Al día siguiente, Alexel regresó al palacio después de su primer encuentro con su prometida, la Princesa, y les respondió con amabilidad como de costumbre a las damas de la corte quienes mostraban abiertamente su curiosidad, pero tan pronto como entró en la habitación con Stephanie, gimió ferozmente como una bestia.
—¡Oh, esto apesta! ¡Estoy cabreado! Déjenme en paz, están haciendo mucho ruido.
Esta más salvaje de lo normal Stephanie comenzó a sudar frío con una rígida sonrisa en su rostro.
—Este mmm... ¿No te gustó la Princesa?
—No me gusto. ¡Realmente no me gusto!
Alexel se quitó violentamente su elegante uniforme, desató la funda, colgó la espada ceremonial en la pared y se dejó caer en el sofá. El elegante y hermoso sofá chirrió, y Stephanie temía que pudiera romperse. Es alto, musculoso y saludable, por lo que es muy pesado.
Hoy, sin regañarlo, camino en silencio recogiendo la ropa que había tirado, Alexel, que estaba molesto y se revolvía el pelo, ordenó secamente.
—alcohol.
—Oh, sí.
Se apresuró a servir Brandy en un vaso de cristal. Alexel tomó el vaso y bebió sin decir una palabra, y le tendió el vaso bruscamente. Anticipándose a eso Stephanie que aún tenía la botella en las manos, inmediatamente le sirvió más. Accidentalmente vertió demasiado, pero Alexel se lo bebió todo de un solo trago y colocó violentamente el vaso sobre la mesa.
Bueno, él es un buen bebedor, a diferencia de Stephanie, que se emborrachaba fácilmente, así que no tenía por qué preocuparse.
Mientras miraba su condición, volvió a colocar la botella de brandy en su lugar, Stephanie preguntó vacilante.
—¿Se veía diferente del retrato?
—No. Era más hermosa. Es una belleza que supera con creces a las amantes del Emperador, su única fuerza no es solo su rostro y su cuerpo. También, tiene una mente ágil.
—Eso es genial, bien por usted.
Se encogió de hombros por su mortal mirada.
«Te elogié, pero ¿por qué me miras así?»
—Oh, bueno… entonces… ¿qué es lo que no te gustó de ella?
—Ella es hermosa, elegante, inteligente y es la Princesa de un país aliado. Además, nos vemos bien juntos.
—Bueno, eso es algo bueno, una ventaja… ¡Creo que es algo bueno!
Alexel volvió a sacudir la cabeza irritado y gruñó. En el peor de los casos, solo enredo su cabello. Stephanie camino hacia el respaldo del sofá y arregló el cabello de Alexel con los dedos.
Mientras se rendía en silencio, murmuró para sí.
—... muy bien, no hay motivo para negarme.
—Sería una pena que te niegues.
—No me gusta esa astuta mujer. Se parece a una mantis religiosa, si hago algo mal me arrancara la cabeza.
—¿Una mantis religiosa?
—¿No sabes? Las hembras se comen al macho después del apareamiento. Para convertirlo en nutrientes para el desove. Así que el macho debe huir después del apareamiento.
Stephanie se sorprendió y se puso rígida ante la forma frívola de hablar que no podía considerarse muy educado.
—Príncipe, no me digas que eso es en lo que has estado pensando...
—Te lo estoy diciendo.
—¡No es una mantis religiosa! No hay forma de que una Princesa que se casa con un aliado pueda hacerle eso a su esposo.
—Eres muy ingenua…
Le lanzó mirada compasiva y Stephanie se enojó.
—¡Alexel te estás burlando de mí!
—No es así. Solo estoy siendo cauteloso. Desde la antigüedad, muchos héroes han arruinado sus vidas debido a las mujeres. El primer rey Alexel no fue la excepción.
—Eso es cierto, pero...
—Odio a las mujeres hermosas. A los hombres de la familia imperial a menudo les gustan las mujeres que son así. Mira a mi padre. Cambia de concubina y nunca baja de cinco. Además, la
Emperatriz actual tiene 16 años, es más joven que Louisa. También es un pervertido sin importar lo que piense.
—Bueno, eso es blasfemia, Alexel.
—Mi madre murió después de llorar continuamente por las aventuras de mi padre. Tengo el derecho a maldecirlo.
Con un salvaje resoplido, Alexel se echó hacia atrás.
—Escuché que mi madre, quien era una mujer hermosa, después de unos años se cansó de ella y trajo a una nueva mujer. La belleza es efímera. La apariencia siempre se deteriora a medida que envejeces. Las relaciones entre los países también cambian... Quiero amar solo a la mujer que tomé como mi esposa pase lo que pase.
Miró a Stephanie que estaba detrás de él.
—...Entonces, no quiero conformarme con una apariencia hermosa, el poder de un país o que
sea inteligente. Esos pueden ser requisitos necesarios para el Imperio, pero no son suficientes para mí. Especialmente si es alguien que se siente atraída solo por mi apariencia y posición.
—No puedes decir con certeza que la Princesa de Elviara sea así. Puede ser que te hayas enamorado de una Princesa hermosa, elegante e inteligente de un país poderoso, además Alexel. También eres guapo, inteligente, e increíblemente fuerte.
—Hmmm... Mi estómago es muy pálido.
Alexel se burló de sí mismo.
«Ciertamente era un crítico negativo en comparación con su hermosa apariencia, y finge ser peor de lo que realmente es, así que de repente recordé al niño que se mordía el labio llorando en secreto. Tal vez esta sea su verdadera personalidad. Ni su exterior impecable ni el interior vicioso...»
Mientras pensaba, Alexel, que miraba el rostro de Stephanie, murmuró con admiración.
—Por cierto, tienes una cara muy interesante. Y es aún más interesante al verla al revés.
~~~ Eso.
Como era de esperar, ¡tienes una mala personalidad!
—¡No lo sé! eres un tonto Alexel.
Cuando me giré me tambalee ya que de repente me agarro del brazo. Perdiendo el equilibrio gire sobre el sofá y caí sobre el cuerpo de Alexel.
—Oh, eso fue peligroso.
Mientras gritaba enfadada, Alexel abrazó a Stephanie con fuerza.
—¡¿Vamos, espera, Alexel?!
—Incluso después de muchos años, no me canso de Nia. Eres muy divertida... quédate conmigo
incluso después de que termine tu periodo de alistamiento, casémonos.
Susurro suplicando en su oído, Stephanie se puso rígida.
—No bromees. No hay forma de que pueda ser la Princesa Heredera. Mi posición es muy diferente.
—Tú también eres una Princesa.
—Del tercer país de los países bajos. No ayuda.
—Eres muy divertida.
—No puedes elegir a tu compañera solo porque es divertida. Alexel eres el perfecto Príncipe Heredero. El perfecto Príncipe debe pensar primero en el interés nacional.
«¿Debería dejar de temblar...?»
—¿Estarías bien si pierdes tu posición de Príncipe Heredero?
Stephanie acarició suavemente la espalda de Alexel que se quedó en silencio.
—Estarás bien, porque habrá alguien a quien le guste la verdadera personalidad de Alexel, y tal vez la Princesa de Elviara podría ser tu destino.
—No, ella es una mujer ambiciosa y caprichosa. Se casa conmigo con la intención de devorarme.
—Otro de tus prejuicios…
«Si esta así de terco, solo será más decidido sin importar cuánto intente calmarlo»
Cansada de lidiar con el gran matón, Stephanie suspiró.
—Con esta actitud incluso un amor de cien años se enfriaría... ¿Qué pasaría si la Princesa te ve así?
—Si me ve, la mato.
Alexel murmuró enojado.
—Eres la única que puede verme así Nia…, si eres tú no me importa mostrarme tal como soy, sin vergüenza, sin miedo.
—No te preocupes, no se lo diré a nadie. Pase lo que pase, nunca se lo diré a nadie.
Stephanie sonrió, acariciando su firme espalda. Al menos Stephanie tiene una cosa que ninguna otra mujer puede tener en sus manos. Su secreto. Su verdadero yo, el que nunca ha visto nadie. Solo Stephanie.
Una noche, aproximadamente quince días después de que la Princesa de Elviara entrara en palacio, como prometida del Príncipe Alexel. Se celebró un gran baile para darle la bienvenida a la Princesa.
En el Salón de Banquetes de Hielo y Nieve del Palacio Blanco (Palacio de Invierno), el salón de baile, estaba lleno de hombres y mujeres de gran estatus.
El enorme salón de banquetes circular, llamado así por las columnas de mármol azul claro, una al lado de la otra, tenía una ventana en el centro de un techo triple en forma de cúpula, que representa la luna, con imágenes del cielo
nocturno en invierno, bestias de pelaje blanco y dioses con coloridas ropas de invierno.
El piso es una hermosa cuadrícula de mármol azul y mármol gris, y el candelabro de cristal entre la ventana hace que el salón brille aún más deslumbrante y se vea extravagante. Era la primera aparición oficial de la prometida del Príncipe, por lo que asistieron la mayoría de los grandes nobles que vivían en la capital.
Además, esta vez, los miembros de la realeza de cada país que vivían en el palacio como subordinados fueron tratados como invitados si tenían 16 años o más, por lo que el enorme salón de banquetes parecía abarrotado. Hacía frío ya que era de noche, pero dentro del salón hacía mucho calor debido a la gente.
Stephanie abanicaba a la Princesa Louisa y le preguntó en voz baja.
—¿Estás bien, Princesa? Si no te sientes bien, debes decírmelo de inmediato.
—No es nada, Nia. Estoy un poco emocionada, pero estoy bien.
Louisa sonrió radiante y saludó a la noble pareja que vino a saludarla. La Princesa Louisa, quien pocas veces aparecía en público, fue al baile y había mucha gente que quería saludarla.
La hermana menor de Alexel, Louisa, es dueña de una hermosa belleza parecida a un lirio, por lo que era especial entre las pocas Princesas y aunque ya falleció, su madre biológica fue la Emperatriz. Hay muchos nobles que desean casarse con ella.
Aunque su personalidad es tímida e introvertida, Louisa respondió con una sonrisa pulcra como la de una reina. Louisa estaba sentada cómodamente en un gran sofá en la esquina del salón de banquetes, y Stephanie abanicaba suavemente a su lado izquierdo o, a veces, la ayudaba con la conversación. Cuando la multitud cesó, Louisa suspiró aliviada.
—Pude hablar tranquilamente porque Nia estaba a mi lado. Gracias.
—Estuviste genial, Princesa.
Stephanie tomó una bebida roja de la mesa de al lado y se la entregó. Es un jugo que se prepara triturando frambuesas, naranjas y hojas de menta a la que se le añade agua con miel. Louisa tenía que evitar el alcohol, y a Stephanie le gustaba beber pero se emborrachaba fácilmente, así que Alexel le dijo que no bebiera.
Louisa bebió el delicioso jugo y miró a su alrededor.
—Mi hermano mayor, ¿dónde está?... oh, allí esta. ¿Con quién está hablando?
—Él es el Conde Chrysler. Es el vicepresidente del Senado.
—A si ya veo... Pero ¿la Princesa Leonor aún no ha llegado?
—Llega un poco tarde. Debe llevarle tiempo prepararse.
En ese momento sonó una trompeta anunciando la llegada de un noble.
El sirviente de la Princesa habló en voz alta.
—La primera Princesa del Reino de Elviara, Leonor Francis C. Elviara.
El murmullo se apagó y los invitados se inclinaron de inmediato para mostrar sus respetos. Solo la familia real se puso de pie y se inclinó ligeramente. Cuando vio a la familia real caminando junto a la Princesa Leonor, Stephanie tomó la mano de Louisa.
—Princesa, vamos a donde está tu hermano.
—Sí.
Inclinó su rostro tanto como pudo, levantó la mano de Louisa en alto y apresuró sus pasos hacia la familia real. Alexel se giró y sonrió. Stephanie, que le había entregado a Louisa, se apresuró a volver a la esquina.
Primero, el Emperador le dio la bienvenida a la Princesa Leonor, luego la joven Emperatriz
Nessa estrechó su mano. Luego Alexel tomó su mano y le besó en el dorso. Después, en orden de edad, los dos medios hermanos de Alexel la saludaron. Los cuatro medios hermanos restantes eran menores de 16 años y no pudieron estar presentes.
A continuación, Louisa la saludó primero por ser la primera Princesa, y luego, las tres Princesas restantes en orden de edad.
«Mirándolos de nuevo, el Emperador realmente tiene muchos hijos»
Hay tres Princesas más que no pudieron asistir, así que si los cuento a todos, hay nueve hombres y siete mujeres, haciendo un total de dieciséis hijos. Alexel es el cuarto hijo y la Princesa la tercera hija. Además, la Emperatriz Nessa, de 16 años, quien se casó con el Emperador el año pasado, aún no tiene hijos.
La familia real básicamente vive junta pero en castillos diferente con hijos de la misma madre. Naturalmente, hay facciones, por lo que,
aunque sean hermanos, no se llevaban muy bien. Dado que las madres son rivales, los hijos se gruñen fácilmente por tonterías.
Sin embargo, en tal situación, todos actúan aparentemente en paz. Mientras se sonríen y se alaban mutuamente, sus ojos no sonríen en absoluto y solo buscan sus fallas. Stephanie tembló de miedo y pensó en el dicho de que puedes morir si bajas la guardia, no es una metáfora exagerada.
Como solo los hombres pueden heredar el trono a menos que algo salga mal, las Princesas no tienen nada que ver con la lucha por el derecho a la sucesión. Ahora, Louisa y las otras Princesas se saludaron calurosamente y parecían estar charlando.
Con la señal del Emperador, la banda comenzó a tocar. Finalmente, el baile había comenzado. Alexel tomó la mano de la Princesa Leonor y caminó hacia el centro, e Louisa se separó de sus hermanas y regresó.
—Estoy un poco cansada. ¿Tal vez sea porque rara vez nos vemos? Estaba muy nerviosa a pesar de que somos hermanas.
—Siéntate y descansa. Tendrás que bailar con Alexel más tarde, así que necesitas recuperarte.
—De acuerdo.
Louisa asintió con alegría. De hecho, este es su baile de debut. Convenció a su hermano, quien no estaba contento de que su hermana menor quisiera celebrar un baile de debut. Aun así Louisa practicó mucho.
—Me gusta porque me siento cómoda al no ser el personaje principal. Cuando llamo la atención de la gente, me siento nerviosa y mi corazón se debilita.
De hecho no era broma lo que dijo ya que Louisa tiene un corazón débil, por lo que Alexel se vio obligado a estar de acuerdo. Stephanie y Louisa se sentaron de nuevo una al lado de la otra en el sofá y miraron a la gente bailar con gracia.
Aunque estaban rodeados de muchas parejas, la presencia de Alexel y la Princesa Leonor era abrumadora. Alexel, vestido con un uniforme de ceremonia blanco con bordados de oro con charreteras doradas en los hombros donde caían hilos del mismo material, está tan guapo que hasta Stephanie, acostumbrada a su belleza, quedo hechizada.
Incluso su hermana menor, Louisa, se sonrojó y murmuró: —Hermano mayor, eres genial...
Las mujeres en el banquete, independientemente de su edad, se sintieron evidentemente atraídas por él.
Mientras tanto, la Princesa Leonor también era tan encantadora y no perdía ante Alexel. Con cabello dorado y ojos turquesa, hermosa piel blanca, sus labios rojos tienen una linda sonrisa y mostraba levemente sus dientes blancos aperlados como pidiendo un beso. También es hermoso el fino puente de la nariz que se
extiende desde las cejas que dibuja un hermoso arco. Stephanie suspiró.
«Eres verdaderamente una mujer muy hermosa. ¿Cómo puedes verte tan bien al lado de Alexel?»
Era más alta que Stephanie, pero no tanto como Alexel si no equilibrada. Stephanie es tan pequeña que la parte superior de su cabeza apenas toca el pecho de Alexel.
«Es literalmente alguien a quien no puede alcanzar...»
Me falta estatus, belleza, astucia, altura, lo único que tengo es su secreto y que puede estar cómodo junto a mí. Para Alexel, soy como una linda mascota. Puedo ser linda, pero no puedo casarme con él. Él es el Príncipe Heredero del poderoso Imperio. Ella es solo una Princesa del tercer estado vasallo de los países bajos.
Aun así, estaba feliz. Aunque sea solo por capricho, o algo que dijo sin pensar, incluso si lo dijo sin rodeos….
«Casémonos»
Stephanie estaba muy feliz cuando dijo eso: «podía quedarse con él»
Aunque me queje de que es problemático, que siempre ande recogiendo su ropa regañándolo como si fuera un niño, y cada vez que se acerca puedo sentir su calor corporal y eso hace que mi corazón palpite muy rápido, cuando es torpe siendo amable… cuando está contento…
—¿Qué pasa, Nía?
Stephanie parpadeó ante la voz de Louisa. Las lágrimas caían por sus mejillas. Ella estaba llorando. Al darse cuenta de eso, Stephanie entró en pánico.
—Ah... no, no es nada... es que, estoy impresionado.
Limpiándose rápidamente las lágrimas, Stephanie sonrió.
—Ellos se ven tan bien juntos, son tan hermosos... así que llore por la emoción.
Louisa miró fijamente a Stephanie.
—Estoy segura de que es hermosa, pero no importa lo hermosa que sea, a él no le gustan las plantas carnívoras.
—¿Qué?
—No creo que lo atrape porque mi hermano no es una mosca.
Stephanie frunció el ceño. Como son hermanos, no solo son sus rostros los que se parecen. Louisa también dice cosas bastante duras. Por cierto, ambos usaron metáforas bastante perturbadoras contra una mujer hermosa, mantis religiosa y planta carnívora.
—Se ve muy hermosa y elegante...
—Nia eres muy amable. Eso es bueno, pero a veces es frustrante.
—Sí. Gracias, creo..
Al final de la canción, surgieron fuertes aplausos y vítores. Mientras aplaudía, Stephanie ladeó la cabeza porque no entendía.
—Está bien, ahora es mi turno.
Louisa se levantó y caminó hacia Alexel, que estaba hablando con la Princesa Leonor. Stephanie, que era su asistente, no podía sentarse a mirar, así que la siguió a distancia.
—Hermano mayor, baila conmigo la próxima. Es posible que no pueda quedarme mucho tiempo, así que date prisa.
Dijo Louisa en broma, Alexel sonrió con amargura y le tendió la mano.
—Cuando te vean bailar, habrá una fila de hombres esperando su turno. No te excedas.
—Solo voy a bailar con mi hermano esta noche.
—¿Tampoco bailaras conmigo Louisa?
El Emperador sonrió amargamente y miró a su hija. Louisa sonrió.
—Entonces bailaré especialmente con papá.
Hubo aplausos y risas. Stephanie, que solo lo había visto leyendo en la cama o tocando las
flores mientras caminaba lentamente por el jardín, admiró la apariencia imponente de Louisa. Es una Princesa tímida e introvertida, pero puede responder con confianza si quiere. Después de todo, es la Princesa de un gran Imperio y la hermana menor de Alexel.
Los pasos de Louisa eran asombrosos a pesar de que era la primera vez que bailaba frente a todos. Llevaba un vestido rosa con varias capas de delicada gasa, Louisa giraba ligeramente como un hermoso pajarito.
Cuando terminó la canción, surgieron fuertes aplausos como con la Princesa Leonor. Con el rostro sonrojado, Louisa caminó hacia Stephanie de la mano de Alexel.
—¡Nia! La próxima canción, bailarás con mi hermano.
—¡Oh, eso es absurdo!
Aunque se negó avergonzada, Louisa agarró a la fuerza la mano de Stephanie y tiró de ella.
—¿Está bien, verdad hermano? Nia es mi preciosa amiga, así que tengo muchas ganas de verlos bailar.
—Princesa, por favor. ¡No soy buena bailando!
—¡Estarás bien, mi hermano te guiara! ¿No es así, hermano?
Para su sorpresa, Alexel sonrió y asintió.
—¿Te gustaría bailar conmigo? Princesa Stephanie.
Extendió la mano, Stephanie miró fijamente al Príncipe Heredero. Era la primera vez desde que ingresó al Palacio Imperial que me llamaba —Princesa—. Incluso si es una Princesa en su tierra natal, básicamente es una doncella en el palacio imperial. Hasta ahora, he estado en varios bailes que sirvieron como reuniones sociales como doncella del Príncipe Heredero, pero nunca he bailado con un miembro de familia Imperial como invitada.
Más que eso, siempre estuve callada mirando, y nadie me habló. Mi única pareja de baile era mi hermano, quien también había ingresado al Palacio Imperial, pero regresó a casa el año pasado. No he bailado desde entonces. Ha pasado un tiempo desde que asistí a un baile, pero vine para servir a Louisa.
Stephanie tragó saliva, vaciló y tomó la mano de Alexel. Desafortunadamente, no puedo rechazar la solicitud del Príncipe Heredero.
«Uh... me están matando las miradas...»
Me intimidaron las miradas punzantes y los susurros mientras se tapaban la boca con un abanico.
—... levanta la cara. Solo mírame
Alexel susurró en voz baja. Levantó la vista y sonrió alentador. Puede pensar en el fondo que es terriblemente molesto, pero Stephanie, que conoce su verdadera naturaleza, vio la sonrisa como una pared de hierro.
Estaba actuando perfectamente siendo el Príncipe Heredero educado y cariñoso. Pero por ahora confiere en su sonrisa.
Stephanie asintió en silencio. Alexel, que era lo suficientemente elegante y hermoso como para perder la cabeza, sonrió. El baile comenzó de forma natural, como si se moviera en el viento. Dijo que solo debería verlo a él, pero sin darse cuenta, la mirada de Stephanie estaba fija en él, y él también miró a Stephanie con una sonrisa y no apartó los ojos de ella ni por un momento. Sentí como si estuviera en un sueño, bailando mientras se miraban el uno al otro con música elegante de fondo y luces parpadeantes, olvidando a los demás.
—Fue genial, Nía.
Louisa le dijo con una sonrisa satisfecha.
—Ga, gracias…
Stephanie respondió con voz entrecortada, hizo una reverencia hacia la Princesa, quien fue sacada por su padre a bailar y se escondió apresuradamente en un rincón. Nuevamente, Alexel comenzó a bailar con la Princesa Leonor.
Mientras miraba fijamente a la multitud, de repente fui apuñalada por un codo en el
costado. Miranda y Julia, que tienen la misma edad que ella, rodearon a Stephanie con unas sonrisas arrogantes.
Ambas son Princesas de países ricos, por lo que están vestidas con vestidos enjoyados y decoradas con joyas de colores. Miranda sonrió con hostilidad.
—De verdad, eres muy buena adulando.
Julia también mostró una sonrisa descaradamente malhumorada.
—Debes sentirte satisfecha por ser quien adula al Príncipe Heredero y ser la compañera de conversación de la Princesa Louisa sin saber cuál es tu lugar. ¡Pero eso terminará pronto! Prepárate.
—...¿De qué están hablando?
—Nos hemos convertido en las doncellas de la Princesa Leonor.
—Sí, eso es genial.
No sabía lo que querían presumir, pero las felicité.
—La Princesa Leonor es realmente una gran mujer. Es hermosa e inteligente, y no es presuntuosa a pesar de ser la Princesa de un país aliado, es muy humilde.
—Como era de esperar, es increíble.
—Sí, es muy diferente a ti.
«Lo sé sin que me lo digan»
Las dos se rieron juntas mezquinamente.
—Solo tienes dos meses para seguir presumiendo. Será mejor que empaques antes de que sea demasiado tarde.
—¿Todavía me quedan 3 años para poder irme del palacio...?
—Jajaj, no seas estúpida. ¿Crees que el Príncipe Heredero seguirá siendo el mismo cuando se case?
—Jajaja, de verdad eres estúpida. No será lo mismo, realmente estúpida.
Miranda y Julia se rieron como si fuera algo gracioso. Estaba enojada cuando estaba a punto de decirles algo, escuché una voz tranquila a mi lado.
—Wow, Nia. Estás aún más linda esta noche.
Fue Eón, el guardia, quien apareció. No con su uniforme habitual, si no con un bonito traje.
—Sr. Eón, pasare por alto su descaro.
—No, de verdad estas muy linda, pero parece que tienes abejas ruidosas volando a tu alrededor.
Por alguna razón, Miranda y Julia se estremecieron y huyeron a toda prisa cuando Eón les dedicó una sonrisa amistosa.
«Ni lo miraron. ¿Por qué huyeron así...?»
—Es raro, Sr. Eón.
—Ah, yo también soy un invitado esta noche. Después de todo, también soy un Príncipe.
Es el segundo Príncipe del Principado de Moldan y miembro de la corte real. Su título es de duque, no el de rey, pero en el rango de los países vasallos está muy por encima del de Florencia.
Mirándolo así, es bastante varonil. Había un par de mujeres que se veían sonrojadas y excitadas. Cada vez que hacía contacto visual con esas mujeres, sonreía e inclinaba la cabeza.
Pasa relativamente desapercibido porque a menudo sale con Alexel, quien tiene una belleza asombrosa pero de hecho es un joven bastante guapo. Tiene el estatus de Príncipe y también es el capitán de la escolta del Príncipe Heredero. Incluso si lo deja solo, las mujeres parecen reunirse. Al contrario de Alexel, a quien considera un ermitaño por su inmoralidad, Eón es famoso por ser un coqueto.
Es un playboy marcado que no detiene a las que vienen y no persigue a las que se van.
—Uh, esa chica es linda. Vamos a invitarla a tomar un té.
—Sr. Eón, ella es una doncella casadera, así que no la toque.
—Lo sé. Las florecillas son encantadoras así que solo hablo con ellas. Soy más una tentación que un tentador. Me gustan las mujeres casadas con glamour. Oh, ahí está la Condesa Ramón.
Donde saludo, había una belleza encantadora, mirando a Eón con una mirada de desaprobación. Stephanie suspiró con incredulidad.
—Ya que no tienes que estar conmigo, ¿por qué no disfrutas del tira y afloja del amor?
—No te preocupes, me estoy divirtiendo.
Después del baile, los aplausos se extendieron. Louisa regreso después de bailar con el Emperador, se tambaleó y agarró a Stephanie
por el brazo. Su complexión era mala y su respiración era inestable.
—Nia... estoy un poco cansada.
—Regresemos, Princesa. Tengo el carruaje listo para que regresemos en cualquier momento.
—Louisa, ¿estás bien?
Alexel, que llegó a toda prisa, le habló.
—Oh, lo sabía. Pensé que no te veías bien. Ahora regresa. Eón, lo siento, pero ¿puedes llevarlas?
—Con alegría.
Louisa sonrió débilmente.
—Estaba feliz bailando con mi hermano. Por favor, díselo también a padre.
—Está bien, te veré tan pronto como termine. Nia, por favor, cuida de Louisa.
—Déjamelo a mí.
Stephanie asintió y salió del salón de banquetes mientras sostenía a Louisa. Alexel la miró
preocupado, luego regresó al espléndido centro rodeado de gente.
Por la noche, ante la sensación de que acariciaban suavemente su cabello volvió repentinamente a la conciencia. Frente a frente con un hombre de aspecto amable, Stephanie recobró el sentido y se levantó de un salto.
—¡Alexel! Bienvenido.
Iba a esperarlo, pero me quedé dormida. Alexel ya se había bañado y llevaba puesta casualmente una gruesa bata de baño. Un encanto varonil se cernía sobre su pecho firme que era visible a través del cuello suelto.
—Vine a ver el estado de Louisa. Me sentí aliviado de que no fuera nada grave. Está durmiendo bien.
—Solo estaba cansada. Había pasado mucho tiempo desde que estuvo frente a mucha gente.
—¿Fue porque estaba rodeada de tanta gente? Pensé en reducir un poco más la cantidad de personas.
—Ella es una persona introvertida, pero actúa con orgullo… y la admiro por ser la Princesa del Imperio Basileo.
—Debe haber reunido toda su energía y fuerza. Es como yo, así que solo está fanfarroneando. Estaba tratando de no ser menospreciada por nuestros medios hermanos o la Princesa de Elviara.
—Puede ser.
En el Palacio del Príncipe Heredero, está protegida por su gentil hermano mayor o las sirvientas que la conocen, pero una vez que sale, es un mundo donde los trucos de la conspiración están en juego. Si muestras alguna debilidad, puede ser comida. Tiene que defenderse, y su cuerpo es lo que tiene que proteger.
«…Es un mundo aterrador»
—Solo tienes que acostumbrarte. De lo contrario, no tendría más remedio que quedarse en el palacio por el resto de su vida o abandonar el mundo. Louisa lo sabe.
Mientras miraba en silencio su expresión de preocupación con su ceño fruncido, se dio la vuelta y sonrió con su rostro sarcástico habitual.
—¿Entonces, qué te pareció?
—¿A quién te refieres?
—Por supuesto. A la mantis religiosa de Elviara.
Stephanie miró con reproche a Alexel.
—¡Es grosero de tu parte decir eso! Ella es una persona muy hermosa. Sin embargo, Louisa también dijo que era 'una planta carnívora'...
—¿Una planta carnívora? Jaja, esa es buena. Louisa dijo algo ingenioso.
—No bromees. No sé por qué ustedes dos la odian tanto. Ella es una mujer impecable.
De repente, Alexel se inclinó y la miró a los ojos. Parecía que iba a dejar de respirar mientras lo miraba fijamente a sus inteligentes ojos uno del color de la luna, el otro del color del sol, los mágicos ojos extraños.
—Tus ojos son como de carpa, son tan bonitos.
Stephanie se sonrojó. Son sus ojos los que son bonitos. Los ojos de Stephanie no son claramente azul verdosos, y pueden considerarse pequeños, pero son comunes en su ciudad natal. Tanto como su cabello de lino,
—¿O estás usando anteojos mágicos que solo muestran tus puntos fuertes?
Las esquinas de sus ojos las toco suavemente con sus dedos, y Stephanie tembló por la sorpresa. Los ojos de Alexel se entrecerraron ligeramente y se volvieron más agudos. Stephanie replicó, avergonzada.
—Bueno, eso puede ser cierto. Puedo ver a través de tu corazón oscuro.
—Hooh... entonces sabes lo que quiero hacer en este momento.
—¿Que, qué? Ahora, espera un minuto.
Los ojos de Stephanie se abrieron cuando de repente él la derrumbó en el sofá.
Alexel, la miro de abajo así arriba, y se lamió los labios con la punta de la lengua.
—Te ves realmente deliciosa.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¡No puedo verme deliciosa! Alexel, ¿tienes hambre? Entonces te prepararé un refrigerio nocturno de inmediato.
—Quiero comerte.
Alexel mordió levemente el cuello de Stephanie, lo que provocó que Stephanie gritara.
—¡No soy comida! ...... Uh, hah.
Me lamió la garganta, y me retorcí por la sensación de cosquillas y escalofríos. Mordió su piel con los labios y lamió su cuello, y mordió
ligeramente el cartílago de su oreja, haciendo que Stephanie se pusiera roja.
—Es suficiente, Alexel.
—Sí, eres deliciosa. Eres dulce y deliciosa.
—¡Alexel, no te gustan los dulces!
—Estás excluida.
—Así que no soy dulce.
—Cuando bailaba contigo... observe tu blanco cuello, lo profundo de tu escote, y quería lamerlo, y toda la canción soporte no hacerlo, así que merezco un premio.
—¡Eso es ridículo!
Intenté girarme, pero no podía moverme ya que su enorme cuerpo lo tenía encima. Pero mientras luchaba, Alexell suspiró y de repente la besó.
—Uh, uh.
Abrí mucho los ojos y lo golpe en el hombro, pero en lugar de soltarla, con su gran mano
presiono con fuerza la parte posterior de su cabeza, por lo que estaba atrapada mientras la besaba. Le costaba respirar, por lo que le brotaron lágrimas, y cuando comenzó a marearse, cuando fue liberada Stephanie gimió con fuerza.
Sin darle tiempo para recuperar el aliento la beso de nuevo. Cuando su suave lengua entró los ojos vidriosos de Stephanie se abrieron como platos. La lengua se retorció envolviendo la lengua de Stephanie, retorciéndose como una criatura hechizante.
—Uh-huh-huh.
Mientras frotaba su paladar, la áspera lengua se deslizaba por su boca, y le dio escalofríos, los escalofríos recorrieron todo su cuerpo dejándola sin fuerzas. La boca de Stephanie hizo un sonido húmedo y fangoso, devoraba su lengua como si fuera una bestia, que está comiendo a su presa. Se escuchaba los sonidos fríos y obscenos de la mezcla de saliva. Stephanie se sonrojó de
vergüenza y pestañeaba sin poder hacer nada. Gradualmente, el placer aumentó. Quería ir con la corriente sin pensar en nada. Incluso el peso de su sexy cuerpo que me impedía resistirme era extrañamente placentero.
—Jaja...
Movió rápido los labios tragando saliva varias veces, Stephanie gimió sintiendo que le hormigueaban los labios. Mientras lamía enrollando su lengua, la mano de Alexel entró en el hueco de su vestido. Stephanie dejó escapar un pequeño gemido cuando agarro su pecho debajo de su fina pijama.
—No.
Giró desesperadamente su cuerpo para sacudir su mano, pero Alexel la agarró con fuerza. Sintió dolor y una extraña sensación, fruncí el ceño con fuerza.
—¡Puaj...!
Alexel respiró hondo, y con un gesto apresurado agarró ambos pechos, con los dedos extendidos, ambas manos apretaron y amasaron los suaves pechos, Stephanie gruñó y levantó la barbilla.
—¡No...! Detente... Detente... Detente... Alexel...
—Está bien, Nia, seré gentil.
Alexel le susurró al oído, suplicante.
—Siempre quise hacer esto…
Su cálido susurro, me dio escalofríos que recorrieron todo mi cuerpo. Sentí pinchazos en la ingle como cuando me castigo haciendo que lo bañara. Stephanie se mordió el labio y sacudió la cabeza violentamente.
—No... ¡Tienes que hacer esto con tu pareja...!
—¿Quieres que me coma a la mantis religiosa?
—Quiero decir, ¿por qué dices eso?
Miró su rostro con enojo. Alexel permaneció inexpresivo, pero aun así, persistió y se negó a quitar sus manos de los pechos de Stephanie.
—Es una falta de respeto con quien se convertirá en tu esposa. No te gusta porque son iguales. Tienes miedo, ¿no? Nunca nadie había sido más perfecto que tú, así que estás desanimado. No quieres que te trate como un tonto por cometer un error, no quieres ser ridiculizado, así que deja de pensar en la Princesa como si fuera una villana. ¡Cobarde!
Alexel miró a Stephanie asombrado. De alguna manera sentí ganas de llorar. No sabía por qué estaba defendiendo a una mujer que ni siquiera conocía. Además, me sentí acongojada al criticar a Alexel, él es mi amo y se supone debo defenderlo. No sé lo que estoy haciendo. Pero estoy enojada. Estoy tan enojada. No podía perdonar a Alexel por hacerme esto en broma cuando tiene una maravillosa prometida.
Mientras la miraba fijamente, respirando con dificultad, su expresión cambió. Miró a Stephanie con ojos fríos y burlones y la agarró por la barbilla.
—… Es verdad estoy asustado. No quiero ser ridiculizado, no quiero que me trate como si fuera un tonto. Más si se trata de la mantis religiosa con tan mal genio.
—Ajá, entonces...
—¡Cállate! Me gusta tu ignorancia, pero me enoja cuando llegas tan lejos.
Grito mostrando su enojo e ira, Stephanie tembló en estado de shock. Alexel relajó su expresión y acarició suavemente las mejillas de Stephanie como intentando calmarse.
—Sí... tal como dijiste. No puedo soportar el miedo de perder la iniciativa ante esa mujer veterana. Ya que soy virgen.
—¿Qué..?! Sí, sí, sí.
Estaba tan sorprendida que una vena azul brotó de la sien de Alexel.
—... ¡¿Por qué estás tan sorprendida?! Soy el perfecto Príncipe Heredero que tiene buenos
modales e integridad. No hay forma de que juegue con mujeres.
Estaba tenso y Stephanie parpadeó.
—Vaya...
—Ahora tengo una duda, Nia, ¿eres virgen?
—¡QUE, por supuesto, eso es grosero! ¿Soy una Princesa antes del matrimonio?!
—Es común que te comprometas después de entrar al palacio. Es porque hay compañeros adecuados con el estado y la posición correcta.
Pensé que era un sistema para inculcar educación, modales y lealtad al Imperio, Stephanie admiro que también tuviera ese significado.
—Ya veo... no tenía ni idea.
—Bueno, nadie en este palacio tiene las agallas para acercarse a ti.
—¡¿Qué, que quieres decir...?!
Stephanie miró a Alexel, quien sonrió.
—Así que continuemos.
—¡No, espera no sé a qué te refieres! Suéltame.
Agarrando a Stephanie que luchaba, Alexel suspiró.
—Así que ella no es virgen, definitivamente se ha comido a algunos hombres.
—Eso es prejuicioso ¡¿Es la Princesa de Elvira?! ¡Y está comprometida!
—En el Imperio del Norte, ser virgen no es muy importante. El Imperio del Norte es tolerante con la sexualidad y las regulaciones son poco estrictas. Nosotros también. No existe una regla que establezca que el cónyuge debe ser virgen, ya que muchos matrimonios ocurren a una temprana edad, por lo que, como resultado, terminas casándote virgen. ¿Sabes por qué la candidata a novia ingresa al “Palacio de invierno” durante 3 meses?
Stephanie se sorprendió por la repentina pregunta.
—¿Sí? Eh, por tradición...
—Es para ver si está embarazada o no. No importa si no es virgen, pero no habría boda si está embarazada.
—¡Es por eso...!
—También podemos verificar a fondo para ver si no está enferma, y hay muchas otras pruebas, por lo que solo la mujer que las ha superado puede ser Princesa o Emperatriz del Imperio. Pero por el apogeo del Imperio de Basileo, debemos examinar a fondo.
—Vaya, seguro.
Wow, eso suena duro, Stephanie frunció el ceño.
—Así que no puedo decirle que soy virgen. Y como soy tan pretencioso como dices, no quiero perder ante una mantis religiosa veterana, si se ríe de mí diciendo, “Tú eres malo”, me enojaré y la mataré a golpes en el acto. Entonces podría convertirse en un problema internacional.
—¡Definitivamente lo seria!
—Ese no sería el problema. La seria situación seria que me arruinaría como Príncipe Heredero. Todo el trabajo duro que he realizado hasta ahora habría sido en vano. No estoy bromeando, solo por haber matado a un insecto.
—Ella no es un insecto, es una Princesa.
Stephanie suspiró. Es increíblemente retorcido, pero era comprensible que estuviera preocupado.
—…Después de todo, no quieres que una mujer experimentada te ridiculice por tú falta de experiencia.
—Sí.
Alexel asintió con curiosidad. Sentí que me estaba atrapando, pero lo pasé.
—Está bien. ¡Oh, qué lindo! Es posible que ganes de nuevo.
—No quiero que una mujer me llame lindo.
—Lindo es un cumplido.
—Es sólo para mujeres.
—prejuicioso.
Qué fastidio, suspiró Stephanie.
—Entonces... ¿qué tal si practicas? Eón, estará encantado con eso.
Alexel sonrió como si eso fuera lo que hubiera esperado.
—Sí, es por eso que voy a practicar contigo.
—¿Qué?
—Dijiste eso antes, ¿No? Te besé y me sedujiste diciendo: 'Practica conmigo lo que quieras'.
Stephanie se sonrojó.
—¡No te seduje! Y luego, de repente te sentiste mal y me echaste de la habitación.
—Escuché algo que no esperaba, así que estaba agitado. Perdón. Decidí volver a comer deliciosamente, así que deja de resistirte.
Alexel la empujó hacia abajo con alegría, y Stephanie se reclinó hacia atrás.
—Espera un minuto... ¡No! ¡No! ¡No! En otro lugar... practica con alguien más.
—¿Estarías bien si abrazo a otra mujer?
De repente preguntó serio, Stephanie se encogió de hombros sorprendida. Estaba asustada y cerró los ojos con fuerza. Sus labios calientes se acercaron justo debajo de la oreja.
—Vaya...
La cálida voz envió un escalofrío al centro de mi cuerpo.
—Me gustas... Si no eres tú... No puedo hacer esto...
Le lamio la parte posterior de la oreja y Stephanie echó la cabeza hacia atrás. Mi cuerpo lentamente comenzó a calentarse.
Su lengua, descendió por su cuello lamiendo hasta sus hombros y chupo haciendo un sonido chirriante. Se quitó la bata y Alexel toqueteó el cuerpo de Stephanie sobre su fino camisón.
Alexel puso a Stephanie en su regazo y lentamente le frotó los pechos por detrás.
—Ja... Ah... Ah... Ah...
Incluso me mordí el labio pero un dulce gemido salió promiscuamente. Alexel beso a Stephanie, entrelazando sus lenguas, frotándole los pechos.
Los lóbulos de sus orejas se pusieron rojos al escuchar los sonidos obscenos.
—Oh, ¿Te gusta mi beso? Como era de esperar, ¿soy malo en esto?
—No sé… no he besado… a nadie… no sé besar…
Parecía estar sonriendo. El paladar, detrás de los labios, el interior de la boca, la raíz de la lengua y las mejillas, todo lo lamio a fondo y la saliva se mezcló entre sí.
—… Sé honesta conmigo. De lo contrario, no podré practicar.
—Oh... eh
—Te sientes bien, Nia…
Reprimiendo su timidez, Stephanie asintió.
Por los lugares donde pasaba la lengua sentía un dulce hormigueo, mareándola. Sin darme cuenta, estaba totalmente apoyada sobre su fuerte pecho, dócilmente abriendo la boca aceptando su lengua a su antojo.
Las rasposas manos de Alexel levantaron su camisón y comenzó a tocar su pecho.
—...¡Oh!
—Ahh... Es tan suave. Nia, tus pechos son tan suaves, se sienten bien. Es suave. Mira, así.
—Uh... ¡Uf!
—¿Qué sientes si hago esto? Enséñame.
—¿Qué quieres decir...? es una sensación extraña... un cosquilleo...
—¿Solo cosquillas?
—Sí... Jajaa, no sé, no sé...
Brotaron sus lágrimas por el hormigueo que se sentía bien y sintió como si estuviera penetrando
el centro de su cuerpo mientras presionaba y frotaba sus pechos haciendo círculos. Alexel estrujo sus pechos, respirando con dificultad, besando los labios o las húmedas mejillas de Stephanie.
—¿Y esto?
Atrapó sus pequeños pezones jalándolos fuerte y se echó hacia atrás sorprendida.
—Ahhhhhhh No, eh.. . eso...
—¿No? ¿Te duele?
Bajó las pestañas mojadas y sacudió la cabeza. Dando vueltas y vueltas con el pulgar y el índice, los pequeños pezones eran tan suaves como pétalos de rosa y se volvieron completamente duros.
—Oh, no, no... Basta, Alexel... es tan... raro.
Poniendo las manos sobre su vientre empapado de sudor, Stephanie lo empujó sin notarlo. Su cálido aliento tocó la parte posterior de su
cuello. Su mano bajó y Stephanie abrió mucho los ojos.
—Jaja... no me gusta.
La mano del hombre acaricio su arbusto y lo miro. Después de acariciar el suave vello púbico unas cuantas veces, metió sus dedos en medio acariciando a través del área sensible, sus dedos abrieron sus labios como pétalos y se adentraron más.
—...Estas mojada.
Alexel murmuró, besando su espalda. Estaba avergonzada y se encogió de hombros, porque no estaba segura si estaba enfadado.
«No sé qué es esto, pero me pregunto si habré hecho algo mal»
Pero en lugar de sacar el dedo, lo metió más. Una sensación recorrió su cuerpo cuando el húmedo agujero lo apretó, y su rostro lo sintió arder como si estuviera en llamas.
—Je... así es realmente como funciona.
—Lo siento... ah.
—¿Por qué te disculpas? Lo estás sintiendo.
Alexel, que movía los dedos de un lado a otro mientras miraba por encima del hombro, alzo su rostro y lamió los labios de Stephanie.
—Eón dijo que las mujeres se mojan cuando lo sienten. Debes sentirlo porque estás mojada.
Saco los dedos mojados poniéndolos frente a sus ojos y los miró con interés. Stephanie se sonrojo cuando vio un hilo translúcido conectado entre sus dedos.
—No... ¡No! Por favor, no veas eso...
—No tienes que ser tímida por lo que estás sintiendo, ya que es por mí.
A pesar de la voz estimulante de Alexel, Stephanie cerró los ojos y sacudió la cabeza de un lado a otro. Mientras tanto, le quitó la ropa interior, dejando al descubierto su dulce coño. Alexel agarró las rodillas de Stephanie y le abrió las piernas.
—Hola.
—Hmm, no puedo verlo bien... Vamos a la cama.
Agarró a Stephanie y la cargo hasta la gran cama. Le quito el camisón y la dejo completamente desnuda. Stephanie se puso rígida. Stephanie rápidamente se cubrió los pechos con una mano, pero la agarró de la muñeca y la empujó sobre la cama.
—... Oh, te ves deliciosa, quiero lamerte toda.
Tan pronto como Alexel murmuró se subió en ella y le lamio el pecho tembloroso. Chupaba el frio pezón haciéndole cosquillas cuando enrollaba su lengua, luego mordió el bulto de color rosa.
—¡Ja, ja! Oh, si haces eso, no puedes.
—Te ves feliz, es difícil si no dices la verdad. No puedo practicar.
Apretando su pecho, lamiendo el bulto sensible, Alexel se rio maliciosamente. Stephanie frunció el ceño y se mordió el labio.
—¿Qué te parece? ¿Te gusta o no? Dime la verdad.
—... Está bien... Está bien.
—¿Se siente bien? Entonces dilo
—Se siente bien… ah… ah…
—¿Cuánto?
—¡Sí... muy...bien!
—Me alegro de que lo hayas dicho. Estoy aliviado. ¿Qué tal esto?
Le flexiono sus rodillas y le separo las piernas de lado a lado. Alexel miro fijamente el lugar secreto de la doncella, murmuró con admiración.
—Huh... es asombroso. Estás muy mojada. ¿Nia te mojas fácilmente?
—!no lo sé… ¡ah!
Su aliento tocó repentinamente el lugar hinchado, y Stephanie, enrojecida, trató de bajar las piernas. Pero, no pudo cerrar las piernas debido a la obstrucción de sus anchos hombros. Alexel acercó el rostro y lo lamió. Se extendió un emocionante estímulo similar a una corriente eléctrica, y curvó la espalda por reflejo.
—UH Huh. Oh Dios mío.
—...... De verdad, Nia eres deliciosa. Es tan dulce como el jarabe de frutas... no puedo soportarlo. Tendré que comerme todo.
Con su lengua lamio meticulosamente de arriba abajo, Stephanie se estremeció y retorció su cuerpo.
—¡Ah ah...!
Lamio meticulosamente de arriba abajo, chupando de lado a lado moviendo la lengua. Stephanie, que no pudo soportarlo más, chilló retorciendo su cuerpo.
—¡Ah ah! No me gusta... ¡Ah, ah, no... eh...!
—Whoa... es increíble. Sale mucha miel. ¿Lo sientes?
Quería morirme de la vergüenza porque a propósito chupaba haciendo mucho ruido.
Sin embargo, su cuerpo se regocija con las acciones de la lengua de Alexel, y la miel fluía haciendo chirridos obscenos.
Stephanie fue engañada completamente en verdad Alexel sabe como salirse con la suya, ojala puedan terminar juntos, gracias x el cap
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