El duque
de Icanus era pariente de sangre del rey Pedro. Los dos eran primos, y el rey
mostró ser un excelente gobernante desde que era un niño, bajo la regencia de
su tío, el duque Icanus. El día en que el duque de Icanus fue asesinado junto a
todos los que vivían en el castillo fue un desafortunado incidente, lloró
durante mucho tiempo sosteniendo a Rashiel, quien sobrevivió milagrosamente.
Él fue
como un padre para él, y como era su único tío, el único pariente de sangre que
le quedaba era su primo. Por lo mismo lo sobreprotegía, a su primo el Duque de
Icanus le daba todo lo que quería. Independientemente de si era tierra, joyas o
mujeres, no importaba ante los ojos del Rey Pedro su primo era lo más
importante. Era un hecho que todos los nobles sabían.
Le asignó
un edificio separado solo para el duque de Icanus dentro del palacio real, y le
dio un gran jardín, numerosas doncellas y sirvientes. Además, a menudo le
proporcionaba un trato preferencial que cualquier aristócrata envidiaría. Tal
era el caso, por ejemplo, a la hora de la cena del Rey los dos comían solos.
El
favoritismo del rey era dulce tanto para hombres como para mujeres. En sí, solo
era para mostrar que tenía un gran poder que las otras nobles ni siquiera
podían soñar, por eso ellos pensaban que cuanto más tiempo pasaran con el rey
se volverían más cercanos, y eso era la mejor forma con la que esperaban de
alguna manera tener éxito y ser favorecidos.
—Ojalá
pudiera quedarme aquí todo el tiempo. Vayamos a cazar juntos la próxima vez,
¿te gustaría?
El rey
levantó la copa de vino reprochándole levemente a su hermano
— ¿en su
lugar porque mejor no vienes a visitarme a menudo?
Rashiel
también siguió a su hermano y se rio, levantando su copa
—Esta
cacería terminó antes de lo esperado
En las
cenas del rey con su único primo, el duque de Icanus, originalmente no se
decían mucho. Rashiel le respondió con una sonrisa cuando le conto aburrido
mientras comía
—Eso fue
lo que paso.
—Encontré
una presa que me gustaba y solo volví.
—¿Te
gusta?
Los ojos
de Pedro se iluminaron.
—¿para
decorar tu habitación?
—Es
insuperable en comparación con cualquier otra presa.
—Es mejor
que la presa que cazaste cuando tenías diecisiete años, el hermoso ciervo con
gran cornamenta
El rey
sonrió a la cabeza de ciervo que decoraba el centro del comedor.
—Me
alegro de que este satisfecho con mi presente su Majestad.
—Cuando
estemos los dos solos, puedes dejar de lado el Titulo.
—Sí
hermano
Pedro
sonrió con satisfacción ante la contundente respuesta de Rashiel.
—¿Cuándo
me la vas a mostrar? ¿Dónde la vas a colocar?
—Está en
mi cama.
—Te debe
haber gustado mucho.
—Así que
me está costando domesticarla.
—¿Estás
tratando de hacerlo como con Nezu?
Dejó su
copa de vino y lo miró con interés.
—¿otro
cachorro? ¿Otro leopardo de las nieves?
—Es
similar. Su cabello dorado es muy suave y es linda cuando la toco... cuando la
regaño, me mira con sus ojos llenos de lágrimas. Pero al final, hace lo que le
digo que haga.
—Ya sea
una bestia o un humano, los bebés son infinitamente lindos. Es desgarrador
tener a un pequeño en tus brazos.
—Ah...
—Aleph
dijo que estaba feliz de que llegaras al palacio antes de lo esperado. Está
emocionado de que practiquen con las espadas juntos. Debes estar cansado
después de cazar, pero ¿me harías el favor?
—Haré
todo lo que quiera. ¿No es un honor para mí enseñarle al príncipe que se
convertirá en el rey de este país en el futuro?
Rashiel
respondió de una forma amable.
—Todavía
es joven, así que tómatelo con calma.
—Todavía
es solo un niño
Pedro se
rio y entregó el elogio de su hijo.
—Por
cierto, ¿no estará Nezu celoso de tu nuevo trofeo de caza?
—Mientras
la bestia de cuatro patas esté llena. ¿Qué más puede desear?
—Debe
quedarle su instinto de caza, ¿no quieres a veces volver al bosque? Ese...
instinto específico de las bestias
Rashiel
sonrió ante eso
—Lo crie
desde muy joven. No le di pecho, pero aun así me considera como su madre.
—Sí, lo
hace.
—Depende
de quién sea el domador. Si lo domesticas perfectamente, lo confundirás con un
perro en vez de un leopardo de las nieves.
—Debo
aprender a domesticar a las bestias como tú, estás un paso por delante de mí.
—Ya eres
perfecto hermano.
—Incluso
el Marqués Harlow es bastante bueno para domesticar bestias. No hace mucho,
trataba a un coyote como a un perro.
—También
escuché el rumor.
—El
Marqués de Harlow insinuó la unión por matrimonio. No suena particularmente
mal, ¿qué piensas?
—Todavía
es bueno al disparar
Ante su
sencilla respuesta, Pedro asintió como si lo entendiera.
—Los
niños son cosas buenas, Rashiel.
—¿Es eso
verdad?
—No lo
sabes por qué aún no te has casado. Mi esposa a veces es molesta, pero mi hijo
es la alegría de mi vida. Vale la pena tener uno al menos una vez.
—Ah...
Rashiel
no respondió. Él aceptaba gentilmente todo lo que le decía el rey, pero no
cuando se trataba de tener un hijo. ¿Cómo sería tener un bebé? Solo
al mirar su sonrisa me llenaría y aliviaría la fatiga. Mientras imaginaba a un
bebé en sus brazos, se molestó y se rindió. Era mejor imaginarse sosteniendo a
un león adulto.
Una
sonrisa apareció en el rostro de Pedro al recordar esos días. No sentía afecto
por Roanne, la actual reina porque estaban en una relación política. Sin
embargo, el nacimiento de Aleph fue un placer, y desde que nació Aleph, ha
tratado a la reina con especial cuidado. Por supuesto, mientras tanto, las
mujeres que calientan su dormitorio cambiaban todos los días.
—
Bien
Rashiel
sonrió vagamente. Pedro volvió a reír, como si supiera cómo se sentía.
—No lo
sabrás hasta que lo tengas, con eso en mente estoy tratando de tener otro.
—Esperaré
las buenas noticias.
—No hay
nada de malo que tengas un hijo antes del matrimonio, Rashiel. ¿No eres el
único duque de Icanus? Mi tío se fue primero, así que te convertiste en el
siguiente Duque y viviste en peligro.
—Gracias
por cuidarme.
—Incluso
cuando mi tío era el regente, solías venir al palacio a jugar. Incluso en la
noche en que eso... sucedió
El rostro
de Pedro se ensombreció.
—Si su
Majestad no me hubiera llevado al ducado ese día usando a sus guardias, estaría
muerto.
Conociendo
la tragedia de su infancia, el rey trato especialmente al duque. Nadie se opuso
a que lo cuidara. No, todos lo envidiaban. El favor que recibía era mayor
simplemente porque tenía la sangre del rey. Ya fuera de caza o en un banquete,
siempre trataba de estar junto a él, y cuando recibía un precioso tributo, se
lo entregaba generosamente. Todos elogiaban al duque, que perdió a su familia
en un trágico evento, por su amabilidad y alabanza al rey.
—Vayamos
juntos a la siguiente caza de invierno. ¿No deberías también atrapar menos
animales?
Rashiel
hace girar el vaso que tiene en la mano un par de veces, luego lo deja sobre la
mesa con un sonido de traqueteo.
—Entonces,
vayamos a ver a Aleph
El ruido
al arrastrar su silla resonó por todo el comedor.
—Debo
intentar ser un tío perfecto.
★★★
Fue
cuando Rashiel caminaba hacia el palacio del príncipe.
—¡Tío!
Al otro
lado del largo pasillo del palacio real, el príncipe que lo encontró corrió y
se colgó sobre él. La cabeza del niño le tocó el muslo.
—Aleph
Su gran
mano acarició la cabeza del príncipe y lo abrazó.
—Me
pediste que te entrenara con la espada.
—Sí.
Practiqué todo lo que me enseñaste la última vez. Quiero mostrártelo lo antes
posible
Sus ojos
redondos brillaron y lo miraron. Eran unos ojos llenos de luz por puro anhelo.
El príncipe Aleph seguía a su tío Rashiel mucho antes de que pudiera hablar.
—Estoy
deseando que llegue
Aleph
asintió con anticipación con una suave sonrisa.
—Te
sorprenderás. Tal vez pueda vencer a mi tío
—Si
muero, ¿quién va a alimentar a Nez?
—Eso
es...
Aleph de
repente estallo en llanto.
—No digas
eso. Nunca mataría a mi tío
Aleph
apretó su pequeño puño y juró. Rashiel, que estaba viendo eso, se rio a
carcajadas y dijo.
—Eso es
algo por lo que debo estar agradecido, Su Alteza.
—Te lo
digo en serio. Yo te protegeré. Incluso después de convertirme en rey.
—Entonces,
¿deberíamos ir tener un combate de espadas?
Aleph
sostuvo la mano extendida de Rashiel con cara feliz.
★★★
—Descanse
cómodamente
Después
de que terminó el entrenamiento de espadas con Aleph, un sirviente lo guio a su
habitación y cerró la puerta retirándose en silencio. Su dormitorio estaba lleno
de un espeso olor inquietante. Se quitó la ropa prenda por prenda y se acostó
en la cama. El brumoso aroma llenó la punta de su nariz.
—Su
Alteza
Era una
mujer de Jeolla la que asomó la cara por la sábana.
—Estoy
aquí para servirte.
—...
Rashiel
miró el rostro de la mujer en silencio. Su rostro le era familiar. Era Diona,
la hija del marqués Harlow. Después de un rato, dijo Rashiel con voz fría.
—No creo
que estés en posición de meterte en mi cama.
—Sería un
honor poder servir al Duque
La mujer
extendió silenciosamente la mano debajo de la sabana, sin prestarle atención.
Pero su mano pronto quedó atrapada en un fuerte apretón. Luego, se levantó
lentamente y se inclinó
hacia el
lado donde la mujer estaba acostada. Diona lo miró con una sonrisa de satisfacción.
El cuerpo, que parecía acercársele, se detuvo a cierta distancia.
—Señorita
Diona
su voz
que resuena en mi oído fue como el ruido del viento en el bosque en pleno
invierno.
—Piérdete.
—...
—De lo
contrario, aquí te cortaré la cabeza.
—Bueno,
si ese es el caso...
—¿Lo
probamos?
Cogió la
espada que había dejado junto a la cama. Sorprendida por su acción, Diona se
bajó de la cama. No estaba bromeando. El hombre realmente pensó en matarla.
—Lo
siento. Yo lo siento. Señor. Debería irme...
Diona se
inclinó a medio camino fuera de la habitación con las nalgas hacia atrás.
Después de que Diona salió, Rashiel arrojó la espada y la tiró al suelo. Y
barrió su cabello con rudeza. ¿Es porque no traje ningún medicamento? Mi mente
está constantemente mareada y mi sangre está hirviendo. Tal vez sea porque no
sentí los síntomas por un tiempo e incluso me sentía bien sin fumar, entonces
¿porque estoy perdiendo el control?
★★★
Ariste
alzo sus pesados párpados.
—Supongo
que ya se despertó
Escuche
un pequeño gemido a mi lado. Cuando apenas abrí los ojos y miré alrededor de la
habitación, vi a la doncella de pie junto a la cama. Fue solo entonces que se
dio cuenta de que estaba desnuda mientras la miraban. Estar desnuda era
vergonzoso. Instintivamente, levanto la mano para cubrirse el pecho, pero no
pudo cubrir las marcas que le había dejado durante la larga noche.
Pero a
las criadas no parecía importarles. Le cambiaron la ropa de cama, la
envolvieron en un paño suave y la llevaron al baño. Luego, después de vendarle
las piernas con paños cubiertos con cera de colmena para evitar que el agua
entre en sus heridas, Ariste fue metida en la bañera con pétalos de rosa
flotando. Ariste puso los pétalos de rosa del agua en su mano.
«Rosas
este invierno»
—... ¿De
dónde sacaron estas rosas?
—El área
alrededor de la villa propiedad del Duque siempre es cálida como la primavera,
muchas de estas flores florecen ahí. Desde allí traen las flores todos los días
Ariste
asintió en silencio. Flores en pleno invierno. No había mayor lujo que este.
Por supuesto, también el agua tibia proporcionada por las doncellas.
—¿A
codiciado a otras mujeres así?
Ariste
preguntó con cuidado: «¿Qué pasara con
ella?» Fue una pregunta impulsiva, pero quería saberlo. ¿Qué les paso a las
otras mujeres en su misma situación? Si supiera eso, ¿no sería más fácil saber
cómo tratar a Rashiel?
—Hay
tantas mujeres que se le acercan con solo mover un dedo.
—Nadie
las obliga a hacerlo.
—Siempre
son las mujeres las que lo abrazan.
—Las
mujeres que quieren servirle de noche son demasiadas y son tanto nobles como
vulgares
— Las
doncellas agregaban más palabras a la vez. Las doncellas la miraban con mucha
envidia, con las marcas de él por todo su cuerpo.
—Eres la
primera que trae al castillo.
—...
—La caza
de este año terminó antes este invierno, así que todos están atentos a sus
órdenes. Se supone que estaría cazando en el bosque de caza hasta el final del
invierno.
—¿Por qué
se volvió loco el duque?
Ariste
fue la primera en hacer esa pregunta.
—Parece
que se calma al fumar las hierbas medicinales
Recordó
claramente el aroma que había olido cuando la abrazó hasta que se desmayó. El
leve olor a hierbas medicinales que impregnaba la habitación era el mismo que
la de la cabaña.
—Por las
personas que murieron en el castillo... Oh, duque
La criada
balbuceante dejó de hablar y miró a la puerta abierta. Allí estaba Rashiel,
apoyado contra la puerta y mirando a Ariste. Ariste se hundió profundamente en
el agua y bajó la mirada avergonzada.
—Bien...
Su pecho
estaba hinchado porque lo chupó y lamió toda la noche. Gimió de dolor ante su
agarre. Metió la mano en el agua y le frotó el redondo pecho varias veces.
Luego se levantó y empezó a quitarse la ropa. En un instante, el hombre desnudo
entró en la bañera. Contemplando, agarró a la mujer que estaba a punto de huir
hacia el otro lado, la arrastró, la empujó contra la pared de la bañera y
enterró su rostro entre sus regordetes pechos. Entonces no hiso nada.
—...
El hombre
simplemente respiró profundamente entre los pechos de la mujer y exhaló. De
alguna manera su apariencia era desesperada. No sabía por qué lo sentía así.
Ariste tuvo que sentarse inmóvil bajo su presión. Con el cabello plateado
desordenado, los ojos rojos del hombre parpadeaban a través del vapor blanco.
—Eso es
todo.
—...
Quería
preguntarle qué significaba, pero no podía hablar. No podía creer lo que veía,
al gran hombre respirando desesperadamente con la cara enterrada en sus pechos
como si estuviera poseído. Luego, ante un pensamiento repentino, preguntó
valientemente.
—¿Te
gusta este aroma?
El hombre
dijo que olió algo en su pecho. Cada vez más estaba obsesionado con su pecho en
un grado tan extraño, repetidamente introducía la nariz entre ellos e inhalaba
varias veces. Me pregunté si lo olerían aun después de este baño con el aroma a
rosas.
—...
El hombre
parpadeó lentamente y luego levantó la cabeza para mirar a Ariste.
—¿Cómo
sabes eso?
—Es
posible que lo haya olido porque ahí llevaba las hierbas que se incluyen en su
medicina. Así que estas hierbas alivian la locura del duque... ¡Hmph!
Las
palabras que apenas quería decir fueron tragadas cuando el abrió la boca y le
mordió los pezones.
—Sigue.
Interesante
Dijo,
haciendo girar los pezones en su boca.
—Te haré
un medicamento... menos venenoso de lo que es ahora... escucha... ¡hoo!
Rashiel
chupó con fuerza sus pezones mientras escuchaba a Ariste, a medida que su
cuerpo calentado por el agua de la bañera se frotaba con el de ella, el calor
se intensificaba y su pene se tensó.
—Me atrae
más tu cuerpo que eso.
—...
—Cuando
entro dentro de ti, me calmo y, por supuesto, eso es bueno para mi cabeza,
antes eso parecía imposible sin haber disparado o matado a alguien
El rostro
de Ariste se puso pálido ya que sintió que la cosa del hombre se hinchaba en el
agua. Al ver su miembro endurecerse de inmediato él extendió la mano y le
acarició su esbelta cintura.
—Tómalo
A pesar
de la orden en voz baja, Ariste no pudo relajar su cuerpo rígido. Luego, su
grueso dedo lo introdujo en ella.
—Sí,
sonríe...
Su dedo
que entro con agua caliente presiono y froto la sensible pared interior aquí y
allá. Tan pronto como gimió con entusiasmo mientras le agarraba del brazo,
retiro su dedo del interior y su pene entró de inmediato. Ariste exhaló un
profundo suspiro ante la sensación que llenó su interior incomparable a su
dedo.
El ruido
de su miembro entrando y saliendo dentro de mí en el agua llenó mis oídos.
Rashiel puso las piernas debajo de sus axilas, tirando de ella hacia él lo más
que pudo y se introdujo más profundo. Sus pechos rebotaban ante el movimiento,
avivando aún más la extraña sensación.
—Nunca
antes había visto una presa tan útil
No pude
entender lo que estaba diciendo. Porque estaba cansada solo por soportar este
momento. Continuó hablando con voz somnolienta mientras seguía golpeándose la
espalda. Ariste le rodeó el cuello con los brazos y se aferró para no perder la
conciencia ya que se desvanecía.
—No tengo
dolor de cabeza y el efecto es tan rápido...
Ariste no
sabía a qué se refería. Después de un tiempo, sus bruscos movimientos cesaron,
el agua se volvió rápidamente turbia.
★★★
Los días
en el ducado fueron tranquilos. Rashiel solía salir del castillo y Ariste
pasaba mucho tiempo sola. El castillo era grande y espacioso. Y el tiempo solo
pasó. Su tobillo sanó rápidamente debido al cuidadoso tratamiento del médico y
al rango limitado de movimiento dentro de su dormitorio. Ahora, solía caminar
bastante bien sola sin tablillas ni otros soportes.
Quería
volver a refinar hierbas y elaborar medicinas. Para hacer eso, necesitaba un
espacio adecuado. Es un castillo muy grande, entonces, ¿no habría un jardín que
ella pudiera utilizar en alguna parte? Ariste, que tenía la vaga esperanza,
quería mirar primero alrededor del castillo.
El ducado
de Icanus era lo suficientemente grande y magnífico como para decir que su
tamaño y esplendor eran comparables al del palacio real, o mejor dicho era un
lugar que desbordaba riqueza. Sin embargo, de alguna manera tenía una atmósfera
algo espeluznante y sombría. ¿Qué es lo que crea esta sensación en este hermoso
castillo?
—Puedes
ir libremente a cualquier parte de este castillo. Ya que el amo lo permitió
Ariste se
sorprendió por el inesperado y gentil permiso, porque le extrañaba que no la
hubiera atado a la cama, dado lo que había hecho, le era difícil de creer que
podía andar libremente. Pero su sorpresa pronto se convirtió en resignación.
Eso no significaba que tuviera forma de salir del castillo. No era diferente a
una bestia atrapada en una gran jaula.
—Sin
embargo, no debe abrir la puerta con grabado de ciervos ubicada en el edificio
norte.
—Sí
Ariste no
preguntó por qué. Ella no tenía por qué saberlo. Si me dijo que no puedo
abrirla, no la abriré, eso era todo. La razón no era importante.
—Solo
tienes que prestar atención a eso
Ariste
asintió ante la breve precaución más rápido de lo que había pensado. Fue en uno
de esos edificios que Ariste visito con cuidado que tenía un jardín interior
con una cúpula de cristal en vez de techo que transmitía bien la luz. La
estructura en capas estaba diseñada para hacer que el jardín interior sea
visible dondequiera que mirara. Me paré en medio del jardín interior y miré al
cielo. Era un
—¿Podre
usar este lugar?
—Si
puedes hacerlo
Fue
cuando me di la vuelta poniendo encima mi mano en el pecho palpitante. Hizo
contacto visual con Rashiel, quien la miró desde el segundo piso. La miraba
como si hubiera estado allí desde el principio, como una estatua de mármol. Su sangre,
que había sido calentada por el sol hasta hace un momento, se enfrió en un
instante.
—...
Un miedo
familiar la inundó. Los ojos rojos brillantes la miraban como si ardieran.
Reacción de forma natural como si fuera un ratón frente a una serpiente. Mientras
retiraba el cuerpo apoyado contra la pared sus pasos los oyó Ariste y ella
sintió que la magia se había roto. Ella vaciló y dio un paso atrás. Cuando la
vio Rashiel formo una leve sonrisa en sus labios. Se giró y empezó a bajar la
escalera de caracol.
El sonido
de sus pasos resonó aún más fuerte ya que las escaleras del edificio rodeaban
el jardín. Ariste empezó a correr como estaba. Subió las escaleras
imprudentemente a través de la barandilla, sin siquiera saber a dónde ir. Al
pasar por varias escaleras redondas, el sonido de los pasos que la perseguían
desde atrás se hizo más y más fuerte.
«Boom boom»
Ariste
seguía mirando hacia atrás mientras corría. No podía verlo, así que tenía más
miedo. Los pasos sonaban por todas partes. No sabía dónde diablos estaba.
Sintió pelos revueltos con las yemas de los dedos. Sus ojos, que ya se habían
acostumbrado a la oscuridad, reconocieron de inmediato lo que tocaba con los
dedos. Era la cabeza de un lobo.
—...
Ariste la
retiró con un breve grito. Algo le pinchó el codo esta vez. Era un cuerno de
ciervo. Ariste gritó ante los falsos ojos del ciervo que brillaban incluso en
la oscuridad.
—¡Argh!
Se cubrió
la boca apresuradamente, pero el grito que ya había salido era inevitable. No
tardó en darse cuenta de que todas las paredes y en todos lados se reflejaban
ante sus ojos, que poco a poco se fueron acostumbrando a la oscuridad, eran las
cabezas de bestias.
«Chirrido»
La puerta
se abrió detrás de ella, y la luz entró poco a poco a través de esta,
iluminando el interior. Luego, las cabezas de las bestias, que apenas habían
visto en la oscuridad, las pudo ver más claramente. Ciervos, osos, leopardos,
corzos, nutrias y zorros... muchas bestias la estaban mirando.
—No puedo
abrir la puerta con un ciervo grabado
Fue
entonces cuando las palabras del mayordomo resonaron en mi mente.
—Bueno,
yo... lo siento... iba a...
—Me di
cuenta de él cuando tenía 13 años
Rashiel
extendió la mano y señaló la cabeza del ciervo en la parte superior de la pared
a la derecha.
—Sus
grandes cuernos eran muy hermosos. Y ese lo abrí a los cinco
Donde
volvió a señalar fue la cara de un oso negro.
—Le disparé
cinco tiros y lo derribé. Hay más ocasiones en las que los mate con solo un
tiro
El sonido
de su risa se extendió por sus oídos, pero Ariste no pudo seguir el ritmo de la
risa. También había una mancha blanca vacía en la pared en la esquina de la habitación
llena de trofeos de caza. Era espacio suficiente para dos cabezas.
—Voy a
llenarlo pronto. Ya encontré una presa. Desde hace mucho tiempo. Ariste volvió
a temblar ante su susurro. Le surgió el temor de que uno de esos dos lugares
pudiera ser el suyo.
—perdón...
Le bajó
el vestido y la acostó lentamente sobre la alfombra de la habitación. Ariste
solo estaba temblando y abrazándolo. Confié en la luz que entraba muy
tenuemente a través de la puerta para mirar a mí alrededor, pero todo lo que
podía ver era las cabezas de las bestias.
Ariste,
que tuvo contacto visual con uno de los lobos, lo abrazó con fuerza por el
cuello. Definitivamente eran solo las cabezas de las bestias muertas, pero
mientras sintiera que la miraban, sentía que se volvería loca.
—Es tu
culpa
Dijo,
presionando sus labios sobre su pecho blanco mientras le bajaba el vestido.
—Quiero
que hullas para poder perseguirte
Si no me
hubiera escapado, no me habrías perseguido. El hombre que reconoció la mirada
de Ariste abrió los labios y sonrió. También fue porque Ariste lo seguía sin
problemas. A veces, me veía obligada a obedecerle incluso el comportamiento más
vergonzoso, pero ni siquiera me atrevía a pensar en rechazarlo.
La mano
que le introdujo en su vestido rápidamente le separo las piernas. Con unos
pocos toques en su piel dentro de sus sensibles muslos, Ariste sacudió sus
piernas y se preparó para recibirlo, y él le enterró su miembro rápidamente.
«Llorando»
La rápida
penetración partió en dos mi delgado cuerpo. Sin embargo, poco después de que
continuaran la fricción al entrar y salir de ella, comenzó a derramar sus jugos
y a acostumbrarse al hecho. El sonido de la carne golpeando resonó en la
habitación llena de trofeos de caza. Ante todas las cabezas de la pared ella
sentía que los espiaban haciendo el amor. Ariste quería que apartaran su
mirada.
—Rashiel...
Ante su
llamada, Rashiel se detuvo un momento. Sonrió profundamente ante el miedo de
Ariste, que revelaba claramente en la oscuridad.
—Está
bien
La besó
profundamente en la mejilla y le susurró.
—Mi
cabeza se calienta a veces. A medida que el clima se vuelve más frío, empeora.
Especialmente en las noches nevadas...
Sus
movimientos se volvieron cada vez más rápidos. Estaba escuchando las palabras
de Rashiel una por una mientras era difícil manejar su fuerza. Ella entendió
todas sus palabras, a pesar de que solo murmuraba, ya que no quería que nadie
lo escuchara.
—Tendré
pesadillas.
—...
—Las
cuatro paredes están llenas de cabezas humanas. Estas son las cabezas que yo
corté
Su voz se
hizo aún más áspera. A medida que las cabezas de las bestias visibles crecían y
disminuían varias veces, cubrió con su cuerpo el cuerpo de Ariste. Cuando me
desperté de nuevo, estaba acostada en la cama con Rashiel. El sol que veía
antes por la ventana ya no estaba y solo veía oscuridad afuera. Abrió los ojos
mientras calculaba el tiempo que había pasado. Mi corazón volvió a latir con
fuerza ante sus ojos rojos brillando en la oscuridad. Rashiel tiró de la mujer
que estaba agachada por el miedo y la abrazó hacia él.
—Deja de
dormir.
—Yo me.
—¿Estas
arrepentida?
—¿Sí?
Ariste,
que llevaba un rato pensando en lo que decía, negó apresuradamente con la
cabeza. ¿Qué quieres decir? Sentí como si todo mi cuerpo estuviera gritando por
lo que pasó antes en esa habitación.
—¿Entonces
por qué?
Juntó las
manos y se recogió el cabello varias veces. Como si estuviera frustrada,
Rashiel frunció el ceño.
—Habla
—Tengo
una petición...
—¿Quieres
dejar el castillo?
—No, no
es nada de eso
Ante su
rostro que parecía estar a punto de llorar, suavizó su expresión nuevamente.
—Yo...
por favor déjame cultivar hierbas.
—¿Te
gusta tanto el montón de hierbas?
La miró
como si no pudiera entenderla.
—No hay
mucho que hacer en el castillo. Voy a intentar hacer medicina para el Duque
Le confió
lo que había estado pensando todo el tiempo. Por ejemplo, en hacer la medicina
para este hombre ya que su cuerpo lo era para él. Su papel es el de aplacar su
temible locura. De todos modos, era absolutamente necesaria para Rashiel.
Decidió apoyarse en su teoría un poco y demostrarle el hecho de que sería
lamentable que la matara.
—¿Mi
medicina?
—Sí.
—¿Por qué
estás haciendo algo tan inútil?
—... No
tengo nada que hacer mientras estoy en el castillo.
—Tu
trabajo está completo
Ante sus
palabras, la cara de Ariste se puso roja.
—Cariño,
cuando estoy sola. Estoy muy aburrida
Miró a
Ariste como si no pudiera creerle.
—¿Quieres
decir que quieres trabajar?
—He
estado... trabajando con hierbas a lado de mi papá todo el tiempo mientras él
lo hacía. Fue por demasiado tiempo y me es familiar, así que, si no lo hago, me
aburro.
—La
medicina que has estado usando hasta ahora es muy adictiva. Intentaré hacerla
un poco más suave para que puedas dormir cómodamente.
—¿Por qué
intentas hacerme dormir así?
—eso...
—¿Crees
que podrás escaparte mientras duermo? ¿Incluso después de haber sido regañada
tantas veces?
—No, no
lo soy. No es eso lo que quise decir... ¡Hoot!
Rashiel
se acercó de inmediato y puso su pierna entre los muslos de Ariste. Los ojos de
Ariste se abrieron con sorpresa y lo miró.
—No has
olvidado lo que tienes que hacer, ¿verdad?
Mientras
frotaba entre sus muslos y estimulaba su centro con su rodilla, Ariste ni
siquiera podía gritar y lloraba mientras sostenía sus brazos.
—Déjame
ir... ¡Oh, Dios mío!
Fue en el
lugar donde sufrió por él todo el tiempo. Donde succiono con su boca y apuñalo
con su cosa, incapaz de poder liberarse.
—Es mejor
que no pienses en eso de todos modos.
—Yo no,
yo no...
La pierna
se movía entre sus muslos cada vez más rápido. Ariste retorcía su cuerpo
mientras se aferraba a la sensación de la rodilla presionando y flotando su
centro. Eventualmente ella alcanzó el clímax con la rodilla metida entre sus
muslos.
—...
—Es donde
solía cultivar mi madre.
—Ah...
lo que
dijo me dejo sin palabras.
—Lo he
descuidado durante mucho tiempo. Creo que ahora puedes plantar tus hierbas
Respiró hondo con el rostro hundido entre el pecho de Ariste. Sin saberlo, Ariste extendió la mano y le acarició la cabeza. Luego fue ella quien se durmió primero. Rashiel cerró los ojos en silencio y los abrió, reflexionando sobre la escena que había visto antes. La figura de Ariste de pie en el jardín interior le dio vueltas en su mente como las manecillas de un reloj en un instante.
El canto
de los pájaros, la luz del sol esparcida por todo el lugar, su hermano menor
corriendo por el jardín, su padre y madre mirando... e incluso él mismo. Era un
espectáculo que nunca más volvería a ver. Cerró los ojos de nuevo. Pronto,
escucho el suave sonido de su respiración y el silencio en la habitación.
★★★
—¿Por qué
no debía entrar en esa habitación?
—El
castillo del duque de Icanus sufrió la intrusión de monstruos hace mucho
tiempo, y el duque anterior, su esposa y el hermano menor del Amo Rashiel,
Eldon, murieron.
—Sí...
—La
locura del Amo Rashiel comenzó a partir de ese día, por el espectáculo tan
terrible... Especialmente en esa habitación, la duquesa y el duque murieron
El
mayordomo omitió varias cosas en lo que le conto y eso sugiere que los padres
de Rashiel murieron aún más horriblemente. Ariste decidió no preguntarle más.
—Por
cierto, me dijo que podía plantar hierbas medicinales en el jardín interior,
el... Duque.
—Hierbas
medicinales...
—El duque
me dio permiso.
Bolton
pareció pensarlo por un momento y luego dijo
—Era el
lugar que la duquesa solía usar como invernadero. Debe estar descuidado ahora
porque ya no hemos cultivado ninguna planta.
—Yo me
encargare. Por favor déjame plantar ahí.
—El dueño
lo ha permitido, así que todo está bien. Déjeme saber si necesita ayuda.
—...
Ariste de
repente se floto los brazos por el escalofrío que sintió. En la habitación le
era extraña. Ahora no tiene que pasar horas esperándolo durante mucho tiempo
sin tener que hacer nada. Ese era el único hecho que le hacía feliz. El
invernadero donde la anterior duquesa, es decir, la madre de Rashiel, cuidaba
sus flores, era un lugar con excelentes condiciones para que sus plantas
medicinales crecieran, a pesar de que no lo habían utilizado durante mucho
tiempo.
Ariste se sentó allí y trabajó durante mucho tiempo. Su tarea consistía en sacar las piedras y triturar la tierra para facilitar el riego. Como resultado, termino sentada en el mismo lugar durante la mitad del día.
Comentarios
Publicar un comentario