El león y la oveja Capitulo 6.- Una señal

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Una señal

A los pocos días de la entrevista de Edmund, fue contratado en la cafetería de una plaza. Era un lugar hermoso, la plaza tenía un lago artificial, los animales podían caminar libremente por los jardines e interiores de la plaza exceptuando las tiendas. La noticia entusiasmo mucho a Edmund, las cosas parecían ir bastante bien, la cercanía entre él y Sebastián aumentaba bastante, sus conocimiento y su inteligencia emocional era cada vez mejor, poco a poco parecía comprender más a las personas, las costumbres y los hábitos, cualquiera podría decir que era un humano común y corriente.

—Hoy es tu primer día de trabajo ¿Estás nervioso?— Mencionó Sebastián mientras preparaba un topper con el almuerzo que había cocinado desde temprano para Edmund, no quería que se quedara sin comer, era una forma de compensar todos los almuerzos que llegaba a prepararle.

—Un poco Sebastián, ¿Si no lo hago bien?

—Lo harás bien, eres inteligente, guapo y tienes una memoria increíble, lo harás perfecto. Si todo sale mal podemos hacer unas maletas y escapar juntos a Caledonia.

—¿Quieres ir a Nueva Caledonia verdad?

—¿Tan obvio soy?

—Si, además siempre me lo dices —La barrera de la interacción física se había roto entre ambos, por lo que ver a Edmund abrazando a Sebastián ya era bastante común, aunque la incógnita del porqué sus feromonas eran liberadas en determinados momentos aún no era respondida, tal vez solo era parte de un desbalance hormonal, después de todo ser un omega dominante lo hacía especial.

—Si sigues abrazándome no llegarás al trabajo Ed, por favor.

—Ya sé, pero… Me gustaba esperarte en casa luego del trabajo.

—La casa se va a sentir solita sin ti, pero ahora podrás traerme café gratis.

Ese fue el último comentario de Sebastián al respecto, solo se rieron juntos y se marchó Edmund con mucho entusiasmo hacia su trabajo. Era el día libre de Sebastián, su primer día libre sin Edmund, ya era costumbre pasarlo con él, ya sea de compras, viendo películas, series, escuchando música o solo conversando, no quería admitir que se sentía solo, pero la realidad se sentía como un yunque pesado sobre sus hombros. 

Decidido no pensar más sobre el asunto, encendió la televisión, puso YouTube y escucho la playlist favorita de ambos, recordó como un día de ocio ambos armaron esa playlist tanto en Youtube como en Spotify, la empresa les había dado cuentas premium por lo que cada vez estaba más encantado con el trabajo, siempre fue de esos niños que anhelaban tener canales de pago en la televisión, pero solo era un capricho infantil que terminó evolucionando en un deseo por las plataformas streaming aunque siempre veía lo mismo, Sex and the city, Euphoria, caricaturas y algunos musicales.

Embriagado por la música empezó a limpiar la cocina, la sala, el comedor, su área de trabajo, los platos, el refrigerador, absolutamente todo de forma muy minuciosa, después de todo su obsesión por la limpieza la había heredado de Viridiana. Cuando terminó de limpiar la primera parte de la casa se dirigió hacia el baño, con sus guantes de limpieza y todas las ganas del mundo por limpiar. 

Inició su trabajo con tranquilidad hasta que se topó con una envoltura en el suelo, era el jabón de Edmund, ambos usaban jabones diferentes por justas razones higiénicas, lo que le sorprendió es que su jabón era neutro y no de frutos rojos, ¿Lo que había olido la otra noche no era el jabón, sino otra cosa y el jabón neutro?, se quedó pensando en mil diferentes razones, como un perfume o tal vez estaba paranoico, después de todo ¿Un alfa sintético podría tener feromonas?

 Por momentos olvidaba que Edmund no era una persona normal, sino un alfa sintético, eso no lo hacía más o menos alfa, después todo había pasado todas las pruebas, se notaba en su físico, su forma de andar e incluso de hablar. Cuando sus manos empezaron a temblar se dio cuenta que le estaba dando muchas vueltas al asunto, acomodó todo en su lugar y se retiró al dormitorio con la puerta abierta para escuchar la música desde su cuarto. 

Había días que se le olvidaba por completo que no era un adulto normal, era un omega dominante. En la naturaleza era poco común que un hombre fuera omega, usualmente eran alfas, betas e incluso gamas, pero un omega varón era complicado, ahora su condición de dominante era aún más difícil, ni siquiera el 20% de la población masculina era de su mismo tipo.

¿Exactamente que lo diferenciaba de otros omegas?, no sabía con exactitud si era el olor dulce de sus feromonas, una mezcla entre lirios y melocotón, la mayoría de omegas comunes sus feromonas eran como ligeras brisas dulces, frutales o similares, sin embargo Sebastián tenía un olor único floral con notas frutales, lo que lo distinguía de otros, solo las razas más puras de omegas dominantes tenían olores florales, no solo eso, controlaba sus feromonas a la perfección, aunque debido a que no había florecido, no había presentado su celo y muchos menos liberaba feromonas, podría ser el motivo de que no las pudiera controlar en esos días, claro que si las liberaba no solo podía seducir e inducir a los alfas a su celo, sino que también podía liberar feromonas agresivas ante otros, aunque nunca lo había intentado.

Sin embargo, no todo lo que distingue a un omega dominante son las feromonas, sino el físico. Su apariencia no era como la de un omega común, era delicada pero varonil, su cuerpo era delgado y torneado sin necesidad de ir al gimnasio, era naturalmente atrayente a hombres y mujeres, pero desde niño sabia que era homosexual, era demasiado lindo para salir con una mujer normal a menos de que fuera alfa, por lo que Viridiana siempre lo cuido, era su instinto de mujer alfa y de hermana mayor. 

Tal vez era narcisismo, pero él mismo se sentía atractivo, creció escuchando como todos se lo decían, naturalmente terminaría aceptándolo y se preguntaba a veces si la razón por la que no tenía pareja era porque la gente le intimidaba su posición dominante o por su timidez, aun así se sentía aliviado de no tener que lidiar con las personas, se ponía demasiado tímido en presencia de desconocidos. Divagando entre sus pensamientos se encamino al armario de madera con un espejo de cuerpo completo, se levantó la camisa de color menta que vestia para observar su cuerpo, su piel morena clara, sus lunares en el abdomen y aquel característico lunar en el pecho izquierdo, le daba un cierto toque erotico a su cuerpo, su mano empezó a dibujar un camino por su pecho hasta el abdomen, la yema de sus dedos frios tocaban su cuerpo tibio mientras cerraba los ojos, en ese momento su mente le hizo una mala jugada, el primer pensamiento que dio luz fue la noche que se despertó y se quedo mirando por un tiempo a Edmund.

—¿Cómo se sentirán las manos de Edmund? —Su mente pronto empezó a maquinar miles de recuerdos sobre él, su sonrisa, la primera vez que lo vio, el primer día con la pijama de David, la vez que toco su mano y cada uno de los abrazos que se habían dado, pronto todas las partes que había tocado en su cuerpo empezaron a arder, su respiración se agito y antes de hacer algo más de inmediato se detuvo, se alejó del espejo, tirándose en la cama.

Volteo a ver el reloj de pared que tenía en la habitación apenas habían pasado 3 horas de su partida y tenía toda clase de pensamientos sobre Edmund, suspiro resignado y mejor decidido dejar de pensar. Intentó relajarse cuando sintió el aroma de sus feromonas en la habitación, se levantó de inmediato en shock, como un omega dominante sabía controlarlas a la perfección, usualmente solo emanaba feromonas cuando estaba eufórico o en estado poco conveniente como alcoholizado o enfermo. Abrió las ventanas de la habitación para que estas se disiparan con el fresco aire de la mañana, después de algunos meses de no ir con el doctor, optó por agendar una cita cuanto antes para saber si su teoría era cierta. Harto de estar consigo mismo y su peor enemigo, su mente, se metió en la ducha y se fue en dirección a la única persona que le podría ayudar en esos momentos, Viridiana.

El camino hasta la casa de Viridiana no era muy largo, estaba a 15 minutos de su casa en auto. Estar con su hermana era tan relajante para Sebastián, se podía olvidar de todo por un rato y jugar con su sobrina Lili, la cual lo recibió con muchos abrazos y emoción tan pronto llegó, después de todo era su tío favorito. 

—¿Sebas, qué haces aquí?, tiempo sin verte.

—Lo sé, he estado ocupado estos días, el trabajo no me da un respiro. —No solo era el trabajo, sino que su mundo había dado un vuelco y ahora la mayor parte de su vida se trataba de enseñar a Edmund, estar con él o estar con su jefe.

—Salte de trabajar y regresa aquí conmigo, me haces falta en la tienda. Ya abrimos otra y hay que capacitar al personal.

—Nunca paras Viri, eso admiro de ti, puedes venderme hasta una piedra.

—Lejos de eso, de verdad te extraño.

—Por eso estoy aquí, hay algo que quiero contarte, sabes que no puedo ocultarte cosas.

Luego de un café, un pan dulce y dos dibujos coloreados después, terminó de contarle todo a su hermana mayor, mientras jugaba con Lili. Parecía entender y al mismo tiempo no, pese a que su familia no era convencional, su hermana era conservadora en muchos aspectos, por lo que un alfa sintético en casa de Sebastián, no le parecía correcto. Siempre creyó que las cosas en que se había metido por culpa de David solo le traerían problemas.

—Sabes como soy.. Me pregunto porque haces lo que haces Sebastián. Si quieres una pareja, te puedo ayudar. Si hay otros motivos vemos como hacerlo, pero meterte en esa clase de cosas me parece que está mal.

—No es por tener pareja, por el dinero o por cualquier cosa, yo solo intento ayudar a David.

—Mira, yo aprecio mucho a David, es tu mejor amigo y apuesto a que tiene buenas intenciones, ¿Estas consciente que solo te están usando por ser un omega dominante?, Eres un sujeto de estudio, si te pasa algo o te hacen algo, ¿Quién responderá por ti?, ¿Cuál es la finalidad de esto?, ¿Cómo se que ese alfa no es un computadora y un viejo verde está detrás de eso?

—Yo.. No pensé en eso… 

—Claramente no, pero debes poner límites. Necesitas saber exactamente qué está pasando, ¿A dónde parará el proyecto?, por lo que escucho es evidente que están intentando que ese alfa aprenda todo lo de este mundo para que millones de ellos ronden por aquí, en busca de crear alfas reales, me suena una idea ridícula y  te están usando, solo espero que no te encariñes con él.

—No me regañes, es solo al principio fue divertido, jamás creí que llegaría a este punto.

—Nunca lo esperas y siempre sucede algo… Solo ten en mente que no sabes exactamente qué pasará después.

Se limito a asentir, Viri como siempre tenía razón, aun no sabía las intenciones de Edmund, más que las suyas, las de T&T. Sabía que el propósito de llevarlo con él es que aprendiera del mundo, pero luego de todo esto, ¿Qué pasaría?, ¿Se iría? 

—No sé por qué me siento triste.

—¿Te estás enamorando?, sé que es difícil ver a una persona a diario por tanto tiempo sin empezar a sentir algo.

—No me disgusta, es realmente lindo.

—No me mires así, solo me preocupo por ti…Tráelo, creo que debe conocer a un verdadero alfa, convivir con un omega tan blando como tu podría confundirlo.

—Lo pensaré.

Luego del almuerzo Sebastián se fue de la casa de Viridiana, pronto iba a salir del trabajo Edmund, por lo que debía ir a casa a terminar de limpiar, conforme avanzaba el uber por las calles en dirección a su casa observó a cada una de las personas pasar, habían muchas parejas, niños y abuelos por la calle, por breves segundo sintió como si algo dentro de su corazón se tensara, las palabras duras de Viri le quemaban el corazón. 

Cuando llego a casa de nuevo entro a la habitación, se vio al espejo y preguntándose si lo que sentía era correcto, aún más importante, si lo que hacía era correcto. Se acostó en la cama boca abajo, se arrastró hasta el otro extremo de la cama observando por el borde el futón de Edmund, cerró los ojos unos instantes, inhalo profundamente sintiendo de nuevo ese aroma a frutos rojos, provenía del futón como si fuera perfume, por un segundo se sintió fuera de sí mismo, su cuerpo en automático se levantó y se acostó en el futón cubriéndose con la sabana de Edmund en cuestión de segundos se quedó profundamente dormido.

—Sebas, ¿Estas bien? —La luz del pasillo iluminó su rostro dormido, una silueta alta se acercó tocando su rostro con la yema de los dedos, abrió los ojos lentamente, su mirada nublada le impidió ver quien era, pero la única persona que podría estar ahí era Edmund, de inmediato se abalanzó sobre él abrazándolo.

—Ed, te extrañé mucho, tuve un día muy difícil.

Se limitó a sonreír y sujetar la cintura del menor, la forma tan efusiva de recibirlo y el hecho de que la habitación estaba llena de feromonas le hizo entender que el proyecto tenía éxito, además confirmó que tenía los hábitos normales de un omega.

—Hace mucho que no me recibías de esa forma Sebas

Tan pronto escuchó ese tono de voz y la manera en que lo abrazó supo que no era Edmund, rápidamente lo empujo con fuerza cayendo en la cama de la fuerza que había ejercido y David prendió la luz.

—¿Qué haces aquí?

—La verdadera pregunta es ¿Qué estás haciendo tú aquí?, me están ahogando en tus feromonas niño.

—¿Yo?..

Sebastián respiró profundamente sintiendo casi al instante sus feromonas en toda la habitación, mientras terminaba de despertar David abrió las ventanas.

—¿Estás en tu celo o qué?

—No, para nada… ¿Qué haces aquí?

—Traje a tu alfita del trabajo, fue un por una pizza y me pidió que te buscara, créeme que si ese chico fuera un alfa real, con la cantidad de feromonas que hay aquí lo hubieras vuelto loco.

—Tenemos que hablar.

—Ya lo creo – Se sentó a un lado del chico, lo abrazo con cuidado acariciando sus cabellos, presentía que algo malo pasaba, las pocas veces que lo había visto dormido hecho ovillo en la cama de alguien fue en la Viridiana y en la suya cuando algo muy malo pasaba, pero jamás había emanado feromonas en esos lugares. 

—Creo que no quiero continuar con esto.

—¿Por qué?, ¿Te hizo algo, Ed?

—No… Es solo que Viri tiene razón, ¿Cuál es la finalidad de todo esto?, ¿Por qué yo?

— No lo pienses demasiado, la finalidad la sabes… Debes enseñarle a Edmund el mundo y a ser un humano normal, ¿Por qué tu?... Porque yo te elegí, yo insistí en que tu eras el indicado por tu posición, eres un omega hermoso, eres dominante, sabes controlarte, eres bueno, amable y muy lindo. 

—¿Edmund está aquí y hace lo que hace porque soy un  maldito omega?, ¿Solo soy un omega más? ¿La finalidad es que este omega sin nombre se enlace con él?

—No, está aquí porque yo lo traje, hace lo que hace porque está diseñado para sentir emociones humanas, para entender a las personas y porque él así lo quiso.

—No lo creo, Edmund es como un niño, no sabe qué es lo que quiere.

—Tal vez sí sea como un niño, pero sabía que si lo dejaba con alguna otra persona lo podrían utilizar como un juguete sexual, podrían echarlo a perder. Tú lo has dicho, es tan inocente como un niño, por eso lo traje aquí, porque confió en ti y sé que tu preocupación es genuina, no es porque seas Sebastián “el omega dominante”, es porque eres mi mejor amigo Sebastián una persona que no le haría daño ni ningún mal a Edmund.

—¿Cómo sabes que no le haré nada? 

—Porque leo las evaluaciones de ambos, porque veo las fotos de Edmund… No quiero que pienses que en el laboratorio hay un señor feo con bata blanca que le ordena a Edmund, para nada, él es tecnología pura, autónoma y sofisticada, capaz de sentir emociones diez veces más que tú y que yo, en dado caso, estoy preocupado por lo que él podría hacerte a ti.

—Él es inofensivo, no me haría daño… Pero entonces ¿Y Nicho ecológico?.

—Nicho ecológico es una serie de etapas, son procesos y Ed es la fase beta. Si logra ser emocional y socialmente un humano promedio, pasará a la siguiente etapa que es donde inicia la cuestión de feromonas, el ciclo de calor, el rut y esas cosas, mientras está aquí contigo está enfocado en lo primero, aparentar ser humano. Para mí, no eres y jamás has sido Sebastián “el omega dominante”, eres Sebastián mi amigo tímido al que le construí un amigo y que él muy maldito no me agradece.

—¿Un amigo?

—Cuando entré al proyecto pensé en ti, no quería que estuvieras solo si me iba. En cada uno de los procesos pensé en ti, en mi madre omega, en mis demás amigos que no conozco que son omegas y que no pueden florecer ni tener el celo, ¿Tu sabes que le pasa a los omegas que no entran en celo?

—Se enferman y mueren…

—Exacto, carajo no quiero que mueras Sebastián, Te amo demasiado como para verte sufrir.

—Perdón.

—Nunca hagas esto de nuevo, no se que te haya dicho Viri, se que no lo hace con mala intención y que no sabe exactamente que pasa, te cuida y te ama tanto como yo, pero de una forma convencional, lo máximo que yo puedo hacer por ti es esto… No pienses jamás que lo hago es con intención de dañarte.

A esa altura de la conversación parecía que David se rompería, la habitación ya estaba limpia, el malentendido aclarado y más que nada, hacía mucho que no escuchaba a David tan alterado, sin dudarlo lo abrazo dejándole un cariñoso beso en la mejilla. —Te amo— Susurro en el oído de David unas palabras de aliento esperando que elevaran su espíritu lo más posible para que luego pudieran salir de la habitación a comer pizza con Edmund.

Cualquiera que los viera diría que eran una pareja, pero ambos habían sobrepasado aquella barrera hacía muchísimo tiempo atrás, se amaban demasiado, pero comprendían que no podían estar juntos de ninguna forma, eran tan distintos, caminaban a ritmos diferentes  y sentían cosas de formas tan distintas que estar en armonía era imposible, ser mejores amigos era el camino más sencillo y ambos estaban tan cómodos.

Salieron de la habitación al mismo tiempo que Edmund entró a la casa, tan pronto Sebastián lo vio entrar con un embriagante aroma a café no pudo evitar acercarse para abrazarlo, tal vez ya no con la misma efusividad que anteriormente, pero si con el mismo sentimiento extrañarlo.

—Te extrañe mucho Sebastián.

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