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—Es por eso que estaré fuera por un tiempo.
Mientras Alexel hablaba con un rostro tranquilo, Stephanie se quedó sin palabras.
—¡Bueno, basta! ¡Iras a la guerra!
—Es para defender el Imperio. No atacaremos primero. Existe la posibilidad de que termine en negociaciones.
—Escuché que los Cyritianos son bárbaros y crueles. Prendieron fuego a varias aldeas y las invadieron.
Abrazo a Stephanie, que se había puesto pálida, y sonriendo con amargura, Alexel le dio unas palmaditas para calmarla.
—Esa es una vieja historia de más de 100 años. Ahora que el territorio se ha extendido, están
peleando entre sí, por lo que no están interesados en hacer eso.
—¡Han atacado a la fortaleza!
—Bueno, estoy seguro de que tienen un plan para robar territorio imperial.
Los ojos de Alexel brillaron intensamente. Al darse cuenta de la expresión aterrorizada de Stephanie, inmediatamente suavizó su expresión y acarició su nuca como si ella fuera un gato.
—no te preocupes. Incluso si se convierte en una batalla, no puedo ser derrotado tan fácilmente.
—¡No puedes saberlo! No importa lo fuerte que seas, lo que sucederá en el campo de batalla... Dicen que los Cyritianos tienen un gran número de caballeros.
—Yo también tengo un gran ejército.
—La fuerza principal del ejército de Basileo son los lanceros. ¿Qué pasa si las flechas vuelan como lluvia antes de que la lanza golpee?
—Puedo bloquearlas poniendo los escudos al frente. Como dije, también tenemos un escuadrón de arqueros. Los arqueros de Basileo tienen un largo alcance...
—¡Ese no es el problema!
Alexel se encogió de hombros por su voz aguda. Stephanie respiró hondo y miró al despreocupado Príncipe Heredero con lágrimas en los ojos.
—Es posible que no puedas volver.
—... No moriré
Él sonrió tranquilo, Stephanie apretó los puños enfadada.
—¡Incluso si no mueres... pueden lastimarte...!
—Estoy acostumbrado. Porque el entrenamiento del Ejército Imperial es siempre muy agresivo como si fuera un combate real.
—Si te lastimas gravemente, podrías morir
—¡Que quieres decir!... Solo piensas que puedo morir. ¿Quieres que muera?
—¡No estés bromeando!
Stephanie levantó la vista y se enojó.
Alexel pareció sorprendido, como si estuviera hablando con el corazón.
—Lo siento. No te enfades.
Cuando Stephanie se giró, Alexel entró en pánico, la abrazó y comenzó a mimar su trasero.
—Relájate. Estoy seguro de que regresare sano y salvo.
—¿Tienes alguna idea? ¡Incluso si tú lo dices...!
—Volveré aunque tenga que arrastrarme. Porque quiero casarme con Nia.
Lo dijo como una broma, pero en un tono serio, Stephanie se sorprendió y se puso rígida.
—... para mí, eso no es... detente, es suficiente.
—¿Qué quieres decir?
—No me importa ser tu concubina... ...estaré siempre a tu lado, así que no te vayas...
Alexel suspiró desde atrás. Me di la vuelta y lo miré, y él la miró con una mirada dulce.
—No estoy de acuerdo con eso en absoluto. Decidí que me casaría contigo hace mucho tiempo. Tomaré a Nia como mi única esposa y te cuidaré por el resto de mi vida... y la maldición se levantará.
—¿Maldición...? ¿Qué maldición?
Alexel frunció el ceño y desvió la mirada.
—Nada.
—¡No seas evasivo! Tengo algo que ver con eso, ¿no?
Suspiró y se sentó en el sofá con Stephanie.
—... ¿Cuánto sabes sobre mi madre?
—Sé que era una mujer muy hermosa. Mmm oh si escuché del Sr. Eón que era una mujer muy orgullosa... Y también me dijo que no se llevaba muy bien con Su Majestad el Emperador… Louisa me dijo que su tumba no está en el cementerio real si no en el jardín adjunto a tu palacio.
—Sí. Mi madre está durmiendo sola en un lugar donde nadie más va, excepto Louisa y yo. Mi mamá siempre estuvo sola desde que nació. Era una mujer muy hermosa, pero era una mujer iracunda, arrogante posesiva y celosa… ella se parece a mí.
—Eso no es cierto...
Stephanie sonrió enojada. Tenían la misma hermosa apariencia, y si era muy posesivo y celoso, pero Alexel no tenía mal genio. Mejor dicho es de los que se guarda todo hasta llegar al límite. Por eso tenía miedo cuando llegaba al límite.
—No tienes que preocuparte. Lo sé. Cuanto más desagradable soy, más me parezco a ella. Tengo miedo de que algún día me arruine como mi madre.
—¿te arruines?
Alexel suspiró después.
—¿No sé si fue porque se enfermó? o tal vez fue por el odio que sentía por mi padre… mi madre en sus últimos años estaba fuera de sí. Todavía era muy hermosa, pero no me soltó ni por un momento y me repetía varias veces al día mirándome desquiciada que me convirtiera en el Príncipe Heredero y tomara el trono. Ser el sucesor del Imperio no lo determina la edad o la posición de la madre.
—Por eso estabas preocupado.
Stephanie negó en silencio. No es que no sepa cómo se habrá sentido su madre. Si la posición de Emperatriz no le da el derecho de ser el sucesor a su hijo era lógico que se haya sentido abrumada por la ansiedad. Además, el Emperador tiene dos hijos mayores que Alexel.
—Traté de estar a la altura de las expectativas de mi madre. En ese momento, todavía era un niño, por lo que no podía vencer a mis hermanos con fuerza, pero les había ganado en lo académico. Pensé que me pondría al día con el Esgrima y las artes marciales algún día, y de hecho me puse al día con ellos unos años más tarde. De todos modos, mi madre estaba muy nerviosa y me hizo jurar: Quiero que te conviertas en el Príncipe Heredero pase lo que pase, si no puedes…
Alexel se calló y se mordió el labio con fuerza.
Miré su cara con un mal presentimiento.
—¿Si no puedes…?
—Mátalos a todos.
—...¡¿Qué?!
Aparto la mirada de Stephanie, que tragó saliva, Alexel murmuró.
—Mata a todos tus medios hermanos, mata a todos los Príncipes de tu padre y finalmente mata a tu padre.
—Eso es...
Stephanie se tapó la boca y negó. No lo puedo creer hizo que su hijo que era solo un niño hiciera un juramento tan terrible. Un juramento es sagrado. Es diferente de una simple promesa. Es un juramento del alma que hay que cumplir. El no hacerlo traerá un gran desastre.
—…Y una vez que los haya matado a todos y haya ascendido al trono, debía casarme con Louisa.
Stephanie, que abrió mucho los ojos en estado de shock, Alexel sonreía una dolorosa sonrisa.
—Es una locura, ¿verdad? Es una locura, no importa cuánto lo piense. Pero hice un juramento. No pude rechazar la solicitud de mi madre, que estaba al borde de la muerte. Debo mantener mi juramento. Así que tengo que seguir siendo el Príncipe Heredero de alguna manera y mantener esta posición hasta que llegue al trono sin problemas.
«No sabía que había una razón tan aterradora para la insistencia de Alexel por la corona...»
Stephanie se acercó y agarró su mano.
—Está bien. Alexel es un gran Príncipe Heredero, por lo que definitivamente podrás ascender al trono algún día.
Se lo dije sinceramente, pero su expresión estaba llena de angustia.
—...Tengo miedo. Por muy talentoso que sea, por mucho que lo intente... Me pregunto si algún día no me frustraré, si llegará un momento en que me detendré frente a un muro infranqueable... ¿Entonces seré capaz de mantenerme cuerdo? ¿Tengo que mantener mi juramento autodestruyéndome atrapado en el fuego ardiente?
—De ninguna manera.
—No, no me agradan ni mi padre ni mis medios hermanos, pero no quiero matarlos.
—¡Alexel tú no harías eso!
—Pero tengo que hacerlo. Un juramento es absoluto... así que antes de que eso suceda, pensé en construir una prisión en donde encerrarme.
Alexell sonrió con una sonrisa torcida.
—Es la prisión donde te encerré. Pensé que sería una buena excusa. Si estoy encerrado, no podre cumplir mi juramento. Es una tumba que construí para encerrarme.
—¿Qué?
—Pensé que una vez que entrara, probablemente jamás saldría…Me alivia pensar que hay una prisión en donde puedo estar encerrado... ¿No es extraño? Yo sé que soy peligroso. Algún día estaré arruinado como mi madre.
—¡Eso no es cierto! Alexel, ¡estás bien!—, gritó Stephanie, y lo abrazó muy fuerte.}
—Definitivamente estarás bien. Porque estoy a tu lado...
Su rígido cuerpo se puso laxo, y escuchó una leve risa.
—... Sí. Estaré bien si Nia está a mi lado.
Alexel pasó su brazo alrededor de la espalda de Stephanie y la abrazó con más fuerza con un profundo suspiro.
—Me siento muy cómodo cuando Nia está a mi lado. Siempre me has aceptado tal como soy… No tengo que fingir estando contigo. No tengo que ser pretencioso. Eres la única con quien puedo respirar. Me ahogaré cuando te hayas ido. Voy a asfixiarme y morir.
—No me iré... respira con tranquilidad.
Un suspiro de risa se le escapó.
—Sí... Quiero respirar a tu lado hasta que mi corazón se detenga. Quiero apreciarte por el resto de mi vida, amarte y protegerte. Te amo, Stephanie. Mi preciosa Princesa, que me haces sentir libre.
Stephanie se sonrojó y miró a Alexel con vacilación. Tenía una sonrisa tan gentil que nunca había visto antes.
—... ¿estás bien conmigo? Yo no tengo nada que ofrecerte.
—¿De qué estás hablando? Nadie es tan divertida como tú.
Stephanie se quedó aturdida por el repentino cambio en su expresión.
Estaba tan molesta por que volvió a su actitud descarada.
«¡Quería seguir embriagada en una atmósfera dulce! ¿O fue porque se sintió avergonzado? Realmente no es honesto....»
—Eres tan malo, Alex. Para ti solo soy divertida— dijo y se estremeció.
—Siempre me dices que soy 'divertida' es el único cumplido que me has dicho.
—Al menos dime que soy linda... sería bueno si me dijeras algo así, incluso si son palabras vacías.
—Siempre te lo digo sinceramente en la cama. Ah, ¿quieres que lo diga cuando no estamos en la cama?
Stephanie se sonrojó y le frunció el ceño al Príncipe, quien frunció el ceño y se acarició la barbilla con una expresión de triunfó.
—Odio eso de ti, Alexel
—Sí, me gusta cuando te quejas tan claramente. Aunque no me miras a la cara.
—¡Te estoy mirando! Eres horrible.
—Eso no fue halagador.
—Alexel, no te gustan los halagos.
—Como era de esperar, me conoces tan bien.
Le hizo cosquillas en el cuello con una sonrisa, Stephanie luchó con su toque.
—¡Basta, ni siquiera soy un gato!
—Te cubriré con mi gato desnudo.
—¡Qué quieres decir!
Él sonrió y me abrazó, fingió estar bien, pero su corazón latía con fuerza. Stephanie, quien suavemente colocó sus brazos alrededor de su espalda, murmuró, enterrando su rostro en su firme pecho al que se había acostumbrado.
—... no te vayas, Alexel.
—No se trata solo de poder casarme contigo. Soy el Príncipe de Basileo. Su tono era tranquilo y decidido, y se dio cuenta de que no podía detenerlo. Alexel besó a Stephanie en la mejilla, se levantó del sofá en el que estaban sentados y se arrodilló en el suelo.
—Estira las piernas.
De repente, Stephanie se sonrojó y vaciló, levantando el dobladillo de su vestido. Sus pies, en bonitos tacones altos tachonados con joyas simulando flores, estaban agarrados firmemente con grilletes conectados con una cadena de plata.
El contraste era tan pervertido que resultaba lascivo.
Tan pronto como pensó que la obligaría a hacer algo vergonzoso, Alexel sacó una pequeña llave de su bolsillo y la metió en el ojo de la cerradura de los grilletes. Escuché un clic y se soltaron los grilletes. Stephanie se quedó atónita, le dijo en voz baja:
—Eres libre. Puedes regresar a tu país.
—¡¿De qué estás hablando...?!
Me acaba de decir 'Te apreciaré por el resto de mi vida' El Príncipe Heredero habló con calma con una mirada penetrante.
—Si algo me sucede, te culparán a ti. No puedo permitir que eso suceda.
—¡Dijiste que volverías sano y salvo!
—Por supuesto, tengo la intención de hacerlo, pero existe el por si acaso.
—¡No quiero! ¡Esperaré a que vuelvas aquí!
—Preferiría que vuelvas a Florencia, porque tengo que ir a saludar a tu familia de todos modos.
Alexel se recostó en el sofá, sonriendo con amargura, toco la mejilla de Stephanie que estaba rígida.
—Tengo que obtener el permiso de tus padres para poder casarnos. Ya envié un mensajero, pero quiero conocerlos en persona y obtener su permiso. Además, tengo que disculparme con ellos por el malentendido.
Susurró Alexel con seriedad, mirándola en silencio.
—Te iré a recoger. ¿Me esperarás? Me gustaría escuchar tu respuesta entonces.
—¿Respuesta?
—Quiero que decidas si te quedaras conmigo. Quiero que tú elijas.
—... ¡¡Ah!!
Alexel frunció el ceño dolorosamente y susurró.
—Te amo... ...así que tengo que respetar más tu opinión. Tengo mucho miedo… pero te forcé desde el principio, ¿verdad? Estoy seguro de que si te dejo ir, te iras en cualquier momento y tengo miedo...
Stephanie no pudo soportarlo más y lo abrazó muy fuerte.
—¡Estúpido...! No me iré a ningún lado. ¡Me quedaré contigo...!
Tocó la mejilla de Alexel y miró sus hermosos ojos.
—Me quedare a tu lado...
De repente, presiono mis labios con su dedo y se rio con picardía de Stephanie, quien estaba perturbada por que bloqueo lo que estaba a punto de decir.
—No ahora. Quiero escuchar tú respuesta más tarde, así que pase lo que pase, tengo que ganar y volver.
Stephanie, pensó que era absurdo y lloró, él sonrió y ella se enojó.
—De verdad… porque Alexel eres tan grosero…
—Te gusto así.
—¡Eso no me gusta! porque... no te puedo ganar...
Alexel acarició suavemente la espalda de Stephanie mientras ella sollozaba.
—Yo tampoco puedo ganarte Nia. Pero es bueno... Me gusta. Se siente muy bien por alguna razón. Sabes que odio perder, ¿no es extraño?
—Alexel siempre has sido extraño
Lloré y sonreí con frialdad, Alexel la abrazó.
—Sí, pero Nia no me odia, ¿verdad?
—...sí...no te odio...
—Que me digas te amo está en espera. Si te vas voluntariamente a Florencia, te recompensare con casarnos. Y estaré contigo para siempre.
—Entonces, definitivamente, tienes que volver por mí...
════ ∘◦❁◦∘ ════
Ocupados en los preparativos para su partida, Alexel se dirigió al norte con solo 300 soldados bajo su mando. Era una unidad pequeña con solo 200 lanceros y 100 arqueros. Aunque dicen que solo fueron los soldados de elite, escuché que había cerca de 2.000 soldados de Cyritian sitiando la fortaleza. Por lo general, hay unos 1.000 soldados estacionados en el fuerte, pero ahora solo hay unos 500 que han regresado de Elviara. Junto con el ejército de Alexel eran menos de la mitad, por lo que estaba abrumadoramente en desventaja.
Justo antes de partir, llegó un informe de que el Ejército de Elviara, que había sido equipado con equipo nuevo, había comenzado a moverse. Aunque rompió el compromiso con la Princesa Elviara, no parecen tener ninguna intención de romper la alianza. Dado que se dice que la culpa fue de Alexel, Elviara pudo haberlo visto como una gran oportunidad para presumir ante el Imperio.
Alexel, que vestía una armadura asintió sin cambiar su expresión cuando recibió el informe y miró a Stephanie desde el caballo. Acarició suavemente el cabello de Stephanie con su mano enguantada de acero.
—Iré por ti tan pronto como pueda—, susurró con afecto, asintiendo en silencio. Ahora tengo que confiar en él y esperar.
Stephanie presionó suavemente el anillo cerca de su pecho. El anillo de Alexel cuelga debajo de su vestido. Que le haya obsequiado su anillo con el emblema imperial era muestra de su profunda confianza.
Siempre había querido que confiara en ella y ahora que lo hacía, el corazón de Stephanie estaba lleno de tristeza y ansiedad en lugar de alegría. El general, el Príncipe Heredero, estará estrictamente protegido, pero no sería así en un ataque.
Sé que Alexell es fuerte, sé que ha entrenado y entrenado, pero no sé lo que podrá pasarle en una batalla real.
—No quiero que llores, te veré pronto.
—... te deseo lo mejor.
Conteniendo desesperadamente las lágrimas, apenas pronunció esas palabras. Alexel sonrió, acarició el cabello de Stephanie una vez más y espolio al caballo. Toque momentáneamente por reflejo su mano, y se deslizó. Stephanie se quedó allí, aunque su figura estaba oscurecida por los guardias.
Dos días después, Stephanie se fue a casa con Haya. De hecho, se suponía que saldría inmediatamente después de despedir a Alexel, pero se retrasó debido a la decepción de Louisa. Louisa llegó a su residencia y lloró fuertemente en sus brazos, su hermano fue a despedirse y ella lloro. Lloro tanto que no salió a despedirlo, insistiendo en que no podía salir con esa cara. Ella también es sorprendentemente terca.
Me rogo que me quedara con ella en lugar de volver a Florencia, y quería hacerlo si fuera posible, pero no pude porque le prometí a Alexel que lo esperaría en mi país. Le prometí que volvería con Alexel... ...y luego me separé de Louisa, quien seguia decepcionada.
Stephanie y Haya montaron en el carruaje, partieron con la caballería protegiéndolas en cada lado. Han pasado casi 10 años desde que regresé a mi país a casa. Fue tranquilizante que Haya viniera conmigo.
Por lo general, si regresas a casa, primero te tienes que comunicar con tu país y tienes que pedir que te envíen un carruaje con guardia, pero esta vez como fue tan repentino usará el carruaje que es exclusivamente para el Príncipe Heredero. Es el mismo carruaje que uso durante la inspección. En el interior del carruaje hay mucho espacio, es tan grande que Stephanie y Haya se sintieron pequeñas.
Cuando lo monte junto con Alexel, quien tiene un buen físico y es muy grande, pensé que era del tamaño adecuado… Stephanie se entristeció al pensarlo. Incluso si era la prometida del Príncipe Heredero aún no era oficialmente reconocida, por lo que el patrón de la Familia Imperial fue cubierto con una fina tela. Aun así, no tenia de que preocuparse si se encontraban con bandidos porque eran escoltadas por guardias con el uniforme del ejército Imperial. Obviamente, jamás había conocido a ningún bandido.
Sin embargo, frente a Stephanie, que almorzó en una posada al borde de la carretera, se lavó las manos y regreso al carruaje, unos hombres aparentemente sospechosos con máscaras bloquearon su camino.
—¿Que están haciendo, chicos?
Haya, quien audazmente cubrió a Stephanie y salió corriendo, de repente fue golpeada y se desmayó.
—¡Ay!
Mientras trataba de huir presa del pánico, me agarraron ambos brazos por detrás. Me cerraron la boca con la palma de la mano y me arrastraron mientras forcejeaba. Después de un despiadado golpe en la boca del estómago, Stephanie perdió la conciencia y se hundió en la oscuridad.
—Oye, ¿cuánto tiempo vas a seguir dormida? Rápido despierta.
Escuché un grito y sentí un golpe en el pecho. Stephanie gimió y abrió ligeramente los ojos. Vi un piso de madera justo en frente de mí. Traté de levantarme, pero mis manos no estaban libres. Me habían atado las manos fuertemente por detrás.
—¿Qué?
—¿Estás despierta? Realmente espero que no te molestes.
Cuando miré hacia la voz que escuché de nuevo, vi a una belleza alta y delgada que me miraba con frialdad.
—¡¿Princesa Leonor...?!
La Princesa de Elviara sonrió con arrogancia con sus hermosos labios rojos. Al parecer, Stephanie había sido secuestrada por ella.
—¡Oh, ¿por qué está aquí?! Pensé que había vuelto a su país.
—No puedo volver tranquilamente después de ser tan humillada.
Leonor dijo molesta frunciendo el ceño. Ahora que lo pienso, fue descalificada como la prometida del Príncipe Heredero por el truco de Alexel.
—Bueno, escuché que el problema se arregló amigablemente, pero...
Alexel dijo que emitió un estricto silencio sobre el caso. Al menos no perderá su reputación
externamente. Pero Leonor se enojó aún más y se mostró feroz.
—¡Qué solución amistosa! ¡¿Sabes lo que me hizo ese hombre?!
—Bueno, no sé...
Me dijo que le había dado una ligera droga en secreto, pero no puedo decirlo. Por la acción de Alexel sería difícil que no lo acusaran de cobarde, pero lo hizo para poder casarse conmigo. Incluso Stephanie no tiene la intención de cedérselo a nadie cuando ya ha llegado tan lejos. Si es un pecado, seré una pecadora. Me di cuenta de que amaba a Alexel y que si renunciaba debido a su diferencia de clase, solo lo haría sentir más miserable.
La Princesa Leonor apretó los puños y tembló con una firme sonrisa.
—Nunca me habían humillado así en mi vida... Fingió tener sentimientos por mí y me habló dulcemente y me guio de acuerdo a su plan.
Después de todo fui manipulada por ese retorcido hombre sin corazón.
Lo hizo porque ese es su verdadero yo. Eso pensé, pero tampoco lo dije.
—Pero… ¿es cierto que la Princesa Leonor rompió las reglas…? Escuché que sedujiste a Alexel y lo derribaste...
—¡Ese hombre me arrastró a una trampa! ¡Después de haberse atado a propósito, creó una situación en la que no pude ni tocarlo!
«¡¿Atado?! ¡¿Qué diablos pasó entre ustedes dos?!»
Tenía mucha curiosidad, pero ahora no estoy en una situación para tomármelo con calma.
—Bueno, ¿por qué me secuestraste? No es como si tu reputación se hubiera visto comprometida, así que estoy segura de que tendrás un buen partido…
—¡No hay otro hombre que sea mejor que el Príncipe Heredero del Imperio Basileo!
Leonor gritó con voz aguda y feroz.
—La mayor parte del continente de Oxsis está bajo la influencia del Imperio Basileo. La Emperatriz es el segundo rango más alto después del Emperador. ¡Realmente encajo en esa posición...! El puesto de Emperatriz es demasiado para una mujer ordinaria como tú.
—Woah, la Emperatriz actual es Nessa y aun es joven.
—¡Cállate descarada! ¡Ni siquiera me llegas a los talones. Y tienes el descaro de interrumpirme. Si no fuera por ti, sería la Princesa Heredera. Y en un futuro cercano ¡¡Podría haberme convertido en la Emperatriz y tendría a todos los súbditos del Imperio a mis pies en nombre de mi esposo...!!
—... ¿Tenías la intención de casarte con Alexel por su posición?
No pude soportarlo más y dije sollozando, Leonor se rio con desprecio.
—Por supuesto. Lo que quiero es el Imperio. Después de que se decidió el compromiso, miré el mapa todos los días y suspiré. Decidí apoderarme de todo el territorio del Imperio que barrió el continente Oxsis como mío. Si me vuelvo la Emperatriz y manipulo a mi esposo, el Emperador, podría ser el verdadero gobernante. Es por eso que usé mi cuerpo, mi belleza es un regalo del cielo. Siempre me he cuidado, y he estado perfeccionando el arte de la seducción. Me es fácil aumentar las expectativas y manipular la mente de los hombres con solo un coqueteo. ¡Excepto por ese maldito hombre astuto...!
Los ojos turquesa de Leonor estaban temblando de ira y odio.
—…No puedo perdonarlo. Se atrevió a despreciarme, y simplemente quería que me fuera. ¡No solo arruinó mis grandes sueños, sino que también pisoteó mi orgullo...!
Leonor miró ferozmente a Stephanie.
—Tú debes ser suficiente recompensa, eres la Princesa de un país vasallo muy inferior al mío, tu pecado es el haberme humillado al no conocer tú lugar y quedarte al lado del Príncipe Heredero
—¡No solo me quede a su lado! Si no que lo amo.
—Amor. Vaya, él solo es un dulce perfecto para lamer. Es perfecto para una niña como tú. Me gustan algo más masticables. Masticable, algo que valga la pena comer... El Emperador se ve realmente delicioso.
Leonor lamió sus labios rojos con su lengua. Estaba horrorizada por el asco que me dio. La analogía que dijeron Alexel y Louisa no era necesariamente incorrecta. Bueno, me acabo de dar cuenta.
—El Príncipe Heredero me dejó, pero tengo a alguien del Imperio de mi lado. ¿Crees que he estado atrapada en el Palacio de Invierno durante dos meses y no he hecho nada? Incluso si mis salidas eran restringidas, no era un problema.
Había un hombre que quería conocerme. Incluso se puso triste cuando me fui.
Leonor sonrió y miró a Stephanie con una mirada significativa.
—Él me abrazó con fuerza y también me proporcionó este lugar para tomar unas vacaciones. Me dolió mucho cuando el Príncipe Heredero me dejó, así que le pedí un tiempo para calmarme... ...y por supuesto que también se lo comunique a mi país.
Los ojos de Stephanie se agrandaron. Luché desesperadamente para poder moverme y de alguna manera me senté en el suelo.
—¡¿Fuiste responsable del repentino regreso del ejercito de Elviara de la fortaleza?!
Leonor se rio a carcajadas
—¡No tengo que tener lealtad ni por que ayudar al país del hombre que me ha deshonrado y humillado y roto mi compromiso! Por supuesto que fui yo. Mi padre hará todo lo que le pida,
pero no sabía que Cyritia atacaría en un buen momento... Fufufu, esto debe ser la armonía del cielo.
Oh ho ho, la Princesa Leonor se rio a carcajadas con una voz molesta. Enojada, Stephanie gritó.
—¡Elviara comenzó a regresar a la fortaleza! Incluso si tu padre dio la orden para que se fuera solo para complacer un poco a su hija, no hay forma de que haga la tontería de romper una alianza importante solo para vengar tu ruptura.
—¿Qué hay sobre eso?
Leonor levantó los labios en forma de luna creciente y sonrió.
—...Qué significa eso.
—Si el ejército de Elviara se suma a los refuerzos dirigidos por el Príncipe Heredero, definitivamente será posible que derroten al ejército de Cyritian junto con el Ejército de Basileo que permanece en la fortaleza. También es posible que ataquen juntos en la fortaleza. Pero
el ataque conjunto es sorprendentemente fácil de revertir. Por ejemplo... ¿Qué pasaría si el aliado que crees tú aliado, se alía con el enemigo frente a ti?
Leonor sonrió con una inocente expresión. Pero su mirada era malvada. Sus ojos turquesa brillaban con una espeluznante malicia. Leonor entrecerró los ojos y miro Stephanie en silencio, sintiéndose feliz Leonor caminó alrededor como si danzara.
En caso de emergencia, envió tropas a la fortaleza, que sería el doble del tamaño de su regreso.
—Estás tranquila, ¿no? El Príncipe se fue con 1000 aliados. Los cuales cuidaran su espalda.
Stephanie se quedó sin palabras.
2.000 enemigos frente a él. Alexel se fue con solo 300 y puede ser que los 500 de Elviara algunos o todos sean traidores.
Si eso era el verdadero refuerzo, Leonor se rio como si fuera una lástima.
—Es realmente desafortunado que Cyritia atacara repentinamente. Por supuesto, Elviara rápidamente envió mensajeros para protestar
—¡...! ¡¿Estás planeando confabularte con Cyritia para atacar a Alexel?.
De ninguna manera. No puedes hacerles eso a tus aliados... Pero en el campo de batalla, es difícil notar la diferencia entre un aliado y un enemigo. El ejército del Príncipe Heredero es muy pequeño... El Emperador dijo que no aceptaba nuestro matrimonio por que no tenía nada que ofrecer, ¿realmente ofendí al Emperador? Es un hombre prometedor, y realmente lo siento por él. ¿Quién diablos tiene la culpa?
Leonor, que le dio la espalda a medias, miró de reojo y se rio.
Stephanie apretó las muelas y la miró. Pero ahora no es el momento de sentirse culpable.
¡Tengo que encontrar alguna manera de salir de aquí para informarle a Alexel de la crisis...!
Como si no le gustara la reacción de Stephanie, Leonor torció los labios de manera odiosa, se llevó la mano a la cintura, echó la barbilla hacia atrás y le dirigió una mirada insultante.
—Eres realmente desagradable. Eres una persona ordinaria sin méritos, pero te presentaste y estropeaste mis planes... A los humanos como tú se le llaman alimañas. No, eres un parásito. De todos modos, definitivamente eres un insecto dañino. Si fueras un insecto inofensivo, podría haberte dejado viva, pero a las plagas como tú hay que erradicarlas adecuadamente.
—No voy a dejar que me diga plaga una mantis religiosa.
Cuando contraatacó provocativamente, las venas de Leonor se destacaron en sus sienes.
—...¿Qué?
—¿O sería mejor que te llame planta carnívora? Si yo soy desagradable, tú eres muy desagradable. Por muy hermosa que seas, eres aún más espeluznante. De verdad... hay mucha
diferencia entre una persona hermosa y una molesta.
Stephanie murmuró, más bien pensó en voz alta en lo que le dijo Alexel, pero no pensó que lo diría, por lo que Leonor levantó la vista y golpeó con fuerza la mejilla de Stephanie.
—Estoy muy orgulloso de quien soy.
Stephanie, que estaba de rodillas, recibió el golpe y cayó al suelo. Me golpeé la cabeza con fuerza contra el suelo porque no podía usar las manos y me dolió tanto que lloré. Respirando pesadamente de manera fantasmal, Leonor miró alrededor de la habitación. Agarro el atizador de la estufa que vio y se acercó a Stephanie, quien luchaba por levantarse.
—¡Te enseñaré lo que le pasó al hombre que me dijo eso...!
—... Ah, sí... Le han dicho así antes, señorita Mantis.
—¡Cierra la boca!
En el momento en que Leonor gritó y balanceó el atizador con fuerza. Stephanie se impulsó con todas sus fuerzas y le golpeó el estómago con la cabeza.
Dio una voltereta y se sentó sobre su cuerpo, empujando su barbilla con mí tacón, sin importarle mostrarle debajo de su vestido. Luego, inmediatamente estiró el otro pie y presionó con fuerza la muñeca de la Princesa que todavía sostenía el atizador.
Al mismo tiempo que el grito de Leonor, la puerta se abrió de golpe y se escuchó la voz enojada de un hombre.
—¡Eso es todo! Escuché la historia, Cálmate... ¡¿No, qué?!
Eón, que estaba al frente de varios hombres que entraron corriendo, abrió mucho los ojos. Stephanie, apretaba audazmente a la desmayada Leonor con ambas piernas, lo miro sorprendida.
—¡Oh, Sr. Eón! Llegó justo a tiempo.
—Oh, eres increíble.
Eón sacudió la cabeza medio con admiración y medio con asombro, y ayudo a Stephanie a levantarse.
Leonor estaba casi inconsciente por los golpes y fue capturado fácilmente por los soldados que llegaron corriendo.
—¡Me alegro de haber aprendido defensa personal! Fue útil por primera vez.
—Aprendiste eso... No, no lo sabía.
—Alexel me dijo que podrían intentar atacarme cuando estuviera sola, y eso le preocupaba demasiado… No sabía que me sería útil de esta manera.
Eón asintió con el ceño fruncido a Stephanie, quien se sintió aliviada porque las cuerdas en sus manos se habían aflojado.
—Como era de esperar, su alteza. No solo es sobreprotector, es impecable. Pero también me lo habías ocultado. Me sorprendiste.
—No lo oculté. Pero, señor Eón, ¿por qué está aquí? Quien protege a Alexel...
Stephanie se puso pálida cuando recordó lo que le dijo la Princesa.
—¡Sí, es cierto! ¡Sr. Eón, estamos en un gran problema! ¡La vida de Alexel está en peligro! Los soldados de Elviara que se dirigen a la fortaleza no son refuerzos.
—Parece que se están comunicando con el enemigo.
Un barítono ronco respondió por Eón. Los ojos de Stephanie se abrieron cuando se dio cuenta de que el anciano tenía una expresión sombría mientras miraba a la Princesa Leonor.
—Conde Chrysler...
—El Conde de Chrysler...
El conde Chrysler, un prominente aristócrata que es el intermediario del Imperio y vicepresidente del Parlamento, saludó cortésmente a Stephanie.
—Me alegro de que esté a salvo, Princesa Stephanie.
—¿Por qué el Conde...?
—Eón y yo estábamos monitoreando a la Princesa Leonor bajo las órdenes de Su Majestad el Príncipe Heredero. Dijo que incluso aunque había caído, se intentaría levantar. Efectivamente, estaba escondida en la villa del primer Príncipe.
Marius es el hermano mayor de Alexel. Stephanie se quedó sin palabras por el plan de Leonor, ya que había domesticado al primer Príncipe quien se opone a Alexel, y también lo enveneno contra Stephanie. En términos de estatus, está a la par con Alexel. El fin me parecía un poco flojo... ...pero detrás del conde estaba su hijo, Julián, quien miraba a Stephanie con una mirada radiante de admiración.
—¡Vaya, eres genial, Princesa! Después de todo, eres de quien se enamoró el Príncipe Heredero, exterminaste de un solo golpe a la víbora que daño al Imperio. ...!
Ya no era una mantis ni una planta ahora era una víbora, miró a todo el mundo con una
expresión fantasmal mientras se frotaba el estómago por el dolor.
—La Princesa Stephanie es la pareja perfecta para Su Majestad. ¡¿Verdad papá también piensas lo mismo?!
Ante la pregunta de su hijo, que estaba encantado, el conde vaciló.
—Bueno, um... bueno, ¿es verdad?
El Conde parpadeo y tosió en vano. Está claro que él piensa que es un poco modesta. Stephanie se sonrojó e inclinó la cabeza avergonzada de haber hecho algo frívolo con el dobladillo de su ropa ondeando.
El Conde Chrysler tosió una vez más y miró a Leonor con la mirada fría de un noble Imperial.
—Escuché todo lo que dijo la Princesa afuera de la puerta. Estoy seguro de que le hizo daño al Príncipe Heredero, así que no tenemos más remedio que arrestarla.
—¡Me pones caliente! ¿Quién lo dijo? No puedo soportarlo pero no lo malinterpretes maliciosamente, yo no soy nadie.
Leonor, hablo de forma vulgar y miró fijamente a Eón. Eón parecía un poco incómodo. Debe haber estado involucrado en el complot de Alexel.
Sin tener en cuenta su sarcasmo, el conde de Chrysler mostró la hazaña de mirarla de manera fría que congeló a la mujer, haciendo que su cometario sarcástico fuera el de una niña inmadura.
—Desafortunadamente, no entendí mal. Admitiste que presionaste a tu padre para que le ordenara que volviera al ejército de Elviara que había sido enviado a la fortaleza. Como resultado, te alegró saber que el ataque de Cyritia que era “la armonía del cielo” no puedo decir que no tenía ninguna intención de causarle daño a Su Alteza Alexel, y al Imperio de Basílio.
Leonor arqueó las cejas y se mordió el labio con fuerza. Su labio rojo se volvió más grueso y el color se volvió más oscuro.
—... ya es demasiado tarde. El ejército de Cyritian que asedia la fortaleza se dividirá y la mitad irá al sur para atacar al Príncipe Heredero. El ejercito de Elviara pasara por alto la ruta normal e iría detrás del Príncipe Heredero, para así ser atacado por ambos francos. ¡No importa qué tan fuerte sea el Príncipe Heredero o qué tan fuerte sea su ejército de élite, no sería razonable enfrentar a 1,000 soldados atacando por el frente y 500 por detrás con solo 300 soldados!
Leonor estaba atada, rodeada de soldados y se reía burlonamente. Junto al Conde Chrysler, que dejó escapar un gemido bajo, Eón gritó a sus hombres.
—¡Preparen sus caballos! Nos uniremos con Su Alteza de inmediato.
Los soldados vitorearon en voz alta. Stephanie se aferró apresuradamente a Eón.
—¡Espere, sr Eón! ¡ ¡Yo también quiero ir!
—Tú y el Conde regresaran al Palacio Imperial. Por favor, Conde.
—Déjamelo a mí. También me encargaré de los refuerzos.
—No, por favor espere. La posición de Su Alteza estará en problemas.
—¡La situación es diferente ahora! Su Majestad el Emperador también lo permitirá.
—No lo sé. Su Majestad es más astuto que su hijo. Si pide refuerzos, creen que su Majestad regañará a su Alteza cuando su ejército es de 300 soldados. Se enfrentara a 2500 soldados ¡No está en condiciones para ser terco!
—Si le quita su terquedad, no quedará nada.
El Conde se quedó en silencio, mirando a Eón, que tenía una sonrisa audaz, si tenía una idea.
—Sé que ruta tomara el ejército de Elviara. Tomare un atajo si galopamos rápido, llegaremos a tiempo.
—Pero...
—Yo también iré.
Julián dijo determinado. Cuando sus miradas se volvieron todas a la vez, vacilaron y murmuraron.
—Este… sería mejor tener un enlace en caso de emergencia…
—No eres un soldado. No cabalgas demasiado rápido e incluso te caes del caballo.
Aunque enrojecido por el comentario frío de Eón, habló con seriedad.
—Bueno, por supuesto que puede ser demasiado ir tan rápido. No creo que vaya a ser de ninguna utilidad. Pero reconocimiento, o mensajero... Quiero estar cerca en caso de que haya algo. Entonces, eso, que…
—¿No sería bueno si todos somos aniquilados?
Eón dijo con severidad y se acarició la barbilla.
—Ciertamente, la posibilidad no puede ser descartada. Estupendo ¿Quién atacó a quién? Podría volverse importante más tarde.
Leonor giró rápidamente la cabeza ante la mirada traviesa. Julián asintió vigorosamente.
—¡Me encantan su forma de pensar!
—Entonces, por favor. Nos iremos primero
Con un ligero movimiento de su mano, Eón se llevó a sus hombres rápidamente.
—Padre, ¿puedo tomar prestados algunos guardias que trajiste contigo?
—Sí. Ya arresté a todos los escoltas de la Princesa Leonor y los encerré en el vagón de escolta. Al menos la seguridad estará bien.
—Por supuesto.
Stephanie agarró rápidamente el brazo de Julián, que bajó la cabeza y se volvió.
—¡Por favor espera! Yo también iré.
—¿De qué está hablando, Princesa? ¡Hacer un reconocimiento es peligroso!
—¡Lo sé! ¡Pero no quiero inquietarme y esperar en el Palacio Imperial! Puedo montar a caballo y tengo buenos ojos. ¡Es mejor tener más testigos! ¿No lo cree usted también, Conde?
El Conde, cuyos ojos se abrieron cuando habló de repente, sonrió con amargura al ver a Stephanie expresando su entusiasmo.
—Jajaja... Supongo que no puedo vencerla. Ya entiendo por qué su Majestad eligió a la Princesa. Estará bien. Julián, sigue a la Princesa Stephanie.
—...¿Qué?
—La Princesa está muy preocupada por el Príncipe Heredero, así que te seguirá. Ya sea que se le permita o no casarse con Su Alteza, es una Princesa que ingreso al palacio y es una preciada hija que ha sido confiada por un fiel vasallo. No puedo dejarla ir sola.
Julián, quien abrió los ojos ante el comentario intencional de su padre, asintió con la cabeza en voz alta.
—¡Oh, sí! Haré lo que dices.
—Realmente eres una Princesa problemática. Puede que tenga que enviar soldados para traerlos de vuelta... Ahora, Julián, sigue a la Princesa rápidamente. Si dudas, seguirá adelante.
—Sí, bueno, pero, Princesa, ¿estás bien con ese traje...?
La ropa de Stephanie es de dos piezas con la blusa y la falda separadas, pero a primera vista parece un vestido normal.
Stephanie asintió.
—¡Estoy bien! Iba a ir a caballo en el camino, así que estoy usando calzoncillos gruesos y un par de botas de manga larga.
—Bueno, eso es un alivio.
Levanté ligeramente el dobladillo de mi vestido para mostrarle, Julián asintió mientras se sonrojaba. Tomé prestado solo un abrigo de montar y me subí al caballo. Llegó Haya con el rostro pálido.
—¡¿Princesa?! ¿A dónde va?
—Oh, gracias a Dios, estás a salvo. Voy a buscar a Alexel. Volveremos a estar juntos, así que Haya vuelve al palacio y espéranos.
—Bueno, mi señor va a la guerra, es peligroso.
—¡Por eso me voy!
Stephanie espoleo el caballo. El caballo comenzó a correr salvajemente. Julian y los soldados la siguieron al unísono.
—Princesa.
El grito de Haya quedó enterrado con el sonido de los cascos de los caballos, y el grito de Stephanie también.
—Eh... ¿Qué pasó...?
Stephanie miró a lo lejos. Sin encontrar ninguna batalla en el camino, el grupo llegó a la fortaleza del norte. No había cadáveres apilados alrededor de la fortaleza, pero si hay innumerables tiendas blancas que están alineadas. Son tiendas exclusivas de Cyritia y están muy cerca de la fortaleza.
«Que... De ninguna manera, ¿ya te has rendido...?»
Es azul el cielo, pero la atmósfera es extraña por eso. Si mira de cerca, Cyrus y Basilus están charlando haciendo gestos con las manos. Mostrándose sus armas usando cascos con diferentes formas y asintiendo con la cabeza... La expresión de los soldados era demasiado radiante, por lo que era imposible pensar que fueron derrotados.
Incluso cuando camino a través de las tiendas, no la detuvieron, solo la miraban. Tan pronto como entramos en la fortaleza, apareció Alexel. Aunque lleva su larga espada colgada en la cintura, no lleva armadura usaba su uniforme militar. Ni siquiera parecía herido en absoluto.
—¡¿Stephanie?! ¡¿Eres tú?!
Alexel agarro sus hombros con fuerza, mirándola con gran preocupación.
—Te dije que esperaras en Florencia, ¿qué diablos está pasando?
—Oh… yo… yo escuché que tu vida estaba en peligro…
—Oh, qué, es por eso que estas aquí.
Él sonrió con indiferencia. Stephanie de repente se enojó y gritó.
—¡¿Qué pasó?! Escuché que Elviara te traicionaría y atacaría a Alexel junto con los Cyritianos, así que yo, yo ¡¡Estaba inquieta, así que cabalgué lo más rápido que pude y vine hasta aquí...!!
Sosteniendo a Stephanie, que lo miraba muy enojada, Alexel le dio unas palmaditas en la espalda con dulzura intentando calmarla.
—Perdón por preocuparte. Supe desde el principio que Elviara nos traicionó.
—¿Lo sabías...?
—Sí, llegaron hasta aquí pretendiendo ser el refuerzo, y de he hecho yo hice que eso sucediera.
—¡¿Tu lo planeaste… cómo?!
—Por supuesto, tenía un aliado
Alexel sonrió con picardía. Una voz interrogante se escuchó detrás de él.
—Alexel. ¿Esta mujer es tu hermana?
Cuando gire, vi a un joven con un rostro desconocido. Unos ojos negros rasgados y afilados miraban fijamente a Stephanie. Su largo cabello color negro está trenzado holgadamente, colgando desde su hombro izquierdo hasta su pecho, y su piel es de un saludable color marrón claro. Su rostro era ciertamente diferente al de la gente de Oxsis.
La ropa que vestía y la forma de la espada que tenía tampoco le eran familiares, ambos eran objetos hermosos que estaban muy elaborados. Los exquisitos aretes y collares de orfebrería, y los finos bordados que adornabas sus prendas en seda blanca son solo atisbos de una cultura muy sofisticada.
También era un joven apuesto y digno, que parecía unos años más joven que Alexel.
—No, esta es mi prometida. Es la Princesa del reino de Florencia, se llama Stephanie. Nia, esta es Schuna, El Gran Jefe de Lichtar en Cyritia.
—¿El Gran Jefe de Cyritia?
Frustrada por lo sucedido, el joven llamado Shuna se acercó a Stephanie y le sonrió ampliamente, mostrando los dientes.
—Encantado de conocerte, Alec... Te conozco desde antes de que ascendieras al trono.
Shuna frunció el ceño ligeramente. El nombre de Alexel parecía que le era difícil de pronunciar. Aunque estaba usando el educado lenguaje de Basilio, su pronunciación y acento eran únicos y hablaba lentamente.
—Encantada de conocerte...
Stephanie le hizo una reverencia mostrando su cortesía. De repente, noté a un joven parado detrás de Schuna. Aunque está vestido con la ropa de Cyritia, esta persona es rubia y claramente tiene un rostro basiliano.
La guiaron a una espaciosa habitación con una gran chimenea donde ardía la leña, y solo entonces Stephanie pudo escuchar toda la historia, Alexel había estado negociando con la oficina de Lichtar bajo la superficie durante varios años.
El joven rubio negoció directamente como el embajador por el pleno poder que recibió de Alexel, y la persona que sirvió de ventana fue Shuna, quien todavía era un Príncipe en ese momento.
Lichtar estaba en rivalidad con otras aldeas vecinas, cuya aldea tenía un acuerdo con Elviara y monopolizaba el comercio con los Oxsis.
Alexel apoyó en secreto a Lichtar y logró fusionar las aldeas vecinas. Y decidieron compartir entre ellos Elviara. El norte se convierte en el territorio de Lichtar, y el sur se convierte en la provincia de Basileo.
—Si lo miras desde el punto de vista de Elviara, no pudo evitar ser despiadado y tiránico.
—Entonces, necesitábamos una causa.
Stephanie estaba atónita.
—¡¿Por eso dejaste a la Princesa Leonor?! ¡¿Para molestarla deliberadamente y hacer que te traicionara...?!
—Porque nosotros no podíamos romper la alianza. Si pasaba se convertiría en una mera agresión y compraría el resentimiento de Elviara.
Alexel dijo casualmente con su aspecto natural.
—Creo que ya la compraste…
—La familia real rompió la importante alianza por la ira de la ruptura.
Alexel sonrió, Stephanie se sentía mareada. Elviara estaba planeando traicionarlos en el momento que entraran en batalla con el ejército de Cyritian. Solo eran 300 soldados liderados por Alexel, si eran aniquilados, no se sabría la verdad. Sin embargo, en el momento en que Elviara se dio la vuelta, Basileo y el ejército de Cyritia contraatacaron juntos. El capitán de Elviara, que fue tomado por sorpresa, fue derrotado rápidamente y el ejército de Elviara, que perdió a su comandante, se rindió rápidamente.
Mientras tanto, el ejército destacado de Cyritia invadió el camino real de Elviara, donde la seguridad era débil porque la fuerza de defensa de la fortaleza se duplicó, y Cyritian invadió el camino real de Elviara y capturó al rey. La alianza ya había sido destruida por Elviara, pero Elviara ha entrado en negociaciones con una solicitud de salvación.
—... Entonces, en lugar de ayudarlos, hiciste que el Rey renunciara al trono y le hiciste consentir en convertirse en una provincia del Imperio...
—Es así.
—Bien hecho—, sonrió Alexel.
—¡Qué vicioso...!
—Es bueno que el número de víctimas sea mínimo.
Ni las tropas inmediatas que dirigió, ni la guarnición que defendía la fortaleza, ni el ejército de Cyritia que rodeaba la fortaleza, tuvieron bajas. Sólo hubo unas pocas víctimas en esta batalla, y fueron del ejército de Elviara, que se rindió unilateralmente.
Se podía concluir un tratado formal solo con la aprobación del Emperador, pero Alexel y Shuna firmaron un tratado de paz provisional preparado previamente, y los dos países
prometieron la no agresión mutua. Esa noche se celebró un banquete y se hizo amistad en un ambiente pacífico.
Cuando escuchó la historia, creí que Cyritia era un pueblo bárbaro aterrador. Sin embargo, si fue hace 100 años cuando estaban obsesionados con el territorio, aprendieron y absorbieron mucho de las culturas que habían encontrado hasta ahora, y ahora Cyritia tiene una cultura altamente sofisticada.
El Rey Shuna no solo es bueno con la espada y el arco, sino también un joven inteligente con buenos modales. Cada palabra de la conversación lo demostraba. Como si fuera la primera vez que se conocían, los dos hablaron de muchas cosas. Finalmente, la noche se hizo más profunda y el rey Shuna se retiró con su séquito.
Alexel le ofreció quedarse le prepararían una habitación en la fortaleza, pero se negó cortésmente ya que no le gustaban las habitaciones rodeadas de paredes de piedra para el eran sofocantes. Su pueblo era nómada.
—Estoy más aliviado de tener una cama.
Después de llegar juntos al dormitorio, Alexel murmuró mientras se tiraba en la cama.
—¿Qué se siente vivir en una tienda de campaña? ¿Es verdad que pueden desmontarlo todo y solo irse?
—Él dijo que sí. Pero la tienda del Rey era maravillosa. Estaba amueblada y era mucho más espaciosa de lo que esperaba. No hace nada de frío porque las tiendas son de fieltro, cubiertas con gruesas alfombras. Y la ventilación y la luz también son buenas. Puede que haga más frío en un edificio de piedra.
—Oye... yo también quiero dormir en una tienda.
—Solicita un recorrido. Estoy seguro de que te dará la bienvenida.
Alexel sonrió con picardía y se puso de pie y abrazó a Stephanie al pie de la cama.
—Oye, Nia. No podías esperar a que fuera por ti, ¿verdad?
—Uh... ¡Oh, no! Pensé que Alexel estaba en peligro, así que solo quería venir a decírtelo.
—¿Eso es todo?
Me preguntó dulcemente y enrojecí.
—...Bueno, te extrañé...
Él la besó en la nuca y Stephanie se encogió de hombros sorprendida.
—Estaba realmente preocupada. ¿Qué tal si algo te pasaba?
—Eso es todo lo que te preocupaba. A veces no está mal hacer que te preocupes sinceramente.
—¡Eres tan malo! Podrías haberme contado tu plan.
—Era un plan secreto. Ni siquiera le dije a Eón. No podía decírtelo porque lo hice por mi cuenta sin consultar al Emperador ni al Parlamento. Perdóname.
—No tienes ningún secreto ahora, ¿verdad?
—Bueno, si te lo digo, ya no es un secreto.
Alexel sonrió y la beso. Bebió sus labios con dulzura y metió su lengua dentro de su boca lamiendo el paladar haciéndole cosquillas.
—... No es ningún secreto de que Nia me gusta. Te amo, te amo
—Bueno, yo.. . te amo... Alexel... ...realmente te amo...
Le dio un beso profundo, un estimulante placer se elevó desde el interior de su cuerpo.
Stephanie envolvió sus brazos alrededor de la espalda de Alexel y lo abrazó con fuerza. Sentí que era la primera vez que le abría mi corazón y lo abrace. Siempre me estuve reprimiendo en algún lugar de mi mente. Porque por más cerca que estuviera de él, sentía que no podía alcanzarlo.
Incluso después de acostarse, no podía creer en su amor. Obviamente en ese momento no podía sentir lo mismo. El entorno en el que nacieron, se criaron, el género, y sus pensamientos eran diferentes. Lo que tienen, lo que llevan. Todo ello tiene diferentes significados y en todo son diferentes.
Hay algunas veces cosas que no entiendo y es muy molesto. Aun así, quiero entenderlo y quiero permanecer a su lado. Tal vez eso es lo que es el amor.
Es una persona egoísta, pero al final la dejo tomar su propia decisión. Aunque era normal para Stephanie, puede haber sido una decisión dolorosa para él. Se sienten atraídos aunque son diferentes, encuentran algo en común y tienen conflictos los cuales a veces no se podían perdonar. Al repetirlo, gradualmente desarrollamos nuestra relación. Ojalá pudiera caminar con él de esa manera.
—Te amo… te amo, Alexel…
—Yo también, te amo desde el fondo de mi corazón, mi dulce Stephanie.
Después de varios besos profundos, Stephanie susurró en sus brazos.
—... Quiero que olvides una cosa
—¿Eh? No olvidare tú 'Te amo' incluso si muero.
—¡¿Si olvídalo, o revelaré lo pretencioso que eres?! No es… dijiste que no te importaba de todos modos, por favor olvídalo.
Alexel miró a Stephanie de forma extraña.
—¿He dicho que?
—¡¿Te lo dije?! Sé que lo odias, pero eso no importa.
—¿Dije... que...?
No puedo cerrar la boca cuando veo a Alexel inclinando la cabeza. Realmente no lo recordaba. Stephanie arqueo las cejas, tratando de levantarse de la cama.
—No lo recuerdas. ¡Alexel eres un idiota!
—Espera un minuto. ¡Es mi culpa! ¡Me disculpo!
Alexel rápidamente abrazó a Stephanie por detrás. Lo abrazó con fuerza como si jamás fuera a soltarla, y la besó en la mejilla mirando a su alrededor.
—Lo olvidare, así que no huyas.
—Ni siquiera te acuerdas.
—No lo recuerdo, pero lo olvidare. Lo olvidare cien veces, así que por favor perdóname.
No estaba tan mal verlo disculparse todo nervioso. Stephanie echó la barbilla hacia atrás para vengarse.
—Estoy muy dolida. Dijiste que no te importaba lo que sentía.
—¡Que no importa! Debo haber estado pensando en algo en ese momento. Te hice muchas cosas para que me odies. Lo sé, de alguna manera pero no puedo dejar ir a Nia.
—Eres consciente de que hiciste algo malo.
—Así es... Pero de todos modos, ¿traté desesperadamente de hacer que Nia me amara? Ni siquiera quería enviarte de regreso a casa. Podrías decir que no querías volver al palacio porque te gusta vivir en tu ciudad natal. Me preocupaba que si te dejaba ir no podría volver a atraparte… tenía miedo.
Stephanie suspiró y miró fijamente a Alexel. Estaba inquieto e inseguro.
«No, siempre pierdo por su rostro»
No pudo evitar que acariciara su mejilla, sabía que trataba de persuadirla, tocaba suavemente su mejilla, Stephanie suspiró. Después de todo, fue una lucha inútil...
—No tienes que abrazarme. Porque siempre estaré a tu lado, un hombre peligroso como tú no puede quedarse solo... Tendré que vigilarte de cerca.
La alegría se extendió por el rostro de Alexel mientras miraba a Stephanie.
—¿Cuánto tiempo?
—Día tras día.
—¿Juntos hasta la muerte?
—Podría ser.
—Entonces Nia. ¿Te casarías conmigo?
Preguntó Alexel con el rostro lleno de alegría y me avergonzó.
Stephanie se sonrojó y asintió.
—Te quiero, me casaré contigo.
—¡Nia!
Alexel la abrazó con fuerza y Stephanie se sonrojó.
—No, pero te digo, no es porque me hayas rogado. Es mi propia decisión.
—Sí, lo sé. Me alegro de que me hayas elegido.
—Es peligroso por tu trastorno de personalidad dejarte solo.
—Sí. Si Nia no me cuida, no sé qué hacer. Necesito un perro. Un perro muy lindo.
—Oye, ¿me dijiste perro..?
—No te preocupes por cosas tan triviales.
Después de besarla con todas sus fuerzas, los ojos de Stephanie se abrieron mucho. Alexel sonrió como un niño inocente. Nunca lo había visto tan feliz. Me molesto, pero pensé que sería mejor.
—¡Hagamos muchos niños! Serán muy lindos.
—¿Qué? Oh, sí... Yo... ¿Eh?!
Repentinamente la derrumbo en la cama y abrió mucho los ojos, Alexel la miro de manera seductora.
—¡Vamos a hacerlos de inmediato!
—¡Qué!
Mientras estaba aturdida, comenzó a quitarle el vestido con un movimiento de manos completamente familiar.
—Vamos, espera un minuto, Alexel.
—No puedo esperar.
Stephanie frunció los labios cuando vio a Alexel hablar sin rodeos. Alexel sonrió y acarició la barbilla de Stephanie.
—No puedes esperar, ¿verdad?
—¡Puedo esperar! Bueno, ¿por qué no lo hacemos después de casarnos?
—No seas tan dura. Está bien, nos vamos a casar.
—Suenas como un chico malo.
—Soy un chico malo. Ya lo sabes.
Alexel sonrió con picardía. Ya no hay rastro de la ternura de cachorro en el gran perro.
—A Nia le gusta.
—Ja, no me gusta.
Fue solo por un corto tiempo que tuvo la ventaja, y volvió a su posición original en un instante. Cuando Alexel se inclinó y le lamió los labios, Stephanie se encogió de hombros como un animalito que es atacado por una bestia.
—Cada vez que miro a Nia, se ve deliciosa… quiero lamer todo tu cuerpo y codiciarlo.
Susurro como un pervertido con una expresión seria, Alexel le sacó los pechos de la ropa interior y los frotó con fuerza. Poco a poco sus pezones se irguieron, sonrojándose de vergüenza. Chupando y rodando dulcemente, aflojó hábilmente los cordones del corsé y lo tiro, rápidamente también se quitó la ropa y se acostó sobre el cuerpo desnudo de Stephanie. Traté de cubrir mi pecho con vergüenza, pero mi muñeca estaba atrapada y no podía moverme.
El duro pezón fue estimulado y pinchado con la punta de la lengua, se retorció y palpitó dulcemente. Mientras suspiraba sin notarlo, entrecerró los ojos y continuó su traviesa caricia con la lengua. Solo pinchó los sensibles pezones con la lengua estirada y le hizo cosquillas en el costado con un toque suave. Sintiendo escalofríos, Stephanie se retorció, respirando con dificultad.
—Ah... sí... ah
Ante el placer de las cosquillas, diferente a cuando los chupa o amasa, mi lugar secreto me picaba. Cuando le soltó las muñecas, Stephanie inconscientemente se aferró a él.
—ha, ha.. Alexel... solo así, estoy ansiosa... ah.
—No estés ansiosa. Nia es deliciosa, así que quiero probarte lentamente. Sería una pena si te como con rapidez.
Stephanie suspiró extasiada, mientras su lugar secreto se estremecía ante su risa ahogada.
—Ja-ja… Si me pongo de mal humor… No me gusta…
Lo abracé con fuerza por el cuello, Alexel sonrió y sostuvo el pezón en su boca. Chupo ruidosamente, lamiendo con toda la lengua. Preguntó dulcemente, frotando lascivamente los pezones con los dedos, apretándolos y girándolos.
—¿Qué tal esto?
— Sí, bien... Se siente bien, ja, ja... muy... ah
Sacudió la cabeza débilmente y gimió arqueando la espalda sacando el pecho. Alexel sonrió de manera lujuriosa mientras agarraba los pezones hinchados mojados con saliva y los hacía girar con los dedos.
—A Nia le encanta que la toque aquí.
—Oh mi
Apretó con fuerza los pezones y dejo salir un fuerte gemido. Incluso su gemido lascivo fue estimulante, y el interior de su ombligo picaba sintiendo escalofríos.
—No… soy, soy tan lasciva…
—No puedo tener suficiente de ti. Sabes que te avergonzare si mientes.
Alexel se rio entre dientes y se arrodilló sobre el estómago de Stephanie. Stephanie aparto la mirada avergonzada cuando vio el pene erecto triunfante entre los arbustos negros. Alexel fue más allá y orgullosamente sostuvo su cosa y ordenó con arrogancia.
—Ponlo entre tus pechos y frótalo.
—¿Qué?
Accidentalmente hice una pregunta estúpida ante su orden obscena. Alexel dijo con una expresión indiferente, sin presumir.
—Aún no hemos hecho esto, he querido probarlo. Creo que se sentirá muy bien.
—Uh, ¡¿dónde aprendiste algo tan lascivo?!
Pregunté como una mocosa, pero ni siquiera necesité escuchar su respuesta.
Estúpido Eón, solo le enseñas cosas extrañas...
—Está bien, no es tan difícil.
Stephanie arqueó las cejas hacia Alexel, quien exigía como un niño gruñón.
—No, no puedo... mis pechos no son tan grandes...
—Está bien. Puedes ponerlo en medio apretando tus pechos con las manos. No hagas esto y aquello. Vamos, inténtalo.
Stephanie se vio obligada a juntar sus pechos e insertar la cosa de Alexel. Se las arregló para juntar sus pechos y de alguna manera poner la cosa entre ellos.
—Uh, uh, eso es, uh, ¿cómo haces eso?
—¿No debes hacerlo como si estuvieras haciendo un masaje?
—... Alexel, ¿no lo experimentaste en el lugar donde Eón te llevó?
Miró fijamente, pero respondió con calma sin dudarlo.
—Solo los mire. La mujer trató de seducirnos a los tres para que lo hiciéramos, pero me negué.
—¿Tres?
—Así que le dije que no, no le toqué ni un solo dedo, ni siquiera dejé que ella me tocara. Quería hacerlo con Nia, y el cuerpo de Nia es mucho mejor de lo que imaginaba...
Ante la sonrisa seductora, el capullo se contrajo y tembló. Ante la insistencia de Alexel, Stephanie
vaciló y comenzó a mover su pecho hacia arriba y hacia abajo frotando el pene. Al principio fue incómodo, pero cuando sentí que su cosa se ponía cada vez más dura y más grande, y escuché su agradable suspiro, poco a poco gané confianza.
—¿Te sientes bien?
—Sí, me gusta. Los pechos de Nia son suaves y esponjosos... Se siente tan bien.
Los susurros mezclados con suspiros sensuales le dieron un empujón a Stephanie y continuó moviéndolos. Mientras tanto, incluso yo me sentía inquieto.
—Ah... ¿por qué no sigues haciendo eso y lames la punta?
Stephanie, roja hasta las orejas por su dulce petición, sacó la lengua ante su petición.
Un líquido claro ya está condensado en la punta. Chupando y lamiendo la punta, Alexel dejó escapar un gemido bajo y doloroso, lamiendo su cosa mientras lo apretaba con sus pechos. Abrió la boca con determinación, lo chupo y palpó con la punta de la lengua. Alexel se estremeció y gimió.
—Jaja... Se siente tan bien. Quiero venirme en la boca de Nia.
Stephanie se sonrojó mientras apretaba y usaba la lengua. Mi entrepierna que quedó desatendida me picaba demasiado, así que involuntariamente froté las piernas. Pensé que estaría bien si se venía así..., pero Alexel lo sacó por su cuenta.
—No hagas una cara como esa. Te lo meteré de inmediato.
Alce la vista involuntariamente decepcionada, sonriendo cambió la dirección de su cuerpo. Sus bonitas y musculosas nalgas aparecieron frente a mí, y mi corazón se aceleró por la sorpresa. Al momento siguiente, su visión cambió y Stephanie cambio de posición ahora estaba montando encima de él.
—Oye.
De repente sintió estímulo entre las piernas. Alexel agarró la pierna de Stephanie y le metió la lengua hasta la raíz. Lamio y lamio el botón hinchado empapado en miel, Stephanie temblaba de placer. Stephanie arqueo la espalda dejando escapar un dulce grito.
—Haaaa.
—Vamos, agárralo usa tus manos.
Dijo mientras lamía y goteaba su capullo, Alexel le ordeno que jugara con su pene. Succionaba y metía la lengua a través del agujero, Stephanie agarró su cosa mientras se estremecía. Mientras movía los dedos arriba abajo flotando el grueso falo, le golpeaba el trasero como si la estuviera castigando.
—... jejeje
Metió su cosa en la boca, movió la cara arriba abajo retorciendo la lengua flotando el falo, con cuidado de no hincar los dientes. Lamiendo sus partes uno del otro al mismo tiempo... ...lágrimas de vergüenza y excitación aumentaron ante las sensaciones.
Al escuchar el sonido húmedo y fangoso que resonaba entre sus piernas, le dolía el cuerpo y su cintura se movía a voluntad. Se sintió mareada por la sensación de su cosa llenando su boca, al mismo tiempo, era vertiginosa la sensación que sentía entre las piernas y en su boca.
Moviendo la cintura por el calor que se extendía entres sus piernas, Stephanie continuó lamiendo lascivamente. El líquido transparente se mezcló con su saliva, y con cada movimiento de sus labios, el aire se precipitaba y hacía espuma lascivamente.
—Hahhhh
Mientras lamía su cosa con la lengua y la frotaba con los labios en trance, su lugar secreto se
contrajo dándole pinchazos. Tan pronto como encorvo la espalda, su lengua, que apuntó como si supiera que lo haría, entró en el agujero. Un dulce estímulo se extendió dentro de su cuerpo, y Stephanie exclamó.
—¡Sí, sí! No quiero...
—Oye, tu boca dejo de moverse.
La regañó de forma juguetona y lamio con la lengua temblorosa su cosa. Pero cada vez que movía su lengua lascivamente allí, sentía escalofríos y levantaba la barbilla y no podía concentrarse en lamer.
—¡Oh, sí! Es demasiado. Ahora... es imposible, yo... ups, haang
—¿quieres que te lo meta?
Aunque abucheé, su lugar estaba tan estimulado que ni siquiera pudo resistirse. Stephanie se apoyó en el firme estómago de Alexel y asintió levemente.
—No puedo evitarlo. Entonces mételo tú misma.
—oh...
Mirando cómo se giraba, sonrió y le dio un beso al trasero de Stephanie.
—¿Qué ocurre? Tú lo quieres.
—…
Es vergonzoso pero lo quiero. Stephanie se levantó y se puso de rodillas, colocando una mano en su capullo y con la otra agarro su falo llevándolo hacia su capullo. Solo puse un poco la punta, pero sentí escalofríos y perdí la fuerza en las rodillas.
Metiendo la cosa dentro de ella con su propio peso, Stephanie inclinó la barbilla en éxtasis.
—¡Ah… se siente tan bien…!
Su lugar secreto se contrajo apretando su agarre.
—¿Te acabas de venir con solo meterlo? Jeje.
Alexel se rio apoyó los codos para sostenerse y movió la cintura.
—Oh, no, no... ¡No te muevas...!
El agujero codicioso se contrajo gradualmente de alegría. Alexel dejó escapar un pequeño gemido.
—Eres tan apretada... Creo que también me voy a venir.

Alexel se levantó y abrazó a Stephanie con fuerza, besándola con rudeza. Mientras frota y aprieta sus pechos, levanta vigorosamente la cintura.
—Sí, sí...
Ella también movió la cadera igualando sus estocadas, Stephanie devoró ansiosamente sus labios y lengua. Todo mi cuerpo lo sentía caliente. Sus partes conectadas, piel con piel, se tocaban y calentaban y parecía derretirse.
—Jaja, um… Alexel … ah…
—Nia...
El líquido lascivo burbujeó y humedeció su espalda. Los gemidos lascivos se mezclaron, y anhelaron los labios del otro.
—¡Aquí voy...!
Ante su sensual voz ronca, Stephanie asintió.
—Mmm...
Alexel gruño como una bestia y levanta la espalda. Estallo derramando líquido caliente en su interior.
Tratando de que llegara más profundo el líquido, agarró la cintura de Stephanie y la embistió varias veces, y una gran cantidad de líquido blanco se derramó en su interior que se derretía, por lo que Stephanie no pudo volver en sí en el punto máximo del clímax. Lo que la hizo perder el conocimiento, Alexel saco su pene y giró su cuerpo subiéndose encima de ella, la beso ferozmente chupando su lengua.
—Estuvo bien, Nia... entonces abre las piernas. Te haré sentir mejor.
Ante la dulce y aterradora tentación, tragué saliva.
—No.
Sacudió la cabeza débilmente, pero a Alexel no le importó y abrió sus piernas blancas y sudorosas.
Su cosa todavía dura entró. Dejó escapar un suspiro de éxtasis mientras penetraba el agujero que todavía se contraía en el resplandor del clímax.
—Me encanta... el campo de flores de Nia se siente como el cielo...
Inclinó la cabeza ligeramente y se rio obscenamente.
—Ah... lo que rocié se está revolviendo. Mira, esta todo burbujeante y cremoso.
—No quiero...
Stephanie cubrió su rostro sonrojado. No quiero ver eso. Alexel, sin embargo, levantó la espalda, tomó la mano de Stephanie y la quitó de su cara. La acuno agarrando sus muslos y la envistió lo suficientemente fuerte hasta que formo espuma. Se humedeció los labios y sonrió seductoramente.
—Vamos, ¿puedes verlo?
Stephanie miró el cruce con lágrimas en los ojos.
Derramaba líquido con cada estocada, al frotar se hacía espuma pegajosa. Escuché un sonido obsceno que me hizo querer taparme los oídos. Y su cosa feroz que no podía creer que ya se había venido una vez, revolvía dentro de ella con una poderosa fuerza.
—Sí, porque este lugar me pertenece. Si te acuestas con otro hombre, no te lo perdonaré.
—Jamás… haría algo así con nadie.
Mientras hablaba entre lágrimas, Alexel sonrió y acarició suavemente sus piernas temblorosas.
—Mi pene se siente bien, ¿verdad? Nia aquí ya debe recordar la forma de mi pene ahora. Cuanto más lo hago, más siento que mejora.
Miró a Stephanie con amor y susurró.
—Hagamos todo lo que queramos esta noche.
—¡Ah! Oh, mi. ¡Ja!
El sonido cada vez que embestía el agujero fangoso se hizo más fuerte. Arqueando la espalda en éxtasis, Stephanie luchó frenéticamente. Sentí que había tomado la decisión equivocada, pero no podía pensar me encontraba confusa por el placer.
A la mañana siguiente, Stephanie se despertó y encontró algo colgando de su cuello. No podía verlo aunque mirara hacia abajo, así que se quitó los brazos de Alexel de encima, se levantó somnolienta por el excesivo placer y se tambaleó hacia el espejo. Y se quedó sin palabras. Era una gargantilla ancha tachonada de joyas ornamentadas. Era una gargantilla..., pero el diseño tenía unos cuantos agujeros y hebillas, era un collar de perro se mire como se mire.
—¡¿Qué... qué es esto...?!
—Oh, te queda bien...
Antes de darme cuenta, Alexel se acercó a mí en silencio, entrecerró los ojos y sonrió satisfactoriamente.
—Alexel, ¿qué es esto?
—Es un regalo de bodas. Iba a dártelo cuando fuera por ti, pero escuché tu respuesta a mi propuesta y pensé que estaría bien ahora. Te lo puse cuando dormías.
—Si es un regalo de bodas, esto sería un anillo, ¿verdad? No importa cómo lo mires, esto es un collar de perro.
—Por supuesto, es un collar de perro. Ya te di un anillo con el escudo. Eres mi linda perrita, así que decidí ponerte un collar en lugar de atarte con una cadena.
Me quedé atónita y sin palabras. Alexel susurró con una tranquila expresión.
—Porque estoy preocupado.
—¡¡Beneficios, hijo de p… ~~~!! ¡Tome la decisión equivocada!
Me arrepentí inmensamente, pero cuando vio la expresión extrañamente feliz de Alexel, no importa. Al final, fui atrapada por el pretencioso Príncipe, caí en su trampa...
Jaja, me encogí de hombros y suspiré. Para complacerla, Alexel abrazó a Stephanie por la espalda y comenzó a besarla dulcemente en la espalda y en los hombros.
「El amor retorcido Del Príncipe tirano ~Inocencia robada~」
Fin
Muchísimas Gracias por leer nuestra versión
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Me quede con la duda si tuvieron un hijo, y la verdad él es retorcido y loco hasta el final, queria tambien que la princesa de Eviera recibiera su castigo pero confio que si, mas allá del príncipe que me desagrada, me gusto leer la novela y que bueno que agregaron las imágenes. Muchas gracias a ustedes por trabajarla 😊 y su dedicación
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