—¿Qué haces yéndote así?
Gritó Min Jae-yoon mientras se sentaba en el
asiento del conductor.
—Es porque no puedes recordarlo, pero él te
gusta...
Kang Seung-hyun, que miraba al frente, giró la
cabeza hacia un lado. Parecía muy incómodo y mostró su mal humor con todo su
cuerpo. Min Jae-yoon cerró la boca lentamente. Se comportaba demasiado como un
niño enfermo, pero sólo era un malentendido por culpa de la pérdida de su
memoria.
—Discúlpate con él la próxima vez que lo veas.
Min Jae-yoon agarró el volante. Pero Kang
Seung-hyun no iba a hacer eso y tiró de su brazo.
—¿Dices que ese me gustaba?
—Uh... esto puede ser vergonzoso, pero tú...
Min Jae-yoon respiró hondo y tranquilamente le
explico para que fuera más fácil para él entender.
—Tu abuelo patrocinó a Yoo-Sung, eso le permitió
entrenar aquí en las canchas de tenis, y solíamos practicar juntos, tú y
Yoo-Sung se sincronizaban muy bien en dobles.
—Supongo que él lo hacía bien, no yo. Porque es un
jugador profesional de dobles.
Supongo que vio su nombre en todos esos trofeos.
Pero es difícil jugar en dobles si no están sincronizados. Cualquiera pudo
notar que se trató de un fantástico trabajo en equipo, no dejaban espacio para
que se les escapara la pelota de tenis.
—¿Con quién jugabas tú en equipo?
—¿…? ¿Qué tiene eso que ver con esto?...
Ante la inesperada pregunta, Min Jae-yoon
entrecerró los ojos y expresó su duda.
—Era...con Ji-ong...
Lee Yu-seong era un gran jugador pero Kang Ji-ong
era equivalente a él, a pesar de ser cinco años mayor. Aunque ahora
representaba al grupo yeojin, Kang
Ji-ong destacó en muchas áreas y también fue bueno en los deportes. A Min
Jae-yoon no le cayó mal Lee Yoo-sung desde el principio porque con quien
formaba equipo fue con Kang Jiong.
Pero cada vez que veía a Lee Yoo-sung, quien tiene
su misma edad, jugando, Min Jae-yoon se desanimaba. Min Jae-yoon solo tenía la
ventaja al estar detrás de Kang Ji-ong, pero Yoo-seong tenía a Kang Seung-hyun
a su lado, por lo que el equilibrio era correcto.
—¿Con mi hermano?
Kang Seung-hyun frunció el ceño. Min Jae-yoon no
podía entender por qué de repente se puso aún más molesto.
—Dame tu mano.
Min Jae-yoon no sabía que estaba pensando, por lo
que parecía confundido. Lentamente extendió la mano izquierda, que descansaba
sobre su muslo, y Kang Seung-hyun lo agarró por la muñeca.
—¿Dónde está tu anillo?
Min Jae-yoon miró su mano y recordó que no llevaba
el anillo cuando entró al estudio. Ayer cuando llegamos del hospital me sumergí
en la bañera durante dos horas, pero justo antes de meterme me lo quité, lo
puse en el estante y lo olvidé.
—Normalmente olvido ponerlo.
A menos que tuviera que estar con Kang Seung-hyun
en público, Min jae-yoon no usaba el anillo. Se debe a que a veces por el peso
de este le resultaba incómodo y engorroso.
—Tú tampoco me has dicho nada.
No era nada nuevo. El antiguo Kang Seung-hyun no se
entrometió en asuntos triviales. Min Jae-yoon intentó apartar su mano pero de
repente Kang Seung-hyeon la agarró con fuerza y abrió la boca.
—¡demonio!
Min Jae-yoon gritó cuando Kang Seung-hyun le mordió
la base del dedo. Para ser más precisos, metió su dedo anular en la boca y lo
mordió.
—¿Estás loco?
Presa del pánico, Min Jae-yoon quitó su mano
izquierda y la frotó. Pensé que me había cortado el dedo. Min Jae-yoon miró las
claras marcas de sus dientes donde debía estar el anillo de bodas.
—¿Por qué de repente me muerdes?
—por qué eres lindo, ponte tu anillo.
Min Jae-yoon frunció el ceño. ¡No, él lo había
mordido y ahora le dice que es lindo! no podía creerlo.
—No puedo recordar nada de mi pasado, ni nada por
el estilo.
Kang Seung-hyun dijo severo y aún más molesto.
—Pero de ninguna maldita manera me habría gustado
ese bastardo.
—tú...
Min Jae-yoon pensó, que como fue la primera persona
que conoció dentro del hospital después del accidente tal vez por eso está
confiando plenamente en él por instinto. Cuando Min Jae-yoon estaba a punto de
decir algo, Kang Seung-hyun lo interrumpió rápidamente.
—Tendrías que oler lo mismo que yo para entender,
sus feromonas huelen tan repugnantemente que no hay manera de que pudiera
ponerse duro mi pene.
—No hables así...
Min Jae-yoon frunció los labios en vez de replicar.
Entre un alfa y un omega, el olor de las feromonas también era importante. Un
olor verdaderamente bueno aumenta la simpatía hacia esa persona. Min Jae-yoon
es un Omega, así que lo sabe bien. Cuando huele un buen aroma, su trasero se
abre para una mejor penetración y el jugo de amor fluye sin parar. El cuerpo
reacciona primero.
***
Min Jae-yoon entró primero al ático y Kang
Seung-hyun lo siguió cerrando de golpe la puerta del medio. Agarró del brazo a
Min Jae-yoon.
—?
—¿?
Los dos no se dirigieron la palabra durante todo el
camino. Mientras Min Jae-yoon conducía, miraba el rostro de Kang Seung-hyun por
el rabillo del ojo. Frunció los labios con nerviosismo y luego se golpeó la
rodilla con el puño como si estuviera enojado. Parecía como si lo hubieran
pillado engañando a su esposa y se hubiera enfrentado a un encuentro a tres
bandas.
El comportamiento de Kang Seung-hyun no era el
mismo de siempre. Min Jae-yoon volvió a darse cuenta de que era un hombre
enfermo. Definitivamente era un paciente.
—Debió haber sido difícil, así que descansa
temprano, yo también estoy un poco cansado.
Min Jae-yoon fue el primero en hablar mientras Kang
Seung-hyun todavía lo sujetaba. Los dedos de Kang Seung-hyun se apretaron
alrededor de su muñeca. Min Jae-yoon entrecerró los ojos.
—Me duele...
—Para ser claros, nuestra relación seguirá siendo
como hasta ahora hasta que recupere mi memoria.
Estaba seguro de que él no podía tener otras
intenciones.
—¿No vas a responder?
—...Está bien.
La voz de Min Jae-yoon sonó quebrada. Kang
Seung-hyun lo miró fijamente por un largo tiempo. Tiempo después Min Jae-yoon
preguntó.
—¿Hay algo más que me quieras decir o tienes algo
en mente...?
Kang Seung-hyun extendió su otro brazo y lo
envolvió alrededor de la cintura de Min Jae-yoon y se inclinó para capturar sus
labios. Min Jae-yoon pudo sentir la ira en su lengua que invadió su boca.
Arrastró su lengua, que estaba flácida, y la chupó con fuerza, para luego
masticarla.
Min Jae-yoon cerró los ojos por el dolor, le
preocupó la forma en que se aferraba a él como si estuviera obsesionado. Kang
Seung-hyun saboreo el interior de su boca una vez más y apartó los labios. El
labio inferior de Min Jae-yoon estaba húmedo, y un hilo de saliva se estiró
cuando se alejó . Kang Seung-hyun lo
limpió con la yema de los dedos.
—Seung-Hyun…
Los suaves labios de Min Jae-yoon se fruncieron
cuando sus dedos lo tocaron.
—Olvídalo. Ni siquiera me menciones a ese bastardo.
No quiero saber nada más de él.
Kang Seunghyun le agarró el hombro con frialdad y
se alejó. Cuando estuvo fuera de su vista, Min Jae-yoon recobró el sentido y
giró sobre sus talones.
Tracé mis labios con mi mano. A diferencia de la
sensación fría de sus dedos, el aliento caliente de Kang Seung-hyun fue abrasador.
De repente, Min Jae-yoon, que estaba sumergido en la bañera, se cubrió las
mejillas con ambas manos al recordar la frescura de sus labios. Min Jae-yoon
miró por la ventana poco iluminada y dejó escapar un largo suspiro.
—Es un gran problema. Creo que Seung-hyun está
completamente equivocado...
Min Jae-yoon cruzó los brazos sobre el borde de la
bañera y apoyó su barbilla, devastado miró fijamente por la ventana. Había
perdido un día intentando recuperar su memoria, y todavía seguía igual. Kang
Seung-hyun actuó como si negara con vehemencia haber tenido una aventura pero
en primer lugar, no se casaron por amor.
No tenía la necesidad de disculparme, ni motivos
para sentirme ansioso. Min Jae-yoon todavía seguía enamorado de Kang Ji-ong.
Las luces de la ciudad perturbaron aún más la mente de Min Jae-yoon.
—Pensaré como resolver esto después de dormir.
Se secó con una toalla y se puso una bata mullida.
Mientras se ajustaba el cordón alrededor de la cintura, su mirada se posó en el
anillo de bodas en el estante. Dudó por un momento antes de deslizar el anillo
en su dedo, las marcas de sus dientes se desvanecieron en el fondo. Min
Jae-yoon salió del baño, se secó el cabello con el secador como era costumbre y
se quitó la bata.
Los pezones en su blanco y liso pecho son de color
marrón rojizo. Se puso un pijama que se ajustaba a sus nalgas redondas y
piernas delgadas. Se abotonó la camisa mientras se acercaba a la cama. Min
Jae-yoon usaba cuatro almohadas en la cama para dormir cómodamente.
Colocaba una debajo de su cabeza, otra
verticalmente para recostarse y las dos que quedaban, una era para que la
abrazara y la otra la colocaba entre sus piernas. Min Jae-yoon de repente
volvió la mirada mientras se preparaba para ir a dormir. La puerta se abrió y
entró Kang Seung-hyun. Kang Seung-hyun llevaba una bata de ducha y su cabello
aun seguía mojado.
—¿Vas a dormir aquí?
Min Jae-yoon le preguntó a Kang Seung-hyun mientras
este se acercaba a la cama. Kang Seung-hyun lo miró como si eso fuera lo
normal. Luego se desató la bata de baño que llevaba.
Se exito.
—¡Off!
Min Jae-yoon dio un breve grito. Kang Seung-hyun no
llevaba nada, su bata quedó suelta a sus pies. Había pequeñas gotas de agua
sobre sus fuertes hombros, y cada vez que se movía, fluía por sus abdominales y
corría por su espalda. No había señales de grasa en su cuerpo. Kang estiró sus
largos brazos.
—¿Por qué las almohadas están alineadas así?
Kang empujó la almohada vertical y ésta se desplomó
en el suelo. Min Jae-yoon frunció el ceño y recogió la almohada que había caído
al suelo.
—Las uso así cuando duermo.
—¿Las cuatro?
Min Jae-yoon puso la almohada sobre la cama. Kang
Seung-hyun que ya se había acostado la tomó. Se cubrió hasta la cintura con la
manta.
—Vamos, estoy cansado.
Min Jae-yoon dudó por un momento luego apagó la luz
del cuarto pero dejó la lámpara de la mesita de noche encendida, que proyectaba
una tenue luz ámbar. Para consternación de Kang Seung-hyun, Min jae-yoon
acomodó las tres almohadas restantes. Una para su cabeza, la otra la abrazo y la
última la metió entre sus piernas. Pero justo cuando estaba a punto de apoyar
la cabeza en la almohada, Kang Seung-hyun la tiró a un lado y puso su brazo.
—¿Qué demonios?
Min Jae-yoon se giró al sentir el cambio. Kang
Seung-hyun lo miró con una expresión engreída.
—Te daré mi brazo como almohada.
Parecía un gesto increíblemente generoso. Pero Min
Jae-yoon no estaba contento.
—Soy sensible a cómo duermo.
Min Jae-yoon prefería las almohadas con mucho
volumen y, para que pudiera dormir tranquilamente, tenía que ser esponjosa y
suave. Pero el brazo de Kang Seung-hyun era duro y frío. Ni siquiera podía
compararlo con una almohada de jade. Min Jae-yoon intentó sutilmente que apartara
su brazo Kang Seung-hyun, pero ante su fuerza no tenía ninguna posibilidad de
ganar.
No tuvo más remedio que encorvarse como un camarón
recostando su cabeza bajo su brazo, pero ni eso lo dejó hacer. Kang Seung-hyun
deslizó su brazo hacia abajo. Min Jae-yoon se recostó sobre su brazo con
resignación. Era incómodo. Movió el cuello de un lado a otro, luego miró al
frente, como si mirara al techo, y agarró la almohada en sus brazos.
Por supuesto, la otra seguía entre sus pies. Min
Jae-yoon intentó dormir. Cuando éramos niños algunas veces dormíamos juntos .
Por supuesto, no habíamos estado lo suficiente cerca como para sentir nuestros
pechos subir y bajar al respirar o sentir nuestro aliento en el rostro del
otro, pero traté de hipnotizarme creyendo que había retrocedido en el tiempo.
—¿Seguirás haciendo eso?
La voz de Min Jae-yoon salió significativamente
mientras cerraba los ojos. Kang Seung-hyun le quitó la almohada de los brazos.
También pateó la almohada entre sus pies.
Min Jae-yoon se giró hacia un lado y lo fulminó con
la mirada por hacer algo tan infantil con una expresión tan linda. Kang
Seung-hyun puso su mano libre sobre el pecho de Min Jae-yoon. Luego deslizó una
pierna entre las suyas. Sin querer, Min Jae-yoon terminó abrazándolo en lugar
de la almohada. O, técnicamente, se vio obligado a hacerlo.
—¿Por qué necesitas eso cuando me tienes a mi?
—...Ja...
Min Jae-yoon dejó escapar un breve suspiro y trató
de levantarse. Pero Kang Seung-hyun lo apresó con su cuerpo. Min Jae-yoon no
podía hacer ni esto ni aquello. Kang Seung-hyun cerró los ojos y dijo en señal
de advertencia.
—Duerme ahora. Estoy duro.
Min Jae-yoon sintió el bulto de carne que flotaba
sobre su muslo y cerró los ojos con fuerza, en ese instante la luz de la mesa
de noche se apagó y la habitación quedó a oscuras. En la oscuridad, con sus
largos dedos le desabrocho el pijama. Clic, clic... Desabrocho dos botones.
Abriendo el pijama metió la mano bajo la fina tela. Kang Seung-hyun pellizcó un
pezón duro entre sus dedos y lo frotó. La voz de Min Jae-yoon fluyó juguetona.
—¿Por qué aprietas mi pezón?
Min Jae-yoon se levantó y giró sobre su lugar. Su rostro se sonrojó coqueto, tenía el pijama
desabotonado y desaliñado pero se cubrió el pecho con las manos. Estaba a punto
de salir corriendo. Kang Seung-hyun se incorporó lentamente mirando su mano
como si se acabara de despertar.
—Estoy bastante seguro de que me dormía apretando
tus pezones, ¿verdad?
—¡Nunca hiciste eso!
—Mis manos lo recuerdan.
Min Jae-yoon se estaba volviendo loco y se movió de
un lado a otro. Kang Seung-hyun no era esa clase de hombre. Era educado,
caballeroso y nada agresivo. De ninguna manera era la clase de hombre que antepone sus propias necesidades sin
ninguna consideración.
—Entonces, ¿por qué no lo confirmamos?
—¿…?
Min Jae-yoon estaba estupefacto cuando Kang
Seung-hyun se acercó a él. En ese momento tuvo un pensamiento ridículo. ¿De
verdad sus pestañas son tan largas? Kang Seung-hyun lo besó deslizando la
lengua entre los labios entreabiertos de Min Jae-yoon.
—¡Puaj!
Kang Seung-hyun cubrió el dorso del puño cerrado de
Min Jae-yoon. Con la otra mano, acarició suavemente su nuca. Sus fríos dedos
recorrieron su clavícula. Acariciando suavemente su hombro bajando por la axila
hasta el pecho. Las caricias de Kang Seung-hyun eran delicadas como si
estuviera delineando su cuerpo con los dedos.
De repente Min Jae-yoon cayó sobre la cama. Kang
Seung-hyun completamente desnudo agarró sus piernas y las envolvió alrededor de
su cintura. Y esta vez beso su cuerpo trazando nuevamente donde lo había
tocado. Cuando sus fríos labios besaron su clavícula sintió una sensación que
no podía comparar con sus fríos dedos deslizándose sobre el pijama.
Él pasó los labios por sus delgados y redondeados
hombros hasta sus pechos. Por encima del pijama arrugado y desaliñado, pasó la
lengua ligeramente por el pezón y luego chupó. El área alrededor del pezón de
Min Jae-yoon estaba opacamente húmeda. Tiró del pijama y sus puntiagudos
pezones rosados quedaron
al descubierto. Kang Seung-hyun no dudó en hundir la cabeza ante el seductor color.
—Su... Seung-hyun...
Dijo Min Jae-yoon temblando. La sensación cuando
lamía mi piel alrededor trazando la aureola no me resultaba familiar. En algún
lugar de mi vientre sentí hormigueo y picazón. Esa también era una sensación
desconocida. Kang Seung-hyun dejó de lamer suavemente su aureola.
—Mira esto, no hay forma de que mi mano no te
recuerde.
Kang Seung-hyun con entusiasmo le desabotonó el
pijama y este cayó. Las marcas que dejó el día anterior se extienden como
pétalos sobre su pecho desnudo. Después de besar el vientre marchito de Min
Jae-yoon, su cabeza se movía cada vez más hacia abajo.
—Hueles a magnolias blancas mojadas.
Min Jae-yoon se encogió de hombros. No importaba lo
hábil que fuera en el manejo de sus feromonas, sería extraño que no pudiera
olerlas mientras lo está acorralando de esta manera. Su fino camisón lo
envolvía como un escudo, pero podía sentir los fríos dedos de Kang Seung-hyun
moviéndose.
Sus dedos se deslizaron por su pelvis hasta su
hueso púbico y se detuvieron en ese lugar: agarraron con fuerza su pene medio
erecto sobre su pijama. La cintura de Min Jae-yoon rebotó. Finalmente, deslizó
su húmeda lengua sobre el erecto pene de Min Jae-yoon.
—Deja de jugar... ¡Hazlo!
Min Jae-yoon se incorporó y empujó los fuertes
hombros de Kang Seung-hyun.
—No voy a jugar.
Kang Seung-hyun agarró el pene de Min Jae-yoon como
demostración. El líquido que fluía de la punta aumentó y empapó su pijama.
Avergonzado, Min Jae-yoon quiso descartar el comportamiento de Kang Seung-hyun
como una broma, pero no sonrió. Al
contrario, sintió más miedo porque estaba decidido a demostrar que no era una
broma. Kang Seung-hyun se tragó todo su abultado pene.
—¡Puaj!
Min Jae Yoon sintió como si lo estuviera comiendo
con todo su cuerpo. Su aliento caliente atravesó su pijama. Los dedos de sus
pies se curvaron y las yemas de los dedos que se aferraban a sus hombros se
pusieron blancas. Kang Seung.hyun lamió sobre su pijama un par de veces y
luego, con impaciencia, rasgó los pantalones del pijama de Min Jae-yoon. El
aire frío flota sobre la superficie húmeda de su piel. Min Jae-yoon sintió un
escalofrío recorrer en la parte inferior de su cuerpo expuesto.
Sintiendo la frialdad de sus dedos envolviendo su
pene Min Jae-yoon observó como se lo metió en su boca caliente. Min Jae-yoon se
cubrió los ojos con ambas manos. Pero eso no cambió la situación, ni tampoco
hizo que las sensaciones allí abajo desaparecieran. Presionó sus ojos como si
quisiera darse la vuelta.
Cuanto más lo hacía, más sensible se volvía. El
chasquido de la lengua de Kang, cada vez que lamía la punta de su pene y el
sonido húmedo de sus dedos frotando el falo de carne arriba y abajo, una y otra
vez.
—Cuando lamo esta área, se hace más rígido.
Kang Seung-hyun lamió la piel debajo del glande con
su lengua, luego la levantó y la flotó, gotitas de jugo de amor salieron de la
uretra. Goteando de nuevo, como lágrimas.
—Uf... Tsk...
No podía aguantar más. Min Jae-yoon abrió los ojos
como platos y respiró hondo. No podía en serio aguantar más. Se medio incorporó
y golpeó con su débil puño el hombro de Kang Seung-hyun, que tenía su cabeza
entre sus piernas.
—Detente… si sigues haciendo eso… si sigues
haciendo eso…
El antiguo Kang Seung-hyun era un hombre con un
estómago débil. Si tragaba eso, podría sufrir durante días. Min Jae-yoon retorció
las caderas. Sus muslos se tensaron e intento no eyacular. Cuanto más lo
intentaba, más persistentes se movían los dedos y la lengua de Kang
Seung-hyeon. Se comió el glande rosado de Min Jae-yoon y lamió el pilar de
arriba abajo. Masajeo el escroto con los dedos mientras Min Jae-yoon se movía
lentamente. Llevándolo al límite, se mordió el labio inferior.
—¡Uhh...!
La cintura de Min Jae-yoon se sacudió
violentamente. Al mismo tiempo, Kang Seung-hyun dejó de moverse.
—Jaa... jaa...
Min Jae-yoon dejó escapar una serie de jadeos
emocionados. Su pecho subía y bajaba, y se sentó rápidamente, con el rostro
sonrojado, y miró a Kang Seung-hyun.
—¿Estás bien? Quiero decir, te lo dije... Tú
eres...
¿Fue un shock tan grande? Kang Seung-hyun levantó
lentamente la cabeza. Min Jae-yoon se acercó a su rostro. Fue entonces cuando
Kang Seung-hyun de repente estiró el brazo agarró a Min Jae-yoon por la parte
de atrás de la cabeza y lo besó.
—Mmmm...
El sabor a pescado se extendió por toda mi boca.
Era mío, pero tenía un sabor desagradable. Su lengua invadió la boca de Min
Jae-yoon, flotando su paladar. Lamió la carnosa lengua, se deslizó debajo de
esta, y chupo su saliva.
—Fue un bocado.
Kang exhalo con un suspiro.
—Pero no fue tan malo como para no poder comerlo.
Min Jae-yoon sentado se quedó estático con una
expresión aturdida en el rostro. Kang Seung-hyun se puso delante de él y lo
inclinó. Solo eso ensombreció el rostro de Min Jae-yoon. Un fuerte olor
masculino flotó frente a su nariz.
—Ah ~ lo haré.
Metió su pene rojo oscuro entre los labios
ligeramente abiertos de Min Jae-yoon y el jadeo por la sorpresa. Min Jae-yoon
sintió como el glande se atascó en su garganta. Sentía que me había convertido
en un onahole. Mientras entrecerró los ojos y hacía una mueca de dolor, Kang
Seung-hyun liberó feromonas de su cuerpo.
La habitación pronto se llenó del aroma de casia.
Kang Seung-hyun era un alfa ultra dominante. Las feromonas de Min Jae-yoon
fueron rápidamente abrumadas. Cuando Kang Seung-hyun le dio un ligero golpe en
el hombro, la espalda de Min Jae-yoon, que había empujado un poco hacia atrás,
se recargó en la cabecera. Kang Seung-hyun agarró su barbilla y frotó su lengua
con su pene caliente.
Estaba escudriñando el rostro de Min Jae-yoon,
mostrando cierta consideración, pero no su pene. La mejilla izquierda de Min
Jae-yoon se hinchó como si fuera a perforarla y luego atacó sin piedad la otra
mejilla. La mirada de Min Jae-yoon estaba caliente, y el calor siguió
aumentando, era consciente de la saliva que no podía tragar, pero no pudo
evitarlo.
Su boca se estiró al límite por el pene que se
desliza dentro y fuera de ella, y no podía ignorar el olor que llegaba a su
nariz. Min Jae-yoon era un omega por lo que era natural que reaccionara al olor
de un Alfa.
—¡Eup! ¡Uf...! Uf...
La saliva que no podía tragar humedece los labios
de Min Jae-yoon. Su labio inferior, que flotaba el glande, se ponía cada vez
más rojo. Kang Seung-hyun dejaba escapar pequeños gemidos cada vez que el
oscuro pene se movía dentro y fuera. Su lengua carmesí se sentía húmeda y
caliente Kang Seung-hyun, que miraba descaradamente la escena, de repente se
echó hacia atrás.
—Jaa... jaa...
Min Jae-yoon jadeó por aire. Kang Seung-hyun
acarició suavemente su barbilla. Pronto puso sus brazos debajo de sus axilas y
lo levantó. El trasero de Min Jae-yoon, que acostó boca abajo en la cama, quedó
frente a él. Su cuerpo se balanceaba mientras abrazaba una almohada debajo de
su pecho.
—Está más abierto que ayer.
Kang Seung-hyun agarro una de sus redondas nalgas y
presionó con el dedo índice el hoyo de color carmesí. Las arrugas que estaban
cubiertas de jugo de amor se tensaron y se volvieron blanquecinas como los
pétalos de una magnolia blanca. Sus dedos se deslizaron dentro de su carne y
desaparecieron. Kang Seung-hyun metió sus dedos profundamente.
—Todos mis dedos te recuerdan.
Sus dedos presionan lentamente las paredes
interiores. Sentía como si estuviera buscando dentro de su cabeza. Eso no podía
ser posible. Era cierto que habían dormido juntos cuando entraban en celo, pero su cuerpo no tardó en
recordarlo. Kang Seung-hyun metió otro dedo y luego los movió como unas
tijeras. El agujero empapado hizo sonidos obscenos con cada movimiento.
—¡Oh, mierda!
Fue extraño escucharme gemir lujuriosamente y Min Jae-yoon
se mordió el labio inferior para reprimir sus gemidos.
—¿Déjame adivinar lo que estás pensando?
Detrás de él, escuchó la voz relajada de Kang
Seung-hyun pero no sonaba como alguien hurgando mi agujero.
—Uf, tsk...
Min Jae-yoon levantó una mano y se tapó la boca.
Kang Seung-hyun metió tres dedos en su enorme agujero rojo.
—Quieres mi polla aquí, ahora mismo.
—Tur…. ¡Moo…! ugh…. Aaah…
Estuve a punto de protestar diciendo que eso era
absurdo, pero se me escapó un gemido que reprime. Kang Seung-hyun hundió su
dedo más profundamente, como si lo hubiera estado esperando.
—Oye, oye. Te comes así mis dedos, pero incluso si
estuvieras a punto de morir, no lo admites.
Mientras retiraba los dedos de su agujero, éste se
contrajo y el jugo de amor fluyó. Derramándose sobre su pálido perineo
empapando las sábanas, luego algo duro y caliente entra dentro de él, llenando
el vacío. Min Jae-yoon tuvo la clara sensación al ser apuñalado profundamente
por su pene. Mientras intentaba apartarlo, Kang Seung-hyun apretó su cintura.
Separó sus nalgas e insertó más profundamente su pene.
—Jaa... Jaa...
Min Jae-yoon echó la cabeza hacia atrás y respiró
hondo. Por el olor que llenaba mis pulmones me era difícil respirar. Kang
Seung-hyun estaba liberando feromonas como si ese fuera su plan. Min Jae-yoon
sintió que todo su cuerpo se estaba derritiendo. Los dedos de Kang Seung-hyun
apretaron alrededor de su cintura.
El cuerpo de Min Jae-yoon se balancea cuando empuja
su pene con tanta fuerza que lo deja sin aliento. Puck, Kang Seung-hyun empujó
ferozmente, como si castigara al estrecho agujero, Min Jae-yoon cerró los ojos
y no pudo ver con claridad.
—Uh... Ahhh...
El peso de Kang Seung-hyun, embistiendo como un
animal, parece querer sacudir todo su cuerpo. De repente arqueo la espalda
cuando el pene golpeó un punto en su pared interior después lo deslizó hacia
afuera. Min Jae-yoon se estremeció ante la frialdad de su pelvis al chocar
contra su húmedo agujero.
Kang Seung-hyun lo agarró por los hombros y lo
giró. Min Jae-yoon miró la gran lámpara apagada sobre su cabeza. Pero pronto,
el rostro sonriente de Kang Seung-hyun llenó su visión. Agarro las piernas
flácidas de Min Jae-yoon por ambos lados, abriendo más sus muslos de lado a
lado.
Kang Seung-hyun presionó de nuevo firmemente el
glande contra el húmedo agujero que se contrae. Y el húmedo agujero poco a poco
empezó a tragar de nuevo su pene.
—Tu agujero se ve bonito tan rojo.
Kang Seung-hyun agarró firmemente sus muslos
abiertos. Pronto, el pene caliente llenó el palpitante agujero. Movió las
caderas con fuerza mientras Min Jae-yoon contenía la respiración. Kang
Seung-hyun retrocedía y luego empujaba con fuerza. No podía contener el aire
debido al tamaño del pene apretado en mi estómago. Min Jae-yoon jadeó en busca
de aire y lo dejó salir.
—Aaah... Uhh... ¡Haat...!
Kang Seung-hyun se inclinó con una leve sonrisa.
Lamió el lóbulo de la oreja de Min jae-yoon y lo mordisqueó ligeramente. Luego
chupó sus labios húmedos mientras la parte inferior de su cuerpo se movía
rítmicamente. Metió la lengua dentro de su boca saboreando cada parte de esta.
Agarrando sus caderas presionando para que no pudiera escapar.
—Se siente como si estuviera aplastando fresas con
mi polla.
Veía como el falo rojo entraba y salía bruscamente,
hasta el grande. Kang Seung-hyun continuó moviendo su cintura con fiereza y el
jugo de amor fluía formando espuma. Min Jae-yoon podía sentir claramente su pene
hasta su estómago embistiendo una y otra vez. Las paredes internas envuelven el
pilar que se mueve salvajemente. Las suaves y calientes paredes internas
apretaban su polla sin intención. Las embestidas de Kang Seung-hyun de repente
se volvieron cada vez más rápidas.
—Uf, jaja… ¡Ah…!
Todo el cuerpo de Min Jae-yoon se sacudía
violentamente. Agarró la sábana con ambas manos. Kang Seung-hyun golpeó su
pelvis contra su trasero. El áspero vello púbico raspaba el perineo y el pene
lo hundía hasta la raíz. Las caderas de Min Jae-yoon que agarraba con ambas
manos, le hormigueaban. Kang Seung-hyun, que hizo una pequeña pausa, dejó
escapar un profundo suspiro.
—Ah, te gusta tanto que te viniste.
Kang Seung-hyun suspiró, abriendo un poco más los
muslos de Min Jae-yoon. Movió las caderas hacia adelante y hacia atrás unas
cuantas veces más, disfrutando de la sensación persistente de eyacular, y luego
gradualmente se puso más duro. Cuanto más lo penetra, más deja escapar un fino
chorro de semen.
—No te preocupes. Recién estoy empezando.
¿Quién se preocupa por quién? Min Jae-yoon intentó
tirar las caderas hacia atrás, pero Kang Seung-hyun fue más rápido. Apretó su
glande y se inclinó ligeramente lamiendo los labios de Min Jae-yoon. Kang
Seung-hyun rodeó suavemente su cintura y exploró su boca. Su fuerte olor a alfa
lo calentó de enfrente y detrás al mismo tiempo.
***
Un sutil aliento tocó el rostro de Min Jae-yoon.
Agito los párpados y luego los abrió lentamente. Min Jae-yoon curvó los dedos
de los pies. Miró el rostro de Kang Seung-hyun que seguía durmiendo. Estaba
demasiado cerca. Así, dormido sin el ceño fruncido parecía tan sincero. Parecía
así dormido, que seguía viviendo con el antiguo Kang Seung-hyun. Sin embargo,
puso una mano sobre su pecho y frotó su pezón suavemente.
—¿Te despertaste?
La forma en que frotaba su pezón demostró que ya no
era el hombre que solía ser. Kang Seung-hyun abrió los ojos y lo miró. La
comisura de su boca se curvó con gracia.
—¿Por qué parece que quieres darme una paliza esta
mañana?
Min Jae-yoon apartó sus dedos que tocaban su pecho.
Mientras se sentaba, arqueo la espalda. Un gemido surgió de la nada. El día
anterior, sus muslos estaban tan separados que se preguntó si no lo había
partido por la mitad. Kang Seung-hyun los separó lo más que pudo y los agarró
sin piedad. Min Jae-yoon se estremeció ante la sensación del frío dedo
metiéndose entre sus muslos. El semen que había eyaculado le dejó pegajosa la
piel.
—Aún no está seco.
No tenía sentido si estaba seco. Kang Seung-hyun
estuvo follando el cuerpo de Min Jae Yoon hasta el amanecer. De pies a cabeza,
no hubo ningún lugar fuera de su alcance. Timbre.
Al escuchar el sonido de su teléfono vibrando desde algún lugar, Min Jae-yoon miró
a su alrededor. Kang Seung-hyun dejó de tocar su muslo. Min Jae-yoon, que había
aprovechado el momento para salir de la cama, se inclinó y buscó a tientas en
la ropa que colgaba de la silla.
—¿Quién es? Es de mañana…
—Mañana, ya son más de las 12.
Min Jae-yoon miró la hora en la pantalla y se llevó
el teléfono celular a la oreja. Kang Seung-hyun se levantó rápidamente y trató
de quitárselo. En ese momento, una voz de mujer salió del teléfono.
[¿Has estado durmiendo hasta ahora?]
No hace falta decir que Kang Seung-hyun estuvo a
punto de arrebatárselo.
[¿Estás con Kang Seung?]
La mano de Kang Seung-hyun se detuvo en el aire.
Min Jae-yoon lo miró y se dio la vuelta su nuca se puso roja.
—Uh... Mamá... ¿Por qué? ¿Qué está pasando? Seung-hyun
salió.
Kang Seung-hyun asomó furtivamente la cabeza y
escuchó a escondidas la llamada telefónica.
[Había un artículo y tú estás... ¡Cariño! Baja tu
risa. No puedo oír a Jae-yoon.]
Del teléfono celular, se filtró la voz del CEO Min,
riéndose detrás de ella. Su madre continuó hablando de nuevo.
[Descubrí que estás embarazado].
—¡¿Qué?!
Min Jae-yoon gritó. Kang Seung-hyun se tapó los
oídos. De repente estrecho las cejas. Min Jae-yoon sacudió los pantalones que
agarraba e hizo un escándalo.
—¡No! ¡Eso es información errónea! Díselo a mi
padre también. Rápido.
[¡No! Entonces, compruébalo, tú papá ya presumió de
ello ante sus amigos... y ahora se ha deprimido. Hablemos de nuevo más tarde.]
Agarrando su teléfono, las piernas de Min Jae-yoon
cedieron. Él se dejó caer sobre la cama. ¿Eso fue lo que escribieron por ir
ayer al hospital? Min Jae-yoon había anticipado qué habría artículos maliciosos
sobre ellos si iban al hospital, por lo que decidió que lo mejor sería fingir
que él era el enfermo en vez de Kang Seung-hyun. El título de —vicepresidente—
de Min Jae-yoon era literalmente una coraza porque la empresa constructora de
su familia tenía poco que perder.
A diferencia de él, que está devastado, Kang
Seung-hyun junto a él, se mostraba indiferente. Solo se frotaba debajo de la
barbilla. Pero Min Jae-yoon, que agachaba la cabeza, no pudo ver su mirada
llena de ira.
—¿Qué te preocupa?
—Bueno, ¿Por qué no pareces preocupado? ¡Dijeron
que estoy embarazado!
Ji-ong podría haber visto ese artículo. ¿Quizás sea
algo bueno? Min Jae-yoon estaba pensando en algo completamente distinto. Kang
Seung-hyun bajó el brazo, mientras él sostenía su cabeza con desesperación.
—Podemos hacerlo realidad.
—...¿Qué?
¿Hacerlo realidad? Me quedé estupefacto por un
momento. Kang Seung-hyun lentamente abrazó a Min Jae-yoon. No fue hasta que
hundió la nariz en su firme hombro que se dio cuenta de la realidad.
—¡De qué estás hablando!
Min Jae-yoon gritó y se puso de pie. Corrió al baño
y cerró la puerta. Tapándose las orejas, Kang Seung-hyun murmuró.
—Me vas a dejar sordo. Lloraste debajo de mí toda
la noche como es que aun tienes voz.
***
Min Jae-yoon apoyó la espalda contra la puerta del
baño. La luz de su teléfono celular iluminó tenuemente sus ojos desconcertados.
『Exclusiva, salieron del hospital el director
ejecutivo del Grupo Yeonjin, Kang Seung-hyeon, y el vicepresidente Min Jae-yoon』
『En el evento de Año Nuevo del Hotel Yeonjin, habla
una doble felicitación gracias al bebe』
『El fin de la infelicidad y el comienzo de la
felicidad, la bendición de un embarazo después del accidente.』
Min Jae-yoon, que leyó los artículos dos veces,
dejó escapar un profundo suspiro.
—Ja…
Las rodillas de Min Jae-yoon se doblaron
impotentes. Se envolvió la cabeza entre las manos y se agachó.
—¡¡Qué tontería!!
La voz de Min Jae-yoon resonó repetidamente en el
baño. Miró su estómago como si estuviera comprobando. Lejos de ser un bebe,
siento como si su pene siguiera dentro de mí después de todo lo hicimos toda la
noche. Se metió impotente en la ducha. El agua tibia se derramó sobre su
cabeza. Min Jae-yoon miró hacia abajo con ojos deprimidos. Se lavó el semen del
estómago y los muslos. Pronto, me sentí frustrado por la sensación del líquido
fluyendo por mis nalgas.
'¡Esto no puede seguir así!
Si continuaba así, mucho menos se divorciaría.
Terminaría dando a luz al hijo de Kang Seung-hyun y viviendo juntos durante
cien años. Min Jae-yoon se giró después de presionar el grifo. Se puso una bata
de baño y se cubrió el cabello mojado con una toalla. Min Jae-yoon abrió la
puerta y fue directamente al estudio.
Agarrando el pomo de la puerta la abrió con gran
vigor pero Min Jae-yoon se quedó sorprendido. Kang Seung-hyun estaba ahí de pie
junto al escritorio del estudio, miró hacia atrás mientras sacude su cabello
mojado con una toalla.
—¿Por qué, por qué estás aquí?
La voz sorprendida de Min Jae-yoon salió presa del
pánico.
—Es mi habitación.
Las mejillas de Min Jae-yoon se contrajeron con
fuerza. No se equivoca el dueño del estudio era definitivamente Kang
Seung-hyun. Caminó con paso apresurado y despreocupado. Si se daba la vuelta y
se iba, es posible que descubriera que había venido por la —Confirmación de
acuerdo de divorcio— así que Min Jae-yoon cambió de tema.
—¿Qué? ¿No vamos a almorzar?
Sus ojos recorrieron el escritorio de caoba.
—¿Ya te bañaste? Pensé que seguirías gritando
dentro del baño, así que iría a ver qué hay.
Kang Seung-hyun se paró frente a él, semi vestido.
Llevaba sólo unos pantalones desabrochados de enfrente dejando al descubierto
sus calzoncillos oscuros que llevaba debajo. Cada vez que se secaba el cabello
negro con la toalla, unas gotas de agua corrían por sus omóplatos y caían al
suelo.
No tenía dónde mirar. Min Jae-yoon se frotó con su
toalla con ambas manos como si intentara taparse los ojos. Fue entonces
cuando Kang Seung-hyun le entregó un
objeto.
—Vamos tómalo.
Min Jae-yoon bajó la cabeza y vio la mano de Kang
Seung-hyun frente a él. Cuando mire de cerca, vi que sostenía el trofeo de
cristal. Min Jae-yoon levantó la cabeza desconcertado.
—Tómalo.
Kang Seung-hyun volvió a agitar su mano arriba y
abajo. Min Jae-yoon aceptó apresuradamente el trofeo que decía: —Campeón
individual del torneo de tenis de la ITF Kang Seung-hyun— bajando la toalla que
cubría sus ojos.
—¿Por qué me estás dando esto?
El trofeo, que descansaba en su mano, era tan
transparente como un trozo de hielo. Era algo que Min Jae-yoon siempre había
querido tener, pero nunca había tenido. Era un objeto especial que sólo se
podía ganar ganando un torneo. Lee Yu-seong tenía una vitrina llena de ellos.
—Lo querías ayer.
—¿Yo?
Preguntó Min Jae-yoon, con los ojos muy abiertos.
Kang Seung-hyun se envolvió la toalla alrededor de la cabeza. Cuando se
inclinó, Min Jae-yoon se estremeció. No tenía ni un rasguño en la tonificada
parte superior de su cuerpo. Se quedó mirando su rostro sonriente que parecía
ser su único defecto.
—¿No es verdad?
Min Jae-yoon no pudo responder de inmediato. Sus
dedos apretaron el trofeo. Min Jae-yoon no pudo evitar sentir envidia mientras
miraba los trofeos que llenaban la vitrina de Yoo Sung. Esta era la segunda
razón por la que Min Jae-yoon no quería hablar con Lee Yoo-sung, incluso
después de tanto tiempo. Estar cerca de él parecía una comparación constante.
Mientras Min Jae-yoon luchaba y no podía librarse
de ello, Kang Seung-hyun dijo riendo.
—Tendrás que compensarme.
—¿?
Min Jae-yoon sintió una sensación de déjà vu. Kang
Seung-hyun tocó sus labios con su mano.
—Aquí, bésame dos veces.
Qué descarado. Min Jae-yoon entrecerró los ojos.
Este trofeo lo ganó el anterior Kang Seung-hyun. ¿Por qué me lo daría el
actual, con todo tipo de condescendencia? Por supuesto, tenía claro que sigue
siendo Kang Seung-hyun. Pero era difícil verlo como la misma persona. ¿Cómo
puede una persona cambiar tanto de la noche a la mañana?
—Si no te gusta, llámame 'cariño'.
—Preferiría llamarte hermano…
De alguna manera, parecía más fácil. Porque para
Min Jae-yoon, sólo Kang Ji-ong era su hermano mayor. Incluso cuando se
convirtió en presidente, todavía lo llamaba así en privado. Nadie podía
llamarlo así. Por eso Min Jae-yoon sentía que era aún más especial. Sin
embargo, frente a —cariño—, el título de —hermano— no parecía gran cosa.
—¿No puedes llamarme hermano si somos pareja?
Entonces, llámame 'cariño'.
Kang Seung-hyun actuó como si estuviera siendo muy
generoso. Min Jae-yoon puso los ojos en blanco. Miró a Kang Seung-hyun, que
estaba allí con el rostro en blanco. Era un apodo que no cambiaba nada. Solo
pensar en eso hizo que Min Jae-yoon se sonrojara.
—¿Por qué no quieres llamarme cariño?
De repente, se le puso la piel de gallina. ¡Sin una
lesión en la cabeza, no había manera de que él quisiera que lo llame así!
Entonces, el hecho de que Kang Seung-hyun estaba enfermo fue un recordatorio
escalofriante. Min Jae-yoon dio un paso atrás y apretó con mucha fuerza el
trofeo. Luego sin darse cuenta levantó lentamente la pieza de cristal.
Kang Seung-hyun, que solo observaba la situación,
dijo tranquilamente.
—Incluso si me golpeas con eso, no recuperaré la
memoria.
Min Jae-yoon respondió, dando un paso atrás.
—Incluso si vuelves a recuperar la memoria, no te
devolveré el trofeo.
Kang Seung-hyun tiró de su toalla alrededor de su
cuello con ambas manos.
—¿Te gustaría que escribiera un memorando? Por
supuesto, necesitaré una compensación adecuada.
Kang Seung-hyun señaló su escritorio asintiendo,
Min Jae-yoon lo miró fijamente a la cara y luego se apartó bruscamente. Una
sonrisa apareció en los labios de Kang Seung-hyun. Eso hizo que fuera aún más
difícil saber qué estaba en realidad pensando. Parecía que estaba bromeando o
parecía burlarse de mí. Si antes no podías saberlo debido a su falta de
expresión, ahora no era diferente.
Min Jae-yoon entró a su habitación e inmediatamente
puso el trofeo en la mesita de noche. Abrió las cortinas que cubrían la ventana
de lado a lado, dejando entrar la luz del sol del invierno. Min Jae-yoon se
quitó la bata y se cambió de ropa. La mayor parte de su ropa estaba en el
vestidor, pero Min Jae-yoon pasaba mucho tiempo en casa, por lo que tenía ropa
extra en su habitación.
Cuando estaba a punto de salir por la puerta, miró
hacia atrás. Con pasos rápidos, se dirigió a la mesita de noche. Min Jae-yoon
agarró el trofeo y lo movió a la mesa del estante, se cruzó de brazos y miró el
trofeo. Sería perfecto si dijera —Min Jae-yoon— en lugar de —Kang Seung-hyun—,
pero sabe que eso sería codicioso. Dio dos pasos hacia atrás. Si no lo miras de
cerca, no puedes ver el nombre de Kang Seung-hyun.
El trofeo brillaba a la luz del sol. Una leve
sonrisa se dibujó en los labios de Min Jae-yoon.
—Pronto se celebrará la fiesta de Año Nuevo en el
hotel.
Sentado en la mesa de la sala, Min Jae-yoon se
limpió la boca. Come un poco de pan, sintió sed y tomó un sorbo de leche. Los
dos estaban almorzando tarde. El almuerzo de hoy consistió en ensalada y pan
que Min Jae-yoon solía disfrutar cuando estaba solo. Kang Seung-hyun, vestido
con una cómoda camiseta, bebía café en lugar de leche.
A la ensalada de Kang Seung-hyun le roció un poco
de jugo de limón. Ese era el límite de las habilidades culinarias de Min
Jae-yoon. Aun así, como vio a Min Jae-yoon exprimir él mismo el limón, Kang
Seung-hyun comió sin quejarse.
—Ese dia no puedes cometer ningún error.
La expresión de Min Jae-yoon disminuyó mientras
vaciaba hasta la mitad su vaso de leche. Me sentía abrumado por la
preocupación. Kang Seung-hyun parecía tranquilo sentado en el sofá. Min
Jae-yoon dejó su vaso y levantó una ceja.
—Simplemente te quedarás de pie sin ninguna
expresión en tu rostro, estrecharas la mano de las personas que se te acerquen
y les desearas un feliz año…
Min Jae-yoon entrecerró los ojos al recordar la
antigua apariencia de Kang Seung-hyun. Kang Seung-hyun sonrió tímidamente.
—¿Era así?
—¡No sonrías! Tú no sonríes.
Min Jae-yoon grito desesperado. Cómo desearía que
el secretario Song estuviera allí en ese momento. Min Jae-yoon también asistía
a los eventos oficiales junto a él, por lo que habrá algunas personas
familiares. Pero no conozco los detalles. ¿Serán personas que beneficiará o
perjudicará a Kang Seung-hyun? Es poco probable que Kang Seung-hyun los salude
ahora, pero no puede alejarlos sin considerar sus intereses.
—Puedes decírmelo a mí lado.
—Uh, yo también asistiré, pero…
La fiesta de Año Nuevo es un evento familiar.
Incluso si Kang Seung-hyun actúa diferente, Min Jae-yoon podrá mantener a sus padres y a su hermano Sun-oh
bajo control pero...
—Tus padres también vendrán.
—¿Mis padres?
Kang Seung-hyun dejó la taza de café que sostenía.
Min Jae-yoon se secó el rostro caliente con ambas manos. ¿Debería decir esto?
frunció los labios mientras pensaba.
—¿Por qué? ¿No
se llevan bien?
Curiosamente, Kang Seung-hyun pareció ver a través
de mí. Min Jae-yoon de repente levantó la cabeza pero no pudo decir que no
simplemente asintió vagamente con la cabeza.
—Un poco...
—¿Ni un poco?
—Mucho...
—Di la verdad. De esa manera puedo prepararme.
Min respiró hondo y dijo.
—¿Ves los cuadros de allí?
Min Jae-yoon levantó la mano y señaló las obras de
arte en dirección al dormitorio. Había algunos cuadros más a la vuelta pero
sólo dos eran visibles desde el sofá.
—Tu padre los pintó.
Kang Seung-hyun se levantó y Min Jae-yoon lo
siguió. Kang Seung-hyun miró las pinturas frotando su barbilla. Las pinturas
eran similares. Una era una cabaña en el bosque, la otra una casa en el campo,
ambas con puertas pero sin ventanas. El gris y el índigo estaban mezclados
uniformemente y el cielo estaba nublado con nubes oscuras, como si hubiera una
guerra en el aire.
—Profundo, ¿no?
Min Jae-yoon no sabía mucho sobre arte, así que
solo siguió mirando las pinturas. Kang Seung-hyun preguntó.
—¿Qué hace mi madre?
—Ella es la directora de la galería.
—Uno pinta, y el otro vende los cuadros.
—No. No es así...
Min Jae-yoon lo agarró del brazo y Kang Seung-hyun
lo volvió a mirar.
—Ella no las vende, sólo las exhibe. Las pinturas
de tu padre... Tú lo convenciste para que me las diera.
Kang Seung-hyun volvió la mirada y se quedó mirando
las pinturas de la pared.
—¿Quieres decir que todos vendrán ese día?
—¿Eh? Sí… Porque asisten todos los años.
Min Jae-yoon inexplicablemente se sintió ansioso.
Cuanto más brillaban los ojos de Kang Seung-hyun, más aumentaba su
preocupación. Entonces escuchó el timbre.
—¿Quién es? No viene nadie...
Min Jae-yoon lo soltó, mientras se alejaba
Seung-hyun se quedó mirando fijamente las pinturas durante un largo momento. Ya
no le parecen tan extrañas después de escuchar la explicación de Min Jae-yoon
en comparación de cuando las vio por primera vez. Kang Seung-hyun extendió la mano
y pasó la mano por el marco. Mientras miraba de nuevo la casa sin ventanas,
sintió una extraña calidez y comodidad en la oscuridad. También despertó su
curiosidad.
—¿Secretario Song?
Min Jae-yoon se alegró de ver su silueta en el
intercomunicador. El secretario Song, que abrió la puerta principal y entró,
dijo con una expresión solemne en su rostro.
—¿Dónde está el director Kang?
El secretario Song se giró siguiendo la mano de Min
Jae-yoon. Kang Seung-hyeon todavía estaba mirando las pinturas. El secretario
Song cuadró los hombros y comenzó a caminar.
—Señor Director General, tengo algo que decirle.
—Vaya.
Kang Seung-hyun respondió sin apartar la vista. Min
Jae-yoon intervino sin saber qué hacer. No era el momento adecuado para una
conversación. Kang Seung-hyun siguió mirando las pinturas y no prestó atención
a la conversación.
—Te traeré algo de beber, pero puedes ir primero al
estudio por favor.
El secretario Song se dio vuelta y se alejó. Sin
notar que se iba Kang Seung-hyun no se movió mientras se alejaba. Min Jae-yoon,
sin quedarse atrás, le dio una palmada en la espalda a Seung-hyun.
—Te dije, ¿no? El secretario Song es una persona
muy importante para ti…
—Tú eres quien me importa.
—No, soy el único al que necesitas... Voy a buscar
algo de beber, tú ve primero, ¡date prisa...!
Min Jae-yoon logró que moviera los pies y lo empujó
hacia el estudio, luego él se dirigió a la cocina. Abre el frigorífico y sirve
zumo de naranja en un vaso. Su garganta arde por el esfuerzo. Mientras se lleva
el vaso a la boca y lo bebe, su garganta vibra con fuerza. El rostro del
secretario Song que vio antes estaba lleno de determinación. Min Jae-yoon no
tiene intención de interferir entre ellos.
***
La puerta del estudio se abrió y Kang Seung-hyun
entró. El secretario Song, que estaba parado frente al escritorio, volvió la
cabeza.
—Director Kang.
—Dime, ¿qué te tomó tanto tiempo?
—He estado a tu lado desde que asumiste el puesto a
la edad de veinticinco años.
—¿Entonces?
Kang Seung-hyun rodeó el escritorio y se sentó en
su silla, mirando al frente como si estuviera molesto. Al mismo tiempo, miró la
puerta como si buscara que Min Jae-yoon entrará.
—El Resort Eden es lo que el director Kang más
deseaba. Así como empecé con él, quiero estar a su lado y llegar hasta el
final.
—¿No sabes que he perdido la memoria? Eso ya no me
interesa.
El rostro de Kang Seung-hyun se volvió impasible,
como si estuviera aburrido. Sentado detrás de su escritorio con una mirada de
absoluta falta de emoción en sus ojos. Se quedó mirando la puerta, como si
esperara a alguien. Realmente se había olvidado de todo.
El secretario Song curvó los dedos y murmuró.
—Estoy seguro de que el vicepresidente Min Jae-yoon
estará satisfecho.
Cuando de repente mencionó el nombre de Min
Jae-yoon, Kang Seung-hyun, que estaba molesto, lo miró a los ojos. El
secretario Song recordó una vieja conversación que tuvo con el anterior
director Kang Seung-hyun que había guardado en su memoria.
—¿No sabe cuántas veces me pregunto? ¿Le gustará
esto a Jae-yoon? No he hecho nada por él hasta ahora, así que quiero darle algo
para hacerlo feliz.
—¿yo?
—Sí.
Kang Seung-hyun parecía un niño.
—¿Te hable sobre Jae-yoon?
—Sí.
—Ahora que lo pienso, realmente no sé qué le gusta.
Sólo sé dónde huele bien cuando la toco.
Kang Seung-hyun murmuró para sí mismo y se frotó la
barbilla. El secretario Song, que estaba lleno de energía, dio un paso adelante
sin perder el ritmo. El antiguo Kang Seung-hyun reconoció su competencia y lo
mantuvo a su lado. No queriendo decepcionarlo, el secretario Song se esforzó
aún más.
—¡Le encanta nadar! Después de hacer ejercicio,
disfruta de un rico chocolate caliente y un trozo de pastel de chocolate.
—Nadar... ¿Es por eso que su interior es tan suave?
—¿Qué?
El secretario Song casi pierde la cabeza por un
momento, pero juntó las manos con firmeza y se tranquilizó.
—Sabes sobre Jae Yoon y sabes sobre mí.
De repente, Kang Seung-hyun se inclinó, abrió un
cajón y sacó un trozo de papel. Lo doblo por la mitad y luego otra vez por la
mitad. Le tendió la hoja de papel doblada que cabía en un sobre al secretario
Song.
—Toma.
—¿Qué… qué es?
Mientras extendía la mano, sus pupilas se dilataron
y se preguntó si ese sería el final de su carrera.
—Un pez.
—¿Qué?
—Mi gato está detrás de esto. Cuídalo y si te digo,
cómelo.
El secretario Song miró el papel con temor. Él no
se atrevió a abrirlo. Pero era un simple trozo de papel donde lo mirara... ¿un
pez? no sabía qué decirle al director Kang Seung-hyun. Aun así, reunió el
coraje para hablar.
—Bueno... ¿Entonces puedo volver de regreso? ¿Puedo
quedarme contigo a partir de mañana?
El secretario Song suplicó con una seria mirada.
Las comisuras de la boca de Kang Seung-hyun se curvaron elegantemente.
—No, a partir de hoy irás a comprar un pastel. El
favorito de Jae-yoon.
El secretario Song
hizo una reverencia y se dio la vuelta, apretando los dedos mientras
agarraba el papel.
—…Secretario Song, ¿ya te vas? ¿Tuviste una buena
charla?
Min Jae-yoon salió de la cocina y se acercó a él.
El secretario Song giró lentamente la cabeza para mirarlo.
¿Le gustará esto a
Jae Yoon? Quiero ver su cara feliz, pero no sé si le gustará.
Recordó el rostro de Kang Seung-hyun mientras
miraba el modelo de la construcción con expresión indiferente. Fue solo un
momento que el director Kang Seung-hyun, quien siempre estaba lleno de
confianza, parecía un niño pequeño. Había una mirada de genuina preocupación en
sus ojos.
—¿Secretario Song?
Min Jae-yoon inclinó la cabeza.
El secretario Song respondió con una expresión muy
seria.
—Estoy seguro de que serás feliz.
Min Jae-yoon miró a Kang Seung-hyun, que caminaba
detrás de él como si no tuviera idea de lo que estaba pasando.
—Volveré pronto.
Kang Seung-hyun le hizo un gesto para que se fuera.
Min Jae-yoon los miró a los dos alternativamente. El secretario Song se guardó
el papel que sostenía en el bolsillo interior. Salió por la puerta principal
con una mirada solemne en los ojos y, tiempo después, volvió a entrar con una
caja grande de pastel de chocolate y la colocó sobre la mesa. Cuando Min
Jae-yoon salió con un plato y un tenedor, no había señales del secretario Song.
—¿Dónde está el secretario Song?
Kang se reclinó contra el sofá.
—Él se ha ido.
—¿Qué?
Min Jae-yoon dejó su plato y se sentó. ¿Será que la
conversación entre ambos no salió bien? Min Jae-yoon dobló un poco las rodillas
para persuadir a Kang Seung-hyun. Kang Seung-hyun lo golpeó primero, como si
supiera lo que iba a hacer.
—Le dije que descansara bien hoy y que viniera
mañana, yo también estoy cansado... Alguien estuvo llorando toda la noche, así
que tuve que consolarlo. Las cejas de Min Jae-yoon se alzaron ligeramente.
—¿Quién estuvo llorando..? ¿Y quién me consoló? ¡Tú
eres quien me intimido...!
Min Jae-yoon se tragó las palabras que tenía
atoradas en la garganta y tragó con fuerza, luego se levantó.
—¿A dónde vas? Este es tu pastel favorito de
chocolate , ¿no te lo vas a comer?
—¡Voy a buscar algo de beber!
Kang Seung-hyun soltó una carcajada, mientras Min
Jae-yoon se marchaba furioso sin mirar atrás.
—Tienes una muy buena voz.
Pero la risa de Kang no duró mucho. Kang Seung-hyun
frunció el ceño después de darle un mordisco al pastel en forma de cubo. Era
rico el chocolate pero no sólo era de chocolate la decoración sino también en
el interior. Lanzó su tenedor hacia adelante. Jinglang.
—Sentí un calambre en la parte posterior de mi
cabeza.
Kang Seung-hyun tomó un trago de su café para
calmar sus amargas papilas gustativas.
—¿En serio? Me gusta el dulce…
Min Jae-yoon tenía una enorme rebanada de pastel en
su plato y se lo estaba comiendo. Junto a él había una taza de rico chocolate
caliente. Estos dos alimentos realmente cobraron importancia después de que
terminaba de nadar. Cuando salía del agua fría y después comía algo dulce y
calentito me hacía olvidar lo difícil que fue. La natación también era un
ejercicio extenuante.
Min Jae-yoon levantó su vaso y tomó un largo sorbo.
Es cálido. Parece diluir todas las sensaciones de cansancio en su cuerpo
cansado. Salía vapor de la taza y la sala de estar rápidamente se llenó de un
olor dulce.
—¿Escuché que sabes nadar?
—Uh, ¿lo escuchaste del Secretario Song? Puedo
nadar estilo libre y espalda...
—La próxima vez, tengamos sexo en el agua.
Min Jae-yoon, que seguía hablando, mordió el
tenedor. Tiene un aspecto impecable pero cada vez que abre la boca, lo único
que sabe decir son vulgaridades.
—Te escogeré un traje de baño. No, espera no será
necesario que uses uno, ¿verdad? te lo quitaré de todos modos…
De repente, el rostro de Kang Seung-hyun se puso
serio.
—¿Lo comí pelado antes o lo comí crudo?
—Kang Seung-hyun... tú realmente...
—¿Por qué quieres apuñalarme con el tenedor?
—Ja...
Min Jae-yoon se cubrió la frente con un pálido
sonrojo. Dejó el tenedor y habló en un tono helado como si estuviera a punto de
pincharlo.
—Por favor, no puedes hablar así en la fiesta de
Año Nuevo, ¿vale? Ve lo que harás.
Min Jae-yoon se puso de pie y lo miró.
—Te pararas así.
Min Jae-yoon se paró derecho con la mirada en un
ángulo de 45 grados con una mano en el bolsillo. La taza de café de Kang
Seung-hyun tembló ligeramente.
—¡No te rías, mírame! Vas a estar así parado todo
el tiempo, inexpresivo.
Kang Seung-hyun dejó su taza de café y se echó a
reír. Min Jae Yoon constantemente sacaba a relucir la actitud del antiguo Kang
Seung Hyun almacenada en su memoria para que así recordará.
—Si te quedas en esa pose, nadie se acercará a ti
fácilmente. Te comportaste así incluso cuando estabas en la escuela.
Min Jae-yoon decidió que lo mejor sería evitar que
la gente se acercara a él. La boca de Kang Seung-hyun era impredecible, por lo
que era mejor mantener alejados a los débiles de corazón. No sabía cómo era en
el trabajo, pero cuando estaba en la escuela, nadie podía acercarse fácilmente
a Kang Seung-hyun. Tenía una presencia
que hacía difícil que la gente se acercara a él, sólo Min Jae-yoon lo lograba.
—Realmente has estado a mi lado durante mucho
tiempo…
La mirada de Kang Seung-hyun recorrió el cuerpo de
Min Jae-yoon.
—Así es. Sé muchas cosas sobre ti.
Pero lo que sí fue difícil para él era saber lo que
estaba pensando Kang Seung-hyun. El antiguo Kang no sonreía tanto como ahora y
tampoco hablaba mucho. No sólo nunca confió en otras personas, sino que tampoco
era el tipo de persona que dependía de alguien. Min Jae-yoon disfrutaba tener a
Kang Ji-on junto a él.
Min Jae-yoon se excita e irrita fácilmente con
cualquier cosa. Con su rostro pálido y sus ojos brillantes, trabajó febrilmente
para llenar los vacíos en la memoria de Kang, hasta que su chocolate caliente
se enfrió.
***
Al día siguiente,
—Bienvenido, Secretario Song.
Pasado el mediodía. Min Jae-yoon le dio la
bienvenida al secretario Song con una sonrisa cuando entró a la casa. A medida
que se acerca la fiesta de Año Nuevo, Min Jae-yoon no es el único que está
ocupado. Los hombros del secretario Song también estaban pesados.
—¿Has comido? Seung-hyun está en el estudio. Entra,
te traeré algo de beber.
—Claro, por favor.
El secretario Song venía de camino desde la oficina
con algunos documentos urgentes y una lista de personas que necesitaba
reconocer Kang Seung-hyeon. Entre el trabajo y el hogar, tenían que refrescar
la memoria de Kang Seung-hyeon.
Min Jae-yoon llevó café, jugo y galletas en una
bandeja y se acercó a la puerta del estudio. La puerta estaba abierta como si
estuvieran esperando a que entrara. Al entrar atrajo la mirada de Kang
Seung-hyun al frente. El secretario Song miró su reloj.
—Volveré en 10 minutos.
El secretario Song pasó rápidamente y tomó un vaso
de jugo de naranja.
—Gracias, lo beberé.
No olvidó agradecer, además cerró la puerta. Min
Jae-yoon dudó un instante, pero dejó la bandeja sobre el escritorio.
—¿Por qué salió el secretaria Song?
No pudo resistirse a traerles algo de merendar.
Kang Seung-hyun le había pedido que trajera bebidas a tiempo y el secretario
Song también le pidió lo mismo.
Kang Seung-hyun agarró su delgada muñeca y tiró de
él. Los pies de Min Jae-yoon se movieron impotentes. Min Jae-yoon terminó
sentado en sus fuertes muslos pero al mismo tiempo se puso rígido, por que
quisiera o no, Kang Seung-hyun apretó su trasero con la mano. Min Jae-yoon
rápidamente agarró la mano de Kang Seung-hyun y la quitó.
Cuando traía la merienda, este era el problema.
Kang Seung-hyun exige una compensación adecuada por estar encerrado en el
estudio. El secretario Song era su asistente personal pero aun así, ¿no está
bien besarse delante de él? Aunque fueran esposos.
La lengua rojiza tocó suavemente los fríos labios
de Kang Seung-hyun y él lo agarró por la nuca y tiró. Acarició los labios de
Min Jae-yoon con la lengua y cavó en su interior. Min Jae-yoon entrecerró los
ojos y centró su atención en la puerta.
—¡Detente!
Kang Seung-hyun enredó, chupó y amasó su lengua.
Mientras lo hacía deslizó su mano por la parte interna de su muslo.
—¡Mmmm…!
Min Jae-yoon apretó los labios y trató de alejarlo
con ambas manos. Pero los largos dedos de Kang Seung-hyun ya estaban explorando
su agujero y se oyó un golpe.
Min Jae-yoon rápidamente se levantó y Kang
Seung-hyun entrecerró los ojos. La puerta se abrió y entró el secretario Song.
—Te di cinco minutos más.
La cara de Min Jae-yoon ardía cuando pasó junto al
secretario Song y abandonó el estudio. La puerta se cerró de golpe y el
secretario Song colocó el vaso vacío de jugo de naranja en la bandeja.
—¿Por qué no regresa en una hora? Por el momento
aquí está la agenda para la reunión de esta tarde.
El secretario Song extendió los materiales que
había traído para que él los revisara. Kang Seung-hyun tomó la pluma
estilográfica, con el rostro distorsionado.
***
Sede de planificación estratégica del grupo
Yeonjin.
—¿Has visto los artículos?
La gente empezó a sentarse alrededor de la mesa de
conferencias en forma de U.
—No, pero es un alivio saber que el vicepresidente
Min está embarazado. Tenía miedo de que le hubiera pensado algo malo al Sr.
Kang.
—He oído que es un rumor...
—¡Ese es tu problema! Si finges, finges. ¿Alguna
vez has visto humo saliendo de una chimenea cuando no estabas en este piso? He
vivido 60 años de mi vida y nunca había oído hablar de eso.
—Por supuesto. Estoy de acuerdo.
—De todos modos, supongo que el director Kang
tampoco podrá venir hoy.
El director Kang siempre llegaba a tiempo y, si no
aparecía, como predijo tampoco lo verían hoy.
—El director Kang ha llegado.
La gente se puso de pie. Kang Ji-ong caminó sin
dudarlo y se sentó en la cabecera de la mesa. El secretario Ha lo ayudó. El
director Park le preguntó vagamente a Kang Ji-ong.
—¿Has oído la noticia? Señor presidente. ¿Es cierto
que el vicepresidente Min va a tener un hijo?
Había tensión en la sala. Todos fingían no escuchar
y miraban el material distribuido, pero aguzaron el oído y esperaron a que Kang
Ji-ong hablara. Kang Ji-ong, que estaba mirando al secretario Ha, lo miró y una
sonrisa se dibujó en sus labios.
—No lo sabía, pero ¿tal vez ellos sí?
—Vendrán a la fiesta de Año Nuevo, ¿verdad?
—Supongo que sí.
Suaves suspiros de alivio vinieron de todas partes.
Pronto la sala se oscureció y se disparó un rayo de luz azul en preparación
para la presentación.
—... ¿Qué pasa Song?
Los dedos de Kang Seung-hyun se llenan de fuerza
mientras subraya el documento. Antes de que se rompiera el papel, el secretario
Song respondió pasando a la página siguiente.
—Supongo que vendrá tarde con la merienda.
Sobre el escritorio del estudio había tres tazas de
café, tres vasos de jugo de naranja, un
plato de galletas, un sándwich y una rebanada de pastel de chocolate. Min
Jae-yoon debería venir pronto con la cuarta ronda, pero por alguna razón no
llegó aún.
—Supongo que tendré que ir y ver que sucede yo
mismo.
—Director, ¿no prometió trabajar 45 minutos y tomar
un descanso de 15 minutos?
—Quizás la próxima vez no me tome un descanso.
El secretario Song dejó escapar un suspiro cuando
Kang Seung-hyun arrojó la pluma estilográfica.
Se levantó abrió la puerta y salió. Tenía el deber de guiar de alguna
manera a Kang Seung-hyun por el camino correcto. Cogió una galleta que tenía
delante y se la llevó a la boca. El dulce sabor permaneció en su boca.
El secretario Song miró en silencio por la ventana.
Fue una suerte tener a Kang Seung-hyun a su lado nuevamente. Aun así, no podía
evitar extrañar al 'antiguo' director Kang Seung-hyun de vez en cuando. El
sonido de pasos hizo volver la mirada al secretario Song. No esperaba que
regresara hasta dentro de una hora, pero lo hizo.
Kang Seung-hyun se sentó con una expresión de
decepción en el rostro y agarró su pluma estilográfica como si fuera a
romperla.
¿Será que el
vicepresidente Min Jae-yoon no está en casa? O pelearon...
—¿Qué pasó?
—Está durmiendo.
—¿Qué?
—Jae-yoon está durmiendo… ¿dónde estábamos? Lo
terminaré en dos horas.
—Pero incluso si lo hace esta noche...
El secretario Song miró su reloj son casi las 4 en
punto.
—¿Quieres morir trabajando? Terminaremos en dos
horas, ya tengo todo esto en mi cabeza. Dame algo más.
El secretario Song tragó en seco y levantó una pila
de documentos.
—Primero que nada, esta es una lista de las
personas que asistirán a la fiesta de Año Nuevo y que deberías ver. Pensé que
sería bueno ver sus fotos junto a sus perfiles, así que los preparé.
Kang cogió un montón de papeles.
—Puedes mencionar temas de los que les guste hablar
para así liderar la conversación.
Ojeó la foto con la mano izquierda y comprobó su
perfil con la derecha. Aunque no parecía diferente de antes, su actitud sí lo
era.
—¿Por qué necesito saber qué les gusta a estos
bastardos? He olvidado todo lo que le gusta a Jae-yoon y me está volviendo
loco...
Kang Seung-hyun estaba molesto, pero nunca abandonó
su asiento. El secretario Song estaba asombrado por el cambio de comportamiento
de Kang Seung-hyun. Había perdido la memoria, pero seguía siendo el mismo. No,
no creo que eso sea necesariamente cierto. Kang Seung-hyun miró su foto de
perfil y se mordió el labio inferior.
—Sólo espera y verás. Obtendré todo, incluso lo que
no obtuve. Jae-yoon frotare mi polla contra tu pecho y la chuparas...
El secretario Song sintió un extraño mareo, como si
alguien le hubiera dado un golpe en la cabeza. Parecía que la persona que
realmente serbia había desaparecido repentinamente en sus viejos recuerdos.
***
Min Jae-yoon se dio vuelta y frotó la mejilla sobre
la almohada. Abrazó con fuerza la almohada mullida en sus brazos. Sus ojos se
abrieron de par en par. Estaba oscuro a su alrededor como era invierno, el sol
se metía temprano. Eran las 4 cuando decidí recostarme un rato. Min Jae-yoon se
frotó los ojos y salió de la habitación.
La casa está en silencio. Min Jae-yoon miró a su
alrededor. ¿Siguen trabajando? Se dirigió hacia el estudio. La puerta estaba
entreabierta, dejando entrar un poco de luz. Min Jae-yoon husmeó cuidadosamente
por la habitación. ¿Dónde están? No veía al Secretario Song por ningún lado.
Tampoco había ninguna señal de Kang Seung-hyun. Sin embargo, la silla del
estudio estaba girada hacia la ventana.
—¿Ya
terminaron de trabajar?
Min Jae-yoon empujó suavemente la puerta para
abrirla. Entró y se dirigió directamente a un lugar. Al mismo tiempo, miró
hacia atrás para comprobar y asegurarse de que Kang Seung-hyun no entraba. Min
Jae-yoon se dirigió rápidamente hacia el cajón. Fue entonces que la silla se
giró en ángulo con Kang Seung-hyun recostado con los ojos cerrados moviendo los
dedos en el reposabrazos.
—¿Debería poner una pecera aquí?
—!
Sorprendido, Min Jae-yoon se encogió. Kang
Seung-hyun levantó un párpado tranquilamente, después abrió su otro ojo
mientras observaba el rostro pálido de Min Jae-yoon.
—Si libero algunos peces, podrás nadar y jugar con
ellos, o será mejor simplemente derribar el complejo y construir un acuario.
—¿De qué estás hablando? ¿El Secretario Song...?
¿Terminaste de trabajar?
Kang Seung-hyun escuchó las confusas palabras de
Min Jae-yoon
—El hombre que solía ser, no tenía sentido común,
ni siquiera sabía lo que le gusta a mi gato…
Min Jae-yoon se inclinó y se acercó a su rostro,
Kang Seung-hyun no se veía bien. Me pregunto si es porque está enfermo y el
trabajo fue muy duro.
—¿Soñaste? Debes haber tenido un lindo sueño.
Kang Seung-hyun se levantó de la silla y extendió
la mano. Agarró a Min Jae-yoon del brazo y comenzó a caminar.
—Oye, espera, tengo que limpiar todo esto…
El escritorio estaba abarrotado, sobre él había
tazas de café, vasos de jugo, un sándwich a medio comer, galletas, y una
rebanada de pastel, cuadernos, plumas estilográficas y papeles intactos. Min
Jae-yoon originalmente no frecuentaba esta habitación ni la limpiaba. Era claro
que tenía algo más bajo la manga. Incapaz de deshacerse del sentimiento de
arrepentimiento, Min Jae-yoon miró hacia atrás, en ese momento lo agarró por la
muñeca arrastrándolo fuera del estudio.
—Song, limpia todo lo que no comiste y vete.
El secretario Song, que parecía volver del baño,
caminó hacia ellos. Su flequillo estaba un poco mojado, como si acabara de
lavarse la cara. El secretario Song aceptó y entró en la oficina.
—... ¿Has terminado tu trabajo?
Preguntó Min Jae-yoon mientras entraban a la habitación
más cercana al estudio. Kang Seung-hyun respondió cerrando la puerta detrás de
él.
—Me di cuenta de algo hoy.
—¿Qué, recuperaste tu memoria?
—¡No, es más importante que eso! Me di cuenta de
que cuando estoy estresado, mi pene se pone duro.
—¿?
Por un momento, Min Jae-yoon quedó desconcertado
por el repentino giro de los acontecimientos.
—Este no es un trabajo que estoy haciendo por mi
propio placer y no sé cómo voy a terminar a tiempo sin perder el ritmo. Tengo
mucho trabajo que hacer.
En medio de la lucha, el trasero de Min Jae-yoon
fue jalado hacia atrás y su cuerpo se inclinó en la cama. Intentó ponerse de
pie pero Kang Seung-hyun rápidamente agarró su brazo y lo torció hacia atrás
obligándole a acostarse boca abajo sobre la cama. Min Jae-yoon hizo todo lo
posible por escapar presionando la cama con la mano libre que tenía.
Kang Seung-hyun lo empujó hacia abajo después le
bajó los pantalones y la ropa interior al mismo tiempo. Cuando se reveló su
trasero blanco y redondo, los ojos de Kang Seung-hyun se afilaron como la punta
de un cuchillo.
—Me debes 45 minutos.
Kang Seung-hyun se desabrochó los pantalones con su
mano libre. Sacó su pene que había estado reteniendo sus calzoncillos. Con la
mirada fija en las suaves nalgas de Min Jae-yoon, y estando a punto de follarlo
liberó sus feromonas.
—Suh, Seung-hyun…
Los muslos de Min Jae-yoon temblaron, suplicando
por la presión que sentía en su espalda, sabiendo que lo iba a atravesar en
cualquier momento por detrás.
—Cálmate, habla tranquilamente conmigo...
El intentó disuadirlo, pero no funcionó ya que lo
sujetó con más firmeza torciendo su brazo. Más bien, fue como si hubiera
estimulado más a Kang Seung-hyun que sacudió su blanco trasero.
—Borrador del proyecto, vista panorámica, lista de
asistencia a la fiesta de Año Nuevo, estado de promoción del resort, lista de
inversores extranjeros, carta de aprobación de la construcción del proyecto del
Ministerio de Tierra, Transporte y Asuntos Marítimos.
La mano de Min Jae-yoon, que había estado luchando
contra la sábana, se detuvo por un momento. Las palabras de Kang Seung-hyun
tocaron una fibra sensible.
—Mientras tú tenías un sueño placentero, las cosas
que yo vi en realidad…
—...Bueno, eso es...
Min Jae-yoon aclaró su garganta y, mientras elegía
sus palabras, el glande abultado presionó su agujero que comenzó a mojarse un
poco.
—¡Puaj!
Un gemido bajo escapó de entre los labios de Min
Jae-yoon mientras agachaba la cabeza.
—Ni siquiera lo he metido todavía, no seas tan duro
conmigo.
—No es una muerte terrible…
Min Jae-yoon no pudo terminar la frase. Cada vez
que respiraba las feromonas de acacia de Kang Seung-hyun llenaban sus pulmones
e hizo que su cuerpo hormigueara profundamente por dentro. Me picaba tanto el
interior que quería meter mis dedos y rascarme. Como intoxicado por un
afrodisíaco, ya no tenía fuerza en el brazo doblado hacia atrás.
Curvando sus redondeados dedos Min Jae-yoon agarró
la sábana con fuerza. Kang Seung-hyun presionó su pene contra el agujero
rosáceo, que filtró un poco de jugo de amor. Tardo un poco, pero el glande
atravesó el agujero. Min Jae-yoon se estremeció ante la sensación familiar de
la carne fuertemente entrelazada separándose mientras se hundía.
Se agarró a la cama con todas sus fuerzas. Si no lo
hacía, sentía que se caería de bruces. Min Jae-yoon sintió como si todos sus
órganos internos estuvieran siendo empujados hacia arriba por el trozo de carne
que lo penetraba sin preparación.
—¡Uf, tsk…!
Min Jae-yoon dejó escapar un breve grito ahogado.
Kang Seung-hyun soltó su brazo. A Min Jae-yoon le dolía el hombro, pero no tuvo
tiempo de prestarle atención ya que sintió la frialdad de sus manos alrededor
de su cintura. Kang Seung-hyun lo sostuvo de los costados con ambas manos empujo con fuerza su pared interior. Después
metió la mano dentro de su camisa y apretó un pezón de Min Jae-yoon sin piedad.
—He agotado toda mi paciencia reprimiendo la
necesidad de meterlo dentro de tu boca.
El brazo de Min Jae-yoon tembló. Kang Seunghyun
agarró su esbelta cintura con ambas manos y tiró de él hacia atrás. Las caderas
de Min se elevaron cuando lo jalo. Kang Seung-hyun giró un poco su cintura y se
acomodó. Deslizando su pene hacia adelante y hacia atrás. Retrocediendo lo
suficiente como para ver el glande y luego, puf, lo volvía a meter hasta chocar
con sus bolas. Kang Seung-hyun no le dio a Min Jae-yoon el más mínimo espacio.
Mirando la espalda de Min Jae Yoon, que tenía la
cabeza inclinada con solo las nalgas expuestas, Seung-hyun se pasó la lengua
por el labio inferior. Min Jae-yoon dejó escapar un suspiro caliente. Las manos
en sus nalgas expuestas las sentía frías pero el pene que clavaba en su agujero
lo sentía tan caliente que parecía que iba a quemarlo.
Kang Seung-hyun agarraba sus nalgas con ambas manos
separándolas. Miraba como su pene perforaba el agujero que se empapaba con jugo
de amor.
—Si tan solo fueras tan honesto como aquí. Tu
agujero está mordiendo mi polla ahora mismo, masticandola sin querer soltarla…
—!
El corazón de Min Jae-yoon pareció congelarse en
ese instante.
—Mentira… yo… no puedo… ¡De ninguna manera…!
Volvió a sus sentidos como si lo hubiera rociado
con agua fria, luego levantó una mano para cubrirse la boca, eso solo intensificó
las embestidas de Kang Seung-hyun haciendolas cada vez más intensas, Min
Jae-yoon dejó escapar un gemido reprimido.
—¡Haaahhhhhhhh!
Sonidos húmedos y explosivos emanan de la parte
inferior de sus cuerpos que chocan. Debido a que Min Jae-yoon estaba inclinado
toda su sangre pareció correr hacia el frente. Pero lo que realmente le
molestaba era su espalda. Podía sentir claramente que sus paredes internas
ardían con cada movimiento, el jugo de amor empapaba su perineo y fluía por sus
muslos.
Cada vez que Kang Seung-hyun lo apuñalaba por
detrás, Min Jae-yoon abría mucho los ojos, ya sea por la sangre que corría por
su rostro o por la sensibilidad del lugar en el que lo estaba apuñalando.
Finalmente, Min Jae-yoon retorció la cintura debido a una sensación extraña y
se quejó de dolor.
—¡Ah, ugh...! Ahora... espera... yo... me duele.
—No te muevas. Estoy enojado.
En realidad no le dolía, pero pensé erróneamente
que eso era, ya que sentía una sensación que nunca había sentido en mi vida. El
pene rojo oscuro que penetraba el denso agujero tenía venas prominentes. Las
nalgas de Min Jae-yoon temblaron ante la extrañeza de que su agujero se
ensanchara y luego se contrajera. Quería escapar de la extraña sensación y de
tener la espalda torcida. En particular, la extraña sensación que no entendía
era similar a querer orinar.
Kang Seung-hyun echó sus caderas hacia atrás. Fue
el momento en que el trasero de Min Jae-yoon cedió y estuvo a punto de
desplomarse sobre el suelo de mármol. Su cuerpo fue arrastrado y arrojado sobre
la cama. Kang Seung-hyun le quitó los pantalones y la ropa interior a Min
Jae-yoon, que colgaban sobre sus rodillas, y los arrojó al suelo. Extendiendo
las manos.
—Ups... S... ¡Seunghyun-ah!
Min Jae-yoon gritó con urgencia. Kang Seung-hyun
estaba loco. No, tenía que serlo.
Kang Seung-hyun agarró la camisa de Min Jae-yoon y
tiró con fuerza de ambos lados arrancándole violentamente los botones. Al mismo
tiempo, los botones volaron por todas partes. En el pecho blanco y desnudo de
Min Jae-yoon, se veían los chupetones dejados por Kang Seung-hyun. La parte
superior del cuerpo de Min Jae-yoon subía y bajaba salvajemente presa del
pánico mientras miraba su ropa desgarrada. Pero la voz de Kang Seung-hyun era
aún más feroz.
—Te lo dije, no tengo paciencia.
—¡Pero mi ropa…!
La parte posterior de la cabeza de Min jae-yoon se
estrelló contra la cama. Sus piernas fueron levantadas. Kang Seung-hyun con
solo la parte delantera de sus pantalones abierta revelando su pene, apoyó los
tobillos de Min Jae-yoon sobre sus hombros.
—Ah... ¡Aah!
Al mirar hacia arriba desde abajo, la visión de Min
Jae-yoon se volvió borrosa. El mundo se puso patas arriba y mi trasero se elevó
hasta las rodillas. Además, era consciente de la mirada de Kang Seung-hyun
mirándolo, lo que la hacía sentir avergonzado.
—Ahora puedo ver mejor tu interior rojo.
Kang Seung-hyun sonrió lánguidamente. El labio
inferior de Min Jae-yoon tembló. Sintió un miedo desconocido. Kang Seung-hyun
trazó los pliegues húmedos con las yemas de los dedos.
—La forma y el color son muy bonitos.
El agujero, que había abierto hasta su punto
máximo, se retorcía y contrae con sus dedos. Min Jae-yoon sintió que el calor
subía a sus ojos y se los cubrió con ambas manos. Sus dedos se clavaron en el
agujero. Destrozando persistentemente las paredes interiores. El número de
dedos que entraban y salían aumentó de uno en uno.
Ante eso, Min Jae-yoon sintió que las lágrimas
brotaban de las comisuras de sus ojos. En realidad, lloraba mucho cuando era
niño, pero a medida que crecí, naturalmente lloré menos delante de los demás.
Sin embargo, hubo un momento en el que lloré frente a Kang Seung-hyun. Lo mismo
ocurrió cuando Kang Ji-ong se casó. Él sabía también muchas cosas sobre Min
Jae-yoon.
Y ahora está explorando profundamente dentro de mi
cuerpo, en una parte íntima que ni siquiera yo puedo ver. Kang Seung-hyun
presionó la apretada pared interior con ambos dedos.
—Creo que fue aquí...
Mientras murmuraba para sí mismo y presionaba la
pared interior con la punta de los dedos, la espalda de Min Jae-yoon pareció
rebotar. Un escalofrío recorrió su estómago, subió por su columna y llegó a su
cabeza. Min Jae-yoon respiro con dificultad.
—¿Bien?
Kang Seung-hyun presionó sus dedos en el mismo
lugar. Las caderas medio levantadas de Min Jae-yoon se balancearon. Me sentí
mareado y me temblaba la barbilla. Ya no podía pensar en nada.
—Tsk…
No puedo sentir si las lágrimas que brotan de mi
rostro cubierto por mis manos caen o se han detenido. Mi pene se contrajo
mientras lo sostenía Kang Seung-hyun, y los dedos que entraban y salían dentro
del húmedo agujero parecían estar desgarrando la pared interior. Kang
Seung-hyun jugó con sus dedos gruesos y húmedos.
La carne enrojecida llamó su atención cuando los
dedos se extendieron de izquierda a derecha, crepitando. Presiono su pene en el
agujero. El cuerpo de Kang Seung-hyun descendió lentamente de arriba a abajo,
pero Min Jae-yoon sintió como si lo estuvieran apuñalando. Los ojos de Kang Seung-hyun están ligeramente fruncidos.
Las sorprendidas paredes interiores de Min Jae-yoon estaban cediendo.
—Has estado comiendo muy bien.
Kang Seung-hyun acarició afectuosamente sus
redondas nalgas, luego las agarró con ambas manos, las separó y metió su pene
entre ellas. No tenía intención de dar marcha atrás, incluso si estaba a punto
de morir. Las caderas de Min Jae-yoon, que habían estado en el aire todo el
tiempo, se balanceaban.
—¿¡Qué tan profundo…!? ¿Vas a entrar?
La voz de Min Jae-yoon fue amortiguada por la palma
de su mano, pero Kang Seung-hyun siguió penetrando, cada vez más profundamente.
—No puedo ver tu cara. Quita tus manos.
Kang Seung-hyun, que había empujado su pene hasta
la raíz, estiró los brazos. Agarró el dorso de la mano de Min Jae-yoon, porque
no podía ver su rostro. Las pestañas de Min Jae-yoon estaban mojadas con
ligeras gotas de agua. Kang Seung-hyun rozó el rabillo de su ojo y susurró.
—¿Tienes miedo de mí?
La cintura de Kang Seung-hyun, que había estado
agarrando tan fuertemente sus nalgas separándolas para insertar su pene, se
movió suavemente. Parecía que estaba prestando muy poca atención. Las piernas
de Min Jae-yoon, que seguían sobre sus hombros se deslizaron hasta sus brazos.
La espalda de Min Jae-yoon presiona la sábana una y otra vez.
Kang Seung-hyun abrió bien los muslos y bajó la
parte superior del cuerpo. La distancia se redujo hasta que la parte superior
de sus cuerpos se tocaron. La penetración fue mucho más profunda. Los fríos
labios de Kang Seung-hyun rozaron los labios de Min Jae-yoon. Lamió los labios
entreabiertos de Min Jae-yoon y metió la lengua. Min Jae-yoon logró levantar el
brazo y agarró fuerte su hombro.
Kang Seung-hyun no se movió tan vigorosamente como
antes. Su lengua entrelazada la chupo, acaricio y empujo suavemente. Enterró la
cabeza en el hueco de su delgado cuello. Chupó la piel alrededor con los labios
y rápidamente se puso roja. La piel de Min Jae-yoon era sensible, por lo que
incluso una pequeña succión fue suficiente para dejar una marca.
Además, sus pezones erectos eran rosados. Las
marcas dejadas por Kang Seung-hyun también florecen como pétalos de flores
alrededor del pecho. Kang Seung-hyun lo acaricio a tientas y apretó el pezón,
que era suave contra su palma. Entonces la pared interior inmediatamente apretó
mi pene.
—¡Puaj!
De repente, Min Jae-yoon entrecerró los ojos. Sentí
dolor en mi hombro izquierdo. Kang Seung-hyun me había mordido en el hombro.
—Tú me provocaste.
Su pecho apretado dolía como si fuera a
desgarrarlo. El tenso torso de Kang Seung-hyun se echó hacia atrás, y Min
Jae-yoon agarró la sábana que estaba a su alcance. Kang Seung-hyun puso una
pierna sobre su hombro y agarró el pene de Min Jae-yoon. La velocidad de las
embestidas desde abajo envió al cuerpo de Min
Jae-yooa a un frenesí.
—¡Ahhh…! Caliente… Mmm, mmm.
Su diminuto escroto temblaba. Todo el cuerpo de Min
Jae-yoon hormigueaba por las sensaciones que venían del frente y de atrás.
Líquido transparente brotó de la punta del pálido pene de Min Jae-yoon. Después
de eyacular en la palma de Kang Seung-hyun, una vez más sentí que mi mundo se
ponía patas arriba. Min Jae Yoon tuvo que acostarse boca abajo y soportar que
Kang Seung Hyun se acercara detrás de él.
—Ja, ja... Haa...
Sentí que mi cerebro se estaba derritiendo. La
cintura donde lo sostenía estaba caliente y la sensación en el agujero hacía
tiempo que había desaparecido. El jugo de amor que actúa como lubricante estaba
espumoso.
Kang Seung-hyun ni siquiera se molestó en salir del
agujero de Min Jae Yoon después de correr hasta el fondo. Por el contrario, se
volvió más fácil entrar y salir, así que lo metió más profundo que antes.
Fue entonces cuando eyaculó por segunda vez.
Dándole una palmada en el trasero disfrutando del resplandor. Los dedos de Min
Jae-yoon estaban flácidos. Su cabeza sudorosa descansaba sobre la almohada.
—No más... ya no puedo…
Sería difícil más allá de esto. Min Jae-yoon no
pudo aguantar más y se desplomó. Kang Seung-hyun lo miró y luego echó las
caderas hacia atrás. El líquido fluyó por su pene rojo oscuro y bajó por el
perineo.
—... Mmm... Mmm...
Min Jae-yoon disfrutó del agua que se filtraba
entre sus labios. Pronto levantó sus pesados párpados y su visión borrosa se aclaró. Justo cuando la silueta ondulante se hacía más clara, Kang
Seung-hyun se acercó y capturó sus labios. La garganta de Min Jae-yoon retumbó,
tomó el agua que le metió en la boca y la bebió. La punta fría de su lengua
lamió perezosamente sus labios entreabiertos.
—¿Más?
—No, gracias.
Min Jae-yoon lo empujó y volvió la cabeza. Fuera de
la ventana estaba aún más oscuro. Kang Seung-hyun miró fijamente el mismo lugar
que miraba Min Jae-yoon y dijo.
—Solo lo hicimos durante dos horas.
—Ja...
Dijo 45 minutos pero luego se tomó todo el tiempo
que pudo.
—¿Dónde está el secretario Song?
—Él se ha ido, es una persona útil. Se ha vuelto
bastante perspicaz.
Kang Seung-hyun se levantó de la cama y se bebió el
resto de la botella de agua. Con el pelo todavía mojado por la ducha, sólo
vestía pantalones. Tiró la botella que había terminado de beber a la basura y
salió por la puerta.
Min Jae-yoon no tenía fuerzas para mover un dedo.
Se sentía agotado. Aun así, no podía conciliar el sueño en ese estado. Me dolía
todo el cuerpo y quería bañarme. Mientras luchaba por levantarme, noté que mi
camisa rota colgaba suelta sobre el futon.
—No tenías que rasgarla, era mi camisa favorita...
Min Jae-yoon levantó la vista mientras jugueteaba
con su ropa. Kang Seung-hyun entró con una bolsa en la mano.
—¿Qué es eso?
—La cena, Song la dejó en la sala. Es su manera de
pagarte por lo que hiciste, siéntate.
Min Jae-yoon intentó levantarse, pero su trasero se
pegó a la cama y su camisa rota cubría su cintura.
—¿No voy a comer aquí? comeré en mi habitación…
—No, vas a dormir aquí así que no importa.
Esta era originalmente la habitación de Kang
Seung-hyun. Los dos tenían sus propias habitaciones. Por supuesto, era más
cómodo así, así que Min Jae Yoon no se quejó.
—¿Dormiré en tu habitación otra vez?
—¿Quién tiene su propia habitación cuando estamos
casados? Toma.
Kang Seung-hyun sacó una caja de cartón de la
bolsa. Una capa de arroz estaba servida con un sabroso curry y otra caja
contenía un bistec. Aunque sentía frío, a Min Jae-yoon se le hizo la boca agua.
Era su comida favorita: grandes trozos de verduras y carne.
—Espera
Min Jae-yoon frunció el ceño. ¿Fue una ilusión?
Sentí que se comportó como a un animal. Min Jae-yoon agarró una cuchara de
plástico.
—¿Por qué? Tengo hambre…
Min Jae-yoon se quejó y levantó la cabeza. Como
esperando Kang Seung-hyun lo besó fríamente. Deslizó su lengua dentro de la
boca abierta de Min Jae-yoon, entrelazando sus lenguas y chupando ligeramente.
—El aroma es tan fuerte que siento que si comes
esto, no querré besarte.
Min Jae-yoon recogió el arroz con su cuchara, como
si hubiera dejado de intentar discutir. Sus labios se mueven suavemente. El
sabor dulce y salado rápidamente levantó el ánimo de Min Jae-yoon.
Min Jae-yoon saboreó otra cucharada y miró a Kang
Seung-hyun. Kang Seung-hyun era sensible a los olores. Ni siquiera tocaría su
comida si oliera un poco mal, por lo que no había decoración en su filete. Tomó
un trozo de carne con el tenedor y se lo metió en la boca.
—¿Comer esto
hará que no quieras besarme?
Al saber esto un pensamiento extraño pasó por la
mente de Min Jae-yoon. Si como esto todos los días, ¿Kang Seung-hyun se alejará
de mí? No importa lo enfermo que esté. Estaba demasiado obsesionado con hacer
eso. Ni siquiera mi hermano menor, Seon-oh, es así. Sin embargo, los
pensamientos impuros de Min Jae-yoon terminaron esa noche.
Después de ducharse y antes de irse a la cama, Kang
Seung Hyun besó los labios de Min Jae Yoon. Min Jae-yoon, resignado, intentó
poner una almohada pero Kang Seung-hyun la apartó de un puñetazo. Min Jae-yoon
miró la almohada a los pies de la cama con incredulidad.
—Yo tampoco dormí bien anoche.
—¿No fue por eso que tomaste una siesta esta tarde?
Si no, no hubiera llegado a este punto porque me debías 45 minutos.
¿Quién diablos es el responsable de todo esto? Min
Jae-yoon no se atrevió a escupir esas palabras. Él también tenía la culpa de
todo esto. Porque su mal humor fue la razón por la que Kang Seung-hyun perdió
la memoria en primer lugar.
—Acostúmbrate.
Kang Seung-hyun, completamente desnudo, se acostó
en la cama y estiró sus largos brazos, le hizo un gesto. Parecía como si le
estuviera diciendo que se acostara.
—ja...
Una ira acalorada surge desde lo más profundo. Min
Jae-yoon se cruzó de brazos con torpeza y estiró el cuello.
Min Jae-yoon se acostó boca arriba, de espaldas a
Kang Seung-hyun, y cerró los ojos. Entonces, sin previo aviso su fría mano se
deslizó debajo de su almohada. Kang Seung-hyun lo apretó contra su pecho con
orgullo. Min Jae-yoon intentó apartarlo, pero fue inútil. Finalmente, Min
Jae-yoon agarró su muñeca y trató de arañarlo.
—¿No es bueno para ti si recupero mi memoria?
La voz de Kang Seung-hyun hizo que un escalofrío
recorriera mi espalda al sentir un cosquilleo en la nuca donde tocó su aliento.
—Así es… pero… no eras el tipo de persona que
dormía así…
Min Jae-yoon soltó su muñeca ya que ni siquiera
tenía energía para luchar.
—¡Jaja, es difícil…!
Debido a que la almohada no era cómoda, Min
Jae-yoon no pudo dormir y daba vueltas y vueltas. No estaba seguro, pero pensó
que si podía recuperar su memoria, podría volver a su vida normal y todo se
solucionaría. No estaba completamente seguro de eso, pero una vez que
recuperara su memoria, su obsesión terminaría o al menos lo intentaría.
Min Jae-yoon se acomodó como pudo en el rígido
brazo de Kang Seung-hyun y cerró los ojos. Solo espero que pronto recupere su
memoria.
***
El día de año nuevo fue brillante. Min Jae -yun
estaba ocupado en la sala de estar. Al igual que el Secretario Song en la
Biblioteca. Kang Seung-hyun era el único en casa que estaba despreocupado como
cualquier persona.
—Apresúrate.
—No es demasiado tarde, ya es una locura.
Fue guiado por Min Jae –yoon de la mano al
vestidor. En uno de los percheros está colgado su traje para el evento. Por otro
lado, había más ropa formal para actividades cotidianas. Kang Seung-hyun
siempre había favorecido la ropa formal y rígida. En el centro había una
vitrina con corbatas, relojes, cinturones y puños de todo tipo.
—Usa esto.
Min Jae-yoon le entregó su traje negro favorito.
Cuando se puso los pantalones que envolvía sus largas piernas, la camisa que se
ajustaba a su fuerte torso, el chaleco, la corbata, sintió como si estuviera
viendo al antiguo Kang Seung-hyun.
—Señor Kang...
Los ojos del secretario Song se abrieron como
plato. Sintió un hormigueo indescriptible en su pecho. Sin embargo, Kang Seung
-hyun respondió sin mirarlo.
—Song, Yunan, Don't Temble.
—Sí, señor director.
Ahora está bastante familiarizado con la forma de
hablar de Kang Seung-hyun. Min jae-yoon miró a Kang Seung-Hyun, que estaba
mirando a través de los estantes. Puso los puños en sus muñecas, Min Jae-yoon
abrió los ojos por la sorpresa. Kang Seung recogió un reloj y lo puso en su
muñeca derecha. Aunque no podía recordar, sus hábitos eran realmente
aterradores.
—¿Qué?
Kang Seunghyun lo miró, al sentir su mirada. Min
Jae-yoon sacudió la cabeza.
—Nada.
Entendió un poco los sentimientos del Secretario
Song. Min Jae -yoon sonrió y dio un paso atrás.
—Ahora sal debo cambiarme.
—¿Por qué?
—Bueno, ¿quieres ver como me desnudo?
Min jae-yoon levantó una ceja con
incredulidad.
—Quiero ver…
Kang Seun-Hyun miró hacia atrás sin terminar la
oración. El secretario Song salió ante las frías miradas de ambos, pero Min
jae-yoon también sacó a Kang Seung–hyun. Min Jae-yoon cerró la puerta y se
quitó la ropa. Él eligió un traje de color crema, mientras se ataba la corbata
se miró en el espejo. Una marca en su cuello llamó su atención. Kang Seung-hyun
la había dejado.
Minjae-yoon abrió un cajón del tocador, sacó una
bufanda y la ató alrededor de su cuello. Se volvió y comenzó a caminar. La
puerta se abrió y Kang Seung-hyun, que estaba recargado contra la pared con una
expresión hosca porque estaba aburrido esperando, giró la cabeza. El secretario
Song se había ido con anticipación para traer el automóvil y los esperaría
abajo. Agarró el brazo de Kang Seung-hyun.
—Me prometiste algo.
—Lo hice. Tendremos sexo en la piscina cuando
regresemos.
Min Jae-yoon casi se mordió la lengua. Nunca había
hecho tal promesa. Traté de evitar ser barrido.
—¿Lo olvidaste? Acordamos no hablar de eso.
—Bueno.
—Vamos. El secretario song nos está esperando.
Los dos pasaron por la puerta, Min jae-yoon
extendió la mano para abrir la puerta principal. Kang agarró su brazo y lo
detuvo.
—¿Qué, tienes alguna pregunta?
Una larga sombra cayó sobre su rostro. Kang
Seung-hyun acercó su rostro, y capturó sus labios. Min Jae-yoon sintió la
frialdad de su lengua en el labio inferior. Pero él no fue el único que lo
sintió.
—Tus labios están calientes. Entonces se siente
bien chuparlos.
Kang Seung-hyun miró los labios con saliva de Min
Jae-yoon.
—El interior es más.
Empujó la puerta principal. La cara de Min jae-yoon
se sonrojó como si tuviera fiebre. Pero luego cambió su expresión.
***
Dentro del automóvil que se mueve rápidamente, la
mirada de tensión de Min Jae –yoon se reflejaba en el vidrio. Normalmente Kang
Seung-hyun habría detenido a las personas que se le acercaran con una fría
mirada, pero las cosas eran diferentes ahora, y no podía evitar preocuparse por
el actual Kang Seung-hyun a su lado. De repente, Kang Seung-hyun abrió el sobre
rojo y miró la invitación distribuida por el grupo Yeonjin.
Min Jae-yoon observó su seria expresión y apartó la
mirada de la ventana. Incluso sin sus recuerdos, exudaba un aura intensa que
era difícil de abordar. Mientras no abriera la boca, no se veía diferente al
antiguo Kang Seung -hyun. Mi corazón latía rápido. No nos atraparán. Le sudaban
las palmas de las manos.
Por la noche, la calle frente al hotel Yeonjin
estaba llena. Un auto pasaba, se detenía y gente muy bien vestida se bajaba.
Caminando hacia la entrada del hotel coloreado de luces.
—Bienvenido, director Kang.
Kang Ji -ong, que salió de un auto, sonreía
enfrentando a la gente. Otro auto se detuvo detrás de él, y un hombre que
corrió rápidamente les abrió la puerta.
—¿No es ese el secretario Song?
Ante el grito de
alguien, Kang Ji -ong se detuvo. Se giró y vio que Kang Seung-hyun salía del
auto. Varias personas a su lado se apresuraron hacia Kang Seung -hyun al
unísono. El Secretario Song, que está ocupado saliendo también del auto, los
detuvo con la mano. Min Jae-yoon, vestido con un traje elegante, también se
bajó notando cómo la gente estaba abarrotada alrededor de Kang Seung -hyun.
—Estoy muy feliz de verlo este día de año nuevo.
—Sabemos lo que está pasando...
¡No, este tipo va
a hacer un gran problema!
Kang Seung-hyun miró perezosamente a la multitud
que se apresuró como un enjambre de abejas. Eso solo los hizo que hablaran y
hablaran mientras sus ojos brillaban. Ellos esperaban que hablara, fue entonces
cuando Kang Seung-hyun abrió la boca y hábilmente dirigió la conversación. No
parecía estar intimidado ante el hecho de que no los recordaba.
Por el contrario, estaba abrumando a las personas
con su presencia. Min jae-yoon sintió una gran sensación de alivio. También
escuchó las palabras que había inculcado en él una y otra vez.
—... ¡hiciste eso! Me alegro.
—Me alegro.
Kang Seung-Hyun miró detrás de él cuando terminó de
hablar. Min Jae-yoon se dio la vuelta y se acercó a él. Kang Seung-hyun
extendió la mano y Min Jae -yoon sin poder decir nada extendió la mano con su
anillo frente a él. Sus manos se estrecharon con un tintineo. La fiesta recién
comenzaba.
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