Historia paralela 2

—OCCH?

Antes de que nos diéramos cuenta, ya era octubre. En la sala VIP, Min Jae-yoon, que vestía una bata de hospital, levantó un paquete con ropa que su madre había comprado.

—Porque son niños.

Ante las palabras de Min Jae-yoon, los ojos de su madre se volvieron sombríos. Min Jae-yoon intentó con todas sus fuerzas apartar la mirada. Hizo un gesto con la mano donde tiene insertada la aguja de la intravenosa.

—Está bien. Se lo pondré. ¿Pero por qué compraste tres iguales?

—Son trillizos.

Min Jae-yoon dejó escapar un largo suspiro mientras miraba la ropa que se extendía desde sus muslos hasta sus tobillos. El amor de su madre por los conejos persistía en la ropa de Min Jae-yoon aún ahora, y por lo visto continuará con los trillizos.

Min Jae-yoon recogió la ropa que tenía sobre su regazo. Había una sudadera blanca con una capucha que tenía unas orejas de conejo que colgaban. « ¿Qué diría Seung-hyun cuando viera esto?» Pero él no era el tipo de persona que se entromete en este tipo de cosas. No parece importarle mucho.

—Últimamente, tu padre en casa escribe caligrafía todo el tiempo.

—¿Qué está haciendo?

—Tu papá… dijo que le pusieran Kang Seo-yeon… de nombre a un niño.

Ella dobló la ropa cuidadosamente y la guardó. La sonrisa en sus labios estaba llena de alegría. Min Jae-yoon se reclinó en la cama con resignación. El aspecto de su padre lo ve claramente en su mente debió sacar todos los cuadernillos y combinar varios nombres. Por eso también llamaron a Min Jae-yoon y Min Seon-oh así.

—¿Todavía falta una semana? Regresaré mañana.

Ella miró la hora y se levantó. La fecha prevista del parto era dentro de una semana. A Min Jae-yoon ya lo habían internado y descansaba en una habitación en el hospital. Fue por decisión de Kang Seung-hyun.

—Cuídate.

Justo antes de cerrar la puerta, el rostro de su madre se iluminó mientras miraba a la distancia. Sólo por eso, Min Jae-yoon pudo adivinar que Kang Seung-hyun era quien se acercaba. «No era por mí. Ella vino a ver su rostro» La alta silueta de Kang Seung-hyun se detuvo justo frente a la puerta abierta.

Las dos personas tuvieron una breve conversación. Poco después, Kang Seung-hyun entró y cerró la puerta detrás de él. Se quitó el saco que llevaba puesto y lo colgó en la cama. Su chaleco se tensó al sentarse en la cama vacía.

—¿Cómo te sientes?

—Me siento pesado. No puedo dar ni un paso.

No era broma, Min Jae-yoon realmente no podía moverse. Por eso Kang Seung-hyun no podía dejarlo solo en casa, así que lo trajo aquí.

—¿Y qué tal el almuerzo?

—No he comido. Me siento muy mal...

A Min Jae-yoon le resultaba difícil incluso beber agua y algunos días le faltaba el aire incluso estando sentado. Y tampoco podía dormir bien por la noche. Fue aún más difícil porque no podía recostarse. Daba vueltas en la cama una y otra vez, pero cuando se quedaba dormido se despertaba.

—Tu tienes que comer.

—Yo ya comí.

Min Jae-yoon entrecerró los ojos levemente. —¿Por qué me miras así?— Me di cuenta que era mentira. Como Min Jae-yoon no podía comer, Kang Seung-hyun también estaba perdiendo peso notablemente.

Sus ojos y mandíbula se habían vuelto más pronunciados, creando una atmósfera aún más inaccesible. Kang Seung-hyun preguntó, tirando de su corbata  aflojándola.

—¿Quieres un poco de agua?

Min Jae-yoon asintió. Kang Seung-hyun se levantó y abrió la puerta del refrigerador. Saco algunas galletas y una botella de agua. Cuando Min Jae-yoon extendió la mano para tomarla, Kang Seung-hyun desenroscó la tapa y llevo la botella hacia sus labios. Él inclinó suavemente la botella según la velocidad con la que Min Jae-yoon tragaba.

Esa noche, el estómago de Min Jae-yoon se movió violentamente mientras dormía y se apoyó contra la cabecera de la cama envolvió sus brazos alrededor de su abdomen mientras el dolor lo recorría. Mis labios temblaban, mis dientes castañeteaban como si fuera una fría noche de invierno.

Era diferente del movimiento que solía sentir habitualmente. Min Jae-yoon giró la cabeza hacia la derecha con dificultad. Kang Seung-hyun solía sentarse en la misma posición que Min Jae-yoon para ocuparse del trabajo. Min Jae-yoon logró mirar a Kang Seung-hyun apoyado en la cabecera de la cama con los brazos cruzados.

Luchó por decir algo, pero no pudo emitir ningún sonido. El sudor le perlaba la frente. Algo fluía entre sus muslos. Min Jae-yoon intentó llamarlo, pero las palabras no lograron formar un sonido y se dispersaron. En cambio, se escuchó su débil gemido.

—Ah...

—...Yoon.

Kang Seung-hyun giró la cabeza. Con voz tranquila preguntó

—¿Quieres comer?

Como Min Jae-yoon no respondió, Kang Seung-hyun se alarmó, apartó la manta que lo cubría y se puso de pie. La tableta que tenía sobre las piernas cayó al suelo, rompiéndose la pantalla LCD. Kang Seung-hyun extendió la mano y presionó el botón de emergencia para llamar al personal médico. Al mismo tiempo, se iluminó la habitación.

—Puaj.

Kang Seung-hyun separó los labios de Min Jae-yoon con su pulgar.

—Exhala lentamente.

Min Jae-yoon mordió el dedo de Kang Seung-hyun. El dolor en su estómago era insoportable. Las yemas de sus dedos se habían vuelto blancas, Kang Seung-hyun seguía instando a Min Jae-yoon a respirar mientras le frotaba la espalda.

—¡Uau!... ¡Uf!...

Min Jae-yoon seguía recordando la técnica de respiración que había aprendido. Inhala... exhala... Inhala... exhala... ¡Me estoy muriendo! Min Jae-yoon respiraba con dificultad, hoo, hoo, hoo, hoo, hoo, y se aferraba al pecho de Kang Seung-hyun.

Todo su cuerpo estaba empapado en sudor. En particular, la zona entre las piernas estaba muy húmeda. La ansiedad se extendió como un reguero de pólvora. El corazón de Min Jae-yoon latía rápido.

—Está todo bien. Estarán aquí pronto.

Aunque Min Jae-yoon no dijo nada, fue como si Kang Seung-hyun estuviera mirando dentro de su cabeza. La puerta de la habitación del hospital se abrió y entraron varias personas vestidas de blanco. Kang Seung-hyun miró al director Lim, que había llegado tarde, con una mirada feroz en sus ojos.

—Lo... siento, Director Kang.

El director Lim se secó la frente.

—¡Ah!

Min Jae-yoon jadeó levemente. Por un momento, su visión se volvió borrosa y se sintió mareado.

—¡Apresúrate, date prisa! 

El director Lim hizo un gesto enérgico. En un instante, todos los médicos se apresuraron a atender a Min Jae-yoon. Min Jae-yoon cerró y abrió los ojos varias veces. Cuando finalmente pudo enfocar su visión, vio el rostro de la doctora, y luego a Kang Seung-hyun, quien ya estaba vestido con un equipo protector donde solo sus ojos eran visibles. Estaba sosteniendo la mano de Min Jae-yoon.

—Voy a comenzar la inducción.

Bajo la orden de la doctora, los médicos de Min Jae-yoon se movieron rápidamente. Min Jae-yoon se aferró a la mano que sostenía como si fuera su mundo entero. Me pareció una eternidad.

Su visión se volvió completamente oscura. Min Jae-yoon cerró los ojos con fuerza en agonía. Me zumbaban los oídos y la cama en la que estaba acostado parecía dar vueltas.

—Puedo ver su cabeza.

La voz de la doctora sonaba como si viniera de una cueva. Entonces Min Jae-yoon escuchó a un bebé llorar, Min Jae-yoon apenas lograba sostener su cuerpo que se inclinaba hacia atrás, cuando su espalda fue sostenida por un fuerte brazo.

—Euaaaahhhh-

Un bebé pasó de los brazos de la doctora a una enfermera. Cuando nacieron su segundo y tercer bebé, Min Jae-yoon ya no tenía sensibilidad en la parte inferior del cuerpo. Era como si se hubiera desprendido su cuerpo de la cintura para abajo.

—¡Yoon!

Con lágrimas en los ojos, Min Jae-yoon miró a Kang Seung-hyun con resentimiento. Él quería maldecirlo, hacerle pagar caro por haber tenido estos bebés no planeados.

—Jajajaja...

Sin embargo, lo único que escapó de sus pálidos e hinchados labios fue un aliento áspero y entrecortado. Cayó en los brazos de Kang Seung-hyun para ser exactos, quería golpear con la frente su pecho, pero ya no me quedaban fuerzas. Kang Seung-hyun envolvió sus brazos alrededor de Min Jae-yoon y le frotó la espalda.

—Hiciste un gran trabajo.

El director Lim, que había estado observando la situación, se dio la vuelta y salió. Min Gyu-won, que había llegado corriendo después de escuchar la noticia del Secretario Song, se acercó al Director Lim. Las arrugas se extendieron como olas alrededor de la boca del director Lim.

—No tienes porqué preocuparte. Los bebés están todos sanos.

—¿Y Jae-yoon?

La esposa de Min Gyu-won agarró el brazo del director Lim.

—Ahora se encuentra en condición estable. Él tiene a los mejores médicos del hospital a su lado, así que no te preocupes por eso tampoco.

Al oír esto, las piernas de su madre cedieron. Min Gyu-won la ayudó a sentarse en una silla y pronto se sentó a su lado. Fue una noche muy, muy larga. Una que nunca volvería a tener.

***

—¿Seo-yeon?

Al día siguiente, Min Jae-yoon, quien estaba acostado en la cama del hospital vistiendo una bata de paciente, había recuperado gradualmente el color en su rostro. Un goteo intravenoso colgaba de su mano. Su madre había dejado un plato con manzanas bellamente cortadas y kiwis en la mesita de noche con un tenedor cuidadosamente colocado encima.

—Es el nombre que tu papá decidió.

Min Jae-yoon lo dijo suavemente moviendo su lengua. Seo-yeon, parecía que sería fácil decirlo porque era muy pegadizo. Además, los nombres que decidió el presidente Kang fueron Kang Ji-yoon y Kang Ji-gyum.

—Ni siquiera fue a trabajar, ahorita se encuentra cuidando de los bebés.

De repente, pensé que se parecía exactamente a ese hombre. En ese momento, la puerta se abre y entra Kang Seung-hyun. Mi madre se levantó apresuradamente.

—Mírame. También necesito ver la cara de los bebés...

Ella miró a Min Jae-yoon mientras empacaba su bolso apresuradamente. Kang Seung-hyun la saludó casualmente. Mi madre sonrió y dijo que lo había hecho bien, luego salió de la habitación.

—Yo hice todo el trabajo duro.

Dijo Min Jae-yoon presionando un botón, la parte superior de la cama se inclinó ligeramente. Aun así, sentí que era soportable ya que ahora podía acostarme. Sin embargo, Min Jae-yoon hizo pucheros.

—Las náuseas matutinas no son nada. Literalmente regresé del borde de la muerte.

Gritó con fuerza, apretando los dientes. Kang Seung-hyun, que estaba mirando hacia la puerta, se giró. Min Jae-yoon sacudió la cabeza al recordar el dolor que había pasado.

—Di lo que quieras. Te recompensaré.

—¿Recompensa?

Min Jae-yoon lo miró. Era evidente que tampoco había comido adecuadamente. Estaba claro que el hombre ya de por sí sensible, se encontraba mucho más sensible por mi culpa. La frente lisa de Kang Seung-hyun, sus ojos profundos y mandíbula respingada causaban una intensa impresión.

Al igual que Min Jae-yoon, su rostro mostraba lo difícil que había sido. Min Jae-yoon entrecerró los ojos ligeramente, y dijo después de un momento de vacilación.

—...El nombre para un bebé. Lo tomaré como pago.

No sé cómo Kang Seung-hyun persuadira al presidente Kang. Pero puedo imaginar lo feliz que estará mi padre. Debió haber pasado días sin dormir para elegir el nombre del bebé.

—¿Eso será suficiente?

—Sí.

Min Jae-yoon miró a Kang Seung-hyun, que se acercaba, con una expresión interrogativa. Fue en ese momento que percibo que los rasgos faciales de Kang Seung-hyun se habían vuelto más definidos.

Los labios de Kang Seung-hyun lo besaron cariñosamente. Los dedos de Min Jae-yoon se crisparon cuando la punta de su lengua se deslizó entre sus labios blancos y carnosos.

Incluso en medio del dolor que sentí por primera vez en mi vida, la razón por la que no perdí el conocimiento fue gracias a este hombre. Su gran mano que me sostenía, asegurándose que siempre estaría a mi lado. Min Jae-yoon agarró la mano de Kang Seung-hyun como para confirmarlo. El corazón de Min Jae-yoon latía con fuerza.

Sentí una extraña sensación de alivio y sentí la necesidad de entregar mi cuerpo al hombre que acariciaba suavemente mi cintura. Probablemente también se deba a que Kang Seung-hyun está liberando feromonas.

«¿Qué quieres, intentas seducirme?» Min Jae-yoon no se había recuperado todavía, exhaló lentamente. La punta de su lengua, caliente y ardiente, se desliza a través del hueco entre sus labios ligeramente abiertos.

—¡Puaj!

Su fragancia llena sus pulmones. La lengua de Kang Seung-hyun le provocó un escalofrío en la espalda. Sentí como si una sensación que había olvidado estuviera despertando. Como Omega, mi cuerpo reacciona naturalmente a las feromonas de mi Alfa. Se lo transmite a Kang Seung-hyun, quien todavía está acariciando su costado.

—Jaja...

Kang Seung-hyun estudió lentamente el rostro de Min Jae-yoon, que reaccionaba muy obedientemente a sus feromonas. Sus mejillas enrojecidas y sus labios aún más rojos transformaron su mirada en una mirada gentil. Kang Seung-hyun le limpió el labio inferior húmedo con la yema del dedo. 

—¿Quieres un poco de agua?

Fue sorprendente cómo lo supo. Porque en realidad sentía un poco de sed. Kang Seung-hyun le entregó una botella de agua. El tomó un sorbo de agua y preguntó:

—¿Cómo lo supiste?

No fue solo esto. Los poderes de percepción de Kang Seung-hyun hicieron que Min Jae-yoon sintiera que podía ver directamente dentro de su cabeza.

—Cuando nos besamos, me mordiste la lengua y no me soltaste.

—...ah.

—¿Es posible saber ese tipo de cosas? Espera... ¿Qué tiene eso que ver con el agua?

Min Jae-yoon dijo estupefacto, pero cuando estaba a punto de preguntarle de nuevo. Se oye un golpe y la puerta se abre lentamente. El director Lim, vistiendo una bata blanca, entró a la habitación con una sonrisa en su rostro.

***

—...¿Ultra dominante?

Los ojos de Min Jae-yoon se abrieron de par en par por la sorpresa. El director Lim asintió repetidamente sonriendo radiantemente. Su mirada pasa de Min Jae-yoon a Kang Seung-hyun.

El director Lim le entregó el informe de las pruebas de género a Kang Seung-hyun, cuya expresión permanecía sin cambios.  Varias hojas de papel, colocadas en ángulos muy cerrados, estaban apiladas una encima de otra.

La mirada de Kang Seung-hyun se detuvo por un momento antes de volverse hacia Min Jae-yoon. Min Jae-yoon miró a su alrededor como si no supiera qué hacer con la aguja intravenosa clavada en su mano.

Kang Seung-hyun desvió lentamente su mirada y miró al director Lim, cuya sonrisa se desvaneció instantáneamente.

—Ah... sí... me encargaré de ello.

Dijo el director Lim colocando los resultados de las pruebas que estaba sosteniendo sobre la cama. Los exámenes incluyen un análisis de sangre, una prueba de audición, una prueba de errores congénitos del metabolismo, una prueba G-scan, una prueba genómica y un examen ocular completo.

Por supuesto, estas son las pruebas generales que se realizan cuando nace un bebé. Sin embargo, el director Lim no trajo los “resultados de la prueba genética” que quedaron en su escritorio.

—...Está hecho. No puedo evitar eso Director Kang...

El director Lim se puso nervioso después de quitar la aguja intravenosa de la mano de Min Jae-yoon. Eso fue porque brotó un poco de sangre de su mano. El director Lim, quien aún sostenía la aguja, agitó la mano en el aire.

Min Jae-yoon se levantó y se limpió bruscamente con un pañuelo de papel. Kang Seung-hyun agarró un cárdigan largo de color crema que dejo sobre la cama. Lo puso sobre los hombros de Min Jae-yoon, que vestía una bata de paciente. Mirando el cárdigan que lo cubría hasta las rodillas. Parece que realmente podía leer su mente.

—Vas a ir a ver a los niños, ¿verdad?

—Bueno, eso es verdad, pero...

Kang Seung-hyun abrazó los hombros de Min Jae-yoon. Al mismo tiempo, el centro de gravedad de Min Jae-yoon también cambió. El director Lim, que estaba a punto de seguirlos, se giró con una mirada de vergüenza en su rostro. Recogió los resultados de las pruebas que estaban sobre la cama.

El primogénito, Kang Ji-yoon, era un alfa ultra dominante. El segundo hijo, Kang Ji-gyum, también era un alfa ultra dominante. El último y más pequeño bebé, Kang Seo-yeon, era un Omega ultra dominante.

El secretario Song se adelantó y presionó el botón del ascensor. Min Jae-yoon y Kang Seung-hyun, entraron en el ascensor y bajaron. Los papeles en la mano del Director Lim crujían mientras se abanicaba. La mirada de Min Jae-yoon se quedó fija en ellos.

La mirada de Kang Seung-hyun se vuelve más extraña. El director Lim sonrió amargamente, y con una expresión sombría le extendió los papeles. 

—¿Quieres que te los muestre?

Min Jae-yoon extendió su mano manchada de sangre. Hojeo los documentos con ambas manos, escudriñandolos con la mirada, el ascensor se detuvo. El secretario Song salió primero. Min Jae-yoon salió cuando la mano de Kang Seung-hyun tocó su hombro.

Min Jae-yoon bajo los documentos. A través del análisis de sangre se pudo comprobar de antemano el género de los bebés. En la mayoría de los casos, el género se manifiesta naturalmente a la edad de siete años.

—...Jae-yoon.

Su madre, que estaba cuidando a los bebés, vio primero a Min Jae-yoon y lo llamó. Min Jae-yoon miró a Min Gyu-won, quien estaba prácticamente pegado a la ventana de vidrio. Cuando giró la cabeza, pareció darse cuenta de la presencia de Kang Seung-hyun y se apartó.

—¿Cuándo...? ¿Está aquí director?

Min Gyu-won se aclaró la garganta. Se alejó un poco, como para darles espacio.

—Mira, los bebés son realmente lindos.

—No tienes porqué preocuparte por Seo-yeon.

Kang Seung-hyun tomó suavemente los papeles de la mano de Min Jae-yoon. El presidente Min lo recibió con una mirada de anticipación en sus ojos. Los dos hombres continuaron su conversación en voz baja, Min Jae-yoon giró la cabeza y observó a los tres bebés al otro lado de la ventana de vidrio.

Los bebés en brazos de las enfermeras tenían cada uno una banda de diferente color atada a sus muñecas. Era roja, azul y verde.

—Él es el hermano mayor.

El director Lim señaló a Kang Ji-yoon, quien llevaba una banda roja. Junto a él estaba Kang Ji-gyum con banda azul, y con una banda verde estaba Kang Seo-yeon.

—¿Es un omega ultra dominante? ¿Estás seguro?

El presidente Min alzó la voz,  Min Jae-yoon desvió la mirada. Su madre, que estaba a su lado, se inclinó para mirar el mismo papel.  La reacción del presidente Min no fue sorprendente. Era mucho más difícil ver a un omega ultra dominante que a un alfa ultra dominante. La mayoría de las personas eran beta.

Incluso los alfas ultra dominantes eran una minoría.  Los omegas eran incluso menos numerosos que ellos, por lo que las probabilidades de que hubiera un omega ultra dominante, era extremadamente nula. El director Lim, que estaba al lado de Min Jae-yoon, se acercó.

—No hay duda. También le he informado sobre esto al presidente Kang.

—¿Qué dijo el presidente?

Min Gyu-won preguntó preocupado.

—Bueno...

El director Lim miró a Kang Seung-hyun y sonrió. Recordó la conversación que tuvo con el presidente Kang al instante.

[—¿Omega ultra dominante?

—Sí. Señor Presidente.

—¿Para qué sirve un Omega?, ojalá todos fueran Alfa... ¿Seguro que no te equivocaste?

—Hice la prueba dos veces solo para estar seguro, pero el resultado fue el mismo.

El presidente Kang se entristeció después de escuchar que Kang Seo-yeon era un omega.

—¿Qué pasó con lo que te pedí?

—Los resultados de las pruebas genéticas coinciden en un 99% por lo que el Director Kang Seung-hyun es el padre de los tres niños.

—Eso es un alivio.]

«El presidente Kang solo mostró verdadera alegría al confirmar que Seung-hyun era el padre al final. El director Lim se guardó la conversación para sí»

—Estaba contento.

El presidente Min bajó la cabeza y miró los papeles. Min Jae-yoon desvió la mirada y miró más allá de la ventana de cristal. Me quedé mirando fijamente a los tres bebés en brazos de la enfermera.

Todavía no puedo creer que yo di a luz a esos bebes. « Sus dedos son tan pequeños». Ji yoon y Ji Gyum tenían físicos tan similares que era difícil distinguirlos a simple vista.

Kang Seo-yeon, por otro lado, era pequeño y tenía un cuerpo curvilíneo. Min Jae-yoon curvó sus dedos. Aunque sólo pudo ver a los tres bebés durmiendo profundamente, sintió que su corazón se hinchaba en su pecho.

Pero Min Jae-yoon aún no lo sabía. Él no sabía que mientras los bebés dormidos hacen que su corazón se hinche en su pecho, los bebés despiertos hacen que su corazón lata con tanta fuerza que ni siquiera pueda respirar.

***

—Uuuuaaaaah.

—Lo lamento.

—Espera... un momento...

Min Jae-yoon, que se encontraba sentado en la sala de estar, puso cara de pánico. La niñera le entregó a Seo-yeon en los brazos y se dio la vuelta con pánico. Como si tuviera miedo de que Min Jae-yoon la persiguiera, agarró su bolso y salió corriendo por el pasillo sin mirar atrás. Min Jae-yoon se quedó mirando a Seo-yeon, que estaba llorando en sus brazos.

Él estaba llorando, su cara estaba enrojecida hasta el punto de estallar. Las rodillas de Min Jae-yoon se doblaron débilmente. Había pasado un mes desde que dejó el hospital y regresó a casa. En ese tiempo, la niñera asignada para cuidar de Seo-yeon había cambiado cuatro veces.

—¡Waaah!

—¡Waaah!

—¡Waaah!

Min Jae-yoon recuperó el sentido y consoló a Seo-yeon, que siguió llorando hasta quedarse dormido, mientras la niñera de unos 30 años a su lado se movía de un lado a otro aún más ocupada. Eugene se turnaba para consolar a Ji -yoon y Ji-Gyum, que estaban acostados en la cama mecedora.

—Señorita Joo-hee…

—Sí. Ya voy.

Joo-hee salió corriendo de la cocina con tres biberones, los puso sobre la mesa y abrazó a Ji Gyum. Ella tenía veintitantos años. Ambas se graduaron del Departamento de Educación. Min jae yoon sintió como si el mundo girara ante sus ojos.

A pesar de ello, no tuvo tiempo para recuperar su visión distorsionada. Se levantó del sofá y comenzó a caminar. Cuando Seo-yeon comenzó a llorar, también comenzaron a llorar Ji yoon y Ji Gyum, que dormían profundamente.

Los tres bebés lloraron cada vez más fuerte, como si estuvieran compitiendo. Min Jae-yoon finalmente agarró uno de los biberones. Llevó a Seo-yeon a su habitación y cerró la puerta detrás de él.

—¿No tienes hambre?

Cuando le puso la botella en la boca, lloro más fuerte.

—¿Por qué carajos estás llorando entonces?

Min Jae-yoon arrojó la botella sobre la cama. Él sostuvo el trasero del bebé y meció su cuerpo para calmarlo. Mirando a Seo-yeon, quien no podía responder, siguió preguntando. Él le dio unas palmaditas en la espalda y caminó por la habitación, pero Seo-yeon siguió llorando.

Las personas que cuidaban de Seo-yeon repetían que el bebé era muy sensible y lloraba demasiado, lo que dificulta cuidarlo. Tenían miedo de que algo pudiera salir mal. Pronto, el llanto de JI yoon y JI Gyum afuera de la puerta cesaron, pero Min Jae-yoon sintió un sudor frío correr por su columna.

—¿Parece que tienes fiebre?

Min Jae-yun acarició suavemente la frente de Seo-yeon, cuyos ojos estaban hinchados por haber llorado todo el día.

***

—Estoy en casa. 

Kang Seung-hyun, vistiendo un traje, entró en la casa. Sólo entonces Min Jae-yoon se dio cuenta de que eran las 7 en punto. Estaba sentado en el sofá, acunando al dormido Seo-yeon en sus brazos.

—¿Estás en casa...?

Min Jae-yun murmuró apenas audible, sus labios se movieron sin emitir sonido. Su rostro estaba pálido, sin ningún color, sus labios estaban secos y agrietados, y su cuerpo estaba exhausto. Además, le preocupaba que Seo-yeon se despertara, por lo que no podía hablar. Apenas había conseguido que durmiera.

La mirada de Kang Seung-hyun era aguda. La ayudante beta y las 3 niñeras naturalmente tenían que hacer ese trabajo, Originalmente, Kang Seung-hyun no quería a nadie en su casa. Se independizó justo después de ir a la universidad.

Sin embargo, dada la situación actual, estaba haciendo muchas concesiones. Contrato a una ama de llaves y tres niñeras para la casa para que ayudaran a Min Jae-yoon. Había tres personas en la sala, faltaba una.

—Mírame.

Kang Seung-hyun dijo en un susurro. Min Jae-yoon, con el rostro pálido, se levantó con cuidado. Caminó sigilosamente mientras miraba a Ji yoon y JI Gyum que estaban durmiendo. Min Jae-yoon recostó lentamente a Seo-yeon en la cuna vacía. Cuando la espalda de Seo Yeon tocó la cuna el comenzó a llorar.

—Waaah.

Lloró como si tuviera un sensor en la espalda. Min Jae-yoon se sobresaltó y lo abrazó fuertemente. Kang Seung-hyun miró hacia atrás. Joo-hee, que estaba al lado de Ji Yoon y Ji Gyum, les palmeaba el pecho hábilmente.

Eugene salió de la cocina y cada una sostuvo a Ji Yoon y Ji Gyum en sus brazos. Min Jae-yoon se alejó y se dirigió a su habitación.

Era lo opuesto de donde estaba parado Kang Seung-hyun. «¿No acababa de llegar a casa del trabajo?» Trabajar al aire libre será bastante difícil. Min Jae-yoon entró al camerino e intentó llamar la atención de Seo-yeon lo mejor que pudo.

Le mostró un sombrero de conejito, sacudió una corbata y giró un collar de diamantes que tocó con las puntas de sus dedos. Le mostró cualquier cosa que pudiera calmar el llanto de Seo-yeon.

—Buen chico... nuestro Seo-yeon... No llores, solo háblame... Papá puede hacer todo por ti...

Min Jae-yoon ya ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. Min Jae-yoon se quedó sin palabras, luchando incluso por respirar porque Seo-yeon lloraba incontrolablemente en sus brazos.

***

Después de ducharse, Kang Seung-hyun se quitó la bata que llevaba puesta y se cambió de ropa. Vistiendo unos pantalones oscuros y un cárdigan sobre una camisa larga, salió a la sala de estar. La casa estaba en silencio, como si acabara de caer un aguacero repentino.

Ji Yoon y Ji Gyum estaban ocupados con sus botellas en la boca. Min Jae-yoon no estaba a la vista. La asistente señaló el plato servido en la isla de la cocina: —Dijo que comiera primero.

Kang Seung-hyun se dio la vuelta inmediatamente y se dirigió al camerino donde había entrado Min Jae-yoon. Abrió la puerta de golpe. Min Jae-yoon, que estaba sentado acurrucado en una silla sin respaldo en la esquina, miró hacia arriba con una mirada competitiva en su rostro.

Finalmente, Seo-yeon, a quien le había estado rogando y persuadiendo para que ya no llore, se despertó y comenzó a llorar muy fuerte. Min Jae-yoon luchó por levantarse con sus piernas acalambradas. Tambaleándose, sus rodillas se doblaron sin poder hacer nada. Fue una sensación tan terrible que quería llorar con él.

—¡Uuuhhh!

—¡No puedes abrir la puerta así!

Su voz salió estridente, pero no pudo evitarlo. Min Jae-yoon ni siquiera podía beber agua tranquilamente, y mucho menos comer.

—¿Por qué estás cuidando al niño?

—¿Por qué estoy cuidando?... Seo-yeon es demasiado sensible, renunció su niñera otra vez esta mañana...

Min jae Yoon no tenía energía para discutir. Ni siquiera tenía energías para continuar la conversación. Le dio palmaditas en la espalda a Seo-yeon y lo sostuvo en sus brazos. El largo brazo de Kang Seung-hyun envolvió su cintura mientras intentaba pasar a su lado.

—¿Y la cena?

—¿No me ves? Ni siquiera he podido ducharme.

Min Jae-yoon estaba tan nervioso como Seo-yeon llorando en sus brazos. Ni siquiera pudo acostar a Seo-yeon en su cama. Apenas deja de llorar cuando Min Jae-yoon lo abraza. Por lo tanto, no podía hacer nada. Simplemente se quedó cuidando de Seo-yeon todo el día.

Seo-yeon se negó incluso a que le pusiera la botella en la boca y solo lloró sin parar. Kang Seung-hyun extendió sus manos y le arrebató a Seo-yeon de los brazos a Min Jae-yoon y se dio la vuelta.

—¡Qué estás haciendo...!

Min Jae-yoon lo siguió rápidamente. Kang Seung-hyun dejó a Seo-yeon en la cuna vacía. Joo-hee, que sostenía una botella en la boca de un bebe, giró la cabeza. Ella miró fijamente a Seo-yeon, que estaba llorando, con su cara convertida en un tomate rojo, antes de desviar su mirada hacia Min Jae-yoon. El rostro de la veinteañera mostraba un dejo de nerviosismo.

Realmente sintió que iba a renunciar. Kang Seung-hyun agarró el brazo de Min Jae-yoon mientras se alejaba. Se dirigió a la cocina. La ayudante, que se encontraba esperando en la mesa del comedor, se levantó ansiosa. Ella pasó junto a Min Jae-yoon y acunó a Seo-yeon en sus brazos.

—Come.

Min Jae-yoon miró a Kang Seung-hyun sentado en la mesa. Su perfil era frío e indiferente. Con Seo-yeon llorando así... no había forma de que pudiera comer. Cuando Min Jae-yoon intentó darse la vuelta, Kang Seung-hyun lo agarró de la muñeca y lo sentó de nuevo en la silla. La parte superior del cuerpo de Min Jae-yoon se elevó y bajó significativamente. Intentó reprimir el calor creciente.

—Adelante, come primero.

Él no quería pelear. Había otras personas en la sala de estar, después de todo. Los bebés estaban llorando, por lo que probablemente no podrían escucharlos, pero definitivamente podían sentir la atmósfera tensa. Pronto, se pudieron escuchar el llanto de Ji yoon y Ji Gyum, siguiendo a Seo Yeon. Discutir más no tenía sentido. En ese momento, Min Jae-yoon estaba a punto de levantarse.

—¿Salimos a comer?

Kang Seung-hyun preguntó. Min Jae-yoon dudó de lo que escuchó. 

—¿Quieres salir cuando están llorando así?

Min Jae-yoon señaló con el dedo al aire con una expresión desconcertada. Kang Seung-hyun parece no poder oír el llanto de los bebés.

—¿No te ves bien, has perdido más peso y no quieres comer?

Era diciembre, pero Min Jae-yoon ni siquiera podía recordar la fecha; Él no podía decir hacia dónde iban los días. Min Jae-yoon levantó las manos y las pasó por su rostro. Sus palmas estaban calientes. El calor irradiaba de su rostro.

—Yo... por culpa de... Ja...

Min Jae-yoon se tragó sus palabras. Realmente ya no le quedaban fuerzas. Si continuamos hablando, podría sentirme tan triste que podría estallar en lágrimas. Min Jae-yoon se acercó y recogió el vaso. Bebió el agua de un trago y se puso de pie.

—Tu come primero.

Min Jae-yoon dijo en un tono firme y se alejó. Los ojos de Kang Seung-hyun se entrecerraron mientras miraba su espalda.

***

En el amanecer azulado, la ayudante que bajaba del segundo piso se detuvo. Miró a Min Jae-yoon sentado en el sofá.

—...Oye, dormiste aquí...!

Min Jae-yoon se llevó el dedo índice a los labios. Sus ojos estaban cerrados. Estaba sosteniendo en sus brazos a Seo-yeon, que estaba dormido. El ayudante asintió y se dio la vuelta. Min Jae-yoon sentía pesada la cabeza.

Se reclinó en el sofá, se acomodó y tomó una pequeña siesta. Cuando Seo-yeon estaba en sus brazos, lloraba menos. Su llanto se calmó y él se quedó dormido. Ji yoon y Ji Gyum estaban durmiendo tranquilamente en sus cunas en la sala de estar.

Min Jae-yoon también envió a Eugene y Joo-hee a dormir. Después de todo, Seo-yeon necesitaba dormir en sus brazos. Las animó a descansar un poco, ya que habían estado amamantando y cuidando a sus hijos que lloraron todo el día.

Le dijeron que también durmiera un poco y que las llamara si las necesitaba. Les aseguro que mientras Seo-yeon no despertara, la paz se mantendría.

« ¿Cuánto tiempo ha pasado?» Min Jae-yoon abrió los ojos al oír pasos. A través de su visión borrosa, una silueta alta y oscura pasó por la sala de estar. Los párpados de Min Jae-yoon cayeron débilmente. «Parece que ya se va a trabajar» Min Jae-yoon se repitió a sí mismo como si tuviera los labios pegados.

Quería ir a su lado y charlar, pero no podía mover un dedo. Kang Seung-hyun se dio la vuelta. Siguió mirando el rostro de Min Jae-yoon, que estaba con los ojos cerrados, pero Min Jae-yoon no los abrió. Se puso su saco y caminó hacia el sofá.

—Alguien vendrá por la mañana.

Min Jae-yoon abrió los ojos. Sus ojos estaban rojos e inyectados en sangre. Min Jae-yoon apenas asintió con la cabeza. Ni siquiera abrió la boca. Kang Seung-hyun miró a Seo-yeon, Ji Yoon y Ji Gyum con una expresión fría antes de alejarse.

En la oficina ejecutiva del Grupo Yeonjin.

Con una vista amplia a la ciudad, los dedos de Kang Seung-hyun se movían con gracia sentado en su escritorio. El secretario Song, se acercó a él y le habló en voz baja.

—Ya deberían estar aquí.

Ya era la quinta vez. Últimamente, el secretario Song pasaba más tiempo revisando currículums de niñeras que manejando el trabajo de la empresa. Miró su reloj de pulsera. Eran las 11 en punto.

—¿Está seguro?

Kang Seung-hyun levantó la cabeza y la inclinó ligeramente hacia un lado. El rostro de Kang Seung-hyun mostraba rastros de aspereza. Sus ojos estaban vacíos hasta el punto de ser insensibles. El secretario Song tragó saliva después de observar su expresión.

—Soy un Beta de treinta y dos años.

—¿Quién te preguntó tu edad? ¿Estás seguro esta vez?

—...Oh, tal vez…

Song sonó inusualmente inseguro, Kang Seung-hyun se presionó la sien izquierda. Una pequeña cicatriz apareció en la punta de su dedo. El secretario Song retrocedió un poco. Cómo terminó lo que estaba haciendo, organizó los currículums que había dejado en el sofá.

Mientras tanto, él ya había entrevistado a la siguiente persona. El secretario Song se puso en contacto con las niñeras que habían renunciado para preguntarles sobre las circunstancias antes y después. Las respuestas que recibió fueron todas iguales.

—El bebé es demasiado sensible.

—No duerme y no come. Dijeron que si apenas lograban darle de comer aunque fuera un poco, él bebe terminaba vomitando todo. Una vez que empezaba a llorar, lloraba mucho, dijeron al unísono. Agregaron que se sentían culpables porque el bebé lloraba mucho.

La mirada del secretario Song, que estaba hojeando los papeles, se posó brevemente en Kang Seung-hyun, quien seguía sentado en el escritorio. Aunque no lo había conocido cuando era un niño, tenía la extraña idea de que su personalidad sensible se parecía un poco a la de su hijo.

—Song

El secretario Song rápidamente se deshizo de sus pensamientos. El se acercó al lado de Kang Seung-hyun.

Min Jae-yoon salió de la ducha y se secó el cabello con una toalla. Se quitó la bata, y se abrochó la camisa por encima del pantalón. Dudó si ponerse un suéter de punto y finalmente se decidió por un cárdigan de color menta. Cuando Min Jae-yoon abrió la puerta y salió, el llanto de Seo-yeon resonó en la sala de estar.

—¿Dónde está?—Preguntó, caminando rápidamente para tomar a Seo-yeon en sus brazos. Buscaba con la mirada a la nueva persona que había llegado esa mañana. — ¿Está en la cocina?— Le había dicho que sólo tenía que cuidar de Seo-yeon... Eugene, que estaba cuidando a los tres bebés, dijo con el ceño fruncido.

—Se fue hace un rato. Con su bolso...

Joo-hee salió de la cocina con tres biberones. Min Jae-yoon toma uno y camina hacia su habitación. No tiene tiempo para quejarse. Min Jae-yoon se apoyó en la cabecera de la cama y puso la botella en los labios de Seo-yeon.

Miré a Seo-yeon chupando un poco después de empujar el chupete hacia afuera con su lengua un par de veces. Y fue suficiente para crear un pequeño silencio en la casa.

Poco después, Min Jae-yoon dejó el biberón en la mesita de noche y se levantó. Le dio una palmadita en la espalda a Seo-yeon y continuó la conversación.

—Nuestro Seo-yeon, ¿a quién te pareces para ser así? ¿Eh? ¿Por qué lloras? Si lo dices, tu papá puede hacer lo que sea por ti...

Al menos puedo consolarme con el hecho de que pude ducharme.

***

A las 7 p. m, los agudos ojos de Kang Seung-hyun observaron el interior  de  la casa cuando entró. Min Jae-yoon no estaba por ningún lado. Pasó junto a Ji yoon y Ji Gyum, que estaban dormidos, la niñera y la ayudante que se inclinaron para saludarlo, y se dirigió a su habitación.

Efectivamente, cuando abrió la puerta, Min Jae-yoon estaba apoyado en la cabecera de la cama con los ojos cerrados, al oír pasos levantó la cabeza.

—¿Estás en casa?

La puerta se cerró detrás de Kang Seung-hyun. Él se acercó y se inclinó más cerca. La frente lisa y los ojos penetrantes son feroces.

—¿Qué pasó?

Las sombras proyectadas sobre el rostro de Min Jae-yun hicieron que sus ojos revolotearan. Cuando estaba a punto de abrir la boca la mano de Kang Seung-hyun fue más rápida. Inclinó la barbilla de Min Jae-yun y lo besó. Una ráfaga de feromonas envolvió el cuerpo de Min Jae-yoon y se esparcieron en la habitación.

—¡Awww! Ella se fue. Con su bolso,

—Uf... ¡Waaah!

El perro está saliendo. Min Jae-yoon escuchó a Seo-yeon, que estaba durmiendo, estallar en llanto. Min Jae-yoon agarró la mano fría que rodeaba su barbilla y la apartó.

—Ja... ¡Qué haces de repente! Seo-yeon está llorando otra vez... ¿Cómo conseguiré que se duerma...?

Min Jae-yoon miró a Kang Seung-hyun, que estaba de pie, con resentimiento. Cuando se levantó de la cama, Kang Seung-hyun lo agarró del brazo.

—Ni siquiera contestaste el teléfono…

Su voz resonó fríamente por toda la habitación. La voz de Min Jae-yoon inevitablemente se elevó debido al llanto de Seo-yeon.

—¿Teléfono? ¡Ni siquiera sé dónde está mi celular ahora mismo!

Min Jae-yoon lo ignoró lo mejor que pudo y comenzó a caminar, silencio su teléfono móvil en caso de que Seo-yeon se despertara. Había estado calmando al bebé que lloró todo el día y ahora no podía recordar dónde lo había dejado.

Cuando Min Jae-yoon cerró la puerta de golpe tras él, Eugene y Joo-hee, que estaban en la sala de estar, se levantaron rápidamente.

Cargaron a Ji Yoon y Ji Gyum que seguían dormidos y se dirigieron a la habitación de los bebés. En la sala de estar vacía, Min Jae-yoon se sentó mientras acariciaba a Seo-yeon, que seguía llorando. Su voz se mezcló con el llanto de Seo-yeon.

—Yo también quiero llorar.

***

La puerta se cerró detrás de él. ¿Solo paso junto a él?

Era tarde en la noche.

Suavemente, Min Jae-yoon se levantó y caminó. Hacía tiempo que había abandonado sus zapatillas, que podían hacer ruido, junto al sofá. Joo-hee hizo un gesto. Eugene miró a Ji yoon y Ji Gyum durmiendo y señaló la cama vacía.

El corazón de Min Jae-yoon latía con fuerza. Acomodó con cuidado a Seo-yeon, que dormía en sus brazos.  Se olvidó incluso de respirar. Miró a Seo-yeon, que tenía los ojos cerrados, y lentamente lo acostó en la cama.

La habitación de los bebés, iluminada apenas por la tenue luz que entraba desde la sala, era colorida. Los estantes estaban llenos de juguetes de los bebés, la mayoría sin abrir. También había libros de cuentos sin leer.

Eugene se cruzó de brazos y esperó. Joo-hee, que estaba afuera de la puerta, expresó sus intenciones sólo con un movimiento de su mano. Finalmente, Min Jae-yoon salió y cerró la puerta. Los tres dejaron escapar el aliento que habían estado conteniendo al mismo tiempo.

—Por favor, intenta dormir un poco, aunque sea un poquito. Si el bebé llora, te avisaré.

Joo-hee susurró suavemente, todavía se sentía incómoda incluso después de que cerraron la puerta. Min Jae-yoon asintió débilmente, una pequeña sonrisa floreció en sus labios. —Gracias.

Eugene se dirigió al segundo piso. Joo-hee se sentó en el sofá de la sala de estar, ella permanece vigilando a los bebés. Desde allí, vigila la habitación de los bebés mediante las cámaras de seguridad. Todos los bebés dormían profundamente. Min Jae-yoon sintió que toda su energía abandonó su cuerpo. Arrastró su cuerpo exhausto.

—...!

Cuando abrió la puerta, sus ojos se encontraron con los de Kang Seung-hyun, quien estaba recargado en la cabecera de la cama con la luz de noche encendida. Sobre la mesa frente a él había una computadora portátil. Min Jae-yoon cerró la puerta lentamente.

—¿No estabas durmiendo?

—¿Dormirías si fueras yo?

Le contesto con otra pregunta. Incluso el insensible Min Jae-yoon podía decir que Kang Seung-hyun no estaba de buen humor en ese momento. Sin embargo, su visión estaba borrosa. Por ahora, solo se arrastraría hacia la cama. Min Jae-yoon sintió que se quedaría dormido simplemente apoyando su cabeza sobre la cama. Todo su cuerpo estaba exhausto.

—Duérmete rápido. Tienes que ir a trabajar mañana...

Justo cuando estaba a punto de apoyar la cabeza en la almohada y cubrirse con la manta, Kang Seung-hyun empujó de repente la mesa junto con la computadora portátil encendida. La manta con la que Min Jae-yoon estaba a punto de cubrirse cayó abruptamente al suelo.

—¡Tú...!

Min Jae-yoon apretó los puños con fuerza. Tenía ganas de aplastar la pequeña cabeza de Kang Seung-hyun, pero el tiempo corría. Además, no sabía cuánto tiempo podría dormir. Min Jae-yoon levantó la parte superior de su cuerpo y se volvió a cubrir con la manta. En ese momento, Kang Seung-hyun tomó su almohada y la arrojó.

Tak,tak, chocó contra algo en la oscuridad y rodó por el suelo. Min Jae-yoon, que estaba sentado, se giro con una mirada de sorpresa en su rostro. No había forma de que Seo-yeon, que estaba dormido abajo, pudiera escuchar ese ruido pero su cuerpo reaccionaba con sensibilidad incluso ante el más ligero ruido, como si fuera un hábito.

—¿Qué harás si Seo-yeon se despierta? ¿De verdad vas a actuar así?

Min Jae-yoon, que estaba mirando hacia la puerta, se volvió a girar enojado. Sus muslos se contrajeron. Las feromonas fluían del cuerpo de Kang Seung-hyun y se desbordaban. Las nalgas de Min Jae-yoon automáticamente se tensaron, y ​​su agujero comenzó a hormiguear. «¿Cuándo fue la última vez que tuvimos sexo?»

No pudimos hacerlo mucho desde que mi estómago empezó a hincharse. Fue lo mismo incluso después de tener a los bebés. Puedo entender completamente por qué Kang Seung-hyun se comporta de esta manera. Pero el deseo sexual de Min Jae-yoon ahora era superado por su deseo de dormir. Su necesidad de dormir tuvo prioridad.

—Estoy cansado, así que no puedo hacerlo hoy. Lo haremos más tarde...

Ni siquiera tengo energía para enojarme. Esa no es su única almohada. Min Jae-yoon agarró otra almohada. Apoyó su cabeza en ella mientras miraba a Kang Seung-hyun. «Si la arrojas otra vez, no me quedaré quieto» La tensión entre los dos hombres era palpable. Min Jae-yoon cerró los ojos con fuerza evasivamente.

Podía sentir que la humedad entre sus muslos aumentaba cada vez más. Intentó con todas sus fuerzas fingir que todo estaba bien y buscó dormir. «¿Pero cómo podría ser posible?» Kang Seung-hyun era un alfa ultra dominante. Min Jae-yoon giró su cuerpo.

Kang Seung-hyun presionó su hombro mientras intentaba dormir mirando hacia la ventana. Una sombra cayó sobre el rostro de Min Jae-yoon cuando abrió los ojos. Los refinados rasgos faciales de Kang Seung-hyun chocan mientras se acerca justo frente a mi nariz.

—¡Puaj!

Min Jae-yoon extendió ambas manos y agarró los hombros de Kang Seung-hyun, sintiendo sus labios que lo besaban. De cualquier manera, con los dedos desabrocha su camisa. Desabrocho la mitad cuando la arrancó de un tirón. Uf, la boca de Min Jae-yoon se abrió más grande ante el sonido de su camisa rasgándose.

—Ja, ugh...

Era solo cuestión de rendirse. Su lengua caliente lamió la delicada membrana mucosa, se entrelazó con su lengua y succionaba con fuerza, como si quisiera arrancarla.

—¡reír!

La lengua de Min Jae-yoon era afilada. Sus dedos se curvaron alrededor de sus firmes hombros. Kang Seung-hyun se sentó a horcajadas sobre la cintura de Min Jae-yoon, frotando suavemente.

A través de su fino pijama, el pene erecto de Kang Seung-hyun era claramente visible. El agujero de Min Jae-yoon palpitaba con el calor de sus genitales en contacto. Kang Seung-hyun estaba liberando feromonas como si estuviera liberando toda su lujuria.

Y estaba claro por el denso olor que no tenía intención de dar marcha atrás. El pijama de Min Jae-yoon estaba abierto de lado a lado. En la parte inferior los botones estaban arrancados y rotos. La parte superior del cuerpo de Min Jae-yoon era delgada y blanca.

No tenía ninguna marca de chupetones enrojecidos que Kang Seung-hyun siempre dejaba, solo los tiernos pezones estaban hinchados y rojos porque se habían vuelto tan codiciados. Kang Seung-hyun separó los labios y lamió el palpitante hueco del cuello de Min Jae-yoon.

—Jajajaja...

En medio de la lucha, la parte superior del cuerpo de Min Jae-yoon temblaba violentamente. Sus pantalones del pijama se iban mojando poco a poco debido al fluido de amor que brotaba de él. Kang Seung-hyun sacó la lengua, lamió su clavícula hundida y lamio su pezón palpitante.

Luego, la punta de su suave lengua arañó la punta del pezón y succionó profundamente. Min Jae-yoon estiró el cuello. Sus dedos, aferrados a sus duros hombros, fueron ineficaces. No tenía ya fuerzas.

Se quedó allí, colgando, mientras Kang Seung-hyun se movía. Kang Seung-hyun pellizcó el otro pezón fuerte con sus dedos, con el pezón sobresaliendo entre sus dedos. Lo giró entre el pulgar y el índice. El pezón en su boca se estaba poniendo rojo carmesí por la fricción de la punta de su lengua.

—Yoon.

Él gritó su nombre mordisqueando la punta del pezón de Min Jae-yoon. Sintiendo como apretaba con fuerza su otro pezón, Min Jae-yoon empuja su pecho hacia adelante mientras sus pezones son tirados.

—Tus pezones son más sensibles que antes…

Min Jae-yoon exhaló un dulce suspiro.

—Eh... no puedo evitarlo... ¿verdad?

Min Jae-yoon estaba produciendo muy poca leche materna. Ese era un hecho que ni siquiera Min Jae-yoon sabía. Nadie le había informado que los omegas machos producen significativamente menos leche que las omegas hembras. Min Jae-yoon solo le dio leche materna a Seo-yeon que extraía a través de un extractor de leche.

En parte porque era el más pequeño, en parte porque era más sensible, pero aun así, apenas era suficiente para llenar el pequeño estómago de Seo-yeon. Pero también hubo otra  gran razón para eso.

—Porque sigues chupando... ¡Aww!

Las mejillas de Kang Seung-hyun estaban hundidas. Chupaba con fuerza. Luego lamia la aureola con la punta de la lengua, barriendo y sorbiendo. Él observaba a Min Jae-yoon cada vez que usaba el extractor de leche.

Siempre se ofrecía a ayudarlo, al final, succionaba el pecho de Min Jae-yoon con la boca, y la leche materna que lograba sacar terminaba derramada por toda la cama.

Y el otro pecho que su boca no alcanzaba, jugaba con él con los dedos y lo exprimía. Me pregunto si la actual irritabilidad de Seo-yeon se había desarrollado por esto. Los tres bebés fueron al final alimentados con fórmula.

—¿Ya no sale casi nada ahora?

No importaba cuán fuerte succionara Kang Seung-hyun, el líquido lechoso no salía como antes. Eso también era diferente de las omegas femeninas. Pareció salir por unos días, pero no duró más de dos semanas.

—Aun así, es tan tentador que quiero succionar y comérmelo. 

Kang Seung-hyun sacó la lengua y lamió descaradamente el pezón. Los dedos de Min Jae-yoon temblaron. Sus pezones estaban definitivamente más sensibles que antes. Kang Seung-hyun chupó sus pechos blancos unas cuantas veces más. Dondequiera que sus labios tocaban, dejaba una marca roja.

Él apartó ligeramente la parte superior de su cuerpo, rodeó la cintura de Min Jae-yoon y le quitó la camisa del pijama. Desabrocho los botones y se lo quito. Los músculos de su tonificado cuerpo superior se destacan. A través de los pantalones de su pijama, su polla palpitaba contra sus abdominales.

El pene de Min Jae-yoon palpitó por el calor que parecía que iba a hundirse en su ombligo.  En la habitación iluminada por la tenue luz de noche, a un lado se encontraba la computadora portátil con el protector de pantalla ejecutándose.

Los hombros anchos de Kang Seung-hyun quedaron expuestos sin la camisa del pijama. Su frente lisa, su nariz respingada y sus labios apretados brillaban con saliva.

—Yoon, ríndete.

Kang Seung-hyun miró hacia abajo. Debido a la luz de la lámpara, un rayo de luz vertical apareció en sus ojos.

—Te voy a follar hasta que tu agujero quede tan abierto que no volverá a cerrar bien.

Acarició suavemente el cabello de Min Jae-yoon. Pero sus palabras no fueron suaves en absoluto. Los dedos de Kang Seung-hyun acariciaron su mandíbula cincelada, luego se deslizaron por la garganta de Min Jae-yoon y apretó sus pezones de nuevo, que seguían húmedos y palpitantes empapados con saliva.

A su alrededor florecieron unas cuantas marcas rojas como pétalos de flor. Fueron grabadas hace un tiempo. Min Jae-yoon jadeó ante el frío que se esparcía por la punta de sus pezones. Sus dedos hormigueaban.

Sentí como sus dedos se clavaban en mi piel y apretaban mis pechos. El rostro de Kang Seung-hyun estaba tan frío como siempre pero sus ojos ardían de lujuria. Era un hombre que se comportaba como debía.

Perder la memoria lo empeoró. Parecía un niño que sólo podía sentirse cómodo expresando sus emociones. Sentí una opresión en un rincón del corazón, que apretaban sus dedos. En los ojos de Kang Seung-hyun, solo se reflejaba una persona.

Kang Seung-hyun era un hombre de corazón frío, era un hombre minucioso al que no le faltaba nada, y era un hombre que era extremadamente reacio al contacto físico con otras personas.

Pero ahora ese hombre se encontraba muy impaciente porque no habia tenido sexo con Min Jae-yoon, y se sentia como si le quisiera dar una lección. Los labios de Min Jae-yoon se separaron levemente.

Siempre había sentido debilidad por Kang Seung-hyun. En ese entonces, solo era el hermano menor de Kang Ji-ong, pero ahora se sentía completamente diferente. No era el hecho de que su cuerpo reaccionara ante las feromonas de Kang Seung-hyun por ser un Alfa, si no cada vez que Kang Seung-hyun lo miraba con cariño, su deseo de hacer el amor con él son los verdaderos sentimientos de Min Jae-yoon.

—No dejes donde sean visibles. 

Había empleados alojandose en la casa. Las manos de Min Jae-yoon se crisparon y se estiraron hacia arriba. Kang Seung-hyun inclinó la parte superior de su cuerpo como si estuviera atrapado.

Él lo besó cariñosamente en los labios. Kang Seung-hyun metió su mano dentro de sus pantalones del pijama y sacó su pene, el líquido pre seminal en la punta de su pene gotea con cada movimiento.

Sus dedos largos y húmedos masajeaban los pezones puntiagudos de Min Jae-yoon. Kang Seung-hyun movió ligeramente la cintura y frotaba su pene contra la areola. Mirando a Min Jae-yoon dejó escapar un suspiro caliente.

Las puntas de sus pezones rozaban la piel humedecida mientras el pene se movía hacia adelante y hacia atrás. Min Jae-yoon sentía un hormigueo en las puntas de sus pezones, y cada vez que se estremecía, el pene de Kang Seung-hyun se movía con él: con movimientos implacables frotó las aureolas, seguido de ligeros empujes arriba y abajo, luego el grande golpeaba la barbilla de Min Jae-yoon.

Los dedos de Min Jae-yoon se congelaron mientras miraba fijamente el pene erecto que se erguía encima de sus duros muslos. No era la primera vez que lo veía, pero el calor le subió a la cara.

Y era demasiado para que sus ojos lo pudieran asimilar: las venas de color rojo oscuro son feroces. Kang Seung-hyun acarició los labios de Min Jae-yoon con el glande.

—Abre.

Min Jae-yoon separó los labios. Kang Seung-hyun le susurró al oído.

—¿Ya lo olvidaste? ¿Tengo que enseñarte todo de nuevo?

Kang Seung-hyun metió el dedo índice y frotó los dientes uniformes de Min Jae-yoon. Poco después, su pene se hundió profundamente dentro de su boca.

Min Jae-yoon sintió un sabor amargo en la punta de la lengua y las comisuras de sus ojos se entrecerraron. Las espesas feromonas alfa de su áspero vello púbico invadían su nariz y llenaba sus pulmones.

—¡Ugh...! Oo... Ugh...

La cintura de Kang Seung-hyun se movía rítmicamente. Haciendo que la mandíbula de Min jae Yoon hormigueara y sus mejillas. Una de sus mejillas fue golpeada y luego pasó a la otra. El gran pene se movía sobre su lengua, raspando el paladar de su boca. Min Jae-yoon gimió.

—Puaj...!

Kang Seung-hyun empujaba su pene hasta el fondo de su garganta y luego lo sacaba. La cara de Min Jae-yoon se puso roja. Kang Seung-hyun volvía a introducir su pene frotando sobre su lengua con la respiración entrecortada.

—Casi haces que me corra. 

La parte superior del cuerpo de Min Jae-yoon se elevaba y caía violentamente. Respiraba con la boca muy abierta. Kang Seung-hyun presionó con su pene la lengua y luego lo deslizó por su garganta. 

—Toma, traga mi polla sin miedo.

—¡Puaj!

Kang Seung-hyun movía la cintura dando pequeñas embestidas. Min Jae-yoon respiraba con dificultad. Kang Seung-hyun lo sacó tiempo después mientras Min Jae-yoon tosía suavemente. 

Agarrando los pantalones del pijama y la ropa interior de Min Jae-yoon  los bajó al mismo tiempo. Kang Seung-hyun se quedó mirando el pene de Min Jae-yoon y pasó su mano sobre él. Observando el pene húmedo y pegajoso lo metió dentro de su boca sin dudarlo.

Sus ojos parecieron fruncir levemente, pero no dejó de chuparlo con la boca. Min Jae-yoon se aferró al cabello de Kang Seung-hyun. No tenía donde más agarrarse. Es más, cada vez que Kang Seung-hyun apretaba su pene con los labios, los dedos de Min Jae-yoon agarraban su cabello con más fuerza. Sin parar, Kang Seung Hyun lamió la parte interna de los muslos de Min Jae Yoon.

—¡Aaat...!

Esa era una zona erógena oculta de Min Jae-yoon. ¿Cómo lo supo? De nuevo, Kang Seung-hyun chupó con los labios el mismo lugar como comprobando. El costado de Min Jae-yoon rebotó y se sacudió. Kang se puso de rodillas y un poco del semen dentro de su boca, lo escupió sobre el agujero. Floto el líquido dentro del agujero palpitante con el dedo, Min Jae-yoon levantó una mano y se cubrió la boca. Aún así, sus gemidos se filtraban entre los dedos.

—Ugh... ¡Jaja...!

Los dedos de Kang Seung-hyun producían un sonido húmedo y lascivo, al igual que sus labios cada vez que lamía y chupaba el pene de Min Jae-yoon. Luego metió ambos dedos dentro del agujero y hurgó dentro como si buscara algo. Hasta que sus dedos rozaron ese punto ásperamente en lo más profundo de la pared interior.

—¡Ah, ah!

La cintura de Min Jae-yoon rebota salvajemente. Los dedos de Kang Seung-hyun rozaban esa zona, y mientras más frotaban, los muslos de Min Jae-yoon más temblaban salvajemente. Ni siquiera pudo hablar y eyaculó dentro de la boca de Kang Seung-hyun. La cabeza de Kang Seung-hyun subió y bajó lentamente, al final se frotó los labios con el dorso de la mano.

—Yoon, ¿tanto te gusta mi boca? ¿O se siente increíblemente bien aquí?

Kang Seung-hyun movió el dedo en círculo dentro del agujero. Los muslos de Min jae Yoon temblaron.

—Aquí también eres más sensible que antes. 

Cuando Kang Seung-hyun sacó su dedo, el jugo de amor salió a borbotones, Kang Seung-hyun se quedó mirando el enorme agujero acariciando lentamente mi tenso y erecto pene. Presione el glande contra la entrada, pero el tamaño de mi dedo y el de mi pene son completamente diferentes. Ni siquiera podía comer la punta de su glande, Kang Seung-hyun dobló las rodillas de Min Jae-yoon.

—Espera.

El cuerpo de Min Jae-yoon temblaba. Apenas logró sujetar sus muslos con ambas manos. El agujero, empapado en jugo de amor, palpitaba.

—Esta bien. Entonces haré que te sientas mejor.

La punta del glande de Kang Seung-hyun atravesó el agujero. La apertura se extendió hasta el límite ante el pene que no podía compararse con su dedo. Min Jae-yoon sintió que su mente se alejaba. Kang Seung-hyun puso una de sus piernas colgando sobre su hombro. 

—Tienes que hacerlo bien.

Agarrando las caderas de Min Jae-yoon empezó a moverse, Kang Seung-hyun le dio una palmada en el trasero, luego le dio otra en el muslo. Después Kang Seung-hyun puso la otra pierna sobre su hombro, y lo folló con más fuerza. El cuerpo de Min Jae-yoon se arqueó.

—Mmm...

Kang Seung-hyun presiona su cuerpo con su firme torso y succionó los labios de Min Jae-yoon. Agarró la mano de Min Jae-yoon que se aferraba a la sábana y la puso alrededor de su cuello.

—Yoon. Dime.

—Jaja... ¿qué...?

—¿Qué se siente cada vez que mi polla se queda atrapada dentro de ti?

—¿Qué...?

Los ojos de Min Jae-yoon se abrieron de par en par por la sorpresa. Kang Seung-hyun lo embistió con fuerza bruscamente. Los ojos de Min Jae-yoon se entrecerraron.

—Oh... No... Duele.

Se sentía lo suficientemente bien como para hacer que los dedos de sus pies se curvaran cada vez que golpeaba la pared interior, pero aun así sentía un poco de dolor de manera sutil porque no estaba acostumbrado a esta posición.

Incluso tuve la fugaz idea de que se sentiría mucho mejor si levantaba un poco más mi cadera. Las comisuras de la boca de Kang Seung-hyun se elevan ligeramente.

—Es por aquí... Me equivoco.

Movió la cintura y tomó posición. Movió la cadera como si lo hubiera ensayado. Los ojos de Min Jae-yoon parpadearon. La habitación pronto se llenó del sonido de la carne húmeda chocando, a esto se sumó la respiración agitada de Min Jae-yoon.

Kang Seung-hyun hizo que el pene de Min Jae-yoon se pusiera erecto nuevamente. Jugó con el glande con los dedos y lo apretó, sacaba su pene hasta la punta del glande por el borde para después meterlo nuevamente hasta la raíz con fuerza, embistiendo sin cesar.

—No, la verdad es que no me gusta. Es tan estrecho que es difícil abrirse paso...

Podía sentir la carne aferrándose de sus paredes internas mientras él se apartaba. Fue una sensación a la que no pudo resistirse sin entrar. El rostro sonrojado de Min Jae-yoon mientras jadea, su cuerpo lleno de sudor con los pezones puntiagudos que se ondula con cada movimiento de su cadera, su apariencia era más que provocativa y lo enloquecía. Estaba sintiendo cada movimiento que hacía Kang Seung-hyun.

—Es gratificante.

—Jajaja... ¡Jajajaja...!

—¿Cómo resistes? No creo que pueda hacerlo más…

Min Jae-yoon no sabía de qué diablos estaba hablando. Él sólo podía sentir su pene entre sus dedos. Los dedos de los pies de Min Jae-yoon que colgaban sobre sus rígidos hombros también estaban entumecidos.

—S... Seung Hyun…

—Sí.

Min Jae-yoon levantó ambas manos y bajó un poco su cabeza. Los dedos de los pies de Min jae Yoon se curvaron.

—¿Quieres correrte?

—Eh, sí...

Kang Seung-hyun curvó sus dedos y apretó su pene. Min Jae-yoon asentía con la cabeza repetidamente.

—Rápido... Suéltalo... Ja... ¡Aah...!

Kang Seung-hyun sacó su pene de repente. Los ojos de Min Jae-yoon se abrieron de par en par cuando Kang Seung-hyun levantó su cintura y volvió a meter el pene de Min Jae-yoon dentro de su boca pero también metió tres dedos dentro del agujero palpitante. La punta de la lengua de Kang Seung-hyun lamió y succionó la uretra de Min Jae-yoon. Con los muslos rígidos, Min Jae-yoon se estremeció y gimió.

—Ja... ja...

Kang Seung-hyun bajando su cadera separó los muslos temblorosos de Min Jae-yoon. Empujó su pene palpitante y se movió hacia adelante y hacia atrás. Min Jae-yoon sentía como si todo su cuerpo se derritiera.

No podía sentir nada más allí abajo, solo la sensación de cómo algo se metía y salía. No podía distinguir si era fluido de amor o la sensación de su pene saliendo del agujero.

—Yoon...

La visión de Min Jae-yoon se puso borrosa. La cara de Kang Seung-hyun estaba sonrojada mientras chupaba sus labios. Aún así, los ojos de Min Jae-yoon no estaban enfocados.

Kang Seung-hyun abrió bien los muslos de Min Jae-yoon. Apretó su cintura hasta dejar las huellas de sus dedos y lo embistió con fuerza moviendo la cintura salvajemente.

—Ahhh...jaja...

Min Jae-yoon cerró los ojos y le entregó todo su cuerpo. Aunque su cuerpo temblaba violentamente, Min Jae-yoon no podía abrir los ojos. Lo único que pudo sentir fue el semen caliente que brotó en lo más profundo de su vientre.

Kang Seung-hyun lamió los labios de Min Jae-yoon y entrelazó sus lenguas, con su pene aún dentro de él, disfrutando del resplandor.

—¿Yoon...?

Min Jae-yoon sólo pudo escuchar su voz a la distancia. Kang Seung-hyun mordió la cintura de Min Jae-yoon, su conciencia también se desvaneció.

***

Swaaaah Kang Seung-hyun terminó su ducha con agua fría. Aunque era diciembre, no fue suficiente para eliminar el calor que aún persistía en su cuerpo. Se puso una bata de baño de color azul oscuro.

Mientras salía, secándose el cabello mojado con una toalla, vio a Min Jae-yoon tendido en la cama. Kang Seung-hyun limpió cuidadosamente el pecho de Min Jae-yoon con la toalla que sostiene.

Allí donde sus labios tocaron —en la nuca, los hombros, alrededor del pecho, los abdominales y los muslos— inevitablemente dejó huellas. Kang Seung-hyun observó lentamente el rostro pálido de Min Jae-yoon.

Las comisuras de sus ojos cerrados y su rostro esbelto mostraban poca diferencia respecto a cuando era más joven. Los ojos de Kang Seung-hyun se oscurecieron. Durante mucho tiempo, le había resultado difícil hacer contacto visual con Min Jae-yoon, y mucho menos hablar con él.

También en ese tiempo Min Jae-yoon ignoraba por completo a Kang Seung-hyun. Debido a eso, cuando Kang Seung-hyun vio a Min Jae-yoon entrar en la habitación dejándolo de lado, sintió que algo dentro de él se rompía.

Había anhelado a Min Jae-yoon durante tanto tiempo. Y después de recibir tres notificaciones de divorcio, decidió que no le daría más tiempo. Kang Seung-hyun no tenía intención de dejar que nadie entrara en el corazón de Min Jae-yoon. Sólo quería que estuviera lleno de pensamientos y sentimientos por él.

Justo cuando sentía que finalmente había obtenido un pedazo del corazón de Min Jae-yoon, Kang Seung-hyun fue relegado a un segundo plano por los niños que nacieron antes de que él tuviera la oportunidad de confirmar su amor.

Como para cerrar con esa brecha, Kang Seung-hyun se aferró obsesivamente al cuerpo de Min Jae-yoon. Quería profundizar de alguna manera. Nadie lo había llevado jamás hasta ese punto.

Min Jae-yoon, que sentía a su alcance, empujaba repetidamente a Kang Seung-hyun al borde. Fue en ese momento de reflexión cuando una voz angustiada se escuchó desde afuera de la puerta.

—Vicepresidente Min... Vicepresidente Min...

Quizás por la hora, ella llamaba suavemente en lugar de golpear la puerta. Ella continuó llamando a Min Jae-yoon incesantemente. Kang Seung-hyun levantó la manta y cubrió el cuerpo de Min Jae-yoon.

Cuando la puerta se abrió, Joo-hee saltó hacia atrás sorprendida. La expresión de su rostro era claramente de desconcierto, como si no fuera la persona que había estado esperando.

Cuando entró a trabajar en esta casa, el secretario Song le había aconsejado no confrontar al Director Kang, sin importar lo que pasara. Le advirtió que no molestara al director Kang, y agregó que ella podría discutir asuntos con el Secretario Song o que si se trataba del Vicepresidente Min, él estaría dispuesto a escuchar cualquier cosa.

El hecho de que él tuviera un nivel completamente diferente de barreras emocionales al cuidar a los niños era algo que ella había experimentado y sentido personalmente. Ella intentó echar un vistazo dentro de la habitación en busca de ayuda, impulsada por el miedo, pero el gran cuerpo de Kang Seung-hyun le bloqueaba la vista.

—¿Qué está pasando?

El bajo profundo le provocó escalofríos en la espalda a Joo hee.

—Es...es...yo...

Joo-hee tragó saliva seca. La mirada de Kang Seung-hyun se dirigió hacia la oscuridad. Era comprensible por qué ella estaba allí. Podía oír a Seo-yeon llorando a la distancia.

—Solo hay una razón por la que te tengo en esta casa: para que Yoon no tenga que esforzarse. Para eso debes cuidar bien de los bebés.

—Lo siento...

Joo-hee hizo una reverencia. De repente, se oye el llanto de tres bebés. Kang Seung-hyun salió y cerró la puerta. Se sentía como si se estuviera asfixiando por el olor a agua. Era tan frío y escalofriante como el hielo.

El aire frío le toca las mejillas y le provoca escalofríos en la columna. Ella era una beta; No podían oler el aroma de un Alfa o un Omega. Pero podían sentir la intimidación en su piel. Joo-hee apenas logró mover sus piernas clavadas en el suelo.

Ella siguió apresuradamente a Kang Seung-hyun, quien cruzaba la sala de estar vistiendo una bata azul marino. Kang Seung-hyun caminaba con pasos que no parecían apresurados ni impacientes.

Cuando entraron en la habitación de los niños, por donde se filtraba la luz, Eugene, que había estado cuidando a los tres bebés que lloraban, se levantó de repente.

—Ha venido... El maestro más joven de repente comenzó a llorar...

Kang Seung-hyun se inclinó. Su musculoso marco pectoral era visible a través de la bata holgada. Extendió ambas manos y levantó a Seo-yeon en sus brazos.

—Aaaaahhh.

El llanto de Seo-yeon se hizo más fuerte. Eugene extendió su mano sin pensar. Agarró el brazo de Kang Seung-hyun y lo acomodó para que Seo-yeon pudiera acostarse cómodamente. Eugene estaba tan sorprendida que dio un paso atrás.

Los ojos de Kang Seung-hyun se volvieron afilados como los de una serpiente. Cuando entraron en la casa, el secretario Song también les advirtió. «Ni siquiera rosen la ropa del Director Kang Seung-hyun»

—Lo siento... todavía no puede mantener la cabeza erguida, así que tiene que tener cuidado.

Miró fijamente su brazo que había tocado y luego se dio la vuelta. Con su ayuda, Kang Seung-hyun cruza la sala de estar sosteniendo a Seo-yeon en sus brazos. Se dirigió al estudio, no a la habitación donde estaba Min Jae-yoon recostado.

La puerta se cerró de golpe. Joo-hee y Eugen intercambiaron miradas. Se dio una palmadita en el pecho, fue como si se hubiera liberado de los grilletes que la ahogaban. Luego, como al unísono, rápidamente recogieron a Ji Yoon y Ji Gyum, quienes estaban llorando en sus cunas.

—...A veces parece que el CEO es realmente aterrador.

Eugene murmuró débilmente. Joo-hee que estaba consolando a Ji Gyum, miró con cautela la puerta entreabierta y se acercó.

—Sigo pensando que es genial.

Joo-hee tenía veintitantos años y podía ver claramente que Kang Seung-hyun actuaba de manera diferente solo con Min Jae-yoon.

—Cuando lo veo tratar con el vicepresidente Min, puedo decir que es un hombre completamente diferente. Me gusta verlo amable con solo su pareja, en lugar de esos que son amables con todos.

—Eso es cierto...

Antes de darnos cuenta ya estaba amaneciendo. Cuidadosamente colocaron a Ji.yoon y Ji-gyum, quienes se habían quedado dormidos en sus brazos, en sus cunas. Joo-hee se quedó mirando la puerta del estudio, que estaba bien cerrada.

Por alguna razón, ya no se podía escuchar el llanto de Seo-yeon. Se preguntó qué tipo de expresión tenía el Director Kang mientras cuidaba a Seo-yeon. Pero ella no tiene el coraje de abrir la puerta.

Pronto fue a la cocina a buscar los biberones. Eugene estaba ocupado yendo y viniendo a la sala de estar para buscar algo de ropa para los bebés.

***

—...Mmm.

En la habitación donde la luz del sol invernal se extendía a través de las cortinas, Min Jae-yoon, que seguía dormido en la cama, se movió. Sus párpados entreabiertos se abrieron perezosamente.

Mis párpados los sentía pesados. Bajó un poco más la almohada. Quería dormir un poco más. Pero tenía la extraña sensación de que había olvidado algo.

«¿Qué fue?» Mis párpados, que habían bajado lentamente, de repente se abrieron. Min Jae-yoon se incorporó de golpe. Mire a mi alrededor y luego mire mi cuerpo debajo de la manta. Las marcas rojas en mi pecho, mis pezones hinchados, mis muslos resbaladizos y la sensación de que algo duro todavía rozaba la parte inferior de mi cuerpo.

—¡Seo-yeon...!

Al mismo tiempo, una cara llorando cruzó por mi mente. No era momento para esto. Min Jae-yoon salió de la cama como un rayo y arqueó la espalda. Dejó escapar un gruñido de dolor y se dirigió al baño.

Entré a la ducha y me froté el cuerpo sin aliento con agua tibia. Siento un hormigueo en el pecho cuando lo toco y me duelen los muslos. El agua corría entre sus piernas junto con el semen.

—Oh, te dije que no los dejaras donde pudieran verlos. 

Min Jae-yoon miró su cuello y pecho reflejado en el espejo mientras rápidamente pasaba una toalla sobre su cuerpo mojado. Se puso unos pantalones largos y se abotonó la camisa blanca. Su cabello todavía estaba húmedo.

—...Joo-hee.

Joo-hee, que estaba en la habitación del bebé, se giró hacia atrás. Ella sonríe brillantemente sosteniendo a Seo-yeon en sus brazos.

—¿Durmió bien?

Min Jae-yoon se acercó, su rostro y figura esbelta atraían la atención de la gente incluso cuando estaba quieto. Su cabello mojado, su rostro pálido y sus labios rojos le daban un aspecto sexy. Su mirada vagó por el cuello blanco de Min Jae-yoon.

Era tan blanco que era casi transparente pero se destacan los chupetones rojos. El resto quedó oculto por su camisa. Joo-hee sintió la refrescante y aguda fragancia del limón del gel de baño que la invadió.

—Lo siento, solo quería dormir un poco... ¿Has estado aquí toda la noche?

Min Jae-yoon, con el rostro pálido, estiró los brazos. Tomó a Seo-yeon entre sus brazos. Curiosamente él no estaba llorando. Sus ojos estaban rojos e hinchados, mostrando signos de haber llorado, pero ahora dormía bien.

Ji Yoon y Ji Gyum también estaban acostados en sus cunas, con los ojos bien abiertos. Como Seo-yeon no lloraba, los otros dos bebés tampoco lloraban. Min Jae-yoon murmuró: —El aroma...

Mientras sostenía a Seo-yeon en sus brazos, podía oler el aroma de casia de Kang Seung-hyun, y era muy fuerte. Joo-hee se inclinó y olió.

—¿El aroma? Le acabo de dar un biberón así que huele a leche...

Lo único que podía oler era el aroma a bebé que provenía de sus cuerpos. Como era una Beta, no podía sentir el olor de Alfa y Omega. Min Jae-yoon parecía desconcertado mientras revisaba nuevamente las feromonas que salían del cuerpo de Seo-yeon.

Estaba tan espeso que sentí como si lo hubiera bañando con feromonas. Si recibes una lluvia de feromonas de un alfa ultra dominante, el aroma durará en tu cuerpo al menos por una semana.

—El director Kang lo cuidó hasta la mañana.

Joo-hee añadió, como si pensara que esa podría ser la razón.

—...?

Min Jae-yoon se quedó estupefacto. Cuando giró la cabeza para mirar la hora, eran las 9:15. «Él ya debe haberse ido a trabajar» Min Jae-yoon se giró sosteniendo a Seo-yeon en sus brazos. Se dirigió al vestuario. Aunque pensaba que era poco probable que Kang Seung-hyun estuviera allí, abrió la puerta y echó un vistazo dentro.

Como era de esperar, estaba vacío. A un lado yacía la bata azul marino que se había quitado. Min Jae-yoon se inclinó y miró a Seo-yeon con nostalgia. Una mancha cerca del hombro en la bata le llamó la atención. Parecía ser que Seo-yeon había vomitado. Min Jae-yoon tomó la bata y salió, y Joo-hee lo confirmó.

—Esta mañana le dio el biberón el mismo y vomitó después de comer bien...

—¿Ah, sí?

Min Jae-yoon se rascó la cabeza.

—¿No se enojó con Seo-yeon ni nada?

—¿Qué?

—No... Sólo estaba diciendo algo innecesario.

Min Jae-yoon cargando a Seo-yeon se dirigió a la sala de estar. La casa se sentía cálida porque la luz del sol entraba a través de las ventanas. Pero cuando se acercó a la ventana, todavía sentía algo de frío fuera.

Min Jae-yoon frunció levemente el ceño. Los muslos le dolían con cada paso que daba, pero tal vez porque había liberado su tensión sexual y había dormido bien y profundamente, su mente estaba más clara de lo habitual.

—Me siento renovado después de dormir un rato.

Min Jae-yoon bajó la cabeza y miró a Seo-yeon, quien lo observaba con sus ojos claros. Lentamente frotó sus regordetas mejillas con sus dedos. El cuerpo de Seo-yeon estaba densamente perfumado con las feromonas de Kang Seung-hyun. Por supuesto, el cuerpo de Min Jae-yoon también lo estaba.

—¿A quién te pareces para ser tan espinoso...?

La mirada de Min Jae-yoon se dirige hacia la ventana.

—Me pregunto si estarás bien, te quedaste despierto toda la noche.

***

Esa noche, Min Jae-yoon se levantó del sofá al ver a Kang Seung-hyun entrando por la puerta del medio.

—Bienvenido. ¿Ya has cenado?

—No he comido todavía.

Kang Seung-hyun se dirigió al camerino con una mirada de sospecha en sus ojos. Acunando a Seo-yeon en sus brazos, Min Jae-yoon lo siguió de cerca.

—Yo también te estaba esperando para comer contigo.

Kang Seung-hyun se quitó el saco. Min Jae-yoon, que lo observaba, dijo lentamente.

—Seo-yeon  dijo que lo cuidaste esta mañana…

Kang Seung-hyun se aflojó la corbata y lo miró a los ojos. Min Jae-yoon jugueteó con la vitrina con sus dedos. Rápidamente hizo la pregunta que más quería hacer.

—¿Estás bien? Seo-yeon vomitó.

Kang Seung-hyun puso la botella que Joo-hee le había traído en su boca. Seo-yeon, que parecía estar comiendo bien, terminó vomitando un poco de  leche sobre su hombro.

Kang Seung-hyun le dio nuevamente la botella a Seo-yeon como si nada hubiera pasado. Lo más desagradable fueron las manos de quien intentó limpiar su hombro. Pero no dijo nada.

—Gracias. ¿Ni siquiera pudiste dormir y te fuiste así a trabajar?

De repente, Min Jae-yoon dio un paso más cerca. En sus brazos estaba Seo-yeon. Kang Seung-hyun lo miró y desvió la mirada. Enderezó su postura pero se inclinó ligeramente. No se movió hasta que fue Min Jae-yoon quien lo besó. Podría haberlo hecho él mismo, pero quería que lo hiciera Min Jae-yoon.

Sus labios se tocaron suavemente cuando estaba a punto de separarse. Kang Seung-hyun agarró la parte posterior de su cabeza. Sintiendo el calor que irradiaba su mano, Kang Seung-hyun metió su lengua. Enredo sus cálidas lenguas y chupo suavemente.

—Abvv

Los balbuceos de Seo Yeon se escucharon entre ellos. Min jae Yoon dio un paso atrás consolando a Seo-yeon y dijo. 

—Vamos a cenar.

Las mejillas de Min Jae-yoon se sonrojaron ligeramente. Lo besó delante del bebé y una ola de vergüenza lo invadió. Kang Seung-hyun se dio cuenta de que estaba tratando de escapar.

—Espera.

Kang Seung-hyun se quitó la camisa blanca y se puso ropa cómoda. Aún así, se puso ropa. No ha andado desnudo por la casa desde que los empleados se instalaron en su casa. Los dos hombres se dirigieron a la cocina.

Se sentaron uno al lado del otro en la isla de la cocina donde la ayudante ya había servido la cena. Kang Seung-hyun extendió ambos brazos.

—Tú come primero.

—Seo-yeon llorará...

Min Jae-yoon dudó y luego le entregó con cuidado a Seo-yeon. Kang Seung-hyun sostuvo hábilmente la cabeza de Seo-yeon y lo abrazó.

—Me sorprende que no esté llorando.

Min Jae-yoon esperaba que Seo-yeon llorara. Pero, tal como le había dicho Joo Hee, él permaneció tranquilo, en sus fuertes brazos. Min Jae-yoon miró a Seo-yeon mientras comía sopa de algas. Comió un bocado de carne mirando  a Seo-yeon.

—Come despacio.

La voz baja de Kang Seung-hyun resuena en sus oídos mientras extiende un brazo y coloca el vaso de agua frente a él. El ayudante salió de la cocina. Sólo se quedaron ellos tres en la cocina.

Min Jae-yoon no podía apartar los ojos de Seo-yeon mientras comía. Comió aproximadamente la mitad de su comida y dejó los palillos.

—Ahora dámelo.

Min Jae-yoon extendió ambas manos. Sostuvo a Seo-yeon en sus brazos. Kang Seung-hyun recogió los palillos. Tomó un trozo de carne y se la puso a Min Jae-yoon cerca de los labios.

—Tú come.

—Abre la boca.

Kang Seung-hyun metió la carne en su boca. Entre las muchas guarniciones, seleccionó cuidadosamente las que más le gustaba comer a Min Jae-yoon. Min Jae-yoon comía, pero su rostro mostraba confusión. Sus labios se curvaron.

A veces se siente extraño. Es como si sus recuerdos hubieran vuelto. ¿Cómo puede saber tan bien cuál es mi comida favorita? Conocía al antiguo Kang Seung-hyun desde hace 20 años, y él podía saberlo, pero no el actual Kang Seung-hyun, él no podría saber eso.

Los palillos de Kang Seung-hyun parecían detenerse en el aire antes de recoger con gracia un trozo de ganjuchim (verduras condimentadas). Esa era la comida que Min Jae-yoon más odiaba.

—No puedo comer eso...

Min Jae-yun giró rápidamente la cabeza. «¿Fue una ilusión después de todo?» Min Jae-yun inmediatamente disipó sus dudas y puso los ojos en blanco. Miró a Seo-yeon, que estaba jugando en sus brazos.

Sintió como si la pesada roca que presionaba su pecho se volviera más liviana. El solo hecho de que Seo-yeon no estuviera llorando trajo una paz sin precedentes a la casa.

***

La Navidad estaba a una semana de distancia.

Después de tomar una ducha, Min Jae-yoon salió de la habitación y tomó a Seo-yeon de los brazos de Joo-hee. Junto a la chimenea, un árbol de Navidad brillaba con sus luces encendidas. Era el mismo que Min Jae-yoon había comprado el año pasado para llenar el vacío.

—¿Quién hizo esto?

—Fue el Director Kang.

Pero este año, fue Kang Seung-hyun quien lo colocó desde temprano, y lo dejó encendido cuando se fue a trabajar. Min Jae-yoon se paró frente al árbol por un rato y le mostró las luces centelleantes a Seo-yeon. Jing Min sacó su teléfono celular de su bolsillo. Sus ojos miraban fijamente el árbol de Navidad.

—Eh... Mamá…

Su teléfono celular que Kang Seung-hyun había encontrado estaba debajo de la cama. Tuvo varias llamadas perdidas y mensajes de Kang Seung-hyun, y también tuvo una llamada de su madre. Estaba a punto de llamarle de todos modos.

Min Jae-yoon habló por teléfono apoyándolo contra su hombro. Sosteniendo a Seo-yeon en sus brazos, Min Jae-yoon continuó hablando.  

—…No puedo decirte cuánto ha estado llorando… pero está un poco mejor ahora…

Cuando comenzó a turnarse con Kang Seung-hyun para cuidarlo, Min Jae-yoon sintió un ligero alivio. Le dijo que llamó al Director Lim esa noche. Por eso Kang Seung-hyun le dio a Seo-yeon una ducha de feromonas, eso según fue lo que lo ayudó a sentirse tranquilo.

Fue una prescripción del director Lim, quien dijo que Seo-yeon podría no sentirse seguro por estar cambiando de manos con tanta gente, pero sentía que debe haber habido otra razón.

Oigo la risa de mi madre por teléfono.

[Tú hiciste eso. Lloraste tanto que quería volver a meterte en mi vientre]  

Min Jae-yoon dejó escapar un suspiro de alivio y sonrió. Miró a Seo-yeon, que estaba mirando la bombilla con ojos claros e impecables. No fue culpa de Seung-hyun. Después de terminar la llamada, Min Jae-yoon caminó hacia la sala de estar. Abrió una ventana de mensaje para enviar un texto.

Quería llamarle y decirle que descubrí por qué Seo-yeon lloraba tanto, pero estaba trabajando.

...Al mismo tiempo, el ding-ding-ding-ding de su teléfono atrajo la atención de Kang Seung-hyun, quien estaba sentado en su escritorio en la oficina ejecutiva.

—Cómprame un pastel cuando vuelvas.

—Oh, asegúrate de traer suficiente para todos en la casa.

JING- Entonces llegó otro mensaje. Esta vez era una foto. Las comisuras de la boca de Kang Seung-hyun se elevan con gracia mientras mira la pantalla. Debajo de la foto del árbol de Navidad había un pequeño texto.

[Es bonito]

Habiendo terminado el trabajo antes de lo habitual, Kang Seung-hyun salió de la oficina y se dirigió a la tienda de artículos de lujo. Mientras observaba las vitrinas, señaló un objeto.

El secretario Song, que estaba a su lado, sacó la billetera de su bolsillo. Entregó un cheque y se dio la vuelta. A estas alturas ya estaba nevando fuera. Kang se subió a su coche y jugueteó con la pequeña caja de terciopelo.

Pensó en esperar hasta el día de Navidad para dárselo, pero cuando vio el rostro de Min jae Yoon que se acercaba, se dio cuenta de que no podía esperar tanto. Kang Seung-hyun le entregó la caja de terciopelo y se dirigió al camerino. Después de que entró el secretario Song colocó una gran caja de pastel sobre la mesa.

Min Jae-yoon dejó a Seo-yeon al cuidado de Joo-hee por un momento y abrió la caja de terciopelo. Sus ojos se abrieron de par en par. Pasó junto a Joo-hee y entró en el vestuario.

—Dijo que comiéramos esto…

El secretario Song dejó una gran caja de pastel en la cocina. Las tres personas se reunieron con Ji Gyum, Ji yoon y Seo Yeon en sus brazos. Cuando el Secretario Song retiró la tapa, se reveló un pastel de tres niveles. Sus rostros se iluminaron de alegría.

—Espera, por favor sostenlo un momento.

Eugene le entregó a Ji yoon, a quien sostenía en sus brazos, al Secretario Song. Era el más dócil de los tres bebés. Eugene se movía rápidamente de un lado a otro por la cocina.

Primero puso varias tazas de café y una de chocolate caliente sobre la mesa de la sala de estar. Luego colocó varios platos y tenedores antes de regresar a la cocina. El secretario Song se sentó en la isla de la cocina cargando al bebe.

—Antes, parece ser que le ha traído un regalo… 

Eugene insinuó en voz baja. Incluso cuando se instalaron abarrotando la cocina, no había señales de Kang Seung-hyun ni de Min Jae-yoon por ningún lado. Además, Seo-yeon no estaba llorando, así que no había excusa para llamarlo.

—Lo vi.

Joo-hee tenía una sonrisa significativa. La atención de todos se centró en una persona. El secretario Song tenía una expresión serena en su rostro, como si supiera que era el regalo. Poco después, se escuchó el sonido de una puerta abriéndose y Min Jae-yoon salió.

Se acercó apresuradamente a la cocina y tomó a Seo-yeon de los brazos de Joo-hee. Un collar colgaba alrededor de su cuello cuando se inclinó, y era un collar con un dije en forma de árbol de navidad que combinaba perfectamente con su piel blanca.

—Por favor, acuesten a Ji yoon y Ji Gyum en sus cunas en la sala de estar y pónganse cómodos.

Eugene y el secretario Song se levantaron. Los dos acostaron a Ji yoon y Ji Gyum en sus respectivas cunas vacías.

—Vamos a ver. No parece que tengan ninguna molestia...

Ji yoon y Ji Gyum pusieron los ojos en blanco y miraron el rostro de Min Jae Yoon. Min Jae-yoon se sentó en el sofá. Kang Seung-hyun sacó el pastel.

—¿Por qué compraste uno tan grande? ¿Quién se casa?

Min Jae-yun dijo emocionado mientras miraba el pastel de tres niveles. Empujando suavemente las camas mecedoras con sus pies. Ya se había vuelto bastante hábil en eso. Kang Seung-hyun cortó el pastel rosa con una cara inexpresiva. Tomó un trozo y lo puso delante de Min Jae-yoon.

—Alimentame.

Min Jae-yoon abrió la boca. Kang Seung-hyun partió un pedazo con un tenedor, y se lo llevó a la boca. Los labios de Min Jae-yoon se curvaron.

—¿Estás seguro de que no tengo que ir al concierto benéfico este año?

Min Jae-yoon miró a Seo-yeon en sus brazos. Estaba viendo el efecto de las feromonas de Kang Seung-hyun; el llanto de Seo-yeon había disminuido significativamente a medida que él lo bañaba con feromonas.

—¿No estaría bien si apareciera por un ratito…?

Min Jae-yoon giró la cabeza y miró por la ventana de la sala de estar, notando como la nieve caía ligeramente. También quería tomar un poco de aire fresco.

—No tienes que venir.

—¿Estás seguro de que eso está bien?

—Yo me encargaré de eso.

Desde que llegaron los bebés, «¿finalmente ha madurado?» En el pasado, él insistía en estar siempre juntos pasara lo que pasara. En estos días, parece que los momentos en que depende excesivamente de él han disminuido. Igual que antes... Pero Min Jae-yoon no pensó mucho en eso.

—No te preocupes por nada, solo come. Volveré pronto.

Kang Seung-hyun volvió a tomar un trozo de pastel y lo llevó a su boca. Min Jae-yoon asintió mientras lo aceptaba. El día de Navidad, los dos se prepararon para salir.

Min Jae-yoon se puso un abrigo blanco largo sobre su traje. Kang Seung-hyun, vistío un abrigo negro sobre su traje, sostuvo a Seo-yeon hasta el último momento antes de entregársela a Joo-hee.

—Diviértanse. 

Joo-hee sonrió dulcemente. Min Jae-yoon agitó la mano.

—Volveremos temprano.

Con un clic, la puerta se cerró. El rostro de Min Jae-yoon se iluminó mientras se dirigía al ascensor. Los dos llegaron al primer piso. El secretario Song los estaba esperando abajo en el coche y cuando llegaron abrió la puerta trasera.

Min Jae-yoon y Kang Seung-hyun subieron al sedán. El concierto benéfico organizado por el Grupo Yeonjin atraía mucha atención del público. Si Kang Seung-hyun hubiera aparecido solo en un evento oficial, fácilmente podría haberse visto envuelto en chismes.

Min Jae-yoon no podía permitir que eso sucediera, por lo que insistió en asistir al concierto benéfico. Mirando por la ventana, Min Jae-yoon jugaba con el anillo en su dedo. Era la primera vez que lo usaba desde hacía tiempo.

No pudo evitar preocuparse por si los niños podrían lesionarse. Poco después, el coche se detuvo. Min Jae-yoon salió del auto y se acercó a Kang Seung-hyun, quien estaba parado frente a las escaleras.

En ese momento, un sedán negro se detuvo y la mirada de Kang Seung-hyun se dirigio al coche. Mientras Min Jae-yoon seguía su mirada, notó que Kang Ji-ong salía del auto. Para su sorpresa, Lee Yoo-seung estaba con él esta vez.

Los ojos de Min Jae-yoon se entrecerraron mientras observaba el rostro demacrado de Lee Yoo-seong. Parecía como si se estuviera secando cada vez más, como un árbol viejo.

—¿Estás bien?

Min Jae-yoon le preguntó a Yoo Seong mientras caminaba a su lado. El veneno se filtró de los ojos de Lee Yoo-sung, pero él se dio la vuelta en pánico, como si hubiera sido arrastrado por la mirada de Kang Seung-hyun.

—Nosotros también deberíamos irnos.

Min Jae-yoon agarró la mano de Kang Seung-hyun. Muchas personas que respondieron a la invitación se acercaron a Kang Seung-hyun y Min Jae-yoon para saludarlos. Min Jae-yoon conversó con ellos con una brillante sonrisa en su rostro. Kang Seung-hyun, que estaba cerca, se quedó allí y solo se quedó mirando a la gente a su alrededor.

***

—...¿Cómo está Seo-yeon?

Min Jae-yoon salió del concierto benéfico en pleno apogeo con su teléfono móvil pegado a su oreja. Revisaba cómo se encontraba Seo-yeon con Joo-hee. Junto a él estaba Kang Seung-hyun.

Los dos bajaron las escaleras. Kang Jiong sugirió que cenaran juntos, pero Min Jae-yoon se negó. Como estaba preocupado por Seo-yeon, pensó que no podría comer cómodamente.

—Dijo que no estaba llorando.

Min Jae-yoon giró la cabeza. Se subió al asiento del conductor del Benz. El secretario Song lo trajo por la mañana en caso de que Min Jae-yoon regresará solo a casa. Pero eso no sucedió. Kang Seung-hyun se sentó en el asiento del pasajero.

—Todavía nos quedan dos horas.

Min Jae-yoon llevaba puesto el cinturón de seguridad. Ya eran las 10 en punto. Como pasó lo que pasó en estas fechas, no podía confiar en Kang Seung-hyun para conducir. Ni, hoy, siendo Navidad, no quería confiárselo a nadie.

—¿Qué debemos hacer primero?

El Benz se deslizó hacia adelante. El secretario Song se inclinó despidiéndose y se subió al otro coche. Su coche se detuvo en el semáforo. Al ser Navidad, las calles estaban llenas de gente.

Mientras veía a las parejas y familias, varios pensamientos cruzaron la mente de Min Jae-yoon. Había muchas cosas que quería hacer. Era la primera Navidad que pasaría verdaderamente con su esposo.

—¡Yoon!

Su voz baja resonó con profundidad. Min Jae-yoon giró la cabeza.

—¿Has pensado en algo que quieras hacer?

Los rasgos refinados de Kang Seung-hyun se acercaron. Con sus fríos dedos envolvió  la barbilla de Min Jae-yoon.

—Primero, un beso.

Los labios de Min Jae-yoon se separaron ligeramente mientras inclinaba la cabeza.

—Feliz navidad.

Las comisuras de la boca de Kang Seung-hyun se elevan. Sus labios se tocaron suavemente como si fueran una respuesta. 



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