó el hombro.

—Este es un lugar donde es más fácil vivir si no piensas en las cosas.

No entendí completamente lo que eso significaba. De todos modos, la directora dejó a Ha-eun para que le mostrara la sala VIP. Ha-eon me llevó a donde se alojaba el personal médico. La sala VIP parecía una oficina ordenada. Era diferente de la multitud que había en el piso de abajo. Ha-eon señaló un escritorio vacío y dijo que era mi asiento.

Luego me mostró la sala de guardia, y había dos. En la sala de guardia de abajo tenía que dormir acurrucado como una oruga en una litera, pero aquí no. Era como una pequeña pero ordenada habitación de hotel, con una cama tamaño queen, una mesa pequeña, una lámpara para dormir y un pequeño refrigerador debajo de la mesa.

—¿Honestamente cómo pensaste que era la sala VIP que te hace lucir así?

No pude responder honestamente a su pregunta. Simplemente pensé que este lugar era completamente diferente al consultorio de un hospital normal, así que no tenía idea de qué esperar. Pero no esperaba que fuera tan bueno.

—Las tres mujeres que viste antes, incluyéndome a mí, somos todo el personal que atendemos la sala VIP. De todos modos, no hay muchos pacientes.

La jefa Soo-young Jeong y Ha-eon suelen turnarse para atender a los pacientes en la sala VIP. Además, las dos mujeres estaban clasificadas como personal ambulatorio, por lo que cada una solo trabaja media semana o se coordinaban entre sí, por lo que la intensidad del trabajo era un tercio de la del piso inferior. Incluso considerando la intensidad del trabajo en el departamento de neurología, el horario de la sala VIP en sí parecía un gran beneficio.

Tomé los expedientes de los pacientes que me entregó He-eon y los hojeé. El paciente de la habitación 1 tenía un resfriado, el paciente de la habitación 2 tenía celo crónico, el paciente de la habitación 3 tenía igual celo crónico, el paciente de la habitación 4 tenía el celo por el omega-rutógeno compuesto (también conocido como viagra omega), el paciente de la habitación 5 tamnien efectos secundarios, y la habitación 6 estaba vacía.   

De hecho, el paciente de la habitación 4 también podría considerarse como celo crónico. En comparación con los pisos de abajo, sólo había 5 pacientes. Además, 4 de los 5 pacientes padecen celo crónico. Ha-eon debió haber visto mi expresión arrugada mientras colocaba otra hoja de papel encima del expediente.

—Lee el expediente lentamente. Y esto es el contrato de confidencialidad.

El documento que me entregó decía que lo que sucede en la sala VIP no debe revelarse fuera de esta excepto para asistencia médica. Como profesional médico, sabía que las leyes médicas me prohibían revelar la condición de un paciente. Las sanciones por revelar la condición médica de algún paciente estaban escritas de una manera tan abstracta que se preguntó si era porque los pacientes eran VIP.

Es como un estúpido contrato. Firmé ligeramente y le devolví los papeles a Ha-eon.

—Has hecho la parte más difícil. Entonces, ¿vamos a encontrarnos con nuestros clientes? Oh, necesitas una mascarilla, ¿verdad?

Cuando asentí, Ha-eon buscó en la oficina y sacó una mascarilla de un almacén trasero que supuse era el baño. Cuando no la tomé de buena gana porque la cubierta de plástico tenía polvo, la limpió en su bata y me la devolvió. Sería difícil respirar sin usar la mascarilla, pero pensé que podría quitármela por un rato porque no había olor a acre en el pasillo ni en la oficina. Mientras me ponía la mascarilla, Ha-eon se acercó detrás de mí. Luego apretó aún más la correa que había apretado.

—Tú eres un alfa, así que deberías tener más cuidado. No dejes que tu miembro sobresalga como un pulgar adolorido. No hagas babear a nuestros clientes manteniéndote erguido.

Me sentí un poco incómodo de que se dirigiera a ellos como clientes y no como pacientes. Sin embargo, Ha-eon se giró hacia mí como si nada hubiera pasado y me dio una sonrisa con hoyuelos.

—Oh, aquí está el médico alfa que pedí. No tienes que usar una mascarilla frente a mí, ¿verdad?

El primer paciente que conocí fue el presidente de cierta empresa que aparecía a menudo en la televisión. Como estaba en peligro de ser arrestado, se presentó ante el tribunal en silla de ruedas y dijo que estaba ingresado en nuestro hospital.

—Para poder responder a las llamadas de otros pacientes, señor presidente. Tenemos que estar preparados en todo momento por lo que contamos con el mejor personal médico del país. Pero no permita que esto se apodere de usted.

Las palabras que dijo Ha-eon deberían haber sonado normales, pero sonaron diferente debido a lo que Tae-ho le había dicho antes de venir aquí. Supongo que esto es lo que significa ser un matón.

—¡Por supuesto! Confío en los otros médicos. Sólo tengo curiosidad por saber qué tan bueno es nuestro nuevo amigo. ¿Cuál es tu especialidad?

—Neurocirugía.

—Ojalá fuera ortopedia.

¿Por qué ortopedia? Cuando miré el expediente, el motivo de la hospitalización del presidente era un resfriado. Pero viéndolo en persona, era mentira. Porque tenía un aspecto muy saludable.

—Bueno, si él fuera un ortopedista, le habría dado un buen masaje, señor presidente. La próxima vez que pida ayuda, intentaré que sea un ortopedia.

—Bien, bien.

Dijo Ha-eon después salió de la habitación del hospital.  

—Ahora Seon-jae, ¿debes recibir muchas llamadas?

—¿Por qué?

—Porque eres el típico alfa.

El típico Alfa. Él es alguien que piensa que los alfa son superiores a otros tipos o géneros. Por supuesto, fue más un comentario sarcástico. Después de dejar la habitación 1 donde estaba el presidente, Ha-eon me miró una vez fuera antes de ir a la habitación 2.

—Tienes tu mascarilla bien ajustada, ¿verdad?

—Sí.

Luego abrió la puerta. Tan pronto como abrió la puerta, escuché el zumbido del extractor de aire instalado en el pasillo. Parecía funcionar con un sensor. Sentí que el aire se volvía un poco más denso. Fue similar a lo que sentí cuando estalló una enfermedad infecciosa en el pasado.

Al observar la habitación, no parecía una sala de presión, pero la habitación 2 se sentía como tal y estaba llena de un olor a acre que me provocaba un hormigueo en la piel. Gracias a la mascarilla, no respire las feromonas directamente, pero sentí las feromonas de Omega a través de mi piel. Sentí escalofríos en la espalda, como si se me pusiera la piel de gallina.

Al igual que el presidente que había conocido antes, Ha-eon llamó afectuosamente al paciente de la habitación 2 por su nombre y luego me presentó como el nuevo médico. Esta vez no dijo que era un alfa, pero pensé que ya lo habría reconocido por la mascarilla.

—¿Estoy tan enfermo que trajeron a un médico Alfa del exterior?

—No, últimamente nos falta personal, así que está aquí para ayudar.

Ha-eon respondió amablemente a las preguntas del paciente. El paciente, que parecía tener poco más de 30 años, asintió. A diferencia del presidente de la habitación 1, estaba mortalmente pálido. Su cabello teñido de amarillo estaba colgando muy dañado, y su rostro era tan monótono que no lo recordarías al pasar.

Su único rasgo distintivo era el enorme trozo de gasa que cubría un lado de su cuello. El paciente de la habitación 2 me miró y luego dirigió su mirada hacia Ha-eon. Pero aunque ya no me miraba, podía sentir un cosquilleo en mis brazos desnudos y en mi cuello. Era completamente diferente de las feromonas omega que había olido antes.

Por lo general, cuando huelo feromonas, olían como si fueran un olor a acre, pero esta vez sentí como si mi nariz y mi piel estuvieran siendo atacadas, como si se hubieran mezclado con olor a pegamento. Ha-eon estaba charlando casualmente con el paciente sobre su condición. Pero no podía concentrarme en la conversación y comencé a rascarme los brazos y el cuello.

Luego comencé a sentir un poco de dificultad para respirar, junto con dolor de cabeza, y luego comencé a sentir náuseas. Presioné un poco más la mascarilla y apenas podía respirar, pero mis brazos y cuello ya estaban rojos e hinchados. Ha-eon se dio la vuelta, vio mi condición, se despidió rápidamente del paciente, me agarró de la mano y me arrastró fuera de la habitación.

Tan pronto como salí de la habitación del hospital, el ventilador empezó a hacer un ruido fuerte nuevamente. Inmediatamente corrí al baño. Sin siquiera cerrar el cubículo, me metí en el baño y rápidamente intenté quitarme la mascarilla. Pero en ese momento, mis manos temblaban por las náuseas y no podía agarrar bien el anzuelo.

Algo cálido tocó mis manos temblorosas y pronto me quitaron la mascarilla. Inmediatamente, vomite en el inodoro todo lo que comí hoy en el almuerzo. Una cálida mano acarició lentamente mi espalda con la piel de gallina. Vomité durante mucho tiempo y luego me senté en el suelo, sintiéndome exhausto.

Ha-eon me observó con preocupación mientras yo me sentaba allí durante un rato y vomitaba todo lo que había comido. Cuando mi estómago se calmó un poco, apenas me levanté para enjuagarme la boca en el fregadero, y Ha-eon se acercó a mí como para sostenerme.

—Estas bien.

—¿No, no te ves nada bien? Vaya, había escuchado rumores, pero no sabía que era tan sensible.

—Esta es la primera vez que reacciono a este grado.

Miré mi brazo y vi que los rasguños en el todavía estaban rojos, pero la mayoría de ellos habían desaparecido. Ha-eon no sabía qué hacer, así que me llevó a la oficina, donde me consiguió un cataplasma y una crema de la sala de medicinas adjunta a la oficina.

Ha-eon subió la manga de mi brazo a mi lado, tomó la crema que había traído con la mano y comenzó a aplicarla sobre mi piel enrojecida. Entonces, de repente, puso su mano con crema sobre mi cuello. Lo sentí, pero tal vez sea porque su temperatura corporal es alta, la crema en su mano ya se había derretido ligeramente, lo que lo hacía sentir algo extraño.

—Parece que tu piel está sorprendida, así que es incómodo, pero ten paciencia.

Antes de sentirme incómodo ante la sensación de la crema sobre mi piel, se sentía muy extraño que alguien estuviera tocando mi cuello. Giré ligeramente mi cuerpo tratando de alejar su mano, pero a él no parecía importarle, en lugar de eso aplicó meticulosamente la crema desde mi cuello hasta mi clavícula y luego por todos mis brazos.

Como estaba aplicando la crema con la cabeza gacha, pude ver su pecho frente a mí. Por alguna razón, parecía que cada vez que respiraba lentamente subía y bajaba. 

—Ahora, ¿te falto algún lugar?

—No, ninguno.

—Sí, si todavía siento tu rechazo después de esto… Uhm… no lo sé.

Y luego volvió a sonreír. Para empezar, no podía recordar si era una persona que sonreía mucho. Ha-eon era una persona que no destacaba para nada en mis recuerdos. Mientras Ha-eon cerraba el envase de crema, sonó el botón de llamada. Mi cuerpo salto por reflejo, pero me detuve por un momento.

La llamada vino de la habitación 4, un paciente al que ni siquiera había saludado. A excepción del presidente de la habitación 1, el resto eran todos pacientes crónicos. Pero no pude ignorar la llamada. Dejé la mascarilla sobre el escritorio y corrí a la habitación 4. Ha-eon se lavó la crema de las manos y dijo que iría justo detrás de mí.

La Dra. Hee-Jin Yoo sostenía a un paciente que estaba sufriendo una convulsión. Ella ya se había preparado para inyectar al paciente antes de que yo llegara, pero la mujer mayor no era lo suficientemente fuerte para manejar al paciente más joven que estaba convulsionando. Intentó inyectarlo agarrándolo con fuerza y acabó siendo golpeada en el brazo por el paciente al que no pudo agarrar.

Le arrebaté la jeringa de la mano y presioné mi cuerpo contra el cuerpo del paciente para evitar que siguiera luchando. Al instante, se me puso nuevamente la piel de gallina y mi estómago ya vacío comenzó a contraerse. Rápidamente lo inyecte antes de que mi condición volviera a empeorar. La inyección era un anticonvulsivo y las convulsiones disminuyeron gradualmente.

—Gracias, Dr. Lee. Vaya, nunca pensé que tendría un ataque mientras le hacía terapia.

—¿Qué fue?

—La tensión es posible mediante el uso del ultrasonido y contracción muscular.

Fue sólo entonces que noté la máquina debajo del trasero desnudo del paciente: Era una máquina de ultrasonido con una varita larga.

—¿Tensión de qué?

—El esfínter, por supuesto.

—¿Por qué lo haces?

—Porque eso es lo que quiere el cliente.

La doctora guardó el ultrasonido como si no le importara. Me sorprendió un poco la profesora Hee jin Yoo y la directora que actuaron tan casualmente. ¿No es esto un tipo de procedimiento cosmético? Afortunadamente, su reacción alérgica desapareció tan pronto como se bajó del cuerpo del paciente.

Mientras miraba al paciente de la habitación 4 que se desmayó después de la inyección, recordé lo que decían de la sala VIP, que era donde se hospedan las concubinas favoritas de los alfa. Ha-eon volvió a sonreír alegremente. El paciente de la habitación 3 dijo que estaba durmiendo y pidió que lo saludaran más tarde, y el paciente de la habitación 5 dijo que tenía una visita.

Mientras Ha-eon hablaba por teléfono, yo estaba sentado en el pasillo en lugar de en la oficina tomando un descanso. En ese momento, un hombre que no vestía como un paciente salió de la habitación 5. No estoy seguro, pero sentí como si lo hubiera visto en la televisión. Busqué en mi memoria por un momento y me di cuenta de que fue el legislador quien propuso la Ley de prohibición de pruebas biológicas entre los Alfa y Omega.

Condenó los excesivos experimentos biológicos que se estaban llevando a cabo con los Alfa y Omega porque son géneros nuevos, diciendo que era una violación de los derechos humanos. Además, era una imagen pública que estaba presionando para que se construyera un pabellón exclusivo para los Omega, lo que demostraba que se preocupaba por los derechos humanos.

Me preocupe que la condición del paciente hubiera empeorado, así que rápidamente me puse la mascarilla que había dejado a un lado. Sin embargo, el congresista, que era el invitado del paciente de la habitación 5, se acercó a mí y me dijo algo que nunca pensé que saldría de la boca de alguien que hablaba sobre los derechos humanos e igualdad de género.

—¿Tienes algún gel de amor?

También fue informal. Mi cabeza dio vueltas ante las palabras, las cuales realmente no esperaba, pero mi mirada inmediatamente se dirigió a su mitad inferior. El bulto de su entrepierna, que no podía ocultarlo sus pantalones del traje, confirmó lo que había oído.

—¿Qué, estás sordo? ¿Tienes algún gel de amor?

[Richard Dawkins: Dejando a un lado las diferencias de raza, género, discapacidad, riqueza y educación, todos los seres humanos tienen derechos humanos. Ése es un derecho fundamental.]

El activista de derechos humanos que dijo eso en la televisión no estaba frente a mí. Ha-eon salió de la oficina sonriendo, con sus hoyuelos en el rostro, como si supiera que este tipo era así.

—Oh, congresista, ¿puedo ayudarle con algo?

Ese cabrón no es un congresista, es un perro.

—¿Qué es esto? ¿Es nuevo? ¿Tienes algún gel de amor?

—Oh, tengo algo así, ¡Espere un momento!

Ha-eon le dijo al bastardo que esperara y entró a la oficina. Un momento después, trajo un objeto que a mí también me resultó familiar y se lo entregó al imbécil. Era la misma crema que Ha-eon me había aplicado antes en el cuello y los brazos. El humilde imbécil la tomó y regresó a la habitación 5. De repente me miré el brazo y sentí que mi orgullo como médico se hacía añicos. Me levanté y presioné el botón de la sala de aire.

—Seon-jae, ¿adónde vas? ¿Aún no es hora de salir del trabajo? ¿Tú fumas?

Estaba a punto de salir de la sala VIP cuando Ha-eon me atrapó. La sala de aire no se cerró porque Ha-eon estaba parado allí sosteniendo la puerta.

—Voy a pedir otra medida disciplinaria.

—Hablé con la profesora Park Miju antes por teléfono y me dijo que va a ser difícil, también dijo que deberías soportarlo durante tres meses y quedarte hasta que termine la demanda médica.  

—¡Mierda! ¡Qué clase de hospital universitario le importa una mierda la terapia anal!

Simplemente no podía entenderlo. Sé que tienes que pagar una gran cantidad de dinero por día para hospedarte en la sala VIP. ¿Pero qué hacen aquí? ¿Cera? ¿Contracciones? ¿Te encanta el gel? Seguí presionando el botón de cerrar pero Ha-eon seguía parado frente a la puerta, impidiendo que se cerrara.

—¿Qué tipo de tratamiento es la terapia anal para un paciente con celo crónico? La directora Jeong Soo-young dijo que era lo que quería el cliente. ¿Qué clase de barrio rojo es este? ¿Qué clase de bastardo es quien está en la habitación 5? ¡Por qué querría un gel lubricante en un hospital universitario!

—Lee Seon-jae, espera un momento. Todavía no he terminado de presentarte a todos los pacientes de la sala VIP. 

—¡Estoy tratando de ser un médico, por eso estudio medicina, hice un juramento, pero no me quede despierto toda la noche solo para terminar trabajando como proxeneta…!

—Seon-jae, puede que no entiendas ni un poco la sala VIP.

—Renuncio. Si me quedo en la sala VIP, me arrestarán como traficante sexual, no como médico.

—Lee Seon-jae, por favor habla conmigo…

—Por favor, hazte a un lado. Necesito hablar con la profesora Park Miju y...

—¡Lee Seon-jae, dame un minuto!

—¡Apártate de mi camino! No puedo vivir así.

Ha-eon, que había estado reteniéndome mientras sonreía, de repente arrugó la cara violentamente, se inclinó hacia adelante y agarró mi barbilla con su mano izquierda, luego se acercó y me susurró en voz baja al oído.

—Sí, este es un lugar que un orgulloso alfa con un palo como pene no puede entender. Pero no juzgues la forma en que viven los médicos, enfermeras y pacientes aquí. Ve abajo. Ve a quejarte de ello en tu propia puta realidad donde es mejor que aquí.

Luego me empujó y se alejó de la puerta. Ha-eon volvió a sonreír, aparecieron sus hoyuelos e incluso agitó la mano.

—Adiós, Seon-jae. No nos volvamos a ver.

Me despidió con tanta alegría que me confundí no parecía ser la misma persona cuya voz acababa de susurrarme en voz baja al oído. Sin embargo, cuando la puerta estaba medio cerrada, me di cuenta de que era la misma persona cuando lo vi maldiciéndome con una cara sonriente y solo levantando el dedo medio. Pronto la puerta se cerró y, después de cierto tiempo, la puerta del otro lado se abrió. Pero no pude salir voluntariamente de la sala de aire y el guardia de seguridad me miró extrañado.

—Seon-jae. Sé que eres un niño capaz.

¿Es este el residente fijo de la profesora Park? Cuando bajé a la sala de neurología aturdido, el jefe de residentes (residente de cuarto año) que me encontró me dijo que fuera directamente a la oficina de la profesora Park. La profesora Park me miraba con frustración por que salí furioso de la sala VIP tres horas después. Después de un rato de silencio y su mirada fija, la profesora Park rompió el silencio y me preguntó.

—¿Qué fue tan difícil para ti?

—El mayor Kwak Ha-eon.

—El mayor Kwak Ha-eon ...

¿Me creería la profesora Park Miju si le dijera que Kwak Ha-eon me miró y dijo:  ¿la profesora ​​Park es un alfa? No lo creerá. Yo tampoco lo puedo creer.

—Y estaban haciendo terapia anal en la sala VIP.

—Seon-jae, esa es una historia de la sala VIP.

Me quede callado por un momento ante esas palabras. El contrato de confidencialidad lo firme tan pronto como ingrese a la sala VIP. Recordé el comentario de la profesora Park de que el resultado final era el más difícil. El contrato no proporcionó información detallada sobre las medidas disciplinarias en caso de filtración de secretos.

—Además, eso es porque los VIP lo quieren. Es algo que también ofrecen los departamentos de obstetricia y ginecología.

No estoy seguro de si la profesora Park conoce el juramento con precisión y se refiere a eso como tratamiento.

—No está destinado a pacientes crónicos.

—Ser un paciente crónico no significa que tengas que renunciar al placer sexual. De hecho, los obstetras y ginecólogos ofrecen terapia sexual.

—Bueno... además, en realidad estaban teniendo sexo en otros lugares.

—Seon-jae, sé que eres un niño capaz.

—Es un hospital, un hospital. Además, la otra persona es un paciente.

—Seon-jae, deberías haber escuchado a Ha-eon.

—El mayor Kwak Ha-eon...

Me pidió que por favor lo escuchara antes de irme. Pero bajé sin siquiera escucharlo. La decepción era evidente en el rostro de la profesora Park.

—Sé que eres un niño capaz ¿Entonces por qué un niño capaz no escucha a quienes lo rodean?

—Lo siento.

—Pero me vas a escuchar, ¿verdad?

—Sí.

—Lo que pasó ayer al final se convirtió en una demanda por negligencia médica. Y realmente pensamos mucho en ello. Nuestro equipo legal hará todo lo posible, pero en realidad no fueron seleccionados por sus habilidades.

Después de todo, era el departamento jurídico de la universidad. No hacían muchos litigios reales. Además, había oído que la mayor parte del equipo legal se lanzaba en paracaídas. Probablemente iba a quejarme de la situación. Hablando de quejarme, volví a pensar en Ha-eun.

—En ese momento, Ha-eon escuchó tu historia y le pidió un favor al presidente de la habitación 1. Uno de mis residentes cometió un gran error y le pido que me ayude. El presidente de la habitación 1 siempre quería tener a un médico alfa a su lado en nuestro hospital. Por eso el presidente aceptó ayudarnos con la demanda médica con la condición de que te trasladaran a la sala vip. Aceptó ayudarnos a negociar con la prensa y la familia afligida y su equipo legal corporativo se encargarán de la demanda en lugar del nuestro.

—Seon-jae, sé que eres una persona recta. Sé que eres un niño con un fuerte sentido del deber como médico, pero…

La profesora Park no habló durante un largo momento. Aparté la mirada de la pequeña figura sobre el escritorio de la profesora y miré la estrella blanca sobre el fondo negro de su bolígrafo Montblanc.

—Ve a la sala VIP o maneja la demanda. Elige una de las dos.

***

—Wow, hay un niño aquí que se parece al Dr. Lee. Tienen prácticamente la misma altura. La expresión contundente es la misma: ¿es este uno de esos robots que son populares hoy en día? ¿Está bien imitar a una persona así? Hola, soy Kwak Ha-eon. ¿Cómo te llamas?

—Mayor, yo…

—¿Por qué soy tu mayor? No estoy seguro. ¿Me conoces?

—Me equivoqué.

—Si te equivocaste, tengo que pedirte un favor, ¿podrías escucharlo?

—Sí.

—Vete de aquí.

Luego me ignoró y entró en la habitación 3. No podía entrar en las habitaciones del 2 al 5 porque estaban ocupadas por pacientes con celo crónico. Me paré en el pasillo y pensé en mi situación. ¿Me quedo 3 meses en la sala VIP o me voy?

Si me voy, tal vez de alguna manera podría establecer mi propia práctica como médico general o convertirme en médico pagado, pero no fui a la facultad de medicina para eso. Había algo que quería investigar adecuadamente sobre mi constitución. Después de suspirar, regresé a la oficina y me puse la mascarilla, la doctora Bae Hye-rin me miró con lástima y sacudió ligeramente la cabeza.

—¿Cómo hiciste enojar al profesor Kwak?

—Que es mi culpa.

Me puse la mascarilla y estaba a punto de salir de la oficina cuando miré a la doctora Bae Hye-rin.

—¿Necesitas mi consejo?

—Cualquier consejo que puedas darme te lo agradecería.

—Habitación 3.

—Oh... Será mejor que no entres a la habitación 3.

—¿Por qué?

—¿No querrás entrar?

—No.

—Entonces lo sabrás cuando entres.

Pensé que era una respuesta extraña, así que lo ignoré y me fui, pero luego me preocupé y apreté un poco más la mascarilla como Ha-eon me había dicho que hiciera. Y antes de salir de la oficina, vi una crema usada sobre el escritorio vacío, pero saqué la crema sin abrir de la caja de almacenamiento.

Era mejor para que nadie más la usara. Y como no quería que la persona equivocada la usara, escribí —Lee Seon-jae— en la tapa con un bolígrafo. Después de aplicar una generosa cantidad de crema en mis brazos y cuello expuestos, me preparé mentalmente y abrí la puerta de la Habitación 3. La habitación 3 estaba llena de un olor a acre. Había flores frescas en macetas, pero el olor a acre me nubló la visión.

De hecho, estaba funcionando un enorme humidificador, por lo que la habitación se llenó de humedad y se sentía como si hubiera niebla. Afortunadamente, no olía tan artificial como el olor a vínculo que olí en la habitación 2. Ha-eon estaba sentado al lado de la cama y no había nadie, no, solo había un niño sentado en la cama jugando con una consola de videojuegos.

—Entonces, hermano, ¿estás enojado?

—Sí, Tae-yun, ¿qué piensas?

—¡Eso no es varonil!

—No, eso no es varonil, es impropio de un médico. Es malo criticar a los pacientes.

—¿Qué es criticar?

—Decir algo malo sin considerar la posición de la otra persona.

—¡Ah, ese es papá siendo amable con mamá!

El niño llamado Tae-yun parecía tener sólo diez años. Caminé cautelosamente a espaldas de Ha-eon. Mientras me acercaba, miré por encima del hombro de Ha-eon y vi la nuca de Tae-yun, lo que me puso la piel de gallina. Vi una clara marca de dientes, lo que significaba que Tae-yun había sido emparejado con alguien. Intenté recordar lo que había visto en  su expediente, pero mi cerebro se puso en blanco al ver las marcas de los dientes.

Era sólo un niño de diez años. Quizás no sabía el significado de lo que era el sexo o cuál era el acto específico. ¿Quién diablos se emparejó con ese niño? Y al formar un vínculo... ¿eso significa que el pene de una bestia cruel fue introducido en el pequeño cuerpo de este niño?

En ese momento, Ha-eon miró hacia atrás, probablemente porque sintió mi presencia, y Tae-yun, que estaba absorto en la consola de juegos, también me miró.

—¡Vaya, es el hombre insecto!

Dijo Tae-yun, señalándome con la mascarilla. Me sentía mejor que en la habitación 2, pero las feromonas omega eran más débiles. Y me sentí culpable de que estas feromonas vinieran de un pequeño. Hice lo mejor que pude para no prestar atención al dolor de cabeza causado por las feromonas. Ha-eun me miró inexpresivamente durante mucho tiempo. Lo había visto sonreír y ser sarcástico, o fruncir el ceño por la risa, pero nunca lo había visto tan inexpresivo.

—Dr. Lee, salga al pasillo. Saldré tan pronto como termine el tratamiento de Tae-yun.

Pero pronto su expresión cambió, sonrió y me echó de la habitación. Fue un gesto distante y respetuoso, pero no tuve nada que decir en respuesta. Asentí y salí rápidamente de la habitación 3. Ha-eon, que salió tiempo después de la habitación 3 con una sonrisa con hoyuelos en el rostro, me vio parado en el pasillo frente a la habitación y su expresión se volvió inexpresiva, como si nunca antes hubiera sonreído.

Luego, sin decir una palabra, simplemente me saludó con la cabeza y caminó hacia la oficina. Ha-eon se detuvo en el pasillo frente a la puerta de la oficina y yo, que lo seguía, también me detuve. La doctora Bae Hye-rin y la directora fingieron mirar los expedientes en sus escritorios, pero pude sentir que los miraban con curiosidad. Ha-eon giró levemente su mirada y habló sin mirarme.

—¿Por qué soy beta no soy tu mayor verdad? ya que te desarraigaste cuando te pedí hablar conmigo por un momento.

—Me equivoqué. No estaba pensando con claridad.

—No sirve de nada preguntar en que te equivocaste. De todos modos, a los ojos del orgulloso doctor alfa, este es un barrio rojo y nosotros somos proxenetas.

—No, dije algo equivocado.

—No, aprecio tu honestidad.

Entonces Ha-eon se cruzó de brazos. Miró por encima de mi hombro hacia el pasillo y luego a mí.

—De todos modos, solo tendrás que aguantar aquí por tres meses y estarás a cargo de la habitación 1. Incluso si hay una llamada en otra habitación como hoy, no hay necesidad de que vallas allí. Si vas de todos modos, no ayudaras.

—Lo lamento.

—No te disculpes, simplemente soy un estúpido por esperar demasiado de ti.

Después de decir eso, Ha-eon se giró y caminó en la otra dirección. Cuando me di vuelta, vi que la doctora Bae Hye-rin y la directora, que habían estado escuchando en secreto nuestra conversación, comenzaron a hablar en voz alta y a decir tonterías. Ha-eon se acercó a ellas con una brillante sonrisa y les gastó una broma.

—El Dr. Lee Seon-jae estará a cargo de la habitación 1, ¡así que el presidente y yo terminamos!

Sus juguetonas palabras me dejaron parado en el pasillo, incapaz de hacer nada.

***

[¿Qué vas a hacer esta tarde?]

—Iré a casa.

[¡Salgamos, entonces!]

El problema fue que Tae-ho me llamó primero y me preguntó qué iba a hacer, así que respondí honestamente. Por supuesto, las intenciones de Tae-ho eran claras. Como tenía coche, era obvio que quería que lo llevara usándome como su conductor. Así que me arrastro a una reunión de compañeros de la universidad durante quién sabe cuánto tiempo.

De todos modos, si te mueves en el campo de la medicina, conoces a todo el mundo. Mientras cruzaba una pierna, es como si conocieras a todos. Al menos, era la primera vez en mucho tiempo que veía a mis compañeros después de la residencia porque se dedicaron a la práctica privada o hicieron sus residencias en otros hospitales locales. Tan pronto como entramos al bar, Tae-ho me abandonó.

—¡Yaaaaa!

Grito y corrió hacia la mesa de nuestros compañeros que eran amigos cercanos. Abandonado por Tae-ho, me quede allí parado buscando un asiento vacío.

—¡Ohhh! ¡Lee Seon-jae está aquí!

Un rostro familiar me llamó. Mi compañero tenía una personalidad muy peculiar. En particular, le temblaban las manos cada vez que practicaba anatomía, y lo pasaba mal incluso durante la práctica general, diciendo que pensaba que nunca podría convertirse en cirujano. Sin embargo, después de ir al Departamento de Anatomía Patológica, se incorporó al Servicio Nacional Forense y ahora está trabajando como científico forense. Parecía adaptarse a su actitud. Aunque se quejaba de que no podía operar a personas reales.

—Ha sido un tiempo.

Dije un simple saludo, agarré unos cubiertos y un plato frente a mí y me senté en un asiento vacío.

—¿Cómo estás, funcionario público?

—¡Uh, tú te jubilaras a los cincuenta, pero yo no!

Los cirujanos solían retirarse de la práctica activa alrededor de los cincuenta años. Varía de persona a persona, pero se jubilan alrededor de los cincuenta y se dedican a la enseñanza o se dedican a una práctica médica no quirúrgica. La razón era que a esa edad ya no se tenía la resistencia necesaria para mantener la concentración durante una cirugía. No le respondí a mi compañero y simplemente llené mi estómago con carne bien cocida.

—Pude sentir la brecha generacional estos días. Yo solía decir: —El doctor te aplicará yodo—, pero ahora me preguntan: —¿Qué es el yodo?—. Entonces, cuando respondí: —Una tintura roja—, me preguntó: —¿Por qué es roja?— Supongo que es porque hoy en día hay muchos desinfectantes incoloros. Además, ¿no falta quien diga ‘Que es el yodo, profesor’? y otros que pregunten: '¿de qué dialecto es yodo?'  

Era la denuncia de un colega que trabajaba como médico voluntario. Trabajo en un centro de salud pública y su especialidad es medicina familiar. Ahora que lo pienso, este tipo es un tipo inteligente, así que pensé que sería el primero entre nosotros en emprender el camino hacia el éxito. Sin embargo, después de experimentar la muerte de un paciente ante sus ojos como interno, tomo un camino más estable. 

—Por cierto, ¿sabían que cambiaron el tipo de educación sexual?

—¿Qué educación sexual hemos recibido? Los Alfa nunca deben poner una mano sobre un Omega. Si un Omega entra en celo, se esconderá en un cubículo, armario u otra área cerrada y pedirá ayuda a alguien. Era algo así.

El forense identificó el motivo. Luego me miró y me tocó el hombro.

—Es por eso que Seon-jae atendió a muchos pacientes cuando era interno.

—Todos nuestros compañeros de clase sobrevivieron gracias a Seon-jae. Todos te decían que le pidieras a Seon-jae que encontrara a los pacientes omega cuando estos se escondían.   

No tengo los mejores recuerdos de eso. A la mayoría de nosotros nos sometieron a una prueba de género cuando estábamos en la escuela primaria. Una vez que llegaron los resultados de la prueba, nos dijeron de qué tipo de género éramos y luego nos dieron una breve educación de ello. Nos enseñaron que los omegas quedaban embarazados cuando tenían su celo y que los alfa nunca deben acercarse a un omega que entra en un golpe de celo.  

Alguna vez se le llamó educación discriminatoria porque limitaba el comportamiento de los niños por su tipo de género. Algunos profesores que sabían que yo era alérgico a las feromonas omega me utilizaban como perro rastreador cada vez que desaparecía un paciente omega. Por supuesto, era cierto que era el mejor encontrándolos que el típico estudiante alfa u omega. 

Entonces me di cuenta de que los omegas se esconden en los lugares más extraños, porque mientras que la mayoría de los Alfas reaccionan a las feromonas con una muy leve excitación sexual que hace que sus corazones latan un poco más rápido, a mí me dolía la cabeza. El lugar que más me sorprendía era en el conducto de ventilación.

Lo mismo sucedió en el hospital. Mis compañeros descubrieron que yo era alérgico a las feromonas omega y me buscaban cuando los pacientes omega desaparecían de sus habitaciones en el hospital. Hubo muchos casos en los que simplemente se fueron a la salida, pero también hubo casos en los que era un éxito que solo yo los encontrara tal que tuve que esconderme. Gracias a eso, los superiores de cada departamento me cuidaban cuando era su pasante. Al menos ayudaba a encontrar a los pacientes omega que se escondían al entrar en celo.

—Era diferente hoy en día. Ahora te enseñan que cuando llega el celo no debes esconderte sino que debes pedir ayuda en voz alta. Cuando preguntan: ¿Por qué? el profesor solo dijo que el celo no es algo de lo que deban avergonzarse.

Me sorprendió un poco lo que dijo mi colega del centro de salud pública. Por supuesto, nadie había dicho nunca que el celo fuera algo vergonzoso, pero la mayoría de los omegas lo pensaban porque les habían enseñado que era algo por lo que debían ocultarse.

—Es cierto, pero hasta ahora las cosas están cambiando.

—¿Qué opina, Dr. Lee Seon-jae, nuestro neurólogo?

—Si hablan del departamento de neurología, solo somos la profesora Park y yo. Saben que en neurocirugía no tenemos gente, así que hacemos lo que podemos.

Dentro de neurología, existían subespecialidades como neurocirugía de columna, cirugía de tumores cerebrales y neurocirugía funcional. Sin embargo, debido a que nuestro hospital no tenía suficiente gente para el departamento de neurología, no tenía sentido dividir el departamento en subespecialidades.

Aunque había más cirugías relacionadas con esas áreas, simplemente eran asignadas a especialistas que tenían agendas libres.

—Incluso Lee Seon-jae fue llevado a la sala VIP.

Tae-ho, que estaba en otra mesa, apareció de repente. Ante esas palabras, no solo me miro el Forense y el del centro de salud pública, sino incluso el pediatría, quien pensé que ya sabía la noticia.

—Si es la sala VIP, ¿la que está en el último piso?

—Sí.

—¿Qué diablos estás haciendo allí?

Dejé la carne que estaba comiendo cuando los cuatro hombres me miraron a la vez. Estaba bastante bien cocinada.

—Es confidencial.

—Amigo, realmente no tengo idea de lo que están haciendo allí.

No puedo decirlo. El hecho de que haya un activista de derechos humanos loco que tiene relaciones sexuales con un paciente con celo crónico, un presidente chaebol que se esconde para evitar el arresto y Kwak Ha-eon, que tiene una doble moral con una cara sonriente con un paciente adicto al Viagra Omega.

—Aun así, me alegro de que tengas al mayor Ha-eon.

Gire la cabeza ante el comentario del de salud pública. Como trabajan en el mismo departamento de medicina familiar, probablemente se conocen bien.

—¿Así es realmente él?

—Sí, siempre ha sido muy amable. Nunca he conocido a una persona más amable en mi vida.

—Él es agradable. Cuando vamos a hacer trabajo voluntario, si no hay suficientes personal, él participa.

Me desconcertaron las palabras del de salud pública y del pediatría.

—¿No es eso hipócrita?

—Tonterías. Me hace preguntarme cómo alguien puede ser tan bueno.

—¿Nunca bebiste con el Dr. Ha-eon como estudiante de último año en la universidad?

—Técnicamente, no le agrada Seon-jae.

Gruñó Tae-Ho mientras intentaba abrir una botella de cerveza con su cuchara. El pediatra que estaba callado tomó la botella de cerveza, la abrió con un abridor y se la devolvió a Tae-ho. Tae-ho llenó el vaso vacío del pediatra. El forense estaba asando carne, y sólo yo y el de salud pública miramos a Tae-ho.

—Ha-eon cuidó bien de nosotros, pero extrañamente no cuidó de Lee Seon-jae. A veces pensé que evitaba estar cerca de Lee Seon-jae

—Tú, ¿qué le hiciste al mayor Ha-eon?

¿Yo? ¿A Kwak Ha-eon? No importa cuánto intente recordar, no recordé nada.

—Ahora que lo pienso, el mayor Kwak Ha-eon realmente no le compro comida a Seon-jae, él no le compro alcohol y ni siquiera se ocupa de sus registros.

Incluso el Forense lo dijo. Busqué en mi memoria nuevamente. Hubo casos en que algunos estudiantes de último año solo cuidaron especialmente a sus compañeros de clase o ignoraron por completo a todos excepto a los más cercanos. ¿Pero Ha-eon? ¿Parecía favorecer a alguien? No recordaba nada sobre eso.

—Creía que era omega porque solo salía con chicos.

—Yo también pensé eso, pero llevo dos años conociéndolo y nunca lo he visto tomar medicamentos.

Las sospechas de Tae-ho fueron respondidas por el del centro de salud público. Tomé un sorbo de la sidra colocada frente a mí sin ningún motivo. Supongo que no estaba bebiendo porque no quería llamar a un conductor.

—Entonces, entre que es un omega que finge ser beta y un beta que es realmente gay, ¿Qué crees que sea lo más probable? Yo voto por que es Omega.

Tae-ho me había dicho antes que Ha-eon era un omega que pretendía ser un Beta, y mencionó el rumor frente a nuestros compañeros. Me sentí un poco molesto y tomé otro trago de sidra.

—¡Apuesto cien mil wones que es omega!

El Forense creó silenciosamente la apuesta. Dos más votaron que era Omega.

—Entonces es un beta gay.

Dijo el del centro de salud pública, él fue quien dijo que no había visto a Ha-eon tomar su medicación en dos años, y voto beta.

—Yo también, Beta.

Dijo el pediatra, luego me miró. Dos votos por omega, y dos por beta.

—beta.

—Escríbelo, escríbelo. Dos por omega, tres por beta. Cuando lo descubramos, los perdedores deben pagarles a los ganadores cien mil wones cada uno.

—¿Pero cómo lo sabremos? No lo hemos visto en dos años. Tal vez simplemente este siendo muy cuidadoso. Incluso he visto el cadáver de una persona que fue envenenada durante tres años.

En respuesta a lo que dijo el Forense, el pediatría refunfuñó suavemente y dijo: —Como puedes hablar de cadáveres mientras bebemos cerveza—. Busqué en mi memoria nuevamente. Ahora que lo pienso, extrañamente no recordaba haberme encontrado con Ha-eon en la escuela de medicina. Recuerdo algunas cosas sobre otros mayores, pero nada sobre Ha-eon.

—¿Le hiciste algo malo al mayor Ha-eon?

—No en la universidad, aunque cometí un desliz una vez en la sala VIP.

—Ahora que lo pienso, es extraño que tú seas el único de quien no se hizo cargo Ha-eon.

Cuando incluso el Forense dijo eso, tuve la sensación de que el enojo de Ha-eon hacia mí no se debía sólo a lo que pasó en la sala VIP.

—O tal vez sea eso. Su orgullo como hombre resultó herido. Honestamente, no les agradaste a los mayores cuando llegaste por primera vez. Eres alto, guapo, en forma y tienes una sexy voz.

—Uf, por eso todavía te odio.

Tae-ho bromeó en respuesta a lo que dijo el del centro de salud. Cuando permanecí en silencio, el pediatra tomó un sorbo de su cerveza en silencio y dijo.

—Por eso me fui a pediatría. Nadie en mi departamento es más alto que yo.

—Oh, te estás burlando de ti mismo otra vez. Oye, está bien, aun tienes una licencia médica.

Dijo el del centro de salud pública, que era el único del grupo que intentó consolar al pediatra. Sin embargo, el pediatra levantó la cabeza con un gesto exagerado, fingiendo contener las lágrimas, y murmuró.

—El otro día estuve en una cita a ciegas y me dijeron que los hombres altos no les sirven a los hombres bajos, pero que a los hombres bajos no les sirven los hombres altos.

—Bebe, bebe. Mira a tu alrededor. Dijo por nada.

El del centro de salud pública le dio otra cerveza al pediatra. El Forense dijo mientras colocaba carne en el plato frente al pediatra.

—Al menos tienes pacientes que se ponen de pie, ¿verdad? No puedo hacer que mis pacientes se pongan de pie y a veces les falta una extremidad.  

—¿Por qué cuentas una historia tan aterradora?

Tae-ho se estremeció ante las crueles palabras del Forense y se contuvo. Me pregunté si debería unirme ante la atmósfera y decir algo, pero no se me ocurrió nada en particular. Intenté pensar en algo mientras comía la carne que el forense estaba asando, pero no pude pensar en nada relacionado con Kwak Ha-eon.

La sala VIP es bastante tranquila. Me pregunte si es porque venía del departamento de neurología, donde tenía que resolver deprisa los casos que llegaban todos los días, me pregunte si estaba bien estar tan tranquilo. La directora, Dra. Hee-jin Yoo y la Dra. Bae Hye Rin me trataban amablemente, pero pude notar que trazaron una línea ya que de todos modos tendría que irme dentro de tres meses.

Aun así, la directora parecía estar cuidándome por ser la directora de la sala VIP, pero podía sentir a Ha-eon mirándome. Lo que aprendí después de trabajar en la sala VIP durante aproximadamente una semana fue que el presidente de la habitación 1 realmente prefería a los alfa. Al menor inconveniente, quería que fuera yo en lugar de una enfermera. No era necesario que usara una mascarilla al acudir.

El presidente no me llamaba porque estuviera enfermo, sólo necesitaba compañía y yo simplemente iba. Se mostró visiblemente feliz cuando respondía diciendo que sus historias eran geniales. A veces decía que se comunicaba bien porque yo era un alfa, pero no respondía. Me sentía más como un trabajador social que como un médico.

Otra cosa que noté fue que la reputación de Ha-eon en las salas VIP era muy buena, especialmente con Tae-yun de la habitación 3 quien parecía reconocer a Ha-eon como su único amigo. No sé los detalles de lo que le pasó, pero la Dra. Bae me dijo que el paciente Tae-yun fue hospitalizado aquí por un caso muy grave.

Sin embargo, Ha-eon, que siempre sonreía con todos, inmediatamente se volvía inexpresivo conmigo y me ignoraba cuando me veía, y cuando Ha-eon, que tiene una buena reputación, se mostró frío sólo conmigo, así que les quedó claro a las tres personas de la sala VIP, que aunque simpatizaban conmigo, trazaron una línea.

El personal de abajo que no sabían lo que sucedió en la sala VIP pensó que algo me había sorprendido y simplemente me fui y luego regrese y me quede aquí. Esa fue la historia que me contó Tae-ho cuando pasé por el primer piso un momento antes de salir del trabajo.

—¿Escuché que saliste llorando de la sala VIP y te arrastraron de regreso?  

—¿De qué estás hablando?

—Eso escuché.

—No lloré.

No lloré. Aunque era cierto que me habían regresado a rastras a la sala VIP,

—¿Pero el ambiente en la sala VIP es tan bueno no como el de la sala de urgencias, excepto por el hecho de que hay muchos pacientes crónicos?

La sala de urgencias es un lugar donde no tienes tus propios pacientes, por lo que simplemente registras la entrada y la salida a una hora determinada. El problema es que cuando estás ocupado, estás muy ocupado, a espaldas de Tae-ho, un interno o residente salía corriendo.

—Es relajado, demasiado relajado.

—Es un trabajo deshonroso, pero es un lugar cómodo. La jefa Choi Soo-young es mayor, así que fue allí para relajarse, y Park fue porque es muy bueno entreteniendo a la gente.

—Eso es todo.

Odiaba el uso que hacía Tae-ho de la palabra hospitalidad. Antes, me había tratado como si estuviera tratando de tenderle una trampa.

—Yoo-gan pidió un segundo turno porque estaba demasiado tenso en el quirófano, y no pudo evitar que el familiar de un paciente agarrara a una enfermera embarazada en la UCI y la golpeara, así que esa es su hospitalidad. Se fue a cuidados intensivos para salir de allí.

Tae-ho habló de las personas en la sala VIP como —Yoo-gan— y —Bae-gan—, que eran los apellidos de un titular y una enfermera. ¿Cómo diablos sabe Tae-ho sobre las doctoras Hee-jin Yoo y Bae Hye-rin? Preguntándome casualmente, como si fuera cierto que no había secretos en el hospital.

Sin embargo, el tratamiento que mencionó la Dra. Bae Hye-rin era del departamento de obstetricia y ginecología. También escuché el rumor de que una enfermera en las primeras etapas de embarazo fue agredida y abortó. A pesar de esto, el hospital intentó encubrirlo, pero yo sabía que el sindicato de enfermeras estaba presentando una demanda por agresión al personal médico.

—Choi Tae-ho, deja de decir tonterías.

—¡Te lo estoy contando porque estoy preocupado por ti! No puedo evitarlo tengo conciencia…

Antes de que Tae-ho pudiera siquiera completar la palabra —conciencia—, corrió hacia el paciente que fue traído en  una ambulancia. Bueno, era un ambiente en el que solo se le permitía fichar la entrada y la salida, pero no se le permitía siquiera confesar su conciencia. En este tiempo, me estaba acostumbrando a los alardes del presidente de la habitación 1.

Hablé con la profesora Park sobre lo aburrido que era la sala VIP y recibí permiso de la directora para ir al departamento de neurología durante mi tiempo libre. Entonces, después de obtener el permiso de la directora, salí de la sala VIP para ir a ayudar con el trabajo de neurología.

Justo cuando estaba a punto de presionar el botón para abrir la sala de aire, la sala de aire se abrió y Ha-eon salió con el cabello desordenado. Ha-eon me miró parado frente a la sala de aire y frunció el ceño como si sintiera lástima.

—¿Estás huyendo de nuevo?

—No. Voy a ayudar con neurología.

Pero Ha-eon no me escuchó y corrió hacia la habitación 3. Me preocupe por Ha-eon al verlo vestido de civil, así que rápidamente me puse una mascarilla que tenía en el bolsillo y entré en la habitación 3. El humidificador junto a la puerta estaba volcado y el jarrón junto a la cama estaba roto, esparcido por el suelo.

El videojuego que Yun había estado jugando estaba tirado en el suelo y uno de sus brazos estaba manchado de sangre más roja que la cubierta del juego. Las doctoras Hee-jin Yoo y Bae Hye-rin apenas lograban detener a Tae-yun. No tenía idea de que había tal conmoción mientras estaba en el pasillo.

—Tae-yun, soy yo, Ha-eon. Por favor, no hagas esto. ¿Dónde está la inyección?

Ha-eon intentó desviar la mirada de Tae-yun hacia sí mismo después de que lo agarraron. Pero Tae-yun solo estaba convulsionando. Cuando miré de cerca el brazo sangrante de Tae-yun, vi una larga herida. Parecía que incluso el juguete estaba cubierto de sangre debido a la herida. Ha-eon, que estaba tratando de calmar a Tae-yun, notó que me acercaba lentamente y dijo sin hacer ningún sonido.

—Vete.

Pero fingí no entender su advertencia y rápidamente agarré a Tae-yun por la nuca y deliberadamente presioné con fuerza en las marcas de los dientes. Inmediatamente, la convulsión de Yun cesó. 

Sin perder tiempo, Ha-eon logró inyectar el anticonvulsivo que sostenía en la clavícula de Tae-yun. Revisé para asegurarme de que la inyección hubiera pasado y lentamente solté su nuca. Tae-yun recuperó lentamente la conciencia, luego miró su brazo dando un sollozo y pronto comenzó a llorar.

—Está bien, yo cuidaré de ti hijo. 

Ha-eon acarició la cabeza de Tae-yun y lo calmó. La Dra. Bae Hye-rin trajo desinfectante y vendas. Ha-eon se apresuró a tratar su brazo mientras calmaba al ansioso Tae-yun. Pensando que ya no me necesitaban aquí, salí de la habitación 3 y esperé a Ha-eon en el pasillo. Después de un rato, Ha-eon salió de la habitación 3, sonrió y saludó a la directora en el pasillo.

—Ha-eon, ¿no estás libre hoy?

—Vine porque Tae-yun mostraba síntomas anormales. 

—Ha-eon, eres demasiado bueno, pero necesitas descansar adecuadamente.

Después de una breve conversación, la directora regresó a su oficina y Ha-eon me miró, porque aún seguía en el pasillo.

—Gracias por ayudar.

—No hay problema.

—Bueno… ¿cómo realizaste la terapia de estimulación?

—El paciente de la habitación 3 tiene celo crónico, por lo que pudo haber tenido una convulsión relacionada con su sistema omega, así que apliqué presión para confundir temporalmente sus nervios, aunque fuera temporal. 

—Como era de esperar, los Alfa de elite son diferentes. Pueden hacer juicios como ese.

—Escuche de este método solo una vez cuando era pasante. 

—Lo recordaste después de haberlo escuchado solo una vez, así que debe ser bueno ser un alfa, tienes una buena cabeza.

—Tienes que ser inteligente para ingresar a la escuela de medicina. Tú también eres inteligente, ¿verdad?

Ante mi respuesta, las persistentemente palabras sarcásticas de Ha-eon fueron cortadas. Luego, en lugar de mirarme inexpresivo, me miró con una sonrisa con hoyuelos. Por alguna razón, sentí que debía halagarlo más, pero era la primera vez en una semana desde que había mirado sus ojos verdosos, así que me quedé quieto. Su rostro estaba pulcro en comparación con su cabello despeinado.

—No soy tan bueno como tú, así que no me aceptaron cuando quise elegir un departamento. 

—Eso sucede todos los años y medicina familiar es un buen departamento.

Desvió la mirada ante mi respuesta, eso fue un poco decepcionante. Había pasado un tiempo desde que hablamos, pensé.

—Por cierto, de Tae-yun no vi nada escrito en su expediente, ¿Está recibiendo el tratamiento adecuado?

—No, su tutor rechaza el tratamiento por temor a que se filtre el secreto.

—¿Cuál es el secreto?

Por un momento, el rostro de Ha-eon se puso rígido, luego me miró con expresión severa y dijo con rigidez.

—No es algo que deba contarle a un Alfa, de todos modos solo estarás aquí por tres meses.

Presionó el botón de la sala de aire para salir de la sala VIP. Noté una herida abierta en su mano izquierda. Rápidamente lo agarré de su muñeca, después me pregunté si sería zurdo. Trató de que lo soltara como si estuviera ofendido e hizo una mueca de —ah— cuando se dio cuenta de que la herida le dolía.

—¿Por qué no tratas tu herida?

—Puedo hacerlo en casa. O abajo.

—Déjame hacerlo por ti.

—No.

—Sera complicado hacerlo abajo.

—Es sólo un pequeño corte, eso es todo.

—No me conviertas en un médico que descuido a un herido.

Ante mis palabras, Ha-eon dejó de moverse y asintió levemente. Fue similar a aquel entonces. Como cuando de repente apareció con el labio partido como si alguien lo hubiera golpeado en la clínica de medicina familiar. Esta vez, todo lo que tenía que hacer era aplicar desinfectante un ungüento y ponerle un curita. Pero lo llevé a la oficina de todos modos.

Incluso sus muñecas eran delgadas. Estaba sosteniendo su mano y olí algo raro. Rápidamente lo traté, desinfecte y puse un ungüento, y luego lentamente llevé su mano a mi cara para confirmar mis sospechas.

—Mayor, esto son feromonas...

—¿Qué?

Podía oler feromonas omega en la muñeca de Ha-eun, aunque débilmente. Pero era bastante extraño porque era muy débil el olor. Además, provenían de su muñeca pero deberían de provenir de su cuello. Ha-eun apartó su mano de la mía y acercó su muñeca a su nariz. Después de olerla unas cuantas veces, se limpió bruscamente la muñeca con un hisopo con alcohol que tenía cerca.

—Mayor, ¿estás seguro de que no son feromonas?

—No, probablemente sean las de Tae-yun.

Fue una excusa absurda. Cualquiera que haya leído al menos un libro educativo sobre los Alfa y Omega no se dejaría engañar. El único caso en el que se pueden aplicar las feromonas es para marcar a su compañero como un animal. Las feromonas que provocan excitación sexual no duran mucho fuera del cuerpo.

Entonces, no importa cuán poderosas sean las feromonas en su muñeca, no hay forma de que permanezcan hasta ahora. Sin embargo, el olor que olí se parecía más a un perfume artificial que a las típicas feromonas omega.

—Tú, si vas a trabajar hoy abajo y hablas de ello...

—No lo haré.

Advirtió Ha-eon mientras me miraba furioso, cubriendo su muñeca izquierda con su mano derecha, y respondí apresuradamente, temiendo a que me regañara nuevamente. De repente, recordé lo que había dicho Tae-ho. Un omega que finge ser un beta. Sin embargo, si pude oler las feromonas en su muñeca, debería poder olerlas en su cuello. En el cuello es donde más se liberan las feromonas omega.

Ha-eon me miró sin decir una palabra y se levantó. Me adelanté y abrí la puerta, manteniéndola abierta hasta que salió. Ha-eon me miró a mí y a mi mano de un lado a otro y luego se alejó. Mientras cruzaba la puerta, concentré mi atención lo mejor que pude en oler las feromonas omega en su cuello. Pero no olí ninguna feromona omega en su cuello.

Después de ese día, merodee lo más cerca que pude de él para aclarar algunas de mis dudas. En primer lugar, ¿por qué me ayudó después de que me dio alergia y por qué me ignoró durante más de una semana, además de lo molesto que estaba por mi desliz? Finalmente, ¿Ha-eon es realmente un omega que pretende ser un beta?

Pero cada vez que me veía en el pasillo, su sonrisa desaparecía rápidamente. Le pregunté a la Dra. Bae, quien me dijo que le podía preguntar si necesitaba un consejo, —qué puedo hacer para ganarme su perdón.

—No lo sé, Nadie ha hecho enojar nunca al Dr. Kwak.

La respuesta de la Dra. Bae Hye-rin fue desesperante, así que le pregunté a la directora.

—¿No crees que Ha-eon tiene razón para hacer eso? 

Pero la directora se limitó a negar con la cabeza. Finalmente le pregunté a la Dra. Hee-jin Yoo.

—A Ha-eon le gusta el té con leche, ¿eso te sirve?

Con esperanza ante el consejo de la Dra. Hee-jin Yoo, compré un vaso de té con leche y se lo ofrecí a Ha-eon. Sin embargo, Ha-eon frunció el ceño y se negó, diciendo que era intolerante a la lactosa. La Dra. Hee-jin Yoo, que nos vio, sonrió y tomó el vaso de té con leche.

—No sabía que el Dr. Lee Seon-jae confiaba tanto en mí. 

Habiendo sido defraudado por la Dra. Hee-jin Yoo, quien era mi última esperanza, no tuve más remedio que vagar junto a Ha-eon. Ha-eon había estado hablando por teléfono con el tutor de Tae-yun durante bastante tiempo. Como era una llamada la otra persona no podía ver su expresión, él no sonreía.

Ah, lo resolvió en poco tiempo. Cuando Ha-eon y yo nos miramos mientras hablaba por teléfono en la oficina, Ha-eon me miró serio. Al final de la larga llamada, miró la pantalla de su teléfono y luego me miró a mí.

—Lee Seon-jae.

—Sí.

Me paré frente a Ha-eon tan pronto como me llamo.

—Oye, no te quedes ahí, siéntate a mi lado. Me siento mal porque eres tan alto.

Ya había oído eso antes. Era una frase que solían decir los mayores para hacer que las personas se sintieran pequeñas estando junto a ellos, como si fueran más altos y más grandes que ellos. De todos modos, como dijo Ha-eon, acerqué una silla a su lado y me senté.

Ha-eon jugueteó con su teléfono y luego me miró. No era una expresión seria, pero tampoco era una amistosa. Se mordió ligeramente el labio inferior, como si estuviera preocupado, y luego lo soltó.

—¿Hay alguien en neurología que pueda realizar una cirugía de des emparejamiento?

El des emparejamiento era un procedimiento quirúrgico que elimina la resistencia de un omega emparejado a tener relaciones sexuales con quien lo marco al matar los nervios relevantes. Requería múltiples tratamientos médicos y tenía muchos efectos secundarios, y dado que la cirugía se realiza desde la parte superior del cuello hasta la C1 en la base del cráneo, existía un alto riesgo de tocar otros nervios, especialmente C1.

—La profesora Park Miju es conocida y de renombre.

—¿Hay alguien más?

—Me uní como su asistente, pero el único en neurología que no es un alfa es un residente de primer año... En mi opinión, el único neurólogo aquí que puede realizar una cirugía de des emparejamiento es la profesora Park Miju.

Si se toca incorrectamente un nervio, aumenta la probabilidad de sangrado durante el orgasmo y secreción excesiva de feromonas. De hecho, ha habido bastantes casos de secreción excesiva de feromonas durante la cirugía de des emparejamiento. Y entre las personas con experiencia en neurocirugía de nuestra universidad, la unica que no es un alfa es la profesora Park Miju. Porque ella es mujer.

—Sí, es cierto.

Luego, Ha-eon guardó silencio durante un largo rato, preguntándome qué estaba pensando. No quería molestarlo, pero había pasado un tiempo desde que me habló, así que seguí sentado a su lado. Después de un rato, cogió el teléfono de extensión y habló conmigo primero.

—Fuera, es la historia de Tae-yun, no puedes oírla.

Con esas últimas palabras me echo de la oficina. Estaba esperando en el pasillo cuando me llamaron nuevamente a la habitación 1. Después de escuchar al presidente alardear de sí mismo, finalmente logré regresar a la oficina. En la oficina estaban Ha-eon y Hee-jin Yoo, quienes no sintieron mi presencia y se estaban contando la historia sobre cómo Hee-jin Yoo me había engañado.

Lee Seon-jae, parecía muy duro e inteligente, y me creyó cuando le dije que te gustaba el té con leche, y me alegro tome un gran vaso de té con leche gracias a eso.

—Hee-jin Yoo.

—Fue solo un vaso de té con leche. No intimide a Lee Seon-jae.

—Pero no bromees así. Él es mi menor.

—De todos modos, hay muchos estudiantes de tercer año en la facultad de medicina. Es una gran escuela.

—Aun así, Seon-jae es un joven importante.

No entendí por qué Ha-eon decía eso. No lo había encontrado mucho en la escuela, excepto en mi primer año cuando estuvimos en la misma clase pero estaba tan ocupado estudiando como loco, que no lo noté en absoluto. Solo sabía que tenía un compañero de clase de último año llamado Kwak Ha-eon en mi clase, pero nunca lo trate.

—¿Por qué? ¿Ustedes dos eran cercanos? Nunca te escuché hablar sobre Seon-jae antes de que llegara a la sala VIP.

—Seon-jae y yo no somos cercanos.

Aunque eso era cierto, de alguna manera me hizo sentir un poco amargado. En ese momento, Yoo Hee-jin descubrió mi existencia y su conversación terminó ahí. Todavía no sabía por qué Ha-eon me ayudó o por qué me llamó un joven importante. Estaba leyendo un libro en la sala VIP cuando recibí una llamada del Jefe.

[Dr. Lee, la entrevista de la profesora Park Miju con un profesional de artes liberales es ahora en el canal 17. Echa un vistazo.]

Había oído que saldría en algún tipo de programa de artes liberales. Salí de la oficina pensando que podría verlo en la televisión de la habitación 6 que estaba vacía, pero me encontré con Ha-eon que estaba parado en el pasillo. Me miró fijamente con expresión hosca y, cuando entré en la habitación 6, me preguntó con familiaridad qué estaba haciendo. Su actitud hacia mí últimamente había sido ignorarme o discutir con lo que hago, pero pensé que lo último era mejor a me que ignorara.  

—Escuché que están entrevistando a la profesora Park Miju, así que voy a verlo.

—¿La Profesora Park Miju?

Ante eso, los ojos de Ha-eon brillaron levemente y se acercó a mí.

—Veámoslo juntos.

Todavía no estaba seguro que estaba pensando, pero asentí. Caminamos uno al lado del otro hasta la habitación 6, encontré el control remoto y sintonice el canal 17. Se estaba proyectando un vídeo introductorio sobre los Alfa y Omega. El Proyecto Alfa, que manipuló los genes de los soldados para utilizarlos como armas de guerra, y el Proyecto Omega, que estudió la implantación intraperitoneal de óvulos fertilizados en prisioneros de guerra.

La compatibilidad de los procesos de manipulación genética de los dos proyectos condujo al surgimiento de nuevos tipos de genero los Alfa y Omega, después de la guerra. En el caso de las mujeres, gracias a la estabilidad del gen X, el gen modificado tiene poco efecto. Los hombres existentes se llaman betas.

Cuando terminó el documental que constaba de imágenes y subtítulos, el escenario cambió a un estudio donde se transmitían las noticias. La entrevista estuvo compuesta por un presentador vestido de traje y la Profesora Park, que estaba vestida intencionalmente con una bata de laboratorio blanca, sentados uno frente al otro e intercambiando preguntas y respuestas.

Entrevistador: Entiendo que usted es una autoridad en el campo de la neurología tangible. ¿Qué es exactamente la neurología tangible?

Profesora Park Miju (Universidad de Neurocirugía xx): La neurología tangible es el estudio de los nervios relacionados con los alfa y omega, conocidos como tipos de genero. El sistema alfa está ubicado cerca del lóbulo frontal, el cuello está relacionado con la impresión de omega y el sistema omega está ubicado debajo de la glándula pituitaria.

Miré el cuello de Ha-eon una vez más. Era blanco y limpio. De repente recordé la apuesta que hice con mis amigos en el bar. Sus ojos verdosos parecían de otro color ante la luz reflejada en la pantalla. Solo escuché la entrevista porque lo seguí observando, ¿Por qué nunca me involucré con Ha-eon en la universidad?

Entrevistador: Profesora, tengo entendido que usted es una de las pocas personas que pueden realizar una cirugía de des emparejamiento para bloquear el sistema Omega. ¿Podría explicar la cirugía de des emparejamiento?

Profesora Park Miju: La desvinculación es una cirugía que invalida la impresión y el emparejamiento. Durante el celo, el emparejamiento ocurre cuando hay presión de los dientes del alfa sobre el sistema del omega. Aunque actualmente se están realizando varios estudios sobre el emparejamiento, los principios del emparejamiento no se han revelado claramente.

Sin embargo, después del emparejamiento, los omegas experimentan un rechazo físico significativo cuando tienen relaciones sexuales con alguien que no sea el Alfa con quien se emparejaron. El des emparejamiento elimina esa respuesta de rechazo al bloquear artificialmente el nervio omega en el cuello.

No había marcas de dientes en el cuello de Ha-eon, por lo que nunca debió haber sido desemparejado. Estaba mirando de cerca el cuello de Ha-eon y de repente mis ojos se fijaron en su cabello. Si hubiera estado teñido habría visto las raíces de otro color, pero al ver que no, parecía que naturalmente era de color marrón.

Entrevistador: Sin embargo, se le conoce como una cirugía a la que el público en general no puede someterse, por los efectos secundarios como el celo crónico o en circunstancias especiales seria como una violación.

Profesora Park Miju: Esa es una idea errónea. Es una cirugía que se pueden hacer si quieren. Pero normalmente no te abren el cráneo cuando no tienes nada malo, ¿verdad?

Fue una broma digna de un neurocirujano, pero nadie se rio. Pensé que debe sentirse bastante avergonzada mientras grababa, así que centré mi atención en la televisión. Después  de un momento, el presentador se rio y dijo: —Sí, sí—, volví a observar a Ha-eon nuevamente. La parte posterior de su cabeza era redonda. Era la típica cabeza infantil. Parece que cabra muy bien en su mano si la acariciaba.

Profesora Park Miju: Sin embargo, debido a que destruye los nervios, los efectos secundarios son graves. Después de que el celo periódico desaparezca, la mayoría de los pacientes se sienten deprimidos o letárgicos. No hemos encontrado ningún efecto secundario que ponga en peligro la vida de los pacientes, pero si es una cirugía que causa muchos problemas con la regulación emocional.

Entrevistador: ¿Estás diciendo que el efecto secundario es la depresión?

Profesora Park Miju: Más que depresión, se puede ver como un problema con la regulación de muchos neurotransmisores y hormonas que causan la motivación. Por ejemplo, en algunos casos, la secreción de serotonina se reduce hasta una cuarta parte de lo que era antes de la cirugía.

De repente, hice contacto visual con Ha-eon. Debió haberse dado cuenta de que lo estaba observando. La parte posterior redondeada de su cabeza y el labio superior ligeramente sobresaliente me hicieron entrar en pánico cuando sus ojos se encontraron con los míos. Me puse rígido y le devolví la mirada.

—¿Son realmente tan graves los efectos secundarios?

Por suerte, Ha-eon no pareció notar que lo estaba mirando. Rápidamente recuperé la compostura.

—Sí, normalmente tendrán que tomar antidepresivos toda la vida.

—¿Y si los toman, estarán bien?

—Al menos sé que no tienen ningún problema en su vida diaria.

Entonces la mirada de Ha-eon volvió a la televisión. Inmediatamente extrañe sus ojos. Sus ojos eran grandes, pero también lo eran sus pupilas, lo que lo hacía parecer aún más infantil. Se veía tan bien que incluso si le dijera a la gente a mí alrededor que no lo conocía porque era un año mayor que yo, no me creerían. No es que sea muy bajo. De repente recordé mi motivación pediátrica: simplemente se parece a Jingu de Doraemon.

Entrevistador: Profesora, investigamos creencias comunes sobre los alfa y omega. Como experta, ¿podrías responder si son ciertas o no?

Profesor Park Miju: Por supuesto. Porque hay muchos casos en los que lo que crees saber es diferente de lo que realmente sucede.

Entrevistador: Primero, ¿es seguro que un alfa se enlazara con un omega que está en celo?

Profesor Park Miju: Por ahora, se puede considerar como una certeza. Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, el hecho de que un alfa huela las feromonas de un omega no necesariamente resulta en el rut. Se trata de reconocer el celo de la otra persona, y si están solos en una habitación pequeña durante más de 15 minutos, se puede desencadenar el rut.

Por lo tanto, no se puede justificar que un alfa domine o use violencia contra un omega debido al celo. Este ha sido un problema durante varios años. Si un alfa viola a un omega debido al celo, ¿está justificado? Hubo varios experimentos. Ahora, la profesora hablaba del caso en el que no haya contacto físico.

Si hay contacto físico el tiempo es más corto. En mi caso, se manifiesta dándome dolor de cabeza, por lo que no estoy seguro exactamente de cuántos problemas causa el celo en las personas. Sin embargo, fue extraño ver a Ha-eun fruncir el ceño y hacer pucheros en respuesta al comentario de la profesora. Era casi como si estuviera disgustado. Quizás signifique que no está de acuerdo.

—¿Mayor?

—Normalmente te vuelven loco las feromonas omega.

Fue más un comentario para sí mismo que una respuesta a mi llamada. Pero estaba un poco confundido por lo que dijo. En general, las mujeres y los beta no huelen las feromonas omega. Sólo pueden decir si hay un leve olor presente o no, pero rara vez tienen la capacidad de percepción para identificarlos. Así que no estoy seguro de si la afirmación de Ha-eon se basó en la experiencia o en el conocimiento.

Entrevistador: Entonces, la afirmación de que simplemente oler las feromonas omega te vuelven loco es absurda. En segundo lugar, existen rumores de que los alfa y omega también tienen genes dominantes y recesivos, o genes superiores e inferiores.

Profesora Park Miju: Hay gente que actualmente está estudiando esta afirmación, pero no se acepta como ortodoxita. Y el argumento es que incluso si hay dominantes y recesivos, sólo hay una diferencia en el grado de producción o control de feromonas. Y se sabe que la diferencia es más débil que las diferencias individuales.

Eso fue mentira. Todavía no era una teoría establecida. Sin embargo, la mayoría de los neurólogos reconocieron que pronto se convertiría en una teoría establecida. Además, aunque usted dijo que las diferencias individuales son mayores, se han informado muchos resultados experimentales que muestran que las diferencias entre los dominantes y recesivos son mayores que las diferencias individuales.

Sin embargo, no hay consenso sobre si ponerlo a disposición del público o no. Actualmente, el gobierno y la comunidad médica se han mostrado reacios a abrirlo al público en general porque el efecto estigmatizan te de etiquetar a los Alfa y Omega como dominantes y recesivos podría causar la perturbación social y la discriminación que se produjeron cuando se anunció por primera vez la tipificación.

—¿Es verdad?

Preguntó Ha-eon, como si quisiera que yo validara las palabras de la profesora Park. Esta vez, se volvió hacia mí y, afortunadamente, no se sorprendió tanto como antes.

—¿Cómo puedo criticar algo que dice la profesora?

—¿Tienes las hojas de la prueba?

—Se fabrican en EE. UU., pero pasará un tiempo antes de que estén disponibles comercialmente debido al costo.

—Así que existen.

La expresión de Ha-eon parecía algo amarga. Bajó la mirada y sonrió levemente con una sonrisa autocrítica, pero pronto dejo de sonreír. Cuando él sonrió así, sus hoyuelos no aparecieron.

Entrevistador: Por último, hay rumores de que habrá un ciclo en la raza Alfa después del ciclo de celo en los Omega. El tema se hizo famoso cuando algunos biohackers afirmaron que tendrían un ciclo de reproducción. ¿Qué es este ciclo de raza?

Profesora Park Miju: Puedes considerarlo como la versión alfa del ciclo de celo de los omega. El ciclo es más largo que el ciclo de celo y se dice que periódicamente provoca una fuerte excitación sexual en los alfa. Se llama Ciclo de Raza en honor a la persona que lo propuso por primera vez, pero actualmente no se acepta como teoría establecida. Personalmente, creo que es poco probable que lo acepten. Porque los humanos somos animales que están en celo los 365 días del año. Sospecho que el ciclo reproductivo se ha popularizado como un término para mostrar las proezas sexuales de los alfas, más que como una afirmación médica. Incluso si lo están, pueden manejarlo solos, en lugar de que la excitación de su pareja los desencadene como lo hace el ciclo de celo.

Entrevistador: Ya veo. Finalizaremos la entrevista aquí y muchas gracias por venir hoy.

The Breed Cycle fue un artículo que organizó los resultados experimentales de manera más clara de lo esperado. Sin embargo, por otro lado, hubo bastantes reacciones como ‘¿Qué es eso?’ Los propios seres humanos están diseñados para sentir un fuerte deseo sexual en algún momento incluso sin estimulación sexual externa.

También hubo algunas personas que dijeron: —¿Qué tiene de malo que los Alfa tenga estos síntomas? Además, en lugar de mostrar síntomas específicos como fiebre leve o dolores corporales como el ciclo de celo de los Omega, los síntomas eran simplemente la búsqueda de una fuerte estimulación sexual.

Cuando terminó la entrevista, Ha-eon apagó la televisión. Devolvió el control remoto a su lugar.

—¿Alguna vez has sentido el celo?

Preguntó Ha-eon, haciendo casualmente una pregunta muy delicada. Tal vez hubiera sido mejor un enfoque más médico, pero sólo había dos tipos de personas en el país que eran alérgicas a las feromonas Omega, y yo era una de ellas. La otra era una reacción al trastorno de estrés postraumático.

—No lo sé—, dije, —porque todo el mundo se vuelve más sensible cuando se acumulan.

—¿En verdad?

Él salió primero de la habitación y yo tensé mis nervios mientras pasaba a mi lado, pero no detecté ninguna feromona omega.

No sé por qué vino Ha-eon a la conferencia de casos de neurocirugía. La conferencia era de los casos de des emparejamiento recientes organizada por la profesora Park Miju. Esta vez, se aplicó un nuevo método, cortar los nervios del sistema Omega.

Por lo general, el sistema omega se elimina gradualmente cauterizando los vasos sanguíneos cercanos al nervio. Me incliné en silencio ante Ha-eon, que ya estaba sentado atrás, y me devolvió el saludo inexpresivo. En ese momento, los residentes que entraron a la sala de conferencias me saludaron en voz alta y luego acudieron en masa para saludar a Ha-eon en el asiento trasero.

—¡Hola, mayor!

—Está pasando por muchas dificultades.

Ha-eon les devolvió el saludo con una sonrisa. Espera, si te saludo así, ¿me sonreirás? Al ver cómo sonreía con hoyuelos tan profundos e incluso se inclinó hacia los demás, era claro que había trazado una línea sólo conmigo. Es como si no tuviera intención de aceptar mis disculpas. Aun así, yo fui el culpable, así que me levanté y me paré frente a Ha-eon. Pero Ha-eon frunció el ceño y se molestó antes de que pudiera decir algo.  

—¿Estás alardeando de lo alto que eres?

—Hola, mayor.

—No bloquees el frente, apártate.

Como era de esperar, fue discriminación contra mí. Estaba sentado en el asiento delantero, pero deliberadamente me moví para sentarme justo al lado de Ha-eon. Ha-eon me miró levemente con desaprobación. Incluso cuando vimos antes la entrevista en la televisión juntos, no me miró tanto.

—Todos están aquí.

La profesora Park sonrió mientras entraba a la sala, su mirada recorrió la sala antes de posarse en Ha-eon.

—Ha-eon, ¿qué te trae a la conferencia de neurocirugía?

—¡Necesito estudiar! ¡Por favor cuídenme!

Ha-eon respondió así sonriendo alegremente. En ese momento, un repartidor entró detrás de la profesora Park Miju. Ha-eon se levantó de su asiento, camino hacia él, tomó los cafés que le entrego el repartidor y los colocó sobre la mesa vacía. Mientras los internos y residentes estaban confundidos sobre lo que estaba pasando, me di cuenta de que era un soborno preparado por Ha-eon. Ha-eon se acercó a la Profesora Park con dos vasos en la mano.

—¡Compraré el café de la mañana mientras aprendo! Profesora, ¿qué prefiere, americano o jugo de manzana?

—Ha-eon…

La profesora Park Miju colocó su mano sobre su pecho y miró el rostro sonriente de Ha-eon como si estuviera conmovida. Al menos un residente de primer año sentado frente a nosotros organizó las bebidas y las repartió. Residentes e internos del departamento tomaron con entusiasmo una bebida cada uno. Como todos estaban agarrando uno, yo también lo hice.

—Beberé el jugo necesitamos a alguien tan amable como el Dr. Ha-eon en neurocirugía.

—¡Sí, profesora!

Ha-eon, que se había ganado la confianza de la profesora Park con un vaso de jugo matutino, felizmente se dio la vuelta e hizo contacto visual conmigo mientras tomaba una bebida. Cuando los residentes le agradecieron la bebida, él les dijo que la disfrutaran con una sonrisa, pero cuando yo le di las gracias, su expresión cambió a un puchero, con los labios ligeramente sobresaliendo. Luego se dirigió a su asiento sin responder y yo lo seguí. Porque de todos modos tomé asiento junto a él.

—Has sido diligente desde la mañana. Incluso pediste bebidas con anticipación.

—No la compré para que tú la tomes. 

Luego me miró ferozmente. Tuve la suerte de que no me quitara el café. Aunque pidió muchos cafés, la bebida de Ha-eon parecía ser un té. Había una etiqueta de té sobresaliendo del vaso desechable, pero no podía decir qué tipo de té era.

—El Dr. Kwak del departamento de medicina familiar también participara hoy en la conferencia. Estoy realmente conmovida. En un departamento de neurocirugía lleno de hombres espeluznantes, no puedo creer que un médico, y mucho menos una doctor, sea tan atento. Ustedes también deben aprender a ser más atentos al atender a los pacientes.

Los internos y residentes en la sala asintieron con la cabeza, pero como dijo la profesora Park Miju, los hombres que asintieron estaban lejos de ser atentos ya que la sala estaba llena de hombres peludos y afilados, como dijo. Una vez que la sala se calmó, la profesora pronto mostró el angiograma de un paciente e imágenes microscópicas en la pantalla.

—Esta cirugía de des emparejamiento se realizó mediante corte de nervios en lugar del método tradicional de cauterización de vasos sanguíneos. Esto se debe a que el nervio omega principal estaba fuertemente adherido a los grandes vasos sanguíneos, por lo que la posibilidad de hemorragia al cauterizar los vasos sanguíneos era muy alta.

La profesora Park explicó un caso de una cirugía que realizó recientemente. No era un método quirúrgico que no se ejerciera, pero tampoco era un método quirúrgico que le gustara. Había muchos aspectos del sistema Omega que aún se desconocían. A medida que envejecemos, los vasos sanguíneos que suministran nutrientes al sistema omega se vuelven más delgados y menos susceptibles al celo y, para imitar esto, las primeras cirugías de des emparejamiento se centraron en cauterizar los vasos sanguíneos.

La cirugía tratada como tema en la conferencia de hoy se denomina cirugía de des emparejamiento de segunda generación y no era un método quirúrgico recomendado debido a la falta de estudios de seguimiento sobre los resultados posoperatorios.

—Lee Seon-jae.

—Sí.

Ha-eon me llamó en voz muy baja, mirando al frente, y yo también respondí en voz baja. Giré la cabeza en dirección a donde él estaba sentado, pero él seguía mirando hacia adelante, tapándose la boca con el puño, como si quisiera parecer concentrado en la presentación.

—¿Por qué se llama a la des emparejación la nueva lobotomía?

—Por que al igual que en el pasado a los pacientes con esquizofrenia se les extirpaba el lóbulo frontal para deshacerse de sus síntomas, no se critica que simplemente se está extirpando el sistema omega, a pesar de que el sistema Omega aún no se ha entendido completamente.

Respondí la pregunta de Ha-eon de manera similar a la última vez cuando vimos juntos la entrevista de televisión. Sin embargo, la profesora Park Miju, que estaba dando una presentación frente a mí, me miró fijamente durante mucho tiempo. Me sentí como si me hubieran pillado hablando en clase. Ha-eon, quien habló conmigo primero, fingió no conocerme, como si no tuviera ninguna relación con él.

Cuando la mirada de la profesora Park, que había estado sobre mí, se alejó, Ha-eon volvió la cabeza hacia mí. Luego apoyó la barbilla sobre las manos entrelazadas y sonrió. Tenía una cara muy linda cuando sonreía. Cada vez que sonreía, sus hoyuelos se tensaban y su cara redonda se volvía más redondeada con las mejillas y los pómulos elevándose hacia los lados.

—Gracias.

Después de decir eso, Ha-eon giró la cabeza para mirar al frente nuevamente. Fue un sentimiento extraño. Una parte de mí trató de recordar si Ha-eon alguna vez me había sonreído así en la universidad. ¿Tendría razón Tae-ho? ¿Realmente me odias desde ese entonces?

Cuando terminó la conferencia, Ha-eon fue directamente con la profesora Park, quien estaba organizando los datos. Tomé la taza vacía que Ha-eon dejó y lo seguí. Íbamos al mismo lugar después de todo, tendría que pasar por la sala VIP de todos modos.

—¡Profesora, escuché con atención! Como era de esperar, las profesoras que aparecen en la televisión están en un nivel diferente. Aunque estoy en un departamento diferente, realmente entendí el tema.

—Ha-eon, ¿viste la entrevista?

—Por supuesto. ¡Eres la estrella de nuestro hospital!

Ha-eon extendió ambas manos con fuerza y ​​las sacudió ligeramente, como si fuera a enviar a la profesora Park al espacio, y pensé: —Esa es la verdadera adulación, ruido y aplausos. La profesora Park se sintió tan halagada por el cumplido que se tapó la nariz y la boca con las manos, incapaz de resistirse a la payasada.

—Por cierto, no hablan mucho sobre el des emparejamiento en la televisión, y yo personalmente he buscado del tema, y se ha dicho que eliminar el sistema omega es una recreación de una lobotomía frontal, ¿Hay algún estudio reciente sobre esto?

—Ha-eon, ¿buscaste algo así? ¿No estás estudiando demasiado?

No, estoy seguro de que él haya investigado sobre el tema de la lobotomía, pero comparar la cirugía de des emparejamiento con una lobotomía frontal fue algo que le expliqué antes. Sentí como si me hubiera robado el balón, pero no dije nada al respecto, porque era demasiado vago para atribuírmelo.

—Hasta ahora no ha habido ninguna investigación efectiva. Más bien, se están realizando investigaciones para encontrar formas de realizar una cirugía de des emparejamiento sin efectos secundarios.

—Ya veo. Si tengo preguntas más tarde, ¿puedo volver y preguntar?

La profesora Park sonrió alegremente y asintió. Ha-eon sonrió y se despidió de la profesora mientras ella recogía sus materiales y se iba, y yo le devolví una rápida reverencia. Se giró para mirarme y se dio cuenta de que estaba detrás de él. La sonrisa de vendedor se desvaneció de su rostro.

—¿Por qué no te has ido?

—Voy contigo.

Incluso tiré el vaso vacío que sostenía en el bote de basura al lado de la entrada. De cualquier manera, Ha-eon salió de la sala de conferencias sin prestarme atención. Lo seguí y tomamos el ascensor juntos y entramos juntos a la sala de aire. Sin embargo, no dijo nada hasta que llegamos a la sala VIP. Tenía los brazos cruzados, como si estuviera sumido en sus pensamientos.

Llegó una solicitud de cooperación de los departamentos de psiquiatría y neurología, así que fui allí para ayudar e intenté informar la información relevante a la profesora Park antes de regresar a la sala VIP. En el momento en que intenté abrir la puerta frente a la sala de tratamiento, la puerta se abrió primero desde el otro lado. Retrocedí un poco, pero fue un mal momento. La persona que salió de la sala de tratamiento terminó apoyando su cabeza en mi pecho. Era la familiar bata de médico, el familiar cabello castaño.

—Oh lo siento...

Levantó la vista con expresión aturdida, se dio cuenta de que era yo quien había chocado con él, e inmediatamente se puso rojo y se alejó sin terminar su disculpa. No, ¿de repente salió de allí y me golpeó? Pero no pude deshacerme del sentimiento de injusticia. Entré a la sala de tratamiento pensando que Ha-eon realmente me odiaba.

Sin embargo, la profesora Park no parecía estar de muy buen humor. Es más, por muy ligero que fuera el informe, la profesora no respondió, tal vez porque estaba preocupada por otra cosa.

—¡Actividad voluntaria de la semana!

¡Estamos buscando 2 personas para completar la lista!

—¡Un festín de sabiduría y virtud que puede brindar servicios médicos, físicos y mentales al mismo tiempo!

—¡Aplica ya!

—¡TE NECESITAMOS!

Junto al mensaje apareció una foto de un anciano con sombrero con una estrella apuntando con el dedo en el fondo del mensaje tenía la frase —¡TE NECESITAMOS!— El mensaje y la foto fueron publicados por mi amigo pediatra que está a cargo de la divulgación en el hospital, y que intentaba reclutar voluntarios.

Vi el mensaje pero simplemente lo ignoré. Pensé que podía hacer más bien a la sociedad estudiando mi especialidad o estando de guardia en el hospital, realizando cirugías de emergencia que siendo voluntario. En ese momento, Ha-eon entró a la oficina con una sonrisa en su rostro mientras hablaba por teléfono con alguien.

Cuando Ha-eon me vio, su expresión se endureció, pero pronto me ignoró y continuó la llamada con una sonrisa en su rostro. Pero me pareció oír que el nombre de mi amigo pediatra salía de su boca hace un momento.

—Sí, ¿el fin de semana? No tengo trabajo. Si necesitas dos personas, necesitas una más además de mí, ¿verdad?

Por alguna razón, pensé que estaba relacionado con el mensaje que me llego de mi compañero de clase, así que rápidamente llamé a mi compañero pediatra. Escuché una señal de ocupado, que parecía ser que no me equivocaba. Ha-eon parecía estar buscando algo frente al monitor mientras seguía hablando por teléfono. Me levanté de mi asiento y fui detrás de Ha-eon. Lo que estaba mirando era el horario de turnos de la sala VIP.

—Preguntaré si alguna de las enfermeras de la sala VIP está disponible.

Casualmente, ese día era el día libre de Heejin Yoo. Después de finalizar la llamada, Ha-eon me lanzó una mirada severa cuando me paré detrás de él nuevamente.

—¿Estás alardeando de tu altura a mis espaldas?

—Mayor, ¿a dónde irá este fin de semana?

—¿Tengo siquiera que contarte mis planes para el fin de semana?

—Veo que no estarás trabajando en la sala VIP este fin de semana.

—¿Sin embargo?

—¿Vas a ser voluntario?

—Voy a serlo.

—¿Puedo ir también?

—¿No puedes simplemente irte?

No era parte del plan. Incluso si solo trabajaría aquí por tres meses, no quería estar en una situación en la que Ha-eon continuara odiándome de esta manera.

—Estoy tratando de quedar bien ante mi jefe.

—No puedes lucir bien ante mí.

—Mayor, ¿realmente me odias?

—Por supuesto que sí. No hay manera de que me caiga bien alguien que me trato como un proxeneta.

—Además de eso, ¿me has odiado desde la universidad?

Las comisuras de la boca de Ha-eon se torcieron ante mi última pregunta, y me miró, no inexpresivo, sino algo molesto. Tenía el pelo despeinado por la sala de aire, pero no parecía intimidante. Además, él estaba sentado y yo de pie, lo que lo hacía parecer más pequeño.

—Los otros compañeros dijeron que los cuidaste bien, pero yo no recuerdo que me cuidaras.

—¿Por qué tenía que preocuparme por ti?

—No sé por qué me odias.

—Ni siquiera sé si necesito decírtelo.

Dicho esto, se levantó y salió de la oficina. Fue una mala suposición, pero parecía que realmente no le agradaba desde la universidad. No era el mejor con la gente en general, pero quería creer que no era el tipo de persona que se hacía enemigos... pero supongo que no lo era. Inmediatamente llamé a mi compañero pediatra.

[Eh, Seon-jae.]

—¿Necesitas un voluntario?

[¿Por qué? ¿Tú? ¿Tú? ¿En realidad?]

Nunca antes había asistido a una actividad de voluntariado, así su reacción fue natural.

—¿Va a ir el mayor Kwak  Ha-eon?

[¡Sí! ¡Le pregunté de nuevo! Es un tipo realmente agradable. Probablemente fue Buda en su vida anterior.]

Si hubiera sido Buda en una vida anterior, habría roto el ciclo de la reencarnación y no habría reencarnado.

—Entonces, iré con la condición de que vaya el mayor Kwak Ha-eon.

[¿Tu superior no dijo nada de eso? ¿Dijo que iría una enfermera?]

—De todos modos, iré, solo envíame un mensaje con la hora y el lugar.

Luego colgué el teléfono. Cuando salí corriendo al pasillo, la Sra. Yoo Hee-jin acababa de salir de la habitación 4.

—¿No has visto al mayor Ha-eon?

Esta fue una pregunta intencional. Quería hacer mi jugada antes de que Ha-eon le contara sobre el voluntariado.

—No, no pude verlo porque estaba administrando líquidos por vía intravenosa.

—Está bien, entonces, Sra. Yoo.

Intenté pensar en una manera de disuadirla de no hacerlo, pero sólo se me ocurrió una cosa.

—Te invitare un vaso de té con leche, así que si el mayor Ha-eon te pide que seas voluntaria este fin de semana, di que no puedes.

—¿Qué situación es esta? Tengo planes para este fin de semana y no puedo ir aunque Ha-eon quiera, ¡pero quiero que me invites un vaso de té con leche!

—Bueno.

La enfermera Heejin Yoo me miró como si fuera algo interesante. Hay más aquí. Me alejé sintiendo que me iban a decir algo estúpido.

—¿Eres Lee Seon-jae?

—¿Por qué tú estás aquí?

El primero fue Tae-ho, el segundo fue Ha-eon. Tae-ho incluso agitó su mano frente a mis ojos. Aparté su mano con frenesí y Ha-eon me miró con desaprobación. El lugar del trabajo voluntario fue una guardería no lejos del hospital. El grupo de voluntarios se organizó para realizar la limpieza de primavera junto con servicios médicos ligeros. Además de nosotros, también había estudiantes de una escuela cercana.

—¿Dónde está Lee Seon-jae, quien normalmente se queda de guardia diciendo que su trabajo voluntario es quedarse en el hospital para realizar cirugías de emergencia?, le pregunto.

—Vine porque nunca había estado aquí antes.

—Mientes.

Ha-eon sólo estuvo allí durante el recuento de personas y se fue poco después. Me ofrecí como voluntario con Tae-ho para el equipo de limpieza en lugar del equipo médico, que se trataba más de organizar las cosas viejas que se habían estado acumulando en el almacén durante mucho tiempo. A esta zona se asignaron principalmente hombres altos.

Cuando otros voluntarios se dieron cuenta de que éramos médicos, se acercaban a nosotros y pedían consejo médico casualmente, quejándose de despertarse con dolor de espalda, indigestión o problemas para dormir. Tae-ho respondió astutamente como si estuviera acostumbrado a este tipo de situación, pero yo simplemente seguí cargando las cosas sintiéndome incómodo. Tae-ho se me acercó mientras llevaba unas cajas.

—Uf, el Dr. Lee es cirujano, así que no deberías usar las manos! ¡Son tan preciadas!

Aún así, me preguntaba si él estaba cuidándome como motivación. La gente a mí alrededor también me preguntaba si yo estaba a cargo de las cirugías. Tae-ho me pidió que dejara lo que llevaba luego me dijo que esperara un momento y se adentró en el almacén. Después trajo un portaequipajes no sabía dónde lo encontró. Este bastardo.

—¡Si usas esa cosa, podrás mover más cosas de las que puedes solo con las manos! ¡Así que usa el portaequipajes!  

Tae-ho fingió no ver mi fruncida expresión y muy amablemente puso el portaequipajes a mi lado.

—Gracias.

—De nada. ¡Entonces me voy a la sesión de fotos publicitarias! ¡Ven a la tienda médica cuando hayas terminado!

Dijo con los dientes apretados, y Tae-ho sonrió como si estuviera de muy buen humor, agarró el bolso de su cámara y se fue. La gente a mi alrededor cargó con cuidado las cosas en el portaequipajes que llevaba. Hoy se había convertido en un día de trabajo voluntario físico. ¡¡Preferiría estar en el hospital leyendo artículos mientras espero una cirugía de emergencia!!

Descubrí que soy más fuerte de lo que pensaba. Estuve limpiando hasta el punto en que el portaequipaje se rompió así que usé eso como excusa para irme. Mientras caminaba hacia la tienda médica, pensando que debería usar a Choi Tae-ho como base para el portaequipajes, vi a Ha-eon jugando con algunos niños junto a la tienda. Un niño y una niña estaban sentados en la arena con Ha-eon. Había un pequeño cubo hecho de plástico al frente, y al ver cosas como hierba y pétalos de flores, parecía como si estuvieran jugando a la casita.

***

—Cariño, deberías volver a casa esta noche.

—Oh, bueno, esto es lo que pasa cuando no tienes vida social.

—Lo único que hago es cuidar la casa por el niño.

—Entonces, ¿quién quiso tener hijos?

Si fuera en mi familia, habría sido mi padre quien me regañó y mi madre quien me instó a volver a casa. Pero el mundo ha cambiado muy rápido.

—Una vez que das a luz a un niño, tus tareas domésticas terminan, ¿verdad?

La chica dijo esa línea. Y el niño hacía el papel del regañado, haciendo ruidos mientras simulaba limpiarse las lágrimas con la punta de la manga.

Fue algo refrescante ver que Ha-eon simplemente se reía, ya fuera jugando al bebé o al vecino.

—Vamos, date la vuelta.

—¡moretón!

Pero en el momento en que respondió al llamado de la niña, se reveló que estaba interpretando el papel de Dol Dol, un cachorro. Fue difícil contener la risa ante la vista, y el niño miró a Ha-eon para ver si había terminado de interpretar el papel del cachorro quejoso.

—¿Por qué tienes una cicatriz en la mejilla?

—¿Estas?  

¿Se ven así los hoyuelos ante sus ojos? Preguntó Ha-eon, señalando sus hoyuelos con una sonrisa en su rostro. El niño asintió con la cabeza y la niña respondió como si fuera patético.

—Estos se llaman hoyuelos.

El niño miró de un lado a otro entre la niña y Ha-eon, luego presionó firmemente su dedo índice contra la mejilla de Ha-eon. Ha-eon no lo evitó y se quedó dónde estaba. Sin embargo, cerro los ojos.

—¿Por qué están ahí?

—¡Eso es todo!

Esta vez, la niña se detuvo mientras intentaba responder y miró a Ha-eon.

—... ¿Por qué está ahí?

Esta vez le pregunto a Ha-eon la chica tampoco lo sabía. No estoy seguro de que entenderían si les explicara que es causado por la longitud anormal de los músculos faciales.

Pero a diferencia de mi altivez, Ha-eon levantó las puntas de sus dedos índices y se tocó ambas mejillas. Aunque era una pose linda típica, Ha-eon les habló a los niños mientras tocaba sus mejillas como si nada hubiera pasado.

—El maestro se puso tan lindo que le salieron hoyuelos.

—Entonces, ¿qué pasa cuando yo también me pongo lindo?

El chico imitó la pose de Ha-eon. La niña también se tocó las mejillas con las manos.

Si sigues pinchándote así, te saldrán hoyuelos. En lugar de hoyuelos que aparecen naturalmente cada vez que se mueven los músculos faciales, existe una alta posibilidad de que parezcan como cicatrices visibles incluso cuando los músculos faciales no se mueven.

—Tight!

De repente, la cabeza de Ha-eon se giró en mi dirección. Todavía se tocaba las mejillas con los dedos índices de ambas manos. Por un breve momento, nuestros ojos se encontraron mientras él sonreía a los niños con ojos brillantes. Por un momento, no pude respirar. Cuando finalmente me recuperé, el aire que inhalé era muy dulce, como si respirara el sol primaveral.

Fue solo por un momento, pero Tae-ho apareció y tomó una foto de Ha-eon con su cámara. Ha-eon lentamente quitó los dedos de sus mejillas. Tan cerca. En ese momento, el niño tocó su mejilla. Normalmente, el hoyuelo en su mejilla derecha era más profundo, pero debido a que el chico lo tocó con el dedo, el hoyuelo en su mejilla izquierda también se hizo más profundo. La suciedad de la mano del chico también acabó en su mejilla.

—¡Salió muy bien! ¿Te gustaría verla?

—No deberías tomar fotografías de situaciones tan embarazosas.

Ha-eon se levantó y caminó hacia Tae-ho. Tae-ho mostró la imagen capturada por la cámara en la pantalla LCD. Es difícil creer que esta foto fue tomada de repente, por eso su sonrisa salió tan bien. Sabía que la fotografía era el pasatiempo de Tae-ho desde hacía mucho tiempo, pero esto era de alto nivel.

—Oh, vamos, nos conocemos.

No pensé que Tae-ho lo estuviera haciendo a propósito porque estaba frente a mí. Pero me molestaba que él estuviera tan cerca tocándole el hombro y mostrándole las fotografías. ¿Estaba tratando de mostrarme que yo era el odiado y él era el joven amado?

—¿Vas a imprimir esto?

—Si la imprimiré, y te la daré como la última vez.

—yo también.

Interrumpí la conversación de Tae-Ho y Ha-eon con un escalofrío. Ha-eon me miró con una mirada dura. No estaba sonriendo tan alegremente como antes. No fue una sonrisa brillante como antes, pero fue fácil. Tae-ho de repente levantó su cámara y tomó una foto de mi cara.

—¿Quieres que te tome una foto a ti también? Ve a trabajar, te tomaré una foto cuando trabajes.

—Oh, no, no quiero que me fotografíen.

—¿Por qué? Aun si tu personalidad no es adecuada como amante, tu rostro y tu cuerpo son aceptables.

Al mismo tiempo, Tae-ho con indiferencia tomó la cámara y me tomó una foto, como antes. Era como si no importara si estaba retro iluminado o cualquier otra cosa. En ese momento, mi colega pediatra vino corriendo hacia mí desde la tienda.

—¡Seon-jae!

—¿El está aquí? ¿Por qué?

Tae-ho se volvió hacia el pediatra, pero éste no pudo hablar de inmediato porque tenía que recuperar el aliento.

—Seon-jae te marque, por favor busca a alguien. Hay un chico de la escuela secundaria aquí, pero creo que huyo después de que entro en celo.  

Dijo mi compañero pediatra mientras respiraba pesadamente. Sólo entonces saqué mi teléfono del bolsillo y lo revisé, y había muchas llamadas perdidas. Tae-ho miró la pantalla de mi teléfono celular con las llamadas perdidas y le dijo a Ha-eon en tono impaciente.

—Lleno, es por eso que lo dejaron. Él no contesta su teléfono, solo cuando lo necesita.

—Lo siento mucho, pero por favor encuéntralo rápido. Esta vez, hubo muchísima gente que vino de varios lugares como voluntaria.

—Está bien. ¿Dónde lo viste por última vez?

—Estaba pintando un mural detrás del edificio principal de allí, pero luego dijo que tenía que ir al baño y desapareció.

Corrí a la parte trasera del edificio principal. Y me concentré todo lo que pude para encontrar feromonas entre las personas. Pero había demasiada gente, lo cual era un problema. Presa del pánico, comencé a buscar lugares donde podría haberse escondido. Si hubiera entrado en celo, habría intentado evitar a la gente.

Detrás del edificio principal, los niños pintaban un mural. Un poco más adelante vi el almacén donde había trabajado antes. Todo el equipaje fue movido, pero allí también había gente. Probablemente no podría haber pasado por el almacén. En ese momento, escuché algo traqueteando al otro lado. Abrí la puerta y vi que era el cuarto de lavado lleno de lavadoras.

Tan pronto como abrí la puerta, sentí un leve dolor de cabeza. Me dirigí hacia la lavadora Tongdol, que era la más grande entre las distintas lavadoras. Las feromonas se hicieron cada vez más fuertes a medida que me acercaba. No importa lo desesperado que estuviera, no podía imaginarme escondiéndome aquí.

—Soy Lee Seon-jae, un neurocirujano del Hospital Universitario XX.

No debes acercarte apresuradamente a un Omega mientras está en celo. Primero tienes que identificarte y asegurarles que estás ahí para ayudar. Si me acercara a un Omega sin su permiso, aunque sabía que estaban en lo correcto me podría demandar por intimidación y terminar en problemas legales. Aunque era alérgico a las feromonas omega, también era un alfa.

—Estoy aquí para ayudarte. Si es cierto que te escondes porque estás en celo, por favor respóndeme.

—¡Por ​​favor llama a mi maestra! ¡Mi profesora titular es una mujer!

Su voz vino desde el interior de la lavadora.

—¿Cuál es su número?

Debido al fuerte ruido de la lavadora, era difícil escuchar la voz del estudiante mientras decía el número de su maestra. Le pedí al alumno que lo repitiera, pero aun así fue difícil de entender. Marqué el número con los números que había escuchado, pero solo escuché una voz que me decía que el número no existía.

Naturalmente, intenté llamar a mi colega pediatra que tenía una llamada perdida, pero luego dejé de hacerlo. Resultó ser una mala excusa. Recordé que había guardado el número de Ha-eon, que figuraba en la información del personal de la sala VIP. Si Ha-eon hubiera guardado mi número, probablemente no contestaría, pero lo llamé por si acaso.

[¿Hola?]

Poco después de la señal, Ha-eon cogió el teléfono.

—Mayor, soy Lee Seon-jae.

[¿Encontraste al estudiante de secundaria?]

—Sí, estoy aquí con él, en el cuarto de lavado a la izquierda en la parte trasera del edificio principal. Por favor, agarra algunos supresores y ven.

[Bueno]

La breve llamada terminó. Dije sin ir hacia la lavadora donde se escondía el estudiante.

—La profesora Betanie vendrá pronto con los supresores.

Pero el estudiante no respondió. Después de un rato, Ha-eon entró en la lavandería con una inyección y un supresor. El efecto de los supresores aparece lentamente, pero las pastillas son más suaves en comparación con los inyectables. Cuando señalé en la dirección donde estaba el estudiante, Ha-eon preguntó si era real.

Luego se acercó lentamente y abrió la tapa de la lavadora. En un instante, sentí que las feromonas omega se extendían por el cuarto de lavado y me comenzó un ligero dolor de cabeza. Un pequeño niño que se suponía era un estudiante de secundaria salió tambaleándose de la lavadora mientras era sostenido por Ha-eon.

Quería acercarme y ayudarlo, pero eso podría haberlo asustado. Cuando el estudiante salió, Ha-eon le dio unas palmaditas en el hombro y el brazo y le aseguró que estaba bien. Una vez que el estudiante se estabilizó un poco, abrió la tapa de la botella de agua y se la entregó al estudiante junto con un supresor oral.

—¿Qué pasa con la inyección?

El estudiante le preguntó a Ha-eon con nerviosismo.

—Me quedaré a tu lado hasta que surta efecto y él se asegurará de que nadie entre al cuarto de lavado, ¿verdad?

Ha-eon volvió su mirada hacia mí. Me indicó que fuera el portero. Asentí, salí del cuarto de lavado, cerré la puerta y me senté frente a él. Luego le deje un mensaje a mi compañero pediatra diciéndole que había encontrado al estudiante. En ese momento, escuché un llanto proveniente del interior del cuarto de lavado y también escuché la dulce y tranquilizadora voz de Ha-eon.

Era una vista familiar, ya que a menudo buscaba a los Omegas que se habían escondido después de entrar en celo repentinamente. La mayoría de los Omegas son muy cuidadosos con el celo pero entrar en celo inesperadamente puede asustarlos y hacerlos correr en busca de refugio.

Y allí permanecen aterrorizados, mientras piensan en las terribles situaciones que le podría pasar siendo un Omega, que les han enseñado desde pequeños a través de la educación específica de género, hasta que termine el celo o alguien los encuentre. Por lo general, los Omegas en esta situación tendrían un colapso mental temporal y llorarían hasta quedarse dormidos.

Recuerdo que cuando estaba en la escuela, lloraban porque aunque no querían accidentalmente perdían el control y entraban en celo. La mayor parte del tiempo las palabras eran las mismas.

—Estaba tan asustado.

Tal vez soy un alfa, pero soy alérgico a los omega, así que no puedo entender lo que experimenta un alfa en el rut o lo que experimenta un omega en el celo. Pero al menos puedo imaginar que el miedo de un Omega en celo es mayor que el miedo de un Alfa con el rut. Mientras reflexionaba sobre eso, la puerta se abrió y el estudiante con los ojos rojos y Ha-eon salieron del cuarto de lavado.

Ha-eon no usó la inyección hasta el final. El estudiante parecía calmado, inclinó la cabeza y regresó. Ha-eon me miró.

—Tu alergia a los omega también es útil.

—Sí.

—Escuché que incluso te presentaste primero ante el estudiante de secundaria. Soy el Dr. Lee Seon-jae, un neurocirujano.

Ha-eon se rió mientras lo decía. Aun así, me sentí aliviado de que estuviera sonriendo. Porque de repente no me dijo malas palabras como antes.  

—Pensé que eso le haría sentir un poco mejor.

—Sí, este debe ser tu verdadero yo.

Ha-eon me miró con una sonrisa.

—Eso fue genial.

Con eso, él se alejó. Justo cuando estaba a punto de preguntar qué quería decir, sonó mi teléfono celular que tenía en la mano. Me notificaron que mi trabajo como voluntario había terminado y que debía regresar. Estaba durmiendo en la sala VIP de guardia, que estaba mucho mejor equipada que el dormitorio de abajo, cuando me despertó el sonido de alguien abriendo y cerrando la puerta.

En un estado medio dormido, abrí los ojos para ver quién era, y miré a Ha-eon, que estaba a punto de entrar a la habitación de al lado.

—Lo siento. No quise despertarte, pero no me di cuenta de que había alguien durmiendo.

De todos modos, no había diferencia entre dormir en casa o en el hospital, así que decidí dormir en la sala VIP de turno. Sin embargo, ver la cara seria de Ha-eon me hizo sentir algo relajado. Negué con la cabeza.

—No, fue mi culpa por dormir aquí.

Un comentario sarcástico salió sin querer de mi boca.

—No, no es tu culpa.

—Es mi culpa que mi superior ni siquiera me haya perdonado.

Me di cuenta de que había cometido un error después de decirlo. Me desperté y miré a Ha-eon, pero él no respondió.

—No hay necesidad de perdonar.

—Sí. El perdón depende totalmente del corazón del mayor.

—Tú tampoco necesitas mi perdón.

—No, mayor, no quise decir eso de esa manera... Lo siento.

—Incluso si te pregunto de qué lo siento, no lo sabrás, así que no preguntaré.

—Yo... lamento hablar de manera tan estrecha con los pacientes y el personal médico aquí.

—...Es sólo que personalmente me decepcionaste.

—¿te decepcione?

—Sí bueno. No lo recordarás de todos modos.

Entonces Ha-eon intentó entrar a la sala de servicio. Pero tenía dudas sobre su respuesta y sostuve la puerta de la sala de guardia. Podía sentir su mirada sobre mí como diciendo: —¿Qué estás haciendo? Giré la cabeza y lo miré también. Irónicamente, cuando mire a los ojos a Ha-eon, mi cabeza se aclaró. Sus ojos verdosos eran aún más visibles en la tenue luz del pasillo. Excepto el primer día en la sala VIP, no había visto los hoyuelos característicos de Ha-eon. No, no es que no lo haya visto, pero es que pocas veces me lo mostraba.

—Dime lo que no recuerdo e intentaré recordarlo.

—No, ese fue mi error. Voy a dormir un poco, así que si llaman de la habitación 1, tú puedes ir.

—Incluso si no es la habitación 1, puedo ir, así que por favor dímelo. Solo dime qué paso, qué hice para decepcionarte.

Ha-eon suspiró suavemente ante mi pregunta. Luego, como resignado, caminó hacia la oficina. Lo seguí. Cuando entré a la oficina, Ha-eon estaba echando agua en una olla eléctrica.

—Preparare té.

—Entonces tomaré una taza caliente de té de manzanilla.

Dejando la olla eléctrica sobre la mesa, que sólo contenía agua, se sentó en el sofá de la oficina. El sofá estaba reservado para consultas VIP, pero rara vez se utilizaba. Había una zona de recepción en cada habitación del hospital y la mayoría de las consultas parecían realizarse allí. Aunque no estaba seguro, supuse que figuras políticas y empresariales visitaban la habitación del hospital en lugar de la oficina. Presioné el botón de la olla eléctrica y me senté frente a Ha-eon.

—Tú, ¿me conocías antes de venir aquí?

—Sí.

—¿Cómo?

—Eras un estudiante de último año que estaba en mi clase.

—¿Eso es todo?

—Sí.

Estaba recostado en el sofá como si fuera a hundirse en él, con la cabeza inclinada completamente hacia atrás, mirando hacia la nada. Todo lo que pude ver fue la úvula de su garganta moviéndose.

—Yo tengo una historia diferente. Eras un Alfa junior, un grado por debajo de mí. Eras alto, tenías un rostro atractivo e incluso tenías buena voz. Pensé que cuanta menos gente así no tuviera nada que ver conmigo mejor. Porque he visto a muchos alfas menospreciar a otros tipos de géneros sólo porque son alfas. De todos modos, todos los alfas de esta escuela son elitistas y llenos de prejuicios, con la ideología del pueblo elegido, y mis compañeros de clase, los de último año e incluso los de tercer año, con quienes ni siquiera hablo mucho, a menudo dicen en secreto:

—Guau, es lindo ser un beta. No tienes que tener miedo de los Omegas o —Tenemos miedo de las serpientes omegas.

De repente, recordé las débiles feromonas que había olido en la muñeca de Ha-eon la última vez, y no había olido sus feromonas desde entonces.

—Bastardos alfa. ¿Quién les preguntó?

Ha-eon maldijo de nuevo, y me puse tenso, preguntándome qué saldría de su boca esta vez. Sólo había maldecido una vez antes, pero fue tan intenso que no pude olvidarlo.

—Pero durante la clase 'Introducción a Alfa y Omega', mi clase y la tuya tuvieron el mismo horario. Porque el profesor se fue de año sabático.

—Sí.

Respondí pero no lo recordaba porque fue hace mucho tiempo. Ha-eon levantó la cabeza y me miró. No había ninguna expresión especial en su rostro. Sin embargo, sus ojos parecían un poco húmedos, tal vez porque tenía sueño. Era bastante tarde en la noche y, aunque tenía sueño, dentro había un brillo.

—El profesor en aquel entonces habló un poco sobre la historia de la guerra que creó los Omegas y Alfas, y bromeó diciendo que cuanto más discriminación de género había, más grave era el colapso de la sociedad debido a los estereotipos, y que Japón, uno de esos lugares, fue sorprendentemente el primero en tener Omega AV.

Realmente no podía recordarlo. Lo único que recuerdo de esa clase fue haber obtenido una B. Podría haber retomado el curso comenzando con una C+, pero recordé que Tae-ho se rió de mí por obtener una B- y me lo interpretó, diciendo que el profesor no quería que volviera a tomar su clase.

—En ese momento, todos los Alfas se rieron, y pensé que los únicos que no nos reíamos éramos mis compañeras de clase y yo, pero levantaste la mano y dijiste: —Hacer comentarios así durante la clase es un tipo de comentario discriminatorio.

¿Yo? No podía recordarlo. Tal vez fue sólo el estudiante de primer año de la universidad que quería ser sarcástico.

—Ah, pensé, es un buen tipo. No está atrapado en la ideología alfa, del pueblo elegido, pero, mirando tu expresión ahora, no recuerdas nada en absoluto, ¿verdad?

Ha-eon se rió. Mostrando sus hoyuelos por primera vez. Me pregunto cómo se sentiría pasar la mano por ese hoyuelo, el de la derecha, el que está más hundido. ¿Cómo se sentiría? Mientras pensaba en eso, la alarma de la olla sonó, indicando que el agua había terminado de hervir.

Me levanté, saqué algunos cubitos de hielo del refrigerador, los puse en ambas tazas y les vertí agua caliente, ajustando aproximadamente la temperatura para que no estuviera demasiado caliente. Traje las dos tazas y las puse sobre la mesa frente al sofá. Ha-eon me dio las gracias en voz baja y bebió el té de inmediato. Acababa de poner las bolsitas de té, así que no debería estar demasiado fuerte todavía.

—Estoy sorprendido. Nunca pensé que sería bueno no recordarlo.

—Lo único que recuerdo es que obtuve una B- en esa clase.

—¿En serio? Protesté porque soy un AO, así que lo elevé a un plus.

—¿Es eso posible?

—Sí, vendí a un chico de la clase un Alfa que parecía haber obtenido mejores puntajes en los exámenes, y cuando le pregunté si eso era discriminación de géneros, lo planteó.

—Eso es chantaje...

—Es un chantaje. Aprovechas lo que puedes conseguir, y este hospital no es diferente. Viendo que me pusieron a mí, un beta, en la sala VIP así que es bastante bueno en usarme y pueden conservar el nombre de hospital universitario.

—Veo.

—Por eso me decepcioné tanto, porque esperaba que entendieras a los pacientes aquí. La mayoría de los pacientes crónicos vienen aquí debido a los efectos secundarios de los estimulantes de feromonas. Bueno, los que vienen a la sala VIP tienen suerte. Al menos ellos tienen dinero. Pero la mayoría de los pacientes crónicos son enviados a la sala de aislamiento Omega.

¿Crees que no sabían que los estimulantes con feromonas eran peligrosos? No, ellos lo sabían y los usaron. Anhelaban tanto el afecto de su pareja que hicieron todo lo posible para conseguirlo. Además, los pacientes crónicos admitidos aquí son personas ocultas del mundo. Puede que no lo sepas, pero para admitir aquí a un paciente crónico, tienes que pagar más que otros pacientes de la sala VIP.

Dicen que es por el sistema de ventilación, pero el hospital no quiere arruinar su imagen. Aun así, se trata de personas que no tienen más remedio que ser hospitalizadas. Por completo secreto. No hay secretos en una típica sala de aislamiento de Omega, ¿verdad? Suspiro... Tal vez sea porque tengo sueño, por lo que estoy diciendo tonterías.

Nunca lo había escuchado hablar tanto antes, así que me quedé quieto, temiendo interrumpirlo si respondía. Dejó de hablar por un momento, tomó la taza caliente y tomó un sorbo. Hice lo mismo y tomé un sorbo de té.

—Pero estás siendo molesto. Además, ¡no pensé que tendrías pensamientos discriminatorios a diferencia de otros alfa! Por eso me emocioné tanto cuando dijeron que vendrías a la sala VIP.

Luego bajó la cabeza. Supongo que en su memoria, yo era una buena persona. Pero ese no fue el caso en absoluto. ¿Se lastimó más debido a sus expectativas irracionales?

—Lo siento.

—No, porque te juzgué en mis propios términos. Además eres guapo, alto y tienes una bonita voz, pero tu nombre es Lee Seon-jae.

—Es un nombre común. De hecho, me gusta más tu nombre.

—Mi nombre es un poco... Cuando sea mayor, no suenas muy autoritario cuando dices —Kwak  Ha-eon Ong—.

Por extraño que parezca, me eché a reír ante esas palabras. Cuando comencé a reír, Ha-eon, que sostenía la taza, parpadeó lenta y soñolientamente y refunfuñó, como preguntándome si me estaba burlando de su nombre. Ciertamente tenía una cara linda, por lo que el nombre 'Ha-eon' le sentaba bien. Sin embargo, pensé que sería demasiado lindo decirle —Ha-eon Ong— a un anciano, que tiene la edad suficiente para escuchar el sonido —Ong—.

—Por eso no quería conocerte de cerca, porque si me mantenía alejado, podría mantener viva la fantasía. Quizás estabas más cerca de mi tipo ideal.

Tomó un sorbo de su té de manzanilla mientras decía esto. Me pregunté si por — tipo ideal— se refería a un modelo a seguir al que quería parecerse, o si se refería a alguien por quien se sentía atraído racionalmente. Pero no pregunté, porque eso sería cruzar la línea. En cambio, le di la vuelta a la pregunta.

—¿Es por eso que me ayudaste?

La forma en que respondiera revelaría lo que me había estado preguntando todo el tiempo, sus verdaderas intenciones. Pero durante un largo rato permaneció quieto, con la cabeza gacha y sin decir nada. Lentamente le quite la taza que tenía en la mano. Agarre la taza sin esfuerzo. Me levanté silenciosamente de mi asiento y me acerqué a Ha-eon.

Extendí la mano y la sacudí frente a sus ojos. Pero no hubo reacción. Lo miré fijamente, convencido de que estaba dormido. Me debatí entre dejarlo dormir en una posición incómoda en el sofá o llevarlo a la habitación de guardia. Entonces me di cuenta de que si lo dejaba allí, mañana estaría adolorido.

Lo agarré por el hombro para moverlo y su cuerpo se inclinó hacia mí. Puse mi brazo izquierdo debajo de su rodilla, pensando que la posición era un poco extraña. Parecía haber ganado algo de peso desde que estaba en la universidad, pero todavía era liviano. Entré a la segunda habitación de guardia y recosté suavemente a Ha-eon en la cama.

Supongo que tenía mucho sueño y estaba cansado porque no se despertó durante el viaje. Me quedé mirando su rostro por un momento, luego de repente sentí curiosidad y toqué su mejilla. Cuando mis dedos tocaron su suave mejilla, quedé tan sorprendido que retiré la mano, aunque sabía que no había nadie allí.

Después de ese día, la actitud de Ha-eon hacia mí se suavizó mucho. Por supuesto, no sonreí alegremente como lo hacía con los pacientes y otras personas. Simplemente no mostraba una cara seria como antes. Aunque mi único trabajo aquí era escuchar al presidente de la habitación 1 alardear de sí mismo, aprendí algunas cosas en el camino.

El presidente de la habitación 1 fue hospitalizado para crear un registro de hospitalización para evitar una orden de arresto, y el paciente de la habitación 2 trabajaba en una empresa de semiconductores y desarrolló efectos secundarios crónicos por el celo y fue como si la empresa lo encerrara para ocultarlo.

El paciente de la habitación 4 fue hospitalizado debido a una intoxicación por el viagra omega y el paciente de la habitación 5 también fue hospitalizado debido a los efectos secundarios del Viagra Omega. Pero Tae-yun, el paciente de la habitación 3, no sabía por qué estaba hospitalizado. Pregunté en secreto, pero todos me dijeron que no podían decírmelo sin el permiso de Ha-eon.

Ha-eon parecía estar en contacto frecuente con la profesora Park. E incluso los días que no trabajaba iba al hospital y la esperaba. También parecía estar leyendo artículos de neurocirugía y, a veces, me preguntaba si no entendía algo. Estaba un poco nervioso porque principalmente me preguntaba sobre la cirugía de des emparejamiento.

Cualquier persona médica en la sala VIP sabe en quién se está enfocando Ha-eon. Hoy pude ver la parte posterior redondeada de su cabeza mientras leía un artículo con atención. Mientras lo miraba fijamente, él levantó la vista como si sintiera a alguien más. En el momento en que hice contacto visual con Ha-eon, sentí ganas de volver a tocarle la mejilla.

—¿Realmente te gusta?

Tae-ho fue hasta el departamento de neurología y preguntó algo ridículo.

—No.

No sentí que valiera la pena responder, pero respondí claramente por si acaso. Me pregunté si parecía que estaba tratando deliberadamente de llamar la atención de Ha-eon, rogando perdón por algo que había hecho mal.

—No, dijiste que era estricto, pero aun así lo seguiste y fuiste voluntario algo que normalmente no te interesa y de repente le hablaste.

—Porque necesitaba a un beta que pudiera ayudar a un estudiante que estaba en celo.

—Además, ¿qué significa ‘yo también’? Te costó mucho fingir que no te dabas cuenta porque te diste cuenta rápidamente.

Tae-ho dijo: —Mantuve la boca cerrada porque pensé que en realidad era una historia fotográfica. Ni siquiera sé por qué respondí así en ese momento.

—Solo estoy tratando de ser amigable, no sé por qué me odia desde la universidad.

—¿Te odia?

—Ah...

De repente, recordé la historia que Ha-eon me había contado y me reí. Tae-ho me miró con extrañeza. Luego agarró a un residente que pasaba, me señaló y me preguntó si creía que estaba loco. El residente nos miró a mí y a Tae-ho confundido, sin saber lo que estaba pasando, pero pronto se dio cuenta de que Tae-ho estaba bromeando y se alejó.

—No. De repente recordé algo gracioso. 

—¿Gracioso? Pensé que eras aterrador.

—¿Qué?

—Escuché esto del colega Forense …

Al parecer te lo contó un compañero de trabajo.

—Existe una cosa llamada prueba de pedofilia. Muestran una foto a la vez en el monitor y luego califican qué tan atractiva es la persona en la foto. Pero en realidad, no es la foto la que dio una puntuación alta, sino la persona en la foto que la persona miró durante mucho tiempo, lo que determina la preferencia sexual de la persona.

—¿Por qué me cuentas eso de repente?

—Piénsalo. ¿Qué has estado mirando durante tanto tiempo?

—¡De ninguna manera, Choi Tae-ho!

—Oh, ¿finalmente te estás dando cuenta de lo que estoy hablando?

—¿Estás diciendo que existe la posibilidad de que el mayor Han sea un pedófilo?

Al ver la boca de Tae-ho fuertemente cerrada y el ceño fruncido, sentí que había tomado la foto equivocada. Era un tipo extraño. Fue el día en que el abogado enviado por el presidente recibió el poder para el pleito médico. Una parte importante de la investigación ya se había llevado a cabo, por lo que la visita fue sólo para comprobarlo.

El abogado no parecía tener ninguna pregunta para mí, pero le pregunté si había alguna forma de disculparme con la afligida familia. El abogado negó con la cabeza, diciendo que no era necesario. Los padres del paciente Omega fallecido hacía tiempo que habían perdido contacto con él porque era un Omega, y habían iniciado la demanda tan pronto como murió.

Me sentí culpable por haber matado a alguien que estaba pasando por un momento difícil sólo porque era Omega y no podía controlar el celo, y al mismo tiempo me sentí aliviado de no perder la demanda. Quería ganar el caso porque quería conservar mi trabajo como médico y quería disculparme desde el fondo de mi corazón con la afligida familia porque les haría más daño que la demanda, pero no pensé que fuera así.

Pero como sus padres eran esa clase de personas, pensé que no había necesidad de sentir pena. Sin embargo, me perdí en mis pensamientos nuevamente, preguntándome si había otra manera de disculparme con el paciente que murió. En ese momento, alguien golpeó el escritorio y cuando levanté la vista, Ha-eon estaba parado a mi lado, sosteniendo un libro de texto de neurocirugía. Acercó una silla, se sentó frente a mí y señaló algo que no entendía y preguntó.

—¿Por qué administran supresores de cortisol? De todos modos, están bajo anestesia.

—Oh, ese es un cambio reciente. Puede comprobarse con una prueba previa si es necesario realizar la administración. Algunos omegas liberan cortisol, una hormona del estrés, cuando están en celo, y administrarles un supresor de cortisol los hace menos propensos al celo.

—¿Entonces no hay necesidad de administrarlo a omegas que no secretan cortisol?

—Sí.

—Si ese es el caso, ¿no hay alguna otra manera de reducir la probabilidad de celo?

—En primer lugar, la cirugía de des emparejamiento aún no es estable. En lugar de investigar formas de prevenir el celo, es mejor investigar formas de estabilizarlo.

—bueno.

Ha-eon volvió a sumergirse en el libro de texto. Se había publicado hace mucho tiempo, pero era básicamente un libro de texto bien organizado y recordaba haberlo leído cuando estudiaba mi especialidad. Lo observé leyendo el libro. Tenía la cabeza gacha, por lo que su cabello castaño cubría ligeramente los lados de sus ojos.

Como si fuera zurdo, su mano estaba en el extremo del libro de texto y jugueteaba con el borde de la página con las yemas de los dedos. Ha-eon debió haber notado mi mirada porque levantó la cabeza, me miró y sonrió. Era la misma sonrisa con hoyuelos que había visto al principio, sólo que más profunda, especialmente en el lado derecho.

Ha-eon volvió a mirar el libro, pero yo me quede inmóvil. No podía levantarme de donde estaba porque sentía que iba a picar con mi dedo el hoyuelo en la mejilla derecha de Ha-eon y eso sería demasiado peligroso. Ha-eon no se movió de ese lugar por mucho tiempo hasta que recibió una llamada de la Dra. Heejin Yoo y salió al pasillo.  

Lo que siento es como una respuesta al celo. Tuve que calmarme diciendo que era sólo exceso de cortisol. Pero no podía moverme porque podía sentir la punta de mi pene palpitando debajo del escritorio como un animal.

—Seon-jae, mientras estás aquí, tengo un uso para tu cuerpo.

Ha-eon se acercó a mí con un libro de farmacología, no con un artículo sobre el des emparejamiento o un libro sobre teoría alfa-omega. Cuando vi los nombres de varios medicamentos escritos en las notas adhesivas pegadas en la parte superior del libro, tuve una suposición aproximada.

—Mayor, ¿realmente vas a realizar experimentos biológicos conmigo?

—¡Sí! ¡Es un ambiente perfecto! ¡Comprobemos qué medicamento es el adecuado para ti, que eres alérgico a las feromonas omega!

Ha-eon lo dijo con tal sonrisa que me pregunté si realmente iba a escribir un artículo sobre esto. Me miró con una mirada similar a la de la profesora Park, que tenía la mitad de su edad, cuando solicité neurocirugía.

—Primero que nada, hagamos un experimento en la habitación 2. Tuviste un momento de lo más difícil cuando estuviste en la habitación 2.

—Eso es porque la habitación 2 tiene un olor particularmente extraño...

—¿Olor extraño?

—Sí, huele como una especie de vínculo artificial...

—¡Tal vez sea algún tipo de semiconductor, tal vez sea radiación o algo así!

Dijo Ha-eon, interrumpiéndome abruptamente. Sospeché aún más que haya dicho —algo así— pero no tuve la oportunidad de preguntar cuando me puso una nota adhesiva con el nombre de una droga frente a mí.

—Lleva esto a neurología y obtén una receta. Si te hago una receta, quedará registrada en la sala VIP.

—No importa porque de todos modos es mi récord, ¿verdad?

—No, si se registra en la sala VIP, el monto del pago será costoso.

—Vuelvo enseguida.

Tomé la nota adhesiva que me dio Ha-eon y salí de la sala VIP. Aunque parecía que esto era una clase de trampa, no me quejo porque sonreía tanto que sus hoyuelos brillaban. Cuando bajé a la sala de neurología, el profesor de pediatra Kim Sang-rok estaba allí. El profesor Kim Sang-rok era pequeño y robusto, como un luchador.

—Ey.

El profesor Kim Sang-rok me miró de cerca y me llamó. Era conocido por su personalidad fogosa y su actitud sin restricciones, pero también era conocido por regañar a los pasantes y residentes hasta el punto en que no querías pensar en tu futuro.  

—Sí.

—¿Me conoces?

—Sí, es el profesor Kim Sang-rok del Departamento de Pediatría.

—¿Eres tú el chico que está en la sala VIP?

—Sí, soy Lee Seon-jae, neurocirujano.

—¿Cómo está?

—¿Quien?

—¿Solo hay dos chicos en la sala VIP?

—¿Está hablando del mayor Kwak Ha-eon?

—¿Ese tipo tiene un junior ahora? De todos modos, si intenta hacerte algo, huye.

—¿Qué?

—Es un bastardo con una cara sonriente y una personalidad retorcida.

El profesor Kim Sang-rok dijo algo que no pude comprender y se fue. Primero, recibí una receta solo para algunos de los medicamentos escritos en la nota adhesiva y llame a Tae-ho. Era sensible a los rumores, así que pensé que tal vez supiera algo.

—ey.

[Oh, ¿no eres tú Lee Seon-jae, quien salió corriendo de la sala VIP diciendo que no podía estar allí y luego volvió?]

—Estoy en problemas por tu culpa, así que cállate.

[Oh, sí.]

—El Mayor Kwak Ha-eon, ¿a qué departamento se postuló originalmente?

[¿Cómo quieres que sepa eso?]

—Lo sabes, eres tú.

[Solicito el ingreso al departamento de pediatría, pero el profesor Kim Sang-rok se opuso, así que no pudo ingresar en pediatría]

Creo que esta es la historia que Ha-eon mencionó la última vez sobre cómo le impidieron postularse para el departamento que quería. El profesor Kim Sang-rok me preguntó de repente por él, aunque no era de su departamento, así que me pregunto si es posible.

—¿Por qué se opuso?

[¿Cómo quieres que sepa eso?]

—Si sigues actuando así, te utilizaré como testigo en el juicio más adelante.

[Cuando era pasante, lo pillaron pagando facturas del hospital en lugar de un paciente que se negaba a pagar, por lo que Kim Sang-rok estaba en contra. Un médico que ama tanto a los niños dijo que si ingresa a pediatra lo estafaran. Pero en realidad le dijo a Ha-eon que no podía aceptarlo porque era beta y luego se enojó.]

No entendí por qué no lo aceptarían porque era beta. El pediatra a cargo del trabajo voluntario es beta y es quien publica los anuncios en la sala de mensajería. Dado que tienen muchos pacientes que experimentan el celo por primera vez, los médicos alfa no pueden soportarlo, por lo que el departamento de pediatría prefiere a los betas y omegas.

De repente, recordé que Ha-eon se llevaba bien con Tae-yun de la habitación 3. El personal en la sala VIP también sentían que le habían dejado el trabajo de Tae-yun a Ha-eon.

[Pero ¿por qué de repente preguntas...?]

Estábamos en medio de una conversación, pero a Tae-ho no le importó y colgó. Si estuviera ocupado, no habría contestado en absoluto, pero supongo que ahora tuvo algo de tiempo para respirar. Recogí mi receta en la farmacia del primer piso y subí a la sala VIP. Era un experimento clínico realizado en mi propio cuerpo. La exposición a feromonas omega me provoca una reacción atípica alérgica.

La mayoría de mis reacciones fueron bronquiales, así que primero tomé el medicamento para las reacciones bronquiales. Media hora después de tomar el medicamento, fui a la habitación 4 con Ha-eon. El paciente de la habitación 4 tenía una apariencia llamativa y parecía estar trabajando en el mundo del arte.

Además, era tan joven que no aparentaba la edad que figuraba en el historial del paciente. El paciente de la habitación 4 me miró de arriba abajo y le dijo a Ha-eon.

—Creo que se vería bastante bien desnudo.

—Jaja, jefe, estás bromeando, ¿volviste a tomar medicamentos después de salir del hospital el otro día?

—Oh, sí, bueno, apareció un chico guapo y no pude evitarlo, así que tomé unas pastillas.

Era un adicto al viagra Omega. Pude oler el olor a acre desde el momento en que entré en la habitación. Le tomé la presión arterial mientras Ha-eon trataba al paciente. Su presión arterial estaba ligeramente baja, pero dentro del rango normal. El paciente de la habitación 4 sonrió levemente y me agarró del brazo con fuerza.

—Mi suposición es correcta. Me siento bien. Ahora, si sólo mi fondo estuviera sano, sabría mucho mejor.

—Jefe, estás siendo muy travieso.

Se me puso la piel de gallina bajo el antebrazo que sostenía el paciente de la habitación 4. Rápidamente guardé el tensiómetro y me alejé lo más posible del paciente. Cuando Ha-eon se giró para salir de la habitación después de una breve conversación con el paciente, no pude contenerme más y salí corriendo de la habitación.

Tan pronto como salí al pasillo, me quité la mascarilla y respiré profundamente. En ese momento, alguien me dio unas palmadas en la espalda y cuando finalmente giré la cabeza, era Ha-eon.

—¿Tomaste un medicamento para los bronquios, pero te falta el aire?

—No, simplemente no me gusta el olor.

—¿También oliste un olor artificial en la habitación 4?

—No, sólo el olor a acre exclusivo de las feromonas.

—¿bueno?

Luego me pidió que hiciéramos un segundo experimento después de que el efecto del medicamento que tomé hoy hubiera desaparecido por completo. Lo que tomé al día siguiente fue un medicamento que embota completamente los nervios y seca la nariz, y se usa principalmente como medicamento para el resfriado. Esta vez fui a la habitación 5.

El paciente de la habitación 5 me miró sin decir una palabra y con el rostro inusualmente pálido. Cuando le pregunté cómo se sentía, respondió de manera concisa y dijo que estaba igual que siempre. La medicina para el resfriado parecía estar funcionando un poco. Tuve una reacción leve, solo un ligero dolor de cabeza.

No pensé que hubiera necesidad de preocuparme por un ligero dolor de cabeza como este. En cambio, mi cuerpo se volvió muy letárgico. Mientras esperaba que Ha-eon tomara la presión arterial del paciente y comprobara su estado, mis ojos se cerraron con tanta fuerza que pensé que podría dormirme ahí de pie.

—Pero el paciente de la habitación 2 es extraño.

—¿el paciente de la habitación 2?

—Nadie lo visita, ha estado entrando y saliendo del hospital, y es sólo mi intuición pero no parece un oficinista o trabajador normal.

—¿Por qué piensas eso?

—Por alguna razón, la forma en que observa de cerca a otros pacientes me hace pensar... ¿No es él un convertido omega?

—Oh, eso no puede ser posible.

Ha-eon intentó resolver el reclamo negando las afirmaciones del paciente de la habitación 5, pero el paciente de la habitación 5 no abandonó sus sospechas. Había estado dando respuestas concisas hasta ahora, pero de repente empezó a hablar mucho.

Los individuos con género tardío a menudo eran mal entendidos como —convertidor—: simplemente tenían un retraso en el desarrollo de los nervios u órganos relacionados con su género que impedía que pruebas simples con reactivos revelaran su tipo de género. Debido a esto, hubo un rumor a nivel de leyenda urbana de que había una manera de —cambiar— de género.

Pero eso sólo ocurrió cuando apareció por primera vez la tipificación, y los experimentos de conversión de género son actualmente ilegales. Ha-eon salió rápidamente de la habitación después de decirle al paciente de la habitación 2 que no era un convertidor omega, pero que tampoco podía contarlo porque era la vida privada del paciente.

Lo seguí afuera, apenas arrastrando mis pesadas piernas intentando no cerrar los ojos. Tan pronto como salí de la habitación, me tambaleé incontrolablemente y caí en un sueño profundo.

—Oye, pesas, así que no tropieces.

—Lo siento.

—Entonces camina a cuatro patas.

Parpadeé un par de veces y, antes de darme cuenta, estaba parado en la puerta de la habitación de guardia. Sentí como Ha-eon me había ayudado y me había traído aquí. Ha-eon me empujó a la habitación de guardia y estaba a punto de irse, pero lo atrapé. Eso fue todo. Eso es todo lo que recuerdo y no recuerdo nada después de eso.

Ni siquiera bebía alcohol nunca pensé que me desmayaría por un medicamento para el resfriado. Cuando desperté, estaba sosteniendo a Ha-eon en mis brazos. No sé cuánto tiempo dormí, pero tan pronto como se dio cuenta de que estaba despierto, me empujó y se fue no antes de decirme.

—Si vuelves a tomar ese medicamento, te matare.

Sintiendo un poco de pena por mí mismo por arrojar un jarro de agua fría sobre a Ha-eon  cuando había mejorado su comportamiento conmigo, me sentí aliviado al ver que ambos seguíamos pulcramente vestidos.

Estaba tratando a un paciente que venía del departamento de oftalmología. Un escáner cerebral reveló un tumor que presionaba su nervio óptico, pero su córnea estaba clara, por lo que tenía muchas posibilidades de recuperar la visión si se extirpaba el tumor.

Dejé la consulta a un residente de segundo año y entré con él para brindarle orientación. El residente también solicitó la cirugía, así que vi sus ojos brillar cuando le dijeron que podía realizarla. Es la especialidad de un cirujano. Aunque luchaban con el peso de la cirugía, sentían alegría por la sensación de inmersión y logro al realizarla con éxito.

El tumor se extirpó limpiamente y el acabado fue perfecto. Cuando el paciente despertó de la anestesia, el residente de segundo año le explicó el pronóstico como su médico. El paciente que estaba escuchando la explicación asintió y luego me miró a mí que estaba detrás de él.

—¿Es esta persona la Parca?

Cuando el paciente dijo algo que no pude entender, me acerqué a él preguntándome si la cirugía había salido mal. Luego el paciente miró a su marido, que estaba sentado a su lado, y luego a mí.

—Mi vista parece haber vuelto a la normalidad, pero eres excepcionalmente guapo.

El marido chasqueó la lengua ante el ataque de su esposa.

—Al principio, es una percepción principalmente. Simplemente tiene que ajustarse a su nueva visión.

El residente de segundo año a cargo de la cirugía se mostró claramente triste ante la reacción del paciente. Sentí pena por él y le compré un café, pero el humor de Reggie no pareció mejorar. El experimento para mi alergia continuó. El único que funcionó fue el segundo medicamento, la medicina para el resfriado, y aunque los medicamentos restantes debilitaron mi respuesta, no hicieron que fuera insensible a las feromonas.

Además, el dolor de cabeza aún persistía. El día de mi séptima dosis, todavía estaba de pie, todavía sintiendo el dolor de cabeza, cuando de repente me arrastró a la sala de guardia. Pensé que tenía algo que decirme, pero se acercó a mi ingle. Presionó firmemente mi pene una vez y luego rápidamente retiró su mano. Entré en pánico, me quedé paralizado y luego tiré un poco las caderas hacia atrás. Mi polla se puso rígida ante la repentina estimulación física.

—¿Estabas de pie?

—No, no estaba de pie.

—Pero el tamaño de tu pene es...

—Ese es el tamaño normal.

—Joder, no seas gracioso.

Ha-eon se quedó mirando su mano que había presionado mi polla con incredulidad. Luego volvió a mirarme. Me quedé allí, incómodo bajo su mirada, incapaz de mover mi trasero más hacia atrás.

—Mayor, quiero estar solo por un tiempo.

—¿Por qué?

Pusiste tu mano sobre mi cosa y mi cosa dijo: —¡Guau, esa es la mano de un humano!— No puedo decir que estoy en medio de un frenesí. Deliberadamente metí las manos en los bolsillos de mis pantalones para crear espacio, pero fue inútil. Podía ver la parte delantera de mis pantalones abultándose cada vez más.

Por supuesto, ya sabía lo que estaba pasando debido a mi entrepierna rígida, pero afortunadamente, Ha-eon ni siquiera me miró, solo a mi nariz, que estaba roja por la reacción alérgica. Luego suspiró.

—No puedo creer que estés inhalando las feromonas de los pacientes con celo crónico.

Dicho esto, salió de la sala de guardia. Al quedarme solo, me lavé el cerebro pensando que se trataba de una reacción de estrés causada por la estimulación física. Pero cuando vi la muesca ya firmemente plantada en el centro de su pene, tuve que admitirlo. Esta persona es alguien que puede excitarme sin feromonas ni exposición. ¡Mierda!

—Seon-jae, sabía que eres un niño capaz.

La profesora Park me llamó a la sala de neurología y me entregó un informe. Contenía información detallada sobre mi reacción a los medicamentos para la alergia que había estado tomando para el experimento. Yo no lo escribí, así que probablemente lo escribió Ha-eon.

—Así que él debe haber sabido cuánto querías este material.

No respondí. La profesora Park no pudo realizar el experimento debido a la ley de —prohibición de experimentos biológicos Alfa y Omega—. La miré después de terminar de leer el informe, que concluía que las mediciones eran algo subjetivas, pero que concluyó que —no había respuesta sexual a las feromonas omega—. La profesora sacudió la cabeza con expresión preocupada.

—Le dije a Ha-eon que no.

—¿Se refiere al experimento?

—No, a la cirugía. Y te uso para realizar estos experimentos.

Me quedé desconcertado porque de repente apareció la palabra —cirugía—, pero pronto pude entender de que se trataba de una cirugía de des emparejamiento. Cuando asentí, la profesora Park dejó escapar un suspiro de alivio.

—Está bien, me alegra que lo entiendas y lamento mucho tu pérdida porque no hemos encontrado un medicamento para eliminar tu reacción alérgica.

Sabía que quería decir que era lamentable que no hubiera investigaciones sobre el sistema nervioso alfa y sus mutaciones, pero simplemente le agradecí su preocupación y salí de la oficina. Sabía que el motivo de Ha-eon para proponerme el experimento no era simplemente estudiar mi alergia, pero aun así no me agrado que le haya entregado mis datos a la profesora sin mi consentimiento.

Sin embargo, debido a la mano de Ha-eon y la inevitable estimulación, pensé que era una excusa, pero realmente no estaba muy orgulloso de mí mismo ya que no tuve más opción que pensar en Ha-eon para masturbarme. Así que pensé que debería explicarme un poco más este informe. Estaba descansando en el pasillo de la sala VIP cuando de repente surgió una llamada en la habitación 2.  

Desafortunadamente, Ha-eon no estaba aquí, así que me puse la mascarilla lo más ajustada posible y entré a la habitación 2 junto con la doctora Hye-rin Bae. Tan pronto como abrí la puerta, olí un olor a acre de feromonas y pegamento. No importa cómo lo pensara, era similar al olor a vínculo. Me pregunté si era adicto al viagra omega, pero no había ninguna mención al respecto en su expediente. Cuando entré, el paciente de la habitación 2 recogió apresuradamente los materiales de la mesa y luego me miró sin comprender.

—¿Te sientes mal?

—No, creo que presioné el botón equivocado.

—¿Estás seguro de que estás bien?

—Sí.

El paciente de la habitación 2 estaba juntando apresuradamente sus papeles cuando se escuchó un objeto metálico caer al suelo. El paciente de la habitación 2 estaba visiblemente asustado. Inmediatamente recordé el incidente con el paciente de la habitación 4. Me pregunte qué escondía esta vez, miré debajo de la cama y vi un objeto cilíndrico, alargado y negro.

En el momento en que vi la forma redonda en ambos extremos, me molestó porque tenía las manos desnudas. Extendí mi mano, esperando que no fuera lo que pensaba. Afortunadamente, no era lo que temía, sino un objeto largo y cilíndrico con el centro abierto. Lo recogí del suelo y abrí la tapa revelando que dentro había un frasco de perfume portátil. Sin embargo, al abrir la tapa, inmediatamente me recibió un fuerte aroma a feromonas omega de vínculo.

—Gracias doctor.

El paciente me dio las gracias, pero rápidamente tomó el frasco de perfume portátil como si lo estuviera robando. Luego, aunque el frasco de perfume portátil no era un artículo prohibido, lo escondió apresuradamente debajo de la manta.

—El perfume es débil, pero es una sustancia química, así que será mejor que no lo uses.

—Sí, claro. Lamento haberte llamado por error.

El paciente de la habitación 2 parecía querer que me fuera rápidamente. Salí de la habitación 2 con la doctora Hye-rin Bae. La Dra. Bae guardó silencio durante un rato, preguntándome qué estaba pensando, pero tan pronto como salimos de la habitación, murmuró.

—Eso parecía algo que le pertenece al doctor Kwak Ha-eon.

—¿Al Mayor Ha-eon?

Intenté comparar el fuerte olor de las feromonas omega en el frasco de perfume con el olor que había olido en la muñeca de Ha-eon la última vez, pero el olor de las feromonas omega en la muñeca de Ha-eon fue tan débil que no podía decir si era el mismo. La Dra. Bae Hye-rin asintió y me dio consejos muy prácticos.

—Ten cuidado porque podrías ser cleptómano.

—Seon-jae.

Estaba durmiendo en la sala de guardia VIP cuando sentí que alguien me sacudía. Era una mano con una temperatura corporal inusualmente alta. Apenas abrí los ojos para ver quién era  y era Ha-eon. Me sorprendió tanto que me desperté, pero hice lo mejor que pude para actuar como si nada pasara. Estaba nervioso de que mi pene pudiera ponerse de pie como una reacción biológica inevitable.

Dormía con la cara hundida en la almohada, por lo que mi cuerpo estaba boca abajo y tuve la suerte de que la manta me cubría bien. Cuando se dio cuenta de que estaba despierto, se sentó en la cama. La cama no se tambaleó mucho bajo su peso. El problema era que mi otra cosa temblaba mucho.

—Perdón por despertarte.

—No te preocupes.

Me preocupaba que hubiera sucedido algo urgente para que me hubiera despertado, pero mirando a Ha-eon sentado en la cama, no parecía que hubiera pasado nada. Sin embargo, algo sucedía debajo de mí. Entonces no tuve más remedio que torcer mi cuerpo. Empujé mi trasero hacia atrás tanto como pude para crear espacio encima de la manta para que mi problema no fuera revelado. Ha-eon giró la cabeza para mirar mi rostro medio enterrado en la almohada, aparentemente ajeno a lo que estaba pasando a sus espaldas.

—¿Por casualidad eres cercano a la profesora Park?

—Es simplemente mi profesora.

Mi respuesta no fue la que él quería escuchar, así que saco un poco los labios y giro la cabeza. Su cabello castaño, que había crecido desde entonces, le tapaba ligeramente los ojos. Una parte de mí quería levantar la mano y apartarle el cabello, pero ni siquiera podía levantarme de la cama.

—Lee Seon-jae, ¿Tú también eres un 'alfa' al que no le importa el dolor de otras personas?

Miré sus tristes ojos verdes y pensé en consolarlo, pero luego mis emociones se enfriaron. Paso de ser un alfa a agregarle algo más, e incluso me llamo 'alfa' que significaba psicópata para él. Me molestó y me detuve después de escuchar esas palabras. Así que simplemente giré la cabeza y enterré la cara en la almohada.

—Eh, ¿no pareces un beta, mayor?

Para un hombre que sólo dice cosas que arañan la superficie de los demás, Ha-eon tenía una sonrisa con hoyuelos. Aunque solo estaba sonriendo, desvió su mirada de mí hacia la puerta de la habitación.

—Tengo un favor que pedirte.

—....

—¿Quieres escuchar?

—¿Qué hay para mi si entro?

Ante mi pregunta, Ha-eon volvió a mirarme. Fue un mal hábito para ser sincero ya había adivinado cuál era la petición de Ha-eon. Había estado leyendo diligentemente artículos relacionados con la desvinculación y le entrego un informe sobre mis reacciones físicas a la profesora Park. Mientras hojeaba el informe, supuse que había ido a pedirle a la profesora Park que realizara la cirugía de des emparejamiento.

Sin embargo, la profesora Park se habría negado, diciendo que no podía realizar la cirugía. Probablemente quiera pedirme que convenza a alguien que no sea la profesora Park para realizar la cirugía de des emparejamiento. Sin embargo, hay una razón por la que la profesora Park rechazo la cirugía. No, entiende que el paciente de la habitación 2 tiene síndrome de celo crónico causado por una reacción química exagerada. ¿No debería el paciente de la habitación 4 dejar de tomar viagra y el paciente de la habitación 5 necesita dejar de tener relaciones sexuales para que ese imbécil no lo visite?

—Obedecerá todo lo que quieras pedirme.

—Es peligroso decir que obedecerás todo lo que te pida.

—Lo sé. Aun así, puedo hacer cualquier cosa.

Ha-eon se inclinó hacia mí. A medida que la distancia entre ellos se hacía más cercana, pude ver los ojos de Ha-eon claramente. De repente recordé que había pagado el tratamiento de un paciente en pediatría. Asentí mientras pensaba en el alcance de lo que esta persona podía hacer. Eso no significaba que aceptara sino que escucharía, ya que de todos modos probablemente era imposible.

—Por favor, hazle la cirugía de des emparejamiento a Tae-yun.

—La profesora Park tuvo todo el derecho a negarse. No se puede realizar una cirugía tan peligrosa a un niño ya que puede desarrollar características sexuales secundarias. El problema de los efectos secundarios también es grave.

Ahora que mi entrepierna se había calmado, me levanté y apoyé la espalda contra la pared. Ha-eon también se sentó en la cama y me siguió, apoyándose contra la pared. Nuestros hombros se tocaron, lo que me obligó a doblar las rodillas para hacer espacio. Aunque he estado bajo mucho estrés, esto es un poco...

—Por eso te pido un favor.

—Ella no es la clase de persona que escucha lo que digo.

—Tú, no la profesora Park.

En ese momento recordé lo que había dicho antes: —Por favor, hazle la cirugía—. Me pregunte por qué se lo pedía a un especialista. Además, debo permanecer 2 meses en la sala VIP como castigo si no quiero que me despidan y adiós a ser cirujano.

—Nunca antes he realizado una cirugía de des emparejamiento.

—La profesora Park dijo que ingresaste como su asistente.

—Si, solo soy su asistente.

—Seon-jae, los ciclos de convulsiones de Tae-yun son cada vez más cortos, y durante su último tratamiento, me dijeron que la única solución era desemparejarlo. Pero que no pueden realizar la cirugía.

Ha-eon se giró completamente para mirarme. Sólo podía girar ligeramente la cabeza para poder mirarlo, pero no podía mover el cuerpo. El Tae-yun que conocía era un niño. No un adolescente, sino un niño. No sabía qué pasaría después si desparejaba a un niño. De hecho, estaba en una edad en la que no deberían hacerle nada aunque no fuera a desvincularlo.

—No hubo respuesta. Traté de hacer un trato llevando la información sobre el experimento de tu alergia, ¡pero ella solo tomo la información y dijo que no podía realizar la cirugía!

—Mayor, esos datos.

—No me interrumpas con los datos sobre tu alergia cuando la vida de un niño está en juego.

Así que me quedé callado. Pero Ha-eon ya estaba exaltado.

—Si Tae-yun continúa así, sufrirá una convulsión o morirá por las vías respiratorias bloqueadas.

—Mayor, ¿qué dijo la profesora Park?

—Es joven, además, sufre de celo crónico, por lo que morirá de shock tan pronto como comencemos la cirugía.

—¿Le dijiste eso a su tutor?

Los ojos de Ha-eon vacilaron ante sus palabras. Luego echó hacia atrás su cuerpo que estaba inclinado hacia adelante. Bajó un poco la cabeza, como si estuviera considerando algo, y luego volvió a mirarme. Tuve un mal presentimiento sobre esto.

—¿Entonces lo operarás si su tutor te da permiso?

—¿Por qué realizaría una operación que incluso la profesora Park, una experta en esta cirugía, se negó a realizar?

—¡Porque las únicas personas en este hospital que pueden realizar la cirugía de des emparejamiento son la profesora Park y tú!

—Sí, sueles tratarme como a un Alfa, así que no puedo.

Giré la cabeza por completo. Esto definitivamente debía que rechazarlo. Entonces Ha-eon agarró mi mano. Su mano todavía tenía una temperatura corporal alta. De repente agarro mi mano y me vi obligado a verlo a los ojos.

—Seon-jae, creo que cometiste ese error porque viste una serie de cosas malas en ese entonces. Eres un buen chico, pero realmente no me agradas... Sí, puedes criticar a los pacientes que toman viagra omega y experimentan los efectos secundarios. Está bien incluso puedes criticarme a mí o la doctora Soo-young Jeong por aceptar dinero de pacientes así. Pero no a Tae-yun. El solo tiene diez años. Él es víctima de una relación no consensuada, así que al menos puedes simpatizar con él ¿verdad?

Lo esperaba. Las claras marcas de dientes dejadas en el cuello del niño definitivamente no fueron consensuadas. Pero eso no fue todo.

—Dije que te obedecería.  

—No sabía que eras así.

—Seon-jae, por favor…

—No puedo.

Ha-eon levantó los ojos y frunció el ceño, sin molestarse en ocultar su molestia. Recordé haber visto esa expresión. Era la misma expresión que me mostró frente a la sala de aire. Ha-eon se levantó de la cama y me miró.

—Un tipo que ni siquiera puede tener una erección.

Esta vez me preparé para otro comentario de ataque alfa, pero esta vez me impactó de una manera diferente.

—Debido a que tengo una constitución especial, no respondo a las feromonas omega.

—Eh, parece que te molesto lo que dije ¿No se te levanta y eres un alfa? ¿No es tu cosa inútil de todos modos? No te pusiste de pie cuando se suponía debías de hacerlo, y te refugiaste aquí en la sala VIP, ¿no? ¿No es así?

—Mayor, también tengo un límite en lo que puedo soportar.

—¿Por qué no vas con la profesora Park otra vez y le dices que Kwak Ha-neon te lo está poniendo difícil en la sala VIP? En realidad, es posible que se sienta mal por el beta, que ni siquiera puedes tratar como a tu mayor. Además, no puedo soportarlo, no es que no puedas operarlo… No es que no puedas, es que no quieres.

Ha-eon levantó la comisura derecha de su boca y sonrió torcidamente. Me di cuenta de que su hoyuelo derecho era más profundo. Su mirada se movió lentamente desde mi cara hasta mi entrepierna. ¡Eso fue a propósito! Además, deliberadamente dobló sus rodillas sin sonreír y se quedó mirando fijamente mi entrepierna.

—Hola, Lee Sunjae Junior. Soy Kwak Ha-eon un Beta, el mayor de tu apuesto maestro, Alfa Seon-jae. Lo siento por ti también. Con un tamaño como ese, ni siquiera puedes hacerlo bien cuando lo necesitas. Tu maestro simplemente empieza a quejarse y a rascarse los brazos. Y oh, por cierto, no debería rascarse los brazos, Junior, debería envolverte con su mano y sacudirte, o meterte en un lugar debajo de alguien.

Finalmente, Ha-eon hizo un círculo con su mano izquierda juntando el dedo índice con el pulgar, y luego fingió moverlo de arriba a abajo. El hombre que fingía ser amable y sonreía alegremente a los demás cambió de actitud cuando rechacé su pedido.

—¡Kwak Ha-eon!

Cuando grité fuerte, se estremeció levemente por la sorpresa. Sin embargo, su expresión pronto cambió de seria a sarcástica.

—Mira, Seon-jae Junior, ni siquiera piensa en mí como su mayor, así que simplemente me llama por mi nombre.

—Basta. Si dices algo más, te denunciaré ante el comité de igualdad de género del hospital.

—Seon-jae Junior, tu maestro es lo suficientemente inteligente como para haber ingresado a la escuela de medicina, pero no parece ser capaz de comprender esta situación. Supongo que no sabe por qué sonreía alegremente mientras mataba cabezas de mal genio en este hospital.

Luego levantó la mano izquierda y se dio una palmada en la mejilla. No, no fue una bofetada, fue un golpe muy duro. Su cabeza se echó hacia atrás y pronto su mejilla izquierda estaba roja e hinchada. La comisura del labio también estaba rota y ensangrentada. Sorprendido, me levanté por reflejo y fui al botiquín a buscar un gel calmante.

Cuando regresé a la sala de guardia con el gel, Ha-eon estaba completamente quieto en el suelo, arrodillado aturdido. Lo levanté y lo senté en la cama, me arrodillé frente a él y le apliqué el gel en la mejilla izquierda. Hizo una leve mueca ante mi toque, como si le doliera, pero no se movió hasta que terminé de aplicar el gel. Él estaba callado, considerando que acababa de hacer una locura. Incluso tenía algunas lágrimas en los ojos por el lugar donde se había golpeado.

—¿No estás loco?

—Seon-jae.

—No te muevas. Incluso tu labio esta desgarrado.

—Haré cualquier cosa. Por favor, desemparéjalo.

Dijo Ha-eon suplicante, con los ojos llenos de lágrimas. La mejilla de Ha-eon estaba muy caliente cuando la toque, tal vez porque su mejilla estaba hinchada o porque su temperatura corporal era alta.

—Eso es una amenaza.

—Es una amenaza. Haré todo lo que pueda. Si dices que no la harás...

—¿Que planeas hacer?

—Voy a exponer mi rostro y decir que me golpeaste.

—Que aterrador.

—Haré lo que quieras, ¿de acuerdo?

Ha-eon parpadeó y las lágrimas que se habían estado acumulando en sus ojos finalmente cayeron. Aparté mi mano de su mejilla, de repente quise comprobar si su temperatura corporal era realmente tan alta. Y realmente quería asegurarme de que su oferta de hacer todo lo que yo quisiera era cierta.

—Frío.

Deslicé mi mano derecha debajo de su camiseta. Mi mano no estaba tan fría, pero su cuerpo estaba demasiado caliente donde tocaba. No apartó mi mano, sino que permaneció quieto. Toqué su cintura y moví mi mano hacia arriba. Mi mano llegó a su pecho, pero el permaneció quieto. Entonces me di cuenta de que estaba agarrando fuertemente la colcha con la mano izquierda. Él estaba mirando hacia otro lado, evitando mi mirada, y me di cuenta de que estaba mirando hacia otra parte.

Un Omega haciéndose pasar por un Beta. De repente me pregunté si los rumores eran ciertos. Lentamente pase mi mano por el cuerpo de Ha-eon. Me preguntó mirando a Ha-eon, respirando con dificultad, como si no pudiera aguantar más.

—¿Estás codicioso de la concesión de Dios?

—¿Qué pasa con Dios?

No entendí lo que estaba diciendo. ¿Era este hombre religioso?

—¿Quieres mis órganos? ¿No sentiste marcas de cirugía desde mi hígado hasta mi corazón?

No sabía si valía la pena responder. Estaba tratando de asustarlo, pero creo que lo asusté de una manera diferente.

—Entonces, ¿puedo tomarlos?

—Si el donante es compatible...

Ha-eon asintió, claramente decidido. También tenía una expresión sombría en su rostro. No quise decirlo de esta manera... Acaricié lentamente el pecho de Ha-eon, estimulando sus pezones con mi pulgar. Sus suaves pezones se endurecieron, ya sea por mi mano fría o por la estimulación inesperada.

Ha-eon pareció darse cuenta de lo que quería decir sólo entonces y giró la cabeza hacia el otro lado. Su rostro permaneció estoico, pero su mano izquierda que agarraba la colcha estaba blanca por el esfuerzo y sus orejas estaban rojas. Deslicé mi mano lentamente acariciando su pecho hasta su cintura.

Pude verlo apretando los molares y cerrando los ojos con fuerza, como si intentara contenerse. Saqué mi mano y la coloqué encima de su mano izquierda, que todavía estaba apretando la colcha. Sólo entonces Ha-eon abrió los ojos y me miró. Su mano izquierda había perdido fuerza, pero la colcha que sostenía debajo estaba muy arrugada.

—Quiero tu cuerpo, sí, pero no tus órganos. ¿Necesito ser más específico acerca de lo que quiero?

—No mejor así, es un trato.

Me enojé porque dijo que era un trato el sujeto que acababa de estar muy asustado. Miré deliberadamente a mi ingle que había tratado Ha-eon como Seon-jae Junior hace un momento. Vi a Ha-eon seguir mi mirada y mirarlo, luego rápidamente giró la cabeza. Ya no me llamara el tipo que no se pone de pie.

Me pregunte qué condiciones debería proponer. Una condición a la que no podría renunciar. Si vuelve a amenazarme, puede que no consiga nada, pero si lo hace, será una pelea de perros. De cualquier manera, no puedo hacer la cirugía de des emparejamiento.

—Me proporcionarás favores sexuales hasta la cirugía de des emparejamiento.

—Pensilvania.

Ante mi sugerencia, sonrió con sus hoyuelos. El problema fue que su labio parecía haberse abierto nuevamente, así que volví a aplicarle ungüento. A diferencia de la expresión tensa en su rostro hace un momento, él estaba sonriendo, así que sin ninguna razón me relajé.

—Hablando de entretenimiento, ¿qué clase de emperador eres?

—De todos modos, eso va a ser difícil, ¿verdad?

—No, haré lo que quieras.

Pensé que no sería capaz de hacerles algo así a mis júnior incluso si renunciara a mi talento, pero fallé. Ha-eon de repente me agarró la mandíbula con su mano izquierda y me acercó a él.

—En cambio, debes hacer todo lo posible para ayudar a Tae-yun con la cirugía de des emparejamiento.

—Sí.

Estoy jodido. Sin darme cuenta, la respuesta salió de mi boca: sí. Ha-eon se echó a reír de nuevo ante mi tonta respuesta, pero la risa desapareció tan pronto como miró entre mis piernas. No quería parecer un loco, así que hablé con él vacilante.

—En primer lugar, debes obtener el permiso del tutor de Tae-yun para realizar la cirugía. Somos médicos y hasta entonces, no are nada.

Ha-eon asintió ante eso. Soltó su agarre y salió de la sala de guardia con una última palabra.

—Que duermas bien, Seon-jae.

Incluso ante esa sonrisa, sentí como si me hubiera mordido un loco.

                         







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