Altos techos, espléndidos candelabros, un vals elegante que fluía dulcemente, los abanicos de las damas revoloteando y chicos ocupados saludándose.
Era el banquete imperial y ella ya no sabía cuánto tiempo había pasado desde que Dantalion se había ido. Delaney apoyada contra la pared, miraba a un grupo de chicas de su misma edad que estaban ocupadas hablando de flores, y todo lo que ella hizo fue beber champán.
«Ahorita estaría bailado el vals con mi papá»
Debido a que lo llamo el emperador, Dantalion la dejo sola por un momento.
—Estoy aburrida...
No hubiera venido si no fuera por la asistencia obligatoria, desafortunadamente este banquete era una reunión a la que todos los nobles del imperio tenían que asistir. Quizás es por eso que había bastantes nobles locales cuyos rostros no le eran familiares.
Además, por las miradas de algunos grupos que la miraban desde antes, parece que estoy en la tabla de cortar de alguien. Fue solo por un momento que trató de evitar ir a su asiento debido al ruido de los chismes y las miradas.
—Princesa.
La voz del chico, que parecía un poco femenina, llamó la atención de Delaney.
Cuando me gire vi a un guapo chico de alto rango con un hermoso cabello rubio ondulado perfectamente peinado parado frente a mí.
—¿Quién eres?
Su rostro no me era familiar, y creo que no lo he visto antes.
«Si fuera un noble de alto rango del imperio, era imposible que no lo conociera...»
Cabello cuidadosamente rizado, cejas prolijas, ojos redondos pero claros. Tan pronto como el chico se acercó a Delaney y habló, se quedó en silencio por un momento el salón del banquete. Algunos grupos pusieron sus rostros rígidos avergonzados ya que habían estado hablando con el chico hace solo un momento. Delaney, que escudriñó bruscamente su reacción, chasqueó la lengua como si apenas se hubiera dado cuenta.
Deben haber hablado mal de mí con este chico.
Entonces el chico volvió a hablar.
—Es un honor conocerla, princesa Baal.
El chico sonrió con picardía y se acercó a Delaney.
Es de buena educación presentarse antes de solicitar un baile, pero... No creo que lo haya hecho por qué no lo sabe, porque sé ve que lo sabe, pero creo lo hizo a propósito.
Delaney miró al chico con los ojos entrecerrados. Entonces el chico sonrió y acercó más su mano como para pedir un baile.
—No tengo el pasatiempo de bailar con alguien cuando ni siquiera sé su nombre.
«Mantén la calma»
Tal vez no sabía que sería rechazado de inmediato, sintió pena por su aturdida expresión.
—Si me presento, ¿aceptaría mi solicitud para bailar?
Delaney arqueó las cejas mientras miraba al chico que no retrocedía fácilmente.
—¿Quién diablos eres para hacerme esto?
«Si eres un noble imperial, no puedes ser tan amigable...»
Como queriendo que recordara quien es, el chico que sintió su mirada sonrió suavemente.
—Entonces la saludaré de nuevo. Princesa. Mi nombre es Lavia von Geln del Reino de Geln.
«Oh, bueno, no era un noble del imperio. Era del Reino de Geln ...el Reino de Geln no es de donde viene la Princesa Lavia»
—¿Qué? No, espera. ¿Cuál es tu nombre?
Los ojos de Delaney, que ya eran redondos, se abrieron aún más.
— Ahora si ¿aceptaras bailar conmigo?
El chico... No, Lavia miraba a Delaney feliz con una sonrisa.
Delaney, quien fue arrastrada al centro del salón de banquetes por la mano de Lavia, parpadeaba con una estúpida expresión.
Ni siquiera sabía cómo estaba bailando en ese momento. Si de casualidad Lavia quitara el brazo de alrededor de su cintura, Delaney seguramente se caería sobre su trasero en el acto.
—¿princesa...?
—Sí, así es. Me alegro que la princesa me haya reconocido.
Esto es extraño. La descripción de Lavia en la novela... Cabello rubio rizado que le llegaba hasta la cintura y con una bonita piel. ...Lavia frente a ella tenía el cabello rizado pulcramente corto y peinado hacia atrás. En lugar del cabello rubio rizado hasta la cintura.
Además, estaba usando el uniforme que usaría un caballero «¿dónde quedo el hermoso vestido que tanto amaba?» Delaney no fue capaz de entender esta situación.
—... ¿Eres un chico?
—¿Es posible?
—Bien entonces...
Tartamudeando como una tonta parecía ridícula, pero Lavia solo ligeramente sonrió con una relajada expresión.
—Bueno, ¿Una princesa no puede tener el pelo corto y usar un uniforme?
—¿Eh..?
—Es una broma. Definitivamente no es normal. Entiendo que estés sorprendida.
A diferencia del vals que fluía lentamente, la mente de Delaney estaba confundida.
—No hay ninguna razón en particular. Es solo que es más fácil usar este atuendo que un vestido.
—Tu cabello...
—Mi cabello también lo corté porque era una pérdida de tiempo tener el cabello largo.
«No, no... ¿Qué está pasando? ¿Por qué la protagonista femenina de repente...?»
—¿Por qué me invitaste a bailar?
—Estaba curiosa. Muchos quieren chismear cuando ven a la princesa.
Lavia incluso se rio a carcajadas como si sus palabras fueran graciosas. Pero Delaney no se rio todo lo que pudo hacer fue murmurar haciendo una estúpida expresión. Lavia se movía como un chico, dirigió hábilmente el baile. Mientras Delaney seguía parpadeando aturdida, se rio por lo bajo de lo agradable que era.
—En realidad, la profecía del oráculo se vino abajo.
—...¿el oráculo?
—Sí.
Después de una breve pausa, Lavia dijo:
—¿Crees que el destino de una persona está determinado por una princesa?
«¿Qué quieres decir con el destino?» Delaney frunció el ceño ante el repentino fluir de la conversación.
—Quiero ser rey.
La mano de Lavia rodeando la cintura de Delaney la sostuvo con mas fuerza.
—Pero Dios dijo que mi destino estaba fijado.
Delaney sacudió la cabeza levemente pensando que no podía entender lo que quería decir.
—No quería dejar que las cosas fueran según la voluntad de Dios. Así que intenté todo lo que pude.
Lavia abrumada, sonrió mientras miraba a Delaney a los ojos.
—Supongo que no existe tal cosa como el destino.
—Según el oráculo, me debía enamorar del Gran Duque de Baal en el momento en que lo vi.
«Oráculo, Destino, Gran Duque de Baal»
Estaba más confundida después de escuchar eso.
«¿El destino del que habla se refiere a la historia original?»
—Sin embargo, después de conocerte...
Lavia inmediatamente agarro su rostro y habló más cerca.
—Creo que me gusta más la princesa que el Duque.
—¿Qué?
—Jaja.
—Bueno, no me gustan las chicas.
—Estoy bromeando. Por supuesto que tampoco lo dije en serio.
En ese momento, Delaney se puso rígida ante la mirada punzante que sintió detrás. Cuando miré detrás de mí con los ojos entrecerrados, Dantalion, que había terminado su audiencia con el emperador, nos miraba fijamente a mí y a Lavia.
«Papá... conoció a Lavia»
Sentí mi corazón latir con fuerza y sentí que me estaba desmayando. Según la historia original, Dantalion se enamoró de Lavia en el momento en que la vio.
No importa que Lavia se haya cortado el pelo y lleve un uniforme, Lavia sigue siendo Lavia.
«¿Y si a mi papá le gusto? Y si se enamoró de ella como en la historia original.... pero finge no estarlo solo para cumplir la promesa que me hizo. Si hace eso... ...me sentiré miserable»
Delaney se mordió el labio. Estaba nerviosa.
«Me pregunto qué estará pensando Dantalion viéndome bailar con Lavia
No sabía que se encontrarían así... »
Debido a que estaba cerca de mí, no había forma de que no pudiera ver a Lavia. El rostro de Delaney se oscureció de repente.
Lavia, que dirigía el baile tarareando, se inclinó ligeramente cuando miro el sombrío rostro de Delaney.
—¿Princesa?
—Te ves mal.
De repente, Delaney, se asustó al tener cerca su rostro y se estremeció dando un paso atrás. Debido al inesperado movimiento, el paso pausado se torció. Gracias a esto, el cuerpo de Delaney se tambaleó y estuvo a punto de caer hacia atrás.
—¡Ah...!
Con un flexible movimiento Lavia sujeto a Deline por la cintura y ante de que cayera la agarro y jalo de ella abrazándola. En un abrir y cerrar de ojos, el pecho de Lavia llenó su visión. En ese momento, Delaney sintió que le ardía la cara.
Pero...
—Líne.
Una voz familiar de tono bajo vino detrás de mí. Sin siquiera mirar atrás, Delaney pudo reconocer al dueño de la voz.
—¡papá!
—¿Qué estás haciendo ahora?
Sin embargo, la expresión de Dantalion no era buena. Tenía una actitud amenazadora, como si fuera a sacar la espada de su cintura en cualquier momento.
—Ah, eso es...
—No sabía que mi bebé tenía estos gustos.
Examinó descaradamente a Lavia de arriba abajo y torció las comisuras de su boca.
—¿Te gustan los bastardos del Continente Sur?
Con un tono de voz sarcástico y una mirada feroz. Toda su ira iba dirigida a Lavia.
«¿Papá está siendo hostil con Lavia...? ¿Eso es posible? Estoy segura de que ustedes dos deberían estar enamorados...»
Confundida, Delaney solo parpadeo mirándolos. Ni siquiera tenía idea de lo que estaba pasando.
«¿Qué pasa con Lavia? ¿Lavia realmente no se enamoró de mi padre a primera vista?»
Mirando directamente a Lavia, Lavia tampoco se veía muy diferente de Dantalion. Tenía una sonrisa en su rostro, pero no parecía muy feliz de ver a Dantalion.
—Supongo que el duque es un hombre de mente estrecha que ni siquiera puede respetar la privacidad de su hija mayor.
Dantalion se estremeció cuando Lavia dijo la palabra estrecha.
—No aguanta verla bailar con un chico, y viene corriendo como un perro que ha perdido a su dueño.
—No quiero que los bastardos que no saben del tema husmeen.
Las miradas de Lavia y Dantalion chocaron en el aire. Había una fuerte tensión entre los dos. Era como si fuera una banda elástica estirada hasta el límite... ...Que estaba a punto de romperse.
Confundida, Delaney se apresuró a mediar entre los dos.
—¡Deténganse...!
Agarró la manga de Dantalion y dijo:
—Papá, me duelen los pies por los zapatos.
—Vamos a tomar un descanso, ¿de acuerdo?
Luego, de mala gana, Dantalion descontento asintió con un suspiro.
Delaney rápidamente inclinó la cabeza y le hizo una reverencia a Lavi, y trató de evitar pasar junto a ella.
—Princesa.
Entonces Lavia le dijo a Delaney cuando estaba a punto de irse.
—Creo que nos llevaremos bastante bien.
Dantalion, enojado por sus palabras, le mostró los dientes y miró a Lavia. Sin embargo eso no desanimo a Lavia y dijo con firmeza.
—Me pondré pronto en contacto contigo.
Al final de la oración, Lavia se mezcló lentamente entre la multitud. Dantalion apretó los dientes y la miró mientras desaparecía como si fuera a matarla.
Tan pronto como escapó a la terraza, Dantalion la agarro y la besó. Agarró su cintura con tanta fuerza que ni siquiera pudo escapar siguió besándola con bastante dureza.
Obligó a Delaney a abrir la boca y metió su lengua antes de que ella pudiera permitir la invasión, ella se sorprendió cuando enrollo su lengua y la ató persistentemente mezclando su saliva.
—Dime ¿quién es ese maldito bastardo? ahora mismo — Pregunto Dantalion enojado.
—Nunca has bailado con nadie.
—Ay, papá...
—Pero ¿por qué si bailaste con ese tipo...?
Tembló ligeramente la mano que agarraba la cintura de Delaney. Su expresión era tan rígida que incluso Delaney, quien lo había observado toda su vida, se sobresaltó.
—¿Por qué no pudiste decirle que no, verdad? Es un chico guapo de tu misma edad y estaba coqueteando contigo.
Sin darle tiempo a Delaney para explicarle, comenzó a expresar todas sus emociones.
—Sí, creo que preferirías estar con un chico joven y guapo como ese bastardo en lugar de un sinvergüenza como yo.
Me sorprendió su feroz elección de palabras y parpadeé por un momento.
—Pero, ¿qué puedo hacer? No creo poder soportar ver a mi princesa coquetear con otro bastardo, sin que este vea el suelo.
Fue extrañamente agradable escucharlo enojado, como una bestia salvaje excitada, por lo que Delaney ni siquiera pensó en explicarle, así que solo se quedó quieta y miró a Dantalion.
«... Papá, ¿estás celoso de Lavia? Creo que estás loco. Oh mí. ¡Tan lindo!»
El flujo de la historia original, por lo que últimamente me sentía ansiosa, también debió haberse resuelto, y Delaney ocultando los latidos de su corazón evito sonreír.
«¿Porque Delaney no dice nada?»
Dantalion estaba muy ansioso. Agarró las mejillas de Delaney con sus grandes manos y la miró a los ojos. Sus brillantes ojos rojos se miraron en silencio. Delaney siguió en silencio, y Dantalion se puso más nervioso por la situación.
—... ¿Por qué no dices nada? Debes haber bailado con él por razones necesarias, por algún tema importante relacionado con la familia, o algo que me tengas que explicar.
Dantalion gritó involuntariamente, mirando la boca de Delaney, que todavía estaba bien cerrada.
—¡¡Por qué no dices nada!!
—¿Sigues atolondrada por el hermoso joven de cabello rubio y ojos azules, ya te habrás cansado del cabello oscuro y ojos rojos al vivir conmigo?
Murmuró burlonamente. Parecía impaciente, como una bestia desesperada.
«Tengo que decirle que es un malentendido...»
Dantalion es tan lindo, Delaney no pudo soportarlo más y se echó a reír.
—Papá.
Se levantó de puntillas y besó a Dantalion en la mejilla, dijo:
—Ese joven es la princesa del Reino de Glen.
Entonces, la rígida expresión de Dantalion, cambió sutilmente.
—...¿qué?
—Es una princesa, la Princesa Lavia. ... No es un bastardo.
Parpadeo haciendo una estúpida expresión. Dantalion reflexionó un par de veces más sobre lo que dijo Delaney y volvió a preguntar.
—¿La princesa de Glen?
—Sí.
—Oh, ¿es una princesa?
—Sí, princesa.
Dantalion, que se dio cuenta de que estaba celoso de ella aunque fuera mujer, se sonrojó y entró en pánico.
«¿Por qué... ahora...?»
Dantalion sintió que su mente se quedaba en blanco cuando vio a Delaney bailando con un chico lindo que era lo opuesto a él.
Mi corazón se estremeció como loco por la desagradable sensación hasta sintió como si el suelo se hubiera derrumbado y lo hubieran enterrado en lo profundo. Decenas de pensamientos se enredaron en mi cabeza.
«En realidad, él lo sabía. Delaney es una chica de ojos brillantes, que se vería mejor con un chico de su edad que con un hombre como yo. Lo único bueno en mi es mi título porque de hecho, ya estuve una vez casado, soy mayor que ella, y no tengo buena reputación. Fue terrible cuando lo enumeré»
Dantalion siempre pensaba en esto cuando veía a Delaney.
«¿Qué tengo de bueno? Soy su padre, soy mayor que ella por casi 20 años así que me puede considerar un anciano, lo único que tengo es dinero y un título»
A diferencia de mí, que me ahogaría sin Delaney, ella no, ella puede decepcionarse de mí y dejarme en cualquier momento. Por eso siempre estaba ansioso porque era mi culpa.
—¿Y con quién coquetearía que le gane en estatus a mi papá?
—Pero...
—¿Te sorprendiste mucho?— Dijo Delaney, acariciando la mejilla de Dantalion con su pequeña mano. Dantalion negó con la cabeza en lugar de responder.
—Uf... Papá, eres tan lindo.
Suspiró impotente con la cara roja hasta las orejas y se secó la cara.
—Ja... Line. Por favor, dímelo rápido.
Dantalion, murmuró, y besó a Delaney de nuevo.
—Eres tan traviesa.
—¿Soy qué?
—Tardaste en decirlo a propósito.
Él gruñó, mordiéndole los labios con picardía. Mirando a Dantalion, Delaney le acarició la cabeza como a un niño. Dantalion suspiró de nuevo, cediendo voluntariamente a su caricia.
—...Te odio.
—Quiero meterlo en el coño de mi bebé.
Ante su vulgar comentario, Delaney se quejó, empujándolo lejos.
—¿Qué tiene eso que ver con tu ansiedad?
—Quiero follar el coño de mi bebé porque estoy ansioso.
—¿No, solo quieres hacerlo?
—Eso también.
Con un traqueteo, Dantalion aflojó rápidamente la parte delantera de sus pantalones. Como era una situación imprevista, se desabrochó solo la hebilla y se bajó la cremallera sin bajarse los pantalones y sacó su enorme pene a través del hueco.
El falo de color rojo oscuro que sobresalía de entre el pantalón del pulcro uniforme contrastaba marcadamente con la ropa que vestía. Los adornos tejidos con hilo de oro, que incluso parecían austeros, estaban fuera de lugar en esta situación. También la parte superior del uniforme, que estaba cerrado meticulosamente hasta el cuello. Lo único desorganizado en su ropa era el frente de su pantalón.
Fluía semen de la punta del grueso pene. El pene estaba tan grande e hinchado que le tocaba el estómago. Como si quisiera meterse rápidamente en el húmedo agujero se movió un par de veces de arriba abajo retorciéndose libremente.
Las venas que sobresalían en el tallo eran amenazantes con solo mirarlas. Lo mismo ocurría con el grande que se elevaba como si fuera la cabeza de una serpiente. Dantalion dejó escapar un gruñido agarrando el tallo movió su mano rápidamente de arriba abajo. Con la otra agarro la parte de enfrente del vestido.
—bebé.
—Si sí...
—Muérdelo— Dijo Dantalion, poniendo un trozo de su falda en la boca.
—Porque no puedo hacer ningún ruido. ¿Verdad?
Susurro irónicamente con una sonrisa. Delaney mordió su falda. Una vez que levanto la molesta falda, Dantalion pudo jugar con su coño con facilidad.
—Bonita.
La fina ropa interior que cubría su coño estaba húmeda. Gracias a esto, la ropa interior se pegó a la parte superior de su coño, dejando al descubierto los contornos de sus labios. Mirando el hueco entre los labios, Dantalion sonrió y lo acarició sin dudarlo.
—Oh mi
Los largos dedos de su padre rozaron suavemente la carne escondida a lo largo del camino lascivo. La húmeda carne pegajosa reaccionó sensiblemente a las caricias de Dantalion y se contrajo.
—Je, sí...
Movió los dedos un poco más audazmente dentro del agujero y el abultado clítoris se hinchó más, reaccionando al toque de Dantalion. Antes de darme cuenta, mi ropa interior estaba empapada y pegajosa. Dantalion la apartó ligeramente ya que era molesto y acarició suavemente la carne blanca, y el regordete clítoris. Luego empujó sus dedos en el agujero lleno de líquido de amor.
—Vaya...
—Cariño, tienes que estar callada.
Susurró en un tono juguetón riéndose.
Delaney, que estaba sentada en un sofá al aire libre con las piernas abiertas mostrando su vagina, cerró los ojos con fuerza ya que estaba avergonzada por la descarada mirada de su padre.
—Oh... jeje.
Empapo sus dedos con el líquido de amor que fluía y lo esparció sobre el clítoris, frotándolo bruscamente un par de veces, luego agarró su pene moviendo los dedos más rápido que de costumbre. El glande hinchado lo introdujo entre los labios y roso alrededor de la abertura vaginal. Entonces el grande se introdujo con dificultad abriendo el pequeño agujero.
—Mmm ja, me voy a volver loco.
Dantalion agarró el tallo metiéndolo mientras tocaba su clítoris y se tragó una maldición. Su interior se contraía como si lo deseara. Dantalion no podía dejar de sonreír ya que estaba muy feliz por su apariencia lasciva. Al ver su mirada centelleando con lujuria, Delaney dijo con cautela.
—Papá... mmm, suavemente...
—Sí, suavemente.
No pude escuchar cuando lo dijo Dantalion, ya que inmediatamente comenzó a embestir su estrecho agujero.
El pequeño agujero, que estaba empapado, lo abrió a la fuerza, y luchó por morder el pene. Dantalion agarró sus muslos y levantó sus rodillas a tal punto que tocaban su pecho, embistiendo mas fuerte la parte inferior de su cuerpo.
—¡Mmm, eh...!
Delaney apretó los labios para contener sus gemidos, sacudiendo la cadera. Más allá de las delgadas cortinas, innumerables personas iban y venían. Podía oír el sonido de pasos. Mientras tanto, el caliente y duro pene de Dantalion se abría paso a través de su apretado agujero como una serpiente retorciéndose.
—UH Huh.
El glande entró, arañando la pared interior. En poco tiempo, sentí una sensación blanda en la parte inferior. No fue hasta que sintió los testículos de su padre, que Delaney se dio cuenta de que lo había metido hasta la raíz. La tierna carne cubierta de líquido de amor pegajoso se adhirió al pene. Dantalion exhaló un suspiro, sintiendo el agarre de la húmeda carne.
—Bebé...
Se inclinó, besó las mejillas y las comisuras de los ojos de Delaney, y sacó el pene que había insertado. Luego, sin previo aviso, lo volvió a meter con rudeza, señalando el siguiente asalto.
—¡Oh, ja, ja!
Con las manos agarró sus senos que se balanceaban arriba abajo, pellizcó y retorció los duros pezones. Cada vez que eso sucedía, la pared interior se contraía y se volvía más estrecha mordiendo el pene. Dantalion aceleró sus envestidas tragándose la sensación de que estaba a punto del clímax en cualquier momento.
—Ah, sí, papá... sí, ah
Una bestia horrible estaba ocupada entrando y saliendo de entre los labios mayores con un sonido hosco. A pesar de los movimientos bastante bárbaros, se estremecía y jadeaba sintiendo placer.
Cada vez que entraba profundo y salía derrama sus jugos de amor, el pene brillaba como si hubiera sido sumergido en un balde de miel. Cada vez que movía el pene, sus juegos se derramaban del agujero.
—Oh mi
Delaney mordió el dobladillo de su vestido y lloró ante sus despiadadas envestidas «puck, puck, puck, puck» sin piedad. De cualquier manera, Dantalion estaba concentrado envistiendo el pequeño coño de su hija con la cara sonrojada.
Fascinado por la carne pegajosa, Dantalion levantó la cintura como una bestia que hubiera entrado en celo. Entonces, cuando encontró el clítoris escondido entre los labios y lo pellizco, Delaney no pudo contenerse y dejó escapar un extraño gruñido.
—Oye...
Y entonces, en un momento de mala suerte, escucho a través de las cortinas de la terraza pasos eran mujeres acercándose.
—Oh, ¿no escuchaste algo?
—¿Un gruñido?
Sorprendida, Delaney abrió mucho los ojos y cerró la boca. Dantalion no dejó de moverse, y se acercó más a Delaney, aunque supiera o no cómo se sentía.
—¡Uau, papá!
Por las mujeres que seguían ahí, Delaney no pudo seguir el ritmo. Era peligroso porque si abría la boca, realmente no sería capaz de contenerse y gemiría.
Cada vez que metía el grueso falo como una estaca a Delaney se le nublaba la vista. Realmente había llegado a su límite. No sería de extrañar, que gimiera en cualquier momento por la cruel estimulación al llenarla hasta el fondo.
—Eh, oh.
Ella arqueo la espalda y comenzó a temblar como si la hubiera golpeado un rayo, con su gran mano le tapó la boca.
—Shii, cariño.
—Eh
Su boca fue bloqueada por Dantalion, y lo miró con lágrimas en los ojos. Entonces Dantalion sonrió afectuosamente como de costumbre.
—Solo un poco... espera... Seré rápido, ¿de acuerdo?
Sentí vívidamente que algo como un duro garrote traqueteaba en mi interior. Incluso con el más mínimo movimiento, sabía que ya se había hinchado al límite y que estaba a punto de eyacular, seguía rozando contra la pared interior incluso las venas ya se habían engrosado en el pilar.
Los ojos de Delaney temblaron como si no supiera qué hacer porque le gustaba la cosa de su padre que llenaba completamente su interior. También le gustaba que el cuerpo de Dantalion la aplastara ligeramente.
Era un poco graciosa la ironía, ya que vestía un uniforme con medallas en el pecho y se estaba follando a su hija. Cada vez que la envestía, las medallas se sacudían y hacían un pequeño tintineo. Con solo mirar la parte superior de su cuerpo, parecía un noble rico con mucha caballerosidad, así que no podía creer que Dantalion me deseara con tanta lujuria, a pesar de estar follando con él.
—Hmm... eh...
Debido a la diferencia de tamaño, Dantalion quien solo quería taparle la boca por lo grande de su mano había cubierto la mitad del rostro de Delaney. Con solo sus ojos sobresaliendo, miraba a Dantalion apasionadamente, y eso fue perfecto.
Me gusta el familiar aroma que provenía de él, también su cabello negro, que brillaba a la luz de la luna. Ojos rojos llenos de lujuria que brillaban como si fueran los de una bestia, y una nariz que parecía pintada.
Con sus delgadas manos toco el rostro de Dantalion, toco suavemente alrededor de sus ojos, nariz y boca. Dantalion sonrió levemente, y froto su mejilla contra su delgada mano.
—...Te amo.
Me gustaría decirle que también lo amo, pero tenía cubierta la boca. Desafortunadamente, Delaney solo pudo entrecerrar los ojos ligeramente para responderle. Entonces la expresión de Dantalion se iluminó.
Dantalion gimió mientras volvía a perforar con su gran pene su pequeño coño. El gran trozo de carne se retorció y comenzó a moverse en el agujero.
Delaney notó que él estaba a punto de venirse y envolvió sus piernas alrededor de su cintura. Luego para no caerse se acercó más a su cuerpo. Las numerosas medallas que parecían representar la vida de Dantalion, se sacudieron como si fueran a caerse encima de Delaney.
—Mi mundo, mi todo.
Tan pronto como Dantalion quito la mano que cubría su boca, Delaney lo besó. Debido al resplandor del clímax, abrazó con fuerza su cuello con el cuerpo sensible, compartiendo el aliento y enredando sus lenguas.
—Papá.
—... Sí, Line.
—Mi papá lo es todo para mí. Tanto en mi pasado como en el presente.
Delaney lo beso de nuevo sin siquiera dejarlo preguntar por sus significativas palabras.
—Así que no te pongas ansioso.
El semen de Dantalion se desbordaba de su lugar secreto, el lugar que ningún otro chico había tocado. Delaney estaba tan extasiada por eso que lo probó pensaba que era un desperdicio que se derrama entre sus piernas.
Recuperando lentamente el aliento, sintiendo la leve excitación que la había dejado dijo.
—Vamos a casa.
Dantalion levantó una ceja y preguntó.
—¿Podemos hacerlo en el carruaje?
Al escuchar su seria pregunta, Delaney sonrió con picardía y le dio un golpe juguetón a Dantalion.
—¿Papá solo en eso piensas?
—...Supongo que sí.
Mientras sacaba lentamente su pene el agujero rojizo hizo un sonido obsceno mostrando cuando lo saco el pene de su padre completamente embarrado con leche condensada.
—¿No eras un Casanova cuando eras joven?
Delaney entrecerró los ojos y lo miró con recelo. Entonces Dantalion, sobresaltado, sacudió la cabeza violentamente, negando.
—¡En absoluto! En absoluto. Puedo jurarlo por Dios.
—¿Has jugando con Cortesanas?
—¡No!
—Hmm... No estoy muy segura. Parece que no me queda más que creerte.
—Line, eres... demasiado mala.
—¿No es ahí donde eres demasiado, Papá?
—...eres injusta.
Hizo un puchero como si fuera realmente inocente y arregló el vestido de Delaney.
«Yo la desvestí, así que dependía de mí volver a ponerlo como estaba»
Delaney, quien se puso de pie con su ayuda, dijo con una suave sonrisa.
—Quiero vivir así contigo para siempre.
«Cuando las flores florezcan, hagamos un picnic llevando una canasta con bocadillos dulces y jugo. Cuando llegue el bochornoso verano, vayamos a la cabaña cerca del fresco valle y juguemos en el agua. Cuando llegue el fresco otoño, salgamos a caminar para ver las hojas de otoño juntas y cuando sea invierno demos un paseo por la nieve después encendamos la chimenea hasta que el cuarto se vuelva bochornoso y bebamos cacao con un montón de malvaviscos derretidos»
Delaney soñó con esos días y estrechó la mano de Dantalion.
—Vivamos así por el resto de nuestras vidas.
Dijo Dantalion con firmeza, sujetando con más fuerza la mano de Delaney.
«No puedo vivir sin ti. ¿Seguiremos juntos dentro de 10 años?»
—¿Estás ansioso?
Dantalion no le respondió, Delaney sonrió ante su torpeza. Dantalion salió del palacio con sus pequeños brazos alrededor de sus hombros.
—Trataré de no ponerme ansioso.
Susurro, besó a Delaney suavemente cerrando los ojos y sonrió. Hasta entonces, Delaney no tenía idea de lo que estaba pensando Dantalion.
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